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Ah siii… creo que le falta eso… unafigura paterna… dije aliviado de que mi novia haya tomado sin malicia lamuestra de afecto de su hermana.
Para fijar laidea del cariño paternal le di un beso en la cabeza a Cielo Riveros, que sonriócomplacida, y sin darme cuenta, la niña estaba casi chupándose el dedo… me vinoa la mente que me podía chupar otra cosa… sin embargo solo atiné a reírme, paraevitar una erección, y mostrarle a Vale la reacción infantil de Cielo Riveros.
Casi no podíacreer que esa señorita, con mentalidad de niña, meses antes se me habíaabalanzado en mi habitación de hotel… ¿acaso había sido un sueño? ¿en mi morbohabía alucinado todo eso?... parecía un angelito, una mansa paloma…
Esa noche, trasla película transcurrió tranquila, les dejé el dormitorio principal del depapara que duerman juntas y yo me fui al dormitorio secundario. Pensé que era lomejor para evitar dejar sola a Cielo Riveros y que yo gatee a su habitación… alfinal ella usaría esa maña.
Al día siguientede trabajo, Valeria estaba un poco ojerosa, me decía que Cielo Riveros no ladejo dormir bien, que se movía mucho, que hasta pateaba dormida. En fin, medijo si es que le podía dejar el otro dormitorio, no quería dejarla en elsofá-cama porque se amanecería viendo tele.
Accedí a dormiren la sala, con ellas en los dormitorios del segundo piso, según yo seguía adistancia de la tentación. Esa noche se repitió la tónica, la película,acurrucarse en el mueble, esta vez Cielo Riveros paso la mano por mi pecho,casi metiéndola entre mi camisa, aprovechando que su hermana estaba mediodormida… ay caraj… no te pongas tieso… le rogaba a mi pene.
Parece que quienme escucho mentalmente fue Vale, que se levanto de sobresalto… mientras CieloRiveros volvía su mano a su lugar. Vale le dijo que ya era tarde, Cielo Riverosprotesto que se quería quedar más, total al día siguiente era sábado y no habíaque levantarse temprano… pero Valeria no le dejo salirse con su capricho y sela llevo… ante mi alivio.
Me quededespierto viendo una película, intentando olvidar lo sucedido y bajarme lasrevoluciones, la mano de Cielo Riveros hurgando en mi pecho, sus senospresionando mi brazo, su pierna sobando la mía… me habían dejado un pocoacelerado.
Había pasado buenrato, cuando oí un ruido leve, me recompuse rápidamente, pensé que sería algúnladrón escabulléndose. Busqué con la vista en el balcón, la puerta… pero no… elruido venia de la escalera… vi unas piernas bien formadas bajando… eran colorcanela… no era Vale… era Cielo Riveros, que se estaba viniendo de puntitas averme… a la mierd… esta chica es el demonio… pensé.
- ¿Qué haces?... murmure.
Admire su siluetaapenas cubierta por una remera que le tapaba apenas debajo de su pubis,mientras sus pezones y senos sin brasier resaltaban nítidamente por la tela.
- No tengo sueño… ¿puedo ver telecontigo?... me dijo en tono infantil, frotando sus piernas como chicaprovocadora.
- Tu hermana nos va oír… le advertíintentando alejarla.
- Ella ya se durmió y tiene sueñopesado… refuto Cielo Riveros, y era cierto.
- Ok… pero solo un rato… accedí viendoque se entercaba.
Pensé que queríarepetir la posición de siempre, le ofrecí mi brazo y hombro para que seacomode, sin embargo, se recostó dándome la espalda. Al final parecía quequería estar en la posición tipo cucharita… bueno, al menos así, habría menospeligro de terminar en besuqueos pensé, sin embargo, no anticipe otro problema…
Cuando CieloRiveros sintió mi cuerpo detrás de ella, automáticamente fue buscando contacto,retrocediendo, me estuvo acorralando contra el respaldar del mueble, una vezahí sin salida, instintivamente comenzó a empujar su redondo trasero contra mientrepierna…
En principio pusemi mano en su cintura intentando alejarla (si Valeria, se despertaba y bajabame mataba) sin embargo mi mano se quedó ahí, como acariciando su cintura… CieloRiveros se percato que iba cediendo ante su tentación… así que se atrevió apreguntar…
- No te molesta, ¿verdad?...
- No, para nada… respondí tragandosaliva.
Mientras lasangre se agolpaba en mi pene, generando una incipiente erección. Atine aretroceder un poco, sin embargo, ella empujo más aun… mierd… esto es el colmo…intente aguantar… pero no puedo más… me dije.
Cedi o sucumbíante la tentación, mi mano paso por debajo de la remera, acariciando suombligo, para luego ir subiendo sin mayor oposición a sus senos… mientras sujoven cuerpo se iba estremeciendo y jadeando de placer…
Cielo Riverosseguía empujando su jugoso trasero contra mi verga endurecida, su remera sehabía levantado un poco por el accionar de mis manos que estrujaban sus senos…esto libero sus nalgas, apenas cubierta por su ropa interior, que se fueronabriendo ante mi tieso pene.
Cielo Riveros seestremecía de placer, giro su rostro buscando el mío, nos besamosapasionadamente, mientras nuestros cuerpos se frotaban, casi haciendo el amorcon la ropa puesta… mi cabeza ya no pensaba, solo reaccionaba instintivamente…
- Ahhhh…. Soltó un leve gemido, alsentir que mis dedos hacían a un lado su ropa interior.
Hice lo propiocon mi short, bajándolo hasta liberar mi herramienta… su piel se erizo alsentir el contacto con mi duro miembro… presa de ansiedad y curiosidad, atino atomar unos segundos mi verga entre sus dedos, quizás no dando fe a que sehubiera puesto tan duro por su estimulo.
No había marchaatrás… solo hacia adelante… pase mi verga por entre sus nalgas, Cielo Riverosfue separando un poco sus piernas instintivamente para darme espacio… iba sergenial poseerla así por primera vez, lo curioso era que sería por detrás, comole gustaba a su hermana.
Sentí su cuerpotemblar cuando mi verga se poso sobre sus húmedos labios vaginales, los cualesfui frotando de atrás hacia adelante para incentivar mas su delirio y que no seopusiera a que la desflorara por primera vez en ese mueble...
Solo faltabaacomodarme y presionar un poco para romper su sello virginal… hasta que…
- Cielo Riverosaa… ¿dónde estás?... oíla voz adormecida de Valeria.
Mierd… murmureasustado, Cielo Riveros se contrajo rápidamente, apresando mi verga con sustemblorosas piernas. Automáticamente la aleje un poco, mientras ella secomponía, se sentaba en el sofá y ponía en su sitio su ropa.
- Baje a tomar agua… dijo nerviosa envoz baja.
- ¿Y Danny?... pregunto Vale, mientrasyo me cubría con las sabanas.
- Shhh… se quedó dormido con la teleprendida… murmuro Cielo Riveros acercándose a la escalera, a donde parecía quese estaba acercando Vale.
- Apaga la tele y sube a dormir… ah…tráeme un vaso con agua… pidió Vale mientras oía sus pasos volver a la puertade su dormitorio.
Suspiré aliviado,sentí que mi alma volvió a su cuerpo… Cielo Riveros fue a la cocina, por elagua, lo dejo un rato en la mesa, luego se abalanzo juguetonamente sobre midándome unos jugosos besos con lengua.
- Me la debes… me susurro al oídojuguetona.
Luego apago latele y se fue con el agua al segundo piso. Si antes que baje Cielo Riverosestaba confundido y acelerado, ahora estaba peor por todo lo sucedido. Trasunos minutos entre al baño y me di un pajazo de aquellos… si esta chiquilla nome mataba de un infarto, su hermana lo haría con algún utensilio de la cocina ode oficina…
Al menos elpajazo funciono, me alivio y me dormí al poco rato. Algún sueño con matices deremordimiento tuve… pero que podía hacer… esa niña me buscaba constantemente,no sabia como actuaria si me negaba a seguirle el juego… quizás me hacia unberrinche y me acusaba con su hermana… ¿Qué se yo?... con estas chiquillas nose sabe…
Al día siguientefuimos al mercado… ya de regreso Vale olvido una ultima compra, nos dijo que laesperemos. Demoraría unos minutos, así que aproveche para intentar conversar yrazonar de nuevo con mi cuñadita… entender su casi obsesión conmigo…
- Creo que ayer llegamos un poco lejos…le dije.
