Primero, todas las entregas de los mejores post
http://www.poringa.net/posts/imagenes/4084661/Mi-amada-esposa---parte-1-de-3-.html
http://www.poringa.net/posts/imagenes/4389002/Mi-amada-esposa---parte-2-de-3-.html
http://www.poringa.net/posts/imagenes/4436535/Mi-amada-esposa---parte-3-de-3.html
http://www.poringa.net/posts/imagenes/4802856/Mi-amada-esposa-parte-4.html
http://www.poringa.net/posts/imagenes/4802863/Mi-amada-esposa---parte-5.html
http://www.poringa.net/posts/imagenes/4868469/Mi-amada-esposa---parte-6.html
http://www.poringa.net/posts/imagenes/4896522/Mi-amada-esposa---parte-7.html
http://www.poringa.net/posts/imagenes/4905961/Mi-amada-esposa---parte-8.html
http://www.poringa.net/posts/imagenes/4915721/Mi-amada-esposa---parte-9.html
http://www.poringa.net/posts/imagenes/4956318/Mi-amada-esposa---parte-10.html
http://www.poringa.net/posts/imagenes/4965835/Mi-amada-esposa---parte-11.html
http://www.poringa.net/posts/imagenes/4974651/Mi-amada-esposa---parte-12.html
http://www.poringa.net/posts/imagenes/4985411/Mi-amada-esposa---parte-13.html
http://www.poringa.net/posts/imagenes/4991203/Mi-amada-esposa---parte-14.html
http://www.poringa.net/posts/imagenes/5001091/Mi-amada-esposa---parte-15.html
Como siempre, podes escribirnos a dulces.placeres@live.com, te leemos
LA CHINA
CAPITULO 3
EL SOBRE
Esa misma noche empezarían los problemas, mi cuello se puso morado, una marca que pude ocultar en el trabajo, con un coqueto pañuelo que poco tenía que ver con el clima primaveral de esos días, pero nada pude hacer ante mi esposo, Jorge tenía muchos defectos, pero no era tonto, discutimos, pidió explicaciones que yo no podía darle, una cosa llevó a otra y afloró toda la mierda de años insípidos de matrimonio, le dije que necesitaba tiempo, que era mejor estar a solas, si francamente no funcionábamos como pareja…
Y Claudio se transformaría en eje de mi vida, y para él, poco a poco me fui convirtiendo en su juguete, en su fetiche, y a mí me encantó jugar su juego…
Una semana después de esa cogida, me llamó a la oficina para aclarar algunas cosas, en verdad estaba apenado y quería disculparse por las marcas que me había dejado y no solo eso, también se sentía culpable del repentino distanciamiento de mi esposo, por lo que le aclaré varias cosas, por ejemplo que me había encantado todo lo que me había hecho, como lo había hecho y que yo quería seguir jugando si el estaba de acuerdo, además, mi historia con Jorge estaba en un camino sin retorno, un laberinto tedioso al que no le encontraba salida y ya empezaba a asfixiarme.
Solo le pedí que fuera el, que no cambiara por mí, yo sabría jugar mi juego.
Luego de escuchar mis palabras, noté que el se sacaba un peso de encima, un alivio, solo me molestaba esa manía de jugar con su alianza de matrimonio, algo que lo hacía en forma inconsciente, pero a mi me recordaba a su esposa, y no me gustaba sentirme al medio de su relación…
Ya lejos de las preguntas de mi esposo, sin tener que dar explicaciones de mi vida a nadie, y visto que tan bien me había ido con esa falda corta con mi jefe, empecé a usarla mas seguido, dejé un poco de lado los pantalones y además, estaba sola, me veía bonita, me sentía bonita, y mi vida floreció como una primavera, Claudio tenía pleno conocimiento de todo lo que pasaba por mi cuerpo, cada tanto teníamos charlas tontas, café de por medio, esas cosas de oficina, como está tu vida? cómo está mi vida? ya saben, el hablaba de su mujer, yo hablaba de mis padres, porque había vuelto a mi casa paterna, Jorge pronto se transformó en recuerdo, apenas si nos cruzábamos en tribunales cada tanto para separar lo poco material que teníamos en común.
