Solo anal

No dejes de pasar por mi mejor post

http://www.poringa.net/posts/imagenes/4084661/Mi-amada-esposa.html

No te vas a arrepentir!




No sé cuantas mujeres habrán pasado por mi experiencia, supongo que muy pocas, ó ninguna.
Verán, mi vagina es extremadamente pequeña y estrecha por lo que las penetraciones siempre se me hicieron difíciles, dolorosas, esto fue un círculo vicioso porque los caballeros que pasaban por mi cama, que no fueron muchos, generalmente terminaban enojándose conmigo, tratándome de frígida, para mí esto era muy angustiante, lloraba en silencio, por los rincones, todo esto provocaba que sea cada vez más reticente a tener relaciones ya que terminaba fingiendo orgasmos para sentirme mujer, con el correr de los años mi sexo se limitaba cada vez más a la auto satisfacción, solo yo me entendía, solo yo me comprendía.
Pasados mis treinta años había confiado mis problemas a demasiados médicos, clínicos, sexólogos, psicólogos y hasta psiquiatras, demasiada vergüenza y todo para nada.

La solución llegará de la forma menos pensada, por casualidad.
Hacía unos diez años que trabajaba en la redacción de un importante periódico de mi ciudad, con el correr de los años había llegado a ocupar la jefatura de la parte de espectáculos, tenía algunas personas a cargo, hombres y mujeres, todo normal, una mujer normal, un tanto aislada por lo que recién comentara, no me gustaba establecer vínculos profundos para evitar problemas a futuro, los hombres no podían darme lo que necesitaba y las mujeres simplemente no eran lo mío.

Una tarde me llamaron a una reunión de gerencia, no supe el motivo hasta llegar, me hicieron pasar, ponerme cómoda y Rogelio, uno de los accionistas me dijo casi sin mirarme al tiempo que encendía un puro:

- Natalia, sabes que las cosas no andan del todo bien, también habrás escuchado que el gobierno lanzó un plan para que se tomen personas que no tienen salida laboral…

Era cierto, habían aprobado una propuesta por la cual a aquellas empresas que tomaran personas mayores, ó con alguna capacidad limitada, tendrían una importante quita en los pagos de impuestos al fisco, seguí las palabras de Rogelio con atención.

- Bueno, la semana próxima tendrás una nueva asistente personal, se llama Leila, aunque en realidad nació con el nombre de Roberto Carlos, es transexual, espero que no tengas inconvenientes con ello. No podemos fallar, realmente supone el ahorro de mucho dinero.

Obviamente no me opuse, por qué habría de hacerlo, solo quedamos discutiendo algunos temas, como por ejemplo su ubicación, sus tareas y un dato no menor, que baño usaría, puesto que los hombres lo harían papillas y las mujeres pondrían el grito en el cielo.

Leila hizo su presentación el Lunes, los hombres la silbaron sarcásticamente y las mujeres parloteaban por lo bajo, era bastante más alta que yo, de hecho sus enormes pechos estaban a la altura de mi cabeza, era muy bonita, de cabello negro azabache todo cortado en forma desflecada, apenas cubriendo las orejas y la nuca, de un rostro sorpresivamente femenino.
En un par de meses nos hicimos buenas amigas, era muy eficiente en lo suyo, de bajo perfil, se mantenía al margen de los conflictos y era bien vista por los altos mandos.
Mi curiosidad femenina hizo que fuera preguntando demasiadas cosas de su vida, de su infancia, de cuando había cambiado y de las tantas operaciones que tenía, y a cambio de su historia yo le conté la mía.

Así fui un par de veces a cenar a su casa, y ella a la mía y en una de esas veces…
Se había hecho demasiado tarde, entre charlas y charlas no nos habíamos dado cuenta de la hora que era, le pedí a Leila que se quedara a dormir, solo por esa noche, improvisamos una cama en el comedor y yo le dejé mi cuarto a disposición, le dije que usara lo que quisiera, que se pusiera cómoda.
Así, tras el último café nos despedimos, y cada una se fue a dormir pos su lado.
El sol del amanecer del Domingo me despertaría calentando mi rostro, me levante, hice mis cosas, desayuné y viendo que Leila no aparecía a pesar de los ruidos que estaba haciendo en la cocina me dirigí al cuarto, me detuve a contemplarla, dormía plácidamente boca abajo, con un baby doll carmesí transparente de mi propiedad y una tanga blanca perdida entere las nalgas de su enorme culo, me dieron envidia sus formas, su piel era suave, perfecta, me sorprendí al notar mis pezones duros, traté de apartar la imagen de mi mente...

