Capítulo 15
Sí, no podía ser de otra manera. Si yo me quedé con ella sin querer…
¿Será?
Aunque, tranquilo, claro, también pudo haberse puesto otra.
¿Por qué?
Creo que me estoy enfermando ya…
Necesito hacer algo pronto, antes de que se me vaya todo de las manos.
La verdad es que si Alina está acá acostada conmigo, es porque es mi hermana y porque confía plenamente en mí, no porque me quiera calentar. O peor, que me quiera coger.
¡Es una locura!
Tengo que empezar a ocupar mi mente en otra cosa. Más que otra cosa, en otra persona.
Sé que este problema de perder la casa mantiene mi cabeza pensando todo el día. Pero cuando no maquino con eso, estoy ideando situaciones locas con Alina.
Sé que no es normal…
Jmmm…
Me está abrazando, encima, toda inocente. Y yo, con mi verga más dura que nuestra propia realidad financiera…
Ni siquiera imagino lo que podría pasar si bajara un poco su mano.
Ja…
No creo que eligiese volver aquí alguna otra vez si toca mi pene fortuitamente y nota la tremenda erección que llevo…
Entiendo que no le moleste cuando hacemos las fotos pero…
Bueno, tampoco lo entiendo en esos momentos, ja…
Que no le joda que ande la pija dura con ella me llama la atención. Sí, poderosamente. Para colmo, hace referencia a eso cómo si nada y todo es peor. Me calienta demasiado que lo haga.
Sin embargo, debo pensar en frío. Puede ser que lo haga solamente para que la situación no sea incómoda para mí y así, poder hacer mi trabajo de la mejor manera. Si al fin y al cabo, lo que ambos buscamos es reunir esa plata para poder salvar nuestra casa…
Sí, así debe ser…
Pero bueno…
Estoy a mil, lo sé. Y necesito bajar varios cambios.
Tal vez, una buena paja me ayude un poco. Hace tiempo que no lo hago y muero de ganas. Si hasta ahora me contuve de hacerlo es porque el origen de la excitación es Alina…
Me río solo…
Es difícil así.
De hecho, puedo sentir uno de sus pechos contra el márgen de mi cuerpo. Sé que no lleva corpiño, por lo que lo único que separa la piel de su pezón de mí, es la delgada tela de su remera.
Y si a eso le sumamos que puede que no tenga bombacha debajo…
Ufff…
Siento puntadas en el glande.
Creo que no voy a poder dormir esta noche. No así…
A diferencia de ella, claro, que ya lo hace plácidamente.
Los truenos se escuchan y los destellos de luz atraviesan mi ventana como en una película de terror.
Es cierto…
Ya había olvidado aquellas noches cuando éramos pequeños y Alina hacía lo mismo. Asustada, venía hacia mi habitación a dormir conmigo.
Claro está, siendo niños.
Con el tiempo, dejó de hacerlo, por supuesto.
Poco a poco se fue volviendo una mujer y ya no era lo mismo.
Sin embargo, ahora, acá estaba, otra vez…
No podía traicionar esa confianza siendo un pajero. No…
Me la iba a tener que aguantar.
Ya fue, basta…
Voy a dejar de pensar en estas cosas. Por mi bien. Bueno, el de todos…
Cierro los ojos, respirando profundamente. Es mi deber.
Estoy un buen rato, pero finalmente logro bajar mi erección y dormirme.
Me costó, ja…
Tuve que imaginar un partido de fútbol, jugadas, para poder hacerlo.
Lo de contar ovejas es una mentira…
Sólo al rato me vuelvo a despertar a causa de un rayo que se oyó fuerte.
Aún estaba oscuro.
Miré hacia el costado y Alina seguía dormida, ya no tan encima mío. Estaba boca abajo, con uno de sus brazos cruzado en mi pecho.
Bien…
Al menos no se despertó cómo yo, pensé.
Qué suerte, ja.
Ahora a intentar volver al mundo de los sueños, otra vez.
Medio que se había destapado y por ende, yo. Como estaba fresco, me moví para agarrar la sábana que había quedado un poco abajo.
Fue la peor decisión de mi vida…
Cuando me senté un poco en la cama para tomarla, observé que el remerón lo tenía algo subido.
Si tenía alguna posibilidad para volver a dormir, esta ya se había esfumado.
Todo mi cuerpo entró en estado de ebullición.
Alina tenía media cola destapada…
Y lo peor de todo es que… Era hermosa…
Suspiré profundamente al ver los cachetes de su cola casi descubiertos.
Se veían grandes, imponentes…
Tragué saliva observando con la luz que entraba al cuarto cómo se veía ese culo divino.
Dios mío…
El destino no me ayudaba…
¡Nada!
Desde ya que mi erección volvió y más fuerte que antes.
¿Qué iba a hacer ahora?
Ya la había visto…
Aún era demasiado pronto para asegurarme de que no tenía tanga. No se le veía completa la cola, por ende, no podía estar seguro.
Mi mente, en su lado más sucio, me decía “serciorate”.
¿Pero cómo iba a hacer eso?
Era un abuso…
No…
Aunque también la intriga era muy grande cómo para dejarla a un lado.