Una mañana Claudio me llamó a su oficina, eran cosas de trabajo, el me preguntó algo, pero luego de mirarme exhaustivamente me pidió que cerrara la puerta con llave, y luego las cortinas, como días atrás, imagine una nueva y exquisita jornada como la que había vivido, pero volvería a sorprenderme…
Estaba sentado como de costumbre, en su silla de oficina, en su escritorio, trabajando en su notebook, se quedó mirándome, como pensando los pasos que daría, me hizo ir a su lado, cerró su equipo y lo dejó a un lado, me hizo sentar ahí, poner las nalgas donde estaba su notebook, fue muy sexi, levantó un poco mis piernas que caían hasta el piso y apoyó mis pies su silla, uno a cada lado de sus piernas, mi sexo quedó a la altura de su rostro, era todo muy sugerente y la situación me inundaba en jugos, empezó a jugar con sus manos lentamente en mis muslos desnudos, de esa forma que parece detener el tiempo, yo trataba de cerrar mis piernas, pero sus caricias pausadas eran cada vez mas profundad, cada vez mas sensuales, cada vez se mas cerca de mi conchita, pero solo cerca, casi podía sentir rozar sus dedos en mi clítoris, pero eran solo juegos, porque Claudio era excelente jugador…
Con un poco de trabajo de su parte, y un poco de ayuda de la mía levantó la corta minifalda y enganchando los elásticos de mi tanga solo denudó mi intimidad, me dio un poco de pudor, estaba tan caliente que pude olfatear mi profundo olor a conchita, hubiera jurado que mi jefe me daría sexo oral, me preparé a disfrutarlo, pero él era imprevisible…
Se inclinó hacia un lado, abrió uno de los cajones y sacó crema y máquina de afeitar y una vasija con agua, evidentemente esto no era improvisación, el calculaba todo, paso a paso. Aplicó la crema, sentí que era mentolada y me produjo un frescor excitante en mi clítoris, me sentía hervir, luego pacientemente y me rasuró por completo, me enjuago y me dejó como una beba, entonces me dijo
- Me gustan bien depiladas, quiero que mi gatita empiece a depilarse para mi… si?
Yo sonreí, si mi jefe quería eso, pues yo le daría eso…
Solo estaba toda abierta como una flor, esperando excitada que el pasara su lengua por ahí, pero no, abrió otro cajón y sacó un sobre cerrado me miró fijamente y me dijo
- Toma, se lo llevas a Julio, es algo personal que él me había pedido, dile que lo revise, y si tiene algún comentario, vienes y me dices…
- Qué? – dije con cara de ‘que le pasa a este hombre’
- Lo que oíste, quiero que vayas, le entregues el sobre a Julio, esperes su respuesta y vuelvas a mi, es tan difícil? te lo repito?
Estaba totalmente desconcertada, no sabía si era una orden, si era parte del juego, si yo lo había arruinado o que diablos pasaba, de la ebullición que afloraba en mi sexo pasé a un hielo absoluto, me aparté molesta intenté alcanzar mi tanga, pero el me ganó y dijo negando con su dedo índice
- No, no… sin ropa interior, vas así, como estás…
- Estás loco de remate Claudio, no pienso ir así…
- Vas a ir así porque sos mi puta, y mi puta va a hacer lo que yo quiera cuando yo quiera…
Era todo una mierda, imaginen la situación, bajé las escaleras con tacos altos, pollera a media pierna y sin ropa interior, entre mugres de autos abollados, ruido, golpes y olores pestilentes, me sentía como una princesa perdida en un lodazal, Julio era uno de los trabajadores del taller, un chico veinteañero que hacía poco había ingresado, aún estaba poniendo en orden todos sus papeleos legales, así que supuse que en el sobre habría algo de eso, empecé a buscarlo pero no podía hallarlo, en eso Carlos, el encargado se cruzó en mi camino y le pregunté si sabía donde estaba, me miró extrañado, me dijo
- Es raro, hoy temprano lo agarró el jefe y lo mandó a arreglar aquel coche, nadie quería tomarlo, debe estar encadenado a la fosa…
Estiré el cuello tratando de ver, para Carlos era fácil, con dos metros para el todo era fácil, pero yo… pobre de mí…
Me dirigí donde me había indicado, efectivamente pude ver los rulos de Julio en la fosa abajo el coche, al llegar le dije
- Julio, puedes salir un momento? Traigo un sobre para vos… directo del jefe.
