Mi cuñadita CieloRiveros lokita putita
A mis 30 años,acababa de terminar una relación de varios años… un poco frustrado, no queríatener nada serio por un tiempo. Había estado mucho tiempo en pareja, me aburríaun poco el volver a salir, enamorar chicas… me sentía un poco oxidado para esaslides ¿Habrían cambiado las cosas en estos años?
- Pues sí, ahora como que hay un pocomas de liberalismo… las mujeres ahora toman la iniciativa… me explicaba Rubén,un viejo amigo de colegio y aun soltero.
- ¿En serio?... repuse incrédulo.
- Si, ahora con esto del feminismo cadavez más en boga, algunas mujeres no quieren sentirse sometidas y bla,bla… aveces se quieren comportar como hombres buscando aventuras de una noche…sentencio.
- Vaya… me sentía como un dinosaurio,ahora las jovencitas eran más avezadas.
Pues, si, ahorahabía redes sociales, se contactaba gente por ahí y hasta se hacían citas… enfin… lo mío no fue tanto así, pero hubo algo de internet por ahí que ayudomucho en este nuevo lio en que me metí.
Meses atrás mehabía llamado la atención una chica nueva de la oficina, Valeria, una chicajoven de piel clara, 1.70m, cabello lacio y castaño, ojos grandes y colorcaramelo… y bueno de silueta delgada, senos de medianos, una cintura pequeña,pero… lo que llamaba poderosamente la atención, eran sus bien formadas caderasy redondas nalgas.
- Esa chica es puro rabo… le escuchedecir a algún compañero de trabajo, que era de los más silenciosos y recatados.
- Esta para romperle el culo… murmuroun señor al borde de la jubilación, serio y gruñón, resulto ser un viejo raboverde.
A ese nivelllegaba lo llamativo de sus formas. Como era evidente muchos en el trabajo lequisieron caer, pero a pesar de su trato ingenuo y cordial por su juventud einexperiencia, Valeria sabia darse su lugar y no se prestaba para salir contanto lobo desesperado.
Por mi parte, enesa época estaba con novia, así que solo me deleitaba viéndola y riéndome de lodesesperados que parecían algunos por hacerse de su amistad o algo más. Cuandoterminé con mi pareja, tampoco le di mucha importancia… apenas si cruzamos un parde palabras un par de veces… me parecía muy joven… sin embargo uno no sabe loque el destino le depara.
Un día saliendodel trabajo, tenía que ir a una reunión al norte de la ciudad, así que tome unbus en esa dirección. Me senté tranquilo y vi como Valeria subía en elsiguiente paradero. Ella me reconoció casi de inmediato y me sonrió, actoseguido se sentó a mi lado.
Al principio mesentí un poco aburrido, era un largo viaje y no creí tener mucho en común conesa chica, bueno al menos sus abultadas caderas me empujaban graciosamente enel asiento y me sacaban de mi abstracción tras mí ruptura. Para mi sorpresa,conversamos alegremente y me cayo muy bien, hasta sentí que por momentoscoqueteábamos.
Así empezó de apocos, terminé chateando con ella, me había dicho su edad y no le creí, alfinal tuve que validarlo por redes sociales, espiando su perfil, total ella yahabía visto el mío… diablos… le llevaba 10 años… ella apenas tenia 19 casi porcumplir 20… era la chica mas joven con la que saldría, la mayor diferencia deedad que experimente... hasta entonces.
Bueno, total, essolo para pasar el rato y volver al juego, a esto de las citas y demás...iluso… esa jovencita me engancho, meses después éramos pareja… quizás sujuventud… su grácil cuerpo… diablos, la lleve un club campestre y al verla enropa de baño, pensaba esta chica pudo ser modelo, aunque le faltaba un poco derelleno en los senos.
Solo que tarde unpoco en concretar la intimidad, no estaba desesperado tampoco, sentía queestaba pasando el rato a ver qué pasaba, mientras Valera parecía que sereservaba para alguien especial… así que casi me sentí canalla cuando ladesflore, pero creo que termine enganchándome más… a pesar de su inexperienciatenia una fogosidad especial…
Era una leyendaurbana que las chicas de la región de donde Valeria provenía, eran másdesinhibidas… una zona tropical y caliente, como sus chicas, decían losrumores… alimentando más esa idea por la forma en que se vestían, con ropascortas, aunque era más por el calor…
Por lo que vivíen la intimidad con Valeria, en parte parecía cierta esa historia, pero tambiénpor otra parte pensé que quizás estaba prejuzgando. Que lo de Valeria era unamezcla de ingenuidad y complacencia con su primera pareja con la que dejo suvirginidad.
A diferencia deotras parejas inexpertas que tuve, Valeria no era pudorosa, no se avergonzabade caminar desnuda frente a mí, no se sentía mal si la colocaba en una u otraposición, ahora con el feminismo en boga, muchas se indignan si las tomas enuna posición que consideran denigrante… cuando es solo por placer, no unacuestión de sometimiento.