Era sólo levantar un poco su remera y comprobarlo…
Tampoco era tan grave ¿no?
¡Santo Dios!
En las cosas que pienso…
Estoy mal, muy mal…
Además, ponele que lo hago. Le levanto un poco la prenda y me aseguro que no tiene bombacha…
¿Qué hago con eso?
¿Soluciona algo?
¿Y si lo empeora todo?
¿Después cómo hago para seguir adelante habiendo hecho una cosa cómo esa?
No, no…
No puedo…
Ya siento bastante culpa por haberla visto tocándose. Aún no lo supero y no puedo sumar algo cómo eso.
Sería muy depravado de mi parte…
Es más, sé que lo voy a lamentar en el futuro. Más aún, si lo hago y veo que sí tiene bombacha puesta.
Mejor a pensar en otra cosa…
Todo esto está basado en una simple fantasía de pajero…
Lo más probable era que cuando se dio cuenta de que me llevé su tanga, se levantó y agarró otra.
Jaja…
Madre mía…
Ojalá nunca sepas las barbaridades en qué pensaba tu hijo…
Me estiré para tomar la sábana, sin mirar hacia la cola de Alina.
Si había algo de dignidad y compostura en mi ser, tenía que sacarlo a relucir…
Destrabé una parte que se encontraba en sus pies y la estiré hacia arriba para taparnos, pero despacio. A decir verdad, no quería que se despierte y me vea haciéndolo. Podría llegar a pensar que la estaba mirando y generar una situación de mierda al pedo…
Pero justo en ese instante, Alina se movió. Más que seguro, a causa de la sábana que salía debajo de su pie.
Dormida, respiró profundo y quitando su brazo de encima mío.
Duro me quedé…
No quise ni respirar…
“Que no me vea, que no me vea…” me repetía a mí mismo.
Fuu…
Por suerte no abrió sus ojos y solo se giró hacia el otro extremo, dándome la espalda completamente.
Zafé, pensé…
Inhalé y exhalé otra vez…
Qué suerte…
Lo que no me esperaba fue lo que pasó después, cuando continué estirando la sábana para taparnos.
No me había dado cuenta yo, pero en su maniobra…
En su maniobra, al girar, terminó por destapar su parte baja completamente.
Ahora sí, toda su cola estaba descubierta hasta la cintura.
Y no…
No tenía bombacha puesta…
Qué estupefacto, en lo que fue la primera vez en mi vida que me pasaba algo así.
No tenía…
Toda su cola estaba expuesta y más imponente que nunca.
Una punzada tremenda en mi verga, casi se lleva días y días de acumulación de calentura.
Para colmo de los colmos, el destello de un trueno volvió a iluminar la habitación.
Fue cómo si mi cerebro sacar una foto captura de uno de los mejores ortos que vi en toda mi existencia.
Sin dudas, una imagen que sería archivada en mi memoria por siempre…
¿Qué hacía así?
¿Cómo fue que no se puso nada?
Yo… No…
No me salen ni las palabras, estoy inmóvil observando esa terrible cola desnuda delante de mis ojos.
No sé cómo hacer para volver a acomodarme sin que ella pueda percibirlo y despertarse.
Me tiembla todo…
No quiero cargarla…
¡Dios!
Encima, la vista no se me va de allí…
Es tan… Grande.
Voluptuosa…
Ufff…
Ya está…
Esto es lo último que hago.
Puedo sentir cómo me recorre el sudor frío por el rostro…
Temperatura totalmente opuesta a la que se encuentra en otra parte de mi cuerpo.
Me duele…
Casi emitiendo una plegaria, me vuelvo a acomodar, quedando boca arriba en la cama, sin haber podido taparme y con una carpa tremenda que va a tardar siglos en bajarse.
No puedo hacer más nada ya…
No depende de mí…
Me quedo mirando el techo, mientras de reojo, puedo ver la piel aún de la cola de Alina desnuda.
¿Se va a quedar así por el resto de la noche?
Menos mal que cerramos la puerta con llave..
Me tiento en mirar, aunque se que no debo hacerlo.
Es una locura…
Mi verga da puntada cada tres o cuatro segundos y es lógico.
¿Qué hago?
¿La tapo?
No puedo dejarla así…
Su intimidad está completamente expuesta.
Inhalo y exhalo…
Con la mano me seco el sudor frío de la frente.
Nunca creí encontrarme en una situación así. Eso de no saber cómo manejarse sin mandarse una cagada monumental.
Pero sí sé una cosa…
Fue ella quién vino.
Y sin bombacha…
¿Es mi culpa que quede casi en pelotas?
Ya fue…
Tengo que taparla y si se despierta, que lo haga.
Al fin de cuentas yo no la mandé a venir a mi cama sin tanga. Tampoco puedo dejar que esté con el culo al aire toda la noche.
Claro…
Suspiro profundamente y vuelvo a sentarme en la cama.
Es imposible que no vea de refilón su cola.
Es cómo no ver un elefante dentro de un baño…
Dios…
Esto lo voy a recordar para siempre, pienso.
Qué pedazo de…
Bueno, a lo mío.
Tomo la sábana nuevamente.