- Lo siento Ana – respondió en tono angustiado – pero el señor Jorge me dijo hoy temprano que no saliera de acá abajo hasta tener el coche terminado, y que, si el me veía afuera del hoyo, pues, podría empezar a buscar otro empleo…
Pero qué diablos, el chico parecía un animal asustado, acorralado, y Claudio podía ser cualquier cosa, menos un déspota…
- No te preocupes – dije – yo te lo alcanzo…
Situación embarazosa si las había, tuve que casi arrodillarme para pasarle el sobre entre el espacio del piso del coche y el suelo, haciendo equilibrio en mis tacos, tratando que mi corta falda no se subiera mas aun y para colmo, no tenía ropa interior…
Julio tomó el sobre, lo abrió, sacó una nota y empezó a reír de una forma muy discreta, como esos niños que no pueden ocultar una travesura a sus padres
- Cual es la gracia? – pregunté –
Pero el mocoso no respondía, me puse nerviosa, volví a preguntar, pero no había respuesta, estiré la mano y le arranqué el papel, fue cuando leí lo escrito a mano por Claudio
‘Hoy es tu día de suerte, si te fijas, Ana no tiene ropa interior’
Ahhh!!!! me morí de vergüenza, sentí incendiarme, maldije, todo era solo un estúpido juego, acaso le parecía divertido?
Me levanté enfurecida, como pocas veces, miré al ventanal del primer piso y la imagen de mi jefe se dibujaba a la perfección, parado contra el mismo, seguramente riéndose de la situación por la que estaba pasando, como leona herida fui directo a increparlo, subí corriendo la escalera, me metí en la oficina dando un portazo tras mis pasos, Claudio estaba con una estúpida sonrisa que se dibujaba en su rostro, disfrutando su estúpido plan que había salido a la perfección, seguro en su mente al imaginaba a su joven empleado espiando mi sexo desnudo y como yo trataba infructuosamente de impedirlo.
Me dirigí a su encuentro, solo quería romperle la cara, le tiré una cachetada al aire, pero la fuerza masculina de su mano detuvo el avance de mi brazo
- No te excita ser mi puta? creí que las reglas estaban claras… - preguntó en un tono seductor, clavándome esos ojazos verdes.
- Soltame, soltame Claudio, sos un estú…
He didn't let me finish, he knew perfectly well that with just a little force I would overcome all resistance from my part, he kissed me deeply, as deep as to feel the world stop in that instant, I was trying in vain to resist, but how could I, my eyes were filling up with that gray suit of his, it blinded me with his gaze, intoxicated me with his perfume, every second, every second that passed was a second he won, he alone won time to take control of the situation, to calm my fury, to make me shiver.
He bent my arm with force behind my back, that same arm I had tried to hit him with, made me step back step by step, again against his desk, kissing me, unbuttoning one by one the buttons of my shirt, indiscreetly inserting his sinful fingers under it, even playing on my breasts at the edge of the bra, like that line of contour separated heaven from hell, and my nipples were bubbling hidden in that hell, waiting for him to advance, but the damn thing didn't...
How could I resist this man? He was a tornado that destroyed everything in his path, I couldn't resist, I just let myself be dragged, I only wanted to die in his arms...
