Las dos como si fueramos zombies lo hicimos sin dudar, quedandonos de rodillas a los pies de ese jodido gordo que finalmente veía después de varios días, no iba a esperar más, entonces le pregunté:
— ¡Tito qué es lo que quieres que haga?? —
Él sonrió maliciosamente y me dijo:
— ¡¡Que tu putita te pongas boca abajo con el culo parado sobre la cama!! —
Yo me paré agitando lo más posible mis caderas, orgullosa y sintiendo los ojos de envidia de mi madre y me coloqué sobre la orilla de la cama como él me dijo, dejando mi falda estirada para que luciera mejor mi tanga y con mis codos sobre el colchón donde duermen mis padres mostrándole el culo y poniéndolo en pompa le dije:
— ¡¿Así te parece bien ?! —
El me miraba con los ojos abiertos y babeando como un desesperado me dijo:
— ¡¡Siiiiii así mi putita rica!! —
Luego agarró a mi madre de los pelos y la puso de pie delante de él y comenzaron los dos a caminar hasta donde yo permanecía como él me había dicho, cuando los dos estuvieron detrás mío, Tito levantó mi falda, dejándome solo con mi tanguita, la cual rápidamente tironeó y dejó a medio muslo.
En ese momento mi excitación era sublime, estaba nerviosa y ansiosa a la vez, con un poco de miedo tal vez e inquieta por estar semidesnuda frente a mi madre.
De repente Tito le dijo a mi madre:
— ¡¿ Te gusta el culo de tu hija? —
— ¡Si, que hermoso culito tiene! — Contestó mi madre muy apenada. Tito rompió en carcajadas a la vez que me palmeaba el culo y dijo:
— ¡¡Para no tener este culo, con el culazo que tiene la madre!! —
Luego comenzó a reír a carcajadas y me dijo acercándose a mi oído:
— Ahora me vas a pedir que te dé pija —
Yo ya completamente fuera de mi y ansiosa contesté mientras movía mi trasero para excitarlo
— ¡¡Tito, tengo muchas ganas de tu pija!! —
— ¿Dónde la quieres putita? — respondió él con el objetivo de humillarme más, aunque a esa altura ya no importó lo que pudiera pensar de mi, solo quería sentirme poseída y penetrada por ese asqueroso sujeto, así que le grité muy segura:
— ¡Por favor, metemela por mi vagina, que está muy mojada!! —
— No lo sé Dani, así como estás se me antoja tu culo, ¿qué dices? — no me importaba, sólo quería sentirlo YA.
— Está bien Tito, como tu prefieras ¡¡En el culo, quiero tu pija bien grande dentro de mi culo!! —
Tito se puso atrás mío, luego me aplastó las tetas contra el colchón, y me escupió la entrada de mi anito, eso me hizo sentir un escalofrío por todo el cuerpo, luego sentí como el glande empezaba a hundirse en mi culito y de pronto metió toda su pijota en mi orto como un toro salvaje. Me hizo ver las estrellas y gritar de dolor como nunca, rápidamente me bombeaba el culo cada vez con más fuerza haciéndome gritar y gritar
— ¡¡AAAhhhhhhhhh......... Ahhhhh!! ¡¡Para un poco, hijo de puta!! — Le gritaba yo, me dolía la forma tan brutal de la cogida, pero al mismo tiempo el sentirme poseída así, a lo salvaje, a lo bruto, me excitaba sobremanera.
El solo se reía y gritaba
— ¡¡AAhhhhh siiiiii!! ¡¡Siente como te rompo el culo!! —
Yo gritaba sin parar, sintiendo muy en el fondo un gozo que estaba buscando hace meses, su ritmo era muy violento, cada vez se excitaba más, parecía poseído.
— ¡¡Mira mami, mira como le rompo el culo a tu hija, viste como me la terminé cogiendo!! — Le decía a carcajadas a mi madre.-
Yo no podía contener más mi gozo y le dije:
— ¡¡MMMhhhh, aaahhhhhyyyyy, si Tito la siento hasta el fondo de mi culo, me estás matando, me estás rompiendo el orto aaaaahhhhh!! —
El cada vez se agitaba mas, seguramente estaba por terminar, cuando de repente la sacó de mi culo, dejándome atónita y sin poder contenerme le dije
— ¡¡No, por favor no me dejes así, llénamelo de leche por favor!! —
El rápidamente se puso al lado mío, me agarró de los pelos violentamente y dijo :
— ¡¡Shhhhhhh, callate nenita, yo sé lo que hago. Te vas a tomar toda mi leche por esa boquita de puta que tienes!! —
Y luego me la hizo chupar hasta que se descargó en mi boca una cantidad de leche pastosa que me hizo atragantar. Luego la sacó y regó con su leche parte de mi cara.
— No quiero que te limpies, quédate así bañada en mi leche —
Volvió al sillón donde permanecía sentada mi madre, siendo espectadora de la terrible penetración que me acababa de dar Tito. No podía moverme, me sentía destruida, pero por fin volvía a sentirlo, tan sucio, tan fuerte, tan salvaje y vil conmigo, tratándome como una puta, era un enfermo, pero la verdad me había enfermado a mí con su verga.
Yo los miraba sin poder moverme, rápidamente el sin perder el tiempo, agarró a mi madre de la nuca y la llevó a su verga diciéndole
— ¡¡Vamos que tengo mucha leche para darles y disfrutarlas a las dos!! —
Mi madre se dedicó a chuparle su miembro y de ahí se pasaba a los testículos, mientras movía obscenamente su trasero haciendo círculos. Tito le sobaba el culo con una mano mientras la otra le dirigía la cabeza, haciendo que se metiera su miembro lo más profundo que podía.
Tito rápidamente se dio cuenta de mi vista y me dijo, señalándome
— ¡¡Ven Dani que tengo lechita para ti!! —
Yo como si fuera un robot, me levanté y caminé media adolorida hasta llegar delante de él, que estaba con su panza arriba, sus piernas abiertas y su deliciosa verga ahí colgando, como incitándome, sin mediar palabra, me puse de rodillas y comencé a chupársela con avidez, con deseo y lujuria.
Con la intensidad que lo hacía, Tito comenzó a gemir, seguramente estaba empezando a recuperarse, era increíble su fuerza, de pronto su miembro comenzaba a tomar rigidez nuevamente y eso me alentaba a seguir chupándosela con más vigor.
