Los reyes magos

No dejes de pasar por mis mejores post!

Todas las entregas


http://www.poringa.net/posts/imagenes/4084661/Mi-amada-esposa---parte-1-de-3-.html

http://www.poringa.net/posts/imagenes/4389002/Mi-amada-esposa---parte-2-de-3-.html

http://www.poringa.net/posts/imagenes/4436535/Mi-amada-esposa---parte-3-de-3.html

http://www.poringa.net/posts/imagenes/4802856/Mi-amada-esposa-parte-4.html

http://www.poringa.net/posts/imagenes/4802863/Mi-amada-esposa---parte-5.html

http://www.poringa.net/posts/imagenes/4868469/Mi-amada-esposa---parte-6.html

http://www.poringa.net/posts/imagenes/4896522/Mi-amada-esposa---parte-7.html

http://www.poringa.net/posts/imagenes/4905961/Mi-amada-esposa---parte-8.html

http://www.poringa.net/posts/imagenes/4915721/Mi-amada-esposa---parte-9.html


Y visitá mis relatos si te gusta leer!



LOS REYES MAGOS


Una historia ideal para leerla los primeros días de enero...

Las cosas con Esteban, mi esposo, no iban bien.
Tal vez nos habíamos casado demasiados jóvenes, tal vez la convivencia no era lo fácil que habíamos imaginado, tal vez su carácter y el mío no eran compatibles, tal vez su futuro y el mío no coincidían, era solo que toda la perfección de los días de noviazgo pareció romperse con la fragilidad de una copa de cristal.
Poco a poco la convivencia comenzó a ser un fastidio, cada vez que nuestros horarios coincidían bajo el mismo techo pasábamos más tiempo discutiendo que amándonos, cualquier sonsera era suficiente para desatar una tormenta, y nuestras discusiones a los gritos duraban horas.

Esteban era chofer de una empresa de micros de larga distancia, solía ausentarse varios días y después tenía varios días de descanso en casa en compensación. Sonará feo lo que diré, pero llegamos a un punto donde yo disfrutaba sus partidas y odiaba sus regresos.
Empezamos a tomar terapia de pareja, por algún tiempo las cosas parecieron mejorar, pero en ese momento asumía que nuestro destino estaba marcado
Y en mis ratos libres, justamente tenía demasiado tiempo libre, una mujer que estaba a mitad camino entre los veinte y los treinta, bonita, porque se mis puntos fuertes, buenas tetas, buen culo, buenas piernas, en armonía de proporciones, donde se sabía que pasaba muchas horas aburrida en ausencia del hombre de la casa, y bueno, me llovían propuestas de infidelidad.
Y yo solo no lo hacía porque sabía que un paso en falso sería el principio del fin

Pero como abstraerme? tantos hombres preciosos sueltos por el mundo, tantas vergas duras dispuestas a poseerme, y yo solo lo dejaba pasar, pensando en mi amor, pero me estaba perdiendo las mejores oportunidades y evitaba lo mejor de mi vida, todo por un hombre que tal vez no valía la pena.
Las cosas giraban demasiado rápido en mi cabeza, el aburrimiento me comía las entrañas, y empecé a salir de nuevo con las chicas, con las de mi adolescencia, en principio solo salidas a comer y divertirnos, pero muchas veces las cosas terminan saliéndose de control.
Como dije, al principio fueron solo saliditas inocentes, una tarde de compañía, a tomar sol, y hasta una cena, siempre sin que Esteban lo supiera, no tenía por qué saberlo, me dejaba demasiado tiempo sola y desde mi punto de vista pareció desentenderse de mí.

Y yo sabía lo que implicaba volver a salir con las chicas, conchitas calientes, la mitad solteras, la mitad divorciadas y yo la única con compromisos. Ellas sabían de mí, como era yo, bastaba una chispa para encenderme y no tardaron en volver a sacar de mi esa puta escondida, esa que se vestía provocativa, esa que era insinuante, esa que le gustaban demasiado los hombres.
Y así volví al ruedo, cuando él viajaba yo me escapaba a los boliches a conocer chicos y de alguna manera me transformé en el juguete del grupo, la única casada, con compromisos y el morbo de una mujer infiel, el tema de los cuernos siempre las tenía en vilo, ellas podían ser todo lo putas que querían ser, total, solteras y divorciadas se llevaban bien, pero yo... yo no.

Poco a poco la doble vida se me hizo cotidiana, Esteban viajaba demasiado y era cuestión de tiempo para que lo hiciera cornudo.
Pleno diciembre, las fiestas de fin de año estaban a la vuelta de la esquina, y mis amigas querían hacer algo distinto para despedir el año.
Alguna sugirió ir a 'Troya', un sitio de stripper para mujeres, hacía poco lo habían inaugurado en un lugar donde antes funcionaba un mercado.
Al principio fue un tanto como broma, pero en un par de días, la broma se transformó en primera opción, mis amigas ya habían averiguado sobre el tema, una cena show que salía unos cuantos pesos, pero bien valía la pena, además, se anunciaba la presencia especial de 'Papa Noel' un animal de dos metros que era puro músculos.

Las cosas serían perfectas para ella, un desastre para mi.
Cuando todo estaba en orden, cuando Esteban no estaba en la ciudad, cuando la adrenalina bailaba en mi sangre, una maldita gripe fuera de época me tiró a la cama, con temperatura, resfrío y dolor en todo el cuerpo
Tirada en la cama maldije mi situación y solo tuve que dejar pasar el momento.
La situación sería peor aun de lo imaginado después de esa noche, cando notaría el grado de excitación y calentura femenina con el cual las chicas me contaron todo lo vivido, no solo por Papá Noel, sino por todo el entorno y los demás muchachotes existentes para el deleite femenino

Pero siempre hay revancha en la vida, me perdí a Papa Noel, pero no me perdería a la tres Reyes Magos...

