Salvador e Corinne

No dejes de pasar por mi mejor post

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No te vas a arrepentir!




SALVADOR Y CORINNE



Todo comenzó ese día que Lidia llamó a mi celular, mi vieja amiga y compañera de estudios, con quien si bien no nos veíamos muy seguido nos manteníamos en contacto por las redes sociales, ella sabía que no venía muy bien económicamente, estaba sin trabajo ganándome unos pesos para pasar el día a día.

Años atrás Lidia y yo habíamos estudiado nutrición, ella trabajaba en un gimnasio de la zona, controlaba la parte alimentaria de las chicas y chicos que cuidaban sus físicos, preparaba también las dietas y todas esas cosas afines al tema.

Me llamaba porque ella presentaba la renuncia, había conseguido algo mejor y con más perspectivas a futuro en una clínica céntrica, su puesto quedaba vacante y le habían solicitado recomendar alguien de confianza, mi amiga sabía de mis capacidades y necesidades, así que fui la primera y única en su mente.



Así me comentó de Salvador, el dueño y Corinne, su esposa de ascendencia francesa, Lidia me había aconsejado que me llevara especialmente bien con la mujer, ya que a la sombra de su esposo era la que realmente tomaba todas las decisiones.

Al conocerlos, mi primera reacción fue de envidia, Salvador era un tipo alto y exageradamente musculoso, un físico espectacular, de rostro muy bonito, pequeña nariz y anchos pómulos, barba candado y grandes patillas, su cabello castaño con evidente decoloración caía hasta sus hombros, tenía una sonrisa que parecía muy franca, era el que hablaba, gesticulaba y dirigía la situación.

Corinne, al fondo, en segundo plano, fumaba en silencio, de rostro oval y cabello negro corto apenas pasando sus orejas, de nariz prominente, tenía un físico privilegiado, sin ser grotesco se hacía evidente que practicaba pesas, apenas vestida con un short y un top resaltando sus grandes pechos, su vientre plano como una tabla y los músculos trabajados de sus piernas.



Pactado detalles de horarios, paga, objetivos y demás cosas comencé a trabajar en el gimnasio, con el tiempo los iría conociendo, realmente hacían un culto de su físico, parecían tal para cual, y sin proponérmelo me fui encantando con Salvador, con su forma de ser, con su sonrisa, con su paciencia, con su belleza e inconscientemente a la vez me fui distanciando de Corinne, una mujer apática de agrio carácter. Pero siempre recordaba lo que mi amiga me había aconsejado y que percibí en carne propia, ella era quien daba las órdenes.

Y la convivencia del día a día hizo que poco a poco confundiéramos trabajo con confianza, luego confianza con amistad y por último amistad con sexo…



Ya había conocido la casa del matrimonio, me habían invitado algunas veces a pasar la tarde y hasta a cenar, pero esa tarde sería diferente, mi atracción hacia Salvador se hacía más que evidente, Corinne ya me miraba diferente, ella era mujer y se daba cuenta que coqueteaba a su esposo.

El pretexto fue que querían discutir algunos cambios en el gimnasio y querían que participara en la discusión. Tomé un taxi, el frío de invierno estaba imposible, apenas un par de grados de temperatura, me abrigué bien pero al poco tiempo tiritaba de frío, sentí mis pies, mis manos, mis glúteos y mi nariz helarse.

Salvador me recibió, fue impactante la diferencia de temperatura, la calefacción estaba tan alta que la habitación parecía el mismo infierno, me dijo:



-Mujer… te estás congelando! pasa, pasa…


Me abrazó un poco para cobijarme, para pasar ese primer momento, para que me acostumbrara. Mientras me aclimataba y poco a poco iba dejando mis prendas de lado, me detuve en su perfección, estaba con el torso desnudo, perfectamente depilado, con un amplio pantalón de bambula blanco que dejaba notar un sugerente paquete. Corinne apareció poco después luciendo un ajustado top negro y un pequeño short de licra, sus piernas musculadas lucían magníficas, sus ojos delineados en negro y sus labios pintados del mismo color le daban un toque muy dark.

