La profesora de ingles - parte 2

No dejes de pasar por mi mejor post

http://www.poringa.net/posts/imagenes/4084661/Mi-amada-esposa.html

No te vas a arrepentir!




LA PROFESORA DE INGLES

(Parte 2 de 3)





Pasaron algunos días, Rodrigo y Agustina se seducían mutuamente sin decir palabras, el la miraba de una forma que nadie la había mirado y ella empezaba a amoldarse a la idea, por qué no? que tenía por perder?

Las miradas, las palabras, las sonrisas, todo era un lento torbellino que empezaba a girar en torno a ellos, y lo inevitable iba a pasar…





Cuando sonó el timbre de su casa, Agustina estaba corrigiendo unos exámenes, el sonido insistente la sacó de su letargo, miró la hora, no esperaba a nadie.

Fue a revisar, al abrir el postigo la presencia de Rodrigo la sorprendió, que hacía ahí?

Abrió la puerta, el joven estaba junto a su bicicleta, una musculosa sudada y sus hermosos bíceps atrajeron su mirada, no pudo evitarlo. Él le comentó que había salido a hacer sus acostumbradas vueltas de ciclismo, y que como podía ver, una de sus cubiertas se había desinflado, y pensó entonces en ella para dejar la bici por algún tiempo hasta que pudiera repararla, sabiendo que estaba cerca de su casa.



Ella dudó si era conveniente dejarlo pasar, porque sabía que si lo dejaba pasar ya no tendría barreras por flanquear, ya no habría excusas para más ‘no’ y le llamaba poderosamente la atención que Rodrigo conociera su domicilio, nunca habían hablado al respecto, pero tampoco tenía demasiado interés en averiguarlo...

Suspiró resignada, se hizo a un lado permitiendo su ingreso.

Al cerrar esa puerta, había cerrado un mundo, no hubo palabras, Rodrigo dejó la bicicleta a un costado, luego se sacó la musculosa, el pecho juvenil, bronceado, musculoso y transpirado sencillamente se le hizo un plato difícil de rechazar, Agustina lo observó con hambre de loba, soltó su cabello que se arremolinaba en un rodete, agitó su cabeza y se dispuso a lanzarse al vacío, el joven la abordó y la rodeó entre sus brazos, se sintió temblar como una hoja, su esposo había sido su único hombre y ya ni recordaba que hacer, como hacerlo…

Besó el torso desnudo que la contenía, el sabor salado de la transpiración la excitó, sus pezones parecían explotar, sus bocas se encontraron, sus lenguas se cruzaron, las fuertes manos de Rodrigo recorrieron las curvas de esa mujer que podría haber sido su madre, su sexo estaba duro y no tuvo reparos en refregarlo impunemente por el bajo vientre de la mujer que tanto había deseado.

Entonces sacó con un tanto de apuro la camisa y el sostén de Agustina, al fin esos enormes pechos serían suyos, se quedó solo observándolos y exclamó mientras llevaba sus manos a ellos



-Guau! son mejores de lo que había imaginado!


Empezó a masajearlos con un tanto de rudeza, a apretarlos, entonces Agustina buscó de guiar sus manos, de pausar el ritmo, todo a su tiempo, lentamente…

El pareció desesperarse, la arrinconó y comenzó a devorarle los pechos, a morderle los pezones, proponiendo una locura salvaje, ella se mostró desconcertada, nunca lo había hecho así, sexo animal, sexo salvaje, el bajó su slip, su golosa y dura verga quedó expuesta, Agustina tuvo un irrefrenable impulso de acariciarla, era grande, al menos pudiendo compararla con la única que conocía, con la de su difunto esposo…

Ella trataba de detenerlo, pero era imposible, era una locomotora sin control, parecía estar violándola más que haciéndole el amor, se agachó, la sacó la pollera y casi le arranca el culote que traía puesto, ella seguía arrinconada, entregada, ya desnuda, sintió sus piernas levantadas en el aire por los poderosos brazos del joven, recostada sobre la pared lo rodeo con sus propios brazos por el cuello para no perder el equilibrio, sus casi ochenta kilos parecieron no ser problemas para la fuerza bruta de ese macho.



