Tengo que confesar que tengo una pequeña obsesión por todo lo prohibido, pero bueno espero que tu como buen lector no le cuentes a mi marido.
Hace unos días el jefe de mi marido nos invitó a ambos a una pequeña fiesta navideña privada en su casa. Obviamente ambos asistimos, creo que ha sido la fiesta mas rica a la que asistí este año.
Llegamos alrededor de las 9 de la noche y para sorpresa mía solo estaban el jefe de marido y su mujer, al llegar salude de inmediato a su esposa y el jefe de marido estaba detrás de ella mirándome de una manera muy poco respetuosa, algo que entendí pues aparte de que soy una mujer muy atractiva, esa noche estaba vestida muy sensual, traía un pequeño vestido negro sin nada debajo ni siquiera el tanga por lo que mi culo rebotaba cada vez que daba un paso, un pronunciado escote, mi pelo negro corto, lacio y suelto que hacía que mi piel blanca se viera espectacular.
Luego de que los salude entro mi marido e hizo lo mismo, en ese momento su jefe seguía sin poder quitarme los ojos de encima y yo no estaba para nada molesta con esas miradas.
La noche siguió pasando y nosotros nos sentíamos ya un poco borrachos de tanto tequila, estábamos todos sentados en la terraza, en un asiento mi marido y yo por otra parte en el asiento de enfrente su jefe y la esposa, yo seguía notando las intensas miradas y de vez en cuando un guiño disimulado de su jefe hacia a mi, a mi esa situación ya me tenía excitada, era un poco mas de las 12 de la madrugada y la mujer de él fue a dormir y nos dejó a los 3 solos en aquella terraza, estábamos teniendo una conversación muy interesante cuando de repente el jefe mi marido está mirándome y yo abro mis piernas de una manera muy sexy para mostrarle lo que él quería ver desde que habíamos llegado a aquella casa, mi coño totalmente mojado y perfecto, y luego de que me asegure que me había visto detalladamente las volví a cerrar para que mi marido no fuera a darse de cuenta de lo que estaba pasando, yo sentí como sus ojos se clavaron en el medio de mis piernas y un escalofrió en ese momento recorrió mi cuerpo y mis pezones se pusieron tan duros que se notaba en mi vestido.
Yo seguí incitando a mi marido para que bebiera aún más y así poder hacer de las mías sin preocupaciones y entonces cada vez que tenía la oportunidad le enseñaba algo de mi cuerpo o me mordía mis labios de una manera muy provocativa todo sin que mi marido se diera cuenta.
Eran ya las tres de la mañana, mi marido llevaba toda la noche fumando cigarrillo y ya se le habían acabado por lo que tuvo que salir a comprar mas, tomo un taxi porque ya estaba muy tomado y no quería conducir así, me dijo que me quedara allí y yo le dije muy feliz -Esta bien amor- , y así me quede sola en esa casa con su jefe, en el mismo momento que salió, yo agarre con las dos manos la silla y como si fuera una actriz porno abrí mis dos piernas nuevamente pero esta vez bien abiertas, arquee mis espalda y le dije a su jefe con una voz baja para que su esposa no fuera a escuchar -Esto es lo que tanto querías ver cuando llegue-, el soltó un suspiro se acercó a mi, se puso de rodillas y me dijo -No solo verlo, quiero sentirlo -se acercó mas a mi y me comenzó a besar mi entrepierna, mi corazón estaba acelerado y mi concha demasiado mojada, subió la cabeza y me bajo un poco el vestido para dejar mis tetas descubiertas.
Y cuando bajo su cabeza de nuevo paso su lengua de una manera deliciosa por mi concha mientras con su otra acariciaba mis tetas, en ese momento solté un gemido, era demasiado el placer que estaba sintiendo, él se puso de pie ante mi y tapo mi boca con su mano, me dijo -No pueden oírnos y a modo de castigo introdujo sus dedos dentro de mi concha de una manera muy ruda y comenzó a sacarlos y a meterlos, en ese momento mis ojos estaban llorosos del placer y solo le pedía que no parara, baje mi mano y le toque su verga por encima del pantalón estaba durísima.
