Sexo con Discapacitados: Devotees y Wannabes (interesante)

Hola amigos de Poringa, sé que lo último que quieren es leer, pero como el tema que les traigo me toca directamente pensé que sería bueno iluminar sus cerebritos degenerados con un poco de conocimiento sobre sexualidad. Además creo que es una buena oportunidad para demostrar que la belleza y el erotismo no tienen que ver sólo con un cuerpo perfecto ni con los cánones que la sociedad nos impone cruelmente. El hombre es un ser complejo y por lo tanto existen tantas maneras y elecciones como personas hay en el mundo, para algunos esto va a ser difícil de entender, para otros quizás sea la oportunidad de entrar en un mundo complejo pero no por eso menos excitante.

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Nota: todo lo que está subrayado y en algunos casos en negrita son ideas o hechos que quiero remarcar.


DEVOTEES

¿Qué es un devotee?
Es una persona que se siente sexualmente atraída hacia las personas con discapacidad o que tansóloadmiran como ellos llevan adelante sus vidas a pesar de las limitaciones. Pero lo importante es que cuando esta atracción es sólo de tipo sexual puede llegar a transformarse en una obsesión. Más aún, si esta obsesión perdura por más de seis meses, si su único fin pasa por relacionarse sexualmente con personas discapacitadas, estamos hablando de una parafilia. 

La mirada profesional
“Los devotees viven en profunda soledad y sufrimiento”

¿Y qué sería una parafilia?
Es el término moderno que se usa para lo que antes se le llamaba perversiones o desviaciones. Cuando la relación se da sin el consentimiento del otro y cuando ese deseo hace daño al otro estamos hablando de parafilias. Sino puede ser una preferencia sexual más. Eso es en el caso de los devotees. Pero los wanabees (de estos hablaremos más adelante) ya son otra cosa, creo que algún trastorno tienen, porque no cualquiera desea ser discapacitado.

La etimología de la palabra parafilia alude a un amor paralelo a la forma convencional. Para la sociedad en su mayoría, el sexo convencional tiene las características de heterosexual, coital, con finalidad procreativa y bajo determinadas posturas y hábitos. Para la sexología es necesario evitar estas convenciones y no estigmatizar imponiendo sobre temas tan controvertidos como la sexualidad humana una marca discriminatoria. 

Según la Dra. Isabel Boschi, sexóloga: “El empleo del término ‘parafilias’ para reemplazar el concepto de ‘perversiones’ es un hallazgo de la sexología del siglo XX. No se trata meramente de una nueva denominación diagnóstica. Presupone un enfoque humanístico científico que integra desde los descubrimientos del funcionamiento cerebral, según quiere la neurociencia, hasta las maniobras sistémicas de los terapeutas que tratamos la conducta sexual humana. Conocer las variantes del erotismo en sus diversas formas de estimulación y su expresión comportamental acrecienta el conocimiento de la sexualidad llamada ‘normal’ ”.

Los términos precisos que esgrimen diversas corrientes dentro de la sexología para hablar de devotos y wannabes es el de “apotemnofilia”, donde el deseo o excitación sexo-erótica depende de tener (o desear tener) un miembro amputado y donde el apotemnófilo puede obsesionarse con autoinflingirse una amputación o conseguir una en el hospital. Y con el de acrotomofilia, a aquellos devotos de las personas que sufren amputaciones o discapacidad sin llegar a pretender serlo o lesionarse.

¿Es censurable el sentimiento de devoción que expresan los devotos que se ven movidos afectivamente hacia las personas con discapacidad o minusvalía? ¿Podemos ubicar en el mismo plano psíquico y emocional a una persona con predilección estética o afectiva por las personas que no entran en la norma de lo bello respecto de aquellos que sólo buscan obtener un placer “fetichista” a partir de tomar contacto con una persona mutilada o discapacitada, centrándose únicamente en el muñón o la silla de ruedas como objeto de deseo y dejando detrás a la persona como totalidad? 

Junto con este interrogante llegan otros que también involucran a las personas con discapacidad. Es habitual encontrar en los foros personas con discapacidad que aún sabiendo que sólo son tomadas parcialmente, acceden de igual manera a relacionarse con devotees extremos, ya que al sufrir discapacidades severas o al tener su autoestima baja, ven en los devotees una oportunidad de obtener una relación que les permita experimentar el placer sexual y el acompañamiento que el común de las personas no puede brindarles. ¿Realmente podemos sancionar esta necesidad o este acuerdo?

¿Podemos establecer cuál es la frontera que separa al devotee de alguien que la psicología llamaba, y en muchos casos sigue llamando, “perverso”?
Lic. María Elena Villa Abrille*: El primer punto es distinguir, diferenciar los distintos tipos de devotee. El devotee común siente una atracción sexual muy fuerte hacia las personas con discapacidad. 
Por otro lado encontramos al “admirador”, que no siente ese deseo sexual sino que admira cómo las personas con discapacidad llevan adelante sus vidas. Este tipo de devotees suelen encontrarse trabajando en forma cercana a las personas con discapacidad. 
También es importante señalar que existen un 20% más de devotees varones que mujeres. 
Es muy común que los devotees, si bien suelen tener un buen nivel socioeconómico y cultural, vivan en profunda soledad y sufrimiento porque viven sus sentimientos como vergonzantes. Existe un grupo de devotees que puede ser considerado desde lo psicológico como parafilia, como también tenemos otros grupos de personas que de muy chicos sienten atracción por las personas con discapacidad, pero su manera de relacionarse con ellas es global, no fijada en la lesión y pueden llegar a tener relaciones estables.

¿Qué características reúnen los devotees que tienen una actitud parafílica?M.E.B.A: Por lo general son personas que sienten esta atracción desde los 3 a 6 años y que ha dejado una marca. Quienes actúan realmente desde una actitud parafílica, tienden a merodear a la persona discapacitada y su gran deseo compulsivo es tener una relación sexual con dichas personas. El varón suele elegir a la mujer con amputación de una pierna, y la mujer prefiere a hombres en silla de ruedas. El devotee parafílico no se fija en la otra persona ni en el daño que le puede hacer, por lo tanto tiende al engaño o a establecer una relación de poder, conflictiva y problemática.

