Allí estaba yo, sin nada con que taparme cubierta con orina y restos de semen. Sin más ropa que mi calzado, mi collar y la pequeña jaula de castidad. Me sentía muy expuesta.
Empecé a caminar insegura a escondidas, tratando de ocultarme de cualquier persona que pudiera estar en las calles a esas horas. Se me ocurrió cortar camino, metiéndome en un parque, de paso los árboles podrían cubrir mi desnudez.
En un momento, me dieron ganas de orinar, así que me metí entre unos arbustos, me puse en cuclillas y oriné sobre el pasto, cuidando de no ensuciarme más de lo que ya estaba. Me sentía muy femenina orinando de esa forma, mi clítoris encerrado no me permitía orinar de pie como los varones.
"Epa! Que hacés putita linda?" Dijo una voz atrás mío. Me sobresalté, me paré rápidamente, giré y retrocedí.
"No te asustes que no pasa nada putita" era un viejo linyera que al parecer dormía en el parque. "Que tenés ahí?" Pregunto señalando mi entrepierna "Ah, sos un putito. Pero que chiquitita que tenés esa pijita! Y que es eso rosado que la tapa? Bueno no importa"
Yo estaba cayada y asustada.
"Tranquilo putito, querés pija?" Se sacó el pene y lo apuntó hacia mi.
En mi instinto sissy me puse de rodillas inmediatamente, se acercó con una verga sucia maloliente y asquerosa, pero no podía resistirme, con muchas dudas abrí lentamente mi boca y lamí con timidez el pene del croto. Tenía un olor y un gusto horribles y para peor tenía restos de smegma en el glande. Con mucho asco me lo metí en la boca y empecé a chupa, hasta que la calentura me hizo olvidar el asco y el hecho de que estaba en un parque. Me llevé la mano a mi clitty enjaulado tratando de darme placer pero no pudiendo, me sentía muy frustrada y desesperada por acabar. Hasta que no aguanté más y le dije: "cojeme por favor"
"Con mucho gusto putito" me respondió.
Inmediatamente me tiré en el piso boca abajo ofreciéndole mi culo totalmente expuesto. El vagabundo se acostó encima mío e introdujo sin cuidado su verga adentro de mi culo. Me sentía muy caliente y comencé a gemir como putita, esto le gustó tanto que no tardó en eyacular en mis entrañas. Sentí como sacó su pija, me dió un beso en la nuca y me dijo: "Ah! Necesitaba vaciar mis huevos"
"Gracias por usarme" respondí sumisamente sintiendome la más estúpida. No podía creer lo bajo que había caído. Estaba tirada sobre mi propio meo, con el culo lleno de leche que escurría sobre mis piernas y me había entregado completamente a un croto que me cogió a su gusto y encima aún estaba caliente. Cómo pude me reincorporé y me fui corriendo.
"Cuando quieras putita!" Me gritó.
Luego de un rato llegué a la casa, por suerte no me encontré con nadie por el camino.
Golpeo la puerta y me arrodillo, esperando que me atiendan.
Pasa un largo rato sin señales alguna. Me empiezo a poner nerviosa de que alguien me vea así en la puerta. Hasta que por fin se abre la puerta.
"Hola putita! Te escuché en seguida, pero me gusta hacer esperar para que corras riesgo de que te vean!" Dijo una imponente figura femenina. Se trataba de Natalia, una dominatrix asistente del amo. "Pero que olor asqueroso tienes! No puedo dejarte entrar así! Vas a ensuciar la casa. Andá por el pasillo a cuatro patas perra. Nos vemos en el patio.
Le hice caso. Una vez en el patio, Natalia me manguereó con agua para sacarme la suciedad en general. "Veo que te atendieron en el camino" dijo mientras hechaba agua en mi culo. "Terrible puta, seguro todavía estás caliente". Luego así en cuatro pisó mi cabeza contra el piso "Las putitas como vos tienen que obedecer siempre, sabés por qué?"
"Porque tenemos clítoris pequeño" respondí casi comiendo tierra.
"Muy bien puta, mirá! Esto es una pija de verdad" espetó mientras se bajaba sus pantalones mostrando una pija enorme.
Cuando su pie dejó de hacer presión sobre mi cabeza, besé con respeto su enorme tronco.
"Podés entrar" me dijo "Báñate y dormí tranquila, que después tenés que atender a tu amo"
"Gracias domina!"
