Mujeres calientes teniendo sexo al aire libre

Nuevamente nos juntamos las “Amigas de Poringa!” e hicimos un relato colectivo. Todas mujeres que queremos compartir nuestras experiencias. Todos los relatos son de situaciones reales y el tema los vamos eligiendo de acuerdo a la propuesta de alguna.
Agradecemos los mensajes que recibimos todas y que haya gustado tanto el relato colectivo anterior http://www.poringa.net/posts/relatos/5872749/Historias-morbosas-de-mujeres-en-el-transporte-publico.html  ahora lo que decidimos contarles son nuestras calientes experiencias al aire libre, fuera de cuatro paredes en lugar espúblicos con la adrenalina de lo inesperado.
Esperamos sus mensajes, sus me gusta y que las disfruten. 
 
 
 
AL AIRE LIBRE ES MEJOR !!
@Sabri_cba- rubia
 
Con mi pareja solíamos ir muy seguido a recorrer lugares en las sierras, caminata, rio, sol y si se podía mucho sexo. Una mañana salimos preparados para ir bien lejos donde casi nadie llega, un paraíso, arribamos después de 2hs de un camino bastante complicado y con mucho calor. Inmediatamente me saqué la ropa y me tiré al agua, tomamos unas cervecitas y como no había nadie me saqué la parte de arriba del bikini para que no queden marquitas. “Sós una HDP” me dijo él, agregando: “¡¡¡ hace años que estamos juntos y esas tetas me vuelven cada vez más loco!!!”. En tono desafiante contesté: “¿Y solo vas a mirar?” le dije y lancé una carcajada. Ahí nomás saltó encima de mí, tomo una en cada mano y me las comenzó a devorar, yendo de una a otra con la boca. Me calienta demasiado eso.
 
Yo cada tanto miraba para todos lados, para corroborar que no haya nadie a pesar de que el lugar es muy poco concurrido. Luego de gozar un rato, me arrodillé en el toallón que habíamos puesto porque las piedras estaban muy calientes, pero no más calientes que yo. Como una fiera le chupé la pija como me encanta, mi excitación me había puesto bien loquita y no daba más, entonces me paré, me fijé de nuevo que no venga nadie y me desnudé completamente. Así en bolas, me apoyé sobre una piedra parando bien la colita y le dije: “dale cojeme bien rico…” con voz de putona caliente. Él, también se sacó toda la ropa avanzando hacia mí con la pija bien dura; se arrimó a mi conchita bien mojada y me la metió sin problema hasta el fondo de una vez.

Mujeres calientes teniendo sexo al aire libre

 
El silencio era espectacular, solo se escuchaba el agua recorriendo las piedras y el ruido de mi cola golpeando contra su cuerpo, medio tan fuerte que mis gemidos se escuchaban y hacían eco entre las montañas, ya me había olvidado de mirar si venía alguien, solo le pedía a los gritos que no pare y que me llene de leche, estaba hecha toda una putita bien caliente. Llegó mi primer orgasmo, pero era tal la excitación que sentía que venía el segundo, “no pares, no pares, dame más” pedía como hembra en celo y… plaf plaf el ruido de nuestras carnes. Gemidos, jadeos y el golpe de su cadera contra mi culo, era la banda de sonido de esta escena de placer. 
 
En ese trance estábamos cuando él se frena de golpe y asustádome dice: “¡Mirá Sabri !”, yo miré hacia mi derecha y nada; “no al otro lado…”, cuando giré la cabeza veo a un grupo de trekking, pasando a unos 5 metros de nosotros. Solo atiné a tapar mis lolas y él se quedó adentro mío tapando mi cola con su cuerpo. Eran 3 mujeres y 4 hombres, nadie dijo nada solo pasaron, obviamente vieron y escucharon todo por varios minutos, mis gemidos y el ruido de tremenda cogida, el sendero por donde ellos, llegaron lo permitía. Es más, los seguí con la mirada y una de las corredoras no se aguantó y se dio vuelta a mirar.
 
Fue tan excitante ser descubiertos, que nos vieran y escuchara, que seguimos, pero cuidándonos de que nadie viniera y que ellos no vuelvan. Me llenó bien de leche y yo feliz con mis 3 orgasmos. Al aire libre fue más rico y el sol en nuestros cuerpos, le dio un toque especial.
 
 
UN TRIO DELICIOSO EN LA MONTAÑA
@Vetemadurita
 
Era fin del verano y estábamos de vacaciones en Córdoba. Buscando lugares solitarios para pasear, nos comentaron de una cueva indígena, pero nos advirtieron que no estaban muy bien señalizado en camino para llegar. Acordamos con un hombre del lugar para que nos guíe, pero cuando llegamos estaba ocupado con otros quehaceres, entonces nos dijo, que su joven hijo nos iba a guiar, que conocía el lugar. 
 