¿Y los devotees no parafílicos? 
M.E.B.A: En este caso estamos hablando de un respeto y de una aceptación mutua. Esta persona podría estar encuadrada dentro de las denominadas pseudo parafilias, que siempre y cuando no dañen al otro, que planteen relaciones de común acuerdo, no son patológicas. Lo novedoso, es que más allá de la condena social, en los foros de internet, las personas con discapacidad piden compañía devotee para relación estable o no, cada vez mayor frecuencia. Si a estas personas la sociedad actual no les da su lugar en la búsqueda de la imagen perfecta, la armonía, la belleza, menos cabida tendrán en la expresión sexual. Esto me lleva a pensar ¿qué de malo hay en que una persona tetrapléjica pueda tener una relación sexual sin compromiso con un devotee?
Lo positivo del surgimiento a lo social de estas temáticas resulta de gran ayuda: por un lado a los devotees no parafílicos, para perder el sentimiento de culpa y soledad; a las personas con discapacidad a estar más atentas hacia aquellos que se acerquen a través de una actitud obsesiva y que pueda resultar dañina. 

¿Y cómo son los devotee parafílicos?
Suelen merodear a los discapacitados y su gran deseo compulsivo es tener una relación sexual con dichas personas. Los hombres suelen elegir a las mujeres con amputaciones en las piernas y las mujeres prefieren a hombres en silla de ruedas. El devotee parafílico no se fija en la otra persona ni en el daño que le puede hacer. 
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Ésta es una entrevista hecha a un devotee y publicada en la web www.sexovida.com , me pareció una buena manera de mostrar en un caso real este fenómeno.

Rodrigo fue el primer devoto que conocí. Con él puedo decir -no creo que me contradiga-, que ya somos compañeros. Digo esto porque ya nos vimos cuatro o cinco veces y chateamos bastante seguido. Digo esto porque desde nuestra primera cita hasta el día de hoy su vida dio un giro de 180 grados. 
Primero -para ir entendiendo un poco qué es todo esto del devotismo- le pido que me explique qué es lo que siente por las personas con discapacidad y él me dice que toda su vida tuvo estos sentimientos, esta admiración por ellos. Admiración que sentía mientras los veía subir a un colectivo en silla de ruedas o caminar por el centro con sus bastones despreocupadamente. El admira que sigan adelante a pesar de los obstáculos que les planta la vida.
Rodrigo me aclara que en el mundo devotee sobre gustos no hay nada escrito, y que hay todo tipo de discapacidades para cada devoto. Así como algunos admiran a los parapléjicos, hay otros que se sienten exclusivamente atraídos por los amputados. “Pero a mí lo que más me interesa son las desviaciones en la columna y la falta de motricidad. Creo que viene por ese lado. Todo lo relacionado con los aparatos ortopédicos”. Pero me aclara que no es que le gustan las mujeres de un andar defectuoso y listo. Primero le tiene que gustar como mujer, como persona. Como a todo el mundo. 
Ahora ya no juega más a este juego, dice que se curó, pero meses atrás cuando caminaba por la calle no podía dejar de mirar a los discapacitados. “Recuerdo observarlos sin poder sacarles los ojos de encima”. Llegó al extremo de cronometrar los horarios de distintos discapacitados para poder conocer sus movimientos y así volver a verlos una y otra vez. “Y ahí yo me atormentaba preguntándome por qué me pasa esto. Sin embargo nunca me cansaba de mirarlos, de admirarlos”.
Estos cuestionamientos se transformaron en pesadillas y en insomnios eternos y nocturnos. Dentro de su cabeza escarbaba la idea que era el único pervertido del mundo que gustaba de los discapacitados. “Entre los devotee nos decimos: estamos enfermos pero no queremos el remedio. Disfrutamos de la enfermedad. Yo durante un tiempo sufrí con esta enfermedad, pero ahora puedo decir que la estoy disfrutando”. Ya verán por qué. 
En una de esas largas noches de insomnio Rodrigo tuvo una idea un tanto extravagante: quebrarse una pierna para poder usar muletas. Con unas maderas sobrantes creó un sistema de pitones y poleas y puso un peso sostenido por una soga en lo alto del techo para luego dejarlo caer sobre su pierna y así quebrarla en mil pedazos. “Tenia 13 años y ya era conciente que me atraía el tema. Quería ver cómo se sentía ser un discapacitado. A último momento me dije qué mierda estoy haciendo y tiré todo al carajo”. Por suerte para él ya dejó de tener estos deseos de pretender ser un discapacitado. Por suerte para él y para sus piernas. 
Después de esta revelación ya me siento más en confianza para hacerle una pregunta más… qué sé yo, íntima diría.

¿Cómo es el sexo con una mujer discapacitada? - Nunca me acosté con una discapacitada. En realidad nunca me acosté con una mujer en general. Soy virgen.
Siendo devoto e inmaculado no me queda otra que preguntarle cómo hacía para calmar todos esos deseos libidinales de estar con una mujer discapacitada. Le pregunto si, como todos nosotros, no recurría a material erótico de la Web y a utilizar simplemente su mano para calmar sus ansias de placer. Pero me responde que no, que nunca sintió esa necesidad. Me responde: “Nunca me hice una paja en toda mi vida”.

¡¿Nunca te hiciste una paja?! 
- Te lo juro. Sí estuve desesperado por estar con cualquier tipo de mujer, pero nunca recurrí a eso.

¿Y como satisfacías tu libido si no te hacías una paja?
- Cuando tenía 13 años hice unas muletas con unas maderas y durante un tiempo las usé a escondidas en mi casa. Caminaba de acá para allá con las muletas y eso me excitaba mucho. Pero nunca fue una obsesión estar con una persona con discapacidad. 
Rodrigo quiere dejar bien en claro, para que nadie se confunda, que sus intenciones siempre fueron buenas, que tiene plena conciencia que está ayudando a personas que nadie mira, que todos discriminan. “Nunca fueron una carga estos sentimientos. Si vos me preguntás si en algún momento hubiese preferido dejar de sentirlos, te digo que no definitivamente. Estoy muy contento con esto que siento. Aparte, en mi caso va más allá del sexo. No soy un fetichista. Yo lo que quiero es una relación de pareja, amar a una mujer discapacitada”. 

