A dona do meu coração - parte 1

No dejes de pasar por mi mejor post

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No te vas a arrepentir!




LA DUEÑA DE MI CORAZON

PARTE 1 DE 2





Para entender mi presente hay que conocer mi pasado.



No conocí a mis padres, según me contaron, cuando nací mi mamá tuvo algunos problemas con el post parto, un virus, al menos eso dijeron los médicos en ese entonces, empezó con picos de fiebre y en un par de semanas entró en coma, nunca salió del hospital, falleció semanas después.

Para mi padre todo se hizo cuesta arriba, había perdido al amor de su vida y vio en mi la causa de su desdicha, me dicen que no me quería, no podía soportar lo que había sucedido, empezó a beber para curar sus heridas y se metió en un camino sin retorno, y cuando yo estaba por cumplir dos años se metió su revolver por la boca y se pegó un tiro.

Yo no tengo conciencia ni recuerdos de todo esto, solo conozco sus rostros por fotos y es todo lo que se de ellos.



Cuando mi papá dejó este mundo me transformé en una incómoda carga para el resto de la familia, deambulé de casa en casa, de parientes que me pasaban de mano en mano, es que todos ya tenían familia formada, y por distintos motivos, no cuadraba en ningún sitio. Todos concluyeron que Amalia, la hermana mayor de papá, la solterona, era la mejor opción para mi futuro, ella reunía todas las condiciones, no tenía compromisos, no tenía niños, y tenía un muy buen pasar económico. Ahora bien, esa era la mejor solución para todos, menos para mi tía, ella era solterona por decisión propia, egocéntrica, de mal carácter, no le interesaba compartir su vida con nadie, un hombre a diario en su cama solo suponía problemas y ella solo estaba disponible para si misma. Y si los hombres no entraban en su vida, los niños menos, los niños implicaban responsabilidad, tiempo, dinero, problemas y sobre todo, la posibilidad de encariñarse con alguien, cosa que ella no estaba dispuesta a discutir.



Como fuera, le encajaron el paquete a la tía Amalia, y eso es todo lo que fui para ella, una carga en su vida.

Siempre sentí que en su mundo yo tenía la misma importancia que Miska, su amada gata, nunca me mostró afecto, fría como el hielo y necesité buscar afuera lo que en casa no tenía. Así me la pasaba en la calle, haciendo amigos de la vida y conforme pasaban los días las discordias con mi tía iban en aumento, ella trataba de enjaularme como a una fiera, y yo, empecé a tomar coraje para enfrentarla, y nuestros cruces se hicieron ácidos, hirientes y solo iba casa a dormir, los gritos eran moneda corriente y ella amenazaba una y otra vez con dejarme en la calle, sus reproches eran moneda corriente, que era una desagradecida, una mala niña y me refregaba en la cara que de no ser por ella hubiera terminado en un orfanato. Sin dudas eso era verdad, pero cual era mi culpa? yo no había elegido venir al mundo,



No necesité que me empujara a la calle, vivir con ella era vivir en el infierno y nada podía ser peor, tenía doce años cuando dejé para siempre esa vieja arpía, me juré jamás volver a verla, ni a ella ni a nadie de la que decía ser mi familia.

Mi hogar fue la calle, y un año después tendría mi primera experiencia íntima, con otra chica con la que nos llevábamos bien, ella era dos años mayor y solo fue un beso de curiosidad, quería saber que se sentía y fue solo eso, un beso en los labios, simple, puro, un beso que había logrado mover en mi muchas cosas de un prematuro despertar sexual.

Y seguí mi camino, soñaba con ser la cantante se una banda de rock, pero a pesar de mi juventud, sabía que mi futuro terminaría en la prostitución o en la drogadicción, veía en las chicas mayores con las que me frecuentaba un espejo de lo que sería en poco tiempo así que me las arreglé para retomar mis estudios en una escuela nocturna donde no preguntaban mucho, tenía quince y debía ser muy cautelosa y pasar desapercibida para no terminar en un correccional de menores.

