Mi primera orgia (relato erótico verdadero)

Buenas gente, es hermoso escribir por acá porque estamos todos en la misma, todos buscando algo que nos haga prender fuego y hacernos una hermosa paja. Buenos les vengo a contar un poco sobre mi primera orgia. 


Soy un tipo de casi 30 años, grandote y pesado, pero con un cuerpo formado por el deporte. No soy gordo, pero tampoco musculado. Siempre he logrado congeniar con mujeres muy lindas y mi pareja es el fiel ejemplo de ello. Resulta que desde siempre me gusta el sexo en todas sus formas y soy de intentar explorar todo lo que puedo. El año pasado (2023) invité a vivir conmigo a mi novia, ella aceptó así que, de un mes para otro, estábamos viviendo juntos y explorando nuestra vida de convivientes. Pasábamos mucho tiempo juntos y el sexo era un tema de conversación recurrente; entre esas charlas de ida y vuelta, se me ocurrió tocar el tema swinger y comenzamos a indagar. A medida que hablábamos más del tema, nos excitábamos bastante. El solo hecho de pensar en esas situaciones nos había puesto a los dos bastante calientes. Mi novia me empezó a comentar que le gustaría que le haga cosas y a mí eso me ponía como loco. Me decía cosas como que le gustaría que mientras yo la tuviera arriba mío con la pija adentro, una chica le chupe toda la conchita, y que yo no parara de meterla y sacarla. Cosas como esas llevaron a que el tema swinger se volviera más recurrente en nuestros deseos. Al punto que buscando en Instagram logré dar con una primera aproximación al universo swinger: una sexóloga que parece que organiza encuentros de ese estilo. Así que se lo mostré y, ansiosos por el descubrimiento, nos pusimos en contacto con la señora. Luego de pactar una entrevista, ella pretendía que nosotros estuviéramos aptos para eso, acordamos con la señora que nos avisaría de una próxima fiesta para que pudiéramos ir.

Sin explayarme mucho más en eso, adelantemos un poco el tiempo. La fiesta no aparecía y nuestra ansiedad, más que nada la mía, no estaba ayudando. Entonces, comenzamos por hacernos un perfil de pareja en Instagram, administrado por los dos, y comenzamos a seguir gente del "ambiente". Entre idas y vueltas, follows y chats randoms, logramos dar con una pareja que nos mencionó una juntada en una ciudad próxima a donde vivimos y que iban a hablar con los anfitriones para ver si nos invitaban. Pasaron los días y el mensaje al fin llegó: nos dijeron que habláramos directamente con los anfitriones de la fiesta, quienes sin demasiadas vueltas nos invitaron a la fiesta.

Llegó el día, los nervios nos comían, bueno, por lo menos a mí. Mi novia estaba mucho más relajada de lo normal, eso me tranquilizaba. Llegamos al lugar y nos recibe el dueño de la casa, un tipo de unos 40 años, con un cuerpo normal y muy carismático. Cuando entramos, vemos en una mesa del comedor sentados a todos los invitados, entre ellos la pareja que nos invitó, un señor solo, amigo del grupo, una chica sola amiga de los anfitriones y la esposa, dueña de la casa.

Comenzó la charla y a conocernos entre todos. Nos comentaban un poco del mundillo este y de a poco me iba aflojando. Como soy una persona muy observadora, a medida que evolucionaban las charlas, yo iba viendo las caras de todos y sus gestos cuando veían a mi mujer. Todos, hombres y mujeres, la deseaban mucho, la miraban y se mordían los labios, la miraban de arriba a abajo. Sin exagerar, mi mujer tiene un cuerpo perfecto: tetas estéticas, una cinturita chiquita, falquita y un culo espectacular.

Previo a contarles cómo comenzó todo, les voy a describir a las personas que estaban ahí:

La pareja que nos invitó, vamos a decirles Juli y Pablo, eran normales. No quiero ser malo, pero ningún rasgo en ellos los hacía resaltar sobre el resto, sin ir más lejos, yo me considero dentro de ese grupo. Juli era pequeñita y rellenita en la medida justa, tenía un culo muy rico y unas tetas propias de su cuerpo. Pablo era más normal, parecía que entrenaba pero nada más.

La segunda pareja eran los anfitriones. El tipo que nos recibió no tenía más características que las que les describí arriba. Era un loco que te compraba con la labia, llevaba todas las conversaciones y manejaba la juntada con una soltura y una liviandad que te hacía sentir muy a gusto. Su mujer era muy callada, no recuerdo su voz. En cuanto a su físico, era una mujer de unos 40 años con un cuerpo trabajado y tetas hechas, en conclusión, un buen cuerpo para su edad.

Y por último, los dos invitados solos: la chica era gordita y muy seductora, mientras que el otro señor era un tanto extraño. A nosotros nunca nos cerró mucho.