Sé que no va cubrirla sin alertarla.
Pero ¿qué otra me queda?
Tomo coraje…
La parte que aún queda debajo de su pie es la más dificultosa.
Ya sé cómo sacarla…
Sin embargo, también sé y soy consciente del riesgo que ello implica…
La miro inevitablemente…
Tiene unos cachetes tremendos, que parecen muy firmes…
Inspiro…
Lo hago sin pensarlo más…
-A ver, Ali… Agarro la sábana…- Expreso casi temblando pero con mucha convicción.
Tomo la tela debajo de su pierna y la corro.
-Jmmm…- Hace ella moviéndola pero sin abrir los ojos.
La sábana sale…
¡Bien!
Se gira un poquito más, quedando totalmente de perfil invertido a mí.
No puede ser…
Lo que se ve eso…
Intento no distraerme y llevo la sábana bien hasta arriba.
No lo puedo creer…
¡Lo logré!
¡Sí! Jaja
Dios mío…
Qué calvario…
Finalmente la tapé…
Siento que ella suspira, seguramente totalmente sumergida en el mundo de los sueños.
Por fin…
Casi que caigo rendido contra el colchón.
¡Qué sufrimiento!
Ya está…
Ya está hecho…
Si mañana cuando amanece se encuentra desnuda, bueno… Eso será problema para mañana. Por lo pronto, ahora zafé…
Tengo la verga más dura que nunca y apuntando al techo.
Si ella me toca por accidente, lo va a notar.
Es una re carpa, je…
Mejor me giro hacia el otro lado.
Ahora no sé cómo voy a hacer para no rozar su cola con alguna parte de mi cuerpo.
En fin…
Lo peor ya pasó…
Sólo queda cerrar los ojos y tratar de dormir lo que pueda por el resto de la noche.
Si es que puedo…
Al otro día…
Cuando al día siguiente abrí los ojos, casi que pego un salto en la cama, ni bien recordé cómo me había dormido la noche anterior.
Me resalté…
Enseguida me di cuenta de que estaba sólo allí.
Claro, Alina ya se había levantado.
Menos mal, pensé.
Si estuviese enojada por algo, ya me hubiese despertado a los golpes o insultos, ja.
Ja…
No tengo recuerdos de Alina siendo agresiva conmigo…
Me quedo sentado en la cama.
Desde ya que me vienen los recuerdos de la madrugada anterior.
Suspiro pasándome la mano por el rostro.
Ya pasó…
Me levanto y me pongo algo de ropa para ir a desayunar.
Estoy seguro de que está todo bien.
Salgo de la habitación y camino por la casa.
Se escucha música bajita desde la cocina, así cómo las voces de mi vieja y Ali.
Al llegar, noto que se están riendo.
Je…
Otro buen síntoma de que todo está bien…
“Buen día” me dicen al unísono.
Lo primero que intento ver es la reacción de Alina en sus ojos.
Cuando me mira compruebo toda la verdad…
Eso no hace más que alegrarme por completo la mañana. De inmediato sentí esa complicidad cuando me pasó el omelette.
Podía percibir ese “gracias, por lo de anoche”.
Me sentí reconfortado. Muy…
Todo iba bien…
Vestía un short tipo calza, gris, recontra apretado y una remera negra sin mangas, que le llegaba hasta el ombligo.
Mientras comíamos y hablábamos cualquier boludez para luego arrancar a encarar el día, pensaba que podíamos seguir haciendo esas fotografías.
Estábamos cada vez más cerca…
Y nada mejor que continuar con la inercia de los resultados positivos que se venían dando.
Quizá se complicaba un poco en aquellos momentos en que nuestra madre estaba en casa. Ahí sí nos limitaba un poco…
Sin embargo, desde que se había enterado de que logramos la financiación, estaba más enérgica y salía más de casa. Por lo que nosotros, más allá de querer eso, que salga, se distraiga, aprovechamos cada oportunidad en la que mencionó su exilio, para intentar convencerla.
Ya más cerca del mediodía, y luego de realizar algunas labores domésticas, me fui para la habitación, para efectuar en la app de apuestas todas las predicciones que tenía ese fin de semana.
El ingreso no se podía comparar con los de Alina. Bueno, de ambos, cómo ella decía. Pero sumaban. Y no era algo para desperdiciar…
Puse algo de música y me senté en mi escritorio.
Cuando estaba por empezar, Alina me tocó el marco de la puerta, que dejé abierta.
-¿Estás ocupado?
-Iba a usar la app de apuestas ¿por?
-Ah, bueno, después hablamos si queres…
¿Hablamos? pensé.
¿De qué?
-¿De? Jaja…- Me salió la risita nerviosa.
-No, no… De la otra fuente de ingreso jaja…- Exclamó con gracia y algo de verguenza.
-Ah jaja… Bueno, dale…
-Parece que mamá sale a la tarde…
-Esa vieja tiene algo…- Expresé con gracia
-¡Mejor! Jaja
Esa sonrisa brillosa era hermosa.
Muy adictiva.
-Pero bueno, podríamos ganar tiempo… Digo… Proyectando…
Sonreí de costado.
