Mi cuñadita Cielo Riveros lokita putita 5

 

Mi cuñadita Cielo Riveros lokita putita 5

-          ¿Que?... ufff amor que susto… resopleagitado, Vale estaba al borde de la cama.
 
-          ¿Mi hermana te sigue molestandocuando duermes?... pregunto molestándose.
 
-          No… no… (solo cuando te vas se sube ami verga)… para nada… dije disimulando, luego agregue: ¿Pero qué haces aquí?...no deberías estar trabajando…
 
Me sentí agitado,si Vale se aparecía así en cualquier momento, que hubiera sido si entraba en eldepa mientras me clavaba a su hermanita hasta las tripas… como Vale no medejaba, pero Cielo Riveros ahora me pedía exclusividad anal ahora.
 
-          Mi jefa me dio permiso para venir acomer un rato… ya que me dejo sin vacaciones… dijo algo incomoda.
 
-          ¿Es solo eso?... bueno al menos yoconocía cuando ella me ocultaba algo.
 
-          Ay… bueno Danny… que vergüenza… medijo sonrojada.
 
-          Dime… ¿Qué paso?... pregunteintrigado.
 
Sabía que habíavarios en su trabajo que querían caerle, y yo les quería caer a golpes… quizásmientras yo juego a inaugurar a su hermanita… a ella la andan rondando loslobos de su oficina, pensé… para mi suerte no era, eso…
 
-          Es que le dije a mi mama que tequedarías con Cielo Riveros… dijo apenada.
 
-          Bueno… dije, no le veía nada de maloa eso, excepto que me la cogía como loco.
 
-          Es que ella es desconfiada…
 
-          ¿A que te refieres?… insistí.
 
-          Hombre es hombre me dice… el diabloes puerco… que mi hermanita es ya una señorita bonita con su cuerpito y queestando solos ustedes pueden ser una tentación… me dijo.
 
-          Bahhh… es una niñaaa… no ves cómo secomporta.
 
-          Yo se amor… que para ti es como unahija… me dijo apenada.
 
Si era como unahija, era un incesto bestial, pero lo bueno es que Vale se quedaba con laimagen paternal mía sobre su hermana, tampoco sospechaba que esa pequeña fierame atacaba cada que podía.
 
-          Entonces… por eso viniste… para verque todo este bien… le dije falsamente ofendido por su desconfianza.
 
-          Ay amorrr… no te molestes… es por mimama… para que este tranquila… me dijo.
 
-          Ok… entiendo, esta bien…. dijeresignado.
 
Mierd… ósea queen cualquier momento podía caernos Vale, sin previo aviso, con tal de tener ami suegra tranquila… a decir verdad, mas sabe el diablo por viejo que pordiablo, y mi suegra se las olía o intuía… mal pensada siempre fue…
 
Hablando deolores, ya olía el almuerzo que había preparado Cielo Riveros, que este tiempoestuvo en la cocina, mientras yo conversaba con Vale. A decir, verdad era casimediodía, después de la exprimida que me dio mi cuñadita, tenía hambre.
 
Para esto CieloRiveros ya se había cambiado, creo que Vale ya le había llamado paraadvertirle, nada de andar con ropa corta frente a su cuñado porque no le gustanesas cosas… si supiera que la niña prácticamente caminaba desnuda frente a mi…
 
Lo bueno es que CieloRiveros entendió que, si quería seguir disfrutando de su descubrir sexual y quele sigan penetrando todos sus agujeros, debía guardar las apariencias, noprotestar ni levantar sospechas de su hermana… sino la mandaban de vuelta a supueblo con revisión médica de su virginidad incluida.
 
Almorzamostranquilamente, tras lo cual, Cielo Riveros toda hacendosa se fue a lavar losplatos y nos dejo solos de nuevo. Nuevamente Vale me sugirió ideas para nopasar mucho tiempo a solas encerrado con Cielo Riveros.
 
-          Quizás seria bueno que salgan… medijo.
 