En ese sentido,Valeria se dejaba llevar, me permitía guiarla en las posiciones que quisiera,creo que entendía que yo era más experimentado y no se hacía problemas enacomodarse para brindarme placer o satisfacer mi morbo… sabia que su cuerpitome encantaba.
En poco tiempodescubrió, para mi suerte, que le gustaba que le dieran por atrás…
- Es bien rico por atrás… me confesouna vez, pensando en voz alta, luego se avergonzó un poco.
Y si, erafabuloso cogerla por detrás, con su estrecha cintura y sus abultadas nalgastemblando con cada penetración, su rico gemir con aquel acento de su ciudad, elrostro de placer cada que volteaba a verme, por momentos para transmitirme suplacer con sus jugosos labios y lengua… ufff… era todo un espectáculo…
En poco tiempo,prefería que la cogiera así, en 4 patas, maximizaba su morbo y placer, así comoel mío… sin embargo, para mi pesar… se oponía al sexo anal… no porque lepareciera denigrante, sino por el miedo.
- Suficiente con que tu verga apenasentra en mi vagina… esa cosa me destrozaría mi culito… decía graciosamenteValeria, cuya estrechez me fascinaba.
Tenía esperanzade convencerla más delante de tener sexo anal, adiestrarla de a pocos comohabía hecho con otras parejas… sin embargo, medio broma, medio en serio… ellarepetía…
- En nuestra luna de miel… te darétodo… bromeaba sobre la posibilidad de un futuro juntos.
Me imaginaba quepor ser su primer hombre ella fantaseaba con eso, mientras yo estaba aun en ellimbo, claro que enamorado, pero aun no pensando en esas cosas… quizás mas enel placer inmediato… y veía que por ahí no vendría, al menos en el corto plazo,la satisfacción de mis apetitos y gustos carnales.
Resulto queValeria vivía sola en la ciudad, en un mini departamento que alquilaba al nortede la ciudad, aquella independencia de la cual gozaba me fue muy favorabledurante esos meses de descubrimiento sexual para ella.
Pero esocambiaria pronto, su madre y su hermanita la visitarían pronto desde suprovincia natal. La madre de Valeria debía seguir un tratamiento médico porunos meses, ya la edad hacia estragos en mi hasta ahora desconocida suegra.
Conocí a misuegra, era desconfiada de los hombres, como toda madre soltera. Descubrí quesu hermanita Cielo Riveros, era producto de una segunda relación que tampoco lefunciono. Esa señora crio a sus 2 hijas sola y por eso me miraba condesconfianza.
Mas bien quien memiraba con una rara fascinación era su hermanita, quizás por conocer al primerchico que su hermana le presentaba a su mama, tal vez porque sabía que eramayor que su hermana… En ese momento Cielo Riveros era una adolescente de 15años… físicamente era muy diferente a Valeria.
Cielo Riveros erade piel canela, cuerpo con tendencia a ser más voluptuoso por lo que ya habíavisto antes en otras situaciones, con una prima (Anita) y una ex (Mili). Aunqueno podía decir mucho de su cuerpo por la ropa invernal que llevaba CieloRiveros y que no dejaba ver nada.
En realidad,debía reconocer que Cielo Riveros tenía un rostro más agraciado que su hermana,labios mas carnosos y nariz respingada, ojos negros. A pesar de su edad secomportaba como una niña, hacia gestos y pucheros por momentos, quizás su madrela engrió mucho.
Pensaba que esaniña en pocos años iba a ser una terrible tentación, considerando misantecedentes, es decir, mi debilidad por las morenas de cuerpo escultural. Esaniña parecía una mini versión mejorada de mi prima y mi ex. Intente alejar esospensamientos, pero no me ayudaría mucho el destino.
Habíamos logradoinscribir a Cielo Riveros en un colegio, para que no pierda lo avanzado por elcambio de ciudad. Un sábado fui a visitarlas a su mini-depa, Valeria meescribió diciéndome que había salido con su mama a hacer unas compras y que laesperara, que Cielo Riveros estaba en casa.
Bueno, al menosconoceré un poco mas a mi cuñadita me dije, tratando de acallar mi morbo, lellevaba mas de 10 años… y era una adolescente que se comportaba como niña, lobueno era que eso le quitaba la tentación… al menos eso creí… Al llegar aldepa, toque la puerta…
- Pasa, está abierto… dijo con su vozinfantil.
Le hice caso yentre, la sala estaba vacía… hasta de repente apareció Cielo Riveros…
- Mierd… solo llegue a decir en vozbaja mientras ella sonreía.
Cielo Riverossalió de la cocina, donde estaba también la lavandería… con la falda escolar,de cuadros azul y negro, como en las fotos y videos porno de colegialas… peroeso no era todo… estaba con los senos al aire… desnuda de la cintura paraarriba.
- Pensé que era mi mama y mi hermana…se excusó sin dejar de reír.
