Karen la Hija Del Pastor Capitulo 1

Karen la Hija Del Pastor Capitulo 1
Karen la Hija del Pastor capitulo 1
La familia Zavala vivía feliz en su hogar, eran una familia ejemplar, estaba compuesta por el jefe de hogar, el Ingeniero Eduardo Zavala de 38 años, su esposa Andrea Rojas de Zavala de 35 y su hija Karen de tiernos 18 añitos recién cumplidos.
Eran una familia de solidos principios religiosos, morales y éticos, ya que participaban fervientemente en una congregación dedicada a la ayuda comunitaria y obras de beneficencia, todos sus miembros, al igual que la familia de Eduardo Zavala debían demostrar una conducta ejemplar ante la sociedad, por esta situación casi todos ellos eran por si decirlo conservadores y alejados a todo tipo de actividades que pudieran dar que hablar al resto de la sociedad.
Pero sigamos con Andrea, a sus 35 años Andrea se conservaba en excelentes condiciones físicas, sin ni siquiera tener necesidad de ir a un gimnasio, era dueña de un cuerpo femeninamente espectacular que a pesar de sus serias y conservadoras vestimentas, se notaba a lo lejos, que debajo de ellas se encontraba el cuerpo de una verdadera Diosa.
Rubia natural, unos preciosos ojos claros, su cara de finas y exquisitas facciones, 1.73 de estatura y un par de piernas de ensueño. Se gastaba un pedazo de culo imponente, soberbio, duro, paradito y carnoso, con un par de tetas majestuosas, grandes y redondas pero que se adecuaban perfectamente a su cuerpo, sin caer en la exuberancia ni lo grotesco. Todo en Andrea, su cuerpo infartante, su culo, su rica hendidura de carne, y sus tetas…estaban hechas a la perfección, para el beneplácito de cualquier macho que tuviera la suerte de poder admirarlas.
De la niña Karen podemos decir que heredo las mismas cualidades físicas que su madre. Un cuerpo perfecto, un culo exquisito hecho para estar manoseándolo por todo el día y la noche, con la diferencia que la niña Karen, nació con su pelo castaño y heredo los ojos claros, como su padre.
Imagínense a esta niña de candorosos 18 años, de tez blanca, carita inocente y angelical, de ojos claros, labios sensuales, de muy buenos sentimientos y educada en uno de los mejores colegios religiosos, ajena a todo lo referente a cosas mundanas, como lo llamaba su padre, nunca le permitieron tener novio, tampoco salir con amigas.
Eduardo su padre, no era consciente del pedazo de hembras que tenía por familia, y si es que lo era por alguna extraña razón no le gustaba pensar en ello. El sexo entre Andrea y Eduardo podemos decir que era casi normal, lo de siempre y un poco escaso a lo mejor. Dos o tres veces al mes era suficiente para Eduardo, ya que consideraba que el sexo no era importante para la relación conyugal, el sexo para él era algo obsceno y sucio, e intentar hacer algo novedoso era como faltarle el respeto al evangelio y a su mujer.
Andrea estaba acostumbrada a esta situación, siempre estaba dispuesta para su marido, y cuando el la buscaba para estos menesteres, era lo típico, posición del misionero, de 05 a 10 minutos y una vez terminado el encuentro, a dormir. En una ocasión, Andrea en un arranque de pasión y fogosidad intento practicar otro tipo de posición, algo normal dentro de la relación de cualquier pareja, lo que le costó una seria reprimenda por parte de su esposo, eso no era para personas decentes como ellos, y la mando a unas clases de orientación familiar que duraron 02 meses, con eso Andrea ya no quiso innovar en la vida íntima, pero a pesar de todo esto igual se sentía feliz con su apuesto esposo, ya que se sentía muy enamorada.
Su casa estaba ubicada en las afueras de la ciudad, era una casa no tan grande pero si muy cómoda y con lujos, era de dos pisos, un patio grande con piscina incluida, y al fondo del patio existía una cabaña, para uso del servicio doméstico, en esta vivía don Pricilo, el jardinero, un viejo de 62 años, que al haber enviudado y que además había sido por un tiempo miembro de la congregación benéfica, Eduardo le ofreció trabajo en su casa para labores del jardín y otras tareas similares.
Para don Pricilo, la última preocupación que tenía en su vida era la de buscar trabajo, no le interesaba, pero cuando vio a Eduardo a la salida de la congregación, parado frente a él con ese par de imponentes hembras hechas a la perfección, madre e hija, casi le da un infarto, al ver a las dos féminas.
