haciedo coger a mi esposa por un compañero de ella

Ese sábado le elegí el vestido, la ropa interior sin sujetador, los zapatos, le dije que era una cena especial, que por favor se vistiera así para mi. 
-Pero amor... sin sujetador... este vestido se puede... pero se me vana a ver las tetas... -y estaba encantada obvio. Fuimos a comer a un restaurante de un hotel, teníamos una habitación reservada, Debora estaba encantada, cena romántica, dijo. En el restaurante reserve una de esas mezas que tienen un asiento entero, en semicírculo, una especie de reservado, cuando entramos  los mozos la miraban, algunos comensales también, estaba deliciosa, el canal de sus pechos, uf, impresionante. Tomamos un par de tragos, y fui hasta el baño, le mande un mensaje a Martín que llegara en diez. cuando volví a la mesa le dije a Debora.
-En un rato va a venir un comensal mas... -me miro extrañada y divertida.- Se llama Martín... le dije el apellido también, no pareció recordarlo. Trabajaba en una empresa multinacional... y parece que la jefa no lo trató de buena manera al despedirlo... está un poco... caliente... diría yo...
La cara de Debora se transformó.
-Me estás jodiendo... 


En ese momento Martín estaba parado al lado de la mesa, cuando lo vio se puso toda colorada, solo dijo un tímido hola.
-Sentate Martín, ponete cómodo, le estaba contando a mi esposa, ella no sabía nada, no se acordaba tu nombre, parece que ahora te reconoció...
-Si, solía pasearse entre los escritorios caminando sensualmente, moviendo ese culazo y si necesitaba algo nos decía negrito... hoy espero que me llame Sr Martin...
Debora, me pidió permiso, necesitaba ir al baño, estaba sorprendida, caliente, creo también.

-Anda moviendo ese culazo sensualmente... como hacías en la empresa preciosa... -dijo Martín, me pareció que caminaba más sensual de lo habitual, pero no sabía como seguiría aquello, si Debora querría irse o seguir el juego, esos minutos se me hicieron eternos. Martín se veía confiado.
Cuando volvió a la mesa, en vez de entrar por mi lado, dijo
-Permiso señor Martin... me deja pasar...
El se levantó y le dejó espacio para rozarse al pasar, ella se sentó de nuevo en el medio.
-Vení más cerca de mi... -dijo Martín, ella obedeció al momento.
Estás cada día más buena... no puedo creer esto... tu marido es un campeón...
-Más que campeón... me parece un perdedor...
Ella se subió el vestido porque se le bajaba un poco y se le veían bastante los pechos.
-Deja el vestido tranquilo... si estás caliente y respiras agitada se te va a bajar... me gusta la vista de tus pechos... 
Y así fue, Martín llamó al mozo, Debora no se subió el vestido, casi se veía el comienzo de sus pezones, Martín tardo mucho en pedir, el mozo, trataba de disimular su mirada, cuando el mozo se fue, Martín metió su mano entre las piernas de Debora.
-Debes estar recaliente ya... eh perra... 
El metió la mano un poco más tratando de disimular.
Está caliente la perra...
En la cena hablamos de otras cosas como para aflojar, le dije a Martín que teníamos reservada una habitación en el hotel. Cuando nos levantamos de la mesa, Martín la tomó de la cintura, cuando nos alejamos un poco empezó a acariciarle el culo.

-Debora bajaba un poco la cabeza, pero sus ojos delataban el grado de excitación que tenía, en el ascensor el subió primero, la atrajo a Debora de espaldas hacia él, y la apoyo,

