Holiiis les habla Stefi TwT. Después de unas semanas de mi primer post vengo a compartirles una nueva historia de vida como sissy.
Espero que el relato sea del agrado de ustedes y puedan tanto machos como hembras disfrutar a su manera el post ☺️. De paso les comparto fotitos mías con la ropita que usaba en la historia que les voy a relatar a continuación 🙂 Aquí vamos:
Bueno, a principios del año pasado en plena adolescencia (con 16 añitos) estaba empezando a incursionar dentro del mundo sissy. Ya llevaba varios años vistiendome como mujer a escondidas de la gente. Bragas, tangas, faldas cortas, blusas, remeritas, vestidos, calzas, tacones y de hecho todo lo que podía sacar del armario de mi hermana y de vez en cuando de mi madre solía ponermelo cuando quedaba sola en casa. Disfrutaba bailar y desfilar con ropa de nena puesta, sentirme una verdadera princesa, me masturbaba pensando en hombres, imaginadome siendo cogida por una rica verga que me destrocé todo el culito. Ya había perdido mi virginidad con un hombre maduro y solo anhelaba volver a experimentar esa sensación otra vez.
Me sentía tan puta pero era tan tímida a la vez, tan sumisa y delicada que tenía miedo de no poder controlar mis ansias de una buena pija. Pero como toda maricona putita el control sin darme cuenta ya lo había perdido hace tiempo.
Recuerdo que en esa época mis padres notaron que algo no andaba bien en su "hombrecito de la casa", era muy menudo a comparación de otros chicos de mi edad, muy delgado y un poco bajo, me notaban poco masculino y según mi padre "me faltaba la competitividad de otros chicos, más vigor y firmeza" entonces decidieron que debía tomar clases de algún deporte. Yo jamás había sido buena para los deportes y en realidad no estaba Interesado pero la insistencia de mis padres me obligaron a aceptar. Una mañana de aquellos días me enteré que mi mamá me había inscrito en clases de básquet para chicos de mi edad. No era un club como tal a donde iba a asistir pero eran clases tres veces por semana que tomaban los chicos de básquetbol antes de arrancar la temporada.
Supe que iba a odiar las clases pero trate de aceptar la situación y decidí asistir sin oponerme. Pensé, quizás, que sería una oportunidad para intentar ser un chico más masculino y volverme un hombre como se me exigía, aunque luego me daría cuenta que jamás estuve tan equivocado...
El primer día de clases mi profesor me dió la camiseta que usaríamos en los entrenamientos (la que estoy usando en las fotitos) y nos presento entre compañeros. Para mí desgracia, los demás chicos ya se conocían pues pertenecían al club y solo estaban ahí para la pretemporada, yo era el único nuevo entre la clase y me sentía intimidado por los demás, no sabía nada de básquet y solo quería volver a casa. De pronto surgió en mi la putería y empecé a observar los cuerpos atléticos de aquellos chicos, miraba hacia sus pantalones y me encantaba imaginarme como la porrista del equipo.
Estaba perdido en medio del entrenamiento, me costaba terminar las actividades, tenía miedo de golpearme o de fastidiar a mis compañeros, quedé expuesta ante los demás sobre que aquel no era mi lugar, creo yo que para ese momento los chicos ya notaron que era un poco maricon y empezaron a verme de una forma muy extraña que solo aumentaba mi nivel de hembra frente a ellos.
Yo no quería estar en un equipo de hombres jugando con una pelota. Lo que yo quería era jugar con las pelotas de un equipo de hombres jjkjkj.
Entonces entendí que quizás era mi oportunidad de mostrar la putita marica que soy al frente de los hombres, tal vez no de manera tan explicita pero si quería ser la puta del grupo y divertirme a mi manera 😀.
Para la próxima semana me animé a usar una tanguita rosada para el entrenamiento y antes de entrar a clases decidí en el vestuario arremangar mis pantalones para hacerlos como un shortsito lo más femenino posible (el short de las fotitos) y ver si podía calentar alguna verga de algún macho sediento de un culito. Con miedo, un poco de vergüenza y exitacion asisti al entrenamiento de esa forma, al principio sentía como el profesor y los demás chicos me miraban fijamente y volteaban su mirada al verme, no podía creer como les ofrecía el culito a aquellos machos y empece casi instintivamente a empinar la cola y menearla solo para provocar aún mas las pijas de esos hombres. Pero todo lo que conseguí ese día fue que los demás hablarán de mi a mis espaldas, se rieran y se alejaran de mi. Me puse un poco triste por eso, pero no deje de hacerlo en la semana, esa humillación alimentaba mi feminidad y si en algún momento pensé que el básquet me ayudaría a ser un hombre de verdad solo fue un pensamiento que duro unos minutos ante mis ganas de ser una puta de toda la vida.