Tito gemía y de pronto, una de sus manos se puso sobre mi cabeza aprisionándome contra su verga, mientras se hizo para adelante y llevó su otra mano hasta mi culo, y un dedo lo metió en el agujero que él había dejado, después bajó más su mano y me encontró totalmente húmeda, eso le gustó y dijo entre risas:
— ¡¡Que putita estás hecha, te has mojado entera, como te gusta mi verga!! —
La verdad estaba muy caliente con toda la situación, y no podía negarlo, de repente su mano me dejó de tocar y escuché un golpe seco de una palmada que le daba Tito al culo de mi madre, mientras se reía y decía
— ¡¡Que buen culo tiene la mamá, es hora de metertela por ahí!! —
Yo seguía chupándosela, entonces sujetándome del pelo, Tito me sacó de mi sucia labor, dejándome con todo su liquido preseminal corriendo por mi boca y barbilla, yo lo miré con recelo al haberme detenido, entonces él me miró y me dijo:
— ¡¡Tranquila Dani que en un rato me estarás chupando otra cosa, así que prepárate!! —
Yo me quedé quieta y solo lo miré, como hizo que mi madre se pusiera en cuatro como perrita sobre el sillón, luego se puso detrás de ella y con su verga brillante de los restos de la mamada que yo le había dado, lo utilizó como lubricante, apenas comenzó a apoyar la cabeza en el culo de mamá, ella comenzó a menear su culo en círculos…
Tito la agarró de las nalgas y comenzó a penetrarla, a lo cual mi madre gritó:
— ¡¡AAaah dueleiiiii iii aaaaaahhhh aaa Siii metemela por el culoooo!! —
Tito se reía y le decía:
— ¡¡Tranquila putita ahora vas a gozar cuando te lo rompa todo, sé que te encanta que yo te culee Aaaaahhgg, mamita que rico me la aprietas hooooo aahhhh!! —
Luego comenzó un vaivén despacio, y mi madre gemía levemente primero, rápidamente Tito aumentó el ritmo y mi madre gemía sin parar como una descontrolada, Tito gemía también y le decía:
— ¡¡AAAahhh tómala puta aaaahhhh que rico se ve tu culo ensartado!! ¡¡Me encanta rompérselo tanto a la madre como a la hija!! —
Yo miraba como ese salvaje cogía a mi madre y me excitaba lo que veía, eran animales follando salvajemente, no pensaba con claridad, cuando de repente Tito se da vuelta, estira una mano, me agarró del pelo y me llevó hacia atrás de él y me grita:
— ¡¡Vamos Dani, ponte detrás de mí, te voy a enseñar a chuparme el culo, házlo bien mientras termino de romperle el culo a tu madre!! —
Yo me quedé atónita sin comprender lo que me pedía, pero él tirándome del pelo me llevó a sus gordas y sucias nalgas, jamás había hecho esto, pero tuve que aprender, como todo con Tito.
El olor era espantoso, y yo sacaba la lengua e intentaba lamer lo que podía, estiraba la lengua hasta alcanzar su esfínter mientras mi cabeza rebotaba en sus nalgas producto de las embestidas que le daba a mi madre, seguramente a él le estaba gustando ya que empezó a gemir cada vez más y aceleraba los embistes contra mi madre. Su mano me mantenía sujeta del cabello de modo que tenía que mantenerme pegada a su trasero.
Nunca me habían humillado tanto, pero debo admitir que el sentirme tan sucia y que me usara de esa manera me había excitado mucho por lo que bajé una de mis manos para masturbarme furiosamente, no sé cuánto tiempo estuvo cogiéndose a mi madre pero realmente parecía que la partía a veces con su ritmo salvaje y ella gritaba sin parar, Tito también gemía y gritaba
— ¡¡Que bien se ven las dos, madre e hija siendo gozadas!! que diría el hombre de la casa si las viera así? una chupándome el culo y la otra ofreciéndomelo como una puta deseosa!! —
Mi madre que gemía como una desaforada y estaba muy excitada le dijo
— ¡¡Si Tito mi culo es y será siempre tuyo, y el de mi hija también!! ¡¡AAaaahhhhh!! —
Después de esas palabras Tito aceleró su ritmo de bombeo contra mi madre, haciéndome imposible seguir con mi asquerosa labor, cuando de pronto se detuvo, sacó su miembro de mi madre, se dió la vuelta, me agarró de mis pelos y me dijo
— ¡¡Abre la boca y prepárate Dani, te voy a bañar de leche!! —
Yo obedecí y rápidamente sentí como un chorro de semen caliente invadía el interior de mi garganta, después con su verga en su mano comenzó a descargar todo su liquido por mi cara y tetas, para luego con su miembro medio muerto empezar golpearme la cara y esparcir su líquido por todos lados, yo tenía los ojos cerrados y sentía su miembro golpearme fuerte, pero me encantó sentir su semen sobre mi y no dentro de mi madre.
Ya estaba yo toda embarrada de su semen: en la cara, en los pechos, en mi estómago, y claro, el semen que resbalaba desde mi culo y bajaba por mis piernas; aunado al olor que le había dejado mi madre a su miembro, había un rastro de sabor a mierda y sangre, pero aun así sentí que esa leche era mi premio por haberme portado bien con Tito, aunque todavía estaba esperando mi premio, que me follara hasta llegar a mi orgasmo. Seguía muy caliente, tenía mi cuerpo ardiendo.
Pensaba que después de darle a mi madre esa cogida que la dejó tirada en el sillón resollando fuertemente y diciendo palabras de alabanza hacía él:
— ¡Qué bien has estado !, por eso te extraño tanto, con mi esposo nunca disfruté tanto como contigo —entre otras frases abrumadoras, él continuaba exprimiendo su verga en mi cara, aunque no sé porque mi madre estaba insatisfecha con mi padrastro sí el también coge muy rico:
— Trágatela perra, ¿o no te gusta su sabor? Jajajaja… —
Le di un lengüetazo a su pija, e inmediatamente sentí el sabor amargo del culo de mi madre junto al sabor viril del semen de nuestro macho. Hice un gesto de asco al momento de decirle que no me gustaba su sabor repugnante. Él se quedó viéndome con un gesto de incredulidad, pues estaba contradiciendo su orden:
— ¡Pero si tú quieres te la dejaré bien limpiecita! — le dije advirtiendo en mi interior un placer que sólo sentía cuando me portaba como una guarra con él.
