Mi vida jamás fue lo que uno llamaría común en el sentido amplio de la palabra ya que jamás tuve esas amigas que tienen relaciones sexuales con sus amigos solo por placer y diversión, esto me llevó a tampoco tener novia por mi comportamiento introvertido. Fue sino hasta que decidí que había que buscar una alternativa para poder satisfacer mis necesidades sexuales sin recurrir a la masturbación.
Fue en una edad que podríamos denominar como tardía en que decidí cambiar mi vida y solicitar el servicio de una trabajadora sexual ya que en mi ciudad hay sitios específicos donde solicitar un servicio sexual es sumamente fácil.
A continuación lo que pasó ese día.
Ya había pasado de los 25 años y aún no había perdido la virginidad y fue hasta que finalmente me decidí a ir al famoso mercado de la merced en CDMX que es popular por qué hay chicas ofreciendo servicios a plena luz del día.
Recuerdo que tenía planeado todo desde que salí de mi casa, me iría al metro y en algún punto antes de llegar a la merced compraría un paquete de condones. Cómo se trataba de algo absolutamente nuevo para mí me bajé en una estación que no era la correcta, caminé por un largo rato hasta llegar a la plaza del metro Pino Suárez en donde no encontré nada, me senté por un momento en una banca casi dándome por vencido hasta que me dije: -"No, ya viniste hasta acá y no puedes irte sin coger" fue así que caminé por otro rumbo cercano y donde finalmente al llegar a la avenida de San Pablo pude ver ese espectáculo de piernas, tacones altos y vestidos entallados esperando por mi.
Caminé por los locales de las bicis, recuerdo que estaba absolutamente nervioso porque jamás había visto tantas chicas tan hermosas y saber que cualquiera de ellas estaría a mi servicio.
Continúe caminando hasta que vi a una chica que para mí fue la ideal, ya que al estar nervioso lo primero que pensé fue que debía buscar a alguien que tuviera un perfil bajo, así pues fue que esa linda chica con jeans azules y tenis blancos era perfecta para mí.
Mi boca tartamudeaba mientras con toda la valentía me acerque para preguntar:
-Hola amiga, ¿A cuanto el servicio?
-Hola, te sale en $350
-Ok, ¿Y qué incluye?
-La penetración de 20 a 30 minutos, desnudo de la cintura para abajo.
-Ok ¿Y la habitación?
-Esa ya va incluida "corazón" a menos que me quieras dar más dinero (dijo esto mientras soltaba una amistosa carcajada)
-¡Pues vamos!
No podía creer que al fin había hecho un trato así y menos con una chica que parecía que me conocía de toda la vida, en ese instante dije: "Está chica si sabe su chamba"
Caminamos un par de calles hasta llegar al hotel, después de pagar la seguí hasta la habitación mientras contemplaba su lindo trasero entallado en esos jeans azules y una blusa que dejaba descubierta parte de su espalda baja, para entonces ya tenía los latidos al mil.
Al entrar a la habitación me preguntó:
-¿Cómo va a ser corazón?
-Te voy a ser honesto, es la primera vez que solicito un servicio y no sé qué debería pedir. Contesté.
-Mira, si quieres me puedo desnudar toda pero serían $100 más.
-Adelante, quítate todo por favor.
Cuando comenzó a quitarse los jeans y su hermoso culo estuvo por fin ante mis ojos, sentí que estaba en un sueño. En tanto comencé a frotarme el pene por encima del pantalón ya que los nervios hicieron que tardara en llegar la erección.
Cuando por fin estaba desnuda y vi sus tetas perfectamente paraditas me quité rápido el pantalón y le di uno de los condones que había comprado, ella al ver qué aún no conseguía que se me parara el pito, tomo con sus manos mis testículos y comezón a frotarlos de forma circular y a tirar suavemente de mi pene mientras decía:
-Si quieres te toco un poco para estimularte.
Fue hasta entonces que mi verga se puso dura y mientras seguía jalandomela tomó el condón y me lo puso suavemente.
-Listo, ahora sí corazón ven. Dijo mientras abría las piernas para colocarse en posición de misionero y pude ver su linda panocha peluda.
-¿Puedo tocar?
-Claro, pero solo por encima
Procedí a tocar sus piernas y su vello púbico por unos segundos.
-Bueno ahora sí. Dije.
Me coloque encima de ella y pude al fin meter mi pene en su vagina, bombeaba despacio y mientras ella sonreía yo acariciaba sus suaves tetas y sus pezones grandes y oscuros. Para mí era como lograr algo que se me había negado toda la vida.
Pude enterrar mi verga un momento cuando sentí las típicas cosquillas de cuando la eyaculación está próxima. Después de unos segundos no pude evitar venirme.
-¡Mierda! Ya me vine. Exclamé
-Ay no te preocupes corazón eso suele suceder. Me dijo sonriendo mientras me daba unas palmaditas en el brazo.
Después de eso se vistió y yo volví a ponerme los pantalones mientras me sentía algo frustrado pero al fin había logrado coger con una chica que siempre se comportó a la altura.
-Bueno, gracias
-Al contrario, gracias a ti corazón. Me dijo mientras me daba un beso en la mejilla.