Así paso otra semana a la que solo asistia para intentar levantar esas vergas, yo seguía perdido en las clases, intentaba jugar mejor pero poco podía hacer frente a frente ante unos verdaderos hombres.
Llegó un día donde debíamos jugar un partido entre los mismos compañeros, el profesor eligió equipos y yo para mí mala fortuna (o buena tal vez ahora que lo pienso) no pude tener un peor partido. Fallaba cada pase, no aguantaba el ritmo y me caía por el físico de los demás chicos, el equipo perdió en gran parte por culpa mía y los demás me reprocharon mi nivel. Yo me asusté y me puse muy sensible, me sentía una estúpida y no sabía que hacer por lo que a final de clases espere a que los demás chicos se fueran para entrar en el vestuario y empezar a llorar (ya sé, ya sé soy muy llorona jsjs) estaba angustiado y sin darme cuenta entraron tres de mis compañeros al vestuario. Cuando los noté no supe cómo reaccionar y quise irme rápidamente de allí pero ellos amablemente me invitaron a charlar. Me dijeron que no había Sido culpa mía la derrota en el partido, que debía tranquilizarme y no llorar. Yo les di las gracias y en el momento que intenté irme, uno de ellos (De nombre José) me agarró de la cadera y me hizo volver. Ambos habían cambiado de expresión y empezaron a arrinconarme en una esquina.
Los tres chicos (José, Álvaro y Gustavo) empezaron a sonreírme, me hicieron saber que notaron mis insinuaciónes de puta en medio de la clase. Me dijeron que ya sabían que yo era un maricon y que me relaje para estar con ellos.
Yo en ese momento solo quise escaparme pero antes de que pudiera Gustavo me dijo al oído que si me iba le dirían a mis padres que llevaba una tanguita rosada a clases, que me ponía los shorts de una forma femenina y que tenían fotos y videitos de mi como putito en la clase que me iban a comprometer.
Me sentí acorralada como una pequeña presa ante un grupo de depredadores. Quería huir pero en el fondo sabía que eso era lo que yo había buscado desde que me atrevi a llevar mi putería a la clase. Me lo merecía por putita y me ponía caliente pensar en esas pijas de macho que yo había provocado.
En ese instante José empezó a acariciar mi cuerpo mientras Gustavo y Álvaro me sacaron mi pantalón. "Sos un putito divino" "Tenés un cuerpito de chica" empezaron a decirme en la nuca pero antes de que empiecen a detonar mi cola, escuchamos como los pasos del ordenanza se acercaba al vestuario, rápidamente decidimos agarrar nuestras cosas e irnos, yo me puse el pantalón de nuevo como shortsito de nena y me fui delante de ellos. En eso, José me amenazó gritando que no me vaya pero lo que ellos no sabían es que yo ya estaba totalmente entregada a ellos, sentía que era el momento y no quería aguardar ni un minuto más para que me abran el hoyito.
Entonces me llevaron a un baldío detrás de la cancha de básquet, un lugar donde casi ninguna persona pasa, en medio del pastizal y mientras me manoseaban el culo me pidieron que me ponga en cuatro y yo sin oposición lo acepte. Recordé la técnica para hacerlo de mejor manera y levanté la cola lo más que pude y baje mi espalda lo más bajo posible con mi carita rozando el suelo. El lugar era desagradable y me sentía sucia estando ahí Pero estaba tan puta que se me paraba el penecito de maricona con solo escuchar las voces de aquellos hombres.
Me agarraron por detrás y a pura saliva empezaron a dilatar mi cola, metían sus dedos y sus lenguas mientras jugaban con mis nalgas dándoles nalgadas y pequeñas caricias. De pronto Álvaro se sacó el pantalón y no dudo en metermela de golpe, yo le pedí por favor que lo haga despacio que por lo contrario me dolería mucho, pero él solo me ignoro y me la metió sin piedad fuertemente hasta el fondo. Yo empecé a gemir del dolor por el ardor y lo violento que había sido Álvaro conmigo pero no se detuvo y siguió cogiendome cómo a una perra en celo. Gustavo me agarró de las manos y José me abrió la boca para meter su pija, estaba súper dura y me encantó darle una probada, poco a poco me la metió hasta el fondo de la boca hasta atragantarme con ese pedazo de carne que el tenía. Disfrutaba mucho del placer de tener su pija en mi boca y me dolía mucho pero era igual de exitante ver cómo mi colita se abría más y más por la pija dura que tenía dentro mío.