— Así me gusta, puta, que seas una obediente perrita!! Jajajajaja… ¡qué bien la has educado zorrita!! — le dijo a mi madre, que en ese momento ya estaba dando señales de vida, mientras yo estaba casi vomitando, pero dejándole el miembro impecable con mi lengua.
— Aahhh, par de putas, ya me han sacado toda la leche. Tendrán que esperar que me reponga para que las siga enculando, jajajaja, ¡sobre todo a ti Dsni! —
Me quedé viéndolo con cara de ruego, me sentí desilusionada, había esperado mucho tiempo para estar con él. Incluso había robado los mensajes de mi madre para saber dónde estaba, había hecho todo lo que me había pedido y él ahora sólo había complacido a mi madre. Me sentí vacía, incompleta, no sabía qué hacer para que se repusiera y me satisficiera de una vez.
En un momento no podía creer estar ahí, nunca en mi vida pensé que podría llegar a estar deseosa de un menos como Tito, yo siempre pensé que el amor de mi vida era un hombre como mi ex-novio: guapo, tierno y pues sí, claro, con billetes. Y pensar que me encontraba ahí, con Tito queriendo lo cómo mi novio, el hermano de mi mejor amiga, el más odiado por mi persona, y totalmente opuesto a lo que imaginé: feo, bastante brusco para follar y además sin plata. Recordé alguna vez mi amiga me apostó si me atrevería a besar a su hermano, a lo que respondí inmediatamente que no, que me daba asco, irónicamente ahora me hallaba a sus pies acababa de limpiarle su pija con los restos de su semen y los fluidos de mi madre con mi lengua, me sentía ridícula.
Lo miré: estaba segura que aprobaba con la mirada, mientras yo rogaba que me hiciera suya otra vez, que me llenara ese hueco que tenía. Me sentía usada y vejada, pero no satisfecha. De pronto me llegó la idea de que ya no iba a tener fuerzas para complacer a nadie más, pero continué jalando su miembro, quería que me satisficiera, aunque no reaccionó, entonces me dijo
— ¡Calma zorrita espérame un rato y después te vuelvo a encular jajaja!… ¿Cómo estuviste sin mí, Dani? ¿No extrañaste mi verga?... —
No me importó decirle que sí, y aunque evitaba mirar su rostro, me limitaba a responder jalándole el miembro y tratando de reanimarlo, con la mirada fija en él, que aún fláccido me imponía respeto y sobre todo me calentaba la situación en la que estaba: en ese momento no era nadie, era como si fuera su objeto, su juguete, su puta que tomaría cuando quisiera y tiraría cuando ya no la necesitara y además gratis!!.
Y aún así me había sentido feliz al beberme su leche enfrente de mi madre, mientras ella, que había hecho de todo para sacarla y recibir su premio, se me quedaba mirando con envidia y recelo. Ella sacó su lengua y se relamió, indicándole que se le antojaba probarla.
— ¿Aun no te cansas, Tito? –le preguntó mi madre, todavía jadeando- …¡¡no cabe duda que eres un semental chico!! —
— Nunca me voy a cansar de tener sus culos a mi disposición, jajaja… además ¿a ti no te ha faltado quien te dé tu ración, verdad perra? —
— ¿Estás celoso ? Ya sabes que siempre te he preferido a ti por encima del viejo, ¿te quedarías tranquilo si te digo que lo he hecho solo porque tú me lo pediste? —
Yo pensaba que hablaban de mi padrastro, y cómo le estaban pintando el cuerno. Aunque Tito no le hubiera pedido que lo hiciera con mi padrastro, o quien sabe, yo no quería pensar más en eso. Vi que mi madre se acercó y Tito, le dijo:
— Mas te vale que lo sigas atendiendo bien al viejo, porque no le voy a dar el gusto de compartirle a mi otra puta —
— ¿¿¡¡ehhh!!?? — me tomó por sorpresa la pregunta: de quién estaban hablando? ¿A que viejo se refería? Ahí caí en la cuenta que solo podía tratarse del padre de Tito ¿Pues que era Tito: un monstruo depravado que no respetaba nada?...
— Mas vale que busques algun pretexto para el fin de semana, porque te vas a ir con el viejo hasta el lunes. Ya estoy cansado de dormir en moteles. Lo que sea para que el viejo deje de estarme jodiendo con quitarme a mis putas. —
Me les quedé viendo, el gordo tenía esa sonrisa depravada, mi madre estaba totalmente sumisa a él: y yo, pensé que había caído muy bajo al estar cogiendo con el macho de mi madre, y en el mismo momento que ella, pero… ¿mi madre se dejaba coger por el padre de Tito? Entonces él era el viejo del que hablaban, el que le había estado dando sexo a mi madre en estas semanas de ausencia. Con razón seguía tan feliz aun sin estar Tito, me pareció que estaban fuera de razón, y pensar ahora en tener un trío, ya no me sorprendió, ya nada me sorprendía de ellos dos ese día.
Yo seguía chupando su pija, el me tocaba las tetas y el gordo me apretaba los pezones hasta hacerme doler, mi madre se acercó por atrás y le acarició los huevos mientras le decía al oído lo bien que había estado, que era todo un semental, que lo extrañaba mucho a pesar de que no le había faltado verga a diario, y que no se preocupara ya que ella era su puta, que la podía poseer cuándo y cómo quisiera, y que seguiría cogiendo con su padre si él se lo pedía.
Tito tomó mi cabeza y me dijo que la devorara completa. Intenté introducirla toda pero me daban arcadas en cuanto tocaba mi coronilla, y debía sacarla mientras tosía. Mi madre se desesperó al verme y dijo:
— A ver, dame espacio que te enseño cómo debe chuparse una pija, sobre todo la de tu macho… —me hizo a un lado y comenzó un mete saca de su boca con un ritmo impresionante, desapareciendo en su totalidad esa enorme herramienta hasta tocar con su frente la prominente barriga del gordo.
