El amor que buscaba
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PROSTITUTA POR ERROR
Habíamos llegado a La Rotonda por algunos contactos de Esteban, mi marido. La Rotonda debía su nombre justamente a eso, una enorme e interminable rotonda en cuyo centro se emplazaba la más grande plaza municipal, y en derredor, en la periferia, con avenidas radiales que desembocaban en el exterior del gran círculo, se levantaban los más modernos, exquisitos y sofisticados complejos de apartamentos, que en general eran ocupados por la sociedad más pudiente de la ciudad
La Rotonda era centro neurálgico, todo empezaba y todo terminaba ahí y era punto de referencia obligado
En ese entorno podías encontrar absolutamente todo, centros comerciales, lugares de esparcimiento, sitios recreativos y prácticamente podías olvidarte que existía un ejido urbano más allá de ese entorno privilegiado
Esteban, con apenas treinta y seis años era ya gerente de producción de una afamada empresa internacional en el rubro alimentos, y si bien estaba fijo en la sucursal local, era normal que le tocara cada tanto desplazarse de un sitio a otro para supervisar o revisar temas puntuales
Por mi lado, había abandonado mis estudios contables, un poco defraudando a mis padres, pero con veintiocho años a cuesta, quería darle otra impronta a mi vida, y así estaba terminando lo que me gustaba, lo que hacía en paralelo, mis estudios de fitness y todas las prácticas habituales de un gimnasio
Vivíamos en el semipiso A, del piso ocho en la torre cuatro, así se denominaban, complejo de edificaciones gemelas que daba un toque muy estructurado al todo el sector, con una vista hacia el centro de la rotonda
Nuestro apartamento era muy bonito, en tonos de grises claros y pasteles que junto a la iluminación natural que ingresaba por los amplios ventanales le brindaba un toque muy relajado. Los amoblamientos en tonos oscuros le otorgaban al mismo tiempo un cambio de colores para cortar la monotonía de los claros
La impecable vista del dormitorio, al ser lateral daba en nuestro caso, al dormitorio gemelo de la torre cinco, separados por unos treinta metros y disponíamos en todo el entorno de amplios balcones donde podías respirar aire puro, desayunar, ver un atardecer, tomar sol, e incluso improvisar una cena romántica
Esteban y yo estábamos muy a gusto, eran nuestros primeros años de pareja y tan solo me deprimía la inevitable soledad cuando el tenía que viajar fuera de la ciudad
Volviendo a la vista que nos daba el dormitorio, hacia el dormitorio de la torre gemela, sin quererlo, como de casualidad, Esteban y yo, camuflados en la oscuridad y a través de los cortinados, nos transformamos en fisgones de lo que noche a noche sucedía en el octavo A de la torre cinco
Natasha, la chica que ahí vivía se transformaría en eje central de la historia, ella era muy extrovertida, sus cortinados siempre estaban abiertos y las luces encendidas, era como que no le importaba la intimidad, por el contrario
Descubrimos que ella era prostituta, todas las noches, cada noche, llegaba a visitarla un caballero distinto, y desde nuestro lado podíamos ver como hacía el amor, poses, formas, juegos
Además ella tenía toda una batería de lencería erótica, y siempre solíamos verla como a una mujer sexi, caliente, a veces me inspiraba para intentar algo parecido con mi marido, pero no estaba a su altura, Natasha parecía ser única, y en verdad me excitaba que mi esposo tuviera la pija dura por su culpa
Todo lo que veíamos sobre esa chica desconocida, lo confirmaría no mucho tiempo después, compartiendo de casualidad uno de los gimnasios que estaba en el complejo, y fui yo quien se acercó a hablarle, pues lógicamente yo la veía a ella, pero para ella, yo era una completa desconocida
Natasha en verdad se llamaba Laura, pero había cambiado su nombre a uno que se 'ajustara' más a su profesión
Entonces conocí a la mujer detrás del personaje, donde era una chica como todas, muy bonita, por cierto, y nos hicimos un tanto amigas en el camino de ida y vuelta al gimnasio, hablábamos mucho y ella me contó todo sobre su vida, cosas extravagantes, excitantes y me pareció increíble como las vestimentas y el maquillaje podían mostrar dos caras opuestas de una misma persona
Tenía veintiséis en esos días y me dijo que su trabajo era 'vip', no lo hacía con cualquiera, ella elegía con quien hacerlo, era más importante la compatibilidad que el dinero, le gustaba el sexo en demasía, pero con el hombre apropiado
Natasha hablaba con naturalidad de lo que ella llamaba trabajo, tenía algunos clientes ya fijos, como por ejemplo Dante Palozza, un empresario de astilleros que se codeaba con las esferas políticas del país, y lo nombro a él porque supe a quien se refería cuando me lo nombró, lo había visto varias veces a través de los cortinados de mi cuarto, un hombre apuesto, bien musculado, de cabellos entre rubios y castaños, y de alguna manera, había llamado mi atención
Me comentó de los ingresos que tenía, y bueno, era mucho dinero, también me dijo que había venido del interior por unos estudios de medicina que habían quedado pausados en el tiempo por lo que ella llamaba, 'su nueva profesión', y también decía que haciendo lo que hacía, obtenía mucho mas dinero y mucho mas placer que estando encerrada en un consultorio medico, ya habría tiempo para eso, cuando la juventud comenzara a abandonarla y su cuerpo ya no fuera lo que era
También, obviamente, le conté parte de mi historia, de mi vida, y como nosotros veíamos todo lo que ella hacía al otro lado, con sus amantes de turno, incluso le hablé de Esteban, mi pareja
Natasha se reía de todo, me decía que el exhibirse desnuda con sus amantes de alguna manera era más redituable, los clientes se lo pedían, incluso algunos pagaban un plus por el juego, ella sabía que podían verla desde los apartamentos cercanos, aunque el nuestro fuera el que tuviera la mejor vista, también en algún momento me desafió a que yo lo hiciera con los cortinados abiertos y que probara la sensación, cosa que no sucedería, obviamente
Esteban estaba al tanto de todo, sabía que nos cruzábamos en el gimnasio, que hablábamos, incluso ellos se conocieron también, y a él le llamó la atención que de día, sin maquillaje, vestida con un jean, fuera tan diferente a lo que veíamos por la noche.