¿Recuerdan que les dije que jugaba a seguir a las personas con discapacidad para poder admirarlos? Bueno, ese juego inocente tuvo sus frutos: así conoció al amor de su vida y también la cura a su enfermedad, según dice él.
Durante cinco años seguidos Rodrigo se tomó siempre el mismo colectivo para ir a la misma escuela. Días tras día. Y así fue como Rodrigo durante esos cinco años de viaje en colectivo admiró y observó en secreto a María, una chica discapacitada que utiliza bastones en ambos brazos para agilizar su errante andar. 
“Yo me sentaba lejos de ella para que no se diera cuenta que la observaba. Alguna vez me pasé de parada para ver dónde se bajaba. Me llamaba mucho la atención su destreza al bajar del colectivo”. 

Pero al terminar el secundario concluyeron también los viajes en colectivo y así Rodrigo no pudo admirar más a María. Hasta que un día, un amigo discapacitado de Rodrigo, sin saber que él admiraba en secreto a María, le pasó el mail de ella. Casualidad y destino -¿por qué no ambos?- confluyeron en la vida del devotee y la discapacitada. 

Y así fue como finalmente se conocieron. Primero chatearon un tiempo e intercambiaron inquietudes hasta que tuvieron su primera cita. “Cuando la vi fue amor a primera vista. No sé qué fue lo que más me gustó, pero recuerdo que fue muy fuerte”.
Y bueno, salieron varias veces más, fueron a tomar unos helados por el barrio, se fueron conociendo y como cualquier otra pareja de tortolitos finalmente se pusieron de novios. Rodrigo, como todo caballero que se precie de tal, llevó a su novia a su casa para presentársela formalmente a su familia. Pero seguramente su madre, como todas nuestras madres, esperaba ver entrar por la puerta nupcial a una hermosa niña rubia y de ojos verdes. Quien entró fue una hermosa niña rubia y de ojos verdes pero con algunos pequeños detalles: a causa de una enfermedad congénita María tiene una malformación en la médula espinal que la obliga a usar bastones para poder caminar. Digamos que mamá rechazó a la flamante pareja, pero como el amor es más fuerte Rodrigo y María se fueron a vivir juntos a una pequeña pensión y su vida cambió radicalmente. Dejemos que él lo cuente. 
“A partir de María me curé. Yo no discuto que estamos enfermos. Sí, lo estamos, pero no todas las enfermedades son malas. Me sigue atrayendo el tema discapacidad pero no sexualmente hablando. Antes de María, si veía a una mujer discapacitada, me excitaba. Ahora ya no, ahora veo a una persona más y punto”. 
Hay un pequeño detalle de esta particular historia de amor que me olvidé de contarles. María no sabe que Rodrigo la conoce de hace tiempo, no sabe que él la admiraba en secreto en el colectivo. María no sabe que Rodrigo es devotee. 
“Aún no le dije que soy devotee. Cuando se calmen más las cosas se lo diré. No sé cómo va a reaccionar. Pero siempre me gustó decir las cosas de frente, nunca mentí en toda mi vida. Entonces sí o sí se lo voy a decir pero no se cómo reaccionará. Tengo mucho miedo que diga que estoy enfermo y que me deje. Que tergiverse lo que yo siento por ella. Y yo tan sólo la amo”.
Después de mi último encuentro con Rodrigo me quedé un poco preocupado. No sé si recuerdan: estaba por revelarle a su novia discapacitada que él es devotee. “Tengo mucho miedo que diga que estoy enfermo y que me deje. Y yo tan sólo la amo”, fue lo último que me dijo. Hace pocos días lo encontré por la calle y me dio dos muy buenas noticias. La primera, que María comprendió con hidalguía su devotismo y que él la ama más allá de su discapacidad. 
Luego de esta revelación, Rodrigo se arrodilló ante ella y le propuso casamiento. Y María aceptó. Así Rodrigo y María, el novio devoto y la novia errante, se casaron y fueron felices. 
Esta nota fue publicada el 6 de abril de 2008, en la Revista C, del diario Crítica de la Argentina, que dirige Jorge Lanata.


lo que sigue es una carta de una devotee al autor de la nota anterior, haciendo mi propia investigación no puedo dejar de mencionar que una luz de esperanza se acaba de encender en mi, quizás sea cierto ese dicho que dice: siempre hay un roto para un descosido. Sea como sea es interesante ver como la mujer habla de una relación romántica, de entregar amor y cariño. Pregunto ¿acaso lo que vemos como perversión no será una manera de evolución sentimental?

Carta de una devotee que no tiene ningún problema con ser devotee: 
Querido Pablo: 
Me llamo Marcela, tengo 30 años y soy nicaragüense.
Déjame contarte que desde muy pequeña he sentido atracción por los hombres en silla de ruedas. Crecí y mis fantasías fueron tornándose recurrentes e inexplicables para mí. Sin embargo, nunca he tenido contacto con personas discapacitadas: alimento mis fantasías con películas, telenovelas e Internet. Utilizo mi imaginación más que nada pues mi atracción no es sexual, es romántica. Mis fantasías pasan más por el amor, aunque amor también implica, claro está, sexo. Pero sin segundas intenciones, más bien lleno de entrega y dulzura, caricias y mimos. 
A partir de la web conocí el término devotee. Descubrí con asombro mensajes de gente como yo tratando de establecer contacto con discapacitados. ¡Al fin encuentro gente como yo! Lo digo con orgullo: ¡Soy una devota! Por primera vez en mi vida sé que no soy la única persona en el mundo que siente y ama de esta manera. 
¡Qué locura!: hay hombres discapacitados que sueñan con una mujer que los valore y los ame y hay mujeres que sueñan con un hombre discapacitado a quien amar y entregarle su vida, pero paradójicamente el mundo nos impone los prejuicios que evitan que nos conozcamos. ¡Qué mundo cruel el nuestro! ¡Cuantas cárceles en nuestras cabezas! 
Espero que tu artículo sirva para que devotees y personas con discapacidad nos conozcamos entre sí y ser más felices. 
¡Besos para todos!

A continuación transcribo una nota encarada desde un punto de vista más científico hecha por una psicóloga y sexóloga presentando unos datos bastante interesantes. Por una cuestión de espacio y tratando de que el tema no se convierta en un plomo difícil de leer, principalmente poco interesante, voy a sacarle algunas partes. Si alguien quiere la nota completa puede visitar la página que mencione algunas líneas arriba.


