1. El Chongo de mi Novia - Juegos Morbosos

Todo empezó una noche como tantas otras, cogiendome a Flor en cuatro, como cajon que no cierra, de esas veces que el cuerpo pide guerra y la cabeza se deja llevar por la calentura. 

 La tenía agarrada fuerte de las caderas, ese culo hermoso rebotando contra mi pelvis, mientras gemía como la tremenda puta que es. Le daba con todo, sintiendo cómo su concha mojada se apretaba contra mi verga dura, gimirnfo y desesperada por más. 

Nos decíamos de todo. Palabras calientes, confesiones morbosas que en frío tal vez callas, pero en ese momento eran fuego. Estábamos al borde del orgasmo, los dos descontrolados de calentura, y fue ahí cuando solté lo que venía imaginando hacía años: 

—Qué ganas de que te cojan por puta… 

Flor no solo no frenó. Se volvió loca. Gimió con mas intensidad, como si esa frase le hubiera apretado la concha desde adentro. Y sin siquiera mirarme, jadeando entre embestidas, me contestó: 

—Me encantaría que me cojan en cuatro adelante tuyo… 

Esa frase me detonó. Sentí que explotaba. Le metí cinco bombazos más y acabé con toda mi fuerza adentro de ella, sintiendo cómo su concha me exprimía, compartiendo un orgasmo tan cargado de morbo y placer que quedamos temblando, sudados, respirando agitados, con las mentes hechas un infierno de caliente. 

Habíamos cruzado un límite. Uno hermoso. 

Días después, entre charlas cada vez más calientes, surgió la idea de invitar a nuestros juegos a él: Guido. Su ex chongo. El tipo con el que había cogido cuando nos habíamos separado un tiempo atrás. Yo sabía que la había vuelto loca. Pijón, dominante, ese tipo que la hacía acabar como loca. Todo en él encajaba perfecto con nuestra fantasía. 

Le di vía libre a Flor para que lo contacte. Le dije que arregle con él, que el sábado venga a casa. Desde ese momento hasta que llegó el día, Flor y yo no dejamos de cogernos como animales. Cada polvo era un ritual de calentura, cada encuentro una bomba de morbo que alimentábamos sin freno. 

Durante el sexo, jugábamos a que era Guido el que se la estaba cogiendo, y eso nos llevaba al límite. Me decía cosas al oído mientras yo la bombeaba con todo: 

—¿Me vas a dejar que me lo coja? —me decía con esa vocecita de nena provocadora, mientras se me clavaba con fuerza. 

—¿Te gusta que me cojan por puta? 

—¿Te gusta ver cómo se cogen a la petera de tu novia? 

—Así quiero que me coja Guido… bien duro, como le gusta a esta conchita puta… 

En el medio de un pete, me miraba y decía: 

—Así se la voy a chupar a Guido, mirá cómo practico… 

Yo me hacía la paja mientras ella me contaba todo lo que hacían con él en el pasado. Cada detalle era una paja nueva, una fantasía más que se sumaba. El nivel de morbo que manejábamos era de otro planeta. Estábamos teniendo el mejor sexo de nuestras vidas, como al principio de todo, pero multiplicado por mil. 
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Mas jugábamos, mas nos calentábamos, mas cogiámos, mas morobosos estábamos.

Flor tiene esa carita de santita, esa que te confunde. Pero en la cama es la más puta de todas. Le encanta que la traten como una zorra, que la agarren fuerte del cuello, que le digan cosas sucias, que la hagan tragar pija y se la cojan fuerte. Y esa dualidad me enloquece. Esa es mi Flor. Mi novia. Mi putita. 

Y lo que estábamos por vivir… iba a llevar todo eso al límite.

Foto en una de esas noches de juegos...
 

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1 comentários - 1. El Chongo de mi Novia - Juegos Morbosos

Fw205
Una putita hermosa. Y si, se merece un buen bull que la haga gozar y vos disfrutes viéndola…

trio