Again I was sitting on his desk, with my skirt up to my waist, with my shirt open and my breasts outside the corset, with his lips on my neck and his hands in my hair, depilated by his hands, moistened by his fault.
I just closed my eyes and let myself be possessed, like a hot dagger his double masculinity bent my sex, beautiful, complete, all inside my being, I brought my fingers to my clitoris and started rubbing it violently, while an indescribable pleasure burst from the deepest part of my being.
And I felt him coming, and I felt myself coming, he accelerated the rhythm, contracted, I tilted my head back, I clung to his back, my clitoris exploded in a sea of pleasure, while my cave was bathed by his white sea...
He withdrew a little from my side, recovering his posture, guarded his penis. On his site, but I sat down, a crazy tear rolled down my cheek, it was unconscious, never had I arrived at the same time as a man, both making love, always thought that those things were movie stuff...
I regained my composure, Claudio helped me get out of the office, I felt his warm semen dripping between my legs, it was sexy, it was like feeling my man even inside me, and that's when everything changed, like wind in a storm, my boss by chance peered through the window to confirm that everything was in order, and he was shocked to see his wife entering through the main entrance...
He panicked, if I was semidesnuda, disheveled, unpresentable, I adjusted my breasts, awkwardly trying to adjust the buttons on my shirt, while Claudio almost pushed me out of his office, almost without speaking, throwing air freshener to clean up his sins.
I sat down at the desk, gathering my hair again in its usual bun, arranging things on my desk and putting on perfume as usual, there was only one detail, my thong, my thong had left the other side of the border...
But there wasn't time for more, Valeria, his wife, had arrived by my side, accompanied by Carlos the manager. She barely greeted me, it was obvious she didn't like me at all and walked past Claudio's office from side to side, passing over all protocols, I was supposed to announce her, but she clearly made herself felt...
CONTINUES
If you're 18 or older, you can write me with the title 'LA CHINA' at dulces.placeres@live.com
http://www.poringa.net/posts/imagenes/4084661/Mi-amada-esposa---parte-1-de-3-.html
http://www.poringa.net/posts/imagenes/4389002/Mi-amada-esposa---parte-2-de-3-.html
http://www.poringa.net/posts/imagenes/4436535/Mi-amada-esposa---parte-3-de-3.html
http://www.poringa.net/posts/imagenes/4802856/Mi-amada-esposa-parte-4.html
http://www.poringa.net/posts/imagenes/4802863/Mi-amada-esposa---parte-5.html
http://www.poringa.net/posts/imagenes/4868469/Mi-amada-esposa---parte-6.html
http://www.poringa.net/posts/imagenes/4896522/Mi-amada-esposa---parte-7.html
http://www.poringa.net/posts/imagenes/4905961/Mi-amada-esposa---parte-8.html
http://www.poringa.net/posts/imagenes/4915721/Mi-amada-esposa---parte-9.html
http://www.poringa.net/posts/imagenes/4956318/Mi-amada-esposa---parte-10.html
http://www.poringa.net/posts/imagenes/4965835/Mi-amada-esposa---parte-11.html
http://www.poringa.net/posts/imagenes/4974651/Mi-amada-esposa---parte-12.html
http://www.poringa.net/posts/imagenes/4985411/Mi-amada-esposa---parte-13.html
http://www.poringa.net/posts/imagenes/4991203/Mi-amada-esposa---parte-14.html
http://www.poringa.net/posts/imagenes/5001091/Mi-amada-esposa---parte-15.html
Como siempre, podes escribirnos a dulces.placeres@live.com, te leemos
LA CHINA
CAPITULO 3
EL SOBRE
Esa misma noche empezarían los problemas, mi cuello se puso morado, una marca que pude ocultar en el trabajo, con un coqueto pañuelo que poco tenía que ver con el clima primaveral de esos días, pero nada pude hacer ante mi esposo, Jorge tenía muchos defectos, pero no era tonto, discutimos, pidió explicaciones que yo no podía darle, una cosa llevó a otra y afloró toda la mierda de años insípidos de matrimonio, le dije que necesitaba tiempo, que era mejor estar a solas, si francamente no funcionábamos como pareja…
Y Claudio se transformaría en eje de mi vida, y para él, poco a poco me fui convirtiendo en su juguete, en su fetiche, y a mí me encantó jugar su juego…
Una semana después de esa cogida, me llamó a la oficina para aclarar algunas cosas, en verdad estaba apenado y quería disculparse por las marcas que me había dejado y no solo eso, también se sentía culpable del repentino distanciamiento de mi esposo, por lo que le aclaré varias cosas, por ejemplo que me había encantado todo lo que me había hecho, como lo había hecho y que yo quería seguir jugando si el estaba de acuerdo, además, mi historia con Jorge estaba en un camino sin retorno, un laberinto tedioso al que no le encontraba salida y ya empezaba a asfixiarme.