También conseguí un empleo a medio tiempo, eran unas monedas en un bar por lavar los trastos sucios de la noche anterior, pero me alcanzaba para mantener mi dignidad y poder sobrevivir.



María era la dueña de ese bar, una abuela muy noble de blancos cabellos, al verme tan laboriosa se apiadó de mí y me arrendó en forma clandestina un humilde cuarto para que pudiera dormir y alejarme de las calles, lentamente mi vida empezaba a acomodarse, nunca daba explicaciones a nadie, ni de dónde venía, ni a donde iba, no tenía por qué hacerlo, era dueña de mi propio destino.

La anciana tenía una nieta de mi edad, una colorada de ojos celestes con la que congeniamos rápidamente, y fue en verdad la primera persona con la que hice el amor, donde fue más que un simple beso.

Ella venía a mi cuarto a escondidas, porque en su entorno nadie hubiese tolerado una relación entre chicas, y nuestros encuentros eran rápidos y muy explosivos.



Todo estaba bien en mi vida, hasta que a los diecisiete apareció Cristian, el primer hombre en mi vida, un nuevo cliente del bar que venía a diario a almorzar en medio de su trabajo.

A esa altura yo ya solía atender las mesas y todo empezó cuando me arrancó una sonrisa, y de sonrisas pasamos a caminatas, de caminatas a besos y sin darme cuentas estaba teniendo sexo con un chico, y todo fue muy rico.

Por un tiempo mantuve una doble relación, Con Natalia, la colorada de ojos celestes por un lado y con Cristian, el chico del bar por otro, descubrí que lo mismo me daba, una mujer o un hombre, una vagina o un pene. Solo un detalle, Cristian sabía de mis amoríos con Natalia y más de una vez fantaseábamos con un trío, pero debía mantener a mi chico alejado de todo esto, Natalia no sabía nada sobre Cristian, y ella era muy celosa y posesiva, sabía que estaba enamorada de mí, no le iban los chicos, y no le iba nadie que estuviera cerca mío.



Con los dieciocho años llegaría un alivio, mi mayoría de edad, había pasado todas las tormentas de la vida y no había sucumbido, era decente, tenía un empleo y estaba avanzada en mis estudios. Fue en esos días cuando mi chico vino con una propuesta laboral bajo el brazo y me propuso mudarnos juntos, pasaríamos de vivir al pie de los cerros a orillas del mar, a mil kilómetros de distancia, de una punta del país a la otra. Sabía que no amaba a Cristian, es cierto, solo estaba bien y disfrutaba su compañía, solo eso, pero tenía en mis manos una oportunidad que no podía dejar pasar, un cambio, un crecimiento personal, dinero, algo que no se daba muy a menudo.

Armé mi maleta, con mis pocas prendas y mi bagaje de ilusiones, y solo desaparecí, fui cobarde, no tuve la cara para agradecerle a la vieja María todo lo que había hecho por mí, y menos para mirar a los ojos a Natalia y romperle el corazón, solo me esfumé como una sombra en la noche, como alguna vez había dejado atrás a mi tía Amalia, solo cerrar una puerta para abrir otra.



Y fue cuando conocí el mar, la playas, pisar la arena con los pies descalzos, el calor del sol en mi piel, el aroma del agua salada, algo que hasta ese momento solo había visto en películas y también vi crecer a Cristian en su incipiente negocio inmobiliario.

Dos años después terminaba mi relación con mi pareja, el quería más de mí, quería profundizar el compromiso, él pensaba en un hogar, en tener hijos, tener raíces, y yo por el contrario solo quería ser libre, no lo vi necesario y empezaron los roces.



Yo disfrutaba mucho ir a la playa a tomar sol, y ya tenía un cuerpo muy bien formado, ya saben, y llamaba la atención con mi larga cabellera morena y en especial con el generoso tamaño de mis pechos, fue cuando apareció Tobías en mi vida, un cuarenton musculoso lleno de anillos, apareció de la nada y se sentó a mi lado, me comentó que representaba modelos y que siempre andaba a la búsqueda de nuevos talentos, y que mi perfil pulposo, mi altura, y mi rostro singular daban para imaginar, yo solo lo dejé hablar sin saber dónde terminaría todo, pero la vida me había enseñado a tomar oportunidades, cada oportunidad que se presentara en el camino.