Para acceder a la zona había que hacer una larga caminata subiendo un cerro. El calor era insoportable. Yo vestía una blusita y rigurosa colaless.  A los minutos, ayudándome a subir, ya tuvo el panorama de mi culo desde atrás, él joven me miraba y no perdía detalle de mi cuerpo; hasta un par de veces me tomó de la cintura, para ayudarme, eso me calentó y me estremecí toda, endureciendo mis pezones.
 
Cuando llegamos mi marido estaba muy caliente, se notaba queme quería coger, pero no sabía cómo sacarse al pendejo de encima. Yo estaba cansada, acalorada y muy excitada. El lugar era el paraíso, una cueva, rodeada de pasto, flores, se sentía la soledad, el lugar estaba fresco y corría una hermosa brisa. Ante la posibilidad de que no pasara nada me volví temeraria: me saqué la blusa en la cueva y noté el silencio de mis dos machos disponibles, los impacté, así que fui más allá quitándome el corpiño y la tanga, tirándolas en el pasto. Inicié un paseo desnuda y despreocupada durante algunos minutos para que me miren y sentir el fresco y el sol en toda mi piel, luego volví a la cueva.

mujeres

 
Como todo un caballero mi marido dejó que nuestro invitado acceda primero a mi cuerpo. El joven un poco inexperto, asombrado y quizás medio asustado por lo que le estaba ocurriendo, me beso en la boca, acaricio mis tetas, el culo, la espalda; sin darme cuenta los tres estábamos desnudos. Durante horas y sin ser molestados, sistemáticamente me cogieron, primero el joven a quien guie la pija a mi concha y luego mi culo, mientras le chupaba la pija a mi marido en cuatro patas.
 
La calentura los hizo acabar muy rápido al principio, después los terminé de deslechar durante horas. Chupé pijas como loca, me cogieron por todos los agujeros, acabaron dentro de mí y en mi cara. Me pasearon por todo el lugar dándome pija como una puta: contra un árbol, al costado de unos morteros de 500 años, en el pasto, mirando el horizonte, pero siempre volvíamos a la cueva por el fresco y la brisa.
 
Esa fue una de las tardes mas lindas de maratón sexual que viví, solo se cortó porque anochecía y teníamos que volver. Si bien le dijimos que no cuente nada, no volvimos más por el lugar, qué pendejo no contaría semejante experiencia, un trio delicioso en la montaña.
 
 
SU NECTAR EN MI GARGANTA
@joaki24
 
Esto que voy a contar pasó hace varios años. Mi hijo y yo decidimos pasar un día en el campo, así que preparé unos refrigerios, los metí en la bolsa de mi hijo y salimos de la casa. Cuando llevábamos la mitad de la distancia recorrida nos paramos a comer y beber, mientras lo hacíamos no hablábamos, pues estábamos escuchando los pájaros, el aire moviendo los árboles y el silencio del campo, no había ni rastro de ningún otro ser humano, era lindo haber salido del ruido de la ciudad.
 
Tras terminar de comer me dieron ganas de orinar, así que me bajé los pantalones junto a mi braga y me dispuse a hacerlo (cuando orino lo hago despacio, me parece muy desagradable dejar salir el chorro sin control),en la posición que estaba puesta le regalaba a mi hijo una espectacular y generosa vista de mi conchita, yo lo sabía y él me miraba. Cuando termino, cojo un papel, me limpio y me subo la ropa, luego me vuelvo a sentar al lado de mi niño.

-Pequeño cochino, que no me has quitado ojo mientras orinaba. - le dije con voz un poco pícara.
-Mamá…, es que estás muy buena, mira cómo me has puesto. - me respondió mientras se sacaba la pija; la tenía dura, mojada, rosadita, con medio glande fuera del capullo.

cogiendo

 Nos miramos con cara de deseo, mis pezones reaccionaron automáticamente y mi cuerpo comenzó a sentir ese cosquilleo de la excitación. Sin decir nada yo ya sabía lo que mi pequeño necesitaba, así que acomodé mi cabeza sobre sus piernas y llevé mi lengua a ese falo, olía un poquito fuerte, pues él también había orinado antes, pero ese olor hizo que me pusiera más caliente que una perra encelo.
 
Primero se la mamé despacito y luego con fuerza, me la metía hasta el fondo de la garganta, ríos de baba salían de mi boca, me daban arcadas, pero no estaba dispuesta a parar. Mi hijo viéndome en esa imagen sexual y pornográfica no aguantó ni 2 minutos, se corrió en mi garganta, el semen salió con tal presión, cantidad y viscosidad que casi me ahogó, pues seme fue para otro sitio, tanto que noté como el semen salió un poco por la nariz.
 
