Como les gustó mucho mi post anterior, se me ocurrió la idea de seguir contando historias de esta etapa bastante particular en mi vida con Maracarena, una ninfa de familia paraguaya, de culo imnponente y salida de las profundidades del conurbano.
Con el permiso de la susodicha y el recuerdo de viejas añoranzas paso a contar uno de nuestros encuentros más frenéticos.
Fue a los seis meses de habernos conocido, ya habiamos entablado una hermosa relación, no eramos novios (yo estoy casado hace tiempo) y le llevo a esta nena bastante de edad. En ese momento ella tenia 19 y yo 45. Pero teníamos muy buena conexión, como amigos con el detalle de que todas nuestras salidas terminabn en garche. De a poco yo le fui comprando regalos para que se sienta cómoda y a ella le exitaba el hecho de sentirse una especie de puta vip.
Al ser ella de una villa bastante peligrosa yo deje de frecuentar ese lugar y le propuse continuar nuestro periplo en distintos hoteles de capital. Todos los sábados a la tarde cuando ella no tenía facultad, agarraba una mochilita y le decía a su mami que se iba a lo de una amiga a estudiar, yo la esperaba en una avenida que daba a los monoblocks y enfilabamos.
Pocas cosas en la vida se comparan con lo que sentía al verla llegar por la vereda con esos 19 añitos, recien bañada y con el jean todo ajustado. Todo sin que su familia se entere. Esa sensación de lo prohibido me volaba la cabeza. Así hacíamos media hora de viaje, un par de lineas de merca y arrancabamos la fiesta.
Un viernes muy frio de junio del 2015 me cuenta que su madre, Doña Elena, iba a cumplir años y lo iba a celebrar. Como yo ya era casi parte de la familia no podía faltar. La sitaución me traía un pequeño inconveniente: como le decía a mi mujer. No podía decirle que me iba a provincia a celebrar el cumpleaños de una Doña porque me estaba garchando a la hija así que inventé que iba a jugar al Fúbol 5 con unos amigos y que volvería a las 19 para estar en una presentación de gimnasia artistica de nuestra hija.
Ese sabado con la coartada lista me mandé a destino, llegue y ya estaba toda la familia de la vieja, me presento cordialmente, estuve muy incomodo con esa gente, tenía una ganas de volverme pero ya eztaba en el baile y no podía decepcionar a mi nena. Con cumbia al palo, comemos asado, hablamos de politica, futbol y otras cosas que no me impotaban. Ahi es cuando aparece mi reina, Macarena, con un pantalocinto suelto que no dejaba ver nada y una camiseta de Argentina, bastante recatada, acorde a la situación. Mis ganas de comerle la boca frente a todos obviamente se contuvieron y en un momento ella desaprece.
A la media hora le preguntó donde estaba y me dice acá en mi pieza ordenando unas cosas. Le respondo con un timido: "voy" y ella me da la aprobación. Asi que en medio de los adultos, me excuso, diciendo que necesitaba hacer una llamda y me mando derecho a mi destino de lujuria. Entro y ella estaba tirada en la cama con el celular y fumando un faso. Me dice: estás desesperado? y le contestó "Sabes que tengo la leche hasta el cuello, vos me dejas asi" Y asi me tiro encima de ella, le saco el celular a la mierda y empezamos a puro beso. Al toque saco el forro y le damos duro y parejo. Hace mucho que no le acababa en la boca así que le ordené que se ponga de rodillas y abra bien la boquita para darle la mema. De repente siento que alguien la llama porque la madre iba a soplar la vela. Irónico, la hija ya la estaba soplando. Entonces, apuramos tramite, le dejó toda la lactosa en la boca, traga y salimos afuera a cantar el cumpleaños feli.
Luego del festejo, la torta, y hablar con un viejo que se quejaba todo el tiempo de la policía me pintó ganas de un segundo round pero mi Maca no estaba por ningun lado, estuve a punto de ir a buscarla a la habitación, sin preguntar, si estaba dormida despertarla para poder cogermela pero no me animé. Le pregunte timidamente a su madre pero me dijo que no sabía. Sospecho que a estas alturas la vieja sabia algo de nosotros, era imposible que no se diera cuenta. Así con la leche subiendo decidi esperar y esperar hasta que volvió Maca con medialunas.
