Prueba de manejo o examen de cuernos?

@martinfcd

Cuando habían pasado un par de años de casados, un poco antes de tener hijos, mi mujer quiso aprender a manejar. En ese momento quise enseñarle, pero uds saben cómo es... A veces es más fácil aprender con alguien con quién no tenes un vínculo tan estrecho.
Finalmente, tras hacer un fallido intento, decidimos que lo mejor era, a pesar de mis celos, que tomara clases en una autoescuela.
Me costó aceptar la situación. Como verán soy una persona celosa. Sobre todo de mi mujer. Ella es una persona llamativa. De carácter extrovertido. Un rostro dulce de ojos cálidos y sonrisa constante. Unas piernas hermosas que sostienen un cuerpo menudo, pero de marcadas y voluptuosas curvas. Vivo en constante temer a que la quieran acechar en cualquier parte. Por eso, pensar que iba a pasar varias horas encerrada en un pequeño espacio con un hombre, en situación de autoridad, que encima la iba a comandar, me provocaba escozor.
Lo sorpresivo de la situación fue que, de maestro de manejo, le tocó un primo. Uno con quién se había llevado mucho de chica pero al que hacía tiempo no veía. En fin nada extraño. Era familia, pero a pesar de la cercanía, las clases resultaban. A mí me dejaba tranquilo que la cosa fuera así, podía respirar con mayor calma.
Pasó el tiempo. Las cosas transcurrieron normalmente hasta la noche anterior a rendir el examen. Ella estaba notablemente alterada, nerviosa. Le costó conciliar el sueño. A la mañana casi se queda dormida, a los apurones salió de casa para no llegar tarde.
Sin embargo me dejó la sensación de que algo quería decirme antes de salir. Había cierta confusión en su rostro que nada tenía que ver con su examen de manejo.
Recuerdo que al verla salir con ese vestido tan corto y escotado se me estrujó el corazón pensando en el examinador y me dió temor que se propasara con ella.
Sin embargo todo salió bien.
Esa noche, cuando festejamos por su flamante carnet de conducir, me enteré el por qué de la expresión de su cara esa mañana.
Me lo confesó todo.
No me malinterpreten, no me metió los cuernos. Fue otra cosa. Un sueño que tuvo en el trancurso de esa noche.
Soñó que al sentarse en el auto a rendir, de pronto la persona que le tomaba el examen era su primo. ¡El mismo que le había enseñado a manejar!
Me cuenta que en el sueño eso le generaba mucha alegría, pero que el primo, en su rol de supervisador la trataba un poco cortante. Le ordena que arranque, ella lo hace. Al dar la primera curva él le pide que aumente la velocidad y ella al tomar la palanca de cambios la siente húmeda y carnosa. Cuando gira la vista para mirar, se da cuenta que, lo que tiene en la mano, es la pija de su primo, dura y erecta. Él le pide que mantenga la vista al frente y que suba a tercera. Ella le apretaba la pija más fuerte. Él le decía "bien", "vas bien" y ella sentía el halago de esas palabras que provenían de su primo. Ese que ella estimaba por haberle estado enseñado tan pacientemente.
Un instante después, se estremece al sentir los grandes dedos de su primo hurgando en su entrepierna. Ella, que en el sueño no paraba de pisar pedales y que en ningún momento dejaba de agitar la 'palanca de cambios', cierra con fuerza los muslos, apretando la mano de su primo, pero sonrojada me confiesa que no lo hacía para que se la sacara, sino para retenerla, porque la calentura que sentía en ese momento era mucha.
Recuerdo el relato como si fuera hoy. Recuerdo el frío que sentí repentinamente en el cuerpo. No sabía qué pensar. Mi mujer estaba siendo sincera conmigo, no me ocultaba nada. Pero a la vez, me estaba contando una situación que, por más onírica que fuera, dejaba en claro que algo había despertado en ella. Un deseo o una fantasía que, hasta ese momento de la relación, nunca habíamos contemplado.
Me sentía incómodo, no estaba a gusto con lo que me contaba, por más que fuera solo un sueño. Sin embargo ella, extasiada, sin notar mi angustia, siguió contando.
Me dijo que, pronto, sintió los dedos de su primo, capturados en su entrepierna, hurgando entre las telas hasta llegar a la bombacha, que ella intuía, ya debía estar muy mojada. Un escalofrío le recorrió el vientre al sentirlo hacerse camino hasta lograr introducirse en ella.
Él le decía al oído: "el puntaje ideal sería llegar al primer orgasmo antes de la próxima curva... ¿Crees que podrás lograrlo, primita...?"
Sentía los dedos introducirse y agitarse en su interior con cierta violencia, pero, a la vez, una caricia eléctrica sobre su clítoris, que le permitía disfrutar de esa brusquedad. Ella miraba el camino pero se concentraba en lo que sentía en su propia mano: la pija de su primo. La percibía aumentar de volumen y temperatura. La sentía latir...
Antes de la curva llegó al orgasmo.
El auto, después, se detenía automaticamente.
El primo se lamía los dedos húmedos por la explosión del orgasmo y le decía: "Mmmmm. Hasta ahora sos la más sabrosa de toda la semana..."
Esa frase, casi sin sentido, me contó, que la hizo sentir orgullosa, en el sueño. Sabia que estaba bien encaminada a superar el examen, que estaba haciendo todo bien.
El primo le dice: "ahora te toca rendir 'asiento trasero', es difícil, pero no te preocupes, yo te voy a dar una mano, sos mi prima, sabés que siempre te quise cojer ¿no?"
Me cuenta que el primo se acomoda atrás, se saca el pantalón, abre las piernas y se queda ahí sentado con la pija parada. Recuerdo con terror que ahí, ella, me dijo, antes que nada 'perdoname', y me contó cómo se agachó a chuparle la pija al primo. Él le dijo "arrancaste con la boca...¡Bien! Muchas se apuran y se la meten de una adentro....¡Bien! ¡Bien! ¡La chupas muy bien prima! "
Todavía se reía un poco mi mujer al contarme que el primo después le decía "¿Sabes qué? ¿Te animas a chuparme las bolas? ¡Eso! ¡Así...! ¡Si! Metete una en la boca y chupala como un caramelo mientras me pajeas... ¡Ay, si...! ¡¡Muy bien!! Me dan ganas de pedirte que me chupes el culo, pero eso lo hacemos cuando tengas que renovar. Vení, sentate arriba mío, ya falta poco. Garchame con ganas que ya casi acabamos..."
Como si nada me contó que se sentó sobre él y lo cabalgó hasta ponerlo bien loco. Su voz al decirlo parecía revivir la situación. El calor que ganaba su cuerpo con cada recuerdo se hacía más y más notorio. "Tenés que acabar antes que yo, sino es exceso de velocidad" le dijo el primo y ella llegó a su segundo orgasmo.
Después recuerda que él la da vuelta le dice "ahora como practicamos estas semanas... ", y empieza a darle brutales embestidas desde atrás. Ella se sentía acabar otra vez, él la alentaba "Sí, prima: ¿Sabes que el carnet te dura los mismos años que la cantidad de orgasmos llegues a tener durante el examen...?
Después de disfrutar varias veces, él le aclara que no se puede ir sin la validación y le lleva la poronga a la boca para acabarle adentro y que ella pudiera tomarse toda la 'validación'...
Ahí se despertó. Me jura que con un gusto a semen en la boca, pero un sabor muy distinto al del mío...
Yo no sabía cómo manejarme, estaba muerto de celos, pero no había pasado nada. De hecho, más allá de los sentimientos que me abombaban, todo había sido, más bien, gracioso.