Yo solo quería sentirla adentro en ese mismo momento, estaba tan excitada de pensar que mi marido podía llegar en cualquier momento y verme parada con mis tetas afuera gozando del placer con su jefe. El seguía masturbándome mientras besaba mi cuello y me decía -Te gusta, esto es lo que querías-, en ese momento sentimos unos pasos y rápido nos separamos, yo subí mi vestido y los dos nos sentamos nuevamente a tratar de disimular que no había pasado nada, era mi esposo que ya había llegado, yo casi no podía hablar de lo excitada que estaba sentía todo mi concha húmeda, y lo único que quería era cogerme a su jefe allí mismo, el no sospecho nada y comenzó a hablar con nosotros, el muy estúpido no paraba de hablar ya estaba muy borracho, mientras que yo apretaba mis muslos para seguir sintiendo placer mientras su jefe me hablaba y me quería devorar con sus ojos.
Eran las 5 de la mañana y ya se nos había terminado el tequila, y aun teníamos ganas de seguir, por lo que el jefe de mi esposo nos surgiere la idea de ir por mas bebida y así fuimos los tres, en lo que íbamos camino al auto mi marido iba delante, yo detrás de él y su jefe detrás mío, por lo que aprovecho el camino para meter su mano debajo de mi vestido y acariciar mi concha para así asegurar que me dejaría mas caliente todo el camino.
Hasta que nos subimos en el auto, el condujo pues era el que no había bebido en toda la noche, mi esposo iba en el asiento del copiloto y yo en el asiento de atrás, en el camino podía sentir como los ojos de su jefe mi miraban por el retrovisor del auto por lo que decidí darle mejor vista y abrir un poco mis piernas y tocarme un poco, todo disimulado, el estúpido de mi esposo no podía saber.
Cuando llegamos al lugar. Mi marido se baja y dice -A esta invito yo- y se baja del coche y entra a comprar la botella. Mientras nosotros dos nos quedamos en el auto, en cuanto vimos que entro su jefe se volteó hacia al asiento de atrás donde estaba yo y me dijo a -¿A ver donde nos habíamos quedado?-, y volvió a meter sus dedos profundamente dentro de mi.
Ahí si comencé a gemir y el cada vez lo hacía más y más rápido, yo podía ver a mi marido dentro de la tienda pues era toda de cristal y esa situación me tenía más caliente todavía le dije -¿Te gusta mi concha? Pero yo quiero algo mas dentro de mi que no sean tus dedos, ya quiero sentirte dentro de mi concha caliente- (mientras gemía), él me iba besando todo mi cuerpo y mi boca.
Y se le marcaba en su pantalón la tremenda erección que tenía mientras yo veía como mi marido salía de la tienda y rápido volvimos cada uno a nuestro lugar, mi esposo feliz mostrándonos la botella y su jefe con los dedos llenos de mi y su verga tiesa al lado de él, tratando de disimularla.
Eran las 5:30 y ya estábamos en la casa, la esposa de su jefe cuando llegamos se había despertado para decirle que ya era muy tarde y al otro día tendrían una cena de navidad con su familia, por lo que ya teníamos que irnos, mi esposo quería pasar al baño y yo también pues estábamos a 40 minutos de la casa y su jefe le dijo que el pasara al de afuera de la terraza y que yo podía pasar a uno dentro de la casa, el entro conmigo para mostrarme a donde estaba y ya como nos íbamos para la casa.
Mi marido iría al coche por fuera y yo saldría por la puerta principal, su jefe me muestra el baño y en frente de él me dijo -Así no te puedes ir bebé estas muy caliente y ese imbécil no va a saber como ayudarte- por lo que me comenzó a masturbar nuevamente sin parar, se acercó a mi para poder sentirme bien cerquita y en lo que yo le gemía bien bajito en el oído el me miraba con los ojos llenos de deseo, siguió así hasta que no pude aguantar y acabe, tuve un orgasmo muy rico.
Pero eso no lo detuvo me llevo hasta la puerta principal que estaba cerrada y por su celular vio en la cámara de seguridad que mi esposo estaba fumándose un cigarrillo mientras me esperaba justo detrás de esa puerta y me bajo el vestido hasta los tobillos dejando totalmente descubierto mi cuerpo, puso mis manos arrecostadas a esa misma puerta, se sacó su verga que estaba al explotar y la puso justo en el medio de mi culo y comenzó a moverse de arriba hacia abajo, cada vez lo sentía yo lo sentía mas, mis ojos estaban en blanco.