Conmigo empezaron a hacer lo que se les antojaba de los huevos literalmente jjsjs. Metían y sacaban sus vergas de mi culito y de mi boca, me apoyaban sus vergas en la cara y me golpeaban por todo el cuerpo sin piedad. Se turnaban para cogerme de todos lados y yo ya casi sin fuerzas lo único que podía hacer era gemir y contraer y estirar mi culo para que el dolor no sea tan fuerte.
Supuse que así debía de aguantar todo el rato hasta que se vengan dentro mío pero otra vez estaba equivocado.
No tardaron mucho para decirme que me iban a meter dos pijas al mismo tiempo por mi culo, que me vaya preparando. Yo suplique una y otra vez casi en llanto que por favor no lo hagan porque me iban a literalmente desgarrar mi culito pero de manera salvaje Álvaro con su pija y sus manos empezó a abrir más y más mi culo para abrir espacio a tal punto que por el dolor y la exitacion mi vista se estaba nublando y no me podía ni mover. En ese momento José empezo a meter su verga junto a la de Álvaro en mi culo mientras Gustavo cogía mi boca hasta que ya no aguante más y me quedé en el suelo desmayada entregada a ellos. Lo último que recuerdo es que la pija de José logró pasar y sentí como me sentía llena por dentro con esas pijas taladrando mi cola.
Después de un tiempo logré despertar tenía mucho dolor en el cuerpo y recuerdo que justo en ese instante los chicos se estaban viniendo en mi colita y en mi boca juntos aunque ya solo tenía una pija en mi culito pues José estaba derramando su semen sobre mi espalda. Ellos al darse cuenta que había despertado solo se reian, mientras me decían cosas obscenas en la cara.
Me sentía la diosa de las putas con tantas vergas viniéndose en mi, la leche corría por mi cola y la derramaba de a poquito, mi boca con olor a semen después de tragar toda la chele de Gustavo y me pedía que abra la boca para ver el semen que me estaba tragando y para que también les limpie la verga a uno por uno hasta que queden "limpias", yo solo obedecía para no hacerlos enojar y poder descansar un momento. Me quedé un rato en el suelo mientras seguía gimiendo por el dolor.
Ellos alistaron sus cosas, se subieron el pantalón y decidieron irse, en eso yo les pedí ayuda para poder levantarme y si bien intentaron ayudarme rápidamente me dejaron tirada ahí porque vieron a unas personas pasar cerca. Yo ya estaba derrotada y preferí quedarme un rato en el pastizal hasta que el dolor pase. Mientras pensaba en que me había convertido y que sin dudas ya no había vuelta atrás.
Después de unos minutos y sin que nadie me viera me levanté de a poco hasta poder pararme y vestirme lentamente, estaba completamente sucia, con olor a semen y cogida de macho en todo el cuerpo. Me puse la otra muda de ropa que tenía en mi mochila y camine rengueando hasta mi casa (que quedaban a unas 10 cuadras Masomenos) en el camino la gente me miraba probablemente más de uno se dió cuenta de la cogida que me dieron pues era notable mi condición. Yo tenía vergüenza pero me sentía liberada, libre por fin siendo la marica que quería ser. Suena tonto decirlo pero de hecho yo elegí ser violada, quise que sea así aunque no haya medido las consecuencias y llegaba a mi casa meneando el culo adolorido como la putita que soy.
Entre a mi casa y mi mamá notó mi cansancio, ella feliz pensaba que era por mi esfuerzo y dedicación en básquet, pero no sabía que su hijo mariquita acababa de ser abusado por sus propios compañeros de clase.
Entre a la ducha y me bañe, me masturbe abriendo mi colita destrozada y jalando mí penecito pensando en aquellos chicos de básquet de aquel día y me vine como nunca en el baño.
Cuando tocó otra vez ir a clases de básquet decidí faltar dos veces hasta que decidí tomar valor y volver a asistir, aunque solo iba por el morbo de volver a encontrarme con los chicos que me habían roto el culito.