Pasaban los minutos de la noche y se aproximaba la hora de la verdad; después de fumar los cigarrillos felices y tomar unos ricos vinos, la cosa se puso más hot. La chica que nos había invitado y la anfitriona de la casa se pararon y disimuladamente se aproximaron a un calefactor. Después de unos minutos de charla, la invitan a mi señora a pararse con ellas ahí, con la excusa de que hacía frío. Cuando mi mujer se para y queda entre medio de ellas, de a poco le empiezan a sacar su abrigo y quedan las tres muy juntitas, pero todavía no había nada sexual. Pasado ese momento de seducción plena, la agarran de la mano y se la llevan al cuarto, llamando también a la chica que estaba sola, y dejándonos a los hombres solos en el living, charlando y tomando algo más.

Pasados un rato, los tipos, con mas experiencia que yo, me dicen que las vaya a a ver a la habitación para que vea lo que estaban haciendo. Cuando llego a la habitacion, presencio uno de los momentos que pienso tener en mi memoria de por vida. En el centro de la habitacionalita una cama, en esa cama estaba mi novia arrodillada en el medio y a su alrededor tenia a las 3 mujeres besándola y chupándola todo lo que se imaginen, la tocaban, la besaban y no le dejaron un centímetro si lamer. Fue algo extraordinario y muy muy excitante, realmente nunca espere llegar a eso en mi vida, la estaba viendo a mi mujer gozar de una forma que yo nunca le podía dar y eso me excitaba cada vez mas. 
Cuando vuelvo a ver a los muchachos les digo que pasemos todos a la habitación, yo ya no daba mas, la pija estaba que me explotaba adentro del pantalón. Cuando todos nos metimos adentro de la habitación, nos empezamos a desnudar y comenzó la fiesta. No hay forma de explicar la sensación de ver a mi mujer sentada arriba de la cara de una de las chicas, gimiendo a mas no poder, mientras la anfitriona le comia la boca, acto seguido, aparece el dueño de la casa y les pone la pija a las dos entre la boca, les agarra la boca y hace que le chupen pija mientras se chapaban entre ellas. 

A todo esto, yo no podía más de la excitación, pero estaba tan nervioso que no se me paraba la pija. En el revoltijo me había quedado con la chica sola, que físicamente era la que menos me gustaba. Sin embargo, lo logré sacar adelante y mientras le daba en misionero a la gordita, me chapaba a mi señora y le chupaba las tetas a la dueña de la casa. Realmente era un buffet libre de sexo, a donde mirabas o tocabas encontrabas placer. Fue algo increíble.

Pasados unos minutos de este primer round y básicamente escuchando gemidos ensordecedores de mi mujer y las otras, frenamos para tomar agua y charlar un ratito. En ese ratito a solas que tuvimos con mi señora, le pedí que por favor me pajeara porque no se me paraba del todo dura y sentía que no estaba disfrutando mucho.

Al momento del segundo round, me subo a mi mujer encima y empiezo a cogerla muy sexy en el centro de la cama. En ese instante, la dueña de la casa se acerca y empieza a chuparnos en la zona donde entraba y salía mi pija. Fue increíble, al punto que mi mujer se corrió, se acostó a mi lado y la señora me empezó a hacer una garganta profunda sin previo aviso. Después de un rato de succionarme todo, la acosté en la cama y empecé a cogerla con ella boca abajo. Estuvimos unos minutos y decidimos cambiar de pareja. Llegó la última chica que quedaba. Al principio, la empecé a coger bien pegada al borde de la cama, y como soy muy alto, me quedaban las piernas muy flexionadas y empecé a acalambrarme. No dije nada y me lo aguanté para no quedar como un virgen. Después de un rato, le dije que me abrazara y se agarrara fuerte, así que la levanté y la acomodé bien arriba de la cama. Ahí le pude dar fuerte y bien, y empezó a gemir como una loca, al punto que para silenciarla, apareció el dueño de la casa, que se arrodilló en la cama y empezó a meterle la pija en la boca. Eso, lejos de silenciarla, la excitó mucho más y empezó a acabar con fuerza. A todo esto, mi novia nos miraba muy complacida mientras el señor que estaba solo le comía todo el culo. Después de una segunda ronda muy intensa con mi novia, decidimos abandonar. Eran ya las 5 am, una noche de muchos nervios y debut en este mundillo. Decidimos cambiarnos y volver a casa.

Realmente fue una experiencia única, nunca me imagine algo asi, mis nervios hicieron que no acabe pero me fui tranquilo por la experiencia vivida y porque vi a mi mujer gozar como solo yo la hago gozar, pero fue por otras personas, una sensación difícil de transmitir peor me éxito por demás. 

Si llegaron hasta acá, les digo muchas gracias, espero que les haya gustado y si pueden con la mano libre que les queda manden unos puntitos.

Próximamente les traigo fotos de mi señora y si consigo de esa orgia bestial.

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