A veces jugábamos en la intimidad con ella, que la metíamos en nuestra cama, o que yo lo veía por la ventana a él con ella, y también, por qué no, que yo estuviera con ella mientras el solo miraba, Natasha me despertaba deseos lésbicos, pero no pasaba nada de ahí, solo fantasías
No me molestaba la situación, no tenía miedos de fantasmas de infidelidades, a mi esposo no le agradaban 'las putas' como él la llamaba despectivamente, fueran de calle o de elite, eran lo mismo, solo putas y él no pagaba por sexo
Y así siguieron nuestros días, jugando juegos indiscretos y una tarde, cuando estaba en casa sola y aburrida, solo fui a tomar una ducha, Esteban estaba en uno de esos viajes de negocios, y no tenía nada mejor que hacer, salí del baño envuelta con un toallón, fui al cuarto, me senté de lado en la cama, a secarme los cabellos, tarareaba una canción que rondaba en mi cabeza y pensaba que prepararía de cena, mi mirada perdida pasó por el ventanal, la noche estaba llegando y el sol se había ido, sin querer miré al frente, y sin querer detuve mi mirada, ella estaba bailando con cadencia, con las luces ya encendidas, tenía una minifalda ceñida en color negro y medias de red muy llamativas, alcancé a ver sus finos tacos brillando, también un top de red que hacía juego con las medias, pero que transparentaba sus pechos en forma muy rica, tenía peluca, siempre cambiaba su aspecto y honestamente envidié el sexual contorneo de sus curvas
Vi que a un lado, estaba su cliente, el mismo Dante Palozza, con un traje celeste muy formal, con sus cabellos húmedos, lo veía de lado pero su fisonomía era inconfundible, él se llenaba la vista con el baile de Natasha, tenía un vaso en su mano derecha, adiviné wiski
Me acerqué un poco a la ventana, quería tener mejor vista, apagué las luces de mi cuarto para que la oscuridad me protegiera, pero me animé a correr las cortinas
Dante ya había tomado intervención en el juego, mi vecina estaba recostada sobre un sillón y él estaba enterrado entre sus piernas, mordí mis labios e inconscientemente estaba acariciando el nacimiento de mis pechos, por sobre el toallón que cubría mi cuerpo
Era todo muy rico, Natasha ahora lo cabalgaba y veía su rico culo moverse, mientras él le comía las tetas, dejé caer el toallón al piso para quedarme completamente desnuda frente al vidriado, me sentí expuesta, a pesar de la oscuridad, tal vez alguien pudiera observarme y me supo demasiado excitante, ellos seguían cogiendo como animales al otro lado y yo ya había metido mis dedos en mi conchita jugosa apretando el clítoris con la palma de mi mano, y me morí en deseos
Me llenaba la vista con la perfección del cuerpo de ese hombre, es que era muy bonito, y mi mente me llevó a sentirme en lugar de mi vecina, imaginé que me lo hacía a mí, que yo era su puta, que estaba con su boca entre mis piernas, y yo entre las suyas, imaginé su semen caliente bañando mi sexo y ya no podía con todo
Me tiré sobre la cama, cerré mis ojos y dejé que la historia terminara a mi antojo
Después de orgasmo que había tenido, mis piernas estaban temblando, el rubor había invadido mi rostro y mis pezones estaban adoloridos, no fui consciente de cuanto los había apretado en el calor del juego
Recobré el ritmo normal de mi respiración y mi pulso, cerré las cortinas con la duda infinita si en verdad ella me había visto, o él, o cualquiera que se asomara por casualidad en algún piso del frente, y solo ya no me resultó grato, no se, ya me había enfriado y me sentí mal por lo que había hecho
Fui por mi cena al comedor principal, ahí ya no tenía vista al dormitorio de mi vecina, y ahí era como vivir otra vida, fui al balcón, tomé unas copas de vino mirando la nada misma, mientras un viento fresco acariciaba mi rostro
Llegó la hora de ir a la cama, en la soledad del cuarto y antes de dormir, me di cuenta que ese día nacía una vida paralela y secreta, Esteban jamás se enteraría la manera tan rica que había descubierto para divertirme en su ausencia
Las charlas que tendría en los días siguientes con mi vecina, me darían la tranquilidad de que ella ignoraba todo lo que pasaba de mi lado y mi promiscuidad se mantenía en orden, al menos en ese momento, y me empeñaría en que así continuara, me había transformado en una voyerista sin cura
Por mi parte, había conseguido empleo en ese mismo gimnasio, había pasado de alumna a profesora, de pagar a recibir una paga, y no era mucho dinero, pero al menos me daba un ingreso y me mantenía ocupada
Ese cambio en mi vida fue que un poco me alejó de mi vecina, los horarios ya no coincidían, no podíamos hablar mucho y era más el tiempo que me pasaba de fisgona que el que podíamos estar juntas
Al menos teníamos nuestros WhatsApp que nos mantenían en charlas que eran muy nuestras
Y así conocería su departamento, la primera vez que cruzaría de la torre cuatro a la cinco, fue solo casual, Estaban no estaba y ella tenía su agenda en blanco, así que era solo compartir unos mates y algunas facturas de ocasión
El departamento de Natasha era igual al nuestro, pero diferente, decorado con colores estridentes, fuertes, llamativos, el rojo predominaba, como así también había espejos por doquier, era raro, excitante
Hablábamos de todo como siempre, mate de por medio, pero ella notó que mis pensamientos estaban en otro lado
Se paró, me tendió la mano y me dijo
Vení, acopañame, te quiero enseñar algo
