Mi nombres es Ninfa Driades, soy una mujer gordita de 1.64, piel morena, clara hombros anchos, cabello castaño y un par de longitas de mas. Trabajo en un club nocturno llamado Possession, no, no es lo que estan pensando mi cuerpo no me permite ni ser mesara ni bailarina, tuve que ganarme la oportunidad para poder trabajar como bartender, ya que las únicas mujeres que trabajan aqui son bailarinas o meseras, yo fui la excepción. Hasta el momento no se a presentado ninguna situación. Hoy es viernes por la noche y el bar esta ha reventar, es que el lugar es de los mas famosos de la zona, mi uniforme es sencillo, una camisa de manga color blanco con un pantalon color negro.
Hoy cometí el gran error de traerme esta camisa, constantemente tenia que subir el cierra por que el condenado me traiciono y se descompuso, estuve preparando coctel tras coctel, que ni cuenta me di cuando alguien estaba enfrente de mi, yo creo que media mas del 1.70, levante un poco mi vista y vi que su mirada estaba hacia abajo, mire un poco de reojo para ver que era lo que tanto observa y fue cuando me di cuenta
Mi sierre se habia bajado mas, cuando estaba a punto de subirlo de nuevo, el joven detuvo mi mano y no dejaba de mirarlas, su mirada me ponía un oco nerviosa y mas cuando dejaba de mirarme .
Y con todo el descaro del mundo me pidio un favor, me dijo que lo dejara asi, que no era justo que privara a su vista de tan hermosos ejemplar,
Tenia unas ganas enormes de contestarle pero no pude , senti que hablaba con un niño, era un joven como de 18 o 19 años, piel blanca, delgado, cabello ondula y traia unas gafas que lo hacia ver sofisticado e inteligente, justo cuando estaba por contestar, mi jefe lo saludo, por poco y lo arruinó y le miento la ma.... Al joven sr Dylan, el dueño del lugar. Quien no dejaba de mirarme. Aunque pensándolo bien me dio un poco de ternura, era un joven de tez blanca, delgado, con un traje a la medida, su cabello estaba un poco despeinado y ondulado, a lo mucho aparentaba unos 19 o 20, pero como dicen por ahi las apariencias engañan, pues ya tenia sus 27 años, tenia rasgos muy finos. Desvie mi miranda cuando un cliente me llamo por una cerveza y me comenzo a coquetear, no podia creerlo jamas nadie lo hizo y justo hoy que esta el dueño se les ocurre hacerlo, fueron ronda tras ronde que cada cliente que se acercaba me coqueteaban y el dueño no dejaba de mirarme, todo paso tan rapido, cuando un cliente tomo un billete y estaba a ponto de ponerlo entre mis senos cuando lo detuvo el dueño y llamo al de seguridad para que sacaran a ese hombre. Lugo me pidio que lo siguiera a la oficina, estaba nerviosa, pero cuando llegue....
Hoy cometí el gran error de traerme esta camisa, constantemente tenia que subir el cierra por que el condenado me traiciono y se descompuso, estuve preparando coctel tras coctel, que ni cuenta me di cuando alguien estaba enfrente de mi, yo creo que media mas del 1.70, levante un poco mi vista y vi que su mirada estaba hacia abajo, mire un poco de reojo para ver que era lo que tanto observa y fue cuando me di cuenta
Mi sierre se habia bajado mas, cuando estaba a punto de subirlo de nuevo, el joven detuvo mi mano y no dejaba de mirarlas, su mirada me ponía un oco nerviosa y mas cuando dejaba de mirarme .
Y con todo el descaro del mundo me pidio un favor, me dijo que lo dejara asi, que no era justo que privara a su vista de tan hermosos ejemplar,
Tenia unas ganas enormes de contestarle pero no pude , senti que hablaba con un niño, era un joven como de 18 o 19 años, piel blanca, delgado, cabello ondula y traia unas gafas que lo hacia ver sofisticado e inteligente, justo cuando estaba por contestar, mi jefe lo saludo, por poco y lo arruinó y le miento la ma.... Al joven sr Dylan, el dueño del lugar. Quien no dejaba de mirarme. Aunque pensándolo bien me dio un poco de ternura, era un joven de tez blanca, delgado, con un traje a la medida, su cabello estaba un poco despeinado y ondulado, a lo mucho aparentaba unos 19 o 20, pero como dicen por ahi las apariencias engañan, pues ya tenia sus 27 años, tenia rasgos muy finos. Desvie mi miranda cuando un cliente me llamo por una cerveza y me comenzo a coquetear, no podia creerlo jamas nadie lo hizo y justo hoy que esta el dueño se les ocurre hacerlo, fueron ronda tras ronde que cada cliente que se acercaba me coqueteaban y el dueño no dejaba de mirarme, todo paso tan rapido, cuando un cliente tomo un billete y estaba a ponto de ponerlo entre mis senos cuando lo detuvo el dueño y llamo al de seguridad para que sacaran a ese hombre. Lugo me pidio que lo siguiera a la oficina, estaba nerviosa, pero cuando llegue....
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