Iba a quedarme en la casa de una amiga en Mar del Plata, solo una noche, tenía que ir a otra ciudad pero desde mi pueblo no había un micro directo y los horarios me daban para llegar por la noche a Mar del Plata y salir temprano a la mañana siguiente hasta mi destino definitivo. En ese momento tenía unos veinte años y mi amiga era un año más chica, una muchacha de casi un metro setenta, con poco volumen, más bien musculosa. Nos conocíamos hacia tiempo pero nunca nuestra relación había sido muy cercano, ella había salido de adolescentes con uno de mis mejores amigos. Pero teníamos la confianza suficiente como para que me tirará un colchón en su comedor.
Llegué a la terminal a eso de las siete de la tarde y me fuí caminando hasta su departamento, me abrió toda llena de harina porque estaba cocinando unas pizzas porque al día siguiente las tenía que llevar a un cumpleaños de una prima. Subimos y me dió algo de tomar, justo ya había terminado de cocinar y tenía que guardar y limpiar todo asique la ayudé con eso. Mientras lo hacíamos ví que en su living había un sillón grande en dónde supuse que iba a dormir. Frente a él una tele al costado una mesa redonda y cuatro sillas donde había estado amasando mi amiga, vamos a ponerle un nombre: Belén, Belu.
Cuando terminamos de acomodar todo me preguntó que quería comer y en ese momento se acordó y me dijo — igual tenemos que esperar a Fede, el también viene hoy y se queda a dormir en el sillón, vos conmigo en la cama de dos plazas de la habitación, si no te molesta — me sorprendió pero no demasiado, no tenía problema, Fede era otro amigo nuestro, más bajito que ella pelo morocho.
Asíque mientras lo esperábamos fuimos a comprar unos fideos para hacer luego, estaba buscando para pagar torpemente y en eso ella pidió algo más que se guardó enseguida y pagó directamente. Volvimos a su departamento y nos pusimos a ver la primera película que encontramos en la tele. Al rato, ya tipo once de la noche toca el timbre Fede, me saludó con una efusividad que no recordaba tener pero no nos veiamos hacía mucho tiempo así que pensé que podía ser eso.
En cuanto llegó nos pusimos a cocinar ella hizo los fideos y con Fede nos encargamos de la salsa, mientras picabamos los ingredientes me fue contando de su vida, se había separado hacía poco y cada tanto iba a la casa de Belén porque hacía un curso en Mar del Plata, pasaba dos noches y se volvía para el pueblo. Jodía con que yo era un privilegiado porque era la primera vez que iba y ya iba a dormir en la pieza que a él no le dejaban asomar ni la nariz a la habitación.
Comimos todo normal y luego nos pusimos a ver una película, no recuerdo cual era, de acción bastante básico, todos en el sillón del comedor. Luego de un rato me empezó a dar sueño y le pregunté a Belén si podía acostarme ya en su pieza, me dijo que si, que fuera tranqui.
Su habitación era bastante oscura con un velador con luz violeta oscuro que alumbraba tenuemente las paredes y uno de los lados de la cama. Cómo quería ver si podía dormirme me puse del lado más oscuro y cuando me acosté me sorprendió ver sobre la mesita de luz un pomo de lubricante sabor mango y un paquete de preservativos, por curiosidad y viendo que nadie se asomaba me fijé si había algo adentro del cajón y como me lo esperaba un dildo bastante grande se encontraba dentro, con vibrador y todo. Pensé "que pícara esta Belu jeje" cerré el cajón y me volví a acostar, pero no podía sacarme la imágen de la cabeza, me empecé a imaginar a mí amiga metiéndose ese pedazo gigante y gimiendo de placer. Mí mano se fue casi sin pensarlo a mí entrepierna.
Ya lo tenía muy duro y empecé a mover mí mano suavemente recorriendo todo mí tronco. Al ratito escuché que llegó ella a la habitación y cerró la puerta. — Estás dormido ya?— me preguntó ella y yo disimulando que me estaba tocando deseandola le dije que si, que aún no me había podido dormir. —mejor así entonces, quería charlar un rato con vos — no tenía idea de que querría hablar, pero me incorporé un poco en la cama, me senté apoyandome en el respaldar.