Tito ponía los ojos en blanco al mismo tiempo que no dejaba de apretar mis pezones que seguían duros como piedras, y bajaba su mano para tocar mi vagina, que ya estaba muy mojada, yo no podía aguantar más, entonces le dije:
— ¡¡Por favor Tito, métemela ya!! —Estaba realmente muy caliente, y no podía esperar más para sentirlo dentro de mi.
Cuando le dije esto, él detuvo a mi madre de su faena diciendo
— ¡¡Espera zorra déjame darle una lección a tu hijita!! —
Caminando hacia mí, tomó mi rostro, me abofeteó y me escupió en la cara, luego me jaló del cabello al momento que decía
— ¡Eres una puta descarada, no decías que te daba asco zorra?! Y mírate ahora, implorando por mi verga!! Jajajaja —
Yo me quedé sin habla y me puse blanca primero, y luego roja al darme cuenta que Tito sabía de lo que decía a escondidas de él.
— Pero Tito, ¡no sé de qué me hablas! — Contesté, haciéndome la desentendida. Una sonora bofetada me detuvo de seguir mintiendo.
— ¡¡Anda puta!!! Y todavía crees que no lo sé… sí ya sé que le decías a tus amigas que te daba asco y que nunca te atreverías a salir conmigo!! Y mírate ahora, arrodillada ante mi verga, rogando para que te rompa el culo — Me quedé callada, ambos sabíamos que era cierto, hasta antes de probar su pija me daba asco solo mirarlo, ya ni imaginar que podía tocarme y mucho menos coger con el.
— Mira Dani, ahora que te tengo, voy a aprovechar el momento y voy a hacer que hagas todo lo que yo te pida. Si quieres verga vas a tener que humillarte para mi —
— ¿Qué quieres que haga para que me perdones? —Le pregunté intrigada, tragando saliva
— ¿Aún conservas el video de la primera vez que te cogí? —
— Sí pero…. —
— Calla y escucha, quiero que lo copies en una usb y la lleves a la escuela… —
— Pero qué dices Tito.. —
— ¡Callate puta!… eso no es todo, se lo entregarás al idiota con el que sales. Y para asegurarme que lo hagas, todo esto lo harás estando yo presente!! Le darás el vídeo y luego te acercarás a mí, me pondrás la mano sobre el miembro, lo vas a acariciar un poco, luego me besarás y te darás la vuelta restregandome el culo en mi verga mientras el idiota mira como te magreo esas tetas un rato enfrente de él. Veamos que sigue pensando de su noviecita tierna e inocente cuando mire en video como me chupas la pija y me ofreces el culo —
Me quedé muda, realmente no sabia que decir, a estás alturas no me importaba follar con el gordo y humillarme para él a escondidas, incluso frente a mi madre, pero lo que me proponía era hacer del conocimiento de la gente, de mis compañeros de la escuela y de mis amigos de qué forma me dejaba someter por mi vecino, lo que significaba romper con mi novio y cambiarlo por un gordo pajero como Tito, además de ganarme la fama en la escuela de la puta de un gordo asqueroso, y si esos rumores llegaban a oídos de mi amiga? Nada bueno podría sacar de eso, no había forma de que aceptara ese trato, pero así como estaba, desnuda y caliente y ante esa montaña de carne en ese momento no me importó, sacrificaría lo que fuera por tener ese delicioso pene aún por encima de mi novio y mi reputación, ya buscaría la forma de resolverlo. Así que como autómata respondí:
— Está bien lo que tú quieras… solo cógeme ahora —
— Bien, entonces muéstrame que tan putita y obediente eres. Quiero que te comas mi verga entera tal como has visto a tu madre. Sigue hasta que la tengas toda dentro —
Me acerqué dispuesta a desgarrarme las comisuras de la boca, en verdad lo intenté, concentrada en la recompensa, pero no cabía, justo cuando mi nariz rozaba su barriga, me entraban unas arcadas que me hacían sacarla de inmediato.
Tito solo seguía insultándome. Me jalaba el pelo, me abofeteaba, me mantenía sujeta por el cuello.
— Que linda luces así , voy a usar tu boca a mi gusto, no te importa verdad? —
Acto seguido empezó a meter y sacar su pene a un ritmo agitado mientras veía que mi madre se pasaba atrás de él, para lamerlo desde atrás.
Pasaron algunos minutos. Ya me dolían las comisuras de la boca cuando sentí que el miembro se hinchaba y explotaba dentro de mi boca. Tito no aflojó la presión en mi cabeza, aunque manoteaba desesperada por un poco de aire, no dejó salir ni un centímetro de su verga hasta que los espasmos de su miembro arrojaron toda su lefa guardada en mi garganta. Finalmente me jaló el cabello hacia atrás, yo jalando aire desesperadamente, mientras él se entretenía escupiendo sobre mis tetas y mi rostro, y esparciendo los restos de lefa en mis mejillas, senos y cuello.
El maldito gordo se reía, viéndome totalmente humillada.
— ¿Qué te pareció, Dani? No se ustedes pero yo me la estoy pasando de maravilla, Hahahaha, ahora vas a ser quedarte así, sin limpiarte, ni bañarte, quiero ver cómo se seca mi semen en tu cara y te quedes oliendo a tu macho toda la noche. Ya seguiremos mañana, tu castigo será quedarte a medias, y te prohíbo que te toques y te masturbes, quiero que estés así toda la noche, te quiero como perra en celo, arrecha, caliente, bañada en mi semen y extrañando mi verga y mañana, si puedes aguantar toda la noche, puede que en la mañana te haga el favor de culearte cómo te mereces —
Todavía mi madre terminó de limpiarle su pene, luego de esto Tito se vistió y se fué con mi madre acompañándolo a la puerta. Yo me quedé llorando amargamente por la humillación recibida, insatisfecha, secando mis lágrimas y mirando en el espejo los restos de su corrida, así como sus asquerosos escupitajos, y sin poder limpiarlos, no había podido ni siquiera alcanzar un orgasmo. Y con todo el coraje que sentía hacia el gordo y hacia mi madre, que seguro estaba gozando de ese maldito pajero, ni siquiera me pasaba por la cabeza masturbarme para aliviar mis ganas. Hasta ese punto estaba enviciada por el maldito de Tito, y cumplía sus órdenes y caprichos aún sin estar presente.