Trajeron una cerveza, empezamos a beber, pronto noté que el tema del gimnasio había pasado a un segundo plano y no sé por qué motivo estábamos hablando de nosotros mismos, de nuestros gustos.



Él se había sentado a mi izquierda, ella a mi derecha, en algún punto me sentí intimidada, ella insistía para que bebiera más y más cerveza, a pesar de mis negativas, además fumaba alguna rara hierva que olía dulzona, poco a poco fui cediendo ante el alcohol y el humo del ambiente que ingresaba a mis pulmones, de pronto ella me preguntó directamente, sin vueltas:



-Zorra, quieres tirarte a mi marido… crees que no lo noté?


Solo reía por el estado en que me encontraba, nos levantamos, me condujeron entonces al dormitorio, mi estado no me permitía poner demasiada resistencia, pero tampoco deseaba hacerlo, me recostaron boca arriba, sacaron unas esposas, ajustaron mis brazos hacia atrás, a los barrales de la cama, quedé peligrosamente indefensa, sacaron mis zapatillas, mi pantalón, mi culote, desabrocharon la camisa y soltaron el sostén, en segundos estaba completamente desnuda.

Salvador tomó otro juego de esposas y se lo colocó en sus muñecas, levantó los brazos y permitió que ella las ajustara en el barral del cortinado que estaba a poco más de un metro de la cama, quedando frente a mi vista.

Corinne se puso unos delicados guantes negros, fue sobre su esposo, ambos me miraban, yo los miraba, comenzó a acariciar el pantalón donde su bulto se hacía más y más grande, se arrodilló mordiendo sus labios en forma pecaminosa, al fin bajó los pantalones para desnudarlo, tenía una pija enorme! que locura, nunca había visto nada así, absolutamente depilada…



Lo masturbó suavemente con una mano, empezó a chupársela, suavemente, lentamente, apenas si cabía la mitad del largor en su boca, sacaba su lengua entre sus labios negros y como una serpiente zigzagueaba en su rosado glande, la tomaba y con fuerza la azotaba contra su rostro, el permanecía de pie, inmóvil, disfrutando, sus músculos se tensionaban y se marcaban, Corinne se aseguraba de que yo pudiera ver todo con lujo de detalle, de pronto me preguntó:



-Puta, quieres probar un poco?


Pero no podía hacerlo, salvo que ella liberara las esposas de alguno de los dos, cosa que parecía no estar dispuesta a hacer.

Entonces vino a mi lado, recostándose a mi derecha, olvidándose de su esposo, mirándome directamente a los ojos, comenzó a acariciarme el cabello



-Eres muy bonita, sabes?


Me hablaba tan cerca que podía sentir su aliento a hierbas y cerveza, me puse tensa y nerviosa, no podía mover mis manos, acarició mi cuello, bajó un poco más, la seda de sus guantes llegaron a mis pechos, una en cada uno, aspiré aire resignada, Corinne se detuvo varios minutos masajeando mis tetas, apretando mis pezones, rodeándolas, prisioneras entre sus manos, no podía asumir que otra mujer me estuviera dando placer, me negaba a hacerlo, pero la electricidad partía de mis excitados pezones a todo mi cuerpo, llegando a mi clítoris, sentía mojarme, ahora él era espectador de lujo, con su verga dura y expectante.