Ella se sentó a mí lado, pero al revés, mirándome casi de frente y me empezó a contar que hacía mucho cuando eramos chicos había gustado de mi, que incluso con mi amigo se había peleado por eso pero que yo nunca me había dado cuenta, que justo en ese momento tenía otra novia y no le daba bola a ella. Me lo contaba un poco entre risas asique yo respondía igual, haciendo algún chiste y tomandomelo a la ligera, aunque no entendía porque la confesión ese día, otra parte de mi deseaba explorar esa atracción y ver si ahora había algo también.
— y ya lo superaste Bel?— le pregunté guiñandole un ojo, dejandole saber que de mi parte estaba abierto a ver qué pasaba. —si, pero algo de curiosidad quedó eh— me respondió también mostrandome una puerta abierta.
Nos quedamos un segundo callados mirándonos y fue ella quien tomó la iniciativa, se acercó y me dió un pico, cortito, y se apartó nuevamente —si, si quiero probar — me dijo ella y le respondí —yo también — mientras me acercaba a seguir comindole la boca, cuando algunos minutos después dejamos de besarnos desaforadamente, le dije —la verdad es que en cuanto entre a la habitación ví algo que me puso un poco caliente —, —segunda confesión de la noche: lo dejé a propósito para que lo vieras— me dijo ella y se abalanzó sobre mi, me levantó la remera la cual me saqué al instante y sus labios siguieron bajando hasta el borde de mi pantalón, lo bajo casi de un solo movimiento, ayudé levantando un poco mis caderas, mi miembro aún conservaba la erección anterior, su boca fue directamente hacía allí.
Lo chupaba de una manera espectacular, succionaba muy rico cuando lo tenía adentro y cuando lo sacaba un poco dejaba caer grandes cantidades de saliva que chorreaban hasta sus sábanas. No me había dado cuenta pero su mamada producía mucho sonido, y Fede tocó la puerta —eh si lo van a hacer háganlo más silencioso— nos dijo desde el otro lado.
Ella se rió y siguió pero menos "desesperada". Aunque esa disminución del volumen no duró mucho, al rato se puso sobre mi y casi de una sola sentada se metió toda mi pija dentro y empezó a cabalgarme bien fuerte, sus piernas musculosas se marcaban y yo las apretaba con firmeza, me estaba haciendo dar alaridos de placer y en un momento volvió a sonar la puerta pero Fede no dijo nada, solo golpeó.
Ahí Belu se tiró sobre mi y me dijo al oído —el siempre me tuvo las re ganas, las veces que vino alguna que otra vez le acepté un beso pero nada más — a lo que le respondí —pobre, se debe estar muriendo de envidia, no lo querés dejar pasar?— Ella me respondió poniendose a cabalgarme más fuerte y gritando aún más, hasta que gritó el nombre de nuestro amigo, y le dijo que viniera, el no tardó en entrar, estaba solo con el calzoncillo y la tenue luz dejaba ver qué debajo de aquella tela había una buena erección.
Le hice una seña de que se acercará, se paró junto a la cama, Belén no paraba de moverse sobre mí, aún tenía puesta una remera que se sacó en ese momento y dejó ver sus pechos no muy grandes y sus pezones rosas y duros, le hizo una seña a Fede para que el se los chupara, a lo que accedió al momento. Mis manos estaban libres asíque le bajé la ropa interior a él y liberé su miembro, no era muy largo pero si bastante ancho y curvo. Lo empecé a masturbar completando el triángulo de placer. Seguro ya se había estado masturbando porque tenía bastante presemen cubriendo su glande.
La verdad es que estaba por acabar si no fuera porque Belu se levantó liberando por fin mí sexo y estaba por ponerse a chupármela pero le pedí que se acercará y se pusiera como para hacer un 69, su vagina estaba muy muy húmeda, nunca había visto una tan empapada, encima riquísima, al primer lengüetazo me volví loco pasando mí lengua y mis labios por esa cosa exquisita que tenía mí amiga entre las piernas. Sentí como Fede se subía a la cama y se arrodillaba con las piernas por fuera de las mías, por los movimientos y el ruido que escuchaba la había puesto a Belén a chupársela, ella también chupaba desesperadamente.
