Me cogí a la madre luego a su hija 7

Ver a Camila recostada bajo la suave luz que entraba por la ventana iluminado sus pechos, ver su carita tan tierna y dulce, ver esa mirada que a pesar de la tenue luz me pedían a gritos q le haga el amor... Todo eso hizo q mí pija recupere sus fuerzas y se ponga al palo, tan al palo o más aún que cuando cogió a la mamá de Camila.
Seguí besándola suavemente, verla así semi desnuda en la cama (solo tenía su tanguita negra) me puso al palo tanto que la pija ya me dolía de lo caliente que estaba, ella meneaba su cadera rosando su conchita sobre mí pija, le besada el cuello mientras mí otra mano contorneaba su muslo y su cintura. Por momento Camí se descontrolaba y quería arrancarme la ropa pero yo tenía otros planes. Así que tomé sus manos, saqué unas esposas que tenía preparada y la esposé en la cama, ella solo me decía dale Daniel cógeme ... Haceme el amor, soy tuya toda tuya... No seas hijo de puta y cógeme.... Esa voz tan delicada y de puta en celo era increíble, no sé cómo hice para controlarme pero la verdad ya me calentaba mucho más que su mamá. Luego comencé a desvestirme ante la atónita mirada de cami quien no se perdía ningún detalle, iba a quedarme en boxer solamente pero necesitaba que mí pija respirara ya que sentia asfixiada por mí boxer de lo dura que estaba.... Al hacerlo mí pija dio como un salto del boxer, Camí abrió bien los ojos y se le notaba la mirada de deseo que hasta se mordió los labios... Al ver eso le preguntaba si le gustaba y me dijo q le daba un poquito de miedo xq lo veía grande (nunca me consideré un dotado, es más me considero promedio, mí pija mide 17cm de largo por 5 de ancho con una circunferencia de 15cm) pero q igual quería sentirla adentro.
Entonces me dijo por favor amor cógeme, haceme tuya, haceme tu putita inmediatamente abrió sus piernas y cuando lo hizo a pesar de la tenue luz pude ver en su tanguita negra de algodón un brillo que denotaba lo mojada que estaba. Allí fue cuando le dije Camila voy a hacerte el amor, voy a hacerlo lentamente, quiero disfrutarte al máximo. Inmediatamente cerró sus ojos y comenzó a gemir mientras movia su pelvis, y eso que yo seguía parado frente a ella, entonces me recosté sobre ella y comencé a besar su cuello sin rozar ninguna otra parte de su cuerpo, sentir sus gemidos era increíble, escuchar esos dulces gemidos me hizo sentir orgasmos internos no sé cómo describirlos pero fue una sensación única. Luego baje suavemente de su cuello hacia sus pechos, comencé a darle pechos besos alrededor de sus pechos iba bordeando primero el pecho izquierdo para luego pasar al derecho, besar en el medio de ambos y bajar hasta su ombligo... Camí solo gemía y movía su pelvis de una forma increíble, parecía que estaba cogiendo de la forma en que se meneaba, ella gemía y gemía cada vez menos suave, cada gemido se iba intensificando hasta que dejé de bordear sus pechos y comencé a chupar sus pezones, esto hizo q se retorciera de placer, sus gemidos ya eran súplicas para que la coja pero estaba decidido a hacerle el amor suavemente para que se muera de placer, le besaba ya acariciaba sus pechos firmes, mucho más chicos que los de su mamá, entraban perfectamente en la palma de mí mano, eran bien firmes y redondos.
Seguí jugando con sus pechos hasta que sentí un gemido diferente que luego llevo a su calma, Camila tuvo su primer orgasmo mientras le besaba y acariciaba sus pechos. Luego comencé a besarla por su abdomen y ella abrió aún más sus piernas, ya desde su ombligo sentía el aroma a perra en celo que salía de su concha a través de su tanga negra.
Comencé a bajar con mí lengua por su abdomen y fui besando su pierna bordeando su tanguita, el olor que sentía no lo puedo describir pero les digo que tranquilamente pude haber acabado solo de olerlo, era tan excitante el aroma de perra en celo q tenía... Mientras besaba la parte interna de sus muslos rozando su tanguita q tapaba sus labios mayores pude sentir el néctar de sus jugos. Estaba mojadisima y yo seguía lamienso sus muslos y ella solo gemía y gemía, mucho más suave que antes pues ya había tenido su primer orgasmo, después besé su concha por sobre su tanga y comprobé lo mojada q estaba, sus jugos eran un poco ácidos pero adictivos y así comencé a besar y jugar con mí lengua y ella me apretaba mí cabeza con sus piernas. Estuve un buen tiempo besando suavemente su conchita así, me aparté un poco y la miré, ya no me pedía q la coja, haber acabado la tranquilizó pero al verla así esposada a la cama con la tanga empapada, ver sus pechos cubiertos de transpiración por el placer y ver su dulce rostro sonrojado hizo q me dieran ganas de pajearme allí mismo y llenarle de leche en la tanga, en sus pechos y en su cara xq esta pendeja no se podía ver así de dulce y tierna, necesitaba un baño de leche xq era la hija de su mamá que era tremenda puta.
Camila tenía la combinación perfecta de dulzura y perversión, de tierna y puta y yo me iba a encargar de sacar todo lo puta de ella igual que a su mamá. Me acerqué a su oído y le pregunté si le gustaba a lo q me dijo mordiéndose los labios, me encanta.... Daniel me encanta como me lo haces... Quiero más!!! Soy toda tuya haceme tuya...
Entonces le saqué las esposas y bajé a sacarle la tanga... Quedé anonadado al ver su concha que no se parecía en nada a la de su mamá, la de ella era tremenda concha con labios mayores muy gruesos y con pelitos y un clítoris prominente perfecto para chuparlo mientras que Camí tenía una conchita mucho más chiquita con labios mayores muy finos y un clítoris tímido diría. La tenía perfectamente depilada la miré un tiempito y comenzó el segundo round.
Espero sus comentarios para continuar, comenten lo que les provoca.

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