Luego de tragar todo ese néctar delicioso, me puse de pie, limpié los restos de semen que quedaban en mi rostro, le dediqué una sonrisa de placer y observé su cara de satisfacción. Subimos al auto y nos pusimos otra vez en marcha, estaba siendo un día espectacular en familia.
 
 
MONTANDO AL AIRE LIBRE
@Mujerymadre
 
Una noche de sábado algo calurosa estábamos con mí BB en el sofá viendo una peli, yo andaba alzada todo el tiempo con él. Hacía un año más o menos que me había separado y por fin podía vivir mí sexualidad libremente. Vivíamos como una luna de miel eterna. Cogíamos todo el tiempo, en cualquier lugar de casa, dormíamos juntos y al despertar otra vez sexo desenfrenado y salvaje.
 
Lo que más me gustó de ese verano es que lo hacíamos en el patio de casa, en la pileta, en el césped, esa situación de estar al aire libre desnudos y dándonos placer, me dio la idea de que podíamos hacerlo en otros lugares al aire libre y ahí se me ocurrió la idea de ir a la montaña, lejos de todos, tener sexo libremente, que me poseyera con toda su ternura, que me hiciera una vez más su puta.
 
Un domingo temprano partimos llevando lo esencial para comer y beber, yo ropa liviana, él también y algo más de ropa por si había que cambiarnos o mallas por si íbamos donde hubiera agua. Yo en vestido, sin tanga, ni corpiño, él bermudas y remera. Estaba excitadísima, pero no podía tocarlo porque iba manejando, pero estaba mojada pensando en todo lo que íbamos a hacer.
 
A mitad de camino, le pedí que se detenga, tenías ganas de orinar, en realidad, de mostrarme ante él y de bajar mi calentura. Paró a un costado un poco alejado de la ruta, bajé caminé unos pasos y me agaché mostrándole todo a BB que permanecía sentado con la puerta abierta y las piernas hacia afuera del vehículo, me di cuenta el impacto que produje en él, entonces me levanté y caminé lentamente poniendo cara de puta, meneando el culo y manoseando mis tetas, demostrando que estaba caliente y quería coger. Cuando estuve sobre él, su pija ya quería salir de su encierro, me puse en cuclillas, me dediqué tiernamente a masajearla sobre la bermuda, lo besé mientras mordí suave su boca y fui sacando su verga que ya soltaba su rico líquido preseminal.

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En un instante ya estaba con mí boca degustando su durísima erección, mientras BB, entre gemidos nerviosos, me decía que alguien nos podía ver. Saqué mis tetas sin escucharlo, puse su babeada pija entre ellas y empecé a pajearlo suave y después frenéticamente, alternaba boca y tetas hasta que se vació dentro de mí boca temblando mientras acababa.
 
Yo estaba caliente y mojada desde la concha pasando por mi culo y terminando en mis muslos, me paré, subí mí vestido y lo monté. Froté mi concha en su palo de carne unos minutos hasta que lo tuvo otra vez duro, moví mis caderas lentamente y sin las manos la hice entrar en mi chorreada concha. Sin prisa, pero sin pausa se deslizó dentro mío. En el silencio del campo solo se escuchaban mis gruñidos de calentura y varios gemidos, estaba desesperada, caliente…me sentía muy puta. Lo monté despacio hasta que empecé a sentir que me llegaba el desahogo del orgasmo, él apretaba mí culo y ayudaba a moverme más rápido, él quería llenarme la concha que decía “sentía hirviendo” en su pija hermosa. Yo saltaba y me clavaba cada vez más profundo, como queriendo meterlo dentro de mi, lo besaba y nuestras salivas caían mojando mis tetas con mis pezones durísimos que a él le gustaba lamer.  
 
Fueron minutos y me desaté en un huracán de gemidos, gritos ahogados y un esquirt que mojó a BB y parte del asiento, yo deshecha y temblando me quedé besándolo y abrazada a él, que me sujetaba de mí culo para no caer de espaldas agotada por lo intenso de mí acabada. Apenas terminé, y aún queriendo recuperar el aliento, los movimientos suaves de él dentro mío soltaron varios chorros de leche caliente y espesa en mí concha mojada e hirviendo y ahora llena hasta el límite de semen y restos de mí super orgasmo.
 
Lo desmonté y un espeso caldo de nuestros líquidos cayó sobre la tierra seca. Nos recuperamos y seguimos viaje hasta una cabaña donde disfrutamos el resto del día haciendo lo que más deseábamos, coger hasta el cansancio en cualquier lugar....
 