-Bueno… Dale… Pasá… Lo vemos…
La mueca en su rostro lo dijo todo, cómo también su siguiente movimiento de cerrar la puerta.
Ufff…
Encima le vi la cola toda marcada…
¿Seguía sin…?
Dios…
No…
Basta…
Se sentó en el borde de mi cama y yo me giré con la silla.
-¿Dormiste bien?.- Me preguntó misteriosamente.
-Eh… Sí, sí… ¿Por?
Me miró, sonriendo.
¿No será qué…?
Me la quedé observando unos instantes interminables.
-No sé, digo… Por la intrusa en tu cama…
Respiré.
-Ah, no jaja… Todo bien…
-¿Seguro?
-Sí, sí… ¿Vos?.- Tragué saliva.
-Sí… Bueno… Las tormentas fuertes me dan cagazo… Pero sí…
-Jeje bien…
-En fin… ¿Pensaste en algo más?
-No, todavía no… Cómo está mamá por ahí jaja
-Claro, obvio… Igual, estoy tirando con las otras imágenes…
-Ok…
-Ya quiero llegar a los 10 mil dólares… Tengo mucha ansiedad…
-Lo veo jaja
-¡Sí!
-¿Entró algo más de ayer?
-Creo que sí… De a partecitas…
-¡Bien!
-Calculo que con el tiempo se van a ir sumando más clientes…- Exclamó con gracia.
-Jaja ¿clientes?
Se tió, tentada.
Pero tan alejada de la realidad no estaba…
-Sí, sé cómo suena…
-Jaja
-Por eso no quiero desaprovechar a los dos que más se contactan…
-El que te pide desnudos y el otro…
-Jaja ¡claro!
-Deeomio…
-No hay que perderlo, gordo jaja
-Hay que manejarlo
-Jaja sí… Pero…- Exclamó, deteniéndose con cara de culposa.
¿Qué onda? pensé.
-¿Qué pasa? Jaja
-Ya sé lo que hablamos, eh… Antes que digas algo…
-Jaja ¿por qué pienso que no nos vamos a poner de acuerdo?
-Solo digo… Que podríamos considerarlo…
-Ali…
-Bancá… Así cómo manejamos la foto en la cama… Podemos hacerlo… Algo me dice que este la pone toda, eh jaja
-Jaja ¿te volvió a pedir, no?
-No… Pero siento que en algún momento lo va a hacer…
Suspiré.
-Después… Después lo vemos… Quizá no te pide…
-Pero si lo hace… Pensá que puede ser mucha plata… Nos sirve…
-Lo sé… Pero una cosa es que te vea en paños menores… Otra que te vea en pelotas completa… Sin mencionar que queres que te las saque yo jaja
-Es que sola no puedo… No es lo mismo y lo sabes…
-Está bien…
-Además…
-¿Además, qué?
Se tardó unos segundos.
-No, nada… Estuvimos sacando fotos picantes… Tampoco creo que sea algo tan grave…
Yo la miraba…
Entendía su ansiedad, pero era un extremo al que no quería llegar. No, si no era un último recurso.
-Llegado el caso, lo voy a estudiar…
-¿Sí?
-Sí…
-¿No me mentís?.- Preguntó, tierna…
-No jaja
Se rió, tentada y algo ruborizada.
-A mi también me da vergüenza, eh… No te olvides de eso… Solo que no pienso aún en esa parte jaja
-Ya veo…
Otra vez, me miró algo extraño…
Cómo si quisiera decirme algo.
Me pregunto qué era…
De todas maneras, se hizo la otra.
-Bueno, te prometo que lo estudiaré jaja
-Oki…
Miró mi cama un instante.
Luego, se rió.
¿Qué onda?
¿Qué le pasaba?
-¿Qué? Jaja
-No, nada, nada…
-Desde que la mañana que me miras raro…
Tragó saliva, observándome algo avergonzada. Me di cuenta de eso.
-¿Qué pasa?
-Nada… Hoy… Hoy cuando me desperté…
Ufff…
Ya sabía que era eso.
Claro, se levantó con el culo al aire, pensé.
La mirada en su rostro era tan pudorosa cómo excitante…
-Antes que digas algo… Casi ni te vi… Por las dudas… Jaja…- Le dije en tono gracioso.
-¿Cómo, nene? Jaja
-Sé que me llevé tu tanga sin querer… Pero te podrías haber puesta otra, también…- Le expresé cómo diciendo “dale”.
Su expresión se transformó completamente.
Inédita…
Pareció que sus pupilas se dilataron de golpe.
Con mucho asombro expresó:
-Yo te iba a decir que tenías el amiguito parado a full… Y me pareció gracioso… Eso…- Exclamó para hacerme sentir un escalofrío enorme.
Fue un frío paralizador que me recorrió todo el cuerpo, de punta a punta.
No me salía el habla…
¿Qué mierda le decía ahora?
-Ahh… Sí, pasa… Jeje…- Atiné a responder mientras ella se ruborizaba más y más.
-Sí, lo sé…
¡Trágame tierra!
De golpe volvió a abrir sus ojos.
Y su boca…
-¿Entonces quiere decir que…?