Entré en la casa, me dí un relajante baño caliente, para limpiarme todo, pero aún estaba caliente. Natalia golpeó suavemente mis ovarios con una varilla, para ayudarme a olvidarme la calentura. Luego me puse una bombachita rosada y una remerita cortita a juego y me fui a dormir con muchas ganas de recibir más verga

Empecé a caminar insegura a escondidas, tratando de ocultarme de cualquier persona que pudiera estar en las calles a esas horas. Se me ocurrió cortar camino, metiéndome en un parque, de paso los árboles podrían cubrir mi desnudez.
En un momento, me dieron ganas de orinar, así que me metí entre unos arbustos, me puse en cuclillas y oriné sobre el pasto, cuidando de no ensuciarme más de lo que ya estaba. Me sentía muy femenina orinando de esa forma, mi clítoris encerrado no me permitía orinar de pie como los varones.
"Epa! Que hacés putita linda?" Dijo una voz atrás mío. Me sobresalté, me paré rápidamente, giré y retrocedí.
"No te asustes que no pasa nada putita" era un viejo linyera que al parecer dormía en el parque. "Que tenés ahí?" Pregunto señalando mi entrepierna "Ah, sos un putito. Pero que chiquitita que tenés esa pijita! Y que es eso rosado que la tapa? Bueno no importa"
Yo estaba cayada y asustada.
"Tranquilo putito, querés pija?" Se sacó el pene y lo apuntó hacia mi.
En mi instinto sissy me puse de rodillas inmediatamente, se acercó con una verga sucia maloliente y asquerosa, pero no podía resistirme, con muchas dudas abrí lentamente mi boca y lamí con timidez el pene del croto. Tenía un olor y un gusto horribles y para peor tenía restos de smegma en el glande. Con mucho asco me lo metí en la boca y empecé a chupa, hasta que la calentura me hizo olvidar el asco y el hecho de que estaba en un parque. Me llevé la mano a mi clitty enjaulado tratando de darme placer pero no pudiendo, me sentía muy frustrada y desesperada por acabar. Hasta que no aguanté más y le dije: "cojeme por favor"
"Con mucho gusto putito" me respondió.
Inmediatamente me tiré en el piso boca abajo ofreciéndole mi culo totalmente expuesto. El vagabundo se acostó encima mío e introdujo sin cuidado su verga adentro de mi culo. Me sentía muy caliente y comencé a gemir como putita, esto le gustó tanto que no tardó en eyacular en mis entrañas. Sentí como sacó su pija, me dió un beso en la nuca y me dijo: "Ah! Necesitaba vaciar mis huevos"
"Gracias por usarme" respondí sumisamente sintiendome la más estúpida. No podía creer lo bajo que había caído. Estaba tirada sobre mi propio meo, con el culo lleno de leche que escurría sobre mis piernas y me había entregado completamente a un croto que me cogió a su gusto y encima aún estaba caliente. Cómo pude me reincorporé y me fui corriendo.
"Cuando quieras putita!" Me gritó.
Luego de un rato llegué a la casa, por suerte no me encontré con nadie por el camino.
Golpeo la puerta y me arrodillo, esperando que me atiendan.
Pasa un largo rato sin señales alguna. Me empiezo a poner nerviosa de que alguien me vea así en la puerta. Hasta que por fin se abre la puerta.
"Hola putita! Te escuché en seguida, pero me gusta hacer esperar para que corras riesgo de que te vean!" Dijo una imponente figura femenina. Se trataba de Natalia, una dominatrix asistente del amo. "Pero que olor asqueroso tienes! No puedo dejarte entrar así! Vas a ensuciar la casa. Andá por el pasillo a cuatro patas perra. Nos vemos en el patio.
Le hice caso. Una vez en el patio, Natalia me manguereó con agua para sacarme la suciedad en general. "Veo que te atendieron en el camino" dijo mientras hechaba agua en mi culo. "Terrible puta, seguro todavía estás caliente". Luego así en cuatro pisó mi cabeza contra el piso "Las putitas como vos tienen que obedecer siempre, sabés por qué?"
"Porque tenemos clítoris pequeño" respondí casi comiendo tierra.
"Muy bien puta, mirá! Esto es una pija de verdad" espetó mientras se bajaba sus pantalones mostrando una pija enorme.
Cuando su pie dejó de hacer presión sobre mi cabeza, besé con respeto su enorme tronco.
"Podés entrar" me dijo "Báñate y dormí tranquila, que después tenés que atender a tu amo"
"Gracias domina!"
Entré en la casa, me dí un relajante baño caliente, para limpiarme todo, pero aún estaba caliente. Natalia golpeó suavemente mis ovarios con una varilla, para ayudarme a olvidarme la calentura. Luego me puse una bombachita rosada y una remerita cortita a juego y me fui a dormir con muchas ganas de recibir más verga


0 comentários - Nueva vida sissy III: post-fiesta