Lo primero que pensó el detestable viejo fue…pero que buen par de putas…y sintió como se le empezaba a parar la verga, solo con el hecho de estar mirándolas…
Ellas, madre e hija, desconocían los desquiciados pensamientos que tenía el viejo Pricilo, lo miraron como un pobre viejito que se había quedado solo, y que ellos como una buena familia que eran, debían ayudarlo, no fuera que por su triste soledad, al viejito le pasara algo.
Ambas mujeres conversando en forma despreocupada se acercaron a su cabaña, el viejo ya estaba a full, sentía las tremendas ganas de masturbarse, al examinarlas se decía, pero que buenas hembras que se gasta este Eduardito. Ellas reían inocentemente, no se daban cuenta que solo a tres metros de ellas se encontraba el viejo Pricilo escondido detrás de la ventana pajeandose la verga como poseído.
El viejo no se explicaba porque lo calentaban tanto ese par de mujeres, si solo conversaban, aun con ropa lo calentaban hasta la locura…
El viejo pensaba y pensaba, como sería si las viera desnudas, el solo imaginárselas encueradas casi eyacula, pero se contuvo, y prefirió seguir disfrutando da la masturbación que se estaba pegando, ya que tenía semejantes ejemplares femeninos delante de él, y lo que más lo calentaba, era el saber que tales ejemplares, eran madre e hija.
Fue ese el momento que lo pensó y lo decidió…las tendría que poseer, cueste lo que cueste, a las dos!!, juntas o por separado!!, pera se las iba a culiar si o si!!. Si era necesario violarlas lo haría, aunque fuera a dar a la cárcel, bien valdría la pena pensaba el viejo.
Era patética la escena que se vivía en la casa de la familia de Eduardo Zavala, ver un viejo sesentón, semi-desnudo masturbándose detrás de una ventana, mirando a dos hembras encamables, divinas y ricas inocentemente conversando, no imaginándose que el viejito a quien ellas y el jefe de hogar inocentemente lo llevaron a vivir con ellos, para ayudarlo, en ese mismo momento se masturbaba, y a la vez planeaba y decidía el momento en que las culiaria…y a cual primero? Si a la madre Andrea, o a la hija Karen.
El viejo Pricilo estaba afanado masajeando su tranca, cuando Karen inocentemente se estiro de perfil, hacia donde él estaba, el viejo pudo dimensionar su perfecta silueta, su curvilínea figura, al viejo se le juntaba espuma en la boca a tan impactante visión, aquella impresionante y estupenda mujer era la niña de la casa, Karencita!! --Pero que par de tetas se decía el viejo, que cuerpo más exquisito, --Ohhhh que culo más bien hechito que se gasta esta niña, lo veía grande y paradito, perfecto como a él le gustaban –Ahhhh…ahhhh, gemía el caliente vejete y concentrándose en la parte más sagrada de aquella niña-mujer, que era su vagina, se preguntaba que como la tendría, peludita o sin pelos?, apretadita?, olorosita?, --Ahhh, ahhh… gemía en silencio.
Con estos pensamientos el viejo ya no daba más de calentura… y empezó a balbucear para sus adentros, --Ay mi niña… ay mi niña… meee voy a coorreeeeerrrr…!!! --Ahhh tomaaaaaa, tomaaa, balbuceaba el asqueroso viejo en los momentos en que se la imaginaba metiéndole su verga, Kaarennnccitaaaaaaaaaahhhhhhhhh!!, gritaba en silencio y en su mente, --Toma puta de mierdaaaaaaaaaa!!!, hasta que le salió la última gota de semen que fueron a dar a la pared de madera debajo de la ventana de su casucha, el viejo no paro de masajearse la tranca.
--Pero que buena que esta la putita! , pensaba don Pricilo sentado y ya más calmado, y así descansando de la chorreante acabada que se acababa de mandar, fue como si el destino estuviera a su favor, en el momento de agudizar el sentido del oído, escucho parte de la conversación entre madre e hija,
--No mamá, no te preocupes, si yo estaré bien…y así aprovechare de estudiar para el examen de ingreso que me exigen en la Uni…
--Pero Karen, hija, tu sabes que a tu padre no le gusta que te dejemos sola en casa…acuérdate que estaremos fuera por seis días…
El viejo Pricilo no lo podía creer, la niña Karen se quedaría por casi toda una semana solita en la casa, o sea con el!?, --Jejejjejeje, reía el aborrecible viejo, y mientras tanto continuaba la conversación…
--Si mamá, en la mañana yo hablé con él y me dio permiso para quedarme, pero con la condición que estuviera en todo momento con mi celu, para que así el me llame y estemos en contacto… --Además dijo que hablaría con don Pricilo, para que estuviera atento por si yo necesitara algo…
--Queeeeeeeeeee? , se dijo el viejo, y todavía piensan el dejármela a cargo….jajajjajajajjajaja!!!, reía el viejo por tener tan buena suerte, y a la vez sentía como se le volvía a parar la verga nuevamente.