Natasha me llevó a su dormitorio, me fue raro, era ese lugar que tantas veces había visto desde el otro lado, y ahora, al mirar por su ventanal solo veía mi departamento
Fuimos sobre un enorme placar de hojas corredizas que daba a la pared, a un lado de la cama, corrió las dos centrales hacia los lados y fue como descubrir un tesoro
Había cuatro cajoneras enormes, sobre la misma, la superior tenía muchas cabezas de maniquí con pelucas, rubias, morenas, pelirrojas, cabello corto, cabello largo, cabellos rizados, cabellos lacios, parecía una exhibición
También había una interminable paleta de colores de maquillajes, y un espejo de fondo hacía las veces de sitio donde reflejarse
Por debajo, en el piso, estacionados como coches, los calzados menos esperados, en general con tacos finos y altos, desde zapatos abiertos, zapatos cerrados, botitas, botas a la rodilla y botas por encima de las mismas, en negro, en plateado, en rojo, en blanco, en opaco, en brillante, en animal print, dios, cuánto dinero que había ahí abajo!
She was looking at my eyes with amazement while I looked at everything around here, what envy! Then she laughed and said, Preparada?
She opened the first of the drawers, carefully arranged one against the other, where all the sexual implements that could be imagined were located, handcuffs, whips, masks, costumes, lubricants, games, anti-faces, I looked at it with amazement, slowly passed my hand over each one to touch every detail and try to use my senses in every instant.
It would be the turn of the second drawer, and the third, they were lingerie sites, impossible to describe, separated by colors, you could find tankinis, bodysuits, polleras, stockings, garters, mittens, and my eyes couldn't believe it was so much.
The last drawer reserved an arsenal of dildos, vibrators, anal plugs, harnesses, Chinese balls, massagers, and all sexual toys that could be imagined, sizes, colors, materials, I looked at it and said, You have a whole sex shop here! What envy!!!!
But she wasn't finished yet, closed everything and went through one of the two side doors, where she kept all her dresses, long, short, mid-thigh, fitted, loose, transparent, white, red, black, blue, green, colorful, and I was left to discover the other end, the other door, but she told me that only had things for everyday woman.
It had been too much for that afternoon, we said goodbye with a kiss on the cheek and promised that she would teach me many games to potentiate my relationship.
A little later, our lives continued at La Rotonda, my relationship, life at the gym, my friendship with that girl, my voyeuristic days in the darkness, and our crossed visits, because sometimes it was her who came to my apartment to chat a bit, until that night when I would become a prostitute by mistake.
Esteban had traveled on Friday, he would return on Monday, another boring weekend, so that Saturday afternoon, I would find myself knocking on my friend's department door. We talked, as we always did, and the topic of her work came up, word by word, she took my hand and led me to her room, then said 'Let's play a little, how do you feel?' She rushed the central pages of the placard and sat me down in front of the mirror, looked at my face, thought for a bit, gazed at the wigs, picked out a brunette, and said 'Have you ever been a brunette? With those green eyes, you'll look great' I shrugged, let her make the decision, she collected my dark hair and with some work put that wig on my head, frowned and was satisfied, I looked in the mirror, she was looking at me too Then she opened the color palette, gave me a little makeup on my cheeks, searched for a green matching my eye tone and painted my eyelids, continued with my eyelashes, black mascara, and finally a bright red lipstick for my lips, I was transforming, and the face that the mirror reflected back wasn't mine, I was silent, she was a master, I just her student Then she took my hands to paint my nails and didn't hesitate to do the same with my feet, in the same bright red as my lips 'Stop, - she said - take off that clothes, come on...' I hesitated and hurried 'Come on, silly, let's get started!!!' I took off my sweater and leggings, left me in underwear, she hurried 'Come on, girl, don't be a nun from a convent! Take everything you want? You won't be ashamed of me! You're always looking at me like fuck you with your clients, so come on...' She was right, at least about that point she was right I ended up undressing and felt her gaze on my breasts 'You have beautiful tits,' - she said - 'healthy envy, healthy envy...' She started taking out dresses one after another, putting them on me like presenting them to see how they looked, until after hesitating a bit she opted for a white one brillante
Your brunette skin will stand out in this dress, you'll see
I put it on, barely covering my buttocks, just enough, tight around the hips and waist, but loose and cut high above, making me feel free under the fabric, threatening to escape at any moment
He then told me I could choose a thong but I didn't think that was right, it was her underwear and would be too much, he understood the point, so we went for boots
Black leather ones, up to my knees, with fine heels giving me twenty centimeters extra, I felt tall! balancing and learning to walk without killing myself in the attempt
He took me in front of the mirror, stopped me in front of it and asked from behind
And? What do you think?