- No tanto… falto poquito… dijocomiéndome con la mirada.
- ¿Por qué quieres esto (coger) conmigo?...pregunte intrigado.
- Si no es contigo… ¿con quién más?…dijo apenada.
- No se… alguien de tu edad o más jovenque yo al menos… dije, no me sentía viejo, pero le llevaba como 15 años.
- Ay no… los chicos de mi edad soninmaduros, habladores… respondió incomoda.
- ¿No te parece raro esto?... intenterazonar.
- Bueno… quizás un poco… pero es que…dijo dudando.
- ¿Qué?... dime… vamos… le anime,quería entenderla.
- Mi hermana me dijo que su primera vezcontigo fue especial… que la trataste con cariño y le hiciste sentir cosas quenunca experimento (un orgasmo seguro) … y no se…
- ¿No sabes?...
- Es que mis amigas… la mayoría yaperdieron su virginidad… y por como lo cuentan como que no fue lo queesperaban, por lo inmaduro y apresurado de sus parejas… por eso…
- Por eso ¿qué?… pregunte, tenía quesacarle por cucharadas.
- Por eso quería que fueras mi primerhombre… alguien con experiencia, para tener una historia bonita que contar… meexplico, luego se resintió un poco y agrego… ¿no lo quieres hacer conmigoporque piensas que soy muy fea o muy chiquilla?
- No, para nada… mírate, eres hermosa…pero soy novio de tu hermana… exclame incrédulo.
- No le diré nada a Vale… pero… quieroperder mi virginidad contigo… insistió.
- Ok… ya veremos, pero esas cosas no seplanifican, solo suceden… para que sean más especiales… le dije, mientras veíacomo Valeria se acercaba a lo lejos.
- Está bien… dijo susurrando sonriente,notando que al menos había cedido algo.
Algo me decía queno la convencí, esta niña no se quedaría contenta hasta que me la coja y bienduro… como para no ser la virgen de su grupo de amigas… quizás hasta bullyingle hacían a la pobre… quería regresar a su pueblo con la historia de cómoperdió su virginidad con un chico experimentado de la ciudad.
Al regresar aldepa, me di una ducha de agua fría… para bajarme la calentura que me genero elpedido de mi cuñadita. Oí algunos pasos cerca al cuarto, me imagine que Valequería decirme algo, le pedí que me pase la toalla… abrí la mampara de laducha… y ahí estaba otra vez ella…
- Ay vaya… exclamo ahogadamente dejandocaer la toalla de sus manos, fijando su vista en mi verga.
- ¿Qué haces aquí Cielo Riveros?... lerecrimine en voz baja.
- Todo eso no me va entrar… dijo con laboca abierta, sin prestar atención a lo que dije, se veía algo confundida,entre asustada y emocionada, sin dejar de admirar mi pene que comenzaba acrecer.
- Vete… antes que tu hermana venga… lepedí.
- No te preocupes… está cocinando…dijo, mientras yo me ponía la toalla, solo así, cuando me vio cubierto, salióde su abstracción y se fue del baño.
Tras eso, andabamas estresado, casi ni comí, mientras Cielo Riveros de cuando en cuando lanzabamiradas a mi entrepierna, a veces sonriendo otras veces abriendo los ojos comopensando si le entraría o no. Valeria me pregunto si todo iba bien… me excuseque andaba preocupado por un trabajo… si supiera que su hermana quería que mededique a desvirgarla.
Tras el almuerzo,llamo una compañera de trabajo de Vale, al parecer otra de sus compañeras tuvoun accidente y estaba en el hospital, querían ir a verla en grupo. Me ofrecí allevarla, pero me dijo que mejor me dedique a terminar mi trabajo. Mas bien Vale,me jalo a un lado para conversar… pensé que ya había notado lo de Cielo Riverosy sus miradas indiscretas… ya me jodi…
- Danny… sé que no es turesponsabilidad… pero mi hermanita te quiere y respeta como un hermano mayor oun padre… yo ya hablé con ella, ya sabes, de los chicos y eso… me dijopreocupada.
- Ok… y ¿a qué viene esto?… preguntecon cara de susto, quizás ya se dio cuenta.
- Es que sería bueno que tú también lehables y le aconsejes… mi mama dice que sus amigas son algo movidas, locas porexperimentar… no vaya ser que, por seguirlas, Cielo Riveros termine encamándosecon cualquier vago y malogre su futuro… tú sabes, son jóvenes e inmaduros, nomiden consecuencias…
- Si… entiendo… yo hablo con ella… ledije, si supiera que el peor peligro para su hermanita era yo, mejor dicho, queCielo Riveros era un peligro para mí.
- Ahhh… otra cosa, me da vergüenzadecirlo, pero estamos en confianza de pareja… creo que mi mama exagera, me diceque no sabe si Cielo Riveros ya tuvo relaciones…
- Nooo… no creo… se comporta como niña(ninfómana)… dije con cara de incrédulo.
- Imagínate que quiere llevarla alginecólogo y ver si aun es virgen o no, ya sabes es chapada a la antigua yquiere que (al menos Cielo Riveros) llegue virgen al altar… bueno, por eso esimportante para mi que converses con ella… me dijo Valeria algo avergonzada.
- No te preocupes… yo me encargo… dijetragando saliva.
Yo que, a tantainsistencia de Cielo Riveros, me la quería tirar salvajemente para exorcizartodas sus provocaciones… ahora me enteraba que la mama andaba protegiendo suvirginidad como regalo de bodas… conociendo lo desconfiada que era la suegra,si creo que la llevaba con el médico.
Así que, comopodría justificar si mi cuñadita regresaba a su ciudad con una sonrisa de orejaa oreja y con su himen reventado… si solo su hermana y yo pasamos tiempo conella, ¿Quién más podría ser el que la desvirgo?, solo yo... con más razón debía mantenerme a raya.
Mientrasconversábamos cerca a la puerta del depa, Cielo Riveros nos veía atenta desdeel sofá-cama en que casi la violo la noche anterior. Por momentos fingía ver latele, pero estaba con las orejas bien paradas para intentar oír lo quedecíamos. Al poco rato Valeria se fue, encomendándome a su hermanita…
Ni bien se fue,saqué mi laptop y me puse a trabajar en el comedor (detrás del sofa-cama),procuraba adelantar un proyecto del trabajo… en realidad quería mantenermeentretenido y evitar tentación, mientras Cielo Riveros seguía viendo la tele…volteando de cuando en cuando a ver si me animaba a acercarme a ella.
Al ver que no leprestaba atención, Cielo Riveros subió dejando la tele prendida… ufff… se habrácansado y se ira a dormir un rato… mejor, así pasa el tiempo hasta que suValeria regresé, pensé.
A los pocosminutos nuevamente oí el mismo ruido que la noche anterior… sabia lo que era…mejor no prestarle atención, sino será peor, me dije… pero fue inevitable…nuevamente vi sus piernas bajar la escalera… esta vez no estaba cubierta por eljean que uso minutos antes.
Había vuelto aponerse aquel provocador vestido negro con el cual llego al aeropuerto, aquellamini entallada con ese escote, lo entallado de su ropa dejaba poco a laimaginación… mas aun notaba que no se formaba ninguna silueta de ropa interior…mierd… no traía nada debajo.
Bajo lentamentesonriendo, viendo que la laptop era un adorno en la mesa, que solo ella teniatoda mi atención… lo que la hizo sonreír con mayor coquetería… mientras yoseguía con la boca abierta sin emitir sonido…
- Me dijiste que las cosas no seplanifican… solo que… creo que a veces hay que hacer que las cosas sucedan…dijo justificando su provocativo accionar.
Tenía razón, quesu hermana saliera era coincidencia… el destino quería que me tire a micuñadita… ella misma quería que me la coja… en el fondo yo quería abusar deella… todo estaba alineado… al diablotodo… me dije, intenté resistir lo más que pude… Valeria quería que hable consu hermanita… mejor le daba una demostración vivencial de educación sexual.
