Nos íbamos a juntar con unos amigos a tomar algo, arregle con una amiga para pasar a buscarla por su casa que me quedaba de pasada. Fui más temprano, porque sabía que iba a dar vueltas para salir. Llegué y me hizo pasar, me dijo que aún tenía que terminar de prepararse. Me senté en su comedor y ella se metió al baño, y me dice que tenía que depilarse las piernas, que no entre, pero que dejaba la puerta abierta porque así se aereaba el baño. Me pidió una toalla que estaba en una de las sillas y se la pase sin mirar hacía adentro. Al ratito me dijo que no mirara que tenía que ir a la pieza a vestirse, pero que estaba sin nada debajo. Me tape los ojos y le dije que ya estaba, la escuché salir e ir para detrás mío. Me dijo "no mires ahora que me vas a ver el culo" con un tomo bastante en broma. No miro no miro le respondí.
"Listo, querés unos fideos antes de salir?"
Abrí y estaba en la Bacha agarrando unos platos, la toalla le cubría la parte de arriba que tenía enrollada en su pecho y debajo lo único que se había puesto era una tanga fina y roja
- así igual te veo el culo!
- es como un traje de baño, ya me viste así en la playa
- es menos que un traje, pero si, dame unos fideos
- si vos me das el tuyo
Siempre hacíamos ese tipo de bromas pero nunca eran en serio. Nunca había pasado nada con ella.Nos reímos y se sentó frente a mí en un banquito apoyando los platos en la mesita ratona que estaba en su comedor.
- con ese hilito te veo hasta el alma muchacha
- mírame toda bebé
- para eso sacate todo directamente
Y sin previo aviso (o si) se sacó la toalla y dejo al descubierto sus pequeñas pero puntiagudas tetas, sus pezones eran bien morenos y entre sus pechos un tattoo con un patrón tipo mándala que contorneaba el borde inferior de sus senos.
- así está mejor?
- lindo tattoo, nunca me lo mostraste entero
- yo tengo curiosidad de ver cosas que vos nunca me mostraste
- esto va a terminar en cualquier cosa no?
Se rió y comió algunos fideos mientras se movía como bailando sentada.
Me mordí los labios mirandola y procedí a comer un bocado de fideos, mientras me levantaba un poco la remera msotrandole un poco de piel bailando como ella lo hacia. Fuimos comiendo y tirandonos con algún chiste/insinuación cada tanto hasta que cada uno terminó su plato, entonces ella se levantó, me guiñó el ojo, agarró los platos y se fue hasta la bacha con ellos, como para ponerse a lavarlos. Allí estaba mostrandome su culito con esa tanga minúscula y moviendolo un poco para mí y mostrandome su hermosa espalda, me acerqué y cuando estaba llegando me dijo:
- que sea en igualdad de condiciones si venís, sacate algo... o todo, como quieras
mi pantalon y mi remera quedaron tirados sobre la mesita ratona en la que habiamos estado comiendo, me dejé la ropa interior.
Lo primero que hice fue rodear su cadera con mis manos, a lo que respondió con un encantador movimiento, pegando su trasero a mí y luego fui con mi boca hacia su cuello, la besaba, mordía despacio y suspiraba en su oido.
Ella empezó a calentarse muchísimo y frotaba sus nalgas contra mi sexo aún cubierto. Una de mis manos fue hasta su tierno pecho y la otra bajo hasta su entrepierna encontrándose con unas bragas muy húmedas que pedían a gritos ser quitadas. Hice caso a ese pedido y su tanguita paso a adornar el piso de la cocina.
Le susurré al oído que llegaríamos tarde al encuentro con nuestros amigos y me respondió que no importaba, se dió vuelta me comió la boca y sin dudarlo bajo mi boxer.
Acerqué una silla y la puse detrás mío, sin dejar de disfrutar de esos labios fogosos.