I had no words, that woman wasn't me, I'd never seen myself like that, I was very slutty, very attention-grabbing and felt an enormous ego invading me, I was wearing my neighbor's shoes, literally, and couldn't help strutting in front of the mirror
Just then she exclaimed excitedly
For God's sake! Look at the time! it got so late!!!! wait for me, please, I'm going to take a shower! we'll talk in five!
I wanted to respond but Natasha didn't seem to be listening and in the blink of an eye had disappeared from my sight and gone into the bathroom
I was left doing nothing, I should put my clothes back on but honestly I was very excited with this unknown woman who was reflecting me and in those thoughts the doorbell rang
I looked for my neighbor, called her by looking at her, but nothing, and the doorbell kept ringing insistently, so I went to answer it and to my surprise Dante Palozza was there
Hello! - he said, putting his foot in the way so I couldn't close the door -
Hello! - I replied timidly -
Don't you let me pass?
No no, I'm not Natasha... she...
I realized by now that you're not Natasha, but it's okay, no problem, what's your name? I like you...
No, I'm Nanci, but I'm not... Hello Nanci, my name is Dante, how beautiful you are... Natasha didn't tell me anything...
No, it's just that I only... you're misinterpreting me, I'm not like her...
Dante had confused me, obviously, I was at the house of a slut dressed as a slut and couldn't find words to get out of the mess, besides, he had already sneaked in, closed the door and got close to me, and the worst part is that I didn't have strength to stop him because that man...
I have to leave - I said trying to cut off the game -
Where do you have to go? Stay, I can pay you very well and I like surprises
Dante was so close that I couldn't or didn't want to avoid his hand from slipping under my dress and noticing that I wasn't wearing underwear, and that my vagina was warm and juicy. I backed off instinctively trying to get him away from me, but he advanced as I gave in, until he cornered me to caress my pussy again and kiss me deeply, I couldn't resist it, I didn't know if it was the atmosphere, how I was dressed, that man's demeanor, my prostitute game or a combination of everything, the truth is that his lips tasted like honey and his fingers like glory
This would surprise Natasha, and she would be surprised to see us, she had already showered and changed into that attractive way as I always saw her, and I understood that at that moment the game would be between three people, she said...
Hello Dante, it seems you've met my friend, and it seems they've been playing
Let's see what surprises me then - he retorted - do you know my tastes?
Dante slowly retreated and sat down beside her, she put on soft music, poured wine over me, very close and with her gaze tried to guess if I was comfortable, if I was okay, then she grabbed my waist and pressed her lips to mine, and went back to testing the situation, it felt very erotic, and it was a fantasy that had lived many times in my head, invaded my mouth with her tongue and I knew there would be no return, we kissed. blazingly, I felt like boiling over with the whole situation, I put my hands down the dress and attacked my bare breasts and buttocks at the same time, I couldn't tell if Natasha was just acting or if she really had some interest in me too
We went to the bedroom and I could contemplate the window of mine, on the other side, in shadows, and if my husband were there? crouched, watching me without knowing who I was?
Everything was too twisted, too perverse, we rolled around like two bitches while he, on the side, began to undress to join the game, it was all just contained desire
My neighbor disappeared slowly between my breasts, her lips tasted like fire and she had a very marked fantasy about the situation that someday a woman would give me oral sex
She pulled out an endless sigh when I felt her kiss my pussy, while Dante joined in the game to put his cock in my mouth and fill my hands with my breasts
And I felt very comfortable, very slutty with all the game, and a perverse orgasm escaped me at that moment
She went back up, reclining on top of me, face to face, her face so close to mine that I could feel her breath on my nose, and our gazes merged into one
I took hold when Dante started to screw her and enjoyed his furrowed brow, his moans, while filling my hands with her yummy curves, I felt her vulva rubbing against mine, her pointed nipples seemed to hurt my breasts thirsty for pleasure
It would be my turn, and the cock of the next customer would penetrate me, but she was now silencing my feline moans with interminable kisses that were getting too hot for me, and it was when Dante started to switch between his sex and mine at will
We changed some positions, everything was new for me, everything was crazy, but I didn't expect my neighbor to incite her to give me a blow job from behind, I was very slutty, and Dante grabbed my hips