Me pare de misitio, dejando a un lado la laptop… no tuve que decir nada… Cielo Riverosnuevamente se abalanzo sobre mí, llenándome de besos. Yo comencé a estrujarlepor primera vez sus redondos glúteos que, si bien no eran tan grandes como losde Valeria, eran muy bien formados y apetecibles.
Aquellas cariciasen su trasero la excitaron más… la levante, haciéndola sentar sobre la mesa,sin dejar de besarla. Ella en un principio me abrazaba, luego instintivamentecomenzó a soltar la correa de mi pantalón y buscar mi verga con sus manos,quería saber si era cierto que todo eso le entraría en su virgen cuerpo.
- Ay no… no creo que entre… me dijoasustada y excitada, creo que le causaba morbo esa situación.
Recordé entonceslas palabras de Vale… lo de su mama llevando a Cielo Riveros al ginecólogo…mierd… con toda la calentura… no podía quedar así…
- Mira… dije intentando calmarme yexplicarle… tu mama te va llevar al médico para saber si sigues siendo virgen ono… va ser sospechoso si llegas así de repente… dije.
- Ay nooo… Danny… debe haber otra manera… no me dejes así…vamos… me suplico Cielo Riveros completamente cachonda, al borde de unberrinche para que me la tire.
- Hay otra manera… le dije y agregué…no es una forma convencional, pero tenme confianza y déjame hacer… no te haredaño...
- Si, si, hazme lo que quieras… yo tesigo… me dijo emocionada y obediente, llenándome de besos, agradecida de que mela fuera a coger, sabía que no habría oportunidades como esa, de estar solossin la vigilancia de su hermana.
Lo que su hermaname negó, quizás Cielo Riveros me lo regale de buena gana… pensé… y me aliste,fui al baño rápidamente y traje una crema, ante la mirada ansiosa y curiosa de CieloRiveros.
- ¿Qué es eso?... pregunto extrañada.
- Ya verás… le dije, y no permitiéndolehacer más preguntas, agregué: Recuerdas ayer… como estábamos acomodados…
No tuve que decirmás, Cielo Riveros volteo, dándome la espalda… su cuerpo estaba apresado entreel mío y la mesa… nuevamente comenzó a empujarme su carnoso trasero contra miingle, mientras se daba maña para besarme.
Yo le subía lafalda y liberaba mi verga… sus nalgas desnudas recibieron el bulto de mientrepierna. La acomode abriéndole un poco las piernas… la sentí temblar con elcontacto… así que inicie otra vez el juego de pasar mi verga por entre suslabios vaginales, generando una rica fricción que terminara de enloquecerla…
- Ay Danny… yaaaa… hazlooo… mesuplicaba, con su vagina mojada.
Embadurne misdedos de crema lubricante… y escudriñe sus nalgas… ante su sorpresa…
- Danny… ese no es mi… ohhh… ahhh…exclamo atónita.
- Prometiste dejarte guiar… le susurreal oído.
- Ayyy… si si si… cedió sumisa.
Mis dedos habíaninvadido su cavidad anal… como les dije lo que Valeria no me daba, quizás CieloRiveros me lo regalaría o yo se lo robaría… era la única manera que llegara aunvirgen (al menos vaginalmente) a su ciudad sin levantar sospechas de su madreni del médico.
Tras aquellaincursión de mis dedos en su estrecho y virgen ano, Cielo Riveros se inclinohacia adelante, arañando el mantel de la mesa, mientras su respiración se haciamas profunda… sus senos se hinchaban cada vez más…
- Ayyy… ¿Qué me haces?... uhmmm…preguntaba en medio de su excitación y morbo.
- Solo confía… le decía escuetamente.
Sus piernastemblaban y se abrían más… su cabello era una maraña desordenada, mientras sucabeza se movía nerviosamente… Había llegado el momento…
- ¿Qué?... nooo... espera… por ahínooo… intento quejarse Cielo Riveros, pero era tarde.
Tras el proceso de dilatación, el masajeo conmis dedos llenos de lubricante, solo quedaba la penetración y lo hice quizásabruptamente… preso de mi propia excitación y para impedir que se arrepienta.
- Ouuu…. Ahhhh…. Ufff…. se quejó CieloRiveros, con su espina contraída.
Le había metidola cabeza de mi verga en su estrecho ano, mientras ahora forcejeaba un poco porinsertarle el resto. Ella intentaba mantener el equilibrio con las manos sobrela mesa… la figura se había invertido, Cielo Riveros que antes me culeaba paraque la penetre, ahora era yo quien la empujaba contra el mueble.
- Ayyy… nooo… eso no es normal… nooo…ahhh… se quejaba.
No sabia si serefería a que era un acto contra natura o, en mi ego pensé que se refería a queno era normal que una verga de mi tamaño le entrara por su estrecho culo…
Para evitarcualquier tipo de resistencia, baje rápidamente su escote, liberando susredondos melones, cosa que la distrajo y volvió a traer el morbo mientrasjaloneaba sus pezones y Cielo Riveros veía embobada con la boca abierta comoestrujaba sus senos.
Volteo buscandomis labios y me prodigo jugosos besos con su lengua excitada, cosa que ibaaprovechando para meter y sacar de a pocos mi verga de su arrugado esfínter,que cada vez se contraía menos, acostumbrándose a aquel intruso que ya habíaingresado, al menos un tercio.
- Ayyy Danny… me estas rompiendo elculo… exclamo perpleja con expresión morbosa.
Volteo a verme,eso la hizo distraerse y relajarse, cosa que aproveche, para abrir sus morenasnalgas con mis manos y empujarle media verga más…
- Ouuuu… ahhhh… mierd… ahhh… exclamoestremeciéndose de dolor.
Vi sus ojosemblanquecer, salir de sus orbitas, con la boca abierta, casi en rigor mortis,que hizo que apretara mi verga, causándome un poco de dolor… pero la tarea yaestaba cumplida, la tenía enganchada hasta las tripas… sería difícil que seliberara.
Estuvo quejándosecada vez mas fuerte, le tuve que tapar la boca para que mis vecinos no llamen ala policía. Veía sus ojos cerrados, con una lagrima discurriendo por susmejillas. Esta enrojecida, resoplaba entre mis dedos, una vez que sentí que surespiración se calmó, saqué mi mano.
- Auuu… no puede ser que entrara todoeso… dijo sintiéndose completamente atorada.
Debía quereconocer que Cielo Riveros había resistido estoicamente, mejor que otraschicas a las que inicie… seria la fascinación, el deseo contenido de serdesvirgada… aunque no era de la manera que esperaba, estaba dispuesta a irsecon algún agujero inaugurado…
- Auchh… uhmm… espera… espera… porfis…ayyy… me rogaba.
Yo ya habíaempezado el golpeteo contra sus nalgas… Cielo Riveros rendida, se inclino sobrela mesa, apoyando los codos, mientras dé a pocos entraba y salía de su gordotrasero... parecía haberse acomodado mejor, por momentos relajaba lacontracción de su esfínter y yo aprovechaba para estamparla… mientras a ella sele contraía el espinazo y luego volvía rendida a la mesa…
De cuando encuando aprovechaba en echar algo de lubricante por los lados, creyendo quepodría ayudar, pero no había mucho margen para que algo le entrara, mi vergatenia su culo colapsado… hasta que…
- Ayyy nooo… uffff… nooo… ¿qué esesto?… uhmmm… ahhh… uhmmm… comenzó a musitar asombrada entre quejidos ygemidos.
Veía su cuello yespalda temblorosas, hasta sus piernas… comencé a bombearla más armónicamente,con cada vez menor oposición de su esfínter… en un proceso natural, se fuerelajando y acostumbrando a estar empalada… incluso comenzó a disfrutarlo…
- Ayyy … no puedo creerlo Danny… estábien duro… uhmmm… decía atónita.
Ahora era yoquien se aferraba a la mesa mientras bombeaba su carnoso trasero contra elmueble, sus nalgas comenzaban a rebotar con mi ingle, mientras Cielo Riverosveía sorprendida como sus senos saltaban con cada arremetida…
- Si si… asi… cuñadito… rómpeme miculito… uhmmm… deliraba Cielo Riveros.