En verdad era ya mediados de enero, nos llegó la publicidad de que Troya, basado en el éxito de la historia de Papa Noel, ahora iba por mas, los tres Reyes Magos, y esta vez no me lo perdería por nada del mundo.
Hicimos las reservas pertinentes, siempre sin que mi marido sospechara nada, y esa tarde cuando partió rumbo a Mendoza les di todas mis bendiciones.
La noche siguiente, me pondría un conjunto de jean celeste, tipo calza muy adherido a mi cuerpo y un top negro sin sostén que se ajustaba por delante con dos grandes botones, a mi me gustaba mucho como me quedaba, me marcaba las tetas en demasía y siempre se dibujaban mis gruesos pezones, lo gracioso era que me lo había comprado para salir con mi esposo, pero a el no le había caído en gracia, decía que me veía demasiado llamativa, entonces lo usaba para salir con las chicas, a sus espaldas

El lugar era imponente, decorado entre maderas y paredes en animal print, con juegos de luces por todos lados, predominando el azul por sobre todos, nos sentamos en nuestro sitio, la música estaba a un nivel justo, todo estaba muy cuidado, incluso los hombres, todos eran perfectos, un paraíso de dioses para nosotras las mujeres.
Pasaron algunos números previos que solo nos hicieron aullar como histéricas poseídas, a mi me excitaba mucho todo ese mundo, me ponía caliente y me sentía humedecerme rápidamente.

Llegó el momento esperado, las luces se apagaron y fue cuando anunciaron la llegada de los Reyes Magos, quienes traían 'grandes regalos' para todas las chicas presentes.
Y bueno, que decir, cuando las luces se encendieron ahí estaban ellos, muy musculosos, muy viriles, animales primitivos perfectos, posando, bailando, dejando caer poco a poco sus prendas, Baltazar el negro sobresalía puesto que era unos veinte centímetros mas alto que los otros dos, que de por si eran altos, y un tanto mas corpulento, que de por si eran corpulentos, además tenía la cabeza rapada y contrastaba con la cabellera rubia de los otros dos.
Poco a poco se fueron desnudando y no pude dejar de gritar cuando vi por primera vez sus enormes vergas!


Los reyes magosE o negro Baltazar novamente seria meu centro de atenção, porque os outros dois tinham terribles penas, mas o negro! guau! era para não crer! Mismo, à frente de todos, mas eles eram profissionais e, apesar da terrível ereção que eu tinha, em forma muito política me afastou do seu lado e antes de terminar o número susurrou no meu ouvido: Então, dos cabellos e eu me afastei, fazendo com que eu rolasse em quatro patas de uma forma muito puta, ele fez arquear a coluna e sacar o bumbum para recebê-lo, eu baixei o calção, a thong e dei-lhe um tapa forte nas nádegas, ele me mandou um pijazo repentino tão profundo que me arrancou um grito misto de dor e prazer, e apenas começou a me pegar como possuído, seu pênis era enormemente lindo e vieram os orgasmos contidos com o simples roçar dos meus dedos no meu clitóris, enquanto os outros dois olhavam. Metas pelo cu! Relaxe meu ânus e deixei virar, respirei fundo e em alguns tentativos estava sendo sodomizado, um me dava pela boca, outro pelo cu e Baltazar esperando seu turno, me acariciava os mamilos com seu glande moreno. Reis Magos Preciosos. Fora, na rua já havia saído o sol e uma brisa acariciava meu rosto enquanto caminhava pacientemente para casa, com um dor muito agudo entre minhas pernas, havia sido demais e psicologicamente aqueles três animais me haviam deixado marcas únicas em todos os meus buracos. O final da história? coisas da vida, casualidade ou não, quando meu casamento parecia tocar fundo, as coisas mudaram, Esteban me amava, deixou de dirigir carros de longa distância para comprar um táxi e não sair mais da cidade, com horários limitados, para estar perto de mim e isso me seduziu. Não só isso, mudou seu caráter e foi um pouco o garoto jovem do qual me havia enamorado, aquele que me escutava e me entendia. Eu também me esforcei em ser diferente, porque honestamente eu tampouco era a mesma mulher da qual ele se havia enamorado, e também pus em pausa minhas escapadas à escondidas com as meninas, além disso, estando ele na cidade já não era possível. Pouco tempo depois, Troya seria fechado pelas autoridades, por ser um antro de prostituição, a notícia sairia em todos os meios públicos, com reportagens e detidos, segundo os meios, atrás de inocentes shows havia um círculo de prostituição onde as mulheres indecentes pagavam pelos serviços íntimos dos cavalheiros, me deu muito prazer escutar aos mensageiros da moral, e como consequência lógica, toda minha história ficaria sepultada definitivamente. Hoje é alegre, às vezes quando passamos caminhando com Esteban, tomados da mão como tontos enamorados, ele costuma recordar aquele local ao qual frequentavam putas, esposas insatisfeitas e mulheres ninfómanas, eu não digo nada, se tão somente imaginasse... E cada ano, quando chega o seis de janeiro, é inevitável que eu me lembre de que eu tive meus próprios Reis Magos, que me deram o melhor presente que puderam dar. Se você gostou dessa história pode escrever-me com título LOR REYES MAGOS a dulces.placeres@live.com