Ella iría por más, una de sus manos comenzó a bajar, sabía dónde iba y supliqué como una niña:


Salvador y CorinneNão, não, por favor, não...
Pero minhas palavras eram apenas um susurro quase imperceptível, minha respiração tornou-se mais profunda, meus olhos fecharam, seus dedos acariciavam meu vão genital, meus grossos lábios, seus dedos apreenderam meu clitóris, começou a me masturbar, como eu mesma fazia, como apenas uma mulher sabe fazer, senti o calor subir às minhas faces, sabia que não pararia por mais que pedisse, continuou e continuou, apertei meus punhos, estendi meus músculos, comecei a gemer como uma puta em celos, ainda negava em susurros quando explodiu como um tornado incontrolável...

Ainda sentia espasmos por todo o corpo quando abri os olhos, ela ria ao meu lado, apertando minha mandíbula entre seus dedos e perguntou:

- Te gustó?

Não me animo a responder, o que dizer... reconhecer que me havia encantado era de alguma maneira admitir uma relação lésbica e isso não estava nos meus planos, ela continuou:

- Te toca descansar um pouco, te parece?

Então foi sobre Salvador para libertá-lo de sua catividade, ela então sacou seu pequeno short ficando nua da cintura para baixo, deixando-me notar que também estava completamente depilada, voltou ao meu lado, se acomodou em quatro patas, deixando seu Booty contra o meu lado, submissa com suas rodas juntas, suas nádegas mostravam uma musculatura infernal desprovida de qualquer celulite, seu sexo grosso escapava entre suas apertadas pernas, então tomou uma crema e começou a untar seu ânus perguntando:

-Ahí lo quieres? Ahí?

Então passou uma perna para cada lado enquanto ela abria seus cachetes com as mãos, a cock dura de Salvador foi descendo, até apoiar-se no anel marrom da sua esposa, apesar do exagerado grosor notei que entrou no cu de Corinne com suma facilidade, evidentemente ela era uma puta maldita que adorava que lhe fizessem o Booty e estava muito bem adestrada.

Fui espectadora de luxo, a apenas alguns centímetros da minha cara tive um show ao vivo de sexo anal, a cock enorme de Salvador apenas entrava pela metade, Corinne gritava em cada embate e creo que por primeira vez a sentia como uma mulher normal, com sentimentos… O sexo anal não era do meu agrado, mas não tinha inconvenientes com quem deseasse praticá-lo, me sentia molhar só de observar como essas duas pessoas gozavam sendo um… Quando o cu de Corinne esteve suficientemente dilatado para não querer mais, interrompeu o ato e disse-me: -É hora de mudar! Voltou para mim para finalmente libertar as esposas que me uniam à cama, meu lugar foi tomado então por Salvador quem se deixou esposar mansamente, ela, tomando o comando voltou a dizer-me: -A ver puta, você quer? Você quer meu marido? O deseja? Bom, aqui está ele, dou-lhe, faça o que quiser com ele, agora descansarei eu… Corinne deixou o quarto e por primeira vez estava sozinha com esse homem, era verdade, estava atado à cama e a minha disposição total para satisfazer meus instintos, era demais fácil para ser real, Salvador tomaria a palavra pela primeira vez: -Vamos nena, eu quero sentir você, ela voltará logo… Fui decidida sobre seu corpo, seu cock seguia ereto e se não havia acabado ainda era só porque sua esposa era uma excelente temporista e sabia quando fazer uma pausa, tomei seu cock entre meus dedos para me assegurar que estivesse bem duro, parei com as pernas ao seu lado e desci lentamente, minha use the word: pussy estava afiada de desejo e o prazer foi supremo quando sua grossa cabeça acariciou meus lábios, a umidade que eu tinha fez muito fácil a penetração, era tão longa que rapidamente fez tope no fundo do meu sexo, apesar de quedar um grande tramo por comer. Comecei a balancear sobre ele, uma e outra vez, que prazer, acariciando meu clítoris, era impossível comê-la toda, me doía em profundidade mas o dor era prazer, mordia para não gritar, logo me esqueci de sua esposa, como fogos de artifício os orgasmos começaram a explodir no meu interior, queria que me encherá a usar a palavra: pussy de...

