Mi tío se adueñó de mi esposa

Mi tío se adueñó de mi Esposa
Está es la historia de como mi tío Armando se adueñó de mi esposa Maribel. Todo empezó inocentemente cuando lo invité a comer a nuestra casa. No lo había visto en años así que quise ser amable, Maribel no lo conocía y le gustó la idea te tenerlo para cenar para conocerlo. Antes que continúe debería de una vez decirles lo que quieren oír. Maribel es una mujer muy atractiva el tipo que atraerá a un hombre mayor. Pelo castaño, linda cara, tetas grandes y un culo grande y redondo. Ese fue mi primer error al no pensar que mi tío el mujeriego sería atraído a mi joven esposa.


 
Tampoco pensé que mi esposa que me había confesado que los hombres mayores le atraían sería atraída a mi tío bastante atractivo que le gustan las mujeres más jóvenes. Ese fue mi segundo error.


 
Cuando llegó mi tío lo saludé con la mano y pude sentir su fuerza. Un poco más fuerte y me hubiera aplastado la mano, vio a mi esposa y la saludó con un abrazo enorme presionando su cuerpo sexy contra el. Pude ver como la veía lleno de deseo pero no le dije nada al respecto. Fue mi tercer error de la noche. El trajo una botella de tequila para beber después de la cena, le dije que no era necesario traer nada pero insistió y a él no se le dice no. Comimos y empezamos a beber cerveza combinado con la tequila que trajo. Yo y Maribel no solemos tomar seguido y pronto estábamos medio ebrios mientras el se quedó más sobrio que nosotros. Vio que teníamos un pequeño jacuzzi afuera y le dio ganas de meterse. Tratamos de convencerlo de que no pero nos hizo entrar con el y terminamos en el. Le ofrecí un chor para nadar que le quedó un poco apretado. Suficiente para que se le viera la verga y si era bastante grande aún flácida. Maribel se le quedó viendo a su cuerpo muscular mientras el parecía que se le iban a caer los ojos de la cabeza cuando la vio en su traje de baño.


 
No me gustó como se veían pero la verdad no los culpaba, era entendible que se sentían atraídos y aparte que daño había en verse así. Ese fue mi cuarto error. Nos sentamos yo y Maribel juntos con el enfrent de nosotros del otro lado. Platicamos y bebimos pero poco a poco mi tío se ponía más atrevido coqueteando con mi esposa haciéndola reír y sonrojar. Lentamente ella se movía a su lado hasta que estaba junto a él dejándome solo. Seguimos platicando pero ellos me ignoraban solo hablando entre ellos. Ocasionalmente reconociendo que yo estaba ahí. Mi tío en algún momento decidió quitarse el chor para estar desnudo en el agua y nos invitó a compañarlo. Yo traté de resistir su oferta pero Maribel accedió y se quitó el traje be baño así que yo también me desnude. Ahora estábamos los tres desnudos y las tetas de mi esposa visibles para todos.

A – Pero que buenas tetas tienes Maribel. Están perfectas.
M – Hay señor no diga eso no son nada especiales.
A – Como no están espectaculares y no solo eso tus piernas hermosas y tu gran culo. Justo como me gustan las jóvenes como tú.
M – Pues me alegra que le guste mi cuerpo. Usted también se ve muy sexy. Justo como me gustan los maduros como usted.
 
No creía lo que escuchaba mi tío y mi novia diciéndose que les gustaba su cuerpo y yo ahí como idiota dejándolos. Se vein como que se iban a besar y hable para interrumpir su momento. Logré empezar otra plática pero pude ver como se le había parado a mi tío. Las burbujas estorbaban un poco pero podíamos ver la verga enorme que se cargaba mi tío. Lo vi sonreír y me hizo pararme para comparar. Los dos nos paramos y no me compare con el. Me dejó bastante humillado. Hasta la hizo reír de mi.


 M – ¡Diego te hace parecer niño chiquito!
A – Tienes razón parece niño junto a mi.
 
Los dos se rieron más de mi, les tomó unos cinco minutos en calmarse. Después de eso nos quedamos callados un poco hasta que mi tío hablo.

A – Y dime si te coge bien mi sobrino con esa vergita.
M – Bueno hace lo que puede pero aveces tengo que usar un dildo para terminar.
A – Eso no está bien. Te mereces una buena cogida con una verga de verdad.
M – Si, pueda que si.