Y seguía muy húmeda, pero yo no me quería ir de allí sin probar esa verga por lo que me arrodille ante él, lo mire con mi carita de puta y le dije – Yo quiero probar a que sabe esa verga tan rica- le pase la lengua por su verga y luego se la comencé a mamar, el aguanto mi cabello con sus dos manos mientras yo chupaba esa verga y lo miraba mientras veía en sus ojos el placer que estaba sintiendo, no hay cosa que me moje mas que mamar, creo que soy una adicta a eso.
Mi boca estaba llena de saliva por lo que estaba muy mojada y caliente su verga.
Pasados dos minutos mi esposo me llama y tengo que contestarle y le digo -Ya voy amor es que me perdí buscando el baño- todo eso aun desnuda y con la verga de su jefe en mi mano mientras lo estaba masturbando, sentimos un ruido y era su esposa, así que el entro al baño y yo rápidamente me acomode mi vestido, seque mi cara que estaba mojada, pase la mano por mi cabello y abrí la puerta y justo allí estaba mi esposo detrás esperándome. -Yo le dije vamos amor- y nos montamos en el coche, cuando llegamos a la casa, yo seguía muy caliente y comencé a besarlo con mi boca llena de sabor a verga de su jefe, eso hizo que me encendiera más aún saber que estaba besando a mi marido con la misma boca que segundos antes había estado chupando la verga de su jefe, y él al ver lo prendida que estaba me dijo -por qué tan caliente bebé.
Yo estaba tan mojada que le saqué la verga a mi marido y me la metí y entro tan rico pues ya estaba dilatada de los dedos de su jefe en ese momento cerré mis ojos y solo me venían imágenes de todo lo que había pasado esa noche y comencé a cabalgar como una puta encima de él, hasta que los dos nos corrimos.
Hoy hace una semana que paso esto que te conté y este fin de semana será la fiesta oficial de navidad del trabajo de mi esposo en la cual obviamente estará su jefe, no puedo esperar a que llegue ese día, llevo la semana masturbándome solo de imaginar que pasará cuando lo vea y sé que tú también te morirás de ganas porque te cuente.
Hace unos días el jefe de mi marido nos invitó a ambos a una pequeña fiesta navideña privada en su casa. Obviamente ambos asistimos, creo que ha sido la fiesta mas rica a la que asistí este año.
Llegamos alrededor de las 9 de la noche y para sorpresa mía solo estaban el jefe de marido y su mujer, al llegar salude de inmediato a su esposa y el jefe de marido estaba detrás de ella mirándome de una manera muy poco respetuosa, algo que entendí pues aparte de que soy una mujer muy atractiva, esa noche estaba vestida muy sensual, traía un pequeño vestido negro sin nada debajo ni siquiera el tanga por lo que mi culo rebotaba cada vez que daba un paso, un pronunciado escote, mi pelo negro corto, lacio y suelto que hacía que mi piel blanca se viera espectacular.
Luego de que los salude entro mi marido e hizo lo mismo, en ese momento su jefe seguía sin poder quitarme los ojos de encima y yo no estaba para nada molesta con esas miradas.
La noche siguió pasando y nosotros nos sentíamos ya un poco borrachos de tanto tequila, estábamos todos sentados en la terraza, en un asiento mi marido y yo por otra parte en el asiento de enfrente su jefe y la esposa, yo seguía notando las intensas miradas y de vez en cuando un guiño disimulado de su jefe hacia a mi, a mi esa situación ya me tenía excitada, era un poco mas de las 12 de la madrugada y la mujer de él fue a dormir y nos dejó a los 3 solos en aquella terraza, estábamos teniendo una conversación muy interesante cuando de repente el jefe mi marido está mirándome y yo abro mis piernas de una manera muy sexy para mostrarle lo que él quería ver desde que habíamos llegado a aquella casa, mi coño totalmente mojado y perfecto, y luego de que me asegure que me había visto detalladamente las volví a cerrar para que mi marido no fuera a darse de cuenta de lo que estaba pasando, yo sentí como sus ojos se clavaron en el medio de mis piernas y un escalofrió en ese momento recorrió mi cuerpo y mis pezones se pusieron tan duros que se notaba en mi vestido.