Fue el destino quien lo decidió, meditaba don Pricilo, --Esa niña-hembra va a ser mía!, la convertiré en mi mujer!!, en mi putaaa!!!, pensaba el viejo eufórico ante tales pensamientos y desde ese momento ya comenzaba a urdir el plan para poder violarla a su cochino antojo.
Lo que más le calentaba al viejo, era la carita de inocencia que tenía la tierna niña de 18 años, además sabía que sería fácil engatusarla, debido a la inexperiencia de la nena en temas relacionados con el sexo, menos de deseos carnales como decían los puritanos hombres y mujeres que pertenecían a la congregación Evangelista conservadora, pero él se encargaría de despertarlos, tenía que tener paciencia, aun le quedaban tres días para planear todo.
Fueron los tres días más largos vividos por el viejo Pricilo, ansiaba que llegara el día sábado, momento en que por fin quedaría a solas con Karen, ya que los padres de la niña se ausentarían por seis días.
Claro está que el viejo sabía que no podía entrar a la casa grande, el viejo era inteligente, no debía mostrar abuso de confianza, tenía que seguir fingiendo ser el sacrificado trabajador que vivía en su ranchito de atrás de la casa grande, agradecido de su patroncito que lo había ayudado en los momentos difíciles.
Total, pensaba el viejo ya habría tiempo más adelante para aquello, por ahora su interés apuntaba a Karen, y planeaba como se llevaría a la niña de 18 años, hasta su cochino catre, en el interior de la cabañita de madera, es ahí donde pretendía el desalmado viejo convertirla en su mujer.
El jueves en la tarde, don Pricilo se encontraba limpiando la piscina, pensando en las tremendas culiadas que se pegaría en esa semana, estaba medio caliente pensando en esto, cuando vio salir a Andrea, la otra ninfa en que también estaba interesado el vejete.
--Hola don Pricilo, como esta?, --Tan trabajador como siempre, le dijo Andrea, dedicándole una de sus más hermosas sonrisas…
El viejo empezó a sudar, ver esa despampanante mujer rubia, de mirada verdosa, dueña de un cuerpo hecho a mano, de tetazas exquisitas y dueña de un culo perfecto y elegante, y el saber que se dirigía a él, que estaba acostumbrado solo a tratar con putas de baja calaña, con todo esto el viejo casi se cae a la piscina dé la impresión, y más aún, al llegar Andrea a su lado se le acerco y lo saludo con un besito en la cara,
Don Pricilo se sintió el más dichoso de los machos al oler su fragancia a hembra limpia y situar su asquerosa mano en la fina cintura de la elegante y decente mujer. En el momento de recibir el amistoso e inocente beso, vasto para que al caliente viejo se le pusiera como fierro su verga.
-Hablo mi marido con Ud.? , por lo del viaje, le consulta la rubia no dándole importancia a lo que le decía el jardinero. --Si pues, y no se preocupe, porque yo estaré aquí atento a lo que pueda necesitar la Srta. Karen, jejjejejje, reía el viejo en forma abominable.
--Ay que buenito es Ud. Don Pricilo, lo dijo Andrea, dándole un afectuoso abrazo de agradecimiento, por tener tanta consideración con ellas… El viejo ya no aguanto más y se arrimó al abrazo de esa tremenda diosa hecha mujer y le refregó su tranca en su vientre, tratando de acercárselo a su exquisita hendidura, intentaba el caliente jardinero.
Al separarse Andrea sonreía, era una sonrisa afectuosa, encontraba simpático al tierno viejito. La rubia era tan inocente o de buenos sentimientos que no sintió o no le dio importancia, a la dureza que percibió en su bajo vientre al momento de abrazarlo, ni tampoco se fijó de como tenia parada la verga, y que en ese momento hacia leves pulsaciones sobre el asqueroso pantalón.