Odiaba lo que estaba oiendo pero me sentía muy excitado y tenéis la verga bien parad. Mi tío lo vio y vi como le entró la idea malvada que me sugirió.

A – Mira Diego lo más probable es que alguien se va a acostar con tu esposa. Así que que tal si hacemos un reto y el ganador se la coge.
D – ¿¡Que, de que estás hablando tío!?
A – Es fácil, Maribel nos va a masturbar a los dos y el primero en venirse pierde. El otro se la gana.
D - ¡Tío estás de mente! Maribel jamás accedería a algo así.
M – Diego tiene razón, como van las cosas algo va pasar y soy solo una no puedo con los dos. Mejor decidimos de una vez.

No creía lo que oía y me quedé paralizado por el shock. Mi esposa me estaba diciendo que tenía que competir con mi tío para ver quien se la cogia. Tal vez fue por alcohol pero acepté. Nos sentamos al lado de ella y ella nos tomó de las vergas y empezó a jalárnoslas. La situación era muy intensa y tenía que aguantar las ganas de venirme por lo excitado que estaba. Puede ver que ella me la jalaba lento y no me apretaba mientras a él lo hacía rápido y bastante intenso. Pensé que me estaba tratando de ayudar para que el se viniera más rápido pero la vi a los ojos y pude ver las malas intenciones en ella. No lo hacía así para ayudarme sino para demostrarme que no me comparaba a mi tío y que aunque me lo hacía lento y a él rápido el que se iba a venir primero era yo. Tenía razón y me vine poco después echando mi semen al agua.

A - Parece que yo gané sobrino tu esposa es mía.

Ello lo beso llena de pasión aún masturbandolo usando las dos manos. El acariciaba su cuerpo desde sus senos a su culo y su coño. Ella gemía suavemente disfrutando como mi tío la tocaba. Aunque estaba decepcionado conmigo mismo me la quería jalar mucho pero aún no me recuperaba. Solo podía verlos con la verga flácida y inútil. Se separó de él me hizo pensar que se arrepintió pero lo tomó de la mano y lo guió hacia dentro.

M – Venga, hagámoslo en el cuarto.

Se metieron y me dejaron solo. Tube que tomar unos momentos para procesar todo. Estaba lleno de enojo, humillación, tristeza, y excitación. Todo eso mezclado me dejó muy confuso pero el alcohol lo hizo más fácil de soportar. Espere un poco más y me metí para verlos. Pensé que estarían en nuestra habitación pero en vez estaban en el cuarto de huéspedes. Entre y lo primero que vi fue a Maribel encima de mi tío haciendo el 69. Me impresione lo bueno que se tragaba aquello verga, supongo que el deseo la hacía mejor puta para su amante. Mi tío le abría la concha con los dedos para meterle la lengua haciéndola gemir tan rico. Sus gemidos mezclados con sonidos de atragantamiento me hicieron para la verga. Lo mejor fue ver como usaba sus tetas para satisfacer a mi tío.



 
Estuvieron así un rato sin siquiera darse cuenta que yo había llegado, mi tío se la quitó de encima y la ordenó a ponerse a gatas. Lo obedeció poniéndose de cuatro apuntando su rico culo hacía el. Le dio una nalgada fuerte llamándola una puta, le apunto la verga a la entrada de su vagina y de un solo golpe se la inserto toda.

M - ¡Ahhhhhhhhhhhh! Que rico se siente su verga tío. Está tan grande uhhhhh me encanta.
A - Que puta me saliste niñita. Voy a disfrutar partirte el coño.

Sin darle tiempo para acostumbrarse a si tamaño mi tío se la empezó a coger a todo dar una fuerte envestida tras otra haciéndola gritar de dolor y luego de placer sincero. Nunca había visto a Maribel así era como una persona diferente. Me sentía tan inferior a mi tío sin la habilidad de sacar este lado de ella. Me estaba jalando la verga enojado por lo mucho que excitaba verlos juntos. Pero no tengo nadie que culpar más que a mi.