Me quede con laboca abierta… mi primera impresión era que tenía mejores senos que Valeria,medianos y bien formados para su edad. Luego reaccione e intente actuar comocaballero… me di la vuelta, para evitar verla… pero esa imagen estuvo en mipupila por buen tiempo, hasta me daría un buen pajazo en mi casa luego.
- Ah disculpa... no sabía que estabas…bueno… así… me excuse.
Está bien la liberalidadque dicen que hay en su calurosa región, pero esto me parecía mucho… ¿eraingenuidad? ¿era coquetería? ¿o era demasiada confianza? ¿era provocación?...mierd… esos senos estaban magníficos…
Quise serracional, bueno, a esa chica no la crio un padre, quizás no sabe cómocomportarse en presencia de hombres, los límites que debe tener con los chicos…será falta de costumbre, falta de malicia o que se yo…
- Ya puedes voltear… me dijo, mientrasyo pensaba esas cosas Cielo Riveros ya se había cubierto.
Tampoco ayudómucho… se puso una sudadera blanca, que por lo mojada de su piel se terminopegando, entallando su pecho con sus pezones en punta… mi verga no tardaría enterminar en punta también, así que me senté en la sala.
Me explico quehabía tenido practica de desfile en el colegio y que recién regresaba y sehabía puesto a lavar su ropa escolar… empezó por la blusa y el brasier, por esoel pecho desnudo. Y no se puso otro brasier, sentía que sus pezones meapuntaban o me miraban.
Era muchatentación, me excusé y salí a dar una vuelta, sino eso podía terminar mal… unoes hombre y esa niña en muchos aspectos estaba mejor que mi novia, aparte queesa imagen de colegiala coqueta me ponía a mil….
Al regresar yaestaba mi novia y mi suegra, la niña se había cambiado, no me hicieron ningúncomentario, supongo que Cielo Riveros había omitido contarles… guardo elsecreto como más adelante guardaría otros más.
Comenzamos asalir esporádicamente con Cielo Riveros al cine y otros lugares, era comonuestra hija, atraía las miradas de chicos por ser guapa y yo por ratos meponía en plan de padre celoso, cosa que le gustaba a Valeria como protegía a suhermanita… si supiera que comenzaba a tentarme esa morocha debilidad.
Como ya habíaterminado el tratamiento de mi suegra, tendría que regresar a su ciudad. Pocoantes de que se fueran, decidimos con Valeria, llevarlas a la playa para que CieloRiveros conozca el mar, total ya estaba de vacaciones.
Esta vez sí pudever completo el cuerpo de la niña… para mi suerte, Valeria tenía mejorescaderas que su hermanita (que aún era adolescente), pero en delantera, ganaba CieloRiveros… así que, en términos neutrales, iba algo equilibrada la cosa… sinembargo, yo sentía atracción natural por las caderas anchas y las nalgasredondas.
Lo bueno era quela playa estaba casi vacía porque aún no iniciaba la temporada de verano. Asíque con lentes oscuros me dispuse a disfrutar de la vista, mirando el bienformado trasero de Cielo Riveros y mas aun el voluptuoso de mi novia.
Valeria le temíaal mar, no entraba más allá de unos metros de la orilla. Así que cuando CieloRiveros quiso entrar, tuve que llevarla yo. La niña me tomaba de la mano sinmalicia, pero a mí morbo intuía que había algo más… sentí un pequeñotemblorcillo en su cuerpo al sentir el tacto de mis manos.
Cada que veníauna ola, Cielo Riveros entraba en nervios y se me pegaba, casi se me subíaencima, ya que era pequeña 1.60m… y eso me ponía peor… sus senos se apretujabanen mi pecho mientras me abrazaba, sus piernas rodeaban las mías, con su pubiscasi por encima de mi verga, que empezaba a endurecer con cada subida yapretujón del cuerpo de Cielo Riveros.
Al principioValeria y su mama nos observaban y se reían de como reaccionaba Cielo Riveros,de cómo me hacía trastabillar por su miedo a las olas, y como luego las olasnos remecían. Después me percate que Valeria y su mama se pusieron a conversarsin poner mayor atención.
Para esto, creoque Cielo Riveros ya había sentido el bulto de mi verga que se formó por suconstante presión contra mí. Ella se alejó un poco nerviosa, yo avergonzado nobusque mas contacto físico… estaba jugando con fuego.
Hasta que vinouna ola grande, así que le hice señas para que se sumerja y la deje pasar, comoya le había enseñado… al volver a sacar la cabeza del agua busque a CieloRiveros… y la encontré… nuevamente con los senos al aire… diablos…
- Ayyy… mi brasierr… decía avergonzaday risueña sin cubrirse.
El brasier de suropa de baño estaba flotando a unos metros, la alcance y se la di... por suerteno había gente cerca, nadie se dio cuenta, más aún Valeria y mi suegra estabandistraídas comprando unos bocadillos… y yo embobado aprovechaba en mirar sus senos.
- ¿Me ayudas?... me dijo sonriendo.