Desesperada y mal cogida, me acurruqué en mi cama y traté de conciliar el sueño. Tal vez mañana tendría mejor suerte.
Continúa....
— ¡Tito qué es lo que quieres que haga?? —
Él sonrió maliciosamente y me dijo:
— ¡¡Que tu putita te pongas boca abajo con el culo parado sobre la cama!! —
Yo me paré agitando lo más posible mis caderas, orgullosa y sintiendo los ojos de envidia de mi madre y me coloqué sobre la orilla de la cama como él me dijo, dejando mi falda estirada para que luciera mejor mi tanga y con mis codos sobre el colchón donde duermen mis padres mostrándole el culo y poniéndolo en pompa le dije:
— ¡¿Así te parece bien ?! —
El me miraba con los ojos abiertos y babeando como un desesperado me dijo:
— ¡¡Siiiiii así mi putita rica!! —
Luego agarró a mi madre de los pelos y la puso de pie delante de él y comenzaron los dos a caminar hasta donde yo permanecía como él me había dicho, cuando los dos estuvieron detrás mío, Tito levantó mi falda, dejándome solo con mi tanguita, la cual rápidamente tironeó y dejó a medio muslo.
En ese momento mi excitación era sublime, estaba nerviosa y ansiosa a la vez, con un poco de miedo tal vez e inquieta por estar semidesnuda frente a mi madre.
De repente Tito le dijo a mi madre:
— ¡¿ Te gusta el culo de tu hija? —
— ¡Si, que hermoso culito tiene! — Contestó mi madre muy apenada. Tito rompió en carcajadas a la vez que me palmeaba el culo y dijo:
— ¡¡Para no tener este culo, con el culazo que tiene la madre!! —
Luego comenzó a reír a carcajadas y me dijo acercándose a mi oído:
— Ahora me vas a pedir que te dé pija —
Yo ya completamente fuera de mi y ansiosa contesté mientras movía mi trasero para excitarlo
— ¡¡Tito, tengo muchas ganas de tu pija!! —
— ¿Dónde la quieres putita? — respondió él con el objetivo de humillarme más, aunque a esa altura ya no importó lo que pudiera pensar de mi, solo quería sentirme poseída y penetrada por ese asqueroso sujeto, así que le grité muy segura:
— ¡Por favor, metemela por mi vagina, que está muy mojada!! —
— No lo sé Dani, así como estás se me antoja tu culo, ¿qué dices? — no me importaba, sólo quería sentirlo YA.
— Está bien Tito, como tu prefieras ¡¡En el culo, quiero tu pija bien grande dentro de mi culo!! —
Tito se puso atrás mío, luego me aplastó las tetas contra el colchón, y me escupió la entrada de mi anito, eso me hizo sentir un escalofrío por todo el cuerpo, luego sentí como el glande empezaba a hundirse en mi culito y de pronto metió toda su pijota en mi orto como un toro salvaje. Me hizo ver las estrellas y gritar de dolor como nunca, rápidamente me bombeaba el culo cada vez con más fuerza haciéndome gritar y gritar
— ¡¡AAAhhhhhhhhh......... Ahhhhh!! ¡¡Para un poco, hijo de puta!! — Le gritaba yo, me dolía la forma tan brutal de la cogida, pero al mismo tiempo el sentirme poseída así, a lo salvaje, a lo bruto, me excitaba sobremanera.
El solo se reía y gritaba
— ¡¡AAhhhhh siiiiii!! ¡¡Siente como te rompo el culo!! —
Yo gritaba sin parar, sintiendo muy en el fondo un gozo que estaba buscando hace meses, su ritmo era muy violento, cada vez se excitaba más, parecía poseído.
— ¡¡Mira mami, mira como le rompo el culo a tu hija, viste como me la terminé cogiendo!! — Le decía a carcajadas a mi madre.-
Yo no podía contener más mi gozo y le dije:
— ¡¡MMMhhhh, aaahhhhhyyyyy, si Tito la siento hasta el fondo de mi culo, me estás matando, me estás rompiendo el orto aaaaahhhhh!! —
El cada vez se agitaba mas, seguramente estaba por terminar, cuando de repente la sacó de mi culo, dejándome atónita y sin poder contenerme le dije
— ¡¡No, por favor no me dejes así, llénamelo de leche por favor!! —
El rápidamente se puso al lado mío, me agarró de los pelos violentamente y dijo :
— ¡¡Shhhhhhh, callate nenita, yo sé lo que hago. Te vas a tomar toda mi leche por esa boquita de puta que tienes!! —
Y luego me la hizo chupar hasta que se descargó en mi boca una cantidad de leche pastosa que me hizo atragantar. Luego la sacó y regó con su leche parte de mi cara.
— No quiero que te limpies, quédate así bañada en mi leche —
Volvió al sillón donde permanecía sentada mi madre, siendo espectadora de la terrible penetración que me acababa de dar Tito. No podía moverme, me sentía destruida, pero por fin volvía a sentirlo, tan sucio, tan fuerte, tan salvaje y vil conmigo, tratándome como una puta, era un enfermo, pero la verdad me había enfermado a mí con su verga.
Yo los miraba sin poder moverme, rápidamente el sin perder el tiempo, agarró a mi madre de la nuca y la llevó a su verga diciéndole
— ¡¡Vamos que tengo mucha leche para darles y disfrutarlas a las dos!! —
Mi madre se dedicó a chuparle su miembro y de ahí se pasaba a los testículos, mientras movía obscenamente su trasero haciendo círculos. Tito le sobaba el culo con una mano mientras la otra le dirigía la cabeza, haciendo que se metiera su miembro lo más profundo que podía.
Tito rápidamente se dio cuenta de mi vista y me dijo, señalándome
— ¡¡Ven Dani que tengo lechita para ti!! —
Yo como si fuera un robot, me levanté y caminé media adolorida hasta llegar delante de él, que estaba con su panza arriba, sus piernas abiertas y su deliciosa verga ahí colgando, como incitándome, sin mediar palabra, me puse de rodillas y comencé a chupársela con avidez, con deseo y lujuria.
Con la intensidad que lo hacía, Tito comenzó a gemir, seguramente estaba empezando a recuperarse, era increíble su fuerza, de pronto su miembro comenzaba a tomar rigidez nuevamente y eso me alentaba a seguir chupándosela con más vigor.