Se le formó una mueca de sorpresa.
Cómo que recién caía…
Yo me quedé quieto, sin emitir palabra.
-¿Quiere decir que me viste, pendejo? Tenía el culo al aire cuando me desperté…- Exclamó, incrédula.
Dios…
-Eh… No… Yo…
-¿Qué, no? No te hagas el boludo ahora…
-Pero… Ali…
Me miraba, tapándose la boca y llenando más y más de rubor sus mejillas.
¿Y ahora?
Si yo no tenía la culpa…
-Con razón esa cara de zorrito…
-No… Es que jaja…
-Encima te reís, desubicado…
-¿Yo?
-¿Quién más, sucio?.- Me pegó en el brazo. Aunque me pareció en joda, cómo si dijera “¡increíble!”
-Jaja… Pero vos viniste así… ¿Qué culpa tengo?
-Alguien se llevó mi tanga…
-Claro… Es la única que tenes…
Me miró y no contuvo la risa.
-Ahh ¿viste? Me decís a mí…
-Te juro que no me di cuenta… Me re olvidé que no tenía…
-Jaja ¡Dios!
-Espero que no te hayas quedado bien cómo un pajerito…
-Lo mismo digo yo…
Abrió sus ojos.
-¿Eh? ¿Yo, por qué?
-¿Qué me dijiste hace unos segundos? ¿Qué viste cuando te despertaste?
Nuevamente, pareció tentarse de la risa.
-Bueeno… No es lo mismo…
-Claramente lo es…
-¿Seguro?.- Y me hizo ojos de pervertida.
Me encantó.
-Jaja obvio… Estaba oscuro cuando me desperté destapado y te vi… No me quedó otra… Además, después te tapé… ¡De nada!
Me miró, aún con cierto tono de timidez.
-Ok… Tenes razón… Me la mandé yo por venir así…
-Jaja… ¡Claro!
-Pero vos… Sabiendo que tu sister está al lado tuyo… No podes andar todo duro por ahí abajo…-
Ufff…
Esas palabras que usaba…
¿Con qué necesidad?
-¿Cómo hago? Explicame… Si estoy dormido…
Bajó su mirada al mejor estilo de Zaira Nara y me vio.
-Cómo si no te pasara cuando estás despierto… Tomando las fotos…
Ahora el que se puso todo rojo fui yo.
Un calor tremendo se adueñó de mi rostro.
Cuánta razón…
Lo que decíamos entre líneas era muy cachondo.
-Bueno jaja… Estamos iguales…
-¡Obvio, nene!
-Pero no respondiste…
-¿Qué cosa?.- Me preguntó, intrigada.
-Si me miraste como una pajera…- Arremetí, tentado.
-¡Nene!.- Me gritó, pegándome en la pierna, pero más fuerte que antes.
-Auuchh… Pará…
-Sucio… ¡No!.- Se rió, colorada.
-Eso espero…
-¿Ah, sí?
-¡Obvio, nena!.- Le dije provocando su risa.
-Vos estabas en calzones al menos… Vos me viste el culo al aire… ¿Qué tanto viste, eh? Decime…-
-Jaja nada… Un poco de costado… Estabas… De perfil…
Se relamió, algo nerviosa.
Dios…
¿Por qué hizo ese gesto?
-¿Nada más?
-No vi nada más… Además, estaba oscuro… Y te tapé enseguida…
-Ok…
-¡Más vale que “ok”!
-¡Tarado!.- Hizo mordiéndose y golpeándome, aunque mucho más cariñosamente.
Me reí.
-Ahora pienso un pienso un par de fotos para hoy…
-Sí… Es lo menos que podes hacer…- Exclamó, cómplice.
Admito que disfrutaba mucho de esto…
Mucho…
-Jaja… No soy el único que debe, eh…- La miré socarronamente.
-Estamos a mano si cada vez que me vas a sacar una foto se te pa…- Se detuvo.
-Jaja…
-¡Tonto! Jaja
Nos reímos, ambos ruborizados, a decir verdad.
-Tenías razón con que sería divertido…- Le expresé.
-Sí, mal…
Se mordió el labio inferior.
-Ah… Tengo algo para vos…
Me miró.
Estiré mi brazo y abrí el cajón de mi mesa de luz.
Tomé lo que estaba allí y se lo lancé.
-Esto es tuyo…
Era su tanga.
La cara que puso fue muy graciosa.
Onda, deschavada.
No pudo evitar la risa.
Debo decir que era muy lindo verla sonreír de esa manera.
-¿Qué me tiras? Pendejo…- Me la revoleó en la cara.
¿Está loca ésta? Pensé.
Me la saqué, aunque llegando a percibir cierto olorcito humano.
No podía ser…
Me acababa de tirar su tanga en la cara…
-Pensá en fotos copadas… Quiero llegar a 10 ya jeje…- Exclamó levantándose.
Yo, que no salía de mi asombro, solo me reí.
-Ok jaja
-¡Pervertido!.- Expresó mientras se iba
-Jaja ¿yo?
-Sí, vos…
-¿Por qué?
- Lo primero que veo cuando me despierto… Es a vos en bóxer y con el pitote parado…- Exclamó tentada.