Devotee y Wannabe: Marginales del Ciberespacio
Lic. María Elena Villa Abrille
Psicóloga-Sexóloga Clínica- Especialista en Sexualidad de las Personas con Discapacidades-Miembro de la Comisión Discapacidad de la Revista de SASH (Sociedad Argentina de Sexualidad Humana)

A partir de los años 2000, Internet ha dado la posibilidad de que numerosas personas se mantengan en contacto y compartan experiencias.
Es así que ha sido el lugar de encuentro de muchos que durante toda su vida han mantenido determinadas atracciones y preferencias de índole sexual en la más completa soledad y anonimato.
Entre ellas se encuentran las personas Devotee y Wannabe, o “Marginales del Ciberespacio”, denominación que algunos de ellos han tomado.
El presente trabajo se ha realizado con información tomada de los foros temáticos de Internet y la colaboración desinteresada de personas Devotee de nuestro país y de España.
Devotee –Devoto-, desde esta visión de la sexualidad, es aquella persona que siente una atracción especial por las personas con discapacidad. Existen diferentes tipos o niveles, que es importante diferenciar:

1-Admirador 

El admirador ubica a la persona discapacitada en un pedestal y la ve como alguien digna de gran admiración por su valor en la superación de una desventaja. Es una persona que generalmente intenta acercarse a las personas con discapacidad, mediante trabajos de voluntariado o situación laboral, como rehabilitador o cualquier otro tipo de profesión relacionada. Puede pasar como una persona sensibilizada y altruista con el tema de la discapacidad, y por supuesto esta admiración está totalmente aceptada en la sociedad, e incluso él mismo puede ser admirado a su vez por la gente en general por su actitud desinteresada.

El admirador es una persona que disfruta viendo imágenes y películas, o leyendo libros sobre la discapacidad física, pero él ve sus motivos más como los de un observador interesado, que como los de un voyeur. Puede justificar su interés como algo puramente científico, estudiando de esta manera piensa que podrá mantenerse más informado y entender mejor las necesidades y preocupaciones de las personas con discapacidad.

2. El Devoto en sentido estricto 

Por razones absolutamente fuera de su control, presentan un interés casi obsesivo en mirar a las personas que padecen alguna discapacidad. Generalmente están muy avergonzados de sus sensaciones y acechan activamente a las personas con discapacidad física, pero lo hacen de una manera tan clandestina que raramente alguien se da cuenta de esta obsesión.
Coleccionan fotos, videos, libros y todo aquello que esté relacionado con el objeto de su deseo y claramente saben que nadie podría entender esa fascinación que sienten, pues hasta a ellos mismos les resulta desconcertante. 
Utilizan todo tipo de estrategias para poder fotografiar, filmar o simplemente observar a las personas con discapacidad en sus tareas cotidianas, pues es principalmente el movimiento dificultoso de los miembros y la manera en cómo se desenvuelve esa persona, con su limitación física lo que más le apasiona. 

3. El Pretendiente - Wannabe

El pretendiente es alguien que se siente atraído por el estado de invalidez, es decir, por la forma de vida de la persona discapacitada, aunque sólo tiene la necesidad de experimentarlo por sí mismo de vez en cuando.
Puede llegar a comprarse muletas, bastones, e incluso silla de ruedas para poder realizar sus fantasías.

Avisos y Testimonios

Ada, 19, México
Desde siempre he sentido atracción hacia los hombres discapacitados, soy una mujer que me excita mucho ver las sillas de ruedas y otros aparatos que usan los discapacitados, quisiera saber en cuestión psicológica y/o siquiátrica a qué se debe esto, y si es común o no, gracias.
Suele ser ésta una actividad oculta hecha en secreto en su propia casa, aunque sólo algunos más audaces son capaces de aventurarse a salir a lugares públicos, incluso pueden llegar a viajar a otra ciudad, lejos de su lugar de origen, donde nadie les conozca, para actuar como ellos. 

El estar en la mirada de los otros, miradas fijas y curiosas se convierte en un verdadero placer para ellos, pero esta sensación placentera la mayor parte de las veces se ve empañada por serios sentimientos de culpabilidad. 

TESTIMONIO

“Vamos a ver... efectivamente soy devotee, desde siempre, desde mi infancia recuerdo sentirme atraído por las chicas con discapacidad. Supongo que sabrás que dentro de los devotees hay grandes diferencias, puesto que la atracción es muy variopinta.

Dentro de los devotees hay hombres que se sienten atraídos por amputadas, parapléjicas, tetrapléjicas, con secuelas de polio, parálisis cerebral..., pero dentro de estas categorías a su vez existen muchos grupos. 

En el caso particular de los hombres atraídos por amputaciones los hay que se sienten atraídos por amputaciones de miembros superiores, y otros por miembros inferiores; pero a su vez existen preferencias sobre la porción de miembro amputado.

Si nos centramos en los devotees masculinos puedo decirte que hay de todo, pero el fetiche por antonomasia es la amputada transfemoral unilateral. Las mujeres se sienten mayoritariamente atraídas por amputados transfemorales bilaterales y parapléjicos.
Hablando de mí mismo, he de decirte que mi atracción mejor dicho el momento de mi ‘impregnación’, se produjo a la edad de 3 años, cuando estando en el colegio una chica a la que le faltaba una mano se sentó a mi lado, recuerdo que me fascinaba verla jugar con la plastilina. Otro tema que impacta al devotee, es verte solo en el mundo, sin información y sin conocer la existencia de personas como tú. Cuando conoces Internet tienes interés por aprender lo que te ocurre, y te das cuenta que hay poca información y la que hay es errónea. En este sentido, me gustaría decirte que mis dos carreras universitarias que poseo del ámbito científico, me hacen cuestionar y reprobar la mayor parte de las teorías que circulan, la más graciosa es que somos homosexuales reprimidos y que buscamos en el muñón la metáfora del falo de un supuesto amante. Esto es muy gracioso, yo tengo 28 años y he tenido varias relaciones estables con chicas estupendas, guapísimas y maravillosas, algunas de ellas modelos y otra en concreto estrella de la televisión, y jamás se me pasó por la cabeza entablar una relación homosexual, ni tan siquiera como experiencia. De todo eso es de lo único que estoy seguro...Mis relaciones sexuales, han sido maravillosas y placenteras, no me cabe duda, pero siempre he sentido la necesidad de disfrutar con una chica amputada, ya que de alguna manera encuentro ese cuerpo más atractivo... pero si me preguntas si necesitaría tener a una chica amputada como pareja, no sabría responderte con seguridad, pero te digo que llegado el caso no me importaría, es más, probablemente sería más feliz en el plano sexual, aunque lógicamente necesitaría que esa persona cumpliera mis preferencias como persona. Eso sí, en todas mis relaciones sexuales, siempre ha circulado por mi cabeza la fantasía de la amputación”.