Todo el morbocontenido desde la playa, en que toque sus senos por primera vez, daba riendasuelta ahora… recordando aquello, libere una mano para jugar con ellos… cosaque agradeció estremeciéndose más… llegue a sentir algunas gotas que discurríande su excitada vagina…
El mantel yaestaba casi en el suelo, dejando ver el reflejo del cristal de la mesa… CieloRiveros se sorprendió de ver la morbosa expresión en su rostro, sus senostemblando y jaloneados por mis manos… mi complacida expresión mientras lemartillaba el culo, tomándola de las nalgas…
- Ay… uhmmm…. que grande eres… uhmmm…exclamaba Cielo Riveros alimentando su morbo.
Con cadaincursión la iba levantando sobre la mesa, por momentos la veía de puntitas,por ratos ya en el aire, con su culo color canela rebotando con mi entrepierna…
- Ayyy nooo… ayyyy nooo… uhmmm…. medesmayooo… nooo… uhmmm….
La sentíestremecerse hasta de los pies a la coronilla, con unos espasmos y temblores enla pierna… mientras mi verga satisfecha comenzaba a llenar de tibia leche surecién inaugurada cavidad anal… con cada borbotón ella se estremecía más…
- No puede ser… ¿qué pasa?… ayyy… ¿meestas orinando?… se quejaba Cielo Riveros sin entender lo que sucedía.
- Ohhhh… ufff… exclame satisfecho,mientras mi leche seguía invadiéndola.
Cielo Riveros sedejo caer sobre la mesa… su vestido era ahora una faja, sus pies casi en elaire, su gordo trasero abierto de par en par, su torso amortiguado por sussenos contra la mesa… ella con su rostro de lado, entre un enredo de cabellos,con las mejillas encendidas, la boca abierta y jadeante con gotas de saliva,como si todo se le hubiera hecho agua a la boca…
- Ayyy… estoy acalambrada… que mehiciste… se quejó graciosamente.
- Felicidades… te viniste en un ricoorgasmo… ya no eres virgen… al menos analmente… le dije complacido.
- Ufff… no creí que se podían sentircosas tan ricas por ahí… exclamo sorprendida.
- Si, es un mundo nuevo… ya verás… ledije exagerando mi experiencia.
Ella seincorporó… me miro con ese brillo enamoradizo que antes le había visto…
- Eso significa que… dijo tímidamente.
- ¿Qué cosa?... pregunte
- Me seguirás enseñando… dijomordiéndose los labios ansiosa.
Me la acaba decoger, le di a entender que a futuro podría disfrutar del sexo anal sinperjuicios, pero no conmigo… pero la niña seguía fascinada conmigo, enganchadacon la idea de aprender de mí, exprimir mi experiencia y mi semen…
- Ya veremos… solo atine a decir,dejando abierta la posibilidad.
- Eso me basta… me dijo alegre.
Luego jalo mirostro y me beso desde su forzada posición, aun con mi verga atornillada en sujoven orto. Que poco a poco se fue deshinchando… saque mi verga, un gesto dedolor apareció en los labios de Cielo Riveros… su ano estaba al rojo vivo, senotaba que le ardía y dolía… la calme diciéndole que le echaría humectante paraaliviar eso.
Al rato no le dioimportancia, estaba embobada viendo como mi verga se iba retrayendo como cuandola vio en la ducha… parecía orgullosa de que su inexperimentado trasero se hayacomido una verga de ese tamaño.
Se estremeció unpoco al sentir la leche discurrir de su ano a sus piernas… más bien yo meestremecí al recibir una llamada… se me enfrió el cuerpo, por el sonido, en unprincipio pensé que era el timbre del depa…
- ¿Todo salió bien?… me pregunto Vale.
- Si, si todo normal… dije nervioso,mientras veía como Cielo Riveros se limpiaba.
Mierd… todo salióbien para Cielo Riveros (que se salió con la suya) y para mí (que le revente elculo a mi cuñadita que me provocaba), pero salió bien para nosotros (comopareja), pensé…
- Bueno, ya voy de regreso… deseas quecompre algo de comer… agrego Vale.
- Si, lo que gustes… me muero dehambre… respondí, mientras pensaba que su hermanita me exprimió todo,necesitaba reponer energía.
Luego mi cuñaditase fue a bañar, mientras yo intentaba borrar evidencias, arreglaba la mesa,trapeaba las gotitas de leche del piso, etc., etc.
Después me tocobañarme, Cielo Riveros nuevamente entro a darme la toalla, al ver mi verga otravez, se agacho y le dio un beso juguetón…
- Gracias… se atrevió a decirle con unasonrisa pícara.
Mi pene otra vezcomenzó a reaccionar… si Cielo Riveros quiere seguir descubriendo cosas, esoslabios carnosos le harían mucho bien a mi verga, pensé… creo que mi cuñaditaintuyo por la mirada de malicia que tenía, que algo le prepararía para másadelante, se mostraba curiosa y dispuesta a realizar lo que le pidiera…
Era casi como suhermana, pero más complaciente y más desinhibida, quizás producto de suingenuidad o de sus ganas de conocer el placer del que tanto se ufanaban susamigas experimentadas…
Esta vez nos sacóde nuestra abstracción el sonido del timbre… era Valeria, que por suerte habíaolvidado sus llaves… nos salvamos esta vez… pero estábamos jugando con fuego…
Al escuchar eltimbre, Cielo Riveros se asusto un poco, la calme un poco, total no sabia nada…solo le dije, que si Valeria le preguntaba si converse con ella, le dijera quesi… y que le siguiera la corriente o le cambie de tema hasta que yo baje.
Solo me preocupoverla caminar un poco raro, diablos, le había roto su virgen culito, estabaadolorida… ojalá Vale no se percate… pensé.
- ¿Por qué demoraste?... le preguntoVale incomoda a Cielo Riveros.
- Es que… estaba en el baño… se excusó CieloRiveros.
- ¿Y Danny?...
- Creo que estaba estresado, subió aducharse para relajarse… agrego Cielo Riveros, mientras volvía al mueble.
Mientras yoescuchaba al borde la escalera lo que sucedía, esa niña era una actrizcompleta, a pesar de su miedo, se manejaba con aplomo, quizás su vocecitainfantil hacía que fuera creíble… pero fue entonces que Vale noto algo raro…
- Y tu… ¿Por qué caminas así?...pregunto Vale extrañada.
- Ahhh… me da vergüenza decirlo… musitoCielo Riveros nerviosa.
A la mierd… mejodi, sentía que, ante la presión de Vale, mi cuñadita estaba cediendo … ahorale confiesa a su hermana que le inaugure el culo en la mesa… seguro diría quela viole, que no quiso, que me aproveche… ¿diablos por que caí con esa niña?… me dije, pensando lo peor.
- ¿Por qué?... dime… insistió Vale.
- Es que… es que … decía Cielo Riveroscon voz temblorosa.
- Vamos dime… replico Vale asustada.
- Es que… tengo estreñimiento hacedías… y me salió algo grande que me dolió… dijo Cielo Riveros, invirtiendo lospapeles, cuando en realidad le había entrado algo grande.
- Ay… jajaja… ay… hermanita… aggg… sindetalles… me diste un susto… exclamo Vale.
En realidad, yotambién casi me carcajeo, semi desnudo en la escalera, ante tal explicación demi cuñadita… al menos había funcionado, Vale ya no preguntaría. Si el culo de CieloRiveros estaba abierto era por culpa del estreñimiento.
Baje al rato y CieloRiveros había tomado nuevamente su posición en el sofá viendo películas, claroque graciosamente sentada de lado por su ano adolorido. Trate de distraer aVale, preguntándole por cómo estaba su amiga y demás, hasta que recordó lo de CieloRiveros… mierd…
- Y ¿conversaste con ella?… mepregunto.
- Si… pero no mucho… se sintió un pococohibida… le dije excusándome.
- ¿Qué te dijo?... insistió Vale.
- Ah… bueno… pues… si, sus amigascomentan sus experiencias y todo… pero dice que ella esta tranquila… que quiereesperar a alguien especial… como tu lo hiciste… agregue, intentando dar aentender que Vale era un ejemplo para su hermana.
