Esta historia ocurre a mis 13 años aproximadamente, en ese momento la mayoría de mis amigos ya se estaban desarrollando de una forma bastante llamativa, la mayoria ya tenía pelos en sus genitales y hasta habian pegado un estiron importante en cuanto a altura, pero ese no era mi caso yo seguía teniendo mi cuerpo de nene y de hecho me parecía mas a una nena, ya que para ese entonces yo era algo gordito con algo de senos y un poco culon, rubio y petiso. La cuestión es cómo suele ocurrir a esa edad, mis amigos sabían robarle algunas revistas pornos de sus padres y pajearse en grupo, comparaban sus penes y la distancia de sus acabadas o boludeces así en las cuales yo no solía participar porque me daba vergüenza hacerlo frente a ellos, entre mis amigos se rumoreaba que Esteban era el mas pijudo, teniamos casi la misma edad pero el ya parecía cómo de algunos años más, era morocho, un poco más alto y bastante fibroso. Por esas cosas del destino con Esteban nos fuimos haciendo más íntimos que con el resto del grupo, una tarde fui a su casa y me atendio algo agitado, cuándo le pregunté que le pasaba me dijo que lo acompañe a su pieza al entrar cerro su puerta y saco debajo de su almohada unas revistas porno, me dijo mira lo que le encontre a mi Papá,(Esteban vivía solo con su Papá)..
Las puso sobre la cama y empezo a pasar página por página, hasta que en un momento dado se bajo su short y saco una descomunal pija de unos 17 o 18cm, y comenzo a pajearse, yo la verdad que no podía dejar de contemplar ese pedazo de verga, quede sorprendido con su tamaño ya que de las pocas que había visto de mis amigos esa era la mas grande indudablemente. Esteban me hizo una seña con sus ojos cómo invitandome a la paja, yo bastante avergonzado baje mi pantalón y saque mi pijita algo durita pero que ni por asomo se asemejaba con la de Esteban. Empezamos a pajearnos mientras ibamos viendo las revistas y en un momento Esteban me propuso pajearnos entre los dos, y sin darme tiempo a responder agarro mi pijita con sus dedos, y yo procedí a hacer lo mismo pero mi mano no alcanzaba a cubrir el ancho de su pija, recuerdo sentir su piel caliente y sus latidos a mil, la verdad es que me concentré más en pajearlo que en ver las revistas, Esteban en un momento dejo de pajearme y comenzo a tocar mis nalgas muy suavemente, al principio ni me percate ya que yo seguía muy concentrado en pajear esa hermosa pija, Esteban acariciaba mis nalgas gorditas y mi espalda y eso parecia calentarlo porque cada vez se le ponía más dura su pija y sus latidos eran más intensos, en un momento dado nos sacamos nuestras remeras y Esteban me tomo del cuello y me llevo lentamente hacia su pija, me arrodille frente a ella y luego de contemplarla brevemente abri mi boquita y empece a chuparla tal cual veía cómo lo hacían las mujeres en las revistas, no se si lo hice bien ya que al principio su sabor saladito me dio un poco de asquito, pero después me fui acostumbrando, obviamente no me cabia mas de su cabeza en mi boquita, la cuál yo chupaba cómo si fuera un chupetín o una paleta de helado, Esteban gemia de placer y luego de un rato sentí su agitación y su verga se hincho en mi boca y estalló en una acabada, obviamente me dió asco ya que era la primera vez que sentía el sabor a leche, más aún que el primer chorro fue a parar directamente a mi garganta y no me quedo otra opción más que tragar mientras el me sostenía de mi cabeza, hice arcadas y logre soltarme, tirando el resto de su leche en mi cara y pechos.
No tuve tiempo ni de procesar lo que había ocurrido, cuándo de repente, se abrió la puerta de su habitación, y alguien grito:
Esteban, que hacen!!!?
Ese alguien era su papá, Don Juan, que nos sorprendió en ese momento tan incómodo, sus revistas pornos tiradas sobre la cama y yo arrodillado frente a la pija de su hijo y con mi cara llena de su leche.
Inmediatamente nos grito, y nos agarro del cuello. A Esteban le pegó un chirlo en su cara y lo reto por sacarle sus revistas y a mi me dijo, ya vamos a ver que dicen tus Papás de esto. Continuará...