- Hoy podríamos encontrarnos estás libre?
Así empezó la conversación. Ella estaba de vacaciones en mi ciudad y hacía rato ansiabamos vernos.
Me dijo que estaría paseando con su familia pero que podría ser. Yo le propuse encontrarnos en un bosquecito detrás de una zona poco habitada.
Llegué y le mandé la ubicación junto con una foto sugerente dónde lo mostraba mi abdomen y apenas me bajaba el pantalón para que se vea bien mi sendero de Adán.
- En media hora podría estar allí mas o menos, ahora te mando algo para que te vayas entreteniendo - fue su respuesta y luego me mandó una foto de sus pechos parecía que luego de una ducha, las gotitas brillaban alrededor de sus pezones.
- Ufffff no puedo esperar para estimular esos botoncitos con varias partes de mi cuerpo!
- de solo pensar en verte estoy muy excitada, no sé si aguanto a llegar
Y la siguiente imagen que le mandé era sentado en un árbol caído, con mis pantalones bajos y una erección que resaltaba sobre la corteza de aquel tronco.
No recibí una respuesta, hasta que me dijo: estoy a dos cuadras
Le expliqué cómo llegar, en qué árbol doblar y que caminito seguir, la esperé con los pantalones puesto y todo vestido, sentado en el árbol.
Apenas apareció entre los árboles le dije: buenos días bella, bienvenida
Y le hice un ademán para que se acercará
Me devolvió el saludo y se puso delante mío besándome, entre mis piernas, nos empezamos a besar y abrazarnos.
Pronto mi erección se hizo presente nuevamente y ella noto en su abdomen como crecía. Me empezó a besar el cuello y bajo su mano hasta mi entrepierna, frotaba sus dedos contra mi pene palpitante y yo empecé a tocar su espalda por debajo de su remera, subiendola un poco, acariciandola suavemente.
Me dijo que ella estaba igual de excitada que yo aunque no se le parará y yo apenas rozando sus pezones le dije que esos si que estaban duritos.
Se estremeció un poco ante mi intromisión.
Acto seguido metió una de sus manos por debajo de mi remera y la levanto hasta que todo mi torso quedó desnudo. La ayude y termine de sacarmela y quedó tirada por el suelo. Sus besos se dirigieron entonces hacia mis tetillas, mientras no paraba de manosearme por encima del pantalón. Yo le decía que eso me encantaba y la agarraba del cabello, cada tanto pasando mis dedos por sus mejillas y rozando sus labios, ella respondía chupandolos suavemente.
"me encantaría sentir esto dentro mío" me dijo apretándome el paquete y mirándome desde mi pecho con cara de lujuria. "Aún no, aún no". Agarre su carita con ambas manos y la traje hacia mi boca, para besarla aún más apasionadamente. Quería que su remera también quedará en el suelo, y rápidamente así fue, sus pechos grandes estaban por salirse de su desacomodado sostén por mis anteriores caricias.
Se separó un poco de mi, se lo desabrochó y lo dejo caer, agarró uno de sus pechos y llevo su pezón a su boca diciéndome "a qué querés probarlos!?" Con mirada desafiante y seductora.
Mis manos intentaron tomar sus tetas pero ella retrocedió y me dijo "aún no, aún no" me mordí los labios y la agarre de las manos trayendola hacia mi para besarla nuevamente y sus pechos se apoyaron en mi abdomen, sentir su piel me excitaba mas y más. Desabroché mi jean y bajandome un poco del árbol pero aún apoyado en el, mis pantalones empezaron a deslizarse hacia abajo. Ella no tardo en bajar también mis boxer y en bajar ella hasta mi pene. Su boca rodeo mi glande y con su lengua lo presionaba suavemente, sus manos a los costados de mis caderas y las mías en su nuca jugueteando con su cabello. sentía el aire refrescando mi miembro ensalivado. Tomándola un poco más fuerte, hacía que lo sacará por completo de su boca para sentir ese airesito y luego la volvía a hacia mí, cada vez llegaba más profundo
La empuje lentamente hacia atrás y quedó sobre el suelo del bosque, con las tetas al aire y mirándome. Empezé a masturbarme, lubricado por su oral, y dije, tu también deberías tocarte con esta vista. Se desprendió el pantalón se lo bajo un poco, y abrió sus piernas, a simple vista se podía ver cómo ella ya estaba muy mojada. Empezó suavemente a tocarse, a veces cerrando los ojos, otras clavando su mirada en mi masturbación y otras mirándome directo a los ojos con lujuria y pasión a lo que yo le devolvía con el mismo fuego. Yo empecé a caminar al lado suyo sin parar de tocarme, me puse detrás suyo, y fui arrodillandome detrás de su cabeza, su boca que ya estaba abierta y con la lengua fuera invitandome a ella. Levantando un poco su cuello e inclinandome un poco hacia adelante, empecé a meter lentamente todo mi tronco en su boca, tan profundo que se ahogo un poco, cosa que me prendió mucho más, empecé a mover mis caderas y estaba cogiendole la boquita mientras ella se tocaba más y más.