-Pero por qué no…- Me detuve
Abrí mis ojos como un sapo.
¿Dijo “pitote”?
Creo que por mi cara me vendí.
-¿Pitote?.- Le pregunté súper sorprendido.
Su reacción fue una más para el recuerdo.
No sabía dónde meterse.
-No… Bueno… Vos…- Expresaba sin poder mirarme y contener la risa.
¿O sea que pensaba que yo…?
Ja…
Enseguida se me puso el miembro como un roble.
No lo podía comprender.
-¿Yo qué? Jaja
-Nada… Mejor callate… Utilizá tu ingenio… Así hacemos eso…- Expresó abriendo la puerta.
Era claro que se había puesto nerviosa.
Jmmm…
¿Habrá sido un yerro o en realidad pensaba eso de mí? Je…
-Jaja dale… Ah… Tomá, llevate esto…
Se giró.
Hice el ademán para lanzarla hacia ella.
-No, tenela…
¿Eh?
¿Cómo que la tenga?
La miré con ojos de sospecha.
-Inspiración…- Exclamó guiñándome el ojo.
Whaaaaat????
Inspiración jaja…
Eso era nuevo…
Pero…
¿Qué le pasa a esta piba? pensé.
Las fotos…
Sus dichos sobre mi verga…
¿Ahora me deja su tanga?
Ja…
No es que nunca haya tocado una prenda íntima de ella, claro.
Por ejemplo, en numerosas ocasiones cuando me tocaba lavar la ropa en casa, he tomado contacto con prendas de ella, como así también, ella lo ha hecho con la mía…
Pero obvio…
Esto era distinto…
Muy diferente.
Otro nivel, ja…
Sin embargo, no puedo dejar de mencionar lo extremadamente excitante que era que ella sea tan cómplice con estas cosas…
Las referencias a mis erecciones…
Que se haya dado cuenta que le vi la cola desnuda…
¡Dios!
Necesito coger de inmediato…
Tengo demasiada calentura acumulada y me va a hacer muy mal.
¿Me dará bola mi ex? Ja. No lo creo…
Luego del gesto compinche de Alina, me puse con el tema de las apuestas deportivas.
Claro que también, ideé algunas capturas más para su colección.
Era excluyente que mi vieja no estuviera en casa…
Primero, para mayor tranquilidad y distendimiento y, segundo, para poder utilizar todos los espacios posibles.
Ya tenía un par en mente…
Me parecía muy bizarro la manera en que trabajaba en mi escritorio.
Con la pija erecta y la tanga de Alina a un costado del teclado.
Ja…
¡Increíble!
Aún no puedo sacar de mi cabeza esa frase que tiró.
“Inspiración”
¿Lo habrá querido decir?
¿O simplemente le salió así por andar cachonda?
Porque ya no me quedaba duda de que así era.
Pero bueno…
Si estaba feliz, no me importaba más nada.
No quería por nada del mundo, volver a ver ese gesto apagado y de suma tristeza en su rostro.
Me preguntaba si andaba con alguien…
Ja…
¿Qué me importaba, no?
Yo, por mi parte, hace un tiempito que no andaba en ninguna.
Esto de la casa ocupó mi cabeza realmente.
En lo único que pensaba era en juntar la plata, cómo fuera…
Así las cosas, el día fue pasando.
Ya había efectuado las predicciones de los resultados de fútbol y me tiré en la cama un rato.
Miré hacia la ventana y noté que la tormenta parecía tomarse un respiro. Ya no se veía tan oscuro.
Jmm…
Se me vino a la cabeza una idea un poco arriesgada.
La anoté…
No sé si se iba a animar a hacerla, ja.
No era zarpada, pero sí algo “riesgosa” por el sitio elegido.
Mmm…
Ya veremos…
Me acomodé el ganso y seguí pensando.
Podría ser una en el baño, también. En la ducha…
Desde ya que es una imagen predecible, pero siempre se le puede agregar el toque especial de ingenio.
Sí, me gusta esa idea.
Anotada…
Después de un rato, ya tenía unas muy buenas posibles fotos.
A Alina seguramente le iban a gustar.
Mientras agregaba algunos detalles en mi bloc de notas, ella me escribió.
“Gor
Vení a mi habitación
Ya
😳😳😳😳”
Admito que cuando vi esos emojis, la intriga me invadió.
¿Qué quería ahora?
YO: Jjjaja qué pasóooooo
ALI: Vení, dale!
ALI: Es urgente!
¿Urgente?
¿Tanto?
YO: Justo me tiré un rato
YO: Qué pasó?
ALI: Te quiero decir algo importante
ALI: Dale, vení!
ALI: 😱
YO: Entró más plata? jaja
ALI: Veniiiiiiiiiiiiii
Me reí.
Qué hincha pelotas, pensé.
¿Ahora qué le pasaba?
Sin más preámbulos, decidí ir a su habitación.
Caminé por el pasillo el corto tramo hasta su puerta y la llamé, despacio.
-Pasá, dale… Rápido…
Abrí la puerta y entré.
Ella estaba sentada en la cama, con la misma ropa que antes y la notebook en sus piernas.