Bien se mete en su habitación, me contesta mi mensaje dandome luz verde para entrar y continuar lo que empezamos. Esta vez la puse en cuatro, le di como cajón que no cierra, lanzó un par de gemidos que me despertaron temores de que alguien pueda escuchar asi que le cubrí la boca con las dos manos, lo que me calentó más.
Suelo ser de tirón largo pero la adrenalina de la situación y el contexto hizo que acabara más rapido y eso me valió un poco de burlas picaronas de mi ninfa. Luego de la acción nos quedamos charlando y viendo un partido de la Copa América que se disputaba de ese año.
En un momento se hicieron las 18:30 y me acorde de la presentación de gimnasia artistica de mi hija. Así me despedí rapidamente d emi putita, saludé con cariño a su madre y al resto de gente. Me metí al auto y con los Rollings Stones de fondo sali volando en el auto hasta capital. Ni el más campeón de Formula Uno igualó mi marca ese dia. Al llegar (tarde por supeusto) mi esposa me saluda: "amor estás todo transpirado" - Recordando mi coartada original dije: "Si Clau, no andaba la ducha del club, tuve que manejar así". Quizás la excusa más boluda que podía inventar pero ella la creyó. - "No importa amor te bañas después en la casa", me dijo tierna.
Ay claudita de mi vida, dios bendiga tu ingenuidad. ...
Tengo más historias con Maca pero sin duda este fue uno de los encuentros que más recuerdo, fue una etapa hermosa de mi vida pero también llena de dudas. Casi pierdo la cabeza por esta pendeja, pensé desde comprarle un departamento para manternerla o hasta dejar a mi familia. Estaba cegado como en una adicción. Increible las locuras que uno puede hacer por una concha.
Como dije en el otro post, actualmente nuestro vinculo es puramente de amistad y admiración mutua. Pero esa relación me dejó un cambio de chip con respecto a mis gustos sexuales y me dio un hábito de preferencia por pendejas de barrios carenciados que me ha llevado a distintas situaciones, algunas bastante peligrosas, que con gusto iré compartiendo con ustedes. Les mando un abrazo grande y que estén bien amigos.
Con el permiso de la susodicha y el recuerdo de viejas añoranzas paso a contar uno de nuestros encuentros más frenéticos.
Fue a los seis meses de habernos conocido, ya habiamos entablado una hermosa relación, no eramos novios (yo estoy casado hace tiempo) y le llevo a esta nena bastante de edad. En ese momento ella tenia 19 y yo 45. Pero teníamos muy buena conexión, como amigos con el detalle de que todas nuestras salidas terminabn en garche. De a poco yo le fui comprando regalos para que se sienta cómoda y a ella le exitaba el hecho de sentirse una especie de puta vip.
Al ser ella de una villa bastante peligrosa yo deje de frecuentar ese lugar y le propuse continuar nuestro periplo en distintos hoteles de capital. Todos los sábados a la tarde cuando ella no tenía facultad, agarraba una mochilita y le decía a su mami que se iba a lo de una amiga a estudiar, yo la esperaba en una avenida que daba a los monoblocks y enfilabamos.
Pocas cosas en la vida se comparan con lo que sentía al verla llegar por la vereda con esos 19 añitos, recien bañada y con el jean todo ajustado. Todo sin que su familia se entere. Esa sensación de lo prohibido me volaba la cabeza. Así hacíamos media hora de viaje, un par de lineas de merca y arrancabamos la fiesta.
Un viernes muy frio de junio del 2015 me cuenta que su madre, Doña Elena, iba a cumplir años y lo iba a celebrar. Como yo ya era casi parte de la familia no podía faltar. La sitaución me traía un pequeño inconveniente: como le decía a mi mujer. No podía decirle que me iba a provincia a celebrar el cumpleaños de una Doña porque me estaba garchando a la hija así que inventé que iba a jugar al Fúbol 5 con unos amigos y que volvería a las 19 para estar en una presentación de gimnasia artistica de nuestra hija.