En un momento, el viejo pensó en agarrarla a la fuerza y culiarsela ahí mismo, forzarla y violarla y descargar en su interior todo el semen acumulado en esos días, pero se contuvo. --Nooo!!, se dijo el vejete para sí mismo, la dueña del semen que cargaba en sus hediondas bolas en ese momento era Karen, la niña de la casa, de 18 años recién cumplidos. Así lo había decidido y así seria, ya habría tiempo de gozar con la rubia y decente mujer en otros momentos.
Ahí estaba el viejo Pricilo, todo caliente mirando la retirada de la rubia recatada, seria y decente mujer, que era Andrea. El viejo le miraba el culazo que se gastaba, como movía las nalgas en forma cadenciosa, que perfecto lo veía desde donde él estaba, y que parecido tenia Andrea con Karen su hija, solamente que Andrea tenía el pelo rubio y liso natural, mientras que el de la niña Karen era oscuro y liso, la madre tenía sus ojos verdes, los de la hija eran azules.
Con estos atributos el viejo pensaba, --Pero que gusto que me voy a dar con este par de putas cuando me las culie, cuando les reviente la panocha con mi verga, jajajaja reía el siniestro y pervertido jardinero, --Si en vez de madre e hija parecen hermanas, termino filosofando el viejo Pricilo.
Karen no era consciente del exuberante cuerpo que se gastaba, heredado de Andrea su madre. Tampoco se daba cuenta de las obscenas miradas que los del sexo opuesto le daban a su anatomía, era deseada por profesores, amigos, conocidos, viejos y jóvenes y por más de alguna fémina que contrariando las leyes naturales no se resistía de admirar en forma lujuriosa, ese cuerpo de diosa con carita angelical.
Karen no se daba cuenta de esto, debido a su estricta educación.
Lo que nadie se imaginaba era que en la misma casa de esta decente familia, estaba el hombre que si se atrevería a ir más allá de lo permitido, y que ya se preparaba para degustar tan exquisitos manjares, este hombre ya lo conocemos es don Pricilo, un asqueroso viejo de 63 años, que estaba dispuesto a jugársela hasta el final, para hacerse para el solo a estas dos hermosas mujeres, madre e hija, y en que su desequilibrada mente ya se imaginaba el estar acostado con ambas mujeres desnudas a su lado.
Que espectáculo más maravilloso era contemplar aquella Niña-mujer, a Karen, recostada en su cama, totalmente desnuda en la soledad de su habitación, un cuerpo perfecto, juvenil, acompañado de la inocente belleza de su dueña con un buen par de tetas que aunque ella se moviera estas se mecían suavemente, quedando casi en el mismo lugar, unas tetas esplendidas, con pezones rosaditos que ya estaban erectos, por el inconsciente enardecimiento carnal que sentía su dueña, y todo esto heredado de Andrea su hermosa madre.
Desde su estómago hacia abajo, el panorama era enloquecedor, la niña ya estaba con sus blancas y bellas piernas semi abiertas, desde su ombligo hacia abajo se veía ese espectacular monte de venus, sombreado por unos escasos y finos pelitos negros, que al contrastar con la blancura de su cuerpo, podían volver loco a cualquiera que viese semejante espectáculo.
--Pero que estoy haciendo? Se preguntaba Karen, con sus ojos cerrados, -Es que se siente tan riiiiii…coooooo… Mmmm…
Ese pensamiento fue el inicio para lo que se vino a continuación: Inocentemente la niña llevo una de sus manos a su afiebrada vagina, y pasó lo que tenía que pasar, exploto!!!.
Al primer contacto de su mano con su virginal abertura, instintivamente se abrió completamente de piernas, y de igual forma su otra mano subió para agarrarse una teta y empezar a masajearla suavemente, sintiendo así por primera vez oleadas de placer nuevo para ella.
A los pocos minutos de estar disfrutando de tan gratas sensaciones la niña empezó levemente a menear sus caderas en formas ondulatorias, mezclándolas con movimientos pélvicos de sube y baja, --Mmmmmm… Aaaaahhhh… que ri… cooooo!!, gemía Karen.
Llevaba unos 20 minutos de rico disfrute, cuando sintió que su cuerpo le exigía aún más, instintivamente se empezó a menear más fuerte, la cama de la nena ya había comenzado a crujir con ese erótico sonido que hacen los resortes ante los severos movimientos de su be y baja que hacia la nena.
No era normal la forma bestial en que se masturbaba la jovencita de tiernos 18 años, su mano derecha hacia desquiciantes círculos en su panocha, mientras su mano izquierda amasaba sus tetas y las apretaba salvajemente.