M – ¡Mira como me coge tu tío! ¡Así es como un hombre de verdad coge, tal vez aprendas algo!
A – Asle caso sobrino, pon atención para que aprendas como tratar a una puta come ella.
 Ellos se rieron entre gemidos humillándome como un patético cornudo pero solo respondí diciendo que si. Mi tío movía todo la cama son sus envestidas haciéndola rechinar y haciendo la cabecera pegar con la pared. Juro que en cualquier momento parecía que la iba quebrar. Enserio no me comparaba. Siguió así hasta que finalmente la hizo venirse.
M - ¡Ahhhhhhhhhh! ¡Tío me vengo! ¡Me vengo!
Le saco lo verga dandole una nalgada, ella colapsó en la cama exhausta por el sexo intenso. Los dos se dieron unos minutos para descansar hasta que mi tío la volteo poniéndose encima de ella resumiendo su cogida en misionero. Su ritmo no cambió para nada todavía dándole como un animal salvaje. Me impresionó el aguante que tenía poniéndome muy celoso de él. Se levantó poniendo las piernas de mi esposa en sus hombros dándome una mejor vista de mi esposa siendo satisfacida por otro.





A – Que buenas tetas tienes Maribel. Tan grandes y deliciosas.
M- ¿Te gustan tío? Disfrútalas, tu te las ganaste.
Eso hizo que mi tío se la cogiera más duro. Ya no aguanté más y me vine en la mano. Los dos vieron y se rieron, la humillación que sentía era inimaginable pero se sentía tan bien. Algo en mí me decía que esto era lo correcto y odiaba eso. Pero no hice nada para detenerlo así que caso tenía estar enojado. Solo disfruté el show. Mi tío siguió en esa posición hasta que de repente se detuvo y sin sacar la verga jaló a mi esposa a la orilla de la cama y la levantó en sus brazos. Se la empezó a coger en sus brazos algo que yo no podía hacer. Intenté algunas veces pero nunca lo logré, no tenía las fuerzas para hacerlo. Y ahora mi tío lo hacía sin ningún problema.


M - ¡Si! ¡Tío me coges tan rico! ¡Más dame más! ¡Si si si si!
A – No me digas, mi sobrino nunca te ha cogido así.
M – Nunca. No es tan fuerte como tú.
A – Oíste eso sobrinito, no tienes lo que se necesita para cogerte a tu esposa. Agradéceme que estoy aquí para complacerla.

La hizo ver irse otra vez mientras lo sostuvo, enserio no me comparaba a él. La volvió a poner en la cama otra vez en misionero, podía ver que mi tío ya no aguantaba más y le dijo a mi esposa.

M – Dame tu leche tío. Lléname con ella.

Eso hizo bombeándola con su leche caliente haciéndola venirse otra vez. Los dos colapsaron exhaustos respirando fuertemente llenos de sudor. La verga de mi tío cubierta de los jugos de mi esposa, y su vagina goteando de su leche. Descansaron un poco antes de hicerse los dos a la ducha a bañar. Podía oír los ruidos que hacían. Dándose besos y riéndose. No sé si cogieron otra vez pero no me sorprendería. Salieron y se fueron a nuestra habitación y cerraron la puerta. Poco después se volvieron a oír los ruidos de sexo. No podía creer que estaban cogiendo otra vez pero al mismo tiempo me encantaba que me dejaron afuera mientras ellos cogian. Me regresé a la habitación de huéspedes y me acosté en la cama donde acaban de coger. Me la volví a jalar mientras oía los ruidos de la cama y los gemidos de mi esposa.

Intenté durar lo más que pude pero mi verga estaba exhausta y solo vine una vez. Me quedé dormido sin saber todo lo que hicieron. Al día siguiente me desperté al olor del desayuno que hizo Maribel. Se veía tan sexy en su bata, más por el hecho de que había cogido toda la noche con mi tío. Mi tío llegó y mi esposa le sirvió café y comida. Estaba atenta a todos sus pedidos y feliz de complacerlo. Era obvio que mi tío la tenía bien dominada, sentía que en cierta forma ya no era mi esposa. Después de comer mi tío me dijo que Maribel era la mejor cogida que había tenido y que él no planeaba en parar. Ella dijo que mi tío le sacó la puta y que le encantaba ser su esclava sexual. Pensé que me pedían permiso para seguir cogiendo pero simplemente me estaban avisando de lo que iba pasar. No es tía otra opción así que dije que estaba bien por mi.

Desde entonces han estado cogiendo seguido, aveces viene mi tío a llevársela a nuestra habitación, otras veces se la lleva a su casa o van a un hotel. Aún tenemos sexo pero menos frecuente que ellos. Por cada vez que tengo sexo con Maribel el tiene tres. Nunca imagen que esto pasaría pero ya no hay vuelta atrás. Mi tío se ha adueñado de mi esposa.