Bajamos del ascensor y volvió a acariciarle el culo  ni bien entramos al cuarto del hotel, se sentía su respiración agitada, yo reconozco enseguida cuando está recaliente, y este era el momento.-No te saques nada... ponete en cuatro arriba de la cama... -dijo Martín
Debora obedeció enseguida, se movía felinamente caminando en cuatro por la cama, Martín se saco las zapatillas y los pantalones, se notaba un bulto importante dentro de sus boxers. La atrajo hacia él y tomándole la cabeza le paso la cara sobre su miembro, la hizo juguetear un poco con su boca pero todavía por sobre el bóxer. Se bajo el boxer y le dio a chupar
-Debora gemía y seguía chupando.
Date vuelta ahora... -Debora se giro, tenía el vestido puesto todavía. Le levantó el vestido, tenía la tanga puesta todavía.- Que deliciosa te ves... le corrió la tanga un lado y metió su miembro de una, era una pija bien larga y gruesa, yo veía los jugos de Debora.
-Que caliente que estas -Debora empezó con un profundo orgasmo, Martín la agarro fuerte de las caderas atrayendola hacia él. Debora se acariciaba su almejita mientras llegaba. El empezó a darle bien duro ahora,  de la nada Martín le daba sin forro y Debora encantada. Martín siguió un largo rato sin hablar, Debora no paraba de gemir, en un momento Martín la clavó, vi el latir de su pija y sus huevos contrayéndose, la estaba llenando, Debora se pajeaba y también llegaba de nuevo. Martín la sacó despacio y la imagen me quedo grabada para siempre, gotas de su semen cayendo por los labios vaginales de mi mujer, algunos resbalando sobre su tanga azul, que todavía tenía puesta, él seguía bien duro ahora si le sacó el vestido y la tanga, ella se apoyo con la cabeza en la almohada, totalmente inclinada y ofrecida. Martín volvió a metersela, su corrida salía al costado de su pija el tomo un poco y con el dedo gordo jugaba con el ogete de Debora, le daba dos o tres bombeos la sacaba de su conchita y juntando sus glúteos la pasaba por el canalito que formaban, así estuvo un largo rato. Ahora solo la bombeaba y jugaba con el dedo gordo en su culito, después saco un par de veces su herramienta y jugaba por la puerta de su culito, Debora se movía como queriendo meterlo, 
-Abrite bien el culo... -ella con sus manos separaba sus glúteos enseñando bien el culito, el seguía dándole duro por la concha y jugando con el dedo, gordo, -Debora gemía cada vez más fuerte. Siguió un largo rato dandole por la concha y jugando con su dedo, preparando su culito.- Me encanta como se ve...- le dejo la punta de su pija en la puerta del culito, Debora trataba de mover el culo para provocar la penetración pero no podía.- Espera... no seas golosa... -ahí si, el le metió solo la cabeza, Debora se acariciaba su almejita, llegando de nuevo. de a poco se la fue metiendo y después le dió bien duro, Debora gemía  Ahora otra vez volvio a cogerla por la concha siempre en esa posición, no se habían besado en toda la noche, lo cual, vaya a saber porque me aliviaba. Martín no volvió a su culo, siguió bien duro por la concha hasta que volvió a llenarla, los dos quedaron tirados en la cama uno al lado del otro, yo fui entre las piernas de mi esposa, le toque su cosita, y estaba super sensible, los jugos de Martín empezaban a salir. Estuvieron un rato en silencio. 
-Vamos a bañarnos -dijo Martín
Debora camino sensualmente delante de él, moviendo ese culazo, entraron juntos a ducharse, y ahora si de frente se comieron la boca como desesperados, parecían dos animales salvajes, él le comió los pechos y ella le pajeaba la pija que estaba bien dura de nuevo. La giró dandole la espalda y ahora de nuevo se la metió en el culo, mientras la apretaba con el cuerpo contra la pared y le manoseaba los pechos, casi groseramente, Debora giraba la boca para besarlo.