Esta niña me vamatarrr… pensé con mi verga nuevamente endureciendo… di una mirada a la playa,Valeria y su mama seguían distraídas, Cielo Riveros se dio vuelta y yo até subrasier. Luego se puso de frente y me dijo.
- ¿Esta bien?... ¿puedes acomodarlo?...me dijo inocentemente.
- Ahhh… siii… claro… repuse embobadopor su propuesta.
Ufff… era elcolmo… en realidad tenia el brasier desacomodado, tenia medio pezón a la vista…tras notar que no había moros en la costa, pose mis manos sobre sus bienformados senos, moví la tela de tal manera que cubriera todo y me di maña detocar algo de más, pero sin quejas por parte de Cielo Riveros…
Solo note como surespiración se entrecorto, la vi abrir sus labios y estremecerse un poco,quizás sintió el agua más fría de lo normal… sus pezones endurecieron y sentícomo luego sus latidos se aceleraron en los interminables segundos que mismanos se posaron sobre sus senos.
- Siii… ahí esta bien… dijo con vozentrecortada.
Creo que ellatambién se había excitado un poco con el tacto de mis manos en sus senos,quizás era la primera vez que alguien hurgaba en su pecho. Mas aun sabiendo queella misma pudo acomodarse el brasier.
Tras un silencioalgo incomodo, solo atino a sonreír y agradecer, nos quedamos mirándonos… tuvela tentación de besarla y me parecía que no se opondría, pero sí que lacagaria… con mi novia y suegra en la playa.
Para mi suerteuna ola me revolcó y evito que cometa un error, mientras Cielo Riverosreacciono mejor y se sumergió. En el viaje de regreso, al preguntar sobre laexperiencia en la playa, a Cielo Riveros le pareció genial, dijo sonriéndomepor el retrovisor del auto. Tampoco comento lo sucedido, de mis manos en sussenos… al menos era discreta.
Cielo Riveros ysu mama regresaron a su ciudad, dándole paz a mi relación con Valeria, sabiaque a futuro esa niña nos traería problemas a medida que su cuerpo y suscaderas fueran madurando como sus senos.
Como jugandopasaron 2 años desde Cielo Riveros y su madre nos visitaron en la capital, enel intermedio ya las habíamos visitado una vez en su ciudad, en un fin desemana largo, pero por suerte no hubo mayor contacto como aquella vez en laplaya.
Hasta que portemas de trabajo me toco visitar su ciudad, estaría unos días por allá,mientras Valeria estaba acá trabajando y Cielo Riveros estaba de vacacionesallá… ya tendría 17 años y me daba curiosidad saber cómo se había desarrollado.
Tenía previsto ira un hotel y por ahí me daría tiempo de ir a visitarlas a Cielo Riveros y sumama, de paso darles unos encargos de Valeria. Al salir del aeropuerto, vi unamorena muy guapa en la entrada, pensaba decirle algún piropo, total estabalejos del radar de Valeria… pero… mierd…
- Hola ¿Qué haces acá?... le dije, era CieloRiveros… estaba con un vestido un poco suelto, con falda sobre las rodillas,con algo de escote en el busto.
- Me enteré de tu llegada y quise venira recibirte… ¿hice mal?... pregunto avergonzada.
- No, para nada… es una bonitasorpresa… exclame agradecido.
- Que bueno que te gusto… me dijomientras se abalanzaba sobre mí, como en la playa.
Se me subió comouna niña que busca que colgarse de su padre, pero en ese afán de abrazarme yapretujarme, sus senos un poco más grandes esta vez, se hundieron en mi pecho,llegando a sentir sus pezones… estaba unos centímetros más alta también. Me dioun beso en la mejilla, apenas encima de mis labios…
No malintérpretes, me decía a mí mismo para calmarme… la niña me tiene aprecio,seguro me ve como una figura paterna o amical de confianza, soy el novio de suhermana, que mas puede pensar… es una locura… me repetía para mantenermecuerdo.
- Vamos a mi casa… me dijo CieloRiveros emocionada, tomando parte de mis cosas.
- Ah no te preocupes, el trabajo meseparo un hotel, quizás luego las visito… dije.
Pero ella sehabía encaramelado conmigo, me fue a recibir y no quería despegarse. Más biense ofreció a guiarme al hotel y luego llevarme a su casa… Bueno, Cielo Riverosquiere ir al hotel conmigo… veamos a donde lleva esto…
Entramos a mihotel, previa mirada de desconfianza de la señora que atendía que me veía conesa jovencita. Cielo Riveros ingreso a mi habitación y se sentó en un sillón,como una niña observando todo lo que contenía el cuarto.
Le dije que meiba a cambiar, y no se inmuto… parecía que le daba igual si me desnudaba frentea ella, total yo ya había visto sus senos, quizás esperaba que yo le mostraraalgo… sin embargo, intente razonar con cabeza fría, no quería espantarla, asíque mostrando algo de pudor entre al baño a cambiarme.