Karen no era consciente de la gran pajeada casi bestial que se estaba dando, no sabía que aquello se llamaba masturbación, lo que si sabía era que le encantaba. Sus movimientos y meneadas eran de auténtico instinto animal, sus hermosos ojos azules estaban totalmente abiertos, parecían estar concentrados en algún punto del techo de la habitación, y de sus finos y delicados labios salían salvajemente una expresión vocal de --Ssshhhhhhaaahhhh… Sssssshhhhhhaaaa… Ssssshhhhhhaaaaaaahhhh… Sssssssaaaahhhhh.

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Sus bellas piernotas las tenía totalmente abiertas, dejando ver en plenitud su rica grieta intima, su pequeña alcancía de carne, se notaba apretadita, rica exquisita, sus dedos no se los metía hacia dentro de esta, ya que con el solo tacto sobre sus olorosos labios vaginales era suficiente para sacudirse en placenteras oleadas de disfrute sexual.
Que hermosa escena se vivía en esa habitación, una hermosa hembra de 18 añitos masturbándose como la más vil de las putas, sus rodillas estaban tan flexionadas que hasta casi tocaban sus hombros, para ella estar en esta posición era lo más rico que había sentido en su vida.
De pronto la nena noto que al acelerar los movimientos circulares con sus dedos, sobre su panocha, algo que la hacía estremecer aún más se acercaba, por lo que aplico más velocidad al movimiento de sus dedos, siempre haciendo rápidos círculos, y gemía cada vez más fuerte con los monosílabos de, --Shhhhahh…! Shhhaaahhhh!… Ahhhh!!… Ssshhhhhhahhhhh…!!, el orgasmo se acercaba, --Sssshhhhhaaahhhhh!! Ssssshhhhaaaaa…!!! El clímax ya estaba a punto, ssshhhaaahhhhh!!!… ssshhhaaahhhhh…!!!!, --Estaba al borde, Aahhhhh…!!! Aahhhha…!!!, AAAhhhhhhh… queeee… riiiiiiiicooooooo…!!!!!!!
Y exploto en el mas fenomenal y desquiciante orgasmo, su cintura se meneaba automáticamente haciendo una serie de movimientos circulares, a la vez que de sus labios gemía inconscientemente, --Ricooo!, Ricoooo!!, Ricooooo!!!, sus caderas se elevaron casi 50 cts. sobre el nivel de la cama, siempre meneándose circularmente y haciendo movimientos como de arremetidas contra algo…algo que no estaba allí… le daba la impresión que su tajito se contraía, como si quisiera cazar algo con este y comérselo por ahí mismo, mientras que de este misma arrojaba una abundante cantidad de flujos, jugos y líquidos vaginales, era tal la cantidad que la nena pensaba que se estaba meando.
Sabia en el fondo de su ser que su zorrita tenía que cazar algo, atraparlo y succionarlo, pero no sabía lo que era. Hasta que cayó desplomada en la encharcada cama, con sus hermosos ojos azules semi cerrados, su carita y facciones angelicales se entremezclaban con la de una verdadera viciosilla, con una leve tonalidad rosácea en sus mejillas.
Con una manita puesta en su fina pero mojada hendidura, y la otra agarrándose una teta, se durmió feliz, sin darse cuenta de lo mojada que estaba su cama.
Era día sábado cerca de las 09.00 de la mañana, sus padres se habían ido a su retiro de familias decentes de la congregación por seis días, por lo que la niña gozaría de la tranquilidad de su hogar por casi toda esa semana, la cual aprovecharía para estudiar.
El viejo se paseaba como perro enjaulado, alrededor de la piscina, la ansiedad por ver a esa hermosa criatura, lo tenía desesperado. Encendió la máquina de costar el césped que con su ruido interrumpió la silenciosa mañana.
En efecto, por el ruido del corta pasto la niña se despertó, se sentía tan bien ese día que se levantó en el acto, miro por la ventana de su habitación y frente a esta vio al viejito que trabajaba en su casa,
--Mmm… pensó la nena, --Este pobre de don Pricilo… siempre tan trabajador el pobrecito, nunca descansa… de pronto se le ilumino su carita, --Lo invitare a desayunar, pensó la nena, contenta de saberse de tan buenas intenciones.