Tito gemía y de pronto, una de sus manos se puso sobre mi cabeza aprisionándome contra su verga, mientras se hizo para adelante y llevó su otra mano hasta mi culo, y un dedo lo metió en el agujero que él había dejado, después bajó más su mano y me encontró totalmente húmeda, eso le gustó y dijo entre risas:
— ¡¡Que putita estás hecha, te has mojado entera, como te gusta mi verga!! —
La verdad estaba muy caliente con toda la situación, y no podía negarlo, de repente su mano me dejó de tocar y escuché un golpe seco de una palmada que le daba Tito al culo de mi madre, mientras se reía y decía
— ¡¡Que buen culo tiene la mamá, es hora de metertela por ahí!! —
Yo seguía chupándosela, entonces sujetándome del pelo, Tito me sacó de mi sucia labor, dejándome con todo su liquido preseminal corriendo por mi boca y barbilla, yo lo miré con recelo al haberme detenido, entonces él me miró y me dijo:
— ¡¡Tranquila Dani que en un rato me estarás chupando otra cosa, así que prepárate!! —
Yo me quedé quieta y solo lo miré, como hizo que mi madre se pusiera en cuatro como perrita sobre el sillón, luego se puso detrás de ella y con su verga brillante de los restos de la mamada que yo le había dado, lo utilizó como lubricante, apenas comenzó a apoyar la cabeza en el culo de mamá, ella comenzó a menear su culo en círculos…
Tito la agarró de las nalgas y comenzó a penetrarla, a lo cual mi madre gritó:
— ¡¡AAaah dueleiiiii iii aaaaaahhhh aaa Siii metemela por el culoooo!! —
Tito se reía y le decía:
— ¡¡Tranquila putita ahora vas a gozar cuando te lo rompa todo, sé que te encanta que yo te culee Aaaaahhgg, mamita que rico me la aprietas hooooo aahhhh!! —
Luego comenzó un vaivén despacio, y mi madre gemía levemente primero, rápidamente Tito aumentó el ritmo y mi madre gemía sin parar como una descontrolada, Tito gemía también y le decía:
— ¡¡AAAahhh tómala puta aaaahhhh que rico se ve tu culo ensartado!! ¡¡Me encanta rompérselo tanto a la madre como a la hija!! —
Yo miraba como ese salvaje cogía a mi madre y me excitaba lo que veía, eran animales follando salvajemente, no pensaba con claridad, cuando de repente Tito se da vuelta, estira una mano, me agarró del pelo y me llevó hacia atrás de él y me grita:
— ¡¡Vamos Dani, ponte detrás de mí, te voy a enseñar a chuparme el culo, házlo bien mientras termino de romperle el culo a tu madre!! —
Yo me quedé atónita sin comprender lo que me pedía, pero él tirándome del pelo me llevó a sus gordas y sucias nalgas, jamás había hecho esto, pero tuve que aprender, como todo con Tito.
El olor era espantoso, y yo sacaba la lengua e intentaba lamer lo que podía, estiraba la lengua hasta alcanzar su esfínter mientras mi cabeza rebotaba en sus nalgas producto de las embestidas que le daba a mi madre, seguramente a él le estaba gustando ya que empezó a gemir cada vez más y aceleraba los embistes contra mi madre. Su mano me mantenía sujeta del cabello de modo que tenía que mantenerme pegada a su trasero.
Nunca me habían humillado tanto, pero debo admitir que el sentirme tan sucia y que me usara de esa manera me había excitado mucho por lo que bajé una de mis manos para masturbarme furiosamente, no sé cuánto tiempo estuvo cogiéndose a mi madre pero realmente parecía que la partía a veces con su ritmo salvaje y ella gritaba sin parar, Tito también gemía y gritaba
— ¡¡Que bien se ven las dos, madre e hija siendo gozadas!! que diría el hombre de la casa si las viera así? una chupándome el culo y la otra ofreciéndomelo como una puta deseosa!! —
Mi madre que gemía como una desaforada y estaba muy excitada le dijo
— ¡¡Si Tito mi culo es y será siempre tuyo, y el de mi hija también!! ¡¡AAaaahhhhh!! —
Después de esas palabras Tito aceleró su ritmo de bombeo contra mi madre, haciéndome imposible seguir con mi asquerosa labor, cuando de pronto se detuvo, sacó su miembro de mi madre, se dió la vuelta, me agarró de mis pelos y me dijo
— ¡¡Abre la boca y prepárate Dani, te voy a bañar de leche!! —
Yo obedecí y rápidamente sentí como un chorro de semen caliente invadía el interior de mi garganta, después con su verga en su mano comenzó a descargar todo su liquido por mi cara y tetas, para luego con su miembro medio muerto empezar golpearme la cara y esparcir su líquido por todos lados, yo tenía los ojos cerrados y sentía su miembro golpearme fuerte, pero me encantó sentir su semen sobre mi y no dentro de mi madre.
Ya estaba yo toda embarrada de su semen: en la cara, en los pechos, en mi estómago, y claro, el semen que resbalaba desde mi culo y bajaba por mis piernas; aunado al olor que le había dejado mi madre a su miembro, había un rastro de sabor a mierda y sangre, pero aun así sentí que esa leche era mi premio por haberme portado bien con Tito, aunque todavía estaba esperando mi premio, que me follara hasta llegar a mi orgasmo. Seguía muy caliente, tenía mi cuerpo ardiendo.
Pensaba que después de darle a mi madre esa cogida que la dejó tirada en el sillón resollando fuertemente y diciendo palabras de alabanza hacía él:
— ¡Qué bien has estado !, por eso te extraño tanto, con mi esposo nunca disfruté tanto como contigo —entre otras frases abrumadoras, él continuaba exprimiendo su verga en mi cara, aunque no sé porque mi madre estaba insatisfecha con mi padrastro sí el también coge muy rico:
— Trágatela perra, ¿o no te gusta su sabor? Jajajaja… —
Le di un lengüetazo a su pija, e inmediatamente sentí el sabor amargo del culo de mi madre junto al sabor viril del semen de nuestro macho. Hice un gesto de asco al momento de decirle que no me gustaba su sabor repugnante. Él se quedó viéndome con un gesto de incredulidad, pues estaba contradiciendo su orden:
— ¡Pero si tú quieres te la dejaré bien limpiecita! — le dije advirtiendo en mi interior un placer que sólo sentía cuando me portaba como una guarra con él.