El arremetió con fuerza enterrando su sexo hasta el fondo de esa mujer, arrancándole un quejido de placer, ella ya no recordaba lo que se sentía, el embistió una y otra vez, esa enorme carne llenándola en forma salvaje, solo escuchaba como el parecía embravecido en un constante



Mmm…mmm…mmm…mmm


Como un macho en celo, él no se detendría, y toda esa locura contagiaba a Agustina, cada empuje, cada segundo, cada gota de transpiración, cada gemido, no pudo abstraerse y empezó a gemir como gata en celo, dejando al fin atrás tantos recuerdos y tantos prejuicios, clavó sus afiladas uñas en las espaldas de Rodrigo, apretó sus labios contra su cuello como una vampiresa, incluso clavó sus dientes, al fin el placer la desbordó cuando sintió ese pene llenando de semen su cueva, lo sintió inflamarse y explotar, una y otra vez…



Luego se separaron, él la dejó que se parara y reposara contra la pared, estaba agotado, sin fuerzas, lo había dado todo, se sentó para reponerse, respirando agitado, ella no salía de su asombro, sintió húmeda su entre piernas por el líquido que empezaba a bajar…



Lo que Agustina no imaginaba, que esto era solo el principio de las próximas seis horas de sexo casi ininterrumpido, hasta tener la vagina tan adolorida de casi ni poder moverse, tuvo que suplicarle que solo se marchara…



La vida de la profesora comenzó a cambiar a partir de ese día, empezó a ver los colores que no veía, no todo era gris.

Encaraba las clases de una manera diferente y disfrutaba de mantener ese pecaminoso secreto, empezó a vestirse un poco más seductora, a maquillar un poco su rostro y sobre todo, llevó sus cabellos a un negro uniforme, dejando atrás esas canas que tanto la avejentaban.

A ella solo la perturbaba el ‘qué dirán’, por si alguien se enterara de esa relación con ese chico, en poco tiempo Rodrigo la visitaba casi a diario por su casa, era coger como animales, entonces trató da cambiar sus hábitos.



Empezaron a encontrarse un poco a escondidas, en lugares prohibidos, en moteles a las afuera de la ciudad, donde ella pagaba las tarifas con gusto ya que el solo estudiaba y no tenía mucho más de los centavos que le mendigaba a sus padres. Era loco, solía pensar, ‘pago con gusto para que un pendejo me coja…’



Y ella se vio sorprendida por las actitudes de su nuevo amante…

Un día, luego de hacer el amor, ambos estaban desnudos sobre la cama, notó que Rodrigo le miraba la concha en forma inquietante, pensativa, sin decir nada lo vio partir hasta el baño, sintió ruidos extraños, al tiempo volvió con varias cosas y le dijo



-Tienes una concha pasada de moda… vamos a solucionar eso…


La hizo recostar, abrió sus piernas y colocó por debajo una toalla, deslizó con esmero agua tibia con una mezcla jabonosa por su sexo, tomó la afeitadora y con paciencia, la afeitó casi por completo, como seguramente hacía con la barba de su rostro.

La profesora sintió cosquillas, intriga y una dulce excitación, lo dejó hacer sin reparos y tuvo que asumir que le encantó la forma en que la dejó recordó sus días de niña, le prometió que mientras su relación durara ella siempre luciría así para él, si el con eso era feliz…



Dos meses después, todo parecía ir viento en popa, la relación clandestina entre el joven y su profesora pasaba totalmente desapercibida para el resto de los mortales, tal vez solo algunos cambios en Agustina, quienes la conocían la notaban siempre alegre, rejuvenecida, es más, muchas la sentían cantar cada tanto a capela, algo inusual en ella.



Esa tarde parecía ser como cualquier otra, estaba concentrada explicando a sus alumnos, Rodrigo como siempre, expectante en los primero asientos, de pronto, al levantar su abrigo que estaba sobre el escritorio para acomodarlo en el perchero, encontró oculta una pequeña caja forrada en papel plateado brillante que reflejaba la luz del salón, con un gran moño fucsia decorándolo, esto tomó por sorpresa a Agustina, como aquel día de los bombones, en forma inconsciente miró directamente a Rodrigo, quien se hacía el distraído mirando por la ventana que daba a un patio interno.