Al salir, CieloRiveros estaba en la cama viendo tele muy tranquila. Yo me sentía cansado porel viaje, así que me recosté a su lado… ok, con paciencia, no mal interpretes…me repetía… al poco rato sin decirle nada, Cielo Riveros se había acurrucado ami lado.
Me puso tensounos instantes, pero luego la sentí como una niña que se siente protegida,nuevamente pensé que ella en su ingenuidad no tomaba con malicia estasituación… así me quede dormido sin darme cuenta.
Al despertar, CieloRiveros seguía acurrucada a mi lado, casi aferrada, solo que esta vez nuestraspiernas estaban entrelazadas. Su vestido se había levantado un poco, mostrandosus muslos que lucían mas formados que años atrás.
Hizo un pequeñoquejido de estiramiento mientras despertaba, me apretó con fuerza, le di unbeso en la frente. Abrió los ojos con una sonrisa, lo que me alivio porquepensé que se avergonzaría o se alejaría, al darse cuenta de nuestra cercanía.
Ya era de noche,así que Cielo Riveros se levantó sin mayores comentarios sobre como estábamosenpiernados en la cama, creo que no había malicia en su forma de actuar, elúnico mal pensado era yo. Luego de eso salimos hacia su casa.
Camino a su casa,pensaba, parece que para ello todo esto es algo inocente, así que a no meter lapata. Me sentí un poco culpable al ver a la suegra, por todo lo que pensé enhacerle a su hija menor y por todo lo que ya le hacía a su hija mayor. Aun así,comí de buena gana la cena que me preparo mi suegra.
Los siguientesdías procure enfocarme en el trabajo, aparte que en esa ciudad había chicasguapas en ropas cortas, que esperaba me hicieran olvidar a mi cuñadita. Un díaantes de irme, recibí la llamada de Cielo Riveros, quejándose de mi alejamientoy si es que había hecho algo malo.
Me excuse que porel trabajo y demás no había tenido tiempo, pero que la iba a compensar, queeligiera que hacer esa tarde. Me pidió que la lleve al cine… diablos, un lugaroscuro con esa tentación al lado… deben ser las pruebas que nos pone eldestino, me dije, si sobrevivo estoy listo para comprometerme, pensé.
Cielo Riveros seapareció, con un micro-short, y una blusa pequeña… mierd… tuve que recoger milengua del suelo y taparme la boca. Estaba hecha una delicia, con sus piernasbronceadas y bien formadas, sus caderas curvilíneas y su trasero abultado, notanto como el de Valeria, pero ya iba asomando las formas que me volverían locoen no mucho tiempo.
Sonrió al verme,quizás con esa coquetería incipiente, al ver el efecto que causo en mí. Eligiouna película casi de cuentos de hadas… para mi mala suerte no había entradas,pensé que presencia de niños y familia me contendría… tuvimos que ver unacomedia romántica que llevaba unas semanas en cartelera, así que la sala estabasemi vacía…
En principio enlas bancas se me pego, casi se tomo del brazo con ingenuidad y puso pormomentos su cabeza en mi hombro, como si fuéramos pareja… no pienses mal… comoes normal, hubo escenas de besos y cariños…
- Esa chica tiene bonitos labios… dijopensando en voz alta.
- No como los tuyos… se me escapo, sindarme cuenta.
- ¿En serio?, tengo bonitos labios… medijo sonriendo en la semi oscuridad.
- Ah… bueno… si… son rojizos y carnosos… sonbonitos… dije avergonzado.
Ella sonriócoqueta, mirando mis labios y mordiéndose los suyos… luego agrego algoembobada…
- Yo no sé besar… me confeso.
- Anda… no te creo… le dije incrédulo,deben pretenderla muchos pensé.
- No nunca bese a nadie… repusosintiéndose mal por su inexperiencia.
- Ah no te preocupes, a tu edad esnormal, yo besé a mi primera chica a tu edad… dije para no hacerla sentir mal.
- En serio… ¿tu crees que…?... dijocuriosa.
- ¿Qué cosa?... vamos dime conconfianza…
- No nada… dijo avergonzada.
- Vamosss… le insistí.
- ¿Me enseñarías?... dijo sonrojándose.
- Perdón… exclame incrédulo.
- Me enseñarías a besar… termino dedecir Cielo Riveros con vocecita infantil.
- No… se… no seria correcto… soy noviode tu hermana… dije mecánicamente, sintiéndome estúpido porque la quería comera besos.
- Cierto… olvídalo… dijoavergonzándose.
- Pero… bueno… quizás si queda entrenosotros… no creo que tenga nada de malo… si te ayudo… le dije intentandoretomar su propuesta.
- Si, si… no diré nada (como antes) …me dijo con el rostro iluminado
Ok, me dije,vamos es solo un beso… si no es conmigo lo hará con cualquier jovenzuelobandido, pensé. Me acerque a Cielo Riveros que me veía con los ojos brillantes,instintivamente fue cerrando los ojos, mis labios se posaron sobre los suyos,que eran suaves y carnosos. De a pocos fue dejando su timidez y jugando con mislabios como yo hacía con los suyos.