Creo que Fede no sabía que yo era bisexual pero ella si, y como pudo me metió poco a poco un dedo por detrás, pasando su mano por todos mis testículos, se sentía muy rico parecía estar lubricado por los mismos flujos de Belén que habían chorreado hasta la cama entre mis piernas.
Escuché los gemidos de mi amigo y mi amiga se posó más sobre mi cara, haciendo que hasta mi nariz entrara dentro suyo se volvió a subir y las piernas ya le empezaban a temblar, justo mi mano había quedado libre y busque de su mesita de luz aquel consolador que había visto, mientras lo agarraba empecé a sentir un líquido espeso y caliente en mi pene, Belu había escupido todo el semen de Fede sobre mi miembro y se disponía a chuparmelo así.
Sin avisarle nada empecé a penetrar su jugosa vagina con el dildo prendido, vibraba dentro suyo y sus piernas temblaban sin compasión, su mamada se volvía más y más bruta, cada tanto se lo sacaba de la boca dando arcadas y bocanadas de aire, podía ver cómo Fede le volvía a bajar la cabeza obligándola a seguirmela chupando, hasta que no pudo más se levantó de repente, se tocó apenas medio segundo y squirteo sobre todo mi pecho, pude sentir cómo Fede se hacía cargo de mi erección y me masturbo rápidamente y me hizo acabar sobre mi abdomen.
Así quedaron juntos sobre mi los fluidos de sus dos amigos, el se fue al baño y escuché como se masturbaba muy fuerte hasta que oí como gemia por su segundo orgasmo. Belén se acostó al lado mío exhausta y me dió algunos besos en la cara, lamiendome de vez en cuando probando sus propios jugos.
Yo apague el dildo que aún estaba vibrando al lado de mi hombro y pensé por un momento seguir jugando con él, utilizarlo para mí, pero estaba ya cansado y sabía que la mañana sería terrible si no aprovechaba para dormir, abracé a Belén y nos quedamos dormidos.
A la madrugada tipo cinco me desperté nuevamente porque escuché un sonido al lado mío, pero se los dejo para otro relato.
Llegué a la terminal a eso de las siete de la tarde y me fuí caminando hasta su departamento, me abrió toda llena de harina porque estaba cocinando unas pizzas porque al día siguiente las tenía que llevar a un cumpleaños de una prima. Subimos y me dió algo de tomar, justo ya había terminado de cocinar y tenía que guardar y limpiar todo asique la ayudé con eso. Mientras lo hacíamos ví que en su living había un sillón grande en dónde supuse que iba a dormir. Frente a él una tele al costado una mesa redonda y cuatro sillas donde había estado amasando mi amiga, vamos a ponerle un nombre: Belén, Belu.
Cuando terminamos de acomodar todo me preguntó que quería comer y en ese momento se acordó y me dijo — igual tenemos que esperar a Fede, el también viene hoy y se queda a dormir en el sillón, vos conmigo en la cama de dos plazas de la habitación, si no te molesta — me sorprendió pero no demasiado, no tenía problema, Fede era otro amigo nuestro, más bajito que ella pelo morocho.
Asíque mientras lo esperábamos fuimos a comprar unos fideos para hacer luego, estaba buscando para pagar torpemente y en eso ella pidió algo más que se guardó enseguida y pagó directamente. Volvimos a su departamento y nos pusimos a ver la primera película que encontramos en la tele. Al rato, ya tipo once de la noche toca el timbre Fede, me saludó con una efusividad que no recordaba tener pero no nos veiamos hacía mucho tiempo así que pensé que podía ser eso.