Es interesante observar las distintas miradas que existen al respecto, por un lado están las más tradicionales y prejuiciosas que condenan estas actitudes observándolas como situaciones de abuso hacia la persona con discapacidad y por el otro la mirada de la gente más joven que se plantea: ¿por qué no?....¿por qué siempre tiene que ser el modelo 90-60-90?

Para el wannabe (contracción de “I want to be” –yo quiero ser-) pertenecer ocasionalmente y de manera ficticia a la comunidad con discapacidad, no es suficiente.

Siente la necesidad abrumadora de ser una persona discapacitada.

Para él su vida es nula e incompleta, a menos que sea un miembro de pleno derecho en dicha comunidad como persona discapacitada motriz.

Existen paralelismos entre cómo se siente el wannabe y cómo se siente alguien con disforia del género, pues de hecho, tanto para el uno como para el otro la percepción que tienen, es la de estar en el cuerpo incorrecto.

Su completud se logra solamente con la discapacidad elegida y buscada.

La mirada social condena estas conductas, dado que en la mayoría de los casos consideran a las personas con discapacidad casi ángeles, asexuados y sin ninguna manifestación sexual, por lo tanto muchos menos, si son objeto de deseo de otros.

(Los remarcado en negrita anteriormente expresa con exactitud el sentimiento o la sensación que tiene la sociedad hacia nosotros, quizás el hecho de ver un cuerpo incompleto o marcadamente diferente induce a creer que deja de ser un cuerpo funcional y sensorialmente apto para disfrute y el goce de la sexualidad. De más está decir lo erróneo de este pensamiento pero que por desgracia está muy arraigado en nuestra cultura. Yo lo vivo día a día y lo que más cuesta es la negación del amor y no tanto de la sexualidad)

Las posibilidades sexuales son tan variadas y el objeto de erotismo y seducción tan diferentes que nos encontramos en un terreno pocas veces transitado.

El descubrimiento de la existencia de personas con estas elecciones y/o preferencias, surge a partir, fundamentalmente, de Internet. Si bien en la bibliografía médica, comenta el Dr. Richard Bruno en “Disability and Sexuality” existían desde el año 1800 estos casos, para un gran número de personas, su aparición se remite a los últimos años.
Lía Crespo en una ponencia en el XIX Congreso Internacional de Rehabilitación en el año 2000 en Río de Janeiro, Brasil, comenta que recién en el año 1999 escucha por primera vez hablar de este fenómeno en un centro de rehabilitación, y personalmente desde el año 2004 en que me preguntan por el mismo en un foro de discapacidad y sexualidad del cual soy moderadora: www.redconfluir.org.ar<http://www.redconfluir.org.ar/>

Evidentemente nos encontramos ante una parafilia, que aparece en los primeros años de vida hasta la adolescencia y que se observa en varones en un 20% más que en las mujeres y esto se observa en el testimonio de algunos devotee en los foros temáticos, si bien en algunos otros casos, podríamos decir que funcionan como seudoparafilias donde la gran mayoría de ellos no llegan a concretar sus fantasías a lo largo de toda su vida.

Es importante prevenir a las personas con discapacidad motora que existen quienes tienen inclinaciones diferentes y parcializadas, que no toman a la persona en su totalidad, sino que el objeto de atracción es la silla de ruedas o el miembro amputado, acercándose de una manera, por demás aduladora de la discapacidad y de sus limitaciones, que mediante encuentros furtivos y engañosos, dañan a la persona. 

En una investigación que se publicó en BBC MUNDO en abril de 1995, la revista británica Disability Now, dio a conocer estadísticas de Inglaterra donde sólo la mitad de las personas discapacitadas afirmaron haber tenido relaciones sexuales en un periodo de un año. 
Dentro del porcentaje de los “sexualmente activos”, una gran mayoría habría recurrido a servicios de acompañantes pagos, evidenciando también que un gran número de encuestados se consideraron excluidos de la sociedad en cuanto a sus necesidades sexuales.

La experiencia de Gran Bretaña contrasta con la situación en Holanda, donde ese segmento de la población cuenta con servicios especializados en sus necesidades sexuales. 

La Fundación Holandesa para la Mediación en las Relaciones Alternativas es un servicio que emplea a un equipo de trabajadores sexuales de ambos sexos especialmente dirigido a las personas con discapacidades. 

Aunque la mayoría paga el precio total de los servicios sexuales, algunos se benefician de subsidios abonados por autoridades locales.

En una sociedad que rinde constante tributo a la imagen exterior y a un ideal de belleza estereotipada y rígida, las personas con discapacidad que no han logrado fortalecer su propia imagen y autoestima, viven en un gran aislamiento.

Si le sumamos a esto, las dificultades para tratar el tema tanto en las familias, escuelas, espacios de rehabilitación y medios de comunicación en general, esta realidad se torna más desalentadora aún.

TESTIMONIOS

“Desde hace mucho tiempo siento atracción por hombres amputados de las dos piernas. Me gustaría conocer un chico así, además que sea sincero, respetuoso y muy cariñoso...”

”Busco amiganovia amputada, no importa biamputada, lo importante es que sea dulce mujer”. 

”Deseo relacionarme con chico gay amputado, si te interesa...”

”¡Adelante! son las personas más macanudas del mundo así las prefiero, quisiera conocer personas con discapacidad congénita, polio, luxación de cadera o que caminen con ritmo, el amor hay que disfrutarlo”.


