http://www.poringa.net/posts/relatos/5788862/VESTIGIO-Evolutivo---Episodio-005.html
RITUAL EN SUEÑOS
Me desperté en una cama de hojas perfectamente acondicionada, en un salón enorme de madera con columnas e iluminado con cristales estratégicamente ubicadas para captar la luz del sol y distribuirla por toda la habitación. Tardé unos segundos en descubrir que mis extremidades estaban atadas a las patas de la cama y estuve a punto de gritar pero el contacto con la mirada de la hembra que me guió hasta allí me dio la calma necesaria para mantenerme tranquilo. "Soy Begjær, sacerdotisa y princesa de tu pueblo, como eres el único macho sobreviviente de la estirpe real y estás en edad adulta tu destino es ser el Rey de los Hjort y cumplir tus deberes de Sæd y Fødsel para la supervivencia de la especie. En estas circunstancias el gobierno será ejercido por el Consejo". Yo no entendía nada pero me acomodé y le agradecí por contarme la situación y le dije que me sentía honrado por el cargo que me otorgaron pero ¿por qué estaba atado de pies y manos?¿o era de patas traseras y delanteras? No podía entender bien del todo y no me despertaba. El sueño se sentía muy real y mientras ella preparaba un brebaje en una vasija comencé a ver a mi alrededor: había a cada lado de la mía, una cama de hojas colocada a cierta distancia en una posición diagonal en dirección hacia mí. Cornamentas gigantes colgaban en la parte más cercana a la puerta y en medio del salón cristales rojos proyectaban una luz que se mezclaba con la del sol.
Begjær me dió de tomar el contenido de la botella sin darme opción ni tiempo de hacerlo en más de un trago y acto seguido pasó su lengua húmeda por mis labios. Era una bebida amarga y con cierto contenido de alcohol que me dio a la vez una sensación de somnolencia y de poder. ¿Cómo podía sentir todo eso en un sueño?¿Por qué? me preguntaba a mí mismo sin obtener respuesta. Mi reflexión interna fue interrumpida por el ruido de la puerta ante la entrada de 5 hembras más, una muy parecida a mi guía personal y las otras más jóvenes con unos cuernos pequeños y un pelaje más fino y claro. Las más pequeñas se ubicaron de a dos en las camas a mi costado y la adulta se paró frente a mí y leyó palabras de una tela con voz solemne. Lo que dijo al principio no logré comprenderlo pero fonéticamente sonaba así "Hjorteguder, hell din makt over vår mannlige konge og gi ham den viriliteten som er nødvendig for å hore med ditt store medlem og redde Hjorth". Lo dijo en voz alta y cada vez más fuerte casi gritando para luego pasar a hablar en voz baja casi susurrando ya en un idioma entendible para mí en este episodio onírico "Las doncellas esparcirán su Strømme en cantidad sobre nuestro Rey y la sacerdotisa completará el ritual dejando el suyo sobre la virilidad del macho cuando el libere todo su poder e inmensidad"
Begjær empezó a cantar suavemente con voz grave y a peinar el cabello de su cuerpo al ritmo de la ininteligible melodía. Las jóvenes hembras comenzaron a seguirla con sus voces y a tocarse una a la otra entre las piernas. La que leyó la tela seguía recitando las primeras palabras casi sin abrir la boca como para sus adentros. Entre el pelaje de mis piernas empezó a asomarse un robusto y grueso pene parecido al del humano pero más grande y fibroso, parecía de más de 20 centímetros y se sentía muy erecto y poderoso. Latía y se ponía húmedo mientras más escuchaba a las doncellas gemir y mojarse entre sí. Mi miembro seguía creciendo y aparecieron dos testículos bien proporcionados debajo de él. Me sentía más fuerte e intenté desatarme pero no podía aunque en los grilletes se habían producido rajaduras. La hembra guía también comenzó a frotarse entre las piernas y la adulta empezó a recitar las palabras en