Hasta que por fin sucedió lo que con tantas ansias esperaba, vio salir de su casa, a esa niña-hembra, que lo tenía vuelto loco, Karen se acercó en forma espontánea a donde él estaba y lo saludo,
- Hola don Pricilo, le dijo la nena… - Hola Karencita, hasta que se despertó mi niña…jejeje, reía cínicamente el viejo…
El asqueroso viejo la contemplaba de pies a cabeza, se la devoraba con sus ojos y su mente, le miraba sus hermosas piernas blancas, la nena llevaba un vestido que le llegaba hasta un poco más arriba de las rodillas dejando ver una buena porción de esos perfectos y potentes muslos.
Karen hablaba con don Pricilo de cosas sin importancia, además le contaba que el próximo día miércoles debía rendir un importante examen para la Uni, y bla…bla…bla…
Don Pricilo le asentía en todo, su mente estaba concentrada en ese perfecto cuerpo de mujer, esas curvas que se adivinaban bajo el vestido, como este a su vez se estiraba al llegar a la altura de sus tetas. Al viejo ya se le estaba parando la tranca, cuando la joven sorpresivamente lo invita a pasar a la terraza para desayunar.
El sucio vejete se sentía en la gloria, esa hermosa nenota le invitaba a desayunar y todo preparado por ella, con sus finas y delicadas manos, el viejo intencionalmente ya la estaba mirando como su mujer, su hembra o como su puta.
Se sentaron en la cómoda terraza, para degustar el exquisito desayuno, claro que Karen solo comería frutas y bebería un vaso de leche, la niña era muy preocupada de su estado físico.
Karen lo miraba inocentemente, pero debido a su edad y a las reacciones hormonales de su cuerpo, que ya se manifestaban, no pudo evitar examinarlo de la forma en que una hembra mira a un macho, aunque esto fuera muy remotamente, pero sucedió,
--Y que hará hoy día jovencita, para no aburrirse, jejeje, reía y preguntaba el vejete horripilante. -Don Pricilo, hoy me dedicare a estudiar, acuérdese que ya le comente que el miércoles debo rendir un importante examen…
--Pues yo pensé que quizás querías ocupar la piscina Karencita, jejeje, incluso le he limpiado solo para ti, mi pequeña… (El viejo de a poco iba tomando confianza con la nena)
La joven lo miro con esos hermosos ojos azules, y con una sonrisa pícara y encantadora le respondió, --Está bien don Pricilo lo pensare, pero tendría que ser un secreto entre nosotros…
El viejo casi se orina, ante la respuesta de la dulce criatura, --Claro que si mi niña, claro que si, le contesto el caliente viejo ya casi babeando por el espectáculo que tal vez se podría dar ese día, con esa linda adolescente que se encontraba al frente de él.
Terminaron el desayuno, y cada cual se dedicó a sus quehaceres, claro que el viejo no dejaba de estar al pendiente de lo que hacía o dejaba de hacer la nena.
--Mira preciosa, le dijo el horrible viejo…--Yo iré al pueblo por unas cervezas, te dejare sola un rato, una hora quizás, así que relájate y disfruta de la tarde…jejeje… -Bueno don Pricilo, respondió Karen, vaya tranquilo que aquí yo lo espero…
La nena no sabía porque se sentía tan nerviosa al tener al viejo tan cerca de ella y fijarse que ahora don Pricilo no despegaba su viciosa mirada de su apetecible y torneado cuerpo.
Además, se fijó que la gran protuberancia que el viejo escondía, ahora estaba muy cerca de su cara, y que también hacia leves pulsaciones sobre su pantalón, como amenazando salir de su escondite.
En realidad el viejo no se dirigía la pueblo como le dijo a Karen, la idea del viejo era que la nena creyera que la dejaba sola, estaciono el vehículo y lo escondió detrás de unos árboles, para luego ponerse en marcha en forma sigilosa en dirección a la casa, de la decente familia de Eduardo Zavala.
Karen, al sentir la tranquilidad de estar sola, se dispuso a disfrutar del momento, las ricas punzadas que sentía en su panocha, no la dejaban tranquila. Sintió la imperiosa necesidad de tocarse, no sabía si debía hacerlo, pero recordó que don Pricilo no llegaría hasta dentro de una hora.
Y al recordar las exquisitas convulsiones que su cuerpo había experimentado, hace solo un par de días, la niña se armó de valor y dirigió su blanca y delicada manita, hacia su parte prohibida y simplemente empezó a gemir
-Siiiiiii…! --Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii…!! –Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii…!!!, gemía dulcemente la hembrita necesitada de verga… --Mmmmm!!… ahhhhhhhhhhh!!!