Se desvivía porbesarme, casi ahogándose, con algunos jadeos, que denotaban su excitación yvehemencia juvenil. De a pocos fui incluyendo mi lengua, cosa que la encendiómas y fue uniendo su lengua a la mía… vaya que aprendía rápido.
Nos habíamosolvidado de la película, lo que pensé que seria un tierno beso, termino siendoun besuqueo intenso en la semi oscuridad del cine, agazapados entre lasbutacas. Sus brazos comenzaban a aferrarse a mí.
Mis manossiguieron instintivamente su impulso, terminando en sus redondos senos,acariciándolos por encima de su ropa… ella emitió un tibio gemido, se remecióun poco como en la playa cuando la toque… solo que esta vez se alejo algoasustada…
Por unosinstantes me miro con indecisión y confusión… finalmente se me abalanzonuevamente, producto de su ansiedad, llenándome de besos alocadamente, mientrasme dejo seguir apretujando sus senos por encima de la ropa.
Me dieron ganasde jalar su mano hacia mi verga, para que me la pajeara, total ya estaba dura,estaba fuera de mi… esa niña me estaba sacando de mis cabales, tanto que laquería poseer entre las butacas… lo que calmo mi locura, fue que la películatermino y encendieron de a pocos las luces… caraj… Cielo Riveros se salvó porpoco… me dije.
Nos arreglamos eintentamos actuar normal, pero era evidente que estábamos a mil.
- Tu hotel está cerca… vamos un rato…me dijo entre avergonzada y excitada.
- Si claro… repuse, encaminándomerápido para evitar que su deseo menguara.
Parece que queríala lección completa. Entramos rápidamente a mi habitación, ella se abalanzo ami prácticamente, colgándose como en la playa o el aeropuerto, produciendocierta fricción entre su pubis y mi verga, cosa que la estremeció nuevamente.
Me hizo perder elequilibrio y termine sobre la cama, con ella encima mío, y no dejaba debesarme, mientras yo acariciaba su cintura y su espalda. Bese su cuellogentilmente y Cielo Riveros se estremeció… tímidamente entre jadeos tomo mimano y la direcciono al lado de su pecho.
No hizo faltaotra indicación, como en el cine, comencé a estrujar sus senos encima de laropa, esta vez me atreví a más… total ya estábamos alocados… pasé mi mano pordebajo de su diminuta blusa, con mayor estremecimiento de su parte, casitemblaba.
Tome rápidamentesus senos desnudos, su piel se erizo, en un momento de cordura, sus manos seposaron sobre las mías, queriendo detenerlas… pero fue en vano, en pocossegundos en vez de oponerse, sus manos acariciaban las mías y me dejaban obrarmientras su lengua ahogaba gemidos en mi garganta.
Mis dedos seguíanacariciando sus senos, estrujándolos por momentos, mientras el joven cuerpo de CieloRiveros se estremecía de placer. Prácticamente sobre mí, ella se movíatorpemente, buscando nuevamente la fricción entre su pubis y mi entrepierna.
Si Cielo Riverosya me había permitido esto, que mas daba un poco más, me dije… me atreví asubirle aquella pequeña blusa, dejando al descubierto sus redondos senos. Memiro con pasión y aprobación, la niña estaba sometida.
Antes de dejarlapensar o arrepentirse, rápidamente engullí sus pezones… lo que hizo que secontraiga por completo, ahogando un gemido de placer, sus manos estrujaban miscabellos, apretándome contra su cuerpo que parecía haber experimentado unorgasmo.
- Ayyyy…. Dannny… exclamo ahogadamente.
Mi verga soltóuna gotita de leche, no podía más, mande mi conciencia de paseo, no meimportaba su edad (en unas semanas seria mayor), no importaba que fuera micuñadita… lo único que importo fue… la llamada que recibió en su celular, ysegundos después en el mío…
A Cielo Riverosla llamaba su mama y a mi me llamaba Valeria… estaban preocupadas porque noregresábamos… eso nos hizo volver a la realidad… fue un baldazo de agua fríapara ambos… ya se estaba haciendo tarde…
Me arrepentí dehaberle comprado con su hermana ese celular en nuestra última visita,supuestamente el teléfono era para estar más en contacto con Cielo Riveros,para que no se vaya por las malas juntas con sus amigos ya que era unaadolescente que terminaba el colegio. Mas que malas juntas, termino siendo uncuñado abusador…
Cielo Riverosnerviosa al inicio y luego mas calmada, le explico a su mama que después delcine estábamos paseando por la plaza. Mientras a su vez yo le decía lo mismo aValeria… con algo de cargo de conciencia, mientras veía como su hermanita seacomodaba su blusa, tapando sus bien formados senos.
Ya no recuerdoque pretextos o excusas le di a Valeria, y creo que Cielo Riveros tampoco sabíalo que le dijo a su mama, solo sabíamos que ofrecimos regresar pronto a la casade su mama. Nos acicalamos y salimos sin decir mayor palabra.