voz cada vez más alta. Cuando ya estaba punto de gritar las jovencitas gritaron y apuntaron sus patas abiertas hacia mi cama salpicándome de sus jugos una y otra vez mientras se les caía la baba de la exitación. De la fuerza que me dio ese líquido al entrar en contacto con mi cuerpo me liberé de una mano y una pierna y mientras veía a las doncellas lamerse una a la otra Begjær se abalanzó sobre mí y me lengüeteó el pene desesperadamente. En ese momento creció aún más y le brotó una enorme cabeza mojada y palpitante. Ella se sentó encima y cuando mi potente miembro penetró su vagina rompí el grillete que aún aprisionaba mi mano izquierda. Agarré a mi hembra de la cintura y la presioné contra mi cuerpo una y otra vez mientras ella gritaba de una forma salvaje. Sentí como mi pene le abrió su carne. Ella se movió como poseída y entre tanto movimiento liberé mi pierna restante. Las palabras de la otra hembra se escuchaban entre los gemidos de las demás y los gritos de mi dama. Extrañamente eso me hizo sentir un poder enorme y cuando me saqué a la Guía de encima unos segundos me excité de una forma insana al ver mi pene de 40 centímetros. Extasiado la tiré al piso y se la metí por el ano penetrándola brutalmente hasta llenarla de semen bombeándole mi leche en su agujero. Salí de la cama y forniqué de una manera animal con cada una de las doncellas acabándoles adentro dejando un líquido espeso y pegajoso. Cuando me acerqué al centro del salón la hembra adulta me tiró al piso y se puso encima de mi pene cabalgándolo hasta obtener lo suyo a los gritos.
Los cristales rojos no dieron más luz y la del sol estaba bajando. Me acosté entre las hojas y me desmayé mirando a las hembras jóvenes dormidas con mi semen brotándole de la vagina y las otras dos tiradas en el piso babeándose y ya cerrando los ojos.
Me desperté viendo el techo de mi casa cansadísimo como si hubiera pasado mucho tiempo haciendo muchísima fuerza pero a la vez como si hubiera dormido mucho. Quedé absorto mirando en el celular el mensaje de mi jefe preguntando porqué no fui a trabajar. Había pasado un día...había dormido un día...No tenía sentido. Cuando recobré la conciencia cotidiana me di cuenta que tenía una erección tremenda que no se me bajaba con nada. Me acordé de repente de una palabra sin motivo alguno: Hjort.
RITUAL EN SUEÑOS
Me desperté en una cama de hojas perfectamente acondicionada, en un salón enorme de madera con columnas e iluminado con cristales estratégicamente ubicadas para captar la luz del sol y distribuirla por toda la habitación. Tardé unos segundos en descubrir que mis extremidades estaban atadas a las patas de la cama y estuve a punto de gritar pero el contacto con la mirada de la hembra que me guió hasta allí me dio la calma necesaria para mantenerme tranquilo. "Soy Begjær, sacerdotisa y princesa de tu pueblo, como eres el único macho sobreviviente de la estirpe real y estás en edad adulta tu destino es ser el Rey de los Hjort y cumplir tus deberes de Sæd y Fødsel para la supervivencia de la especie. En estas circunstancias el gobierno será ejercido por el Consejo". Yo no entendía nada pero me acomodé y le agradecí por contarme la situación y le dije que me sentía honrado por el cargo que me otorgaron pero ¿por qué estaba atado de pies y manos?¿o era de patas traseras y delanteras? No podía entender bien del todo y no me despertaba. El sueño se sentía muy real y mientras ella preparaba un brebaje en una vasija comencé a ver a mi alrededor: había a cada lado de la mía, una cama de hojas colocada a cierta distancia en una posición diagonal en dirección hacia mí. Cornamentas gigantes colgaban en la parte más cercana a la puerta y en medio del salón cristales rojos proyectaban una luz que se mezclaba con la del sol.