Ah siii… creo que le falta eso… unafigura paterna… dije aliviado de que mi novia haya tomado sin malicia lamuestra de afecto de su hermana.
Para fijar laidea del cariño paternal le di un beso en la cabeza a Cielo Riveros, que sonriócomplacida, y sin darme cuenta, la niña estaba casi chupándose el dedo… me vinoa la mente que me podía chupar otra cosa… sin embargo solo atiné a reírme, paraevitar una erección, y mostrarle a Vale la reacción infantil de Cielo Riveros.
Casi no podíacreer que esa señorita, con mentalidad de niña, meses antes se me habíaabalanzado en mi habitación de hotel… ¿acaso había sido un sueño? ¿en mi morbohabía alucinado todo eso?... parecía un angelito, una mansa paloma…
Esa noche, trasla película transcurrió tranquila, les dejé el dormitorio principal del depapara que duerman juntas y yo me fui al dormitorio secundario. Pensé que era lomejor para evitar dejar sola a Cielo Riveros y que yo gatee a su habitación… alfinal ella usaría esa maña.
Al día siguientede trabajo, Valeria estaba un poco ojerosa, me decía que Cielo Riveros no ladejo dormir bien, que se movía mucho, que hasta pateaba dormida. En fin, medijo si es que le podía dejar el otro dormitorio, no quería dejarla en elsofá-cama porque se amanecería viendo tele.
Accedí a dormiren la sala, con ellas en los dormitorios del segundo piso, según yo seguía adistancia de la tentación. Esa noche se repitió la tónica, la película,acurrucarse en el mueble, esta vez Cielo Riveros paso la mano por mi pecho,casi metiéndola entre mi camisa, aprovechando que su hermana estaba mediodormida… ay caraj… no te pongas tieso… le rogaba a mi pene.
Parece que quienme escucho mentalmente fue Vale, que se levanto de sobresalto… mientras CieloRiveros volvía su mano a su lugar. Vale le dijo que ya era tarde, Cielo Riverosprotesto que se quería quedar más, total al día siguiente era sábado y no habíaque levantarse temprano… pero Valeria no le dejo salirse con su capricho y sela llevo… ante mi alivio.
Me quededespierto viendo una película, intentando olvidar lo sucedido y bajarme lasrevoluciones, la mano de Cielo Riveros hurgando en mi pecho, sus senospresionando mi brazo, su pierna sobando la mía… me habían dejado un pocoacelerado.
Había pasado buenrato, cuando oí un ruido leve, me recompuse rápidamente, pensé que sería algúnladrón escabulléndose. Busqué con la vista en el balcón, la puerta… pero no… elruido venia de la escalera… vi unas piernas bien formadas bajando… eran colorcanela… no era Vale… era Cielo Riveros, que se estaba viniendo de puntitas averme… a la mierd… esta chica es el demonio… pensé.
- ¿Qué haces?... murmure.
Admire su siluetaapenas cubierta por una remera que le tapaba apenas debajo de su pubis,mientras sus pezones y senos sin brasier resaltaban nítidamente por la tela.
- No tengo sueño… ¿puedo ver telecontigo?... me dijo en tono infantil, frotando sus piernas como chicaprovocadora.
- Tu hermana nos va oír… le advertíintentando alejarla.
- Ella ya se durmió y tiene sueñopesado… refuto Cielo Riveros, y era cierto.
- Ok… pero solo un rato… accedí viendoque se entercaba.
Pensé que queríarepetir la posición de siempre, le ofrecí mi brazo y hombro para que seacomode, sin embargo, se recostó dándome la espalda. Al final parecía quequería estar en la posición tipo cucharita… bueno, al menos así, habría menospeligro de terminar en besuqueos pensé, sin embargo, no anticipe otro problema…
Cuando CieloRiveros sintió mi cuerpo detrás de ella, automáticamente fue buscando contacto,retrocediendo, me estuvo acorralando contra el respaldar del mueble, una vezahí sin salida, instintivamente comenzó a empujar su redondo trasero contra mientrepierna…
En principio pusemi mano en su cintura intentando alejarla (si Valeria, se despertaba y bajabame mataba) sin embargo mi mano se quedó ahí, como acariciando su cintura… CieloRiveros se percato que iba cediendo ante su tentación… así que se atrevió apreguntar…
- No te molesta, ¿verdad?...
- No, para nada… respondí tragandosaliva.
Mientras lasangre se agolpaba en mi pene, generando una incipiente erección. Atine aretroceder un poco, sin embargo, ella empujo más aun… mierd… esto es el colmo…intente aguantar… pero no puedo más… me dije.
Cedi o sucumbíante la tentación, mi mano paso por debajo de la remera, acariciando suombligo, para luego ir subiendo sin mayor oposición a sus senos… mientras sujoven cuerpo se iba estremeciendo y jadeando de placer…
Cielo Riverosseguía empujando su jugoso trasero contra mi verga endurecida, su remera sehabía levantado un poco por el accionar de mis manos que estrujaban sus senos…esto libero sus nalgas, apenas cubierta por su ropa interior, que se fueronabriendo ante mi tieso pene.
Cielo Riveros seestremecía de placer, giro su rostro buscando el mío, nos besamosapasionadamente, mientras nuestros cuerpos se frotaban, casi haciendo el amorcon la ropa puesta… mi cabeza ya no pensaba, solo reaccionaba instintivamente…
- Ahhhh…. Soltó un leve gemido, alsentir que mis dedos hacían a un lado su ropa interior.
Hice lo propiocon mi short, bajándolo hasta liberar mi herramienta… su piel se erizo alsentir el contacto con mi duro miembro… presa de ansiedad y curiosidad, atino atomar unos segundos mi verga entre sus dedos, quizás no dando fe a que sehubiera puesto tan duro por su estimulo.
No había marchaatrás… solo hacia adelante… pase mi verga por entre sus nalgas, Cielo Riverosfue separando un poco sus piernas instintivamente para darme espacio… iba sergenial poseerla así por primera vez, lo curioso era que sería por detrás, comole gustaba a su hermana.
Sentí su cuerpotemblar cuando mi verga se poso sobre sus húmedos labios vaginales, los cualesfui frotando de atrás hacia adelante para incentivar mas su delirio y que no seopusiera a que la desflorara por primera vez en ese mueble...
Solo faltabaacomodarme y presionar un poco para romper su sello virginal… hasta que…
- Cielo Riverosaa… ¿dónde estás?... oíla voz adormecida de Valeria.
Mierd… murmureasustado, Cielo Riveros se contrajo rápidamente, apresando mi verga con sustemblorosas piernas. Automáticamente la aleje un poco, mientras ella secomponía, se sentaba en el sofá y ponía en su sitio su ropa.
- Baje a tomar agua… dijo nerviosa envoz baja.
- ¿Y Danny?... pregunto Vale, mientrasyo me cubría con las sabanas.
- Shhh… se quedó dormido con la teleprendida… murmuro Cielo Riveros acercándose a la escalera, a donde parecía quese estaba acercando Vale.
- Apaga la tele y sube a dormir… ah…tráeme un vaso con agua… pidió Vale mientras oía sus pasos volver a la puertade su dormitorio.
Suspiré aliviado,sentí que mi alma volvió a su cuerpo… Cielo Riveros fue a la cocina, por elagua, lo dejo un rato en la mesa, luego se abalanzo juguetonamente sobre midándome unos jugosos besos con lengua.
- Me la debes… me susurro al oídojuguetona.
Luego apago latele y se fue con el agua al segundo piso. Si antes que baje Cielo Riverosestaba confundido y acelerado, ahora estaba peor por todo lo sucedido. Trasunos minutos entre al baño y me di un pajazo de aquellos… si esta chiquilla nome mataba de un infarto, su hermana lo haría con algún utensilio de la cocina ode oficina…
Al menos elpajazo funciono, me alivio y me dormí al poco rato. Algún sueño con matices deremordimiento tuve… pero que podía hacer… esa niña me buscaba constantemente,no sabia como actuaria si me negaba a seguirle el juego… quizás me hacia unberrinche y me acusaba con su hermana… ¿Qué se yo?... con estas chiquillas nose sabe…
Al día siguientefuimos al mercado… ya de regreso Vale olvido una ultima compra, nos dijo que laesperemos. Demoraría unos minutos, así que aproveche para intentar conversar yrazonar de nuevo con mi cuñadita… entender su casi obsesión conmigo…
- Creo que ayer llegamos un poco lejos…le dije.