Me decidí otra vez por ponerme el short arremangado para marcar mi culito y entre a clases sintiéndome una diva. El profesor me miraba raro pero no me daba mucha importancia (lastima porque estaba bueno 😞 jsj) y me di cuenta que mis compañeros al menos la gran mayoría ya sabían de lo sucedió conmigo. Todos sonreían y me miraban como a una verdadera puta.
La clase paso volando de las actividades aburridas que debía hacer, mientras yo solo esperaba que al menos uno de los tres chicos me venga a hablar, que al menos me pregunte cómo estoy. Pero eso no pasó.
Ya al final de la clase entre al vestuario para ponerme mi otra muda de ropa hasta que varios chicos detrás mío empezaron a tirarme piropos: "como come ese culito puto" "como está la Reyna" "Mostranos la cola putito".
Fue devuelta que volvieron mis ganas de emputecerne aún más y empecé a sonreírles, los ví a Álvaro y José junto a otros chicos de la clase mientras me decían que de una vueltita para ellos y yo sin oposición acepte y como loca empecé a perrear en medio del vestuario y a desfilar mostrando la cola.
Me baje el pantalón y mostré la tanga que llevaba puesto, comenzaron a silbarme y exhibí mi pene pequeño frente a todos los machos presentes. Y no hacía otra cosa más que regalarme ante esos hombres.
Yo no podía creer lo que estaba haciendo y me encantó, los chicos se tocaban el pantalón masturbando sus pijas y yo hacía todo lo posible para complacerlos.
Después de todo las clases de básquet que al principio odie no resultaron ser tan malas. Sentía que las cosas por fin empezaban a mejorar, cuando los machos se dieron cuenta de la sissy putita que era en realidad tuvieron más compasión conmigo, me trataron un poco mejor y sobretodo José aunque algunos otros compañeros también al final de clases me daba cogidas que solo alimentaban más mi feminidad. Reventando mi culo, rebotando contra sus piernas, y pegada a la pared.
Termine transformadome en una especie de premio luego de cada clase de básquet y todo a escondidas ya sea en el vestuario o en alguna otra parte que decidieran llevarme.
Yo accedía solo para tener vergas conmigo, era mi sueño aunque yo no tenía el control. Solo dejaba que sucediera porque entendía que era parte de mi proceso sissy serlo.
Ya solo asistia a las clases de básquet para puterío y Aveces ni realizaba las actividades pues solo me sentaba a ver a los hombres jugando. Ya no solo me ponía mi shortsito arremangado sino también mi camiseta de básquet a tal punto que hice enojar a mi profesor por mi comportamiento de puta y por mi falta de compromiso. Yo sabía que la pretemporada pronto iba a finalizar por lo que no debería seguir asistiendo y como nunca antes me intereso poco o nada lo que dijera el profesor.
Hasta que un día él llamo a mi madre y le dijo que no era necesario que yo siga asistiendo, con la excusa de que la pretemporada estaba pronta a finalizar. Tuve miedo por qué delatase que era una marica pero afortunadamente no lo hizo, sospecho que quizás se enteró de todo lo que pasaba luego de sus clases y para evitar "problemas" quiso acabar con eso de esa forma.
Finalmente deje de ir y de hablarme con muchos de aquellos chicos que me feminizaron a base de puro amor duro a mi culito y boquita.
Con el único que seguí teniendo contacto fue con José con quién tuvimos una relación más sentimental entre ambos. Yo termine siendo su amante en tiempos cuando sus ansias de un culito aguantador y mis ansias de una pija dura aumentaban. No nos juntábamos muy seguido pero cuando lo hacíamos terminaba como aquella primera vez con él, con la cola abierta, la boca llena de semen y el culito también derramando lechita tendida en la cama.
Él se transformó en un hombre del cual me sentía segura a pesar de que Aveces me trataba mal, o era duro conmigo pero eso me hacía quererlo aún más, me gustaba su forma de ser y quería tenerlo a mi lado siempre aunque eso nunca fue posible.
Actualmente a mis 18 añitos ya dejé de verlo y continuo con mi vida siendo una sissy mariquita en busca de pijas y que algún papi me feminice por completo.
Bueno bbs está es la historia que les quería relatar está vez.
Espero que les guste mi experiencia de vida que a mí me hace estar orgullosa de ser una buena marica con ansias de cada día mejorar como sissy.
