Deannach Sióg - 004 - Tentación

Después de mi extraño fin de semana con quien salve de un robo nunca volví a sentirme igual. Fingí para mí mismo que todo había sido un sueño o la locura de una desquiciada sexópata, incluso creí que había tenido visiones por la ingesta de sustancias alucinógenas y que entonces nada había cambiado. Pero me sentía diferente por dentro y tenía algunos cambios físicos. No de forma general, seguía teniendo algo de panza, entradas y nada de musculatura marcada a simple vista. Pero en el lugar del brazo donde ¿soñé? que me había mordido la serpiente saliendo del tatuaje de la tetona ahora tenía dos pequeños lunares marrones y la verdad mi miembro era distinto a como lo fue siempre. Distinto para bien: ahora me colgaba dormido y era enorme despierto, juro que me había crecido bastante. Pensé en las palabras del ojo gigante y en qué era eso de que con mi semen si alguna persona entraba en contacto iba a venir a buscar más o algo así. En realidad no dijo nada concreto (suponiendo que fue algo real) pero mi mente no pudo interpretarlo como otra cosa que no fuera que si alguien toca mi leche va a querer coger conmigo.

Mientras más trataba de escapar de todo este asunto mi cabeza me llevaba a lugares más profundos y me hice muchísimas preguntas ¿Cómo hacer que una mujer entre en contacto con mi semen si no puedo en primera instancia tener sexo o juego previo con ella?¿Qué quiso decir esa visión con lo de “quedas advertido del peligro que conlleva hacer uso de este tipo de artes para el beneficio personal”?¿Tan severo será el castigo si lo intento?¿Y si sale bien y puedo disfrutar de esas “ansias infinitas”? Pensar así me hizo tener una erección mientras dormía la siesta, y con mi nuevo calibre de lo que hay entre mis piernas, se me paraba casi hasta el ombligo. No me podía dormir. En parte por estar al palo y también porque escuchaba música que venía desde la casa de al lado. Salí al balcón/terracita a ver qué era y vi algo hermoso. La hija de mi vecino volvió a la casa y estaba escuchando música y tomando sol en bikini. Yo la había visto de más chica y ahora era una pendeja de 20/21 años culona con lindos pechos, una carita de pilla divina y unos labios envidiados por todas y deseados por todos.

Antes de llamar su atención me tiré a una reposera y quedé detrás de los toallones y la ropa que colgaban de la baranda. Justo por un hueco entre la pared y una toalla podía espiar así casi acostado a la morocha hermosa en bikini acostada en una esterilla boca abajo con la parte de arriba de su conjunto desabrochada y con un vaso de lo que parecía licor de algo y el parlantito en una mesita al lado suyo. Le miré mucho la cola y como se le metía la parte de atrás de la bikini entre sus nalgas perfectas. Me latía la verga y no pude evitar masturbarme deseando tener sexo con semejante mujer. Cuando se dio vuelta y pude ver por unos segundos su preciosas gomas acabé. Me explotó la pija y seguí manoteándola mientras me salían enormes chorros de un líquido más espeso que de costumbre, como un engrudo parecía. La solté y me siguieron saliendo chorros disparados manchando los toallones y la baranda además de mis piernas y el piso. Me alarmé cuando vi que algunos chorros se me fueron para abajo pero cuando vi todos cayeron de la medianera para mi lado. Aunque quisiera negar lo real de lo sucedido en lo de Maeve nada de lo que me pasó esos días fue normal y esa paja, la primera que me hice tras ese fin de semana, tampoco fue algo normal.

Me puse un nuevo boxer y mientras limpiaba todo me tocaron el timbre. Cuando abrí no podía creer lo que veía: la vecina me vino a pedir un vaso de jugo o gaseosa. En bikini y shorcito de jean, con los pezones duros que se le notaban a través de la pequeña prenda. “Cosas que no te van a pasar en la puta vida” pensé y tartamudeé al contestar. Le dije que me tenía que fijar porque vivo sólo. “Yo también estoy sola porque mi papá se fue y no compré nada ¿Puedo pasar y me sirvo un poco?” me preguntó y la miré de arriba a abajo cuando se mandó. Ni bien cruzamos la puerta me siguió contando “Estaba tomando un licor de melón que es lo único que rescaté de la joda de anoche pero cuando me tomé el segundo vaso supe que estaba feo, como con una espumita espesa y no me gus…” la morocha interrumpió su relato y fijó su mirada en el bulto en mi boxer. Hasta su forma de hablar me hizo parar mucho la pija y se me marcaba hasta la cabeza. La miré, se sonrojó y salvó la situación con un “bueno, nada, ¿me convidas algo para tomar, porfi?”

Deannach Sióg - 004 - Tentación

Fuimos a la cocina y tomamos una latita de cerveza cada uno. Cuando abrimos otra a ella se le volcó en el pecho y se mojó toda acusando que estaba agitada la lata y por eso se salpicó. No sé de qué forma la habré mirado que ella se mordió el labio inferior y me dijo “basta de mirarme así…no puedo más” y la agarré de la cintura, le comí la boca y le empecé a besar el cuello mientras la agarraba del culo. Le saqúe la parte de arriba de la bikini y puse mi cara entre sus tetas para chuponearlas todas. Ella me bajó el boxer y mi verga salió rebotando a lo que ella respondió con un “ah bueno” y sonrió antes de arrodillarse y empezar a darle lengüetazos a mis huevos mientras me pajeaba. Me hizo uno de los mejores propósitos de mi vida, me la chupó con dedicación e intensidad, casi con devoción podía decirse. Se la pasaba por la carita y me miraba, decía que estaba rica, grande, que amaba esa pija y que quería exprimirme la chota. Y lo hizo porque me peteó tan rico que le acabé muchísimo adentro de su boca. Tuvo arcadas y le caía leche por la comisura de los labios pero me la agarraba y la presionaba para dentro de su garganta. Cuando la saqué los hilos de baba y leche cayeron sobre sus tetas. Yo seguía al palo y ella al verme así abrió los ojos, se sacó el short y dijo “Cogeme con eso, cogeme porfi”.

Contra la mesada de la cocina con la tanga corrida, en el sillón del living en 4, en el piso ahí levantándole las piernas, pete en el pasillo que terminó con turca y acabada en sus gomas, patitas al hombro y cabalgata en la cama, contra la pared de la ducha con su cola toda enjabonada…No sé el motivo pero pude cogerla así sin que se me pasara la erección en ningún momento. Tras descansar le chupé la concha hasta acabar y le hice la cola agarrándola del pelo. Ella quedó exhausta pero seguía excitada y me hizo la paja mientras me decía que estaba loca por mi verga. Le pregunté por qué se le había ocurrido venir a tocarme el timbre y me recordó lo del licor y el repentino sabor agrio, la espuma abundante y el color blanco. Me quedé con la mente pensando si podría haber pasado que uno de mis chorros, al menos una gota de la acabada que me saltó espiándola tomar sol cayera en su vaso de licor. Eso explicaba la conducta de la vecinita por más increíble que fuera. Deambulé por esos pensamientos hasta que ella me preguntó si la iba a manchar mucho y ahí estallé y le moje de mi leche las tetas, el abdomen y parte de las piernas y el pelo, Ella lamió de sus manos y de mi cuerpo todo el semen y se recostó contra mí hasta que nos quedamos dormidos. Al despertar descubrí que se había ido y que se había sacado fotos de la cola con mi celular, donde agendó su número y con el nombre de “Sofi, vecinita petera”



hentai

0 comentários - Deannach Sióg - 004 - Tentación