- No tanto… falto poquito… dijocomiéndome con la mirada.
- ¿Por qué quieres esto (coger) conmigo?...pregunte intrigado.
- Si no es contigo… ¿con quién más?…dijo apenada.
- No se… alguien de tu edad o más jovenque yo al menos… dije, no me sentía viejo, pero le llevaba como 15 años.
- Ay no… los chicos de mi edad soninmaduros, habladores… respondió incomoda.
- ¿No te parece raro esto?... intenterazonar.
- Bueno… quizás un poco… pero es que…dijo dudando.
- ¿Qué?... dime… vamos… le anime,quería entenderla.
- Mi hermana me dijo que su primera vezcontigo fue especial… que la trataste con cariño y le hiciste sentir cosas quenunca experimento (un orgasmo seguro) … y no se…
- ¿No sabes?...
- Es que mis amigas… la mayoría yaperdieron su virginidad… y por como lo cuentan como que no fue lo queesperaban, por lo inmaduro y apresurado de sus parejas… por eso…
- Por eso ¿qué?… pregunte, tenía quesacarle por cucharadas.
- Por eso quería que fueras mi primerhombre… alguien con experiencia, para tener una historia bonita que contar… meexplico, luego se resintió un poco y agrego… ¿no lo quieres hacer conmigoporque piensas que soy muy fea o muy chiquilla?
- No, para nada… mírate, eres hermosa…pero soy novio de tu hermana… exclame incrédulo.
- No le diré nada a Vale… pero… quieroperder mi virginidad contigo… insistió.
- Ok… ya veremos, pero esas cosas no seplanifican, solo suceden… para que sean más especiales… le dije, mientras veíacomo Valeria se acercaba a lo lejos.
- Está bien… dijo susurrando sonriente,notando que al menos había cedido algo.
Algo me decía queno la convencí, esta niña no se quedaría contenta hasta que me la coja y bienduro… como para no ser la virgen de su grupo de amigas… quizás hasta bullyingle hacían a la pobre… quería regresar a su pueblo con la historia de cómoperdió su virginidad con un chico experimentado de la ciudad.
Al regresar aldepa, me di una ducha de agua fría… para bajarme la calentura que me genero elpedido de mi cuñadita. Oí algunos pasos cerca al cuarto, me imagine que Valequería decirme algo, le pedí que me pase la toalla… abrí la mampara de laducha… y ahí estaba otra vez ella…
- Ay vaya… exclamo ahogadamente dejandocaer la toalla de sus manos, fijando su vista en mi verga.
- ¿Qué haces aquí Cielo Riveros?... lerecrimine en voz baja.
- Todo eso no me va entrar… dijo con laboca abierta, sin prestar atención a lo que dije, se veía algo confundida,entre asustada y emocionada, sin dejar de admirar mi pene que comenzaba acrecer.
- Vete… antes que tu hermana venga… lepedí.
- No te preocupes… está cocinando…dijo, mientras yo me ponía la toalla, solo así, cuando me vio cubierto, salióde su abstracción y se fue del baño.
Tras eso, andabamas estresado, casi ni comí, mientras Cielo Riveros de cuando en cuando lanzabamiradas a mi entrepierna, a veces sonriendo otras veces abriendo los ojos comopensando si le entraría o no. Valeria me pregunto si todo iba bien… me excuseque andaba preocupado por un trabajo… si supiera que su hermana quería que mededique a desvirgarla.
Tras el almuerzo,llamo una compañera de trabajo de Vale, al parecer otra de sus compañeras tuvoun accidente y estaba en el hospital, querían ir a verla en grupo. Me ofrecí allevarla, pero me dijo que mejor me dedique a terminar mi trabajo. Mas bien Vale,me jalo a un lado para conversar… pensé que ya había notado lo de Cielo Riverosy sus miradas indiscretas… ya me jodi…
- Danny… sé que no es turesponsabilidad… pero mi hermanita te quiere y respeta como un hermano mayor oun padre… yo ya hablé con ella, ya sabes, de los chicos y eso… me dijopreocupada.
- Ok… y ¿a qué viene esto?… preguntecon cara de susto, quizás ya se dio cuenta.
- Es que sería bueno que tú también lehables y le aconsejes… mi mama dice que sus amigas son algo movidas, locas porexperimentar… no vaya ser que, por seguirlas, Cielo Riveros termine encamándosecon cualquier vago y malogre su futuro… tú sabes, son jóvenes e inmaduros, nomiden consecuencias…
- Si… entiendo… yo hablo con ella… ledije, si supiera que el peor peligro para su hermanita era yo, mejor dicho, queCielo Riveros era un peligro para mí.
- Ahhh… otra cosa, me da vergüenzadecirlo, pero estamos en confianza de pareja… creo que mi mama exagera, me diceque no sabe si Cielo Riveros ya tuvo relaciones…
- Nooo… no creo… se comporta como niña(ninfómana)… dije con cara de incrédulo.
- Imagínate que quiere llevarla alginecólogo y ver si aun es virgen o no, ya sabes es chapada a la antigua yquiere que (al menos Cielo Riveros) llegue virgen al altar… bueno, por eso esimportante para mi que converses con ella… me dijo Valeria algo avergonzada.
- No te preocupes… yo me encargo… dijetragando saliva.
Yo que, a tantainsistencia de Cielo Riveros, me la quería tirar salvajemente para exorcizartodas sus provocaciones… ahora me enteraba que la mama andaba protegiendo suvirginidad como regalo de bodas… conociendo lo desconfiada que era la suegra,si creo que la llevaba con el médico.
Así que, comopodría justificar si mi cuñadita regresaba a su ciudad con una sonrisa de orejaa oreja y con su himen reventado… si solo su hermana y yo pasamos tiempo conella, ¿Quién más podría ser el que la desvirgo?, solo yo... con más razón debía mantenerme a raya.
Mientrasconversábamos cerca a la puerta del depa, Cielo Riveros nos veía atenta desdeel sofá-cama en que casi la violo la noche anterior. Por momentos fingía ver latele, pero estaba con las orejas bien paradas para intentar oír lo quedecíamos. Al poco rato Valeria se fue, encomendándome a su hermanita…
Ni bien se fue,saqué mi laptop y me puse a trabajar en el comedor (detrás del sofa-cama),procuraba adelantar un proyecto del trabajo… en realidad quería mantenermeentretenido y evitar tentación, mientras Cielo Riveros seguía viendo la tele…volteando de cuando en cuando a ver si me animaba a acercarme a ella.
Al ver que no leprestaba atención, Cielo Riveros subió dejando la tele prendida… ufff… se habrácansado y se ira a dormir un rato… mejor, así pasa el tiempo hasta que suValeria regresé, pensé.
A los pocosminutos nuevamente oí el mismo ruido que la noche anterior… sabia lo que era…mejor no prestarle atención, sino será peor, me dije… pero fue inevitable…nuevamente vi sus piernas bajar la escalera… esta vez no estaba cubierta por eljean que uso minutos antes.
Había vuelto aponerse aquel provocador vestido negro con el cual llego al aeropuerto, aquellamini entallada con ese escote, lo entallado de su ropa dejaba poco a laimaginación… mas aun notaba que no se formaba ninguna silueta de ropa interior…mierd… no traía nada debajo.
Bajo lentamentesonriendo, viendo que la laptop era un adorno en la mesa, que solo ella teniatoda mi atención… lo que la hizo sonreír con mayor coquetería… mientras yoseguía con la boca abierta sin emitir sonido…
- Me dijiste que las cosas no seplanifican… solo que… creo que a veces hay que hacer que las cosas sucedan…dijo justificando su provocativo accionar.
Tenía razón, quesu hermana saliera era coincidencia… el destino quería que me tire a micuñadita… ella misma quería que me la coja… en el fondo yo quería abusar deella… todo estaba alineado… al diablotodo… me dije, intenté resistir lo más que pude… Valeria quería que hable consu hermanita… mejor le daba una demostración vivencial de educación sexual.