Byee 🙂
Espero que el relato sea del agrado de ustedes y puedan tanto machos como hembras disfrutar a su manera el post ☺️. De paso les comparto fotitos mías con la ropita que usaba en la historia que les voy a relatar a continuación 🙂 Aquí vamos:
Bueno, a principios del año pasado en plena adolescencia (con 16 añitos) estaba empezando a incursionar dentro del mundo sissy. Ya llevaba varios años vistiendome como mujer a escondidas de la gente. Bragas, tangas, faldas cortas, blusas, remeritas, vestidos, calzas, tacones y de hecho todo lo que podía sacar del armario de mi hermana y de vez en cuando de mi madre solía ponermelo cuando quedaba sola en casa. Disfrutaba bailar y desfilar con ropa de nena puesta, sentirme una verdadera princesa, me masturbaba pensando en hombres, imaginadome siendo cogida por una rica verga que me destrocé todo el culito. Ya había perdido mi virginidad con un hombre maduro y solo anhelaba volver a experimentar esa sensación otra vez.
Me sentía tan puta pero era tan tímida a la vez, tan sumisa y delicada que tenía miedo de no poder controlar mis ansias de una buena pija. Pero como toda maricona putita el control sin darme cuenta ya lo había perdido hace tiempo.
Recuerdo que en esa época mis padres notaron que algo no andaba bien en su "hombrecito de la casa", era muy menudo a comparación de otros chicos de mi edad, muy delgado y un poco bajo, me notaban poco masculino y según mi padre "me faltaba la competitividad de otros chicos, más vigor y firmeza" entonces decidieron que debía tomar clases de algún deporte. Yo jamás había sido buena para los deportes y en realidad no estaba Interesado pero la insistencia de mis padres me obligaron a aceptar. Una mañana de aquellos días me enteré que mi mamá me había inscrito en clases de básquet para chicos de mi edad. No era un club como tal a donde iba a asistir pero eran clases tres veces por semana que tomaban los chicos de básquetbol antes de arrancar la temporada.
Supe que iba a odiar las clases pero trate de aceptar la situación y decidí asistir sin oponerme. Pensé, quizás, que sería una oportunidad para intentar ser un chico más masculino y volverme un hombre como se me exigía, aunque luego me daría cuenta que jamás estuve tan equivocado...
El primer día de clases mi profesor me dió la camiseta que usaríamos en los entrenamientos (la que estoy usando en las fotitos) y nos presento entre compañeros. Para mí desgracia, los demás chicos ya se conocían pues pertenecían al club y solo estaban ahí para la pretemporada, yo era el único nuevo entre la clase y me sentía intimidado por los demás, no sabía nada de básquet y solo quería volver a casa. De pronto surgió en mi la putería y empecé a observar los cuerpos atléticos de aquellos chicos, miraba hacia sus pantalones y me encantaba imaginarme como la porrista del equipo.
Estaba perdido en medio del entrenamiento, me costaba terminar las actividades, tenía miedo de golpearme o de fastidiar a mis compañeros, quedé expuesta ante los demás sobre que aquel no era mi lugar, creo yo que para ese momento los chicos ya notaron que era un poco maricon y empezaron a verme de una forma muy extraña que solo aumentaba mi nivel de hembra frente a ellos.
Yo no quería estar en un equipo de hombres jugando con una pelota. Lo que yo quería era jugar con las pelotas de un equipo de hombres jjkjkj.
Entonces entendí que quizás era mi oportunidad de mostrar la putita marica que soy al frente de los hombres, tal vez no de manera tan explicita pero si quería ser la puta del grupo y divertirme a mi manera 😀.
Para la próxima semana me animé a usar una tanguita rosada para el entrenamiento y antes de entrar a clases decidí en el vestuario arremangar mis pantalones para hacerlos como un shortsito lo más femenino posible (el short de las fotitos) y ver si podía calentar alguna verga de algún macho sediento de un culito. Con miedo, un poco de vergüenza y exitacion asisti al entrenamiento de esa forma, al principio sentía como el profesor y los demás chicos me miraban fijamente y volteaban su mirada al verme, no podía creer como les ofrecía el culito a aquellos machos y empece casi instintivamente a empinar la cola y menearla solo para provocar aún mas las pijas de esos hombres. Pero todo lo que conseguí ese día fue que los demás hablarán de mi a mis espaldas, se rieran y se alejaran de mi. Me puse un poco triste por eso, pero no deje de hacerlo en la semana, esa humillación alimentaba mi feminidad y si en algún momento pensé que el básquet me ayudaría a ser un hombre de verdad solo fue un pensamiento que duro unos minutos ante mis ganas de ser una puta de toda la vida.