-          ¿A dónde?...
 
-          Vayan al cine o al centro comercial…
 
-          Dime la verdad… no quieres que mequede con Cielo Riveros aquí ¿no?... dije desconfiado.
 
-          No es eso amor… es que la pobre estade vacaciones… vino a pasear y se la va pasar acá… tú también deberías pasear yrelajarte… me aconsejo.
 
-          Está bien… algo haremos… dijedesganado.
 
-          Cielo Riveros alístate que van asalir… le grito Vale a su hermana, que emitió un sonido de felicidad.
 
Luego Vale sedespidió, debía volver a trabajar… si ella pensó que alejándonos del depa,terminaría la tentación, al estar en un lugar público… pero no conocía a suhermanita, siempre se daría maña para exprimirme como sea.
 
Tal como me lopidió Valeria… llevaría a su hermanita al cine… para distraerla… Cielo Riverosse alisto emocionada por ir al cine, tanto que ni me ataco en la ducha ni vinoa provocarme mientras me cambiaba. Creo que era suficiente para ella lo hechoesa mañana… que iluso era.
 
Deje a CieloRiveros elegir, era una película romántica con algunas escenas subidas de tono,ya la había visto con Vale y nos inspiro a hacer algunas cosas en el depa antesque llegara su hermanita. A decir verdad, esa película ya estaba por salir decartelera, pero Cielo Riveros no la había visto en su ciudad y se encaprichocon verla.
 
Como eratemprano, la primera función y la película ya estaba por salir de cartelera… lasala estaba casi vacía, apenas uno que otro solitario y una pareja sentada muyadelante… ¿quién hace eso en una sala vacía?... alguien que no quiere ser vistoy tener algo de intimidad….
 
En principio elabrazaba a su pareja, luego la chica fue desapareciendo en el asiento… mientrasel comenzaba a estrujar el borde de la butaca… ya me imaginaba lo que ella leestaba haciendo… no era que estuviera buscando un pendiente bajo el asiento.Hasta que Cielo Riveros se percato de lo que sucedía…
 
-          ¿Qué hacen?... me susurro intrigada.
 
-          Bueno… ella lo esta complaciendo… seme ocurrió decirle.
 
-          Pero... no la veo saltar sobre supene… dijo ingenuamente, hasta el momento para ella esa era la única manera desatisfacer a un hombre.
 
-          Bueno, no solo de esa manera secomplace a un hombre…
 
-          Entonces ¿Cómo?...  vamosss dimee… dijo curiosa.
 
-          Ella se esta metiendo el pene de sunovio en la boca… dije algo excitado.
 
-          ¿eso lo excita?... dijo ansiosa porsaber.
 
-          Es que ella con los labios simula elacto sexual…
 
-          ¿En serio? ¿Como?... insistía CieloRiveros.
 
-          Ella lo mama y succiona, paraexcitarlo…
 
Para esto de soloimaginar lo que ellos hacían y como los labios curiosos de mi cuñadita semojaban… mi verga ya estaba tiesa… y Cielo Riveros que era buena observadora,también se había percatado y acariciaba mi pene sobre el pantalón.
 
-          Eso te excita a ti también… mepregunto provocativa.
 
Apenas solté unsuspiro complacido por el pajeo que me daba sobre la ropa. Sin decir más, micuñadita me bajo el cierre del pantalón y busco en mi ropa interior mi verga.No necesito mayor aprobación de mi parte, ya tenia mi pene en su poder. Lo mirocomo poseída.
 
En este tiempo selo había incrustado por su ano y vagina, pero a decir verdad nunca había ellatenida oportunidad de apreciarlo tan cerca. Estaba embobada por aquel maso decarne, como si fuera un juguete nuevo.
 
Una gotita deleche salió de mi verga en señal de mi excitación, Cielo Riveros tomo eso comouna invitación. De a pocos se fue agachando hasta tener mi verga frente a susojos… su curiosidad hizo que ingenuamente me diera un lengüetazo, para probar aque sabia esa gota que salía de mi verga.
 
