cogida en un concierto

A mi esposa le gusta mucho un artista y quisimos ir a disfrutar de un buen concierto en aquel lugar, ella ese día se puso faldita negra corta de tela, unas tangas de hilo diminutas, sin brassier, una blusa blanca escotada y unos tacones altos que la hacían ver muy puta la verdad.
Asistimos de manera puntual y el sitio ya estaba lleno, nos tocó hacer una fila de al menos media hora. Detrás de nosotros venían dos tipos de al menos 1,90 mts, algo pasados de licor y con ganas de fiesta, sus conversaciones estaban enfocadas en hablar de "perras" y de como querían coger esa noche.
En algún momento ví como observaban a mi esposa y cuchicheaban, hacían comentarios obscenos entre ellos, los mismos comentarios que tanto mi esposa como yo escuchamos pero que ninguno de los dos llegó a comentar.
Por fin entramos, escogimos un buen sitio para sentarnos y pedimos algo de tomar, los tragos iban y venian y a ella le dieron ganas de ir al baño, en realidad, unos cubículos que olían horrible a esas horas de la noche y para la que había una fila impresionante. Mi esposa dijo que iba al baño que no se aguantaba más.
Yo no pude acompañarla porque sino perdíamos el puesto en el que estabamos comodamente sentados, así que tuvo que ir sola.
Estado allá, a los 15 min me escribe al celular diciéndome que no se aguantaba que más arriba había visto una entrada por un bosquecito que prefería ir a hacerlo en pleno bosque pero que no se aguantaba más, yo le dije que con tanto borracho era arriesgado y que no quería que le pasara nada, a lo que en medio de bromas me contestó que no me preocupara que no muy lejos de ella detrás estaban haciendo fila los dos gorilas que habíamos escuchado en la entrada y que ellos la podían cuidar.
Enseguida mi cornuda y sumisa mente comprendió que algo estaba por pasar, pero no pude moverme de donde estaba porque según ella no quería perder esos buenos puestos.
Lo que sucedió a continuación fue lo que ella me contó.
Mi esposa abandonó la fila del baño casí trastabillando pues las ganas de orinar la superaban, cuando pasó por el lado de los dos tipos escuchó como le dijeron:
- ¿Qué pasa mi amor? ¿le ayudamos a quitarse la ropita para orinar? - a lo que el otro agregó - Venga mi amor que aqui le tengo un regalo, como esta de rica.
Mi esposa pese a las ganas de ir al baño se volteó y les sonrió picaramente.
No volvió a mirar hacia atrás porque de verdad estaba por reventarse.
Se metió detras de unos árboles muy densos y en un pequeño espacio cerca a un tronco grande que servía de soporte, se bajó las tangas y orinó un buen rato. Cuando terminó se dispuso a subirse las tanguitas y oh sorpresa, detrás de ella escuchó una voz quela sobresalto:
- ¿Le ayudo a subirse la tanguita mamasita? o ¿necesita que le limpie la cuquita con mi lengua?
Ella sobresaltada solo atino a voltear y vió aquel par de tipos de la entrada con ambas vergas en la mano. ¿Cuál de los dos la tenía más grande? ni idea, pero mi esposa veía los músculos de aquellos tipos, aquellos potentes miembros erectos y no pudo evitar sentir unas ganas tremendas de ser penetrada.
- Pues no se con cual de las dos me pueden ayudar - dijo ella dejándose llevar por el momento.
Uno de ellos se acercó y sin pensarlo dos veces empezó a lamerle el coñito con una lengua grande y potente mientras el otro se acercó y poniéndole la verga en la cara le dijo:
- Yo también necesito una ayudita mi amor.
Mi esposa sin dudarlo se metió aquella verga profundo en su garaganta, el tipo literalmente se le estaba follando la cara, mientras el otro le lamía todo el coño a placer.
En un momento el que estaba haciéndole un oral se levató y le dijo:
Ahora si mi amor, a comerse esta verga a pelo. Y sin que mi esposa pudiera buscar condón o decir nada, se la enterró hasta el fondo. Mi esposa sentía como la golpeaban los huevos del tipo y ella se elevaba sostenida por dos potenetes brazos mientras el otro seguía follandole la cara.
El tipo que la estaba cogiendo le gritaba de todo, eres una putita, una perra que tiene ganas de macho porque su esposo no es capaz de cogerla bien, aquí te va un cabroncito para que tu marido lo termine de criar.
En un momento el ritymo pasó de salvaje a frenético y entre rugidos de aquel orangután se vino llenándole el coñito de leche en cantidades, el tipo simplemente se subió los pantalones y le dijo a su amigo que lo esperaba en la mesa.
El otro que había cesado de follarle a mi esposa la boca le dijo:
- Lo siento perrita pero yo no me unto de leche de otro, a ver, a abrir el culito que me toca a mi.
Mi esposa estaba embriagada de sexo así que sin pensarlo dió un brinquito y quedo con el culo expuesto.
Tan pronto la mitad de la verga había entrado mi esposa hizo gestos de dolor e intento sacar aquella verga.
El tipo la cogío suavmente de las caderas y le susuró al oído: de eso nada, este culo es mío. Y sin mediar más palabras se la enterró hasta el fondo, ella aún no sabe si fue dolor, placer o ambos, el caso es que un orgasmo asomó en su vientre. El tipo empezó a follarla con fuerza, mientras mi esposa gritaba sin control, en pocos minutos el tipo se venía a chorros en el culito de mi esposa, para imitar el gesto de su amigo, no sin antes decirle: si quiere más búsqueme que estoy cerca a la tarima por el lado derecho.
Mi esposa tuvo que descansar unos minutos y sacando pañitos del bolso se limpió como pudo para regresar a mi lado.
Cuando llegó a la mesa yo estaba visiblemente preocupado y estaba a segundos de irme a buscarla. Ella se sentó, se tomó dos tragos seguidos y me dijo: amor tengo mucho que contarte, por lo pronto creo que voy a invitar a dos amigos para que se vayan con nosotros a la casa, ¿te molesta?
Por supuesto que a mi no me molestó, pero esa es otra historia que contaré si veo que hay interes.

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