Solo le pedí que fuera el, que no cambiara por mí, yo sabría jugar mi juego.
Luego de escuchar mis palabras, noté que el se sacaba un peso de encima, un alivio, solo me molestaba esa manía de jugar con su alianza de matrimonio, algo que lo hacía en forma inconsciente, pero a mi me recordaba a su esposa, y no me gustaba sentirme al medio de su relación…
Ya lejos de las preguntas de mi esposo, sin tener que dar explicaciones de mi vida a nadie, y visto que tan bien me había ido con esa falda corta con mi jefe, empecé a usarla mas seguido, dejé un poco de lado los pantalones y además, estaba sola, me veía bonita, me sentía bonita, y mi vida floreció como una primavera, Claudio tenía pleno conocimiento de todo lo que pasaba por mi cuerpo, cada tanto teníamos charlas tontas, café de por medio, esas cosas de oficina, como está tu vida? cómo está mi vida? ya saben, el hablaba de su mujer, yo hablaba de mis padres, porque había vuelto a mi casa paterna, Jorge pronto se transformó en recuerdo, apenas si nos cruzábamos en tribunales cada tanto para separar lo poco material que teníamos en común.
Una mañana Claudio me llamó a su oficina, eran cosas de trabajo, el me preguntó algo, pero luego de mirarme exhaustivamente me pidió que cerrara la puerta con llave, y luego las cortinas, como días atrás, imagine una nueva y exquisita jornada como la que había vivido, pero volvería a sorprenderme…
Estaba sentado como de costumbre, en su silla de oficina, en su escritorio, trabajando en su notebook, se quedó mirándome, como pensando los pasos que daría, me hizo ir a su lado, cerró su equipo y lo dejó a un lado, me hizo sentar ahí, poner las nalgas donde estaba su notebook, fue muy sexi, levantó un poco mis piernas que caían hasta el piso y apoyó mis pies su silla, uno a cada lado de sus piernas, mi sexo quedó a la altura de su rostro, era todo muy sugerente y la situación me inundaba en jugos, empezó a jugar con sus manos lentamente en mis muslos desnudos, de esa forma que parece detener el tiempo, yo trataba de cerrar mis piernas, pero sus caricias pausadas eran cada vez mas profundad, cada vez mas sensuales, cada vez se mas cerca de mi conchita, pero solo cerca, casi podía sentir rozar sus dedos en mi clítoris, pero eran solo juegos, porque Claudio era excelente jugador…
Con un poco de trabajo de su parte, y un poco de ayuda de la mía levantó la corta minifalda y enganchando los elásticos de mi tanga solo denudó mi intimidad, me dio un poco de pudor, estaba tan caliente que pude olfatear mi profundo olor a conchita, hubiera jurado que mi jefe me daría sexo oral, me preparé a disfrutarlo, pero él era imprevisible…
Se inclinó hacia un lado, abrió uno de los cajones y sacó crema y máquina de afeitar y una vasija con agua, evidentemente esto no era improvisación, el calculaba todo, paso a paso. Aplicó la crema, sentí que era mentolada y me produjo un frescor excitante en mi clítoris, me sentía hervir, luego pacientemente y me rasuró por completo, me enjuago y me dejó como una beba, entonces me dijo
- Me gustan bien depiladas, quiero que mi gatita empiece a depilarse para mi… si?