Intentamos hablarde cosas triviales, pero por momentos había silencios incomodos, no queríadecir algo fuera de lugar que hiciera que se arrepienta o avergüence… aparteque ya comenzaba a sentir un cargo de conciencia por casi tirarme a mi jovencuñada.
Por un lado,sentí que me aproveche un poco de su inocencia… pero vamos… ella me lo pidiótambién, quizás ya le habría cruzado la idea desde antes… como a mí, cuando lavi mas joven… en fin… creo que ella se dio cuenta de la tribulación que searmaba en mi cabeza…
- Gracias por enseñarme… dijotímidamente.
- Ah… no te preocupes… lo haces bien…aprendes rápido… dije halagándola.
- ¿en serio?... repuso emocionada.
- Claro… creo que mejor que otras queconocí… dije.
Por un rato la vialgo celosa por la comparación con mis otras experiencias, a pesar que no erami intención (pero las mujeres a veces se enfocan en lo que no deben)… porsuerte luego sonrió de buena gana algo orgullosa de su desempeño para ser suprimera vez.
Así, sin querer,habíamos caminado durante varios minutos hasta llegar a la puerta de su casa.Yo saldría de regreso a la capital en un vuelo en la madrugada, no la veríanuevamente quizás en mucho tiempo y Cielo Riveros lo sabía.
Ella me miro conalgo de pena, melancolía por los hechos recientes… la vi acercarse, seguramenteme quería robar otro beso… pero no era el lugar apropiado, quien sabe quevecino o fisgón hubiera, si es que no era mi suegra por ahí merodeando.
En un movimientoevasivo, logré desviarla, las jóvenes que se emocionan o son enamoradizaspueden ser imprudentes, pensé… ella entendió mi maniobra y me siguió lacorriente. Termino abrazándome… y dándome un beso en la mejilla mientras mesusurraba…
- El próximo mes cumplo 18… y… dijo envoz pausada y algo excitada.
No pudo decirmás… el chirrido de la puerta abriéndose la interrumpió… era mi suegra… Meexcuse con mi suegra por la tardanza, a decir verdad, eran poco más de las 10,pero en esa ciudad todo cerraba temprano, alrededor de las 9. Le dije que nosentretuvimos paseando por la plaza y comiendo helado, luego vinimos caminandoporque la noche era fresca, etc., etc.
La señora le diouna pequeña reprimenda a su hija, que siempre se le pasaba el tiempo. Sedespidió gentilmente de mí. Cielo Riveros me dio otra despedida formal ante losojos de su madre, mientras sus ojos exclamaban mil cosas.
Di media vuelta yme retire, no quería levantar sospechas en mi suegra, ni que se las transmita aValeria… total, había sido un juego, solo satisfacer su curiosidad… mejoralguien conocido que algún bribón vago, pensé.
Sin embargo,camino al hotel, recién empecé a recordar y darle sentido a sus palabras…estaba por cumplir 18… ¿y?... ¿y qué?... quizás esperaba que sucedieran máscosas esa noche y sintió que me contenía porque ella era menor de edad.
Que locura… dejade quemarte el cerebro con esas cosas… es mucho lio… tengo una novia que meadora, que tiene un trasero que es una delicia y me hace llegar como caballo…¿para qué meterme en problemas con una jovencita enamoradiza?
Intenteconvencerme de que no permitiría que volviera a pasar… total era difícil que lavolviera a ver por lo menos en un año… iluso… seria mas pronto de lo esperado ymás enredado de lo planeado…
Retorné a miciudad y cogí como loco con Valeria, para intentar exorcizar el recuerdo de suhermanita y en parte por sentimiento de culpabilidad… no me iba tan mal conValeria, incluso pensaba que ya iba siendo tiempo de enseriar las cosas…
Total, yateníamos unos 3 años juntos, creo que ya estaba en edad de pensar en formar unafamilia, la mayoría de mis amigos ya estaban casados y con hijos. Me sentíacomo el ultimo de los mohicanos, uno de los últimos solteros.
Mientras pensabaen esto… un día Valeria vino con una gran idea…
- Que tal si mi mama y mi hermanavienen a pasar las fiestas… dijo emocionada.
- Ahhh… si… claro… que buena idea… Vale(así le decía de cariño) … respondí.
Apenas habíanpasado unos meses desde mi visita a su ciudad, de mi besuqueo con Cielo Riverosen el cine, de que casi poseo a mi cuñadita en el hotel… a estas alturas ellaya tenía 18 años… a la mierd… esa niña cada que la veo se pone más buena, lascaderas y nalgas comienzan a parecerse a las de Valeria…
En ese tiempohabíamos cruzado llamadas con Valeria, para saber cómo le iba a Cielo Riveros,uno que otro mensaje, procurando mantener la distancia, y la cordura… evitandocomentar lo sucedido y no dando pie a algún mensaje indiscreto o enamoradizo deella.