Estaba pasándola muy bien, ver cómo se excitaba tanto y lo bien que se sentía su boca me estaba llevando muy rápido al clímax así que frene y me acosté a su lado reemplace sin objeción alguna su mano por la mía, al tiempo que sentí lo húmeda que estaba también los vapores de nuestros alientos se juntaron en un beso fogoso, ella me mordía los labios, yo buscaba su lengua con la mía. Entre beso y beso pude ver cómo ella pellizcaba sus pezones y movía sus caderas al ritmo en que mí mano recorría su vulva.
Se levantó, y apenas bajándose un poco más el pantalón se puso de espaldas a mí, sus rodillas al costado de las mías y apoyo su excitación sobre mí miembro, primero solo se movía sobre el, sin introducirlo, yo sentía su calor y mí erección volvía a ponerse muy potente. Sus movimientos se sentían bien ricos y podía ver sus cabellos mecerse, mis manos acariciaban su espalda y cada tanto mis uñas se clavaban en su piel, ella respondía bajando su peso sobre mí.
Podía ver qué uno de sus brazos se dirigía a sus pechos y el otro hacia abajo, sentía cada tanto sus dedos apenas tocando mí sexo y por cómo ella se movía claramente estaba estimulando su clítoris con ellos y sus labios con mí entrepierna. Se retorció un poco, creo que tuvo un orgasmo luego de unos minutos en esa posición. Aproveché para escabullirme y salir de debajo suyo, ella aún arrodillada con la boca abierta y los ojos cerrados entregada al bosque, el placer y a mí. Me arrodille detrás suyo la rodee con mis brazos y le bese el cuello, los lóbulos de la oreja, jadeaba un poco en su oído mientras presionaba mí abdomen contra su espalda, luego volvía a bajar mis besos por su cuello y sus hombros, acariciaba, sus brazos, sus pechos, su panza, sus piernas semidesnudas. Yo contento porque ella definitivamente había llegado a su punto más álgido. Tomé su remera y se la fui poniendo mientras ella me agradecía y acariciaba mis manos cuando podía. Nos vestimos y paseamos por el bosque...
Así empezó la conversación. Ella estaba de vacaciones en mi ciudad y hacía rato ansiabamos vernos.
Me dijo que estaría paseando con su familia pero que podría ser. Yo le propuse encontrarnos en un bosquecito detrás de una zona poco habitada.
Llegué y le mandé la ubicación junto con una foto sugerente dónde lo mostraba mi abdomen y apenas me bajaba el pantalón para que se vea bien mi sendero de Adán.
- En media hora podría estar allí mas o menos, ahora te mando algo para que te vayas entreteniendo - fue su respuesta y luego me mandó una foto de sus pechos parecía que luego de una ducha, las gotitas brillaban alrededor de sus pezones.
- Ufffff no puedo esperar para estimular esos botoncitos con varias partes de mi cuerpo!
- de solo pensar en verte estoy muy excitada, no sé si aguanto a llegar
Y la siguiente imagen que le mandé era sentado en un árbol caído, con mis pantalones bajos y una erección que resaltaba sobre la corteza de aquel tronco.
No recibí una respuesta, hasta que me dijo: estoy a dos cuadras
Le expliqué cómo llegar, en qué árbol doblar y que caminito seguir, la esperé con los pantalones puesto y todo vestido, sentado en el árbol.
Apenas apareció entre los árboles le dije: buenos días bella, bienvenida
Y le hice un ademán para que se acercará
Me devolvió el saludo y se puso delante mío besándome, entre mis piernas, nos empezamos a besar y abrazarnos.
Pronto mi erección se hizo presente nuevamente y ella noto en su abdomen como crecía. Me empezó a besar el cuello y bajo su mano hasta mi entrepierna, frotaba sus dedos contra mi pene palpitante y yo empecé a tocar su espalda por debajo de su remera, subiendola un poco, acariciandola suavemente.
Me dijo que ella estaba igual de excitada que yo aunque no se le parará y yo apenas rozando sus pezones le dije que esos si que estaban duritos.
Se estremeció un poco ante mi intromisión.
Acto seguido metió una de sus manos por debajo de mi remera y la levanto hasta que todo mi torso quedó desnudo. La ayude y termine de sacarmela y quedó tirada por el suelo. Sus besos se dirigieron entonces hacia mis tetillas, mientras no paraba de manosearme por encima del pantalón. Yo le decía que eso me encantaba y la agarraba del cabello, cada tanto pasando mis dedos por sus mejillas y rozando sus labios, ella respondía chupandolos suavemente.