Después salimos del hotel y desde ese día, después de innumerables veces que regresé por servicios no la volví a encontrar.
(Créditos de las fotos a sus respectivos dueños)
Fue en una edad que podríamos denominar como tardía en que decidí cambiar mi vida y solicitar el servicio de una trabajadora sexual ya que en mi ciudad hay sitios específicos donde solicitar un servicio sexual es sumamente fácil.
A continuación lo que pasó ese día.
Ya había pasado de los 25 años y aún no había perdido la virginidad y fue hasta que finalmente me decidí a ir al famoso mercado de la merced en CDMX que es popular por qué hay chicas ofreciendo servicios a plena luz del día.
Recuerdo que tenía planeado todo desde que salí de mi casa, me iría al metro y en algún punto antes de llegar a la merced compraría un paquete de condones. Cómo se trataba de algo absolutamente nuevo para mí me bajé en una estación que no era la correcta, caminé por un largo rato hasta llegar a la plaza del metro Pino Suárez en donde no encontré nada, me senté por un momento en una banca casi dándome por vencido hasta que me dije: -"No, ya viniste hasta acá y no puedes irte sin coger" fue así que caminé por otro rumbo cercano y donde finalmente al llegar a la avenida de San Pablo pude ver ese espectáculo de piernas, tacones altos y vestidos entallados esperando por mi.
Caminé por los locales de las bicis, recuerdo que estaba absolutamente nervioso porque jamás había visto tantas chicas tan hermosas y saber que cualquiera de ellas estaría a mi servicio.
Continúe caminando hasta que vi a una chica que para mí fue la ideal, ya que al estar nervioso lo primero que pensé fue que debía buscar a alguien que tuviera un perfil bajo, así pues fue que esa linda chica con jeans azules y tenis blancos era perfecta para mí.
Mi boca tartamudeaba mientras con toda la valentía me acerque para preguntar:
-Hola amiga, ¿A cuanto el servicio?
-Hola, te sale en $350
-Ok, ¿Y qué incluye?
-La penetración de 20 a 30 minutos, desnudo de la cintura para abajo.
-Ok ¿Y la habitación?
-Esa ya va incluida "corazón" a menos que me quieras dar más dinero (dijo esto mientras soltaba una amistosa carcajada)
-¡Pues vamos!
No podía creer que al fin había hecho un trato así y menos con una chica que parecía que me conocía de toda la vida, en ese instante dije: "Está chica si sabe su chamba"
Caminamos un par de calles hasta llegar al hotel, después de pagar la seguí hasta la habitación mientras contemplaba su lindo trasero entallado en esos jeans azules y una blusa que dejaba descubierta parte de su espalda baja, para entonces ya tenía los latidos al mil.
Al entrar a la habitación me preguntó:
-¿Cómo va a ser corazón?
-Te voy a ser honesto, es la primera vez que solicito un servicio y no sé qué debería pedir. Contesté.
-Mira, si quieres me puedo desnudar toda pero serían $100 más.
-Adelante, quítate todo por favor.
Cuando comenzó a quitarse los jeans y su hermoso culo estuvo por fin ante mis ojos, sentí que estaba en un sueño. En tanto comencé a frotarme el pene por encima del pantalón ya que los nervios hicieron que tardara en llegar la erección.
Cuando por fin estaba desnuda y vi sus tetas perfectamente paraditas me quité rápido el pantalón y le di uno de los condones que había comprado, ella al ver qué aún no conseguía que se me parara el pito, tomo con sus manos mis testículos y comezón a frotarlos de forma circular y a tirar suavemente de mi pene mientras decía:
-Si quieres te toco un poco para estimularte.
Fue hasta entonces que mi verga se puso dura y mientras seguía jalandomela tomó el condón y me lo puso suavemente.
-Listo, ahora sí corazón ven. Dijo mientras abría las piernas para colocarse en posición de misionero y pude ver su linda panocha peluda.
-¿Puedo tocar?
-Claro, pero solo por encima
Procedí a tocar sus piernas y su vello púbico por unos segundos.
-Bueno ahora sí. Dije.
Me coloque encima de ella y pude al fin meter mi pene en su vagina, bombeaba despacio y mientras ella sonreía yo acariciaba sus suaves tetas y sus pezones grandes y oscuros. Para mí era como lograr algo que se me había negado toda la vida.
Pude enterrar mi verga un momento cuando sentí las típicas cosquillas de cuando la eyaculación está próxima. Después de unos segundos no pude evitar venirme.
-¡Mierda! Ya me vine. Exclamé
-Ay no te preocupes corazón eso suele suceder. Me dijo sonriendo mientras me daba unas palmaditas en el brazo.
Después de eso se vistió y yo volví a ponerme los pantalones mientras me sentía algo frustrado pero al fin había logrado coger con una chica que siempre se comportó a la altura.
-Bueno, gracias
-Al contrario, gracias a ti corazón. Me dijo mientras me daba un beso en la mejilla.
Después salimos del hotel y desde ese día, después de innumerables veces que regresé por servicios no la volví a encontrar.
(Créditos de las fotos a sus respectivos dueños)
1 comentários - Así fue mi primera vez con una prostituta