Que onda gente, directo a la historia, mis excusas por no escribir como siempre al final por si a alguien le importa jaja.
Hace algunos meses me encontraba en tinder, cosa en la que no soy muy popular, no soy muy atractivo que digamos, pero bueno, de esas muy pocas veces que llegué a tener suerte de hacer match. Una chica bastante linda, llenita pero de cuerpo rico, tetas pequeñas pero un culo delicioso. Total que hablamos, algo tranquilo, normal, pero ella comenzó con una mascara de "soy una chica tímida y no se como funciona todo esto", y todos sabemos lo que eso significa. De manera relativamente rápida quedamos en una cita, algo normal, paseamos comimos y bebimos un poco, y durante todo ese tiempo no podía dejar de ver ese hermoso culo, cosa que estoy seguro que ella notó, y disfrutó, hasta que llegó el momento, después de unos besos y de meterle mano en un parque, le dije para ir a otro lado, a lo que acepto pero "no sabía como hacer nada de eso".
Llegamos al motel más cercano, entramos y sin dudarlo comenzamos a besarnos y a fajarnos sin miedo, ante lo que la "tímida" no tardó en arrodillarse y bajar mi pantalón, y aun más rápido ya tenia la boca llenar de mi verga, la chupaba con hambre, se notaba su experiencia y gusto, de a ratos se concentraba en la cabeza, chupando la puntita con una hermosa cara perra deseosa de verga, a veces lamia mis huevos, cada centímetro posible, y a veces ella solo se golpeaba la cara con mi verga, hasta que en un momento me dice:
-Cachetéame papi- ante lo que yo no dudé, y de un momento a otro la tenía chupándomelo mientras yo le soltaba cachetadas y le decía que era mi putita, ante lo que ella solo se calentaba mas y mas
-Ponte en 4- le dije, y procedí a meter mi cara entre sus nalgas, lamiendo tanto su rica y empapada panochita como su ano, ambos deseosos de verga, ella solo gemía y gemía, y más aun cuando le soltaba unas muy fuertes nalgadas .
Finalmente le apunté con la verga en la entrada de la panocha, y sin mucho mas la metí de golpe, ella grito y gimió pero pedía más, mientras yo la seguía tratando como la puta que le gustaba ser, nalgadas y cachetadas hubo por montón hasta dejarle la cara y el hermoso culo rojos. En esos momentos vi como su culito palpitaba casi pidiendo a gritos mi verga, ante lo que primero le metí un dedo mientras le seguía dando verga en 4, ella solo gritó, pero se echó para atrás ensartándose mas ella sola, por lo que decidí cumplir su deseo y comencé a meter mi verga en ese rico y apretado culito, ante lo que ella gritaba de placer, y seguí bombeando sin parar
-Te gusta verdad putita?-
-Sii me encanta papi, rómpeme el culito-
-No eres mas que una perrita que le encanta la verga-
-Si, lo soy, dame toda tu verga-
Seguimos así hasta que finalmente sentí como venía la leche, y se la saqué, me quité el condón rápidamente y se la metí en la boca.
-Chupa perrita, toma tu lechita-
Ella solo asintió y chupó como si no hubiese un mañana, hasta que le solté toda la leche en la boca y se la tragó sin hacer caras.
Nos quedamos un rato acostados, cansados, y aun así yo jaba con su culito abierto con mi dedo de vez en cuando, hasta que finalmente llegó el momento de despedirnos. Aunque no sería la última vez que nos viéramos.
-----
Bueno gente, espero que les haya gustado, recuerden que las historias son reales, por si a alguien le importa jaja
He estado algo ocupado, y cada que quiero volver a escribir surge algo, pero ahora espero que si pueda, pero quien sabe, no se que más decir mas que disfruten tocarse
Hace algunos meses me encontraba en tinder, cosa en la que no soy muy popular, no soy muy atractivo que digamos, pero bueno, de esas muy pocas veces que llegué a tener suerte de hacer match. Una chica bastante linda, llenita pero de cuerpo rico, tetas pequeñas pero un culo delicioso. Total que hablamos, algo tranquilo, normal, pero ella comenzó con una mascara de "soy una chica tímida y no se como funciona todo esto", y todos sabemos lo que eso significa. De manera relativamente rápida quedamos en una cita, algo normal, paseamos comimos y bebimos un poco, y durante todo ese tiempo no podía dejar de ver ese hermoso culo, cosa que estoy seguro que ella notó, y disfrutó, hasta que llegó el momento, después de unos besos y de meterle mano en un parque, le dije para ir a otro lado, a lo que acepto pero "no sabía como hacer nada de eso".
Llegamos al motel más cercano, entramos y sin dudarlo comenzamos a besarnos y a fajarnos sin miedo, ante lo que la "tímida" no tardó en arrodillarse y bajar mi pantalón, y aun más rápido ya tenia la boca llenar de mi verga, la chupaba con hambre, se notaba su experiencia y gusto, de a ratos se concentraba en la cabeza, chupando la puntita con una hermosa cara perra deseosa de verga, a veces lamia mis huevos, cada centímetro posible, y a veces ella solo se golpeaba la cara con mi verga, hasta que en un momento me dice:
-Cachetéame papi- ante lo que yo no dudé, y de un momento a otro la tenía chupándomelo mientras yo le soltaba cachetadas y le decía que era mi putita, ante lo que ella solo se calentaba mas y mas
-Ponte en 4- le dije, y procedí a meter mi cara entre sus nalgas, lamiendo tanto su rica y empapada panochita como su ano, ambos deseosos de verga, ella solo gemía y gemía, y más aun cuando le soltaba unas muy fuertes nalgadas .
Finalmente le apunté con la verga en la entrada de la panocha, y sin mucho mas la metí de golpe, ella grito y gimió pero pedía más, mientras yo la seguía tratando como la puta que le gustaba ser, nalgadas y cachetadas hubo por montón hasta dejarle la cara y el hermoso culo rojos. En esos momentos vi como su culito palpitaba casi pidiendo a gritos mi verga, ante lo que primero le metí un dedo mientras le seguía dando verga en 4, ella solo gritó, pero se echó para atrás ensartándose mas ella sola, por lo que decidí cumplir su deseo y comencé a meter mi verga en ese rico y apretado culito, ante lo que ella gritaba de placer, y seguí bombeando sin parar
-Te gusta verdad putita?-
-Sii me encanta papi, rómpeme el culito-
-No eres mas que una perrita que le encanta la verga-
-Si, lo soy, dame toda tu verga-
Seguimos así hasta que finalmente sentí como venía la leche, y se la saqué, me quité el condón rápidamente y se la metí en la boca.
-Chupa perrita, toma tu lechita-
Ella solo asintió y chupó como si no hubiese un mañana, hasta que le solté toda la leche en la boca y se la tragó sin hacer caras.
Nos quedamos un rato acostados, cansados, y aun así yo jaba con su culito abierto con mi dedo de vez en cuando, hasta que finalmente llegó el momento de despedirnos. Aunque no sería la última vez que nos viéramos.
-----
Bueno gente, espero que les haya gustado, recuerden que las historias son reales, por si a alguien le importa jaja
He estado algo ocupado, y cada que quiero volver a escribir surge algo, pero ahora espero que si pueda, pero quien sabe, no se que más decir mas que disfruten tocarse
1 comentários - La timida resultó masoquista