Así paso otra semana a la que solo asistia para intentar levantar esas vergas, yo seguía perdido en las clases, intentaba jugar mejor pero poco podía hacer frente a frente ante unos verdaderos hombres.
Llegó un día donde debíamos jugar un partido entre los mismos compañeros, el profesor eligió equipos y yo para mí mala fortuna (o buena tal vez ahora que lo pienso) no pude tener un peor partido. Fallaba cada pase, no aguantaba el ritmo y me caía por el físico de los demás chicos, el equipo perdió en gran parte por culpa mía y los demás me reprocharon mi nivel. Yo me asusté y me puse muy sensible, me sentía una estúpida y no sabía que hacer por lo que a final de clases espere a que los demás chicos se fueran para entrar en el vestuario y empezar a llorar (ya sé, ya sé soy muy llorona jsjs) estaba angustiado y sin darme cuenta entraron tres de mis compañeros al vestuario. Cuando los noté no supe cómo reaccionar y quise irme rápidamente de allí pero ellos amablemente me invitaron a charlar. Me dijeron que no había Sido culpa mía la derrota en el partido, que debía tranquilizarme y no llorar. Yo les di las gracias y en el momento que intenté irme, uno de ellos (De nombre José) me agarró de la cadera y me hizo volver. Ambos habían cambiado de expresión y empezaron a arrinconarme en una esquina.
Los tres chicos (José, Álvaro y Gustavo) empezaron a sonreírme, me hicieron saber que notaron mis insinuaciónes de puta en medio de la clase. Me dijeron que ya sabían que yo era un maricon y que me relaje para estar con ellos.
Yo en ese momento solo quise escaparme pero antes de que pudiera Gustavo me dijo al oído que si me iba le dirían a mis padres que llevaba una tanguita rosada a clases, que me ponía los shorts de una forma femenina y que tenían fotos y videitos de mi como putito en la clase que me iban a comprometer.
Me sentí acorralada como una pequeña presa ante un grupo de depredadores. Quería huir pero en el fondo sabía que eso era lo que yo había buscado desde que me atrevi a llevar mi putería a la clase. Me lo merecía por putita y me ponía caliente pensar en esas pijas de macho que yo había provocado.
En ese instante José empezó a acariciar mi cuerpo mientras Gustavo y Álvaro me sacaron mi pantalón. "Sos un putito divino" "Tenés un cuerpito de chica" empezaron a decirme en la nuca pero antes de que empiecen a detonar mi cola, escuchamos como los pasos del ordenanza se acercaba al vestuario, rápidamente decidimos agarrar nuestras cosas e irnos, yo me puse el pantalón de nuevo como shortsito de nena y me fui delante de ellos. En eso, José me amenazó gritando que no me vaya pero lo que ellos no sabían es que yo ya estaba totalmente entregada a ellos, sentía que era el momento y no quería aguardar ni un minuto más para que me abran el hoyito.
Entonces me llevaron a un baldío detrás de la cancha de básquet, un lugar donde casi ninguna persona pasa, en medio del pastizal y mientras me manoseaban el culo me pidieron que me ponga en cuatro y yo sin oposición lo acepte. Recordé la técnica para hacerlo de mejor manera y levanté la cola lo más que pude y baje mi espalda lo más bajo posible con mi carita rozando el suelo. El lugar era desagradable y me sentía sucia estando ahí Pero estaba tan puta que se me paraba el penecito de maricona con solo escuchar las voces de aquellos hombres.
Me agarraron por detrás y a pura saliva empezaron a dilatar mi cola, metían sus dedos y sus lenguas mientras jugaban con mis nalgas dándoles nalgadas y pequeñas caricias. De pronto Álvaro se sacó el pantalón y no dudo en metermela de golpe, yo le pedí por favor que lo haga despacio que por lo contrario me dolería mucho, pero él solo me ignoro y me la metió sin piedad fuertemente hasta el fondo. Yo empecé a gemir del dolor por el ardor y lo violento que había sido Álvaro conmigo pero no se detuvo y siguió cogiendome cómo a una perra en celo. Gustavo me agarró de las manos y José me abrió la boca para meter su pija, estaba súper dura y me encantó darle una probada, poco a poco me la metió hasta el fondo de la boca hasta atragantarme con ese pedazo de carne que el tenía. Disfrutaba mucho del placer de tener su pija en mi boca y me dolía mucho pero era igual de exitante ver cómo mi colita se abría más y más por la pija dura que tenía dentro mío.