-Sentate…- Me dijo como si se hubiera enterado de algo terrible.
Me reí.
-¿Tanto misterio?
Me senté en el otro extremo de la cama.
-¿Estás listo?
-Jaja… A ver…
-Me acaba de hablar el yankee-uruguayo…
-¿Y?
Se relamió, viéndome muy seria.
ALI: Me acaba de decir que si le envío una foto desnuda, nos paga mil dólares…
La miré.
¿Cómo?
¿Mil dólares?
-Ali… ¿Cómo te va a pagar mil dólares una foto?
-Eso mismo…
-¿Quién paga una foto en bolas de alguien mil dólares? Jaja
-Alguien con plata y fetiches…- Expresó bajando levemente la cabeza.
Me pasé la mano por la cara.
Ja…
Mil dólares…
-¿Estás segura de que queres hacer eso?
-Mil dólares jaja
-¿Y estás segura de que te los va a pagar? Jaja
-Mirá…-
Giró su notebook y me mostró parte del chat. En él, decía explícitamente que le pagaría con anterioridad al envío.
Suspiré.
-La gente de plata y sus fetiches…
-Pensalo… Con tu ingenio vamos a poder sacar algo bueno, sin… Sin exponerme tanto jaja
-¿Qué parte de “desnuda” no entendiste de su petitud? Jaja… Ya pensé en otras fotos para hacer, además…
-Bueno… Ya sé… Pero la otra vez también pidió una así y le buscamos la vuelta para que no sea tan… Tan porno jaja…- Exclamó, algo nerviosa.
Vi que escribía algo en la notebook.
-¿Qué haces? Jaja
-Nada jaja
-¿No le estarás diciendo que sí, no?
-¡Noo! Jaja… Solo que lo estoy pensando
La miré.
-¡Ali!
-Son mil dólares… Ya casi estamos cerca de los 10… No pensemos en otra cosa…
-Pero falta una banda para el pago del anticipo… Podemos llegar sin problemas…
-También podemos juntar lo más posible para estar tranquilos, gor…
-No sé… No me gusta mucho eso…
-Además…
La miré.
-¿Qué?
-No sería algo nuevo…
-¿Qué cosa?
-Que me veas desnuda, digo…
Abrí mis ojos como un sapo.
¿Eh?
-¿Cómo?
-¿Te recuerdo lo de anoche?
De no creer.
Otra vez ese temblor en el cuerpo.
Parecía muy convencida de hacerlo.
Yo no estaba nada seguro.
-Pero… A ver… Tiene que ser algo que no sea explícito, desde ya te lo digo…
-¿En qué sentido?
-No quiero ver tus… Tus partes… ¿Entendes?
Tragó saliva y se corrió el largo cabello del rostro.
Creo que se dio cuenta de lo que me refería…
-No, obvio, sí…- Respondió, nerviosa.
-Eso desde el vamos…
-No había pensando en eso…
-¿Y…? De otra forma, imposible…
-Por eso te digo que necesito de tu mente creativa…
-No sé…- Miré el borde de la cama.
No lo quise hacer, me salió automático.
-¿Qué? ¿Qué pensaste?
-Jaja nada… Nada…
-Seguro que no…
-Pero tendría que ser de esta manera… Vos… Vos… Yo me doy vuelta… Vos te destapas, saco la foto, me volteo otra vez y te volves a tapar ¿entendiste, no?.- Le dije todo rojo.
Ella me miró de la misma manera, toda colorada en el rostro.
-Sí, sí… Obvio…- Respondió, tocándose el pelo otra vez.
No podía creer lo que le decía.
¿La iba a hacer?
Era demasiado…
Un nivel muy alto.
Por más que fuera sólo un segundo, al momento de capturarla, la iba a ver.
No quería hacerlo…
Por más que mis instintos más bajos me hicieran creer lo contrario.
Era… Era un exceso…
-Pero no sé… Es demasiado…
-Sé que es… Jaja… Muy atrevido… Pero es lo que buscamos, gor
Suspiré casi como nunca diría.
Era mucho…
-No, no sé…
Ambos nos miramos.
Sabíamos que era algo sin precedentes.
“Chicos…” se escuchó fuera de la habitación.
Era mi vieja.
“¿Qué?” dijimos al mismo tiempo.
A lo que ella respondió:
“Me voy… A la noche vuelvo…”.
Fue tal el silencio que se generó entre ambos, que oímos cómo bajó las escaleras, abrió la puerta de entradas y salió de la casa.
Ella automáticamente me miró. Lo hizo con un pánico terrible que le modificaba todo el rostro.
¿Qué me quería decir?
-Son 10 mil dólares…- Manifestó como si dijera “dale, boludo” y dejó la notebook al costado.
-¿Y qué tiene? ¿Qué haces? Jaja…
-Dale… Vamos a hacerla…
-¿Eh?
Todos mis sentidos se agudizaron.
-Sí, dale…
-¿Qué? ¿Ahora?
-Sí… Ya sé que pensaste en una… La cámara está cargada…
Se levantó de la cama.
Yo me quedé observándola cómo un zombie.
¿De verdad lo quería hacer?