Um golpe nos meus cachecos fez-me perder o ritmo, girei, estava novamente ela atrás de mim com aquele rosto áspero, havia colocado um arnês com um brinquedo plástico tão largo e grosso que fazia parecer a grande cock de Salvador como um brinquedo, meus olhos exaltaram-se quando ela começou a acariciar-me por trás, saltei como uma mola, indo ao lado da sala para pôr meu Booty contra a parede, exclamei ameaçadoramente:

-Não se te ocorra!

Ela olhou e riu com uma carcajada:

-Tranquila, minha filha, não é para ti...

Não entendia seus propósitos, mas ela se concentrava em untar o consolador com lubrificante, fiquei atónita quando a vi aproximando-se do esposo e levantando as duas pernas para recebê-lo, Corinne apoiou a cock plástica no cu de Salvador e começou a empurrar, e empurrar, e empurrar, e empurrar, o rosto dos dois se transformava pouco a pouco, ele com uma mistura de entrega, prazer e dor, ela com uma mistura de absoluto domínio e poder.

Com timidez fui me aproximando, não entendia como o cu desse homem podia engolir um aparelho semelhante, pouco a pouco foi desaparecendo da minha vista até enterrá-lo quase todo, a bela cock de Salvador se movia ereta de lado a lado, seus testículos brilhavam no quarto, ela gozava ao quebrar-lhe todo o cu, parecia possessa, ele continha seus gritos, era tudo muito louco, ela disse sem parar de dar-lhe por trás:

-Dale! chupásela toda, deem-lhe mais prazer...

E fui sobre ele, segurei com firmeza sua enorme cock, comecei a chupá-la o melhor que podia, era tão grossa que quase não cabia na minha pequena boca, ele me segurou com força, me imobilizou, meus olhos alcançavam ver todo o comprimento da sua cock, suas bolas e mais abaixo ainda o largo brinquedo penetrando-o sem piedade.

As mãos de Corinne deixaram o brinquedo que já estava completamente adaptado ao cu de Salvador e vieram acariciar meus cabelos, em seguida pressionaram um pouco. downwards, and a bit more, it reached a point that stopped being funny because my boyfriend's cock started bothering me deep in my throat, I wanted to relax but his gym-trained arms had a lot of strength, he pushed harder and harder, I protested like whimpering, but there was no use...

Lágrimas began to jump from my eyes, saliva began to flow from my mouth, more and more, she didn't stop, didn't let him break her ass, didn't let me go, couldn't avoid it, little by little she forced me to eat his whole cock, centimeter by centimeter I was led downwards, a mixture of tears and saliva had impregnated the canvas, I was suffocating, I felt my throat opening up, finally my cherry hit her abdomen, it was incredible, the cock that hadn't entered her ass, that hadn't entered my pussy, had entered my mouth.

She wouldn't stop, my nose was against her testicles, centimeters lower he was being penetrated roughly, Corinne kept pushing me, it cost me to breathe, Salvador was preparing to cum, I felt him groan, I felt him contract, I felt him come, I wanted out, couldn't...

A hot cum flood invaded my interior, with force, destroying everything in its path, the communication between throat and nose became clear, as if I had a cold, the semen that had filled me began to come out towards the outside through my nasal passages, I couldn't avoid it, some went into my stomach, some dripped from my nose, only then did she let go, it was disgustingly delirious, I fell onto my side coughing and spitting, to recover my breath, I had that horrible sensation when you drink water in a pool...

It was my start with them, I had passed limits I never thought I'd pass, time later I spoke with my old friend Lidia, she confessed that she had gone through the same path as me and that she had gotten tired of Corinne's dangerous games, but on my part, I think they found the sole of their shoe, I love sharing my sexo com eles, preparada para cada passo para uma nova loucura daquela mulher. Se fores maior de idade pode escrever-me com título 'SALVADOR E CORINNE' para dulces.placeres@live.com

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