Shhh, no hables

Mi nombre es Mayte Díaz, tengo 34 años, trabajo en una agencia de modelos, honestamente solo me contrataron por qué soy buena en mi trabajo y por qué mi jefe no quería una mujer con cuerpo de modelo que todo el tiempo se le estuviera insinuando, honestamente quién no se fijaría en mi jefe, es joven, tiene 27 años, mide más de un metro setenta, es delgado , tiene unas piernas bien torneadas, es moreno claro, aunque no es un modelo de tiene una mirada penetrante que te hace temblar, a contrario de el nadie se fijaría en mi, así que ningún cliente se distrae con mi presencia en las reuniones, hoy tenemos una junta con unos clientes, el sr Nicolás Petrov, tiene 2 o tres años menos que yo, y es un joven muy lindo de piel blanca, que cuando sonríe sus mejillas se tornan rosadas, siempre es muy amable conmigo. Son las nueve de la mañana, cuando mi jefe sale de su oficina y se dirije a la sala de juntas justo en ese momento el sr Petrov llega con su exuberante secretaria, la cul solo me mira de pies a cabeza, y pues la verdad en comparación de ella yo no soy nada, desvío mi mirada y el sr Nicolás me rejada una dulce sonrisa con sus tiernas mejillas sonrosadas, se arcea a mi y extiende sus manos para obsequiarme una cajas de chocolate, no pu loedo evitar sonrojarme y más al ver qué son chocolates amargos con menta, pero mi felicidad es interrumpida cuando mi jefe se acerca, me quita la caja de chocolates, la avienta en mi escritorio y con voz molesta, dice que continúen que es ya demasiado tarde, solo agachó la mirada y les pido continúen su camino ,mientras caminan siento la sonrisa burlona de la asistente del sr. Nicolas. Pocos minutos despues de que entraron entro con la bandeja de el cafe me acerco al sr Nicolás y su asistes da un paro abrupto desde su lugar haciendo que todo el café sea vertido en mi cuerpo, solo me toca ahogar el solo por lo caliente, el sr Nicolás se levanta rápidamente y saca un pañuelo para secarme una lágrima escapa de mis ojos, jamás me di cuenta como su mano secaba mis hombros, mis piernas y cuando estaba por secar mis senos, su mano fue sujeta por un molesto Damián, así es mi celosos jefe 🤨, rápidamente borre ese pensamiento cuando me habló molesto y me dijo que fuera con Hanny por un cambio de ropa. A veces no lo entiendo cuando yo entre la anterior secretaria me dijo que el sr Damián y el sr Nicolás eran amigos, pero yo nunca los he visto que se lleven bien, llegue con Hanny, que por cierto es la mejor amiga de mi jefe y a la cual quiero matar en este momento, le suplique que buscará si había más ropa y me dijo que no, que está era la única de mi talla







No me queda de otra que volver así, no me gusta esta ropa, no me gusta mi cuerpo, me siento como una vaca, tuve que ponerme mi chal para cubrir mi gordo cuerpo, respiro y abro la puerta de la sala de juntas, cuando veo solo a mi jefe y el sr Nicolás, ambos me miran extraño, y veo las mejillas del sr, Petrov como dos jitomates, creo que le da pena ajena el verme vestida así, solo agacho la mirada y me siento junto a mi jefe, la reunión continua y los dos no me quitan la mirada de encima, cundo el sr Petrov estaba por marcharse se dirijo hacia mi cunado mi jefe lo interrumpió y lo llamo a su oficina. Después de un rato, el sr Nicolás se fue sin despedirse de mi y nisiquiera me regaló una última sonrisa, lo más seguro es que le dio pena acercarse por qué me veía ridícula

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