-          No es agua… es un poco viscoso…exclamo sorprendida de su descubrimiento.
 
Aquello, lejos decausarle algún tipo de aversión, la animo a continuar. Acto seguido, se engullotorpemente mi verga. Quizás recordó mis palabras de que debía simular el actosexual, mamar y succionar. Al inicio lo hacia muy toscamente, pero de a pocos ibaganando confianza intuitivamente.
 
-          ¿Cómo la hago?... me preguntaba conexpresión morbosa desde abajo.
 
-          Bien… bien… solo que menos dientes…le decía mientras acariciaba sus cabellos.
 
Sus torpescaricias me estaban excitando, además iba dejando de rasparme con sus dientes yaprovechaba mejor sus carnosos y jugosos labios para pasearlos sobre mi verga,que agradecida se contraía un poco botando algunas gotas más de leche.
 
Mi cuñadita sefue dando cuenta, que a medida que sus caricias eran mas certeras, mis manos leacariciaban los cabellos y cuando no lo hacía tan bien, mis dedos estrujabansus cabellos. Fue así como, a manera de perrita amaestrada, fue agarrando maña.
 
-          Ahora voy a succionar… susurro desdeabajo, casi sin aire.
 
-          Ok… ufff…. Resoplaba yo complacido.
 
Comenzaba a mamarcomo experta, apresaba mi verga con sus labios y subía y bajaba la cabeza,recordando como su vagina incentivaba mi pene. Cuando sentía líquidos en miverga, los lamia, por ratos tomaba mi tieso miembro con sus dedos, lo pajeabaun poco.
 
Escuche algo deruido en la sala, y Sali de mi abstracción, el tipo de adelante parecía que yahabía llegado al clímax, que salto de su sitio, pero ni rastro del rostro de sunovia. Por el susto, quise alejar a Cielo Riveros de mi verga… pero ella seaferró…
 
-          No, no… aun no acabo… protesto.
 
-          Ya va terminar la película… leadvertí, quedaban algunos minutos de lo que recordaba.
 
-          Un poquito más… esta rico… decía convoz ahogada sin dejar de mamármela.
 
La deje hacer,estaba visto que no la despegaría de mi ingle, estaba aferrada como sanguijuelaa mi verga. Encaprichada con aquel nuevo placer que descubría, con el morbo dehacer travesuras en un lugar público, al novio de su hermana.
 
-          ¿Te gusta cuñadito?... se atrevió apreguntar entre jadeos.
 
-          Me encanta… tienes unos labiosfenomenales… dije extasiado.
 
-          Ella no te lo hace así… insistió enla comparación con Vale, era parte de su joven ego que quería alimentarsuperando a su hermana mayor.
 
-          No, no… ella apenas si me la chupa, no legusta…
 
-          Pero si es rico… insistía CieloRiveros sin dejar de succionar y lamer, alegre de superar en esto también a latimorata de su hermana.
 
Aquellasafirmaciones, hacían que mi cuñadita se desviviera en caricias hacia mi verga,con sus labios, lengua y garganta. Me sentía muy cerca a llegar y apenasquedaba tiempo para que termine la película y enciendan las luces, mientras CieloRiveros seguía en esos juegos de exploración, le tomaría más tiempo sacarme eljugo.
 
Tuve que apurarsus movimientos, tome parte de sus cabellos y la obligaba a subir y bajar, casiahogándola con mi verga. Cielo Riveros lejos de protestar y luchar porlibrarse, me seguía en los movimientos, creo que ella también la excitabasentirse así, atorada hasta la garganta, casi sin respirar.
 
Mientas yo ibaapretujando las butacas de la sala, no sabia donde descargar todo ese ricoplacer que me proporcionaba, procuraba no hacer ruido, pero lo cierto es que lamamada que me daba mi cuñadita, me hacía estremecerme en mi asiento.
 
