Nos encontrabamos enamorados, en una de las citas usuales que soliamos tener, ambos ya teniamos bastante experiencia sexual juntos y con anteriores parejas, pero esa noche iba a ser especial.
Mi novio Joaquin y yo, pelinegra de tez trigeña, caderas anchas, cintura pequeña y un culo delicioso, nos encontrabamos en un pub de la ciudad tomando unas cervezas, estabamos algo entonados por lo que decidimos empezar a tomar cocteles, ibamos en el segundo cuando el bartender nos ofrece un nuevo cóctel compuesto por siete tragos, mientras nos bebiamos esa combinación peligrosa, nos subía la temperatura, él comenzaba a tocar mi pierna con su mano, subiendola poco a poco hasta empezar a apretar mis muslos, yo iba con una corta falda que no oponía resistencia a sus manoseos, nos comenzamos a besar frenéticamente, introducía de una manera demasiado caliente su lengua en mi boca y me estremecía, le pregunté al oido si quería llevarme a otro lado, nos tomamos rápidamente el coctel y nos fuimos a un lugar más privado.
Llegamos, tomamos la primer suite que nos ofrecieron, teniamos tanto deseo, tantas ganas, tanto afan de comernos, nuestras miradas y respiraciones delataban nuestro deseo, nuestra impaciencia, venía mojada desde el bar y a él se le notaba la dureza, tan solo entrar se abalanzo sobre mi y me desnudo completamente, me agarro todo el culo mientras me chupaba las tetas con fuerza haciendo pequeños moretones, se pego a mis pezones y los succionaba dandome muchisimo placer, yo desesperada de sentir su verga la sacaba de su pantalón al tiempo que la tocaba y se ponía más dura y más grande, estaba enloqueciendo de calentura, él comenzó a tocar mi clitorís y a introducir sus dedos en mi vagina, en seguida notó que estaba muy mojadita, me tiro con violencia contra la cama quedando de espaldas, con el culo expuesto, me nalgueo durisimo y me la metió hasta el fondo en mi vagina, me temblaba todo el cuerpo de placer.
Me tenía gimiendo, retorciendome de gusto y cada vez que me la mandaba con fuerza hasta el fondo me preguntaba "te duele?" cuando asentia con mi cabeza o se me escapaba un auu del dolor, me embestia con más violencia, me ponía loca su forma de cogerme, me tenia tan excitada, me volteo y se puso encima de mi, seguía penetrandome con fuerza mientras me besaba y pellizcaba mis pezones, se le salió un momento de mi vagina y se resbalo hacía mi ano en un pequeño intento de meterse en mi huequito aún virgen, el me miro fijamente y yo le dije "metemela en el culo", no lo pensó dos veces y empezó a introducir toda su deliciosa verga en mi ano, me dolía pero estaba tan caliente que solo quería que la metiera toda.
Se abrió paso por mi culito y apenas la tuvo hasta el fondo empezo a embestirme como un animal, con una violencia desmesurada, parecía loco del placer y el deseo con el que me abría el culo una y otra vez, entraba y salía tan fácil y me dolía tanto como me daba placer, empezó a sacarla de mi culo y meterla en mi vagina, la sacaba de mi vagina y la metía en mi culo y así sucesivamente me estaba volviendo loca, me encantaba, me estaba volviendo su perrita, y yo solo recibía su verga por donde el me la quisiera meter, me dio tan duro que ya no podía más del dolor y rogaba que ya se viniera, pero él seguía dandome igual de duro, tuve que rogarle que me llenara de lechita mi culo para que se viniera inundandome toda la colita de su semen caliente.
Fue la primera vez que me abrió el culo y no fue la última, ese día descubrí que la primera vez más valiosa para un hombre es cuando sodomiza a una perrita por la colita, saca su lado más animal, su lado más violento, más caliente y apasionado, descubrí que mi pasión era dar mi culito.
Mi novio Joaquin y yo, pelinegra de tez trigeña, caderas anchas, cintura pequeña y un culo delicioso, nos encontrabamos en un pub de la ciudad tomando unas cervezas, estabamos algo entonados por lo que decidimos empezar a tomar cocteles, ibamos en el segundo cuando el bartender nos ofrece un nuevo cóctel compuesto por siete tragos, mientras nos bebiamos esa combinación peligrosa, nos subía la temperatura, él comenzaba a tocar mi pierna con su mano, subiendola poco a poco hasta empezar a apretar mis muslos, yo iba con una corta falda que no oponía resistencia a sus manoseos, nos comenzamos a besar frenéticamente, introducía de una manera demasiado caliente su lengua en mi boca y me estremecía, le pregunté al oido si quería llevarme a otro lado, nos tomamos rápidamente el coctel y nos fuimos a un lugar más privado.
Llegamos, tomamos la primer suite que nos ofrecieron, teniamos tanto deseo, tantas ganas, tanto afan de comernos, nuestras miradas y respiraciones delataban nuestro deseo, nuestra impaciencia, venía mojada desde el bar y a él se le notaba la dureza, tan solo entrar se abalanzo sobre mi y me desnudo completamente, me agarro todo el culo mientras me chupaba las tetas con fuerza haciendo pequeños moretones, se pego a mis pezones y los succionaba dandome muchisimo placer, yo desesperada de sentir su verga la sacaba de su pantalón al tiempo que la tocaba y se ponía más dura y más grande, estaba enloqueciendo de calentura, él comenzó a tocar mi clitorís y a introducir sus dedos en mi vagina, en seguida notó que estaba muy mojadita, me tiro con violencia contra la cama quedando de espaldas, con el culo expuesto, me nalgueo durisimo y me la metió hasta el fondo en mi vagina, me temblaba todo el cuerpo de placer.
Me tenía gimiendo, retorciendome de gusto y cada vez que me la mandaba con fuerza hasta el fondo me preguntaba "te duele?" cuando asentia con mi cabeza o se me escapaba un auu del dolor, me embestia con más violencia, me ponía loca su forma de cogerme, me tenia tan excitada, me volteo y se puso encima de mi, seguía penetrandome con fuerza mientras me besaba y pellizcaba mis pezones, se le salió un momento de mi vagina y se resbalo hacía mi ano en un pequeño intento de meterse en mi huequito aún virgen, el me miro fijamente y yo le dije "metemela en el culo", no lo pensó dos veces y empezó a introducir toda su deliciosa verga en mi ano, me dolía pero estaba tan caliente que solo quería que la metiera toda.
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Fue la primera vez que me abrió el culo y no fue la última, ese día descubrí que la primera vez más valiosa para un hombre es cuando sodomiza a una perrita por la colita, saca su lado más animal, su lado más violento, más caliente y apasionado, descubrí que mi pasión era dar mi culito.
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