Conmigo empezaron a hacer lo que se les antojaba de los huevos literalmente jjsjs. Metían y sacaban sus vergas de mi culito y de mi boca, me apoyaban sus vergas en la cara y me golpeaban por todo el cuerpo sin piedad. Se turnaban para cogerme de todos lados y yo ya casi sin fuerzas lo único que podía hacer era gemir y contraer y estirar mi culo para que el dolor no sea tan fuerte.
Supuse que así debía de aguantar todo el rato hasta que se vengan dentro mío pero otra vez estaba equivocado.
No tardaron mucho para decirme que me iban a meter dos pijas al mismo tiempo por mi culo, que me vaya preparando. Yo suplique una y otra vez casi en llanto que por favor no lo hagan porque me iban a literalmente desgarrar mi culito pero de manera salvaje Álvaro con su pija y sus manos empezó a abrir más y más mi culo para abrir espacio a tal punto que por el dolor y la exitacion mi vista se estaba nublando y no me podía ni mover. En ese momento José empezo a meter su verga junto a la de Álvaro en mi culo mientras Gustavo cogía mi boca hasta que ya no aguante más y me quedé en el suelo desmayada entregada a ellos. Lo último que recuerdo es que la pija de José logró pasar y sentí como me sentía llena por dentro con esas pijas taladrando mi cola.
Después de un tiempo logré despertar tenía mucho dolor en el cuerpo y recuerdo que justo en ese instante los chicos se estaban viniendo en mi colita y en mi boca juntos aunque ya solo tenía una pija en mi culito pues José estaba derramando su semen sobre mi espalda. Ellos al darse cuenta que había despertado solo se reian, mientras me decían cosas obscenas en la cara.
Me sentía la diosa de las putas con tantas vergas viniéndose en mi, la leche corría por mi cola y la derramaba de a poquito, mi boca con olor a semen después de tragar toda la chele de Gustavo y me pedía que abra la boca para ver el semen que me estaba tragando y para que también les limpie la verga a uno por uno hasta que queden "limpias", yo solo obedecía para no hacerlos enojar y poder descansar un momento. Me quedé un rato en el suelo mientras seguía gimiendo por el dolor.
Ellos alistaron sus cosas, se subieron el pantalón y decidieron irse, en eso yo les pedí ayuda para poder levantarme y si bien intentaron ayudarme rápidamente me dejaron tirada ahí porque vieron a unas personas pasar cerca. Yo ya estaba derrotada y preferí quedarme un rato en el pastizal hasta que el dolor pase. Mientras pensaba en que me había convertido y que sin dudas ya no había vuelta atrás.
Después de unos minutos y sin que nadie me viera me levanté de a poco hasta poder pararme y vestirme lentamente, estaba completamente sucia, con olor a semen y cogida de macho en todo el cuerpo. Me puse la otra muda de ropa que tenía en mi mochila y camine rengueando hasta mi casa (que quedaban a unas 10 cuadras Masomenos) en el camino la gente me miraba probablemente más de uno se dió cuenta de la cogida que me dieron pues era notable mi condición. Yo tenía vergüenza pero me sentía liberada, libre por fin siendo la marica que quería ser. Suena tonto decirlo pero de hecho yo elegí ser violada, quise que sea así aunque no haya medido las consecuencias y llegaba a mi casa meneando el culo adolorido como la putita que soy.
Entre a mi casa y mi mamá notó mi cansancio, ella feliz pensaba que era por mi esfuerzo y dedicación en básquet, pero no sabía que su hijo mariquita acababa de ser abusado por sus propios compañeros de clase.
Entre a la ducha y me bañe, me masturbe abriendo mi colita destrozada y jalando mí penecito pensando en aquellos chicos de básquet de aquel día y me vine como nunca en el baño.
Cuando tocó otra vez ir a clases de básquet decidí faltar dos veces hasta que decidí tomar valor y volver a asistir, aunque solo iba por el morbo de volver a encontrarme con los chicos que me habían roto el culito.