Yo sonreí, si mi jefe quería eso, pues yo le daría eso…
Solo estaba toda abierta como una flor, esperando excitada que el pasara su lengua por ahí, pero no, abrió otro cajón y sacó un sobre cerrado me miró fijamente y me dijo
- Toma, se lo llevas a Julio, es algo personal que él me había pedido, dile que lo revise, y si tiene algún comentario, vienes y me dices…
- Qué? – dije con cara de ‘que le pasa a este hombre’
- Lo que oíste, quiero que vayas, le entregues el sobre a Julio, esperes su respuesta y vuelvas a mi, es tan difícil? te lo repito?
Estaba totalmente desconcertada, no sabía si era una orden, si era parte del juego, si yo lo había arruinado o que diablos pasaba, de la ebullición que afloraba en mi sexo pasé a un hielo absoluto, me aparté molesta intenté alcanzar mi tanga, pero el me ganó y dijo negando con su dedo índice
- No, no… sin ropa interior, vas así, como estás…
- Estás loco de remate Claudio, no pienso ir así…
- Vas a ir así porque sos mi puta, y mi puta va a hacer lo que yo quiera cuando yo quiera…
Era todo una mierda, imaginen la situación, bajé las escaleras con tacos altos, pollera a media pierna y sin ropa interior, entre mugres de autos abollados, ruido, golpes y olores pestilentes, me sentía como una princesa perdida en un lodazal, Julio era uno de los trabajadores del taller, un chico veinteañero que hacía poco había ingresado, aún estaba poniendo en orden todos sus papeleos legales, así que supuse que en el sobre habría algo de eso, empecé a buscarlo pero no podía hallarlo, en eso Carlos, el encargado se cruzó en mi camino y le pregunté si sabía donde estaba, me miró extrañado, me dijo
- Es raro, hoy temprano lo agarró el jefe y lo mandó a arreglar aquel coche, nadie quería tomarlo, debe estar encadenado a la fosa…
Estiré el cuello tratando de ver, para Carlos era fácil, con dos metros para el todo era fácil, pero yo… pobre de mí…
Me dirigí donde me había indicado, efectivamente pude ver los rulos de Julio en la fosa abajo el coche, al llegar le dije
- Julio, puedes salir un momento? Traigo un sobre para vos… directo del jefe.
- Lo siento Ana – respondió en tono angustiado – pero el señor Jorge me dijo hoy temprano que no saliera de acá abajo hasta tener el coche terminado, y que, si el me veía afuera del hoyo, pues, podría empezar a buscar otro empleo…
Pero qué diablos, el chico parecía un animal asustado, acorralado, y Claudio podía ser cualquier cosa, menos un déspota…
- No te preocupes – dije – yo te lo alcanzo…
Situación embarazosa si las había, tuve que casi arrodillarme para pasarle el sobre entre el espacio del piso del coche y el suelo, haciendo equilibrio en mis tacos, tratando que mi corta falda no se subiera mas aun y para colmo, no tenía ropa interior…
Julio tomó el sobre, lo abrió, sacó una nota y empezó a reír de una forma muy discreta, como esos niños que no pueden ocultar una travesura a sus padres
- Cual es la gracia? – pregunté –
Pero el mocoso no respondía, me puse nerviosa, volví a preguntar, pero no había respuesta, estiré la mano y le arranqué el papel, fue cuando leí lo escrito a mano por Claudio
‘Hoy es tu día de suerte, si te fijas, Ana no tiene ropa interior’
Ahhh!!!! me morí de vergüenza, sentí incendiarme, maldije, todo era solo un estúpido juego, acaso le parecía divertido?