Me pare de misitio, dejando a un lado la laptop… no tuve que decir nada… Cielo Riverosnuevamente se abalanzo sobre mí, llenándome de besos. Yo comencé a estrujarlepor primera vez sus redondos glúteos que, si bien no eran tan grandes como losde Valeria, eran muy bien formados y apetecibles.
Aquellas cariciasen su trasero la excitaron más… la levante, haciéndola sentar sobre la mesa,sin dejar de besarla. Ella en un principio me abrazaba, luego instintivamentecomenzó a soltar la correa de mi pantalón y buscar mi verga con sus manos,quería saber si era cierto que todo eso le entraría en su virgen cuerpo.
- Ay no… no creo que entre… me dijoasustada y excitada, creo que le causaba morbo esa situación.
Recordé entonceslas palabras de Vale… lo de su mama llevando a Cielo Riveros al ginecólogo…mierd… con toda la calentura… no podía quedar así…
- Mira… dije intentando calmarme yexplicarle… tu mama te va llevar al médico para saber si sigues siendo virgen ono… va ser sospechoso si llegas así de repente… dije.
- Ay nooo… Danny… debe haber otra manera… no me dejes así…vamos… me suplico Cielo Riveros completamente cachonda, al borde de unberrinche para que me la tire.
- Hay otra manera… le dije y agregué…no es una forma convencional, pero tenme confianza y déjame hacer… no te haredaño...
- Si, si, hazme lo que quieras… yo tesigo… me dijo emocionada y obediente, llenándome de besos, agradecida de que mela fuera a coger, sabía que no habría oportunidades como esa, de estar solossin la vigilancia de su hermana.
Lo que su hermaname negó, quizás Cielo Riveros me lo regale de buena gana… pensé… y me aliste,fui al baño rápidamente y traje una crema, ante la mirada ansiosa y curiosa de CieloRiveros.
- ¿Qué es eso?... pregunto extrañada.
- Ya verás… le dije, y no permitiéndolehacer más preguntas, agregué: Recuerdas ayer… como estábamos acomodados…
No tuve que decirmás, Cielo Riveros volteo, dándome la espalda… su cuerpo estaba apresado entreel mío y la mesa… nuevamente comenzó a empujarme su carnoso trasero contra miingle, mientras se daba maña para besarme.
Yo le subía lafalda y liberaba mi verga… sus nalgas desnudas recibieron el bulto de mientrepierna. La acomode abriéndole un poco las piernas… la sentí temblar con elcontacto… así que inicie otra vez el juego de pasar mi verga por entre suslabios vaginales, generando una rica fricción que terminara de enloquecerla…
- Ay Danny… yaaaa… hazlooo… mesuplicaba, con su vagina mojada.
Embadurne misdedos de crema lubricante… y escudriñe sus nalgas… ante su sorpresa…
- Danny… ese no es mi… ohhh… ahhh…exclamo atónita.
- Prometiste dejarte guiar… le susurreal oído.
- Ayyy… si si si… cedió sumisa.
Mis dedos habíaninvadido su cavidad anal… como les dije lo que Valeria no me daba, quizás CieloRiveros me lo regalaría o yo se lo robaría… era la única manera que llegara aunvirgen (al menos vaginalmente) a su ciudad sin levantar sospechas de su madreni del médico.
Tras aquellaincursión de mis dedos en su estrecho y virgen ano, Cielo Riveros se inclinohacia adelante, arañando el mantel de la mesa, mientras su respiración se haciamas profunda… sus senos se hinchaban cada vez más…
- Ayyy… ¿Qué me haces?... uhmmm…preguntaba en medio de su excitación y morbo.
- Solo confía… le decía escuetamente.
Sus piernastemblaban y se abrían más… su cabello era una maraña desordenada, mientras sucabeza se movía nerviosamente… Había llegado el momento…
- ¿Qué?... nooo... espera… por ahínooo… intento quejarse Cielo Riveros, pero era tarde.
Tras el proceso de dilatación, el masajeo conmis dedos llenos de lubricante, solo quedaba la penetración y lo hice quizásabruptamente… preso de mi propia excitación y para impedir que se arrepienta.
- Ouuu…. Ahhhh…. Ufff…. se quejó CieloRiveros, con su espina contraída.
Le había metidola cabeza de mi verga en su estrecho ano, mientras ahora forcejeaba un poco porinsertarle el resto. Ella intentaba mantener el equilibrio con las manos sobrela mesa… la figura se había invertido, Cielo Riveros que antes me culeaba paraque la penetre, ahora era yo quien la empujaba contra el mueble.
- Ayyy… nooo… eso no es normal… nooo…ahhh… se quejaba.
No sabia si serefería a que era un acto contra natura o, en mi ego pensé que se refería a queno era normal que una verga de mi tamaño le entrara por su estrecho culo…
Para evitarcualquier tipo de resistencia, baje rápidamente su escote, liberando susredondos melones, cosa que la distrajo y volvió a traer el morbo mientrasjaloneaba sus pezones y Cielo Riveros veía embobada con la boca abierta comoestrujaba sus senos.
Volteo buscandomis labios y me prodigo jugosos besos con su lengua excitada, cosa que ibaaprovechando para meter y sacar de a pocos mi verga de su arrugado esfínter,que cada vez se contraía menos, acostumbrándose a aquel intruso que ya habíaingresado, al menos un tercio.
- Ayyy Danny… me estas rompiendo elculo… exclamo perpleja con expresión morbosa.
Volteo a verme,eso la hizo distraerse y relajarse, cosa que aproveche, para abrir sus morenasnalgas con mis manos y empujarle media verga más…
- Ouuuu… ahhhh… mierd… ahhh… exclamoestremeciéndose de dolor.
Vi sus ojosemblanquecer, salir de sus orbitas, con la boca abierta, casi en rigor mortis,que hizo que apretara mi verga, causándome un poco de dolor… pero la tarea yaestaba cumplida, la tenía enganchada hasta las tripas… sería difícil que seliberara.
Estuvo quejándosecada vez mas fuerte, le tuve que tapar la boca para que mis vecinos no llamen ala policía. Veía sus ojos cerrados, con una lagrima discurriendo por susmejillas. Esta enrojecida, resoplaba entre mis dedos, una vez que sentí que surespiración se calmó, saqué mi mano.
- Auuu… no puede ser que entrara todoeso… dijo sintiéndose completamente atorada.
Debía quereconocer que Cielo Riveros había resistido estoicamente, mejor que otraschicas a las que inicie… seria la fascinación, el deseo contenido de serdesvirgada… aunque no era de la manera que esperaba, estaba dispuesta a irsecon algún agujero inaugurado…
- Auchh… uhmm… espera… espera… porfis…ayyy… me rogaba.
Yo ya habíaempezado el golpeteo contra sus nalgas… Cielo Riveros rendida, se inclino sobrela mesa, apoyando los codos, mientras dé a pocos entraba y salía de su gordotrasero... parecía haberse acomodado mejor, por momentos relajaba lacontracción de su esfínter y yo aprovechaba para estamparla… mientras a ella sele contraía el espinazo y luego volvía rendida a la mesa…
De cuando encuando aprovechaba en echar algo de lubricante por los lados, creyendo quepodría ayudar, pero no había mucho margen para que algo le entrara, mi vergatenia su culo colapsado… hasta que…
- Ayyy nooo… uffff… nooo… ¿qué esesto?… uhmmm… ahhh… uhmmm… comenzó a musitar asombrada entre quejidos ygemidos.
Veía su cuello yespalda temblorosas, hasta sus piernas… comencé a bombearla más armónicamente,con cada vez menor oposición de su esfínter… en un proceso natural, se fuerelajando y acostumbrando a estar empalada… incluso comenzó a disfrutarlo…
- Ayyy … no puedo creerlo Danny… estábien duro… uhmmm… decía atónita.
Ahora era yoquien se aferraba a la mesa mientras bombeaba su carnoso trasero contra elmueble, sus nalgas comenzaban a rebotar con mi ingle, mientras Cielo Riverosveía sorprendida como sus senos saltaban con cada arremetida…
- Si si… asi… cuñadito… rómpeme miculito… uhmmm… deliraba Cielo Riveros.