Yo seguí incitando a mi marido para que bebiera aún más y así poder hacer de las mías sin preocupaciones y entonces cada vez que tenía la oportunidad le enseñaba algo de mi cuerpo o me mordía mis labios de una manera muy provocativa todo sin que mi marido se diera cuenta.
Eran ya las tres de la mañana, mi marido llevaba toda la noche fumando cigarrillo y ya se le habían acabado por lo que tuvo que salir a comprar mas, tomo un taxi porque ya estaba muy tomado y no quería conducir así, me dijo que me quedara allí y yo le dije muy feliz -Esta bien amor- , y así me quede sola en esa casa con su jefe, en el mismo momento que salió, yo agarre con las dos manos la silla y como si fuera una actriz porno abrí mis dos piernas nuevamente pero esta vez bien abiertas, arquee mis espalda y le dije a su jefe con una voz baja para que su esposa no fuera a escuchar -Esto es lo que tanto querías ver cuando llegue-, el soltó un suspiro se acercó a mi, se puso de rodillas y me dijo -No solo verlo, quiero sentirlo -se acercó mas a mi y me comenzó a besar mi entrepierna, mi corazón estaba acelerado y mi concha demasiado mojada, subió la cabeza y me bajo un poco el vestido para dejar mis tetas descubiertas.
Y cuando bajo su cabeza de nuevo paso su lengua de una manera deliciosa por mi concha mientras con su otra acariciaba mis tetas, en ese momento solté un gemido, era demasiado el placer que estaba sintiendo, él se puso de pie ante mi y tapo mi boca con su mano, me dijo -No pueden oírnos y a modo de castigo introdujo sus dedos dentro de mi concha de una manera muy ruda y comenzó a sacarlos y a meterlos, en ese momento mis ojos estaban llorosos del placer y solo le pedía que no parara, baje mi mano y le toque su verga por encima del pantalón estaba durísima.
Yo solo quería sentirla adentro en ese mismo momento, estaba tan excitada de pensar que mi marido podía llegar en cualquier momento y verme parada con mis tetas afuera gozando del placer con su jefe. El seguía masturbándome mientras besaba mi cuello y me decía -Te gusta, esto es lo que querías-, en ese momento sentimos unos pasos y rápido nos separamos, yo subí mi vestido y los dos nos sentamos nuevamente a tratar de disimular que no había pasado nada, era mi esposo que ya había llegado, yo casi no podía hablar de lo excitada que estaba sentía todo mi concha húmeda, y lo único que quería era cogerme a su jefe allí mismo, el no sospecho nada y comenzó a hablar con nosotros, el muy estúpido no paraba de hablar ya estaba muy borracho, mientras que yo apretaba mis muslos para seguir sintiendo placer mientras su jefe me hablaba y me quería devorar con sus ojos.
Eran las 5 de la mañana y ya se nos había terminado el tequila, y aun teníamos ganas de seguir, por lo que el jefe de mi esposo nos surgiere la idea de ir por mas bebida y así fuimos los tres, en lo que íbamos camino al auto mi marido iba delante, yo detrás de él y su jefe detrás mío, por lo que aprovecho el camino para meter su mano debajo de mi vestido y acariciar mi concha para así asegurar que me dejaría mas caliente todo el camino.
Hasta que nos subimos en el auto, el condujo pues era el que no había bebido en toda la noche, mi esposo iba en el asiento del copiloto y yo en el asiento de atrás, en el camino podía sentir como los ojos de su jefe mi miraban por el retrovisor del auto por lo que decidí darle mejor vista y abrir un poco mis piernas y tocarme un poco, todo disimulado, el estúpido de mi esposo no podía saber.
Cuando llegamos al lugar. Mi marido se baja y dice -A esta invito yo- y se baja del coche y entra a comprar la botella. Mientras nosotros dos nos quedamos en el auto, en cuanto vimos que entro su jefe se volteó hacia al asiento de atrás donde estaba yo y me dijo a -¿A ver donde nos habíamos quedado?-, y volvió a meter sus dedos profundamente dentro de mi.