-          Ohhh… ufff…. Exclame satisfecho,mientras una ráfaga de leche era expulsada violentamente de mi verga.
 
-          Ouggg…. Uggg…. Esuche una ahogadaexclamación de sorpresa.
 
Cielo Riverosrecibió toda mi descarga seminal en su garganta, no la deje alejarse, sinohubiera salpicado todas las butacas, hasta el techo, como manguera de bomberosin control. La mantuve en su posición… esta vez si forcejeo un poco porlibrarse.
 
-          Chupa, chupa… ya va pasar… la calmabaacariciando su espalda.
 
-          Ufff… sigue saliendo… ufff… decía,ahora mas hacendosa, lamiendo y tragando mi semen.
 
Una vez quetermino de brotar mi leche, ella se alejo un poco sin aire, estaba roja,acalorada, pero con una sonrisa que nadie le quitaría, con un meloso semen ensus labios… pero se sentía feliz… tras un momento de descanso, procedió a lamerlos últimos vestigios de leche en mi verga.
 
Luego seincorporo de a pocos suspirando con los ojos cerrados, en algún momento de lamamada que me dio… la vi como sus piernas se contraían, se había excitadotambién, tener mi verga atorando su garganta le habrán recordado como laempalaba por el ano o como le martillaba su virginal vagina.
 
Entoncesencendieron las luces… rápidamente guarde mi herramienta, mientras CieloRiveros saliendo de su trance, sintió una gota de leche escurriendo por sumejilla, sin dar tiempo a que alguien lo note, tomo esa gota con uno de susdedos, y se le metió en la boca.
 
Si ya se habíatragado toda mi descarga de semen, que mas daba una gota más. Acto seguido,para cerciorar, se paso la lengua por los labios, encontrando unas gotas máspequeñas las cuales también ingirió de buena gana.
 
La pareja de lasprimeras butacas, tardaron en salir, seguro se acicalaban también, CieloRiveros estaba molida, recuperando la respiración en su sitio. Cuando voltee nohabía nadie mas en la sala, así que salimos discretamente por una puerta deescape.
 
Pensar que Valequiso alejarme del depa (donde desvirgu la vagina y ano de su hermanita) … paraevitar tentaciones estando solo con mi cuñadita… ahora resulto que en el cinetermine por desvirgarle su ultimo agujero virgen… su boca…
Antes de regresara casa, le di un paseo por un centro comercial, le invité un helado… en elfondo quería sacarle el olor y sabor de mi verga que Cielo Riveros debía teneren la boca.
 
Creo que nostomamos más tiempo de la cuenta, pero quería que la niña se distraiga y conozcaalgo más que mi pene en sus agujeros, y que tenga algo que contarle a mi suegraal volver a su ciudad… al volver al depa, me pegue un susto al ver a Valeadentro.
 
-        ¿Qué tal la película?... pregunte Vale.
 
-        Bien… bien… respondí, no queriendoentrar en detalles.
 
-        Me la pase con la boca abierta…respondió intrigante Cielo Riveros.
 
Sude frio al oírsu respuesta y recordar que efectivamente estuvo con la boca abiertasuccionando mi verga… Esta maldita niña… un día se le va pasar la mano con susbromas y va terminar confesando lo que hacemos o su hermana terminaraadivinándolo…
 
-        ¿Cómo así?... pregunto curiosa Vale.
 
-        Es que… respondió Cielo Riverosnerviosa, por sus juegos e indirectas ya nos estaba metiendo en líos.
 
-        Bueno… es que era una película deterror… tu hermana no dejaba de sorprenderse y paraba con la boca abierta.
 
-        Ahhh… si es de terror, no me digan más…sabes que odio esas películas… dijo Vale aburrida, aunque en realidad era muymiedosa para ver esas películas.
 