"¡5 años me dura el carnet! ¡Lo mismo que en mi sueño, jajaja!". Me dijo enseguida, mirando orgullosa la tarjeta que premiaba su logro, cortando el clima tenso.

Esa noche cogimos con mucha calentura, ella estaba sensible y acabó varias veces.
Ese año, muchas veces hizo referencia a lo increíble, pero que ella juraba real, de haber llegado al orgasmo 5 veces en un sueño...
Y aunque el vínculo con su primo no paso de la autoescuela, al poco tiempo me enteré que se había ido a vivir al interior, así que cualquier resquicio de celos que podría haber tenido hacía él, se esfumó al pasar los meses.
Y vivimos unos años tranquilos.
Hasta ayer por la mañana... Cuando, ya pasados 5 años desde aquel día, y a punto de tener que renovar el registro, mi mujer me desayuna con la pregunta de si me molestaría hospedar en casa a su primo, que viene a pasar unos días a la ciudad, para realizar unos trámites...

Anoche soñé que me despertaba y a mi lado, sobre la almohada, tenía la cara del primo que se sonreía y gozaba acodado en la cama. Me hacía un gesto señalando hacia atrás y cuando miraba por encima de él, la veía a mi mujer, lamiéndole el orto, metiéndole la lengua, mientras con la mano le sacudía con fuerza la poronga...






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3 comentários - Prueba de manejo o examen de cuernos?

Bueno, cuida'o y el sueño lo quiere volver realidad Jajajaja
Mientras apruebe la renovación del carnet, y si encima lo disfruta... Jjaja
kramalo +1
muy bueno..! ahora.... si te lo pasas pensando que si se la culea otro o nó.... no solo que no vas a disfrutar la vida vos, sino que asi no podés estar. Si ella quiere cogerse a otro, aunque la vigiles, igual le va a abrir las gambas a otro.... Vos, dejala siempre satisfecha en la cama. Lo demás, va por cuenta de ella.
Cierta razón tenés, pero no es sencillo...
Sencillo no es. Prestale mucha atención a ella. La mayoría de las féminas, buscan que las escuchen, las atiendan, y obvio, que las dejen satisfechas. Hacé ésto y será tuya siempre....
Muy caliente el relato. Menos mal que es un sueño o no?. Van puntitos
Es lo que quisiera creer, jajaja. Gracias!