Begjær me dió de tomar el contenido de la botella sin darme opción ni tiempo de hacerlo en más de un trago y acto seguido pasó su lengua húmeda por mis labios. Era una bebida amarga y con cierto contenido de alcohol que me dio a la vez una sensación de somnolencia y de poder. ¿Cómo podía sentir todo eso en un sueño?¿Por qué? me preguntaba a mí mismo sin obtener respuesta. Mi reflexión interna fue interrumpida por el ruido de la puerta ante la entrada de 5 hembras más, una muy parecida a mi guía personal y las otras más jóvenes con unos cuernos pequeños y un pelaje más fino y claro. Las más pequeñas se ubicaron de a dos en las camas a mi costado y la adulta se paró frente a mí y leyó palabras de una tela con voz solemne. Lo que dijo al principio no logré comprenderlo pero fonéticamente sonaba así "Hjorteguder, hell din makt over vår mannlige konge og gi ham den viriliteten som er nødvendig for å hore med ditt store medlem og redde Hjorth". Lo dijo en voz alta y cada vez más fuerte casi gritando para luego pasar a hablar en voz baja casi susurrando ya en un idioma entendible para mí en este episodio onírico "Las doncellas esparcirán su Strømme en cantidad sobre nuestro Rey y la sacerdotisa completará el ritual dejando el suyo sobre la virilidad del macho cuando el libere todo su poder e inmensidad"
Begjær empezó a cantar suavemente con voz grave y a peinar el cabello de su cuerpo al ritmo de la ininteligible melodía. Las jóvenes hembras comenzaron a seguirla con sus voces y a tocarse una a la otra entre las piernas. La que leyó la tela seguía recitando las primeras palabras casi sin abrir la boca como para sus adentros. Entre el pelaje de mis piernas empezó a asomarse un robusto y grueso pene parecido al del humano pero más grande y fibroso, parecía de más de 20 centímetros y se sentía muy erecto y poderoso. Latía y se ponía húmedo mientras más escuchaba a las doncellas gemir y mojarse entre sí. Mi miembro seguía creciendo y aparecieron dos testículos bien proporcionados debajo de él. Me sentía más fuerte e intenté desatarme pero no podía aunque en los grilletes se habían producido rajaduras. La hembra guía también comenzó a frotarse entre las piernas y la adulta empezó a recitar las palabras en voz cada vez más alta. Cuando ya estaba punto de gritar las jovencitas gritaron y apuntaron sus patas abiertas hacia mi cama salpicándome de sus jugos una y otra vez mientras se les caía la baba de la exitación. De la fuerza que me dio ese líquido al entrar en contacto con mi cuerpo me liberé de una mano y una pierna y mientras veía a las doncellas lamerse una a la otra Begjær se abalanzó sobre mí y me lengüeteó el pene desesperadamente. En ese momento creció aún más y le brotó una enorme cabeza mojada y palpitante. Ella se sentó encima y cuando mi potente miembro penetró su vagina rompí el grillete que aún aprisionaba mi mano izquierda. Agarré a mi hembra de la cintura y la presioné contra mi cuerpo una y otra vez mientras ella gritaba de una forma salvaje. Sentí como mi pene le abrió su carne. Ella se movió como poseída y entre tanto movimiento liberé mi pierna restante. Las palabras de la otra hembra se escuchaban entre los gemidos de las demás y los gritos de mi dama. Extrañamente eso me hizo sentir un poder enorme y cuando me saqué a la Guía de encima unos segundos me excité de una forma insana al ver mi pene de 40 centímetros. Extasiado la tiré al piso y se la metí por el ano penetrándola brutalmente hasta llenarla de semen bombeándole mi leche en su agujero. Salí de la cama y forniqué de una manera animal con cada una de las doncellas acabándoles adentro dejando un líquido espeso y pegajoso. Cuando me acerqué al centro del salón la hembra adulta me tiró al piso y se puso encima de mi pene cabalgándolo hasta obtener lo suyo a los gritos.
Los cristales rojos no dieron más luz y la del sol estaba bajando. Me acosté entre las hojas y me desmayé mirando a las hembras jóvenes dormidas con mi semen brotándole de la vagina y las otras dos tiradas en el piso babeándose y ya cerrando los ojos.
Me desperté viendo el techo de mi casa cansadísimo como si hubiera pasado mucho tiempo haciendo muchísima fuerza pero a la vez como si hubiera dormido mucho. Quedé absorto mirando en el celular el mensaje de mi jefe preguntando porqué no fui a trabajar. Había pasado un día...había dormido un día...No tenía sentido. Cuando recobré la conciencia cotidiana me di cuenta que tenía una erección tremenda que no se me bajaba con nada. Me acordé de repente de una palabra sin motivo alguno: Hjort.
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