To give it to me in the ass, I only started moaning, while Natasha had left aside, masturbating with a toy cock that she had taken from her things without me noticing at some point. And everything was very wild because I lost track of what we were doing, things I had dreamed of realizing in my life and time passed too quickly. The best would come at the end, and I understand that what happened was already in my neighbor's head, it was all too perfect to be just casual, she had left lying down when Dante came from behind my head, putting his nice cock on my face, felt his balls hitting my forehead, and his glans going into my mouth. Natasha came over me again, started kissing me, although our lover's sex interrupted between our lips, I was also kissing her cock, and we shared it between us, it was very tasty. Suddenly, I felt the man's flavor in my mouth, he started filling me with his juices, and the semen only flooded my hole slowly, she kept kissing me in an eternal white kiss, with my hands squeezing Natasha's hips against mine, seeking that our intimacies would rub together, even stuck a finger up her ass and we ended in crossed orgasms with kisses with a man's flavor. At the moment of finishing, to recover my composure and understand what had happened, Dante was already changed and before leaving opened his wallet and took out several bills to put them on the table, looked at us and said 'Enough?' When we were left alone, I felt my mind confused, it was because I had enjoyed it too much, even looked out the window towards my apartment and tried to understand which of the two was truly me, if the one who lived next door or the other. Natasha would wake me up from my lethargy, put several bills in my hand and said 'Half and half, that's what you earned.' Today my life is divided in half, on one side, on the other, for Esteban, my husband, I still am that same one. The person he fell in love with, and I still have the same life every day, but inside... inside I feel fire, I feel that madness, and every time I cross paths with her, all I remember is that other woman who made me dare to be... and I try to figure out if I want her to appear again, because the pleasure of that night still costs me to find
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La impecable vista del dormitorio, al ser lateral daba en nuestro caso, al dormitorio gemelo de la torre cinco, separados por unos treinta metros y disponíamos en todo el entorno de amplios balcones donde podías respirar aire puro, desayunar, ver un atardecer, tomar sol, e incluso improvisar una cena romántica
Esteban y yo estábamos muy a gusto, eran nuestros primeros años de pareja y tan solo me deprimía la inevitable soledad cuando el tenía que viajar fuera de la ciudad
Volviendo a la vista que nos daba el dormitorio, hacia el dormitorio de la torre gemela, sin quererlo, como de casualidad, Esteban y yo, camuflados en la oscuridad y a través de los cortinados, nos transformamos en fisgones de lo que noche a noche sucedía en el octavo A de la torre cinco
Natasha, la chica que ahí vivía se transformaría en eje central de la historia, ella era muy extrovertida, sus cortinados siempre estaban abiertos y las luces encendidas, era como que no le importaba la intimidad, por el contrario
Descubrimos que ella era prostituta, todas las noches, cada noche, llegaba a visitarla un caballero distinto, y desde nuestro lado podíamos ver como hacía el amor, poses, formas, juegos
Además ella tenía toda una batería de lencería erótica, y siempre solíamos verla como a una mujer sexi, caliente, a veces me inspiraba para intentar algo parecido con mi marido, pero no estaba a su altura, Natasha parecía ser única, y en verdad me excitaba que mi esposo tuviera la pija dura por su culpa
Todo lo que veíamos sobre esa chica desconocida, lo confirmaría no mucho tiempo después, compartiendo de casualidad uno de los gimnasios que estaba en el complejo, y fui yo quien se acercó a hablarle, pues lógicamente yo la veía a ella, pero para ella, yo era una completa desconocida
Natasha en verdad se llamaba Laura, pero había cambiado su nombre a uno que se 'ajustara' más a su profesión
Entonces conocí a la mujer detrás del personaje, donde era una chica como todas, muy bonita, por cierto, y nos hicimos un tanto amigas en el camino de ida y vuelta al gimnasio, hablábamos mucho y ella me contó todo sobre su vida, cosas extravagantes, excitantes y me pareció increíble como las vestimentas y el maquillaje podían mostrar dos caras opuestas de una misma persona
Tenía veintiséis en esos días y me dijo que su trabajo era 'vip', no lo hacía con cualquiera, ella elegía con quien hacerlo, era más importante la compatibilidad que el dinero, le gustaba el sexo en demasía, pero con el hombre apropiado
Natasha hablaba con naturalidad de lo que ella llamaba trabajo, tenía algunos clientes ya fijos, como por ejemplo Dante Palozza, un empresario de astilleros que se codeaba con las esferas políticas del país, y lo nombro a él porque supe a quien se refería cuando me lo nombró, lo había visto varias veces a través de los cortinados de mi cuarto, un hombre apuesto, bien musculado, de cabellos entre rubios y castaños, y de alguna manera, había llamado mi atención
Me comentó de los ingresos que tenía, y bueno, era mucho dinero, también me dijo que había venido del interior por unos estudios de medicina que habían quedado pausados en el tiempo por lo que ella llamaba, 'su nueva profesión', y también decía que haciendo lo que hacía, obtenía mucho mas dinero y mucho mas placer que estando encerrada en un consultorio medico, ya habría tiempo para eso, cuando la juventud comenzara a abandonarla y su cuerpo ya no fuera lo que era
También, obviamente, le conté parte de mi historia, de mi vida, y como nosotros veíamos todo lo que ella hacía al otro lado, con sus amantes de turno, incluso le hablé de Esteban, mi pareja
Natasha se reía de todo, me decía que el exhibirse desnuda con sus amantes de alguna manera era más redituable, los clientes se lo pedían, incluso algunos pagaban un plus por el juego, ella sabía que podían verla desde los apartamentos cercanos, aunque el nuestro fuera el que tuviera la mejor vista, también en algún momento me desafió a que yo lo hiciera con los cortinados abiertos y que probara la sensación, cosa que no sucedería, obviamente
Esteban estaba al tanto de todo, sabía que nos cruzábamos en el gimnasio, que hablábamos, incluso ellos se conocieron también, y a él le llamó la atención que de día, sin maquillaje, vestida con un jean, fuera tan diferente a lo que veíamos por la noche.