Me decidí otra vez por ponerme el short arremangado para marcar mi culito y entre a clases sintiéndome una diva. El profesor me miraba raro pero no me daba mucha importancia (lastima porque estaba bueno 😞 jsj) y me di cuenta que mis compañeros al menos la gran mayoría ya sabían de lo sucedió conmigo. Todos sonreían y me miraban como a una verdadera puta.
La clase paso volando de las actividades aburridas que debía hacer, mientras yo solo esperaba que al menos uno de los tres chicos me venga a hablar, que al menos me pregunte cómo estoy. Pero eso no pasó.
Ya al final de la clase entre al vestuario para ponerme mi otra muda de ropa hasta que varios chicos detrás mío empezaron a tirarme piropos: "como come ese culito puto" "como está la Reyna" "Mostranos la cola putito".
Fue devuelta que volvieron mis ganas de emputecerne aún más y empecé a sonreírles, los ví a Álvaro y José junto a otros chicos de la clase mientras me decían que de una vueltita para ellos y yo sin oposición acepte y como loca empecé a perrear en medio del vestuario y a desfilar mostrando la cola.
Me baje el pantalón y mostré la tanga que llevaba puesto, comenzaron a silbarme y exhibí mi pene pequeño frente a todos los machos presentes. Y no hacía otra cosa más que regalarme ante esos hombres.
Yo no podía creer lo que estaba haciendo y me encantó, los chicos se tocaban el pantalón masturbando sus pijas y yo hacía todo lo posible para complacerlos.
Después de todo las clases de básquet que al principio odie no resultaron ser tan malas. Sentía que las cosas por fin empezaban a mejorar, cuando los machos se dieron cuenta de la sissy putita que era en realidad tuvieron más compasión conmigo, me trataron un poco mejor y sobretodo José aunque algunos otros compañeros también al final de clases me daba cogidas que solo alimentaban más mi feminidad. Reventando mi culo, rebotando contra sus piernas, y pegada a la pared.
Termine transformadome en una especie de premio luego de cada clase de básquet y todo a escondidas ya sea en el vestuario o en alguna otra parte que decidieran llevarme.
Yo accedía solo para tener vergas conmigo, era mi sueño aunque yo no tenía el control. Solo dejaba que sucediera porque entendía que era parte de mi proceso sissy serlo.
Ya solo asistia a las clases de básquet para puterío y Aveces ni realizaba las actividades pues solo me sentaba a ver a los hombres jugando. Ya no solo me ponía mi shortsito arremangado sino también mi camiseta de básquet a tal punto que hice enojar a mi profesor por mi comportamiento de puta y por mi falta de compromiso. Yo sabía que la pretemporada pronto iba a finalizar por lo que no debería seguir asistiendo y como nunca antes me intereso poco o nada lo que dijera el profesor.
Hasta que un día él llamo a mi madre y le dijo que no era necesario que yo siga asistiendo, con la excusa de que la pretemporada estaba pronta a finalizar. Tuve miedo por qué delatase que era una marica pero afortunadamente no lo hizo, sospecho que quizás se enteró de todo lo que pasaba luego de sus clases y para evitar "problemas" quiso acabar con eso de esa forma.
Finalmente deje de ir y de hablarme con muchos de aquellos chicos que me feminizaron a base de puro amor duro a mi culito y boquita.
Con el único que seguí teniendo contacto fue con José con quién tuvimos una relación más sentimental entre ambos. Yo termine siendo su amante en tiempos cuando sus ansias de un culito aguantador y mis ansias de una pija dura aumentaban. No nos juntábamos muy seguido pero cuando lo hacíamos terminaba como aquella primera vez con él, con la cola abierta, la boca llena de semen y el culito también derramando lechita tendida en la cama.
Él se transformó en un hombre del cual me sentía segura a pesar de que Aveces me trataba mal, o era duro conmigo pero eso me hacía quererlo aún más, me gustaba su forma de ser y quería tenerlo a mi lado siempre aunque eso nunca fue posible.
Actualmente a mis 18 añitos ya dejé de verlo y continuo con mi vida siendo una sissy mariquita en busca de pijas y que algún papi me feminice por completo.
Bueno bbs está es la historia que les quería relatar está vez.
Espero que les guste mi experiencia de vida que a mí me hace estar orgullosa de ser una buena marica con ansias de cada día mejorar como sissy.
Byee 🙂
4 comentários - Deportistas me hacen su putita marica (Relato Sissy).