Me senté y ella ni lenta ni perezosa me dió la espalda, tomó mi miembro y se sentó sobre el lentamente haciendo que entre en ella centímetro a centímetro, su sexo estaba tan húmedo que se abría sin oponerse en lo más mínimo. Una vez que estuvo por la mitad se detuvo, salió un poco gimió de placer diciendome "no sé si voy a poder bajar más" tome sus caderas y de un solo movimiento bajé su cuerpo y mi erección estuvo completamente dentro suyo gritó, gimió y me araño las piernas. Empecé a bajar y subir sus caderas, escuchando la hermosa sinfonía de mi entrada y salida, de sus glúteos contra mis muslos. Sentía como sus fluidos bajaban entre mis piernas. Yo estaba muy excitado y no sabía cuánto más resistiría, además quería probar el sabor de ese sexo suave y cremoso.
Me levanté aupandola unos segundos contra mi verga, sus manos fueron directo a la mesada, sus caderas bien atrás y sus piernas abiertas.
Le di una pequeña nalgada en sus pequeñas pompas, salí de su interior y baje acariciando sus piernas hasta quedar debajo de esa dulzura chorreante, sin dudarlo hundí mi boca allí y un suspiro naaaaaah resonó en toda la habitación. Luego de algunas lamidas mis manos se dirigieron inevitablemente a la zona, empecé penetrandola directamente con tres dedos y eso apenas la llenaba, besaba sus nalguitas cuando aparece su mano por allí, abre su culito y entre gemidos me pide que le bese ese agujerito. Olía bastante rico, empezé con unos besos bien húmedos sin dejar de penetrar su vagina con una de mis manos. Me tomo del pelo y aplastó mi cara entre sus pompas.
- dios!!! Estoy tan caliente que quiero que me abras el culo con tu pija enorme.
Esas palabras eran música para mis oídos.
Subí, roce un poco mi glande contra su húmedad. La tomé de la mano y le hice una seña como para ir a su habitación.
Apoyó sus rodillas en el borde de la cama y lentamente su pecho contra el edredón, estirando sus manos hacia atrás tomó un cachete de su culo con cada una y las separó para mí, pase mis dedos por su húmedo sexo y lubrique su entrada con sus fluidos, apenas apoyé la punta de mi miembro empezó a gemir, adelantando un poco mis caderas se abría lenta pero constantemente para mí. Con cada empujoncito gemía más, tanto ella como yo. Ambos estábamos súper calientes de estar haciendo eso con alguien que siempre nos habíamos tirado palos y chistes picantes pero nunca había pasado nada.
Mis movimientos eran cada vez más profundos, sus manos ya no estaban sobre ella, sino que se aferraban a la cama apretando sus frazadas de placer.
- aaay quiero sentir como me llenas!
- con como te moves pronto vas a sentirlo
- pégame, quiero que me pegues
Le di una fuerte nalgada que dejó la marca de mis dedos sobre su piel, y otra y otra más, ella se enconrvaba y gritaba, comenzó a moverse delante y detrás acompañando el baile de mis propias caderas, todo mi pene estaba dentro suyo cuando sin poder aguantarlo más solté todo dentro de ella, sentía como se llenaba y rebasaba.
- aaaaaaahhhhhh siento tu líquido espeso y caliente en mí
- no paro de acabar y me lo estás apretando cada vez más
Le dije mientras tomaba sus caderas y las unia aún más a las mías para no dejar de sentir esa presión de su ano lleno de mí. Justo sobre la cama estaba su celular, ella, sin separarse de mi lo agarro y me lo dió.
- quiero que grabes cuando lo saques y como me dejaste.
Le hice caso pues esa idea me encantaba, con una mano empecé a grabar, intentando mantener la cámara lo más estable posible, y salí poco a poco, cuando lo quite completo de su hoyito salió un hilo de mi blanca leche, tardo en cerrarse un segundo y cuando lo hizo expulsó aún más de mi líquido. Grabé como salía y como empezaba a chorrear por sus piernas, ella empezó a moverse para darse vuelta. Corté la grabación y cuando se sentó sobre la cama le di el celular y le dije
- aqui tiene señorita
- nada de aquí tiene, agachate acá y empeza a chupar
Me respondió abriendo sus piernas y dejandome ver su palpitante vulva. Obedecí, me agache, con mis dedos abrí un poco sus labios y empecé a lamer sus pliegues, empezando desde afuera en círculos hacia adentro, procurando llegar a cada rincón. Ella agarró su celular y se puso a ver el vídeo que había grabado mientras una de sus manos se estableció directamente sobre su clítoris y empezó a frotarlo.