— Así me gusta, puta, que seas una obediente perrita!! Jajajajaja… ¡qué bien la has educado zorrita!! — le dijo a mi madre, que en ese momento ya estaba dando señales de vida, mientras yo estaba casi vomitando, pero dejándole el miembro impecable con mi lengua.
— Aahhh, par de putas, ya me han sacado toda la leche. Tendrán que esperar que me reponga para que las siga enculando, jajajaja, ¡sobre todo a ti Dsni! —
Me quedé viéndolo con cara de ruego, me sentí desilusionada, había esperado mucho tiempo para estar con él. Incluso había robado los mensajes de mi madre para saber dónde estaba, había hecho todo lo que me había pedido y él ahora sólo había complacido a mi madre. Me sentí vacía, incompleta, no sabía qué hacer para que se repusiera y me satisficiera de una vez.
En un momento no podía creer estar ahí, nunca en mi vida pensé que podría llegar a estar deseosa de un menos como Tito, yo siempre pensé que el amor de mi vida era un hombre como mi ex-novio: guapo, tierno y pues sí, claro, con billetes. Y pensar que me encontraba ahí, con Tito queriendo lo cómo mi novio, el hermano de mi mejor amiga, el más odiado por mi persona, y totalmente opuesto a lo que imaginé: feo, bastante brusco para follar y además sin plata. Recordé alguna vez mi amiga me apostó si me atrevería a besar a su hermano, a lo que respondí inmediatamente que no, que me daba asco, irónicamente ahora me hallaba a sus pies acababa de limpiarle su pija con los restos de su semen y los fluidos de mi madre con mi lengua, me sentía ridícula.
Lo miré: estaba segura que aprobaba con la mirada, mientras yo rogaba que me hiciera suya otra vez, que me llenara ese hueco que tenía. Me sentía usada y vejada, pero no satisfecha. De pronto me llegó la idea de que ya no iba a tener fuerzas para complacer a nadie más, pero continué jalando su miembro, quería que me satisficiera, aunque no reaccionó, entonces me dijo
— ¡Calma zorrita espérame un rato y después te vuelvo a encular jajaja!… ¿Cómo estuviste sin mí, Dani? ¿No extrañaste mi verga?... —
No me importó decirle que sí, y aunque evitaba mirar su rostro, me limitaba a responder jalándole el miembro y tratando de reanimarlo, con la mirada fija en él, que aún fláccido me imponía respeto y sobre todo me calentaba la situación en la que estaba: en ese momento no era nadie, era como si fuera su objeto, su juguete, su puta que tomaría cuando quisiera y tiraría cuando ya no la necesitara y además gratis!!.
Y aún así me había sentido feliz al beberme su leche enfrente de mi madre, mientras ella, que había hecho de todo para sacarla y recibir su premio, se me quedaba mirando con envidia y recelo. Ella sacó su lengua y se relamió, indicándole que se le antojaba probarla.
— ¿Aun no te cansas, Tito? –le preguntó mi madre, todavía jadeando- …¡¡no cabe duda que eres un semental chico!! —
— Nunca me voy a cansar de tener sus culos a mi disposición, jajaja… además ¿a ti no te ha faltado quien te dé tu ración, verdad perra? —
— ¿Estás celoso ? Ya sabes que siempre te he preferido a ti por encima del viejo, ¿te quedarías tranquilo si te digo que lo he hecho solo porque tú me lo pediste? —
Yo pensaba que hablaban de mi padrastro, y cómo le estaban pintando el cuerno. Aunque Tito no le hubiera pedido que lo hiciera con mi padrastro, o quien sabe, yo no quería pensar más en eso. Vi que mi madre se acercó y Tito, le dijo:
— Mas te vale que lo sigas atendiendo bien al viejo, porque no le voy a dar el gusto de compartirle a mi otra puta —
— ¿¿¡¡ehhh!!?? — me tomó por sorpresa la pregunta: de quién estaban hablando? ¿A que viejo se refería? Ahí caí en la cuenta que solo podía tratarse del padre de Tito ¿Pues que era Tito: un monstruo depravado que no respetaba nada?...
— Mas vale que busques algun pretexto para el fin de semana, porque te vas a ir con el viejo hasta el lunes. Ya estoy cansado de dormir en moteles. Lo que sea para que el viejo deje de estarme jodiendo con quitarme a mis putas. —
Me les quedé viendo, el gordo tenía esa sonrisa depravada, mi madre estaba totalmente sumisa a él: y yo, pensé que había caído muy bajo al estar cogiendo con el macho de mi madre, y en el mismo momento que ella, pero… ¿mi madre se dejaba coger por el padre de Tito? Entonces él era el viejo del que hablaban, el que le había estado dando sexo a mi madre en estas semanas de ausencia. Con razón seguía tan feliz aun sin estar Tito, me pareció que estaban fuera de razón, y pensar ahora en tener un trío, ya no me sorprendió, ya nada me sorprendía de ellos dos ese día.
Yo seguía chupando su pija, el me tocaba las tetas y el gordo me apretaba los pezones hasta hacerme doler, mi madre se acercó por atrás y le acarició los huevos mientras le decía al oído lo bien que había estado, que era todo un semental, que lo extrañaba mucho a pesar de que no le había faltado verga a diario, y que no se preocupara ya que ella era su puta, que la podía poseer cuándo y cómo quisiera, y que seguiría cogiendo con su padre si él se lo pedía.
Tito tomó mi cabeza y me dijo que la devorara completa. Intenté introducirla toda pero me daban arcadas en cuanto tocaba mi coronilla, y debía sacarla mientras tosía. Mi madre se desesperó al verme y dijo:
— A ver, dame espacio que te enseño cómo debe chuparse una pija, sobre todo la de tu macho… —me hizo a un lado y comenzó un mete saca de su boca con un ritmo impresionante, desapareciendo en su totalidad esa enorme herramienta hasta tocar con su frente la prominente barriga del gordo.
Tito ponía los ojos en blanco al mismo tiempo que no dejaba de apretar mis pezones que seguían duros como piedras, y bajaba su mano para tocar mi vagina, que ya estaba muy mojada, yo no podía aguantar más, entonces le dije:
— ¡¡Por favor Tito, métemela ya!! —Estaba realmente muy caliente, y no podía esperar más para sentirlo dentro de mi.