"me encantaría sentir esto dentro mío" me dijo apretándome el paquete y mirándome desde mi pecho con cara de lujuria. "Aún no, aún no". Agarre su carita con ambas manos y la traje hacia mi boca, para besarla aún más apasionadamente. Quería que su remera también quedará en el suelo, y rápidamente así fue, sus pechos grandes estaban por salirse de su desacomodado sostén por mis anteriores caricias.
Se separó un poco de mi, se lo desabrochó y lo dejo caer, agarró uno de sus pechos y llevo su pezón a su boca diciéndome "a qué querés probarlos!?" Con mirada desafiante y seductora.
Mis manos intentaron tomar sus tetas pero ella retrocedió y me dijo "aún no, aún no" me mordí los labios y la agarre de las manos trayendola hacia mi para besarla nuevamente y sus pechos se apoyaron en mi abdomen, sentir su piel me excitaba mas y más. Desabroché mi jean y bajandome un poco del árbol pero aún apoyado en el, mis pantalones empezaron a deslizarse hacia abajo. Ella no tardo en bajar también mis boxer y en bajar ella hasta mi pene. Su boca rodeo mi glande y con su lengua lo presionaba suavemente, sus manos a los costados de mis caderas y las mías en su nuca jugueteando con su cabello. sentía el aire refrescando mi miembro ensalivado. Tomándola un poco más fuerte, hacía que lo sacará por completo de su boca para sentir ese airesito y luego la volvía a hacia mí, cada vez llegaba más profundo
La empuje lentamente hacia atrás y quedó sobre el suelo del bosque, con las tetas al aire y mirándome. Empezé a masturbarme, lubricado por su oral, y dije, tu también deberías tocarte con esta vista. Se desprendió el pantalón se lo bajo un poco, y abrió sus piernas, a simple vista se podía ver cómo ella ya estaba muy mojada. Empezó suavemente a tocarse, a veces cerrando los ojos, otras clavando su mirada en mi masturbación y otras mirándome directo a los ojos con lujuria y pasión a lo que yo le devolvía con el mismo fuego. Yo empecé a caminar al lado suyo sin parar de tocarme, me puse detrás suyo, y fui arrodillandome detrás de su cabeza, su boca que ya estaba abierta y con la lengua fuera invitandome a ella. Levantando un poco su cuello e inclinandome un poco hacia adelante, empecé a meter lentamente todo mi tronco en su boca, tan profundo que se ahogo un poco, cosa que me prendió mucho más, empecé a mover mis caderas y estaba cogiendole la boquita mientras ella se tocaba más y más.
Estaba pasándola muy bien, ver cómo se excitaba tanto y lo bien que se sentía su boca me estaba llevando muy rápido al clímax así que frene y me acosté a su lado reemplace sin objeción alguna su mano por la mía, al tiempo que sentí lo húmeda que estaba también los vapores de nuestros alientos se juntaron en un beso fogoso, ella me mordía los labios, yo buscaba su lengua con la mía. Entre beso y beso pude ver cómo ella pellizcaba sus pezones y movía sus caderas al ritmo en que mí mano recorría su vulva.
Se levantó, y apenas bajándose un poco más el pantalón se puso de espaldas a mí, sus rodillas al costado de las mías y apoyo su excitación sobre mí miembro, primero solo se movía sobre el, sin introducirlo, yo sentía su calor y mí erección volvía a ponerse muy potente. Sus movimientos se sentían bien ricos y podía ver sus cabellos mecerse, mis manos acariciaban su espalda y cada tanto mis uñas se clavaban en su piel, ella respondía bajando su peso sobre mí.
Podía ver qué uno de sus brazos se dirigía a sus pechos y el otro hacia abajo, sentía cada tanto sus dedos apenas tocando mí sexo y por cómo ella se movía claramente estaba estimulando su clítoris con ellos y sus labios con mí entrepierna. Se retorció un poco, creo que tuvo un orgasmo luego de unos minutos en esa posición. Aproveché para escabullirme y salir de debajo suyo, ella aún arrodillada con la boca abierta y los ojos cerrados entregada al bosque, el placer y a mí. Me arrodille detrás suyo la rodee con mis brazos y le bese el cuello, los lóbulos de la oreja, jadeaba un poco en su oído mientras presionaba mí abdomen contra su espalda, luego volvía a bajar mis besos por su cuello y sus hombros, acariciaba, sus brazos, sus pechos, su panza, sus piernas semidesnudas. Yo contento porque ella definitivamente había llegado a su punto más álgido. Tomé su remera y se la fui poniendo mientras ella me agradecía y acariciaba mis manos cuando podía. Nos vestimos y paseamos por el bosque...
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