Me llamó Lorena, hoy tengo 16, pero esta historia ocurrió cuando tenía 14, mis papas y yo nos habíamos mudamos a otra ciudad por el trabajo de mi papa. Vivíamos en una casa linda que había comprado, pero era pequeña y se tuvieron que hacer trabajos de ampliación.
Luego de instalarnos en la casa mi papa contrato a un equipo de 8 albañiles para comenzar con la ampliación, de los cuales ninguno se quedó indiferente al conocer a mi mama, Jesica, ella es una mujer muy hermosa, de 1,62cm, 38 años en aquel momento, con piel blanca y cabello castaño, además sus senos tienen buen tamaño, aunque no comparado a su gigantesco trasero, además al ser bajita le resalta todo aún mas.
Aunque había uno de ellos, el capataz, Lorenzo, un hombre de unos 58 años, gordo, de 1.70cm y cabello canoso con barba. El no le quitaba los ojos en ningún momento, cosa que mi mama noto. Le hizo saber su disconformidad a mi papá durante una cena.
-Mama: No me siento nada comida con esos hombres que trajiste, son todos unos alzados.
-Papa: Ya, tranquila, les faltan 2 semanas y se irán.
-Mama: Eso espero, no quiero que se paseen por la casa cuando solo estoy yo.
Dos días después de esa cena ocurrió lo impensable, yo volvia de mi nueva escuela, mi papa estaba en su trabajo y mama como la ama de casa que es estaría allí.
Al llegar vi que los albañiles ya se habían ido, pero escuche desde afuera a mi mama gritándole a alguien dentro de la casa.
-Mamá: ¡Te dije que te fueras¡ ¡Enfermo!
Decidí no entrar y me acerqué por el costado de la casa, donde había una puerta que daba a la lavandería, que estaba junto a la cocina de donde provenían los gritos.
Entre sigilosamente y abrí apenas la puerta que conectaba la lavandería con la cocina. Alli estaba, mi mama muy furiosa junto a la mesada de la cocina y frente a el Lorenzo, el cual tenía una sonrisa de oreja a oreja, fue ahí cuando note con asombro que su pantalón estaba desabrochado y su pene medio erecto y bastante gordo de unos 13 cm y estaba al aire.
-Lorenzo: Ya te dije preciosa, me encantas y hoy no ve muy sin hacerte echar un polvo.
-Mama: ¡hijo de puta! ¡Andate ahora! ¡llamaré a la policía!
Mi corazón estaba a mil, no podia creer lo que veia. Mamá tomo su celular que estaba sobre la mesada, pero Lorenzo rápidamente se acercó y le sujeto en brazo.
-Mama: ¡Soltame!
Lorenzo tomo es celular y lo tiro al piso, seguidamente comenzó a foesejear con mi mama.
-Mama: ¡No! ¡No!
-Lorenzo: Ya, quédate quieta, puta.
Lorenzo era muy fuerte y consiguió doblegar y arrodillar a mama, para acto seguido meter su pequeño pene dentro de su boca. Ella no podía hacer nada, la tenían sujetada con mucha fuerza, sólo podría mamar y dar quejidos.
-Mama: Ghhh, Ghhhhhh, Ghhhh...
-Lorenzo: Eso es... ufff, se siente rico, verdad.
Yo estaba paralizada por la escena, donde además de recibir una mamada comenzó a meter su mano en la remera de mi mama para estrujarle sus tetas. Tras unos momentos Lorenzo saco su pene de la boca de mi mama, la cual comenzó a respiras con fuerza mientras caía salina de su boca.
Lorenzo inmediatamente la sujeto del cuello con su mano y la levanto, la apoyo contra la heladera y le bajo con fuerza el pantalón y las bragas.
-Lorenzo: Uff, bien depiladita, justo como me gustan las putas.
Lorenzo soltó el cuello de mama y la dio vuelva apoyando su pecho y vientre contra la mesada, dejando su culo y vagina frente a Lorenzo. Todo mientras mama suplicaba entre lágrimas.
-Mama: Para... Por favor...
-Lorenzo: Caya, si esto a las putas le gusta.
Lorenzo prosiguió a meter su pene con violencia dentro mi mama cuentas la sujetaba firme de sus grandes gluteos.
-Mama: ¡No! ¡No! ¡ ¡Ahhh!
-Lorenzo: Ahh... que rico... esto es vida.
-Mama: ¡Por Favor! ¡Para¡ ¡Ahhh!
Lorenzo la penetro sin piedad durante unos minutos en los cuales mi mama no dejo de llorar y suplicar, más aún cuando comenzó a nalguearla con mucha fuerza, al punto que dejaba marcadas sus manos en sus glúteos, hasta que el comenzo a dar unos fuertes gemidos de placer. Se está corriendo entro de mi mama.