A veces jugábamos en la intimidad con ella, que la metíamos en nuestra cama, o que yo lo veía por la ventana a él con ella, y también, por qué no, que yo estuviera con ella mientras el solo miraba, Natasha me despertaba deseos lésbicos, pero no pasaba nada de ahí, solo fantasías
No me molestaba la situación, no tenía miedos de fantasmas de infidelidades, a mi esposo no le agradaban 'las putas' como él la llamaba despectivamente, fueran de calle o de elite, eran lo mismo, solo putas y él no pagaba por sexo
Y así siguieron nuestros días, jugando juegos indiscretos y una tarde, cuando estaba en casa sola y aburrida, solo fui a tomar una ducha, Esteban estaba en uno de esos viajes de negocios, y no tenía nada mejor que hacer, salí del baño envuelta con un toallón, fui al cuarto, me senté de lado en la cama, a secarme los cabellos, tarareaba una canción que rondaba en mi cabeza y pensaba que prepararía de cena, mi mirada perdida pasó por el ventanal, la noche estaba llegando y el sol se había ido, sin querer miré al frente, y sin querer detuve mi mirada, ella estaba bailando con cadencia, con las luces ya encendidas, tenía una minifalda ceñida en color negro y medias de red muy llamativas, alcancé a ver sus finos tacos brillando, también un top de red que hacía juego con las medias, pero que transparentaba sus pechos en forma muy rica, tenía peluca, siempre cambiaba su aspecto y honestamente envidié el sexual contorneo de sus curvas
Vi que a un lado, estaba su cliente, el mismo Dante Palozza, con un traje celeste muy formal, con sus cabellos húmedos, lo veía de lado pero su fisonomía era inconfundible, él se llenaba la vista con el baile de Natasha, tenía un vaso en su mano derecha, adiviné wiski
Me acerqué un poco a la ventana, quería tener mejor vista, apagué las luces de mi cuarto para que la oscuridad me protegiera, pero me animé a correr las cortinas
Dante ya había tomado intervención en el juego, mi vecina estaba recostada sobre un sillón y él estaba enterrado entre sus piernas, mordí mis labios e inconscientemente estaba acariciando el nacimiento de mis pechos, por sobre el toallón que cubría mi cuerpo
Era todo muy rico, Natasha ahora lo cabalgaba y veía su rico culo moverse, mientras él le comía las tetas, dejé caer el toallón al piso para quedarme completamente desnuda frente al vidriado, me sentí expuesta, a pesar de la oscuridad, tal vez alguien pudiera observarme y me supo demasiado excitante, ellos seguían cogiendo como animales al otro lado y yo ya había metido mis dedos en mi conchita jugosa apretando el clítoris con la palma de mi mano, y me morí en deseos
Me llenaba la vista con la perfección del cuerpo de ese hombre, es que era muy bonito, y mi mente me llevó a sentirme en lugar de mi vecina, imaginé que me lo hacía a mí, que yo era su puta, que estaba con su boca entre mis piernas, y yo entre las suyas, imaginé su semen caliente bañando mi sexo y ya no podía con todo
Me tiré sobre la cama, cerré mis ojos y dejé que la historia terminara a mi antojo
Después de orgasmo que había tenido, mis piernas estaban temblando, el rubor había invadido mi rostro y mis pezones estaban adoloridos, no fui consciente de cuanto los había apretado en el calor del juego
Recobré el ritmo normal de mi respiración y mi pulso, cerré las cortinas con la duda infinita si en verdad ella me había visto, o él, o cualquiera que se asomara por casualidad en algún piso del frente, y solo ya no me resultó grato, no se, ya me había enfriado y me sentí mal por lo que había hecho
Fui por mi cena al comedor principal, ahí ya no tenía vista al dormitorio de mi vecina, y ahí era como vivir otra vida, fui al balcón, tomé unas copas de vino mirando la nada misma, mientras un viento fresco acariciaba mi rostro
Llegó la hora de ir a la cama, en la soledad del cuarto y antes de dormir, me di cuenta que ese día nacía una vida paralela y secreta, Esteban jamás se enteraría la manera tan rica que había descubierto para divertirme en su ausencia
Las charlas que tendría en los días siguientes con mi vecina, me darían la tranquilidad de que ella ignoraba todo lo que pasaba de mi lado y mi promiscuidad se mantenía en orden, al menos en ese momento, y me empeñaría en que así continuara, me había transformado en una voyerista sin cura
Por mi parte, había conseguido empleo en ese mismo gimnasio, había pasado de alumna a profesora, de pagar a recibir una paga, y no era mucho dinero, pero al menos me daba un ingreso y me mantenía ocupada
Ese cambio en mi vida fue que un poco me alejó de mi vecina, los horarios ya no coincidían, no podíamos hablar mucho y era más el tiempo que me pasaba de fisgona que el que podíamos estar juntas
Al menos teníamos nuestros WhatsApp que nos mantenían en charlas que eran muy nuestras
Y así conocería su departamento, la primera vez que cruzaría de la torre cuatro a la cinco, fue solo casual, Estaban no estaba y ella tenía su agenda en blanco, así que era solo compartir unos mates y algunas facturas de ocasión
El departamento de Natasha era igual al nuestro, pero diferente, decorado con colores estridentes, fuertes, llamativos, el rojo predominaba, como así también había espejos por doquier, era raro, excitante
Hablábamos de todo como siempre, mate de por medio, pero ella notó que mis pensamientos estaban en otro lado
Se paró, me tendió la mano y me dijo
Vení, acopañame, te quiero enseñar algo
Natasha me llevó a su dormitorio, me fue raro, era ese lugar que tantas veces había visto desde el otro lado, y ahora, al mirar por su ventanal solo veía mi departamento
Fuimos sobre un enorme placar de hojas corredizas que daba a la pared, a un lado de la cama, corrió las dos centrales hacia los lados y fue como descubrir un tesoro
Había cuatro cajoneras enormes, sobre la misma, la superior tenía muchas cabezas de maniquí con pelucas, rubias, morenas, pelirrojas, cabello corto, cabello largo, cabellos rizados, cabellos lacios, parecía una exhibición
También había una interminable paleta de colores de maquillajes, y un espejo de fondo hacía las veces de sitio donde reflejarse
Por debajo, en el piso, estacionados como coches, los calzados menos esperados, en general con tacos finos y altos, desde zapatos abiertos, zapatos cerrados, botitas, botas a la rodilla y botas por encima de las mismas, en negro, en plateado, en rojo, en blanco, en opaco, en brillante, en animal print, dios, cuánto dinero que había ahí abajo!