En cuanto llegó nos pusimos a cocinar ella hizo los fideos y con Fede nos encargamos de la salsa, mientras picabamos los ingredientes me fue contando de su vida, se había separado hacía poco y cada tanto iba a la casa de Belén porque hacía un curso en Mar del Plata, pasaba dos noches y se volvía para el pueblo. Jodía con que yo era un privilegiado porque era la primera vez que iba y ya iba a dormir en la pieza que a él no le dejaban asomar ni la nariz a la habitación.
Comimos todo normal y luego nos pusimos a ver una película, no recuerdo cual era, de acción bastante básico, todos en el sillón del comedor. Luego de un rato me empezó a dar sueño y le pregunté a Belén si podía acostarme ya en su pieza, me dijo que si, que fuera tranqui.
Su habitación era bastante oscura con un velador con luz violeta oscuro que alumbraba tenuemente las paredes y uno de los lados de la cama. Cómo quería ver si podía dormirme me puse del lado más oscuro y cuando me acosté me sorprendió ver sobre la mesita de luz un pomo de lubricante sabor mango y un paquete de preservativos, por curiosidad y viendo que nadie se asomaba me fijé si había algo adentro del cajón y como me lo esperaba un dildo bastante grande se encontraba dentro, con vibrador y todo. Pensé "que pícara esta Belu jeje" cerré el cajón y me volví a acostar, pero no podía sacarme la imágen de la cabeza, me empecé a imaginar a mí amiga metiéndose ese pedazo gigante y gimiendo de placer. Mí mano se fue casi sin pensarlo a mí entrepierna.
Ya lo tenía muy duro y empecé a mover mí mano suavemente recorriendo todo mí tronco. Al ratito escuché que llegó ella a la habitación y cerró la puerta. — Estás dormido ya?— me preguntó ella y yo disimulando que me estaba tocando deseandola le dije que si, que aún no me había podido dormir. —mejor así entonces, quería charlar un rato con vos — no tenía idea de que querría hablar, pero me incorporé un poco en la cama, me senté apoyandome en el respaldar.
Ella se sentó a mí lado, pero al revés, mirándome casi de frente y me empezó a contar que hacía mucho cuando eramos chicos había gustado de mi, que incluso con mi amigo se había peleado por eso pero que yo nunca me había dado cuenta, que justo en ese momento tenía otra novia y no le daba bola a ella. Me lo contaba un poco entre risas asique yo respondía igual, haciendo algún chiste y tomandomelo a la ligera, aunque no entendía porque la confesión ese día, otra parte de mi deseaba explorar esa atracción y ver si ahora había algo también.
— y ya lo superaste Bel?— le pregunté guiñandole un ojo, dejandole saber que de mi parte estaba abierto a ver qué pasaba. —si, pero algo de curiosidad quedó eh— me respondió también mostrandome una puerta abierta.
Nos quedamos un segundo callados mirándonos y fue ella quien tomó la iniciativa, se acercó y me dió un pico, cortito, y se apartó nuevamente —si, si quiero probar — me dijo ella y le respondí —yo también — mientras me acercaba a seguir comindole la boca, cuando algunos minutos después dejamos de besarnos desaforadamente, le dije —la verdad es que en cuanto entre a la habitación ví algo que me puso un poco caliente —, —segunda confesión de la noche: lo dejé a propósito para que lo vieras— me dijo ella y se abalanzó sobre mi, me levantó la remera la cual me saqué al instante y sus labios siguieron bajando hasta el borde de mi pantalón, lo bajo casi de un solo movimiento, ayudé levantando un poco mis caderas, mi miembro aún conservaba la erección anterior, su boca fue directamente hacía allí.
Lo chupaba de una manera espectacular, succionaba muy rico cuando lo tenía adentro y cuando lo sacaba un poco dejaba caer grandes cantidades de saliva que chorreaban hasta sus sábanas. No me había dado cuenta pero su mamada producía mucho sonido, y Fede tocó la puerta —eh si lo van a hacer háganlo más silencioso— nos dijo desde el otro lado.
Ella se rió y siguió pero menos "desesperada". Aunque esa disminución del volumen no duró mucho, al rato se puso sobre mi y casi de una sola sentada se metió toda mi pija dentro y empezó a cabalgarme bien fuerte, sus piernas musculosas se marcaban y yo las apretaba con firmeza, me estaba haciendo dar alaridos de placer y en un momento volvió a sonar la puerta pero Fede no dijo nada, solo golpeó.