(Nótese la mención que se hace del amor y otras características que nada tienen que ver con el fetiche de la discapacidad en los testimonios anteriores)

Hoy el ideal de belleza institucionalizada por la cultura y por la moda está dando lugar a otros modelos que siempre han existido y que traen consigo una belleza diferente con nuevas formas de comunicación, de sensualidad y de erotismo.

¿Es posible que un cuerpo que evidencie una discapacidad, lleve consigo nuevas formas de sensualidad y erotismo?Nos centraremos en redefinir el concepto de belleza a partir de cada individuo e independizarlo de la valoración mayoritariamente expuesta o aceptada, contribuyendo a crear nuevos parámetros de inclusión en una temática tan compleja y oculta como es la discapacidad.

Artistas como el fotógrafo alemán Rasso Bruckert en su muestra “Totalmente Imperfectos” investigó la posibilidad estética y erótica, cargada de sensualidad de estos cuerpos, creando así una obra de extrema belleza, lo mismo han hecho Gianfranco Benvenuto con su calendario 2000, “Ángeles sin alas”, cuyas modelos son mujeres lesionadas medulares y la australiana Belinda Mason-Loveri con su serie “Intimates Encounters" que fue prohibida en su país.

Negar la diversidad de lo erótico y reducirlo exclusivamente a lo corporal, a lo genital y a cada vez más restringidos grupos, como sucede hoy en día en nuestra sociedad, es también negar la diversidad de la vida, reduciendo el deseo hasta esterilizarlo.

Banalizar el erotismo quizá sea banalizar también la vitalidad, el deseo, la aprobación de la vida y la inteligencia.

El escritor Julio Cortazar decía: “El erotismo es ojos más inteligencia, oídos más inteligencia, tacto más inteligencia, lengua más inteligencia, pituitaria más inteligencia, lo demás es pornografía...”. 


En nuestro país, este año, la asociación “De adentro hacia el mundo” que preside Carlos Echeverría, ha comenzado a realizar desfiles de modas integrados, donde algunas de sus modelos son personas con discapacidad, experiencia esta que ha sido bien recibida en la comunidad de Munro, Partido de Vicente López (Argentina).

Para comprender mejor el tema que nos convoca me parece útil recurrir a los propios testimonios:

Busco hombre discapacitado y sexualmente activo
NO SOY MUJER....SOY TRANSFORMISTA. Y luego de algunas aventuras satisfactorias y de las otras, he decidido volver a buscar una pareja sexual estable para contenerla y que me contenga. Tengo una buena cola y piernas y en general, producida con lencería y pintada puedo representar a una hembra muy deseable....y así como puedo ser deseada sexualmente por un mal tipo al igual que por un buen tipo, siempre he tratado que sea con un buen tipo con quien intente llegar a algo...sin embargo hoy, y debido a que por mi doble vida (una social y otra sexual), no necesito un Adonis para pasearme por boliches sino un hombre para compartir sexo en la intimidad de cuatro paredes, pienso que un discapacitado, seguramente me necesita sexualmente más que un hombre sin problemas y debido a que yo no busco compartir como expliqué una vida social, sino una sexual y muy íntimamente.
Como expliqué arriba, hoy tengo la necesidad de tener una pareja estable (y no es morbo ni por $$$$)...que a nivel sexual pueda yo ayudar y que a su vez me ayude....y quisiera hacerlo con alguien que sea una persona Especial....es decir un HOMBRE-ACTIVO, pero cuya vida sexual sea a la fecha totalmente nula o parcialmente incompleta, por alguna discapacidad que no afecte su sexualidad. Soy cross dresser....”


-“Padezco excitaciones brutales e incontrolables cada vez que veo un hombre con poliomielitis en las piernas. De niño, al ver chicos con es enfermedad, me producía erecciones y palpitaciones. ¿Tiene algún arreglo? Soy preso de esto desde hace más de 30 años”. Rafael, 35, España. Testimonio de www.sexovida.com<http://www.sexovida.com/

-“Busco contactar con chica amputada que use muletas para brindarle mi amistad o alguna relación, soy buen chico no hago daño a nadie, espero respuesta...”....

-“Hola soy un chico de 21 años, cariñoso, sin discapacidad que le gustaría conocer a alguna chica amputada para entablar relación de amistad o lo que surja. ....”

-”Deseo conocer dama amputada, me resulta importante la capacidad ejemplar de enfrentar y compartir la vida de las personas discapacitadas....”


Para completar este artículo sobre los fenómenos devotee y wannabe hemos preferido, más que teorizar, publicar testimonios volcados en diferentes foros y que nos muestran la complejidad del tema:

Es duro ser devotee

“Hace un tiempo escribí en este foro manifestándome como devotee (me atraen las chicas amputadas). Mi intención nunca ha sido la de jugar con las personas, sino más bien contactar con gente para charlar e intentar intercambiar impresiones, ya que me considero una buena persona, y no me parecen justas las afirmaciones que determinadas personas discapacitadas dicen de nosotros (opiniones que respeto).

No me cabe duda que adquirir una minusvalía, al igual que padecer una enfermedad, ha de ser un palo importante, pero en la mayor parte de los casos afortunadamente dichos traumas se superan, ya sea con apoyo de los profesionales y/o con la fuerza de voluntad de las personas.

Sin embargo, el ser devotee o admirador, es algo que nace con nosotros y que nos acompaña toda la vida, y para lo que no existe ningún tratamiento curativo efectivo (suponiendo que hiciera falta).

Por eso me gustaría manifestar que pese a lo que mucha gente pudiera pensar, el devotee no es una persona más ‘viciosa’ que otra, como si se ha dicho, si no que es alguien que padece en silencio un problema que le acompañará durante toda su vida, fundamentalmente por el rechazo que experimenta por el propio colectivo con el que le gustaría compartir su vida.

Estoy convencido que mi vida sería mucho mejor si lograra una pareja como la que deseo, a la que le daría lo mejor de mí, y con la que me sentiría afortunado de vivir, pero por desgracia nadie me dio la oportunidad de intentarlo, porque soy un ‘enfermo’. 

Pero lo que más me apenas de todo, es que estoy convencido que si las chicas minusválidas no lo fueran, no tendrían ningún problema en mostrar sus encantos para utilizarlos como reclamo sexual, sin importarles si los chicos que están con ellas son enfermos porque sólo se sintieran atraídos por sus pechos, o por su trasero, por decir algo, claro.