She was looking at my eyes with amazement while I looked at everything around here, what envy! Then she laughed and said, Preparada?
She opened the first of the drawers, carefully arranged one against the other, where all the sexual implements that could be imagined were located, handcuffs, whips, masks, costumes, lubricants, games, anti-faces, I looked at it with amazement, slowly passed my hand over each one to touch every detail and try to use my senses in every instant.
It would be the turn of the second drawer, and the third, they were lingerie sites, impossible to describe, separated by colors, you could find tankinis, bodysuits, polleras, stockings, garters, mittens, and my eyes couldn't believe it was so much.
The last drawer reserved an arsenal of dildos, vibrators, anal plugs, harnesses, Chinese balls, massagers, and all sexual toys that could be imagined, sizes, colors, materials, I looked at it and said, You have a whole sex shop here! What envy!!!!
But she wasn't finished yet, closed everything and went through one of the two side doors, where she kept all her dresses, long, short, mid-thigh, fitted, loose, transparent, white, red, black, blue, green, colorful, and I was left to discover the other end, the other door, but she told me that only had things for everyday woman.
It had been too much for that afternoon, we said goodbye with a kiss on the cheek and promised that she would teach me many games to potentiate my relationship.
A little later, our lives continued at La Rotonda, my relationship, life at the gym, my friendship with that girl, my voyeuristic days in the darkness, and our crossed visits, because sometimes it was her who came to my apartment to chat a bit, until that night when I would become a prostitute by mistake.
Esteban had traveled on Friday, he would return on Monday, another boring weekend, so that Saturday afternoon, I would find myself knocking on my friend's department door. We talked, as we always did, and the topic of her work came up, word by word, she took my hand and led me to her room, then said 'Let's play a little, how do you feel?' She rushed the central pages of the placard and sat me down in front of the mirror, looked at my face, thought for a bit, gazed at the wigs, picked out a brunette, and said 'Have you ever been a brunette? With those green eyes, you'll look great' I shrugged, let her make the decision, she collected my dark hair and with some work put that wig on my head, frowned and was satisfied, I looked in the mirror, she was looking at me too Then she opened the color palette, gave me a little makeup on my cheeks, searched for a green matching my eye tone and painted my eyelids, continued with my eyelashes, black mascara, and finally a bright red lipstick for my lips, I was transforming, and the face that the mirror reflected back wasn't mine, I was silent, she was a master, I just her student Then she took my hands to paint my nails and didn't hesitate to do the same with my feet, in the same bright red as my lips 'Stop, - she said - take off that clothes, come on...' I hesitated and hurried 'Come on, silly, let's get started!!!' I took off my sweater and leggings, left me in underwear, she hurried 'Come on, girl, don't be a nun from a convent! Take everything you want? You won't be ashamed of me! You're always looking at me like fuck you with your clients, so come on...' She was right, at least about that point she was right I ended up undressing and felt her gaze on my breasts 'You have beautiful tits,' - she said - 'healthy envy, healthy envy...' She started taking out dresses one after another, putting them on me like presenting them to see how they looked, until after hesitating a bit she opted for a white one brillante
Your brunette skin will stand out in this dress, you'll see
I put it on, barely covering my buttocks, just enough, tight around the hips and waist, but loose and cut high above, making me feel free under the fabric, threatening to escape at any moment
He then told me I could choose a thong but I didn't think that was right, it was her underwear and would be too much, he understood the point, so we went for boots
Black leather ones, up to my knees, with fine heels giving me twenty centimeters extra, I felt tall! balancing and learning to walk without killing myself in the attempt
He took me in front of the mirror, stopped me in front of it and asked from behind
And? What do you think?
I had no words, that woman wasn't me, I'd never seen myself like that, I was very slutty, very attention-grabbing and felt an enormous ego invading me, I was wearing my neighbor's shoes, literally, and couldn't help strutting in front of the mirror
Just then she exclaimed excitedly
For God's sake! Look at the time! it got so late!!!! wait for me, please, I'm going to take a shower! we'll talk in five!