Ahí si comencé a gemir y el cada vez lo hacía más y más rápido, yo podía ver a mi marido dentro de la tienda pues era toda de cristal y esa situación me tenía más caliente todavía le dije -¿Te gusta mi concha? Pero yo quiero algo mas dentro de mi que no sean tus dedos, ya quiero sentirte dentro de mi concha caliente- (mientras gemía), él me iba besando todo mi cuerpo y mi boca.
Y se le marcaba en su pantalón la tremenda erección que tenía mientras yo veía como mi marido salía de la tienda y rápido volvimos cada uno a nuestro lugar, mi esposo feliz mostrándonos la botella y su jefe con los dedos llenos de mi y su verga tiesa al lado de él, tratando de disimularla.
Eran las 5:30 y ya estábamos en la casa, la esposa de su jefe cuando llegamos se había despertado para decirle que ya era muy tarde y al otro día tendrían una cena de navidad con su familia, por lo que ya teníamos que irnos, mi esposo quería pasar al baño y yo también pues estábamos a 40 minutos de la casa y su jefe le dijo que el pasara al de afuera de la terraza y que yo podía pasar a uno dentro de la casa, el entro conmigo para mostrarme a donde estaba y ya como nos íbamos para la casa.
Mi marido iría al coche por fuera y yo saldría por la puerta principal, su jefe me muestra el baño y en frente de él me dijo -Así no te puedes ir bebé estas muy caliente y ese imbécil no va a saber como ayudarte- por lo que me comenzó a masturbar nuevamente sin parar, se acercó a mi para poder sentirme bien cerquita y en lo que yo le gemía bien bajito en el oído el me miraba con los ojos llenos de deseo, siguió así hasta que no pude aguantar y acabe, tuve un orgasmo muy rico.
Pero eso no lo detuvo me llevo hasta la puerta principal que estaba cerrada y por su celular vio en la cámara de seguridad que mi esposo estaba fumándose un cigarrillo mientras me esperaba justo detrás de esa puerta y me bajo el vestido hasta los tobillos dejando totalmente descubierto mi cuerpo, puso mis manos arrecostadas a esa misma puerta, se sacó su verga que estaba al explotar y la puso justo en el medio de mi culo y comenzó a moverse de arriba hacia abajo, cada vez lo sentía yo lo sentía mas, mis ojos estaban en blanco.
Y seguía muy húmeda, pero yo no me quería ir de allí sin probar esa verga por lo que me arrodille ante él, lo mire con mi carita de puta y le dije – Yo quiero probar a que sabe esa verga tan rica- le pase la lengua por su verga y luego se la comencé a mamar, el aguanto mi cabello con sus dos manos mientras yo chupaba esa verga y lo miraba mientras veía en sus ojos el placer que estaba sintiendo, no hay cosa que me moje mas que mamar, creo que soy una adicta a eso.
Mi boca estaba llena de saliva por lo que estaba muy mojada y caliente su verga.
Pasados dos minutos mi esposo me llama y tengo que contestarle y le digo -Ya voy amor es que me perdí buscando el baño- todo eso aun desnuda y con la verga de su jefe en mi mano mientras lo estaba masturbando, sentimos un ruido y era su esposa, así que el entro al baño y yo rápidamente me acomode mi vestido, seque mi cara que estaba mojada, pase la mano por mi cabello y abrí la puerta y justo allí estaba mi esposo detrás esperándome. -Yo le dije vamos amor- y nos montamos en el coche, cuando llegamos a la casa, yo seguía muy caliente y comencé a besarlo con mi boca llena de sabor a verga de su jefe, eso hizo que me encendiera más aún saber que estaba besando a mi marido con la misma boca que segundos antes había estado chupando la verga de su jefe, y él al ver lo prendida que estaba me dijo -por qué tan caliente bebé.
Yo estaba tan mojada que le saqué la verga a mi marido y me la metí y entro tan rico pues ya estaba dilatada de los dedos de su jefe en ese momento cerré mis ojos y solo me venían imágenes de todo lo que había pasado esa noche y comencé a cabalgar como una puta encima de él, hasta que los dos nos corrimos.
Hoy hace una semana que paso esto que te conté y este fin de semana será la fiesta oficial de navidad del trabajo de mi esposo en la cual obviamente estará su jefe, no puedo esperar a que llegue ese día, llevo la semana masturbándome solo de imaginar que pasará cuando lo vea y sé que tú también te morirás de ganas porque te cuente.
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