En fin, no estamos predestinados a nada, ¿Seremos médicos, amas de casa, bomberos; tendremos hijos, o no; viviremos bien, o quizás justitos...etc.?, sólo sé que siempre seré un ‘enfermo’, y que el futbolista de turno es un triunfador porque siempre está con las mejores mujeres. Entonces. ¿Quién es el enfermo?: yo que tengo una atracción y la manifiesto abiertamente, o ¿el que cree que estoy enfermo?

Leí hace tiempo algo que me pareció interesante, y decía que no podíamos llamar a una persona drogadicto porque tomara droga, sino que debíamos decir que es una persona que tiene problemas con la droga. Sin querer, al decir drogadicto hemos etiquetado a esa persona sin valorar las circunstancias que le condujeron a ella, y sobre todo condenándole siempre al fenómeno de la drogadicción. Pues bien no nos tratéis como ‘drogadictos’, pensad que podemos tener cosas buenas, y que no todo el mundo es malo, simplemente eso. Gracias a todos por leer este texto, escrito con el máximo respeto y cariño para todos. Sed felices”.


Más testimonios

“Soy un chico de 34 años con una discapacidad de Espina bífida que me afecta a las piernas. Me gustaría realizar cibersexo con alguna chica. Busco alguien sin tapujos y sin ningún tipo de vergüenza, sólo disfrutar conmigo realizando sexo de cualquier tipo que nos apetezca. No me importa la edad, sexo o si tiene alguna discapacidad...”

“...Me ofrezco para servir a mujeres discapacitadas sea cual sea su enfermedad, raza, o edad, la serviría en todos los aspectos, labores domésticas incluidas, sólo a cambio de que me domine absolutamente y se erija en mi propietaria, seré su esclavo incondicional, sin interés sexual ni económico. Seriedad. Tengo 34 años y más o menos atractivo supongo. Si hay alguna interesada para no perder tiempo con anuncios.”

“...Suena un poco cursi mi mensaje pero bueno, te cuento que busco conocer una mujer (discapacitada o no), yo soy discapacitado motor. Denme la oportunidad de darme a conocer. Tengo 27 años.....” 

“Quisiera conocer mujeres discapacitadas, no soy discapacitado y pues me encantaría tener una bella amistad con alguna de ellas, no importa el lugar donde esté...” 

“....Deseo conocer mujer parapléjica, seria y detallista a partir de los 20 años, para conocernos y entablar una relación bonita, tengo 26 años. De cualquier parte, preferentemente de.....” 

“Recién en una página de discapacidad oí mencionar este término y dicen que los devotee son aquellas personas con desarreglos psicológicos por estar atraídos por prótesis, ortesis, etc., es decir que no admiran al discapacitado sino que se excitan por la discapacidad en sí, ¿es eso cierto?...”

“Tengo 39 años, y no soy discapacitado y ¿que qué hago aquí? Muy fácil... todos somos muy capacitados para unas cosas y muy discapacitados para otras... o sea, que esa etiqueta le puede valer a cualquiera, y de lo de ’minusválido’ ni qué decir.... en fin, que somos personas, eso es lo que importa. Tampoco voy a dejaros ignorar algo importante acerca de mí... soy bisexual, ¿es eso una discapacidad o una capacidad doble? Que cada cual que piense lo que quiera, lo cierto es que cada uno lo puede vivir de manera muy diferente, sobre todo si es algo que se lleva oculto. Y otra cosa que puede extrañar a muchos y que tampoco tengo intención de callarme....y es que siento una atracción muy especial por personas con discapacidad física, ¿no es esto también algo que puede disminuir la capacidad de poder amar? o por el contrario ¿amplía esta capacidad hasta límites fuera del sentido común? ¡Un fuerte abrazo a todos (y ánimos para los que los necesiten)!”. 


Collarines, aparatos ortopédicos y demás

“Hola a todos. Voy a romper una lanza a favor del Devotee y del Wannabe. Todos hemos sufrido en nuestras carnes la sensación de no ser ‘normales’ o de apetencias que no todo el mundo es capaz de aceptar. Yo reivindico desde mi posición protectora a aquellos Devotos que necesitan ser necesitados. Unos quieren la atención y otros quieren atender. ¿Tan raro es? Incluso los que extrapolamos nuestra sexualidad a nuestra forma de ser, protectora o necesitada de atención, hemos de entender que esto es una filosofía de vida. Somos así y enfocamos nuestra forma de ser a nuestra sexualidad, cómo todo el mundo. No os sintáis mal los que sufrís o los que no pueden entender la realidad de vuestro yo más interno. Yo, desde mi fetiche, (me gusta cuidar de las mujeres escayoladas –enyesadas-, con collarín, en silla, con corsé...etc.) y sí, me excita. ¿Hay algo malo? Si en algo creo que todos coincidimos es en la ausencia de dolor hacia el otro, como mucho sólo queremos cuidar o ser cuidados. Amemos este maravilloso don que tenemos”.

” Hola me gustaría conocer chica devotee para lo que surja....MSN, videocam, cibersex, amistad....lo que quieras...”

”Soy tetrapléjico y me gustaría conocer gente devotee, para intercambiar opiniones y conocernos. Me gustaría tener una relación real. Si estás interesada escríbeme...”

”Señor gay mayor devotee desea contactar chicos con discapacidad entre 25 y 45 años....”

“Para mí es una preferencia. Como me gustan hombres con ojos morenos o negros me gustan también hombres discapacitados. Entre mis primeros sentimientos y memorias está que yo pienso que hombres y mujeres discapacitados son guapos. No sé porque. En la proximidad no estuve con nadie con discapacidad - o a menos nadie con sillas de ruedas-, porque eso es que me gusta. Pero en estos sentimientos no hay nada sexual. Era demasiado pequeña para saber qué es sexualidad”.

“Hola a todos. Soy una chica de 23 años que se siente atraída por chicos con discapacidad. No sabía que este tipo de atracción tuviese un nombre (devotee), por lo que ha sido una grata sorpresa encontrar toda la información que este foro me ha aportado y saber que hay más personas como yo. 