Me levanté enfurecida, como pocas veces, miré al ventanal del primer piso y la imagen de mi jefe se dibujaba a la perfección, parado contra el mismo, seguramente riéndose de la situación por la que estaba pasando, como leona herida fui directo a increparlo, subí corriendo la escalera, me metí en la oficina dando un portazo tras mis pasos, Claudio estaba con una estúpida sonrisa que se dibujaba en su rostro, disfrutando su estúpido plan que había salido a la perfección, seguro en su mente al imaginaba a su joven empleado espiando mi sexo desnudo y como yo trataba infructuosamente de impedirlo.
Me dirigí a su encuentro, solo quería romperle la cara, le tiré una cachetada al aire, pero la fuerza masculina de su mano detuvo el avance de mi brazo
- No te excita ser mi puta? creí que las reglas estaban claras… - preguntó en un tono seductor, clavándome esos ojazos verdes.
- Soltame, soltame Claudio, sos un estú…
He didn't let me finish, he knew perfectly well that with just a little force I would overcome all resistance from my part, he kissed me deeply, as deep as to feel the world stop in that instant, I was trying in vain to resist, but how could I, my eyes were filling up with that gray suit of his, it blinded me with his gaze, intoxicated me with his perfume, every second, every second that passed was a second he won, he alone won time to take control of the situation, to calm my fury, to make me shiver.
He bent my arm with force behind my back, that same arm I had tried to hit him with, made me step back step by step, again against his desk, kissing me, unbuttoning one by one the buttons of my shirt, indiscreetly inserting his sinful fingers under it, even playing on my breasts at the edge of the bra, like that line of contour separated heaven from hell, and my nipples were bubbling hidden in that hell, waiting for him to advance, but the damn thing didn't...
How could I resist this man? He was a tornado that destroyed everything in his path, I couldn't resist, I just let myself be dragged, I only wanted to die in his arms...
Again I was sitting on his desk, with my skirt up to my waist, with my shirt open and my breasts outside the corset, with his lips on my neck and his hands in my hair, depilated by his hands, moistened by his fault.
I just closed my eyes and let myself be possessed, like a hot dagger his double masculinity bent my sex, beautiful, complete, all inside my being, I brought my fingers to my clitoris and started rubbing it violently, while an indescribable pleasure burst from the deepest part of my being.
And I felt him coming, and I felt myself coming, he accelerated the rhythm, contracted, I tilted my head back, I clung to his back, my clitoris exploded in a sea of pleasure, while my cave was bathed by his white sea...
He withdrew a little from my side, recovering his posture, guarded his penis. On his site, but I sat down, a crazy tear rolled down my cheek, it was unconscious, never had I arrived at the same time as a man, both making love, always thought that those things were movie stuff...
I regained my composure, Claudio helped me get out of the office, I felt his warm semen dripping between my legs, it was sexy, it was like feeling my man even inside me, and that's when everything changed, like wind in a storm, my boss by chance peered through the window to confirm that everything was in order, and he was shocked to see his wife entering through the main entrance...
He panicked, if I was semidesnuda, disheveled, unpresentable, I adjusted my breasts, awkwardly trying to adjust the buttons on my shirt, while Claudio almost pushed me out of his office, almost without speaking, throwing air freshener to clean up his sins.
I sat down at the desk, gathering my hair again in its usual bun, arranging things on my desk and putting on perfume as usual, there was only one detail, my thong, my thong had left the other side of the border...
But there wasn't time for more, Valeria, his wife, had arrived by my side, accompanied by Carlos the manager. She barely greeted me, it was obvious she didn't like me at all and walked past Claudio's office from side to side, passing over all protocols, I was supposed to announce her, but she clearly made herself felt...
CONTINUES
If you're 18 or older, you can write me with the title 'LA CHINA' at dulces.placeres@live.com
0 comentários - La china - 3 de 6 - resubido