Ese sabado con la coartada lista me mandé a destino, llegue y ya estaba toda la familia de la vieja, me presento cordialmente, estuve muy incomodo con esa gente, tenía una ganas de volverme pero ya eztaba en el baile y no podía decepcionar a mi nena. Con cumbia al palo, comemos asado, hablamos de politica, futbol y otras cosas que no me impotaban. Ahi es cuando aparece mi reina, Macarena, con un pantalocinto suelto que no dejaba ver nada y una camiseta de Argentina, bastante recatada, acorde a la situación. Mis ganas de comerle la boca frente a todos obviamente se contuvieron y en un momento ella desaprece.
A la media hora le preguntó donde estaba y me dice acá en mi pieza ordenando unas cosas. Le respondo con un timido: "voy" y ella me da la aprobación. Asi que en medio de los adultos, me excuso, diciendo que necesitaba hacer una llamda y me mando derecho a mi destino de lujuria. Entro y ella estaba tirada en la cama con el celular y fumando un faso. Me dice: estás desesperado? y le contestó "Sabes que tengo la leche hasta el cuello, vos me dejas asi" Y asi me tiro encima de ella, le saco el celular a la mierda y empezamos a puro beso. Al toque saco el forro y le damos duro y parejo. Hace mucho que no le acababa en la boca así que le ordené que se ponga de rodillas y abra bien la boquita para darle la mema. De repente siento que alguien la llama porque la madre iba a soplar la vela. Irónico, la hija ya la estaba soplando. Entonces, apuramos tramite, le dejó toda la lactosa en la boca, traga y salimos afuera a cantar el cumpleaños feli.
Luego del festejo, la torta, y hablar con un viejo que se quejaba todo el tiempo de la policía me pintó ganas de un segundo round pero mi Maca no estaba por ningun lado, estuve a punto de ir a buscarla a la habitación, sin preguntar, si estaba dormida despertarla para poder cogermela pero no me animé. Le pregunte timidamente a su madre pero me dijo que no sabía. Sospecho que a estas alturas la vieja sabia algo de nosotros, era imposible que no se diera cuenta. Así con la leche subiendo decidi esperar y esperar hasta que volvió Maca con medialunas.
Bien se mete en su habitación, me contesta mi mensaje dandome luz verde para entrar y continuar lo que empezamos. Esta vez la puse en cuatro, le di como cajón que no cierra, lanzó un par de gemidos que me despertaron temores de que alguien pueda escuchar asi que le cubrí la boca con las dos manos, lo que me calentó más.
Suelo ser de tirón largo pero la adrenalina de la situación y el contexto hizo que acabara más rapido y eso me valió un poco de burlas picaronas de mi ninfa. Luego de la acción nos quedamos charlando y viendo un partido de la Copa América que se disputaba de ese año.
En un momento se hicieron las 18:30 y me acorde de la presentación de gimnasia artistica de mi hija. Así me despedí rapidamente d emi putita, saludé con cariño a su madre y al resto de gente. Me metí al auto y con los Rollings Stones de fondo sali volando en el auto hasta capital. Ni el más campeón de Formula Uno igualó mi marca ese dia. Al llegar (tarde por supeusto) mi esposa me saluda: "amor estás todo transpirado" - Recordando mi coartada original dije: "Si Clau, no andaba la ducha del club, tuve que manejar así". Quizás la excusa más boluda que podía inventar pero ella la creyó. - "No importa amor te bañas después en la casa", me dijo tierna.
Ay claudita de mi vida, dios bendiga tu ingenuidad. ...
Tengo más historias con Maca pero sin duda este fue uno de los encuentros que más recuerdo, fue una etapa hermosa de mi vida pero también llena de dudas. Casi pierdo la cabeza por esta pendeja, pensé desde comprarle un departamento para manternerla o hasta dejar a mi familia. Estaba cegado como en una adicción. Increible las locuras que uno puede hacer por una concha.
Como dije en el otro post, actualmente nuestro vinculo es puramente de amistad y admiración mutua. Pero esa relación me dejó un cambio de chip con respecto a mis gustos sexuales y me dio un hábito de preferencia por pendejas de barrios carenciados que me ha llevado a distintas situaciones, algunas bastante peligrosas, que con gusto iré compartiendo con ustedes. Les mando un abrazo grande y que estén bien amigos.
5 comentários - De trampa con una pendeja villera trola (parte 2)