Pastora anal

Pastora anal

A lo largo de la historia, el sexo anal siempre ha sido cuestión de debate.. abrazado y hasta alabado por algunas culturas pero muy criticado y mal visto por otras en su mayoría.
Puede una pastora evangélica practicar el sexo anal? Creo que la respuesta es mucho más que obvia, es un pecado que no se debe permitir pero después de contarles mi situación entenderán por qué mi propio hermano me dice "Pastora Anal".
Para los que recién leen un relato de los míos aquí les dejo un pequeño contexto sobre quién soy o qué hace una pastora evangélica en este tipo de páginas... Actualmente tengo 31 años y soy una mujer felizmente casada hace 10 años, vivo junto a mi esposo, mi hermano y su pareja. Soy pastora evangélica y ama de casa pero en secreto tengo un pequeño trabajo con mi hermano en donde él manosea mis pechos delante de hombres desconocidos para generar morbo y luego yo les hago una paja a cambio de dinero (ya sea con las manos o con los pechos). Prefiero ganarme la vida de esta manera que engañando a los fieles de la iglesia diciéndoles que si hacen donativos entonces Dios llenará sus bolsillos, pero al mismo tiempo también es una forma de expresar una parte mía un poco oculta por el esposo que tengo ya que me gustan mucho los besos y a él no tanto ya que mis besos tienden a ser extremos y dice que es asqueroso terminar con la cara babeada. Me gusta que cuando me besen me tomen del mentón y sea muy apasionado, que muerdan suavemente mis labios o qué sujete mi lengua con su boca y la succione jalándomela un poco, ese tipo de cosas me gustan mucho. También que me pase la lengua por toda la cara y me haga sentir como una cachorrita con su macho, son gustos algo extraños que a mi esposo no le gustan y que tampoco los expreso con él pues si ya me rechaza cuando a veces me excedo besándolo, no imagino cómo reaccionaría si supiera lo que realmente me gusta... Es por eso que un escape a todo esto para poder vivir lo que realmente me gusta es mi hermano pues él sí accede a todo lo anteriormente mencionado y lo hace mientras acaricia mis tetas delante del cliente de esta manera puede despertar mi feminidad y así poder trabajar mejor con el cliente ya sea usando mis manos o mis tetas, mi hermano y yo somos un equipo que mi esposo no conoce...
Con mi hermano puedo pasar besándome horas de horas y a él nunca le molesta, es más, le gusta que sea así de besucona, me succiona la lengua hasta dejarme sin aliento, le gusta pasarme la lengua por las mejillas y luego regresar a mi boca mientras dice que mi cálido aliento es muy sensual... Ahí estamos él y yo en algún rincón de la casa mientras mi esposo no está o está viendo televisión besándonos puedes realmente amo demasiado los besos y durante el trabajo sus manos en mis pechos estimulan mi feminidad preparándome para atender al cliente que nos está mirando, llegados a este punto surge otra pregunta ¿Qué pasa con la infidelidad de la fornicación?
La respuesta es un poco fácil pues al no haber penetración como tal, no hay sexo... por lo tanto no hay adulterio ni fornicación, mis manos o mis tetas se encargan de hacer que el cliente se corra a chorros y aunque salpican mucho y hasta pueden llegar a ensuciar mi cara y mi cabello con su espeso y oloroso esperma, no hubo coito así que sigo siendo una esposa fiel a mi marido... Llegados a este punto llega la pregunta final y la temática principal de todo este relato ¿Y mi hermano qué?
Mi hermano es ya un hombre de 28 años con el cual llevo trabajando muchos años de esta manera, aunque no ejerce el pastorado como yo y siendo honesta siempre ha estado un poco distante de la iglesia de nuestros padres y del hecho de que ellos siempre hayan querido que ambos seamos los pastores herederos de la iglesia, obviamente es un ser humano y también tiene necesidades carnales pues durante el trabajo o cuando a escondidas en casa satisface mi necesidad de dar besos obviamente su cuerpo reacciona... Lo he notado a solas cuando estoy con él o durante el trabajo los clientes se encargan en resaltar que mi propio hermano se puso duro conmigo, a veces he llegado a apretar su firme dirección para sobre el pantalón mientras el cliente mira como mi hermano intensifica su jugueteo con mis tetas y nuestro beso se vuelve más apasionado, pero soy una mujer casada yo... no podría darle más, al menos eso es lo que pensaba.
Como ya sabrán en mi otro relato, el sexo oral no es ajeno a mí (aunque solamente se lo practico a mi hermano y obviamente sin preservativo)... Para mí esto sigue sin ser fornicación ni adulterio pues no hay penetración y simplemente es una forma de darle un beso mucho más apasionado a mi hermano (esta vez no en la boca sino en los genitales). Una idea nacida de la intención de satisfacer sus necesidades sexuales pues obviamente es un ser humano y trabajar así conmigo tiene consecuencias... Él siempre desde la adolescencia ha mostrado un extraño interés por mi trasero, siempre tiene que ser el trasero y por alguna razón yo no soy ajena a ello pues ya lo he hablado antes en mi otro relato, es como si Dios me probara o me hubiese maldecido con un trasero muy sensible y deseoso de carne.