Mis lamidas, besos y succiones no hacían más que aumentar y con mis dedos empecé a penetrarla, haciendo una garrita, estimulaba su punto G en la pared interior de su vulva caliente y húmeda por ella y por mi saliva. Unos segundos más y mi mano libre ya tomaba mi nueva erección y comencé a tocarme rozando sus pies sin descuidar el placer hacia mi amiga. Ella frotaba fervientemente su clítoris y gemía mientras veía el vídeo.
- que rico como me llenaste de leche!
- creo que ya puedo darte m...
Mi respuesta fue interrumpida por su mano llevando mi cara hacia ella y haciéndome hundir mi nariz en su vagina. Me ahogue un poco lo cual me puso aún más caliente. Lamí y lamí, moví mis dedos intentando estímular más y más, sentía sus dedos rozar contra mi frente haciendo presión sobre la parte superior de su sexo.
Apretó mi cabeza con las piernas frenó el movimiento de su mano y empezó a temblar por el gran orgasmo que estaba teniendo y no pare de darle atención, estuvo unos segundos agitándose de placer. Cuando liberó mi cabeza me pare frente a la cama, tome sus pies, puse mi miembro entre ellos y comencé a moverlos para pajearme con esos piecitos morenos. Ella agarró su celular y comenzó a grabar, me siguió el juego y movía sus pies estimulandome, mientras con su otra mano apretaba sus pezones y cada tanto volvía a sacudirse. Cuando mi erección estuvo bien firme nuevamente, ella me preguntó retóricamente:
- todo eso estuvo en mi culo? Que puta que soy!
Aceleró el movimiento de sus pies y pronto un chorro de mi esperma salió disparado cayendo entre sus pechos justo donde tenía una de sus manos, tras ese otros que bañaron su abdomen. Su piel morena contrastaba hermosamente con el blanco de mi producto.
- que rico estuvo!
Me dijo mientras se chupaba los dedos acabados, apoyando sus pies, también un poco manchados, sobre mi abdomen y yo aún seguía muy excitado.
- Creo que ya estamos llegando tarde a la juntada con los demás.
le dije sentadome a su lado.
- bañemosnos, repitamos esto en la ducha y luego vamos, no creo que les moleste que lleguemos tarde. O mejor no vayamos y repitamoslo un par de veces más por toda la casa.
Mientras ella me respondía mis manos ya estaban nuevamente en su sexo y mis labios apretaban sus ricos pezones.
Y así pasamos toda la noche con algunos descansos, chistes, mucho sexo y cada tanto recordando momentos donde nos habíamos tirado onda pero nunca habíamos reaccionado hasta este día
"Listo, querés unos fideos antes de salir?"
Abrí y estaba en la Bacha agarrando unos platos, la toalla le cubría la parte de arriba que tenía enrollada en su pecho y debajo lo único que se había puesto era una tanga fina y roja
- así igual te veo el culo!
- es como un traje de baño, ya me viste así en la playa
- es menos que un traje, pero si, dame unos fideos
- si vos me das el tuyo
Siempre hacíamos ese tipo de bromas pero nunca eran en serio. Nunca había pasado nada con ella.Nos reímos y se sentó frente a mí en un banquito apoyando los platos en la mesita ratona que estaba en su comedor.
- con ese hilito te veo hasta el alma muchacha
- mírame toda bebé
- para eso sacate todo directamente
Y sin previo aviso (o si) se sacó la toalla y dejo al descubierto sus pequeñas pero puntiagudas tetas, sus pezones eran bien morenos y entre sus pechos un tattoo con un patrón tipo mándala que contorneaba el borde inferior de sus senos.
- así está mejor?
- lindo tattoo, nunca me lo mostraste entero
- yo tengo curiosidad de ver cosas que vos nunca me mostraste
- esto va a terminar en cualquier cosa no?
Se rió y comió algunos fideos mientras se movía como bailando sentada.
Me mordí los labios mirandola y procedí a comer un bocado de fideos, mientras me levantaba un poco la remera msotrandole un poco de piel bailando como ella lo hacia. Fuimos comiendo y tirandonos con algún chiste/insinuación cada tanto hasta que cada uno terminó su plato, entonces ella se levantó, me guiñó el ojo, agarró los platos y se fue hasta la bacha con ellos, como para ponerse a lavarlos. Allí estaba mostrandome su culito con esa tanga minúscula y moviendolo un poco para mí y mostrandome su hermosa espalda, me acerqué y cuando estaba llegando me dijo:
- que sea en igualdad de condiciones si venís, sacate algo... o todo, como quieras
mi pantalon y mi remera quedaron tirados sobre la mesita ratona en la que habiamos estado comiendo, me dejé la ropa interior.