-Pero…
-Nada.. No quiero pensar ahora… Hagámoslo…
Se giró y tipeó algo en la notebook
-Pará, Ali… Pensá un segundo jaja
-Ya le dije que sí…
Tragué saliva por enésima vez.
No…
Tenía que estar bromeando.
-Dale, gor… Hagámosla antes de que me arrepienta…
Fue entonces que la vi a los ojos.
Dios…
Ese rostro de incertidumbre, de vergüenza y anhelo.
Me mató…
Tan hermosa y con la fuerza de voluntad en el cielo.
¿Cómo negarme?
Miró a su notebook.
-¿Qué? ¿Qué te puso?
-Nada… Unos emojis… Dice que ya me transfiere los mil… Que ansía la foto…
Comencé a sudar…
Yo tenía una posible imagen en mi cabeza pero…
¿Estaba bien esto?
Se trataba de Alina, no de una cliente…
Dios santo…
-¿Lo hacemos?.- Me preguntó, avergonzada.
Verla así, me rompió a la mitad.
Encima, estaba hecha una bebota…
-Ok…- Le respondí sin pensar.
No podía creer que le había dicho que sí.
El brillo inmediato en sus ojos se hizo sentir. Contra todo pronóstico, fue una fuente de combustible para hacerlo.
Sin perder el tiempo, fui a la ventana.
Cerré un poco la cortina, para que entre apenas luz en el cuarto.
Ella me observaba con mucha admiración. Bueno, eso decía el gesto grabado en su mueca.
Yo trataba de ni mirarla por la vergüenza que tenía.
-¿Qué hago? Jeje
Jmmm…
-Emm… Vos… Ahí… Al costado de la cama… Tirá la sábana de arriba al piso y ponete cómo de rodillas, apoyada en el colchón.
Al oírme, sus pupilas se dilataron in extremis.
Pasó la lengua por sus labios y se fue a acomodar donde le dije, mientras yo encendía la cámara.
El cuarto lucía más oscuro, pero era la idea. No iba a usar flash.
-¿Así?.- Me preguntó.
-Sí, exacto…
-Ya voy conociendo tu visión ¿viste? Jaja…- Exclamó cómplice.
A mi se me caía la cara del pudor, pero aún así, le sonreí.
-Bueno… Avisame cuando estés listo así me… Me… Eso…
Ufff…
Esto lo voy a recordar siempre, pensé.
-Dale…
Acomodé la cámara con el trípode.
Quería acomodarla en un punto fijo para evitar tener que estar buscando el ángulo perfecto durante tanto tiempo.
Luego de unos segundos, lo hallé.
-Listo, Ali… Cuando quieras…- Le dije observando la reacción en su rostro.
-Oki…- Respondió.
En verdad lo íbamos a hacer.
Inentendible…
Debía cancelar todo de inmediato. Eso era lo que sentía.
Pero por otro lado, estaría destruyendo su ilusión y todo el sacrificio que veníamos haciendo los dos.
Me di vuelta y oí cómo comenzaba a quitarse la ropa.
Oofff…
Me era inevitable ver cómo mi verga comenzaba a pararse de forma sobrenatural.
Para colmo, llevaba un short y se iba a notar muy fácil…
Fue muy erótico, admito, estar en esa situación.
Escuchar sus movimientos y la ropa caer el suelo, fue de lo más cachondo que tuve en la vida. En verdad.
Por la forma en que decidimos tomar la fotografía, la cola, al menos, se la iba a ver. Era inevitable.
Bueno, también sé que pudo ser peor.
Y cuando dijo “estoy” casi me caigo.
Puta madre…
¿Cómo hago para hacer esto?
Para colmo, mi excitación era demasiado grande. Demasiado…
-¿Te acomodaste ya?
-Sí…
-Ok… ¿Segura, no?
-Sí… Vaya posición elegiste, eh…
-No empieces, por favor jaja
-Solo digo, sucio jaja…
-Me voy a girar…
-Dale… Parece que sirvió de algo la inspiración…- Expresó de manera muy pícara. Como si dijera “zorro, vos sí que le sacaste provecho”.
-No me digas así jaja
-Perdón, no sé lo que digo… Estoy nerviosa también… Estoy en pelotas, te recuerdo…-
Todo eso, sin siquiera verla aún, era muy pero muy caliente.
Ya no sentía la cabeza de la pija por el dolor…
-Ok… Ahí me fijo… Tratá de no moverte…
-Oki…
Fue entonces que comencé a girarme, sintiendo un incremento de mis palpitaciones.
Todo lo que hubiera imaginado que me pasaría, distaba mucho de lo que en realidad me iba a ocurrir.
Apenas cuando giré y vi el cuerpo desnudo de Alina, agachada junto a la cama, sentí que me iba a ir en una eyaculación espontánea.
Peor de lo que imaginé…
No solamente me embelesó su cuerpo completo, sino que cuando la vi en esa forma, sacando cola terriblemente, sin nada que la cubra, tardé mucho más de la cuenta en colocar mi ojo en la cámara.
No pude…
Por primera vez, la estaba viendo completamente desnuda y eso…
Eso era hermoso…
3 comentários - Alina. Capítulo 15