¿Cómo puede una mujer que desde que tiene uso de razón ha sido educada y preparada para ser pastora de iglesia tener deseos tan mundanos y pecaminosos? Siempre se lo he preguntado a Dios en mis oraciones ¿Por qué es la sodomía parece ser algo inherente a mí? por qué mi trasero siempre se ha visto tentado cada vez que mi hermano sujeta mi cintura o me toca el culo? Por qué? Dios! Por qué mi culo siempre ha deseado ser bombeado?
Son cosas que de adolescente me preguntaba a medida que me iba desarrollando y los gustos de mi hermano por mí trasero se fueron manifestando, al inicio era simplemente darle un empujón y decirle que me soltara y no fuese tan travieso... Pero poco a poco se fue volviendo en una complicidad pasiva pues aunque me negaba a él simplemente me negaba con palabras pues mi cuerpo se prestaba a su juego y mis empujones ya no eran tan reales, simplemente era una manera de provocarlo para que me tocara más y apretara su cuerpo contra el mío diciéndome que tenía muy lindo culo.
Siempre le he preguntado a Dios por qué soy tan sensible de ese lugar, si es una prueba, si es un castigo. No lo sé, tal vez nunca lo sabré, aunque mi hermano me dió otra respuesta... No necesita ser un castigo ni una prueba, tal vez simplemente parte de su plan. Mi hermano siempre intentó alejarse de la iglesia y de nuestros padres siempre fue rebelde y muy conflictivo, mientras que yo por otro lado aunque mi vida con mi esposo es feliz y mantengo relaciones con él hasta tres veces por semana, nada sale de lo habitual y de lo clásico... Es simplemente él encima mío y algunos besos ya que ni siquiera puedo besarlo como realmente me gusta pues a él le resulta incómodo, de esta manera... Todo encaja de una forma tan perversamente orquestada que da miedo.
Mi hermano puede volver a la iglesia y acercarse a nuestros padres por medio de mí por el gusto y fascinación que tiene hacía conmigo, por el trabajo que nos une, porque ama darme sexo anal sin condón mientras mi esposo trabaja sobre nuestra cama matrimonial mientras me dice que cuando mi marido no está en casa él se vuelve mi esposo y soy su esposa anal, gracias a esto ahora él es más dócil y está más abierto a acercarse a nuestros padres y a participar de las cosas en la iglesia mientras yo puedo satisfacer este incontrolable deseo de tener algo dentro del trasero, de sentirme llena de esta manera tan pecaminosa y tan asquerosa como es el sexo anal, un pecado terrible ante los ojos de Dios pero que por alguna razón el mismo Dios me dio gusto y fascinación por ello.
Tal vez todo esto es para que mi hermano no se aleje de los caminos de Dios y para que al mismo tiempo yo pueda vivir este tipo de cosas que jamás haría con mi esposo sin caer en la fornicación pues soy la hija de Dios y mi hermano dice que si es conmigo entonces no es pecado pues Dios santifica mi cuerpo y Dios puso ese deseo en mí y en él y solamente él es capaz de darme sexo anal varias veces al día todos los días sin que sea fornicación ni adulterio pues él no es un hombre ajeno, no es un amante, es mi sangre,es mi propio hermano.
Durante el sexo anal siempre me gusta apretar los dientes y cuando no puedo contener los gemidos entonces empiezo a orar a Dios pidiéndole que me dé una respuesta si lo que estoy haciendo es correcto, si lo que hago está bien, si realmente no es pecado hacerlo por ahí con mi propio hermano y si él tampoco peca pues a quién se lo hace es a la hija de Dios... Siempre digo estas oraciones en voz alta y a mi hermano parece calentarle el hecho de que me ponga a orar mientras tenemos sexo anal mientras escucha mis jadeos y habla con Dios preguntándole por qué se siente también tener a mi hermano en mi trasero, por qué es eso parece ser la única manera de llegar al clímax y a la satisfacción sexual... Mientras mi hermano me sujeta del mentón y me hace girar la cabeza para besarme, succionar mi lengua y lamerme mi cara mientras dice que es el brillo del anillo de bodas en mi mano se ve sexy mientras se corre dentro de mi culo, que estamos hechos el uno para el otro y que si Dios no me ha dado una respuesta entonces significa que lo que estoy haciendo tal vez sea lo correcto o simplemente lo justo y necesario, que es para lo que he nacido... Un deseo tan inmoral y carnal que solamente él puede satisfacer pues con él no es pecado y conmigo tampoco pues Dios aprueba lo nuestro, por eso nos hizo así.


Nuevamente aquí les dejo mi contacto por si quieren hablar sobre el tema o si tienen curiosidades, este es mi número de WhatsApp.
Aclaro nuevamente que no mando fotos ni videos, simplemente es para entablar amistad o solucionar algunas dudas que tienen sobre el tema, también estoy abierta a escuchar consejos u opiniones muchas gracias por leer...
Mi nombre es Melanie, tengo 31 años, soy pastora y una mujer casada que trabaja haciendo pajas con las manos y las tetas... Y encuentro en mi propio hermano la satisfacción a impulsos y necesidades que Dios me dió y aunque sean aberrantes, se siente tan bien para mí.
WhatsApp: +51923040194
Número: 923040194
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