No di respuesta ese día, pero si dejé una puerta abierta a ese hombre al darle mi nombre y permitir que agendara mi celular. Me llamó un par de veces y empezamos a contactarnos por correo electrónico, en esos días no existía el WhatsApp, a todo esto, mientras frecuentaba a Tobías por escrito, poco a poco iba cerrando mi historia junto a Cristian, el futuro pisaba mi pasado y mi vida cambió de repente.

Empezó a pedirme algunas fotografías subidas de tono, como para 'ver la mercadería' y empezar a darle forma a sus nuevos proyectos. Confieso que en ese momento me dió mucho pudor, yo no era una chica de hacer esas cosas, pero conforme tomé mi cámara digital y empecé a tomarme fotos, con el formato en el que hoy en día se llaman selfies, comencé a sentirme a gusto, me vi bonita, sexi, y se me fue haciendo natural. Claro, era lo suficientemente precavida como para no mezclar en un cuadro mi rostro y mi cuerpo desnudo. Aun guardo alguna de esas tomas, como la que les regalo en este texto.


La dueña de mi corazón - parte 1Assim foi como o quarentão se transformou em meu representante, aprendi a modelar e comecei a conhecer muitas garotas bonitas.

Casi sem dar conta, como uma tola, nos próximos sete anos eu passaria por tudo o que havia evitado com anterioridade, me transformei no que nunca quis ser, desfrutei certo, mas não era o que queria, toda minha adolescência havia lutado para não ser uma prostituta, e agora uma mulher com certa madurez mental, corria atrás de uma promessa de dinheiro e se transformava em uma puta do monte.

Tobías era um tipo muito habilidoso para os negócios, começou a promocionar-me, eventos à noite, lugares onde precisassem de um corpo bonito, festas noturnas, concursos de 'bikini open' na praia, e tudo o que significasse dinheiro. Agora bem, falando de dinheiro, ele se quedava com quase todo e eu recebia uma pequena parte, o suficiente para alugar um lindo apartamento e não muito mais, ter a minha vida controlada era a melhor maneira de manter a minha sexy girl sob controle.

E naquelas festas começaram os desvios, álcool, descontrole, sempre terminava em sexo, orgias, homens, mulheres, um, dois, três, qualquer com qualquer, bizarro, o que imaginem, era normal, beijar estranhos e estranhas, intimar com pessoas que provavelmente não voltaria a ver no dia seguinte, ou pessoas que jamais saberia sejam como se chamavam, e não se confundam, não fazia isso por dinheiro, fazia isso por prazer, eu havia reprimido muitos anos, e agora as portas do inferno estavam abertas, e amava o inferno.

Nessos anos vaguei em uma fragilidade amorosa, em relações muito inestáveis, voláteis e explosivas, às vezes convivia com algum rapaz, às vezes com alguma garota, o mesmo me dava, toda relação terminava mais rápido do que começava, às vezes vagueava entre dois ou três relacionamentos ao mesmo tempo, infidelidades, ciúmes, problemas...

Repassando minha vida concluí que igualmente à minha tia solteira não queria me casar, não queria compromissos, nada a longo plazo, but my reasons were different, I had never been wanted, always felt like the world's contempt, and I was terrified of abandonment, I lived submerged in a shell to avoid getting hurt, because I wouldn't be able to tolerate it.

But she would appear in my life...

I was approaching thirty and for Tobias, I didn't have much future, I was already old for his businesses and always new girls appeared, Alma was one of them, barely twenty-three, we met on a night, at a party, some men encouraged us to have a lesbian game, something that drives boys crazy and being two strangers, we ate each other's mouths, breasts, and merged purring like cats, all this before ending in a crazy mess between men, women, and alcohol.