 
SEXO DURANTE EL ECLIPSE LUNAR
@SangreCalienteGuaraní
(@concejales21)
 
Tenía yo una relación con un hombre casado, yo lo sabía no había exigencias, yo era soltera, en mis 30 años medianamente estabilizada económicamente. Cualquiera que tenga una relación de este tipo sabe que es impredecible en tiempos, lugares, horarios; una aventura en todo momento. La relación llevaba ya varios meses casi un año de encuentros clandestinos en mi casa o en un motel, pero esa semana las cosas fueron distintas, el miércoles podía estar conmigo desde la tarde hasta la noche, pero yo no tenia mi casa disponible, alquilaba con una amiga, así que decidimos salir.
 
Comimos en un lugar alejado de la ciudad, sin hacernos ver y luego fuimos a dar una vuelta en auto. Era otoño, los primeros fríos se hacen sentir sobre la ciudad y nosotros los norteños no estamos acostumbrados a ello. Terminamos a la media noche en el parque Mitre, un conocido lugar de parejas, en la ciudad. Estacionamos y hubo unos primeros besos, arrumacos y manoseos. Primero él me chupó las tetas, mientras me pajeaba sobre el pantalón, luego yo saqué su pija y se la comencé a chupar; pero la verdad que era una incomodidad dentro del auto, decidimos salir a caminar por el parque.
 
Nuestros pasos nos llevaron hasta la Punta Mitre o Arazá, un hermoso paseo-balcón frente al río Paraná, que habitualmente esta solamente iluminado por la luz de la luna. Aquí es necesario que les cuente un detalle, esa era una noche particular, había eclipse de luna, por lo tanto, no sé porque había un ambiente especial en el aire.
 
Llegamos al lugar, había otras parejas, pero cada una estaba en lo suyo, nosotros nos ubicamos en una escalinata mirando el río. La noche era cerrada y estrellada. Nos comenzamos a besar y manosear, él me desabrocho a media la camisa y comenzó a jugar con mis tetas y luego a besarlas, luego aflojo el pantalón y me metió la mano primero jugo con mi clítoris y luego insertó los dedos profundamente, produciendo mi primer orgasmo, yo estaba empapada. Sentada al lado de él le afloje el pantalón y saque su pija, brillaba en la noche, le di besito en el punto sintiendo el gusto de su líquido caliente, le tome las bolas y me metí el tronco hasta el fondo. Seguí una rato, hasta que me paró y me dijo que me quería coger.
 
Miré para todos lados, me pare y baje mi pantalón hasta las rodillas, el abrió las piernas, le di la espalda, tome su pija dura y lubricada, y comencé a metérmela lentamente, sentía como entraba por la paredes de mi concha hasta el fondo, que de quieta un ratito y después comencé a moverme en cirulo y hacia arriba. El me amasaba las tetas y me mordía la espalda. En ese momento se oscureció la luna el eclipse estaba en su punto máximo, era un tiempo mágico.

aire libre

 
Los dos seguimos gozando, hasta que subí, tomé su pija toda lubricada por los fluidos de mi segundo orgasmo y lentamente comencé a guiarla hacia mi ano. Él me ayudaba con su manso en mi cintura yo con la otra me sostenía de mis piernas, lentamente entro la cabeza y allí quede quieta. Él era un animal y yo una perra, susurrando me pido meterla toda: “despacito le dije”, jadeaba como salvaje, no se aguató, me soltó la cintura me tomo del pelo tirándome hacia abajo y entró sin pausa toda en mi culo. El inmenso placer que sentí es indescriptible, estoicamente y en silencio resistí el embate, se acomodó mi culo comencé un lento sube y baja, rápidamente sentí que estaba por acabar, un chorro caliente lleno mis tripas y quedé quieta.
 
Entre jadeos y chorros de semen que me caían, nos pusimos la ropa. El eclipse había terminado, la luna volvía a asomar. Alegres, risueños ya los besos nos fuimos.

8 comentários - Mujeres calientes teniendo sexo al aire libre

Todo muy hermosoooooooo😍♥️♥️ gracias por crear este espacio!!!+10
@Mikceyxxx gracias bebé!!!
Ame tu relato hermosa, asi somos las Cordobesas sueltas en nuestras hermosas Sierras, nos calentamos mas que las piedras al sol 🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥
@Sexycuartetera jajaj gracias amiguitaaa!!!😘😘
Primera vez que leo un relato de esta forma y debo decir que fueron bastante buenos, al igual que me hicieron conocer cuentas nuevas
Ojalá ver más relatos con esta temática
Somos únicas!!! Jaja 😇
Gracias a vos reina!!!!😘😘😘😘
Gracias por juntarnos amiga hermosa!!! 😘😘