I wanted to respond but Natasha didn't seem to be listening and in the blink of an eye had disappeared from my sight and gone into the bathroom
I was left doing nothing, I should put my clothes back on but honestly I was very excited with this unknown woman who was reflecting me and in those thoughts the doorbell rang
I looked for my neighbor, called her by looking at her, but nothing, and the doorbell kept ringing insistently, so I went to answer it and to my surprise Dante Palozza was there
Hello! - he said, putting his foot in the way so I couldn't close the door -
Hello! - I replied timidly -
Don't you let me pass?
No no, I'm not Natasha... she...
I realized by now that you're not Natasha, but it's okay, no problem, what's your name? I like you...
No, I'm Nanci, but I'm not... Hello Nanci, my name is Dante, how beautiful you are... Natasha didn't tell me anything...
No, it's just that I only... you're misinterpreting me, I'm not like her...
Dante had confused me, obviously, I was at the house of a slut dressed as a slut and couldn't find words to get out of the mess, besides, he had already sneaked in, closed the door and got close to me, and the worst part is that I didn't have strength to stop him because that man...
I have to leave - I said trying to cut off the game -
Where do you have to go? Stay, I can pay you very well and I like surprises
Dante was so close that I couldn't or didn't want to avoid his hand from slipping under my dress and noticing that I wasn't wearing underwear, and that my vagina was warm and juicy. I backed off instinctively trying to get him away from me, but he advanced as I gave in, until he cornered me to caress my pussy again and kiss me deeply, I couldn't resist it, I didn't know if it was the atmosphere, how I was dressed, that man's demeanor, my prostitute game or a combination of everything, the truth is that his lips tasted like honey and his fingers like glory
This would surprise Natasha, and she would be surprised to see us, she had already showered and changed into that attractive way as I always saw her, and I understood that at that moment the game would be between three people, she said...
Hello Dante, it seems you've met my friend, and it seems they've been playing
Let's see what surprises me then - he retorted - do you know my tastes?
Dante slowly retreated and sat down beside her, she put on soft music, poured wine over me, very close and with her gaze tried to guess if I was comfortable, if I was okay, then she grabbed my waist and pressed her lips to mine, and went back to testing the situation, it felt very erotic, and it was a fantasy that had lived many times in my head, invaded my mouth with her tongue and I knew there would be no return, we kissed. blazingly, I felt like boiling over with the whole situation, I put my hands down the dress and attacked my bare breasts and buttocks at the same time, I couldn't tell if Natasha was just acting or if she really had some interest in me too
We went to the bedroom and I could contemplate the window of mine, on the other side, in shadows, and if my husband were there? crouched, watching me without knowing who I was?
Everything was too twisted, too perverse, we rolled around like two bitches while he, on the side, began to undress to join the game, it was all just contained desire
My neighbor disappeared slowly between my breasts, her lips tasted like fire and she had a very marked fantasy about the situation that someday a woman would give me oral sex
She pulled out an endless sigh when I felt her kiss my pussy, while Dante joined in the game to put his cock in my mouth and fill my hands with my breasts
And I felt very comfortable, very slutty with all the game, and a perverse orgasm escaped me at that moment
She went back up, reclining on top of me, face to face, her face so close to mine that I could feel her breath on my nose, and our gazes merged into one
I took hold when Dante started to screw her and enjoyed his furrowed brow, his moans, while filling my hands with her yummy curves, I felt her vulva rubbing against mine, her pointed nipples seemed to hurt my breasts thirsty for pleasure
It would be my turn, and the cock of the next customer would penetrate me, but she was now silencing my feline moans with interminable kisses that were getting too hot for me, and it was when Dante started to switch between his sex and mine at will
We changed some positions, everything was new for me, everything was crazy, but I didn't expect my neighbor to incite her to give me a blow job from behind, I was very slutty, and Dante grabbed my hips
To give it to me in the ass, I only started moaning, while Natasha had left aside, masturbating with a toy cock that she had taken from her things without me noticing at some point. And everything was very wild because I lost track of what we were doing, things I had dreamed of realizing in my life and time passed too quickly. The best would come at the end, and I understand that what happened was already in my neighbor's head, it was all too perfect to be just casual, she had left lying down when Dante came from behind my head, putting his nice cock on my face, felt his balls hitting my forehead, and his glans going into my mouth. Natasha came over me again, started kissing me, although our lover's sex interrupted between our lips, I was also kissing her cock, and we shared it between us, it was very tasty. Suddenly, I felt the man's flavor in my mouth, he started filling me with his juices, and the semen only flooded my hole slowly, she kept kissing me in an eternal white kiss, with my hands squeezing Natasha's hips against mine, seeking that our intimacies would rub together, even stuck a finger up her ass and we ended in crossed orgasms with kisses with a man's flavor. At the moment of finishing, to recover my composure and understand what had happened, Dante was already changed and before leaving opened his wallet and took out several bills to put them on the table, looked at us and said 'Enough?' When we were left alone, I felt my mind confused, it was because I had enjoyed it too much, even looked out the window towards my apartment and tried to understand which of the two was truly me, if the one who lived next door or the other. Natasha would wake me up from my lethargy, put several bills in my hand and said 'Half and half, that's what you earned.' Today my life is divided in half, on one side, on the other, for Esteban, my husband, I still am that same one. The person he fell in love with, and I still have the same life every day, but inside... inside I feel fire, I feel that madness, and every time I cross paths with her, all I remember is that other woman who made me dare to be... and I try to figure out if I want her to appear again, because the pleasure of that night still costs me to find
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