Ahí Belu se tiró sobre mi y me dijo al oído —el siempre me tuvo las re ganas, las veces que vino alguna que otra vez le acepté un beso pero nada más — a lo que le respondí —pobre, se debe estar muriendo de envidia, no lo querés dejar pasar?— Ella me respondió poniendose a cabalgarme más fuerte y gritando aún más, hasta que gritó el nombre de nuestro amigo, y le dijo que viniera, el no tardó en entrar, estaba solo con el calzoncillo y la tenue luz dejaba ver qué debajo de aquella tela había una buena erección.
Le hice una seña de que se acercará, se paró junto a la cama, Belén no paraba de moverse sobre mí, aún tenía puesta una remera que se sacó en ese momento y dejó ver sus pechos no muy grandes y sus pezones rosas y duros, le hizo una seña a Fede para que el se los chupara, a lo que accedió al momento. Mis manos estaban libres asíque le bajé la ropa interior a él y liberé su miembro, no era muy largo pero si bastante ancho y curvo. Lo empecé a masturbar completando el triángulo de placer. Seguro ya se había estado masturbando porque tenía bastante presemen cubriendo su glande.
La verdad es que estaba por acabar si no fuera porque Belu se levantó liberando por fin mí sexo y estaba por ponerse a chupármela pero le pedí que se acercará y se pusiera como para hacer un 69, su vagina estaba muy muy húmeda, nunca había visto una tan empapada, encima riquísima, al primer lengüetazo me volví loco pasando mí lengua y mis labios por esa cosa exquisita que tenía mí amiga entre las piernas. Sentí como Fede se subía a la cama y se arrodillaba con las piernas por fuera de las mías, por los movimientos y el ruido que escuchaba la había puesto a Belén a chupársela, ella también chupaba desesperadamente.
Creo que Fede no sabía que yo era bisexual pero ella si, y como pudo me metió poco a poco un dedo por detrás, pasando su mano por todos mis testículos, se sentía muy rico parecía estar lubricado por los mismos flujos de Belén que habían chorreado hasta la cama entre mis piernas.
Escuché los gemidos de mi amigo y mi amiga se posó más sobre mi cara, haciendo que hasta mi nariz entrara dentro suyo se volvió a subir y las piernas ya le empezaban a temblar, justo mi mano había quedado libre y busque de su mesita de luz aquel consolador que había visto, mientras lo agarraba empecé a sentir un líquido espeso y caliente en mi pene, Belu había escupido todo el semen de Fede sobre mi miembro y se disponía a chuparmelo así.
Sin avisarle nada empecé a penetrar su jugosa vagina con el dildo prendido, vibraba dentro suyo y sus piernas temblaban sin compasión, su mamada se volvía más y más bruta, cada tanto se lo sacaba de la boca dando arcadas y bocanadas de aire, podía ver cómo Fede le volvía a bajar la cabeza obligándola a seguirmela chupando, hasta que no pudo más se levantó de repente, se tocó apenas medio segundo y squirteo sobre todo mi pecho, pude sentir cómo Fede se hacía cargo de mi erección y me masturbo rápidamente y me hizo acabar sobre mi abdomen.
Así quedaron juntos sobre mi los fluidos de sus dos amigos, el se fue al baño y escuché como se masturbaba muy fuerte hasta que oí como gemia por su segundo orgasmo. Belén se acostó al lado mío exhausta y me dió algunos besos en la cara, lamiendome de vez en cuando probando sus propios jugos.
Yo apague el dildo que aún estaba vibrando al lado de mi hombro y pensé por un momento seguir jugando con él, utilizarlo para mí, pero estaba ya cansado y sabía que la mañana sería terrible si no aprovechaba para dormir, abracé a Belén y nos quedamos dormidos.
A la madrugada tipo cinco me desperté nuevamente porque escuché un sonido al lado mío, pero se los dejo para otro relato.
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