When I woke up, I was looking at the ceiling, and the young woman's head was resting on my stomach, deeply asleep, her drool had dripped from her mouth, moistening my skin.

I had luscious hair, delicate skin, and despite her makeup, her painted eyes, her runny mascara, her lips still impregnated with lipstick, I could see the tender face of a pure and innocent girl.

I only caressed her hair back to contemplate her features before waking her up.

It was the first time we spoke, when I told her my name, when she told me hers, when we exchanged smiles. She said she liked the beach, taking sun, so we concluded that we would probably see each other again.

It happened three days later, I was playing beach volleyball and got lost observing her curves, which caused sighs from casual gentlemen passing by, and it was the beginning of everything.

We became roommates, we had a great time together and proposed trying to live under the same roof, like friends, each with our own life, but sharing an apartment would bring economic benefits for both, so I moved again, she brought her bed to one of the paredes e deixou o outro extremo do quarto para mim, casualmente o melhor lugar, onde estava uma ampla janela com vista para o mar. E nossa convivência foi de lo melhor, compartíamos tudo, ou quase tudo, e nossos encontros sexuais em festas nada tinham a ver com nossa incipiente relação. Depois de um tempo decidimos juntar nossas camas, uma contra a outra, e mais adiante terminaríamos comprando uma só cama dupla, para dormir juntas, e nessa cama era apenas dormir. Alma e eu íamos juntos a todas as partes, ela me chamava de 'coração', dizia que éramos 'coração e alma', e a puta que via vestida cada noite, contrastava com a menina de pijama rosa amplo que observava cada manhã cepilhando os dentes, em suas pantufas com orelha de coelho. E passou o que devia passar, fomos para a cama ver um filme, e começamos com carícias e uma coisa levou a outra e terminamos fazendo amor, puro, doce, belo. Essa noite, após fazer isso, ela se quedou dormida ao meu lado, mas eu me quedei acordada, sem poder conciliar o sono, recordando a forma como lhe havia dito que a amava, muitas vezes havia dito com facilidade para as minhas parceiras apenas para agradá-las, agora sentia que essas palavras haviam saído do meu coração, e isso me aterrorizava, na verdade estava me enamorando e isso não podia permitir, não podia deixar que as coisas se escapassem de controle. Os dias seguiram seu curso, e Alma calou fundo em mim, eu me enamorei perdidamente dela, e com trinta e dois anos havia desligado dos meus dias de modelo, de Tobías e de toda essa merda, agora tinha um empreendimento pessoal de horta orgânica e só queria viver para ela. Ahí começaram os problemas, pois ela estava muito a vontade com o que fazia e não pensava mudar assim como assim, vi nela um espelho do que eu havia sido, tomar cada oportunidade que se apresentasse e embora me dissesse diariamente que me amava, sabia no fundo do meu coração que suas palavras eram tan vazias como alguma vez eu lhe dizia a Natalia, a colorada de olhos celestes nesse quarto à meia luz. E apenas podia fazer? não podia obrigá-la, não podia deixá-la, e não teria aceitado que ela o fizesse, só devia carregar com minha cruz e fazer tudo possível para agarrá-la ao meu lado. De todas maneiras, afinal havia encontrado o que sempre havia procurado, mas esse mês de Setembro, começaria o princípio do fim… CONTINUARÁ Se você gostou da história pode me escrever com título 'A DONA DE MEU CORAÇÃO' para dulces.placeres@live.com

1 comentários - A dona do meu coração - parte 1

No se cuanto hay de cierto en tu relato pero si te sirve de consuelo, todos tenemos quilombos con nuestros padres..
En mi caso, mi vieja me golpeaba mucho de pibe y mas tarde me di cuenta como eso me afectó.. en mi vida sexual lo que mas me calienta es el sadomasoquismo y la humillación
Aúnque tuve relaciones "normales", lamentablemente tengo esa inclinación
Volviendo a tu historia, sos muy fuerte y valiente, cuidate.. y espero que seas correspondida algun día 👍