Nuevamente la decente joven se abandonaba a las bondades de la carne, a esos nuevos placeres que amenazaban con enloquecerla. Lentamente su hermoso rostro, que por lo general siempre reflejaba candidez y pureza, ahora a consecuencia de la calentura que sentía la tierna adolescente, de apoco se iba transformando, en un rostro lujurioso, en el de una verdadera puta.
- Riiiiiiiccoo!!…Ricoooooooo!!!… gemía la hermosa criatura de 18 añitos recién cumplidos, nadie se imaginaria que esa mujer tendida en el suelo y que se masturbaba con sus piernas semi abiertas y que ya para este momento tenía la cara de una autentica perra en celo, en realidad era una dulce niña de bien, que a consecuencia del exuberante cuerpo de Diosa que había desarrollado, estaba en su pleno despertar sexual.
Sintió la humedad de su ranura y sin dejar de menear sus caderas en forma circular, con mucha decisión, llevo su mano que destilaba abundante néctar proporcionado por la madre naturaleza, y que ella había cosechado de su vagina, los llevo hasta la altura de su linda carita, quería oler.
Mientras Karen, se encontraba, en una especie de trance erótico, dedicada a devorarse y lamerse sus ricos y propios fluidos que le eran proporcionados por su chorreante vagina, la adolescente no era consiente que desde la cabaña de madera alguien la observaba, y ese alguien era el viejo caliente de don Pricilo.
Luego desde un baúl que tenía saco una cámara de video y la encendió, como también se dijo para sí mismo, --Ahora si Karencita te voy a inmortalizar para tener tu imagen de la última vez que fuiste virgen…jajajaj…reía el viejo aborrecible.
--Ohhhh…!! Por Diosssss…!!! Madre Santa…Jesús…maría y José…!!!!, exclamo el vejete para sus adentros quedando casi paralizado. Para el desalmado viejo, fue como si le dieran un electro choque en los testículos, fue tal la impresión de este al ver a esta tan inocente niña, totalmente abierta de patas, con ese exquisito calzoncito colgando de uno de sus pies, y para colmo con una de sus manos sobándose la panocha, refregándose la zorra como una endemoniada, masturbándose, y para coronarlo todo comiéndose sus juguitos, el viejo casi se desmaya.
Una vez repuesto el viejo pensó rápidamente, es ahora o nunca se dijo, ubico estratégicamente la cámara de video, ubicando el ángulo que abarcara la totalidad del sucio camastro donde se llevaría a cabo la violación, una vez escondida e instalada la cámara se dijo para el mismo, --Allá voy mi amor…ejejejeje!!!
Se acercó muy lentamente, hacia donde estaba Karen en plena faena masturbatoria, la nena estaba tan concentrada en su tarea, que no se dio cuenta cuando el viejo Pricilo llegó su lado.
Al viejo se le caían las babas, ante tan genial espectáculo que se estaba dando. Su verga ya estaba que estallaba a causa de todo el semen acumulado en esa semana. Tomando fuerza y sacando todas sus aptitudes actorales, fue cuando el viejo vocifero:
- Que se supone que estás haciendo puta de mierdaaaa!!!!… le grito estando al lado de su desnudo cuerpo.
La joven en forma automática salió del erótico trance en que se encontraba, y al ver al aborrecible viejo quedo espantada, tratando de cubrir con sus manitas esas enormes tetas que se gastaba, y poniendo una rodilla sobre la otra, intentaba esconder su encharcada almeja.
--No… no…don Pricilo!, no es lo que Ud. se imagina…yo…yooo…estaba…intentaba explicar una avergonzada Karen.
--Así que no lo sabes!!?? Pues yo te lo explicare…te estabas pajeando la zorra, tal cual solo lo hacen las putasss!!!!. Estabas pidiendo la vergaaaaa!!!, eso es lo que estabas haciendo trola de mierdaaaa!!!!
--No don Priciloooo!… snif…!! Snifss!! –Yo… yo… no… no pedía… ee…ssso que Ud. Diceee… snif…! snif…!!
--Si putilla…! eso es lo que pedias…yo lo escucheee…!! Mira nada más como te encuentro, solo sali un rato y te transformas en una perraaaaa!!!!, le vociferaba como un endemoniado,
--Si…si lo eres… yo te vi y te escuche zorraaaa…!!! Parecías la más grande de las putasssss!!!! Así que no me lo niegues perra asquerosaaaa!!!!, Don Pricilo tomando aire y dándoselas de correcto se la jugó del todo a nada, --Lo siento pendeja, tendré que contárselo a tus padres, le amenazo finalmente el vejete.