-Lorenzo: Oh... Oh... ¡Si!
Tras esto soltó a mi mamá, dejándola caer al piso mientras aún lloraba, para acto seguido tomarla de su cabello y arrastrarla nuevamente hacia el para hacerla mamar otra vez.
-Lorenzo: Eso, limpiala bien, puta hermosa.
Tras unos momentos más Lorenzo no aguanto y comenzó a gemir nuevamente, lanzando toda su esperma, esta vez dentro de su boca. Vi como mamá veia a Lorenzo con odio e impotencia mientras seguía llorando.
-Lorenzo: ahh... Que rico.
Tras esto la soltó, dejando ver a su pene ya flasido chorreando algo de semen.
Comenzó a subirse el pantalón mientra mama seguía llorando. Él se inclinó y tomo a mi mamá de sus cachetes.
-Lorenzo: Mira puta, no vas a contarle a nadie de esto, ni vas a llamar a la policía, porque sino...
-Mamá: ... ¿Si-sino...?
-Lorenzo: Asi como te hice el amor se lo haré a tu hijita. Tiene un culo que espera ser estrenado.
-Mamá: ¡No!
Yo me quedé aún mas petrificada de lo que estaba, además un escalofrío recorrió mi cuerpo por el miedo.
-Lorenzo: Eso es, ahora anda a mi.piarte antes que llegue tu hijita o tu puto marido y acordate, esta sólo es la primera vez, vas a hacer lo que dija o tu hijita termina preñada.
-Mamá: Si... Don Lorenzo....
-Lorenzo: Así me gusta.
Lorenzo se fue y mamá se quedó llorando en el piso un rato hasta que se levanto, se limpio un poco las lágrimas y se quito la ropa que tenia, quedando ahora si totalmente desnuda. Se acercó con su ropa a la lavandería, yo rápidamente salí por la puerta que daba al patio.
Escuche a mama estrar a la lavandería y encendía el lavarropas para lavar su ropa manchada con semen.
Tras esto me aleje y espere un rato para entrar, mamá estaba en la ducha, yo me encerre en mi habitación hasta que papá llego mas tarde, cenamos y mamá se esforzó para esconder sus sentimientos a mi papá, cosa que yo note. Decidí no hacer o decir nada, más por miedo que por otra cosa.
Esa no sería la últimavez que Lorenzo tendría a mi mamá, él ahora tenia el mejor culo de todos a su disposición...
Luego de instalarnos en la casa mi papa contrato a un equipo de 8 albañiles para comenzar con la ampliación, de los cuales ninguno se quedó indiferente al conocer a mi mama, Jesica, ella es una mujer muy hermosa, de 1,62cm, 38 años en aquel momento, con piel blanca y cabello castaño, además sus senos tienen buen tamaño, aunque no comparado a su gigantesco trasero, además al ser bajita le resalta todo aún mas.
Aunque había uno de ellos, el capataz, Lorenzo, un hombre de unos 58 años, gordo, de 1.70cm y cabello canoso con barba. El no le quitaba los ojos en ningún momento, cosa que mi mama noto. Le hizo saber su disconformidad a mi papá durante una cena.
-Mama: No me siento nada comida con esos hombres que trajiste, son todos unos alzados.
-Papa: Ya, tranquila, les faltan 2 semanas y se irán.
-Mama: Eso espero, no quiero que se paseen por la casa cuando solo estoy yo.
Dos días después de esa cena ocurrió lo impensable, yo volvia de mi nueva escuela, mi papa estaba en su trabajo y mama como la ama de casa que es estaría allí.
Al llegar vi que los albañiles ya se habían ido, pero escuche desde afuera a mi mama gritándole a alguien dentro de la casa.
-Mamá: ¡Te dije que te fueras¡ ¡Enfermo!
Decidí no entrar y me acerqué por el costado de la casa, donde había una puerta que daba a la lavandería, que estaba junto a la cocina de donde provenían los gritos.
Entre sigilosamente y abrí apenas la puerta que conectaba la lavandería con la cocina. Alli estaba, mi mama muy furiosa junto a la mesada de la cocina y frente a el Lorenzo, el cual tenía una sonrisa de oreja a oreja, fue ahí cuando note con asombro que su pantalón estaba desabrochado y su pene medio erecto y bastante gordo de unos 13 cm y estaba al aire.
-Lorenzo: Ya te dije preciosa, me encantas y hoy no ve muy sin hacerte echar un polvo.
-Mama: ¡hijo de puta! ¡Andate ahora! ¡llamaré a la policía!
Mi corazón estaba a mil, no podia creer lo que veia. Mamá tomo su celular que estaba sobre la mesada, pero Lorenzo rápidamente se acercó y le sujeto en brazo.