Sentía que todolo avanzado con Valeria se iría al tacho, si me enredaba en estos jueguitos dedescubrimiento pasional con su hermanita. Tendría que mantener la distanciacomo antes… sin embargo, Valeria empeoro las cosas...
El mini-depadonde vivía iba a ser remodelado para que vinieran los familiares del dueño deledificio, es decir, Valeria estaba casi en la calle. Mientras yo ya habíacomprado un departamento pequeño de dos plantas, con 2 dormitorios.
Varias veceshabíamos hablado de mudarnos juntos, sin embargo, ella no se sentía preparadaaun para dar ese gran paso… sin embargo, dada la situación, quizás era tiempode intentar convivir y ver como nos iba… Total, en realidad los fines de semanacasi convivíamos en mi depa o en su mini-depa… claro que su mama no lo sabía.
Entonces la únicaopción que quedaba era que se quedaran en mi depa, alojaría a su mama y suhermana… todos bajo el mismo techo… mi novia y mi tentación… caraj… al menoscon mi suegra rondando mantendría la cordura y la distancia pensé… solo que…
- Mi mama no va poder venir… me dijotriste Valeria.
- ¿Por qué?... pregunte extrañado.
- Se sintió un poco indispuesta y medice que mis tíos la invitaron a pasar fiestas con ella…
- Ah bueno al menos no estará sola… tuhermanita lava cuidar… le dije aliviado.
- No… Cielo Riveros si va venir…
- ¿En serio?... pregunte perplejo.
- Si se muere de ganas de conocer masla ciudad… dijo emocionada Vale.
Por la put… madr…pasar fiestas bajo el mismo techo con Valeria y Cielo Riveros… me encomendé aldestino, que pasara lo que tuviera que pasar… intentaría resistir hasta dondese pudiera…
Como Vale estabaatareada por su trabajo, fui a recoger a mi cuñadita al aeropuerto… la muydiabla llego en una mini negra entallada y unos tacones, algo de maquillaje,con un look que la hacia aparentar mayo y mas apetecible que nunca, sus caderascada vez mas anchas y sus nalgas cada vez más abultadas… más de uno volteo aadmirarla.
Nuevamenteembobado por su imagen no atine a decir nada… ella me sonrió nuevamente y se meabalanzo como siempre. Me beso entre el labio y la mejilla… como para darme aentender que no se había olvidado de lo sucedido… o que quería seguir jugando alo que dejamos pendiente en su ciudad… diablos…
- ¿Me extrañaste?… pregunto risueña.
- Claro… respondí algo pensativo, sintratar de evidenciar mi emoción.
Al subir al autoe ir en dirección al depa, decidí dejar las cosas claras, debíamos evitarseguir con lo que empezamos en su ciudad… no porque no quisiera, sino por locomplicado…
- Mira, vamos a estar en mi depa con tuhermana, hay que mantener las cosas tranquilas como antes de… tú sabes… dijeapenado, en referencia a lo del hotel.
- Ahhh… no te preocupes… mantendré ladiscreción y las formas… me dijo obediente, casi como niña regañada.
- Ufff… que bueno que lo entiendas…sabes que te quiero mucho… eres una chica muy guapa y sabes que cualquier chicopodría interesarse en ti… yo te llevo… ufff… varios años… comencé a explicarle,como cuando uno habla y habla en una situación incomoda y no sabe cuándocallarse.
- ¿Crees que soy linda?... me dijo conojos brillosos.
Mierd… de todo loque dije solo escucho eso… luego se le nublo todo. En fin, acepte eso, con talde no tenerla resentida vagando por la casa o dándole señas de celos a suhermana… cualquier cosa con tal de mantener la fiesta en paz…
Quizás para CieloRiveros era una etapa inicial de su joven despertar, de experimentar, quizásera una fijación conmigo por mi edad o mi experiencia… o por la falta de unafigura paterna… que se yo… podían ser muchas cosas. Lo bueno es que accedió adejar las cosas como antes… o al menos eso había entendido yo…
Llegamos al depay ya Valeria había llegado, para mi suerte, si me quedaba solo con la niña(aunque ahora señorita o adulta) podía terminar en violación…
Pues bien, trasla cena, Cielo Riveros quería ver una película… diablos, no como en el cine…pero fue algo peor… Nos acurrucamos en el sofá-cama… Valeria a mi derecha y CieloRiveros a mi izquierda… de a pocos nos fuimos resbalando hasta estar echados…
Instintivamenteabrace a Valeria, para mantenerme a raya, sin embargo, Cielo Riveros al pocorato se acurruco en mi hombro como esa vez en el hotel, empiernandome… ante lasorpresa de Valeria y un frio recorrió mi espalda… creo que Cielo Riveros noentendió lo de mantener la distancia… mierd…
- Ay que lindo… mi hermanita te quierecomo un padre… me dijo Vale al oído, enternecida por el cariño que me mostraba CieloRiveros.
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