Cuando le dije esto, él detuvo a mi madre de su faena diciendo
— ¡¡Espera zorra déjame darle una lección a tu hijita!! —
Caminando hacia mí, tomó mi rostro, me abofeteó y me escupió en la cara, luego me jaló del cabello al momento que decía
— ¡Eres una puta descarada, no decías que te daba asco zorra?! Y mírate ahora, implorando por mi verga!! Jajajaja —
Yo me quedé sin habla y me puse blanca primero, y luego roja al darme cuenta que Tito sabía de lo que decía a escondidas de él.
— Pero Tito, ¡no sé de qué me hablas! — Contesté, haciéndome la desentendida. Una sonora bofetada me detuvo de seguir mintiendo.
— ¡¡Anda puta!!! Y todavía crees que no lo sé… sí ya sé que le decías a tus amigas que te daba asco y que nunca te atreverías a salir conmigo!! Y mírate ahora, arrodillada ante mi verga, rogando para que te rompa el culo — Me quedé callada, ambos sabíamos que era cierto, hasta antes de probar su pija me daba asco solo mirarlo, ya ni imaginar que podía tocarme y mucho menos coger con el.
— Mira Dani, ahora que te tengo, voy a aprovechar el momento y voy a hacer que hagas todo lo que yo te pida. Si quieres verga vas a tener que humillarte para mi —
— ¿Qué quieres que haga para que me perdones? —Le pregunté intrigada, tragando saliva
— ¿Aún conservas el video de la primera vez que te cogí? —
— Sí pero…. —
— Calla y escucha, quiero que lo copies en una usb y la lleves a la escuela… —
— Pero qué dices Tito.. —
— ¡Callate puta!… eso no es todo, se lo entregarás al idiota con el que sales. Y para asegurarme que lo hagas, todo esto lo harás estando yo presente!! Le darás el vídeo y luego te acercarás a mí, me pondrás la mano sobre el miembro, lo vas a acariciar un poco, luego me besarás y te darás la vuelta restregandome el culo en mi verga mientras el idiota mira como te magreo esas tetas un rato enfrente de él. Veamos que sigue pensando de su noviecita tierna e inocente cuando mire en video como me chupas la pija y me ofreces el culo —
Me quedé muda, realmente no sabia que decir, a estás alturas no me importaba follar con el gordo y humillarme para él a escondidas, incluso frente a mi madre, pero lo que me proponía era hacer del conocimiento de la gente, de mis compañeros de la escuela y de mis amigos de qué forma me dejaba someter por mi vecino, lo que significaba romper con mi novio y cambiarlo por un gordo pajero como Tito, además de ganarme la fama en la escuela de la puta de un gordo asqueroso, y si esos rumores llegaban a oídos de mi amiga? Nada bueno podría sacar de eso, no había forma de que aceptara ese trato, pero así como estaba, desnuda y caliente y ante esa montaña de carne en ese momento no me importó, sacrificaría lo que fuera por tener ese delicioso pene aún por encima de mi novio y mi reputación, ya buscaría la forma de resolverlo. Así que como autómata respondí:
— Está bien lo que tú quieras… solo cógeme ahora —
— Bien, entonces muéstrame que tan putita y obediente eres. Quiero que te comas mi verga entera tal como has visto a tu madre. Sigue hasta que la tengas toda dentro —
Me acerqué dispuesta a desgarrarme las comisuras de la boca, en verdad lo intenté, concentrada en la recompensa, pero no cabía, justo cuando mi nariz rozaba su barriga, me entraban unas arcadas que me hacían sacarla de inmediato.
Tito solo seguía insultándome. Me jalaba el pelo, me abofeteaba, me mantenía sujeta por el cuello.
— Que linda luces así , voy a usar tu boca a mi gusto, no te importa verdad? —
Acto seguido empezó a meter y sacar su pene a un ritmo agitado mientras veía que mi madre se pasaba atrás de él, para lamerlo desde atrás.
Pasaron algunos minutos. Ya me dolían las comisuras de la boca cuando sentí que el miembro se hinchaba y explotaba dentro de mi boca. Tito no aflojó la presión en mi cabeza, aunque manoteaba desesperada por un poco de aire, no dejó salir ni un centímetro de su verga hasta que los espasmos de su miembro arrojaron toda su lefa guardada en mi garganta. Finalmente me jaló el cabello hacia atrás, yo jalando aire desesperadamente, mientras él se entretenía escupiendo sobre mis tetas y mi rostro, y esparciendo los restos de lefa en mis mejillas, senos y cuello.
El maldito gordo se reía, viéndome totalmente humillada.
— ¿Qué te pareció, Dani? No se ustedes pero yo me la estoy pasando de maravilla, Hahahaha, ahora vas a ser quedarte así, sin limpiarte, ni bañarte, quiero ver cómo se seca mi semen en tu cara y te quedes oliendo a tu macho toda la noche. Ya seguiremos mañana, tu castigo será quedarte a medias, y te prohíbo que te toques y te masturbes, quiero que estés así toda la noche, te quiero como perra en celo, arrecha, caliente, bañada en mi semen y extrañando mi verga y mañana, si puedes aguantar toda la noche, puede que en la mañana te haga el favor de culearte cómo te mereces —
Todavía mi madre terminó de limpiarle su pene, luego de esto Tito se vistió y se fué con mi madre acompañándolo a la puerta. Yo me quedé llorando amargamente por la humillación recibida, insatisfecha, secando mis lágrimas y mirando en el espejo los restos de su corrida, así como sus asquerosos escupitajos, y sin poder limpiarlos, no había podido ni siquiera alcanzar un orgasmo. Y con todo el coraje que sentía hacia el gordo y hacia mi madre, que seguro estaba gozando de ese maldito pajero, ni siquiera me pasaba por la cabeza masturbarme para aliviar mis ganas. Hasta ese punto estaba enviciada por el maldito de Tito, y cumplía sus órdenes y caprichos aún sin estar presente.
Desesperada y mal cogida, me acurruqué en mi cama y traté de conciliar el sueño. Tal vez mañana tendría mejor suerte.
Continúa....
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