Lo primero que hice fue rodear su cadera con mis manos, a lo que respondió con un encantador movimiento, pegando su trasero a mí y luego fui con mi boca hacia su cuello, la besaba, mordía despacio y suspiraba en su oido.
Ella empezó a calentarse muchísimo y frotaba sus nalgas contra mi sexo aún cubierto. Una de mis manos fue hasta su tierno pecho y la otra bajo hasta su entrepierna encontrándose con unas bragas muy húmedas que pedían a gritos ser quitadas. Hice caso a ese pedido y su tanguita paso a adornar el piso de la cocina.
Le susurré al oído que llegaríamos tarde al encuentro con nuestros amigos y me respondió que no importaba, se dió vuelta me comió la boca y sin dudarlo bajo mi boxer.
Acerqué una silla y la puse detrás mío, sin dejar de disfrutar de esos labios fogosos.
Me senté y ella ni lenta ni perezosa me dió la espalda, tomó mi miembro y se sentó sobre el lentamente haciendo que entre en ella centímetro a centímetro, su sexo estaba tan húmedo que se abría sin oponerse en lo más mínimo. Una vez que estuvo por la mitad se detuvo, salió un poco gimió de placer diciendome "no sé si voy a poder bajar más" tome sus caderas y de un solo movimiento bajé su cuerpo y mi erección estuvo completamente dentro suyo gritó, gimió y me araño las piernas. Empecé a bajar y subir sus caderas, escuchando la hermosa sinfonía de mi entrada y salida, de sus glúteos contra mis muslos. Sentía como sus fluidos bajaban entre mis piernas. Yo estaba muy excitado y no sabía cuánto más resistiría, además quería probar el sabor de ese sexo suave y cremoso.
Me levanté aupandola unos segundos contra mi verga, sus manos fueron directo a la mesada, sus caderas bien atrás y sus piernas abiertas.
Le di una pequeña nalgada en sus pequeñas pompas, salí de su interior y baje acariciando sus piernas hasta quedar debajo de esa dulzura chorreante, sin dudarlo hundí mi boca allí y un suspiro naaaaaah resonó en toda la habitación. Luego de algunas lamidas mis manos se dirigieron inevitablemente a la zona, empecé penetrandola directamente con tres dedos y eso apenas la llenaba, besaba sus nalguitas cuando aparece su mano por allí, abre su culito y entre gemidos me pide que le bese ese agujerito. Olía bastante rico, empezé con unos besos bien húmedos sin dejar de penetrar su vagina con una de mis manos. Me tomo del pelo y aplastó mi cara entre sus pompas.
- dios!!! Estoy tan caliente que quiero que me abras el culo con tu pija enorme.
Esas palabras eran música para mis oídos.
Subí, roce un poco mi glande contra su húmedad. La tomé de la mano y le hice una seña como para ir a su habitación.
Apoyó sus rodillas en el borde de la cama y lentamente su pecho contra el edredón, estirando sus manos hacia atrás tomó un cachete de su culo con cada una y las separó para mí, pase mis dedos por su húmedo sexo y lubrique su entrada con sus fluidos, apenas apoyé la punta de mi miembro empezó a gemir, adelantando un poco mis caderas se abría lenta pero constantemente para mí. Con cada empujoncito gemía más, tanto ella como yo. Ambos estábamos súper calientes de estar haciendo eso con alguien que siempre nos habíamos tirado palos y chistes picantes pero nunca había pasado nada.
Mis movimientos eran cada vez más profundos, sus manos ya no estaban sobre ella, sino que se aferraban a la cama apretando sus frazadas de placer.
- aaay quiero sentir como me llenas!
- con como te moves pronto vas a sentirlo
- pégame, quiero que me pegues
Le di una fuerte nalgada que dejó la marca de mis dedos sobre su piel, y otra y otra más, ella se enconrvaba y gritaba, comenzó a moverse delante y detrás acompañando el baile de mis propias caderas, todo mi pene estaba dentro suyo cuando sin poder aguantarlo más solté todo dentro de ella, sentía como se llenaba y rebasaba.