El silencio se notó en el ambiente, y de pronto todos los alumnos quedaron expectantes ante lo inesperado de la situación, Brenda, una de las chicas del curso dijo



-Guau! parece que la profesora tiene un admirador secreto! Que romántico!


Zaira, otra de las chicas agregó



-Ojalá yo tuviera quien me sorprenda de esa manera!


José, el payaso del grupo terceo



-Tenga cuidado! Podría ser una bomba!


Esa pavada descontracturó el ambiente, se sintieron carcajada y abucheos, esas ocurrencias eran típicas en él.


La profesora de ingles - parte 2Someone was heard complaining in the background to open it, and that request was seconded by other voices. Agustina searched for Rodrigo's gaze again, who was still ignoring her.

She sat down, took out the ribbon with patience, opened the wrapping carefully, and removed the lid with nervousness, observing inside. Among white tulle, there was a set of black lingerie, an enormous bra to contain those breasts and a tiny thong that would have fit easily in her closed fist. She felt at that moment as if her cheeks were burning, partly from embarrassment, partly from anger; it seemed extremely exciting and out of place at the same time. Again she searched for her lover's gaze with hers, this time he looked directly at her with a perverse look.

Then he said loudly: 'What did they give you?'

She stuttered and threw away the first thing that came to mind: 'It's chocolates...'

Some murmurs and whistles were heard in the place, but Rodrigo raised the stakes and said, stretching his neck as if trying to see:

'Can we see them? Can I invite one?'

Agustina closed the box suddenly and a bit annoyed replied to the class:

That's enough, students. We're losing too much time with this nonsense. Everyone back to work.

She closed off the topic and tried to continue as if nothing had happened.

At the end of the day, as she did every day, she headed to the basement where the parking lots for the entire educational complex were located, too concentrated on her thoughts to notice anything except cars and more cars around her. She arrived at hers and when she was trying to put the key in the lock, a hand grabbed her by the shoulder, almost making her jump out of her skin. She cursed Rodrigo and scolded him:

Are you crazy? You're going to kill me with fright!!!

He just laughed and quickly changed the subject:

Did you like the gift?

-We'll talk about that... maybe you've gone crazy? You're committing me! What do you want? Want to make a scandal? Rodrigo barely paid attention to what his veteran professor was reprimanding him for, it didn't matter, nothing mattered, he just took one of her feminine hands guiding it to the jean, underneath which his hard cock like a rock was hiding, she kept reprimanding, he put his hands on Agustina's shoulders and pushed her down, she made force in the opposite direction but he abused his masculine strength and slowly bent the professor over, Agustina was out of herself and complaining -Pará! what are you doing? You're crazy, Rodrigo! no! no!!! Agustina saw herself arched between two cars, lost, like a slut , he pulled out his member and put it in her mouth, she soon stopped complaining, like a baby being given the bottle, started to lick with desperation, as if it was the last time, that beautiful penis could and she couldn't avoid it, she was greedy, tried to swallow it until she felt nausea, breathed agitated with the young man's sex entering and leaving her mouth, he set the pace at his own whim and seemed to be violating her, holding her firmly by her hair without seeming to care. Agustina couldn't believe what she was doing, couldn't assume that it all drove her crazy, couldn't say no, never had they treated her like this, as if she were a slut , and that excited her too much... She was trapped in those thoughts when the warm semen invaded her mouth like a tsunami, furrowed her brow at feeling its taste and moved her tongue faster under the glans, her lover was cumming like never before and she worried about not letting a drop escape, only to savor and swallow until the last drop... When he finished, he helped her up, she tried to relax and he told her something that delighted her -You're such a slut ... how much you like sucking my cock... He opened the car door, making sure in a quick visual review that they were alone, then before leaving, Rodrigo said... She asked him to use the gift she had made for him the next day. If you liked this story and are over 18, you can write me with title 'THE ENGLISH TEACHER' at dulces.placeres@live.com

0 comentários - La profesora de ingles - parte 2