Todo el morbocontenido desde la playa, en que toque sus senos por primera vez, daba riendasuelta ahora… recordando aquello, libere una mano para jugar con ellos… cosaque agradeció estremeciéndose más… llegue a sentir algunas gotas que discurríande su excitada vagina…
El mantel yaestaba casi en el suelo, dejando ver el reflejo del cristal de la mesa… CieloRiveros se sorprendió de ver la morbosa expresión en su rostro, sus senostemblando y jaloneados por mis manos… mi complacida expresión mientras lemartillaba el culo, tomándola de las nalgas…
- Ay… uhmmm…. que grande eres… uhmmm…exclamaba Cielo Riveros alimentando su morbo.
Con cadaincursión la iba levantando sobre la mesa, por momentos la veía de puntitas,por ratos ya en el aire, con su culo color canela rebotando con mi entrepierna…
- Ayyy nooo… ayyyy nooo… uhmmm…. medesmayooo… nooo… uhmmm….
La sentíestremecerse hasta de los pies a la coronilla, con unos espasmos y temblores enla pierna… mientras mi verga satisfecha comenzaba a llenar de tibia leche surecién inaugurada cavidad anal… con cada borbotón ella se estremecía más…
- No puede ser… ¿qué pasa?… ayyy… ¿meestas orinando?… se quejaba Cielo Riveros sin entender lo que sucedía.
- Ohhhh… ufff… exclame satisfecho,mientras mi leche seguía invadiéndola.
Cielo Riveros sedejo caer sobre la mesa… su vestido era ahora una faja, sus pies casi en elaire, su gordo trasero abierto de par en par, su torso amortiguado por sussenos contra la mesa… ella con su rostro de lado, entre un enredo de cabellos,con las mejillas encendidas, la boca abierta y jadeante con gotas de saliva,como si todo se le hubiera hecho agua a la boca…
- Ayyy… estoy acalambrada… que mehiciste… se quejó graciosamente.
- Felicidades… te viniste en un ricoorgasmo… ya no eres virgen… al menos analmente… le dije complacido.
- Ufff… no creí que se podían sentircosas tan ricas por ahí… exclamo sorprendida.
- Si, es un mundo nuevo… ya verás… ledije exagerando mi experiencia.
Ella seincorporó… me miro con ese brillo enamoradizo que antes le había visto…
- Eso significa que… dijo tímidamente.
- ¿Qué cosa?... pregunte
- Me seguirás enseñando… dijomordiéndose los labios ansiosa.
Me la acaba decoger, le di a entender que a futuro podría disfrutar del sexo anal sinperjuicios, pero no conmigo… pero la niña seguía fascinada conmigo, enganchadacon la idea de aprender de mí, exprimir mi experiencia y mi semen…
- Ya veremos… solo atine a decir,dejando abierta la posibilidad.
- Eso me basta… me dijo alegre.
Luego jalo mirostro y me beso desde su forzada posición, aun con mi verga atornillada en sujoven orto. Que poco a poco se fue deshinchando… saque mi verga, un gesto dedolor apareció en los labios de Cielo Riveros… su ano estaba al rojo vivo, senotaba que le ardía y dolía… la calme diciéndole que le echaría humectante paraaliviar eso.
Al rato no le dioimportancia, estaba embobada viendo como mi verga se iba retrayendo como cuandola vio en la ducha… parecía orgullosa de que su inexperimentado trasero se hayacomido una verga de ese tamaño.
Se estremeció unpoco al sentir la leche discurrir de su ano a sus piernas… más bien yo meestremecí al recibir una llamada… se me enfrió el cuerpo, por el sonido, en unprincipio pensé que era el timbre del depa…
- ¿Todo salió bien?… me pregunto Vale.
- Si, si todo normal… dije nervioso,mientras veía como Cielo Riveros se limpiaba.
Mierd… todo salióbien para Cielo Riveros (que se salió con la suya) y para mí (que le revente elculo a mi cuñadita que me provocaba), pero salió bien para nosotros (comopareja), pensé…
- Bueno, ya voy de regreso… deseas quecompre algo de comer… agrego Vale.
- Si, lo que gustes… me muero dehambre… respondí, mientras pensaba que su hermanita me exprimió todo,necesitaba reponer energía.
Luego mi cuñaditase fue a bañar, mientras yo intentaba borrar evidencias, arreglaba la mesa,trapeaba las gotitas de leche del piso, etc., etc.
Después me tocobañarme, Cielo Riveros nuevamente entro a darme la toalla, al ver mi verga otravez, se agacho y le dio un beso juguetón…
- Gracias… se atrevió a decirle con unasonrisa pícara.
Mi pene otra vezcomenzó a reaccionar… si Cielo Riveros quiere seguir descubriendo cosas, esoslabios carnosos le harían mucho bien a mi verga, pensé… creo que mi cuñaditaintuyo por la mirada de malicia que tenía, que algo le prepararía para másadelante, se mostraba curiosa y dispuesta a realizar lo que le pidiera…
Era casi como suhermana, pero más complaciente y más desinhibida, quizás producto de suingenuidad o de sus ganas de conocer el placer del que tanto se ufanaban susamigas experimentadas…
Esta vez nos sacóde nuestra abstracción el sonido del timbre… era Valeria, que por suerte habíaolvidado sus llaves… nos salvamos esta vez… pero estábamos jugando con fuego…
Al escuchar eltimbre, Cielo Riveros se asusto un poco, la calme un poco, total no sabia nada…solo le dije, que si Valeria le preguntaba si converse con ella, le dijera quesi… y que le siguiera la corriente o le cambie de tema hasta que yo baje.
Solo me preocupoverla caminar un poco raro, diablos, le había roto su virgen culito, estabaadolorida… ojalá Vale no se percate… pensé.
- ¿Por qué demoraste?... le preguntoVale incomoda a Cielo Riveros.
- Es que… estaba en el baño… se excusó CieloRiveros.
- ¿Y Danny?...
- Creo que estaba estresado, subió aducharse para relajarse… agrego Cielo Riveros, mientras volvía al mueble.
Mientras yoescuchaba al borde la escalera lo que sucedía, esa niña era una actrizcompleta, a pesar de su miedo, se manejaba con aplomo, quizás su vocecitainfantil hacía que fuera creíble… pero fue entonces que Vale noto algo raro…
- Y tu… ¿Por qué caminas así?...pregunto Vale extrañada.
- Ahhh… me da vergüenza decirlo… musitoCielo Riveros nerviosa.
A la mierd… mejodi, sentía que, ante la presión de Vale, mi cuñadita estaba cediendo … ahorale confiesa a su hermana que le inaugure el culo en la mesa… seguro diría quela viole, que no quiso, que me aproveche… ¿diablos por que caí con esa niña?… me dije, pensando lo peor.
- ¿Por qué?... dime… insistió Vale.
- Es que… es que … decía Cielo Riveroscon voz temblorosa.
- Vamos dime… replico Vale asustada.
- Es que… tengo estreñimiento hacedías… y me salió algo grande que me dolió… dijo Cielo Riveros, invirtiendo lospapeles, cuando en realidad le había entrado algo grande.
- Ay… jajaja… ay… hermanita… aggg… sindetalles… me diste un susto… exclamo Vale.
En realidad, yotambién casi me carcajeo, semi desnudo en la escalera, ante tal explicación demi cuñadita… al menos había funcionado, Vale ya no preguntaría. Si el culo de CieloRiveros estaba abierto era por culpa del estreñimiento.
Baje al rato y CieloRiveros había tomado nuevamente su posición en el sofá viendo películas, claroque graciosamente sentada de lado por su ano adolorido. Trate de distraer aVale, preguntándole por cómo estaba su amiga y demás, hasta que recordó lo de CieloRiveros… mierd…
- Y ¿conversaste con ella?… mepregunto.
- Si… pero no mucho… se sintió un pococohibida… le dije excusándome.
- ¿Qué te dijo?... insistió Vale.
- Ah… bueno… pues… si, sus amigascomentan sus experiencias y todo… pero dice que ella esta tranquila… que quiereesperar a alguien especial… como tu lo hiciste… agregue, intentando dar aentender que Vale era un ejemplo para su hermana.
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