La agarro bien fuerte de la cintura y la lleno ahora por atras, su pija quedó un rato largo todavía. se ve que seguía muy excitado, la saco un par de veces y la volvió a meter. 
Salieron de la ducha, Debora me beso.
-Te pasaste amor... 
Ni bien lo dejamos a Martín, Debora me besó, sentía el gusto amargo en su boca, ella seguía muy excitada.
-Esta fue la noche más caliente de mi vida... y creo que es el comienzo... que bueno que te animaste... pero te das cuenta lo que empezaste no...? -dijo ella
-No pensé que iba a ser tan intenso...
-Creo que elegiste demasiado bien... igual ahora que abriste la puerta... tengo cuatro o cinco candidatos más... que se que me tenían ganas... de a poco los vamos a ir conociendo eh...? -dijo apretándome la pija.- Acabaste dos veces no...? como un pajero mirón..
-Si mi amor...
-Que bueno... me encanta que te excite... me hace disfrutarlo mucho más... Ni bien entremos en casa te desnudas y te acostas en la cama, ponete las esposas solito... un polvito te vas a echar... aunque no se adonde... quizas solo en tu pancita... -y se rió con malicia.
En un segundo cuando entramos estaba desnudo y con las manos puestas en las esposas, las poníamos alrededor de uno de los barrotes de la cama y yo sólo podía ponérmelas, cuando jugábamos Debora se ponía una cadenita con la llave colgándole del cuello y cayendo entre sus pechos. Debora entró al rato, solo con la tanga y con los zapatos de taco alto puestos, canturreando, yo trataba que viera mi excitación y notara como mi pija daba saltitos 
-Que noche intensa y diferente amor... es el comienzo de otra vida... gracias a vos... que fue lo que más te gusto... y lo que menos... contame... -dijo sentándose a mi lado en la cama.
-Me excitó todo muchisimo... además de ser educado... es mandón... sabe lo que quiere... y tiene un buen miembro no...
-Una buena pija querés decir... si... pero es demasiado respetuoso con vos... estoy seguro que alguno de los otros empleados que te digo... no te tratarían tan bien... te gustaría eso...? -dijo y me acaricio un poco la pija.- porque a mi me excitaría mucho más... que no te traten tan bien a vos...
-Que puta mala sos... -ella se sonrió.
-Sabes que me gusta ser mala... y más cuando se que eso te excita mucho... no...?
-Mira como me tenes...
-Rendido... veo un cornudo rendido... a la esposa le lleno la concha dos veces un casi desconocido... le hizo el culo dos veces y una se lo lleno... y el marido excitadísimo... y en el auto me lo hizo tragar...
Me chupo la pija un par de veces
-Está rica... pero la de Martín es mejor... no me dijiste que te molesto más...
-Cuando te beso en el baño... las piernas me temblaban... me moría de celos... tenía miedo de perderte... me parecía más romántico...
-Y quizás... de un muchacho como ese me puedo enamorar... claro... es el problema cuando uno juega con fuego... -me pajeaba despacito- uno se puede quemar... te gustaría metermela un ratito...?
-Si por favor... me encantaría...
Se levantó y fue a buscar un forro, me lo puso con la boca, mirándome con esos ojazos azules que me matan. Después me montó, sus pechos se sacudían y me volvían loco, me cogía a su tiempo, gozando el momento.
-No se te ocurra llegar hasta que yo te de permiso... no se siente tanto tu pijita ahora... yo creí que era grande... pero veo que hay otras grandes de verdad...
-Me encantaría chuparte las tetas... -se acercó y las dejo frente a mi boca.
-Si chupa bien... hoy te recibiste de cornudo... es tu fiesta de bienvenida eh...?
-Me volvés loco...
-Y ahora te tenes que preparar... nada va a ser lo mismo... no vas a coger tanto ahora...
-Porque no...?
-Para que no pierdas interés... para que te preocupes de atenderme bien en todos los ámbitos... vamos a ver... disfruta ahora... mientras te dejo...
-Pero con forro...
-Preferís que te haga la paja...? -sentí que ella estaba llegando de nuevo... podes llegar cuando quieras cornu... te puedo decir cornu...  
Explote como si fuera el primer orgasmo de la noche. después Debora me beso un montón, me comió la boca un largo rato.
-Tenes razón... uno besa mucho cuando ama... será que puedo amar a más gente no...? -se rió y salió hacia el baño, dejándome todavía con las esposas puestas.

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