Leila giró sobre si, aun dormida sin saber que yo la observaba, ahora si me herviría la sangre, su pecho derecho se había escapado de la ropa interior, si bien era pura silicona lo cierto es que era del tamaño de mi cabeza, enorme, con una gran aureola rodeando su sabroso pezón, pero mi mirada se centraría en otra parte, más abajo, su verga rígida había escapado por sobre la diminuta tanga, era enorme, jamás había visto algo así, hasta tapaba su ombligo! gruesa como ninguna, de pequeña cabeza circuncisa, me lamenté porque sabía que a mí no me serviría para nada y en esa situación fue que Leila abrió los ojos para sorprenderme espiando…

- Buen día dormilona!
- Buenas… perdón! Lo siento…

Fueron sus palabras al notar que su miembro estaba desnudo ante mis ojos, al tiempo que trataba infructuosamente de ocultarlo bajo la tanga

- Está bien… dejalo, no te preocupes…
Entonces fui sobre ella por la cabecera de la cama, invertida, apoyé mis labios sobre los de ella, la besé y ella respondió a mis besos, cerré los ojos para disfrutar su placer, sus manos entonces apretaron con suavidad mis delicados pechos, la dejé hacer, avancé un tanto para detener mi cara sobre sus tetas, liberé con mis dientes la que aun estaba oculta, les di masajes, me costaba abarcarlas, me sentía extraña, me gustaba, llené de saliva sus pezones, me quedé contemplándolas, ella respondía de igual manera, mi pechos estaban en su boca, los mordía delicadamente, mis pezones excitados mandaban descargas a mi entrepierna, me resultaba difícil concentrarme en todo, mis ojos fueron entonces más abajo, a ese glande rosado que escapaba expectante de su tanga.

Me moví un poco más aún, para llegar a ese fruto perdido, lo desnude entre mis desos, era inmenso, tan grueso que no alcanzaba a abrazarlo con mi mano, deliciosamente apetecible, nunca había visto nada así, llevé su diminuto glande a mi boca, que rico sabor, no pude engullir mucho más que su rosada cabeza puesto que su tronco se ensanchaba rápidamente, lo lamí, lo adoré, lo acaricié de punta a punta, desde sus testículos.
Leila a todo esto me pagaba placer con placer, se lengua recorría mi vagina, mis labios, mi clítoris, era hábil, tal vez su parte masculina estaba viva en su interior, sus manos estaban prendidas en mis glúteos, yo seguía en lo mío, rozando mis pezones contra su vientre, me lamentaba porque semejante verga solo serviría para jugar con ella, imposible que me penetrara…


Solo analLeila changed position by kneeling on the bed, with her knees and legs together, arching forward and supporting herself on her elbows, finally passing her balls and cock back towards my side. I followed her, unable to explain what I was feeling, her thighs and glutes so feminine, with that cock and those testicles so masculine... totally shaved, she looked beautiful. I brought my tongue down to the tip of her cock, going slowly millimeter by millimeter, reaching her balls, eating them all, going up a little more, her sphincter looked smooth and soft, I lubricated it with saliva, my tongue got lost quickly in its depths, feeling my companion's excitement, repeating the maneuver several times from the tip to the hole.

I focused on her glans, while my index finger began to circle her dilated sphincter, in a few seconds my hand had disappeared into the interior of her anus, she was moaning as I started to enjoy that tasty flavor of the man who warns that it's coming... Leila would surprise me again, making me get on all fours and positioning herself at my back...

Leila... do you know I can't...

Just relax and let me do it...

But...

Just let me do it, the only thing I ask is that you don't stop caressing your clitoris...

I tried to adjust to the situation, like my transsexual friend had asked me to relax and let her do it, I started masturbating by caressing my breasts and little seed. Leila was the one who started playing with my sphincter, kissing, licking, and caressing it smoothly, making me get hotter and hotter, taking a lot of time, a lot of patience, I started to agitate, the bitch made me desire more than usual, it was madness, but I wanted her to penetrate me anally, her fingers no longer reached...

She took my hips in her hands, pressed the tip into my rectum, and said:

Now I'll stay still, and you press back, take the rhythm that pleases you... Masturbating myself, pushing slowly back, his cock was too thick for my small hole, it hurt, so I would loosen up every now and then to take off again, Leila added saliva as a lubricant and my excitement was in the clouds. Slowly my ring went yielding to the pressure, a little more and another little, the suffering was pleasant, it was worth it, I had more, I wanted more, at last I achieved the objective, his head pierced me and after him all the flesh of his enormous cock...

I moved slowly, eating only what was necessary, his cock controlled me, the pleasure of my dilated sphincter, his member pressing from the other side the walls of my pussy, it flooded me with luxury, my clitoris exploded between my fingers, between screams and moans.

It was enough for me, as a anecdote of that encounter, I add that at the end I got too excited when that false woman made me introduce several fingers in her anus, I gave it to her with force, entering and leaving her punished sphincter, Leila was masturbating with his erect monument centimeters from my face, while she pressed her nipples between her fingers, she was so feminine, she was so masculine, that beautiful body of a woman with a terrible cock between her legs, I felt her moaning, twisting, my eyes were fixed on the tip of her member, I smiled when the semen began to flow, jumping with fury, like when lava erupts from a volcano, like when oil explodes from the bottom of the earth.

I pulled out my fingers from her ass, we hugged and kissed while my fingers played with the cum that had bathed her belly and breasts.

Several years have passed now, I've had several more encounters with Leila, although both of us knew it was just a pastime, because both of us are attracted to men. As a consequence of that morning, I only practice anal sex, men are surprised by my rare position, but I discovered the most beautiful orgasms of my life, my poor tiny ass has tried quite a cock, but now I feel like... complete woman. If you are over 18 and want to make comments, you can write me with the title 'SOLO ANAL' at dulces.placeres@live.com

6 comentários - Solo anal

pecasy +2
Yo te meteria mi mano también por tu culito