- aaaaaaahhhhhh siento tu líquido espeso y caliente en mí
- no paro de acabar y me lo estás apretando cada vez más
Le dije mientras tomaba sus caderas y las unia aún más a las mías para no dejar de sentir esa presión de su ano lleno de mí. Justo sobre la cama estaba su celular, ella, sin separarse de mi lo agarro y me lo dió.
- quiero que grabes cuando lo saques y como me dejaste.
Le hice caso pues esa idea me encantaba, con una mano empecé a grabar, intentando mantener la cámara lo más estable posible, y salí poco a poco, cuando lo quite completo de su hoyito salió un hilo de mi blanca leche, tardo en cerrarse un segundo y cuando lo hizo expulsó aún más de mi líquido. Grabé como salía y como empezaba a chorrear por sus piernas, ella empezó a moverse para darse vuelta. Corté la grabación y cuando se sentó sobre la cama le di el celular y le dije
- aqui tiene señorita
- nada de aquí tiene, agachate acá y empeza a chupar
Me respondió abriendo sus piernas y dejandome ver su palpitante vulva. Obedecí, me agache, con mis dedos abrí un poco sus labios y empecé a lamer sus pliegues, empezando desde afuera en círculos hacia adentro, procurando llegar a cada rincón. Ella agarró su celular y se puso a ver el vídeo que había grabado mientras una de sus manos se estableció directamente sobre su clítoris y empezó a frotarlo.
Mis lamidas, besos y succiones no hacían más que aumentar y con mis dedos empecé a penetrarla, haciendo una garrita, estimulaba su punto G en la pared interior de su vulva caliente y húmeda por ella y por mi saliva. Unos segundos más y mi mano libre ya tomaba mi nueva erección y comencé a tocarme rozando sus pies sin descuidar el placer hacia mi amiga. Ella frotaba fervientemente su clítoris y gemía mientras veía el vídeo.
- que rico como me llenaste de leche!
- creo que ya puedo darte m...
Mi respuesta fue interrumpida por su mano llevando mi cara hacia ella y haciéndome hundir mi nariz en su vagina. Me ahogue un poco lo cual me puso aún más caliente. Lamí y lamí, moví mis dedos intentando estímular más y más, sentía sus dedos rozar contra mi frente haciendo presión sobre la parte superior de su sexo.
Apretó mi cabeza con las piernas frenó el movimiento de su mano y empezó a temblar por el gran orgasmo que estaba teniendo y no pare de darle atención, estuvo unos segundos agitándose de placer. Cuando liberó mi cabeza me pare frente a la cama, tome sus pies, puse mi miembro entre ellos y comencé a moverlos para pajearme con esos piecitos morenos. Ella agarró su celular y comenzó a grabar, me siguió el juego y movía sus pies estimulandome, mientras con su otra mano apretaba sus pezones y cada tanto volvía a sacudirse. Cuando mi erección estuvo bien firme nuevamente, ella me preguntó retóricamente:
- todo eso estuvo en mi culo? Que puta que soy!
Aceleró el movimiento de sus pies y pronto un chorro de mi esperma salió disparado cayendo entre sus pechos justo donde tenía una de sus manos, tras ese otros que bañaron su abdomen. Su piel morena contrastaba hermosamente con el blanco de mi producto.
- que rico estuvo!
Me dijo mientras se chupaba los dedos acabados, apoyando sus pies, también un poco manchados, sobre mi abdomen y yo aún seguía muy excitado.
- Creo que ya estamos llegando tarde a la juntada con los demás.
le dije sentadome a su lado.
- bañemosnos, repitamos esto en la ducha y luego vamos, no creo que les moleste que lleguemos tarde. O mejor no vayamos y repitamoslo un par de veces más por toda la casa.
Mientras ella me respondía mis manos ya estaban nuevamente en su sexo y mis labios apretaban sus ricos pezones.
Y así pasamos toda la noche con algunos descansos, chistes, mucho sexo y cada tanto recordando momentos donde nos habíamos tirado onda pero nunca habíamos reaccionado hasta este día
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