-Mama: ¡Soltame!
Lorenzo tomo es celular y lo tiro al piso, seguidamente comenzó a foesejear con mi mama.
-Mama: ¡No! ¡No!
-Lorenzo: Ya, quédate quieta, puta.
Lorenzo era muy fuerte y consiguió doblegar y arrodillar a mama, para acto seguido meter su pequeño pene dentro de su boca. Ella no podía hacer nada, la tenían sujetada con mucha fuerza, sólo podría mamar y dar quejidos.
-Mama: Ghhh, Ghhhhhh, Ghhhh...
-Lorenzo: Eso es... ufff, se siente rico, verdad.
Yo estaba paralizada por la escena, donde además de recibir una mamada comenzó a meter su mano en la remera de mi mama para estrujarle sus tetas. Tras unos momentos Lorenzo saco su pene de la boca de mi mama, la cual comenzó a respiras con fuerza mientras caía salina de su boca.
Lorenzo inmediatamente la sujeto del cuello con su mano y la levanto, la apoyo contra la heladera y le bajo con fuerza el pantalón y las bragas.
-Lorenzo: Uff, bien depiladita, justo como me gustan las putas.
Lorenzo soltó el cuello de mama y la dio vuelva apoyando su pecho y vientre contra la mesada, dejando su culo y vagina frente a Lorenzo. Todo mientras mama suplicaba entre lágrimas.
-Mama: Para... Por favor...
-Lorenzo: Caya, si esto a las putas le gusta.
Lorenzo prosiguió a meter su pene con violencia dentro mi mama cuentas la sujetaba firme de sus grandes gluteos.
-Mama: ¡No! ¡No! ¡ ¡Ahhh!
-Lorenzo: Ahh... que rico... esto es vida.
-Mama: ¡Por Favor! ¡Para¡ ¡Ahhh!
Lorenzo la penetro sin piedad durante unos minutos en los cuales mi mama no dejo de llorar y suplicar, más aún cuando comenzó a nalguearla con mucha fuerza, al punto que dejaba marcadas sus manos en sus glúteos, hasta que el comenzo a dar unos fuertes gemidos de placer. Se está corriendo entro de mi mama.
-Lorenzo: Oh... Oh... ¡Si!
Tras esto soltó a mi mamá, dejándola caer al piso mientras aún lloraba, para acto seguido tomarla de su cabello y arrastrarla nuevamente hacia el para hacerla mamar otra vez.
-Lorenzo: Eso, limpiala bien, puta hermosa.
Tras unos momentos más Lorenzo no aguanto y comenzó a gemir nuevamente, lanzando toda su esperma, esta vez dentro de su boca. Vi como mamá veia a Lorenzo con odio e impotencia mientras seguía llorando.
-Lorenzo: ahh... Que rico.
Tras esto la soltó, dejando ver a su pene ya flasido chorreando algo de semen.
Comenzó a subirse el pantalón mientra mama seguía llorando. Él se inclinó y tomo a mi mamá de sus cachetes.
-Lorenzo: Mira puta, no vas a contarle a nadie de esto, ni vas a llamar a la policía, porque sino...
-Mamá: ... ¿Si-sino...?
-Lorenzo: Asi como te hice el amor se lo haré a tu hijita. Tiene un culo que espera ser estrenado.
-Mamá: ¡No!
Yo me quedé aún mas petrificada de lo que estaba, además un escalofrío recorrió mi cuerpo por el miedo.
-Lorenzo: Eso es, ahora anda a mi.piarte antes que llegue tu hijita o tu puto marido y acordate, esta sólo es la primera vez, vas a hacer lo que dija o tu hijita termina preñada.
-Mamá: Si... Don Lorenzo....
-Lorenzo: Así me gusta.
Lorenzo se fue y mamá se quedó llorando en el piso un rato hasta que se levanto, se limpio un poco las lágrimas y se quito la ropa que tenia, quedando ahora si totalmente desnuda. Se acercó con su ropa a la lavandería, yo rápidamente salí por la puerta que daba al patio.
Escuche a mama estrar a la lavandería y encendía el lavarropas para lavar su ropa manchada con semen.
Tras esto me aleje y espere un rato para entrar, mamá estaba en la ducha, yo me encerre en mi habitación hasta que papá llego mas tarde, cenamos y mamá se esforzó para esconder sus sentimientos a mi papá, cosa que yo note. Decidí no hacer o decir nada, más por miedo que por otra cosa.
Esa no sería la últimavez que Lorenzo tendría a mi mamá, él ahora tenia el mejor culo de todos a su disposición...
4 comentários - Fui testigo de como el albañil sometió a mi mama. Parte 1.