Sólo me gustaría decir que me considero una chica completamente normal en cuanto a mis preferencias sexuales porque pienso que en el sexo no hay reglas y cada cuál lo entendemos de un modo distinto. Hace ya varios años que me di cuenta de esta atracción que sentía y desde entonces lo llevo con total normalidad porque entiendo que no se trata en absoluto de nada malo. Por otro lado, en mi caso no es algo que me limite a la hora de escoger a una pareja, es decir, también me atraen los chicos sin discapacidad.

En cualquier caso, mi atracción hacia los chicos discapacitados es sólo una atracción física. Pero a la hora de enamorarme de alguien, para mí son mucho más importantes otras cualidades en la persona como es su forma de ser. Es decir, no me basta con que el chico esté discapacitado, después para que pueda gustarme deberá atraerme también su personalidad. Por todo ello no considero esta atracción diferente a otras que puedan considerarse más normales como sentirse atraída por chicos de pelo largo, ojos azules o cualquier cosa. Puede que sea algo menos común, sí, pero no por ello debo entender que se trate de ninguna parafilia ni perversión puesto que en absoluto controla ni limita mi vida. Soy estudiante universitaria y hago una vida completamente normal e igual a la de cualquier chica de mi edad. Hace un año tuve una relación con un chico parapléjico. 

En un principio me sentí atraída por su discapacidad, pero luego fueron su sentido del humor, su manera de ver el mundo, su sinceridad, su carisma y la tremenda cultura que tenía lo que hicieron que me enamorara de él. Desde el primer momento en que nos conocimos él supo de mi atracción hacia su condición física y le pareció maravilloso y beneficioso para nuestra relación que yo pudiese sentir aquello. Éste es sólo mi caso y mi experiencia. Supongo que la manera de sentir y la forma de experimentarlo de cada devotee será distinta. 
De todas formas con este mensaje sólo intento que las personas que han escrito sobre este tema tratándolo de manera irrespetuosa puedan entenderlo mejor y quizá respetarlo un poco más. 

Me llamó mucho la atención algo que leí por el foro referente a este tema sobre que cómo podíamos alegrarnos del mal ajeno. Me sorprendieron muchísimo estos comentarios. 
En ningún momento me alegro al ver que un chico tiene limitada su movilidad. Mi sentimiento no es de gozo ni regocijo por una desgracia, es un sentimiento de atracción hacia una determinada condición física, es muy diferente”.


Más allá de la discapacidad

En una sociedad que recién comienza a vencer prejuicios y a ampliar su mirada respecto a la vida sexual de las personas con discapacidad, hablar de devotee o wannabe es sin dudas un proceso espinoso. Proceso que también divide aguas entre profesionales de la salud, la psicología y la sexualidad. “Solemos emplear criterios estadísticos o ideológicos para clasificar las formas del deseo, la excitación y el orgasmo humano”. Havelock Ellis, el eminente médico inglés, se refiere a las alternativas o variantes sexuales cuando expresa: ‘Todo el mundo no es como usted, ni como sus amigos y vecinos. Incluso sus amigos y vecinos puede que no sean tan semejantes a usted como usted supone’. Comprender las parafilias implica saber hasta dónde los hechos del desarrollo del sexo y sus emociones pueden ser uniformes y constantes”, analiza la Dra. Isabel Boschi. 

Pero si podemos dejar en claro, más allá de abrir un espacio de interrogantes, que lo más importante es que cualquier práctica donde se parcialice a la persona y no se la tome en su totalidad, reviste una problemática concreta. Como del mismo modo, las personas con discapacidad no deben permitir que se las reduzca cuando en realidad son mucho más que la discapacidad que portan. 
De todos modos la llegada de estos temas a los medios, y por ende a la sociedad, ayuda a romper barreras en el anquilosado ideario social, permitiendo debatir sobre una gran deuda acarreada contra las personas con discapacidad: el derecho al placer y el reconocimiento y desarrollo de una sexualidad plena.


En resumen (mi resumen):

como la mayor parte de las cosas de la vida en esto no hay blanco o negro, tenemos un abanico de matices que nos permiten encontrar una definición precisa para cada caso, no hay bien o mal, mejor dicho, el límite es tenue e impreciso quizás por deberse a la dimensión del tema, el sexo siempre es difícil de abordar y más cuando le añadimos el contexto de la discapacidad.

Algunos datos curiosos que vale la pena mencionar porque aportan un contexto más exacto y por lo tanto mayor claridad para entender de qué estamos hablando:

* Hay un 20% más de devotees hombres que mujeres

* En general los hombres prefieren o sienten atracción por mujeres amputadas

* La atracción o la preferencia de las mujeres se centra en hombres usuarios de sillas de ruedas (¡vamos carajo!)

* El perfil sociocultural de los devotees promedio es medio - alto

* Tanto devotees como wannabes presentan un alto promedio de autoestima y pensamiento intuitivo, pero porcentajes bajos en interés social, estabilidad emocional y relaciones interpersonales.

A veces, y esto lo digo como discapacitado, la soledad es insoportable y si a esto le sumamos el nivel alto de ignorancia que nuestra sociedad tiene sobre nuestra realidad sexual, no tenemos más remedio que arriesgarnos a una relación que podría dañarnos más que hacernos bien. ¿Podemos tachar de mayor perversión a la atracción que siente una persona por un cuerpo irregular que a otra que usa el cuerpo de una mujer hermosa como un pedazo de carne?, ¿acaso el fetiche por los pies, fluidos escatológicos, ciertos materiales, ciertas tendencias al dolor o cualquier otra predilección no es una parafília?, ¿existe sólo un tipo de belleza?.

Con estos interrogantes pretendo hacerlos pensar, quizás este trabajito sirva en un futuro para hacer de las relaciones humanas algo más cotidiano y sencillo.

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Un abrazo y espero sus comentarios.
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Sexo con Discapacitados: Devotees y Wannabes (interesante)

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4 comentários - Sexo con Discapacitados: Devotees y Wannabes (interesante)

Hola. Soy psiquiatra y he atendido a personas con esta parafilia. Si algo aprendi en mi profesión es que el sexo no es cuadrado.
Te dejo puntos y gracias.
Creo que la denominación de parafilia con la carga despectiva que tiene es incorrecta para esta atracción.
Me encantaría seguir charlando con vos de esto.
Soy un hombre con discapacidad.
Saludos
@ImperioTabu gracias por tu respuesta. Te parece por privado?
si, por supuesto