La casi traumada joven perdiendo todo sentido de pudor se arrojó a los pies de don Pricilo, quien miraba encantado como esa hermosa nena se humillaba ante el…--Nooo…! por favor…noooo!!… don Pricilo...no se los diga...!!! snif...! sniffss!!!, volvía a llorar la nenita…
--Lo siento putilla, no tengo otra alternativa, y en su mejor actuación el viejo saco su teléfono celular, simulando teclear los números…--Por favor don Pricilo se lo suplico…!! Haré todo lo que Ud. me pida, pero no se los diga…!!!
--No niña, lo que tu hacías era pedir que te metieran vergaaaaaaa… Diloooo!!!! --Es que yo no estaba pidiendo eso que usted diceeee…. Por favor don Priciloooo por favorrrr!!!!
--Si, si lo hacías…!!! Vez que no se puede confiar en ti…!!!!, lo siento los tendré que llamar para informarles de tus cochinadas!!! Karen ya totalmente destruida…y por el miedo que el viejo llamara a sus padres se humillo y totalmente desencajada, repitió:
--Por favor don Pricilo no le diga a mis padres que yo pediaaaa… qeeeeee… meeee… meetierannnnn ver…gaaaaaaaaaaaa….sniff snifff…!!!, era la primera vez, que de su dulce voz, salieran tan vil expresión calenturienta, el viejo solo reía, y ya se sobaba las manos por lanzarse a recoger ese fruto prohibido para muchos, pero que ahora sería solo para el…
- Mmmmm!!… aun no me convences…los llamare…!!!
La niña intentando calmarse…le volvió a repetir…--Don Pricilo por favor no lo haga…yoo yo soola pediaaa queee mee metieraaan veergaaa…!!! Así está bien?? Sniffsss!!!, le repitió la nena entre sollozos, para ver si el viejo cambiaba de opinión y no la acusaba. --Por favor…continuo Karen, --No los llame hare todo lo que Ud. Me pidaaa…
--Estas segura de lo que dices putillaaa…!!, el viejo ya estaba que ganaba…- Si…si…don Pricilo hare lo que Ud. quiera…
Al viejo se le dibujo una siniestra sonrisa al notar que tenía en sus manos a tan inocente criatura, y era verdad, Karen por su natural inocencia ni siquiera entendía las palabras que el viejo le había hecho repetir…
--Bien te daré una oportunidad, le dijo el viejo miserable, --Síguemeee!!, el viejo se dirigió hacia su cabaña de madera.
En estas condiciones la dulce Karen se encamino, así tal como estaba, totalmente desnuda caminaba hacia la cabañita de madera, debido al susto que había sentido ni siquiera se daba cuenta en las condiciones que iba al lado de un viejo degenerado, la joven no sabía a lo que iba, solo quería que sus padres no se enteraran de lo que había sido sorprendida haciendo tan desvergonzadamente.
Una vez adentro el viejo le pidió que se sentara en su cochino catre…la nena aun no entendía para que don Pricilo la llevaba hasta su cama, --Espérame… le dijo, --Ya vuelvo.
En la mente de Karen lentamente se iban formando las ideas: cama, verga, placer, su panocha, desnuda, las atrocidades que alguna vez escucho hablar a sus compañeras, pero aun no tenía la idea formada, su mente trabajaba mil, hasta que vio entrar a ese amorfo vejete asqueroso totalmente desnudo y con una herramienta de carne que se le levantaba por su tremenda panza, fue como un ejercicio matemático o una ecuación de función algebraica, en donde todos los productos calzaban y daban el resultado exacto… por fin lo entendió… mirándole la tremenda verga del vejete su mente se lo dijo: se lo iban a meteeer!!!???
Miro al viejo con cara de espanto y automáticamente cerro sus piernas, apenas pudo balbucear, muy bajito, casi inaudible, con sus ojitos azules llenos de lágrimas le dijo, --Nooo…! don Pricilooo!!, por favor eso…noooo…!!!, y el viejo con la más aborrecible de sus sonrisas, y con una cara de un auténtico degenerado, le dijo…--Siiiii pendeja calienteeee!! Eso siiiiiiiiiii!!!!
(Continuara)…

2 comentários - Karen la Hija Del Pastor Capitulo 1

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