Ufff… Vale se fuea la cocina y Cielo Riveros me miro aliviada. A su vez le di una mirada dereproche y le hice un gesto como para que no hable más de la cuenta. Ellatambién regañada se fue a la cocina, mientras yo me tiraba al sofá a reponermede la succión que me dio mi cuñadita.
 
Las chicasprepararon algo de cenar rápido… estábamos terminando y bebiendo un refresco,cuando Cielo Riveros va a la cocina y saca el yogurt. ¿Que se traerá esta niñaahora entre manos?... porque ya no tenía mi verga en sus manos, pero sentía quecon esta situación la estaba apretando.
 
-        Eso te puede caer pesado con la cena…Vale le reprocho.
 
-        No no… me encanta… dijo Cielo Riverosmirándome, dejando que un chorro de yogurt se derramara de sus labios.
 
Aquella imagen mihizo recordar mi leche en sus labios y ella lo sabía. Comencé a creer que estajovencita se moría de ganas por contar como había perdido su virginidad y lascosas que había experimentado… como no tenía a quien contarle sus secretos, estabasiendo muy imprudente y dejándole pistas a su hermana y eso podía acabar mal…
 
Un punto aparteera, que esa imagen si me excito bastante, mi verga estaba por pararse, solorecordando lo sucedido en el cine, afortunadamente volví a mis cabales al oírla voz de Vale…
 
-        Ay… Cielo Riveros… pareces un bebe…todo se te derrama… dijo Vale limpiándola.
 
Vale cariñosa,limpiaba los rezagos de yogurt en los melosos y carnosos labios de su hermana…mierd… por un momento pensé en lo genial que seria un trio con esas 2… unamorena escultural y una blancona sensual… pero… soñar no cuesta nada… Vale memataría solo con proponerle que me tire a ella y su hermanita, a la quesupuestamente quería como una hija.
 
Tras esa pequeñaindirecta de Cielo Riveros que me puso en aprietos, puse una expresión decansancio… era suficiente por ese dia. Vale entendio mi gesto y mando a suhermanita a dormir… se fue a regañadientes… una vez que estuvimos solos…
 
-        Ayyy Danny… sé que te ofrecí intimidadcuando estuviéramos solos… pero… dijo Vale.
 
-        Pero… que…
 
-        Estoy muerta… con todo el trabajo queme dejaron en la oficina… agrego apenada.
 
-        No te preocupes… yo también estoymolido… tu hermanita quita energías… dije, en realidad luego me di cuenta queno son tan bien, y Vale también lo pensó.
 
-        ¿Cómo asi?... repuso desconfiada.
 
-        Bueno… es que… ya sabes… mantenerlaentretenida… sacarla a pasear… eso de ser niñero también consume energías.
 
-        Estas viejo… me dijo risueña… ¿Quépasara si tenemos hijos?...
 
-        Bueno, esto es ya un entrenamiento… ledije.
 
Vale sonrió antela posibilidad de una familia, y de lo bien que me llevaba con la niña de suhermanita… si supiera, que esa pequeña diabla me succionaba la energía de otrasmaneras no tan santas… incluso de maneras que la misma Vale no se atrevía arealizarme…
 
No sé si CieloRiveros nos vigilaba, o me celaba para que no tuviera relaciones con suhermana, lo cierto es que bajo en pijama…
 
-        ¿Qué haces?... le reprocho Vale, que lahabía mandado a dormir.
 
-        Vine a lavarme los dientes… dijo sumisa.
 
-        Arriba también hay baño… replico Vale.
 
-        Es que… mi cepillo está aquí… dijo comoniña regañada Cielo Riveros.
 
-        Ok, ok… dijo Vale calmándose…discúlpala… agrego Vale mirándome.
 
Lo cierto es queel baño estaba de espaldas al asiento de Vale, ósea que no la veía lavándoselos dientes… pero yo si… Mientras Vale, me contaba de su día, como le había idoen la oficina, yo de reojo veía el espectáculo que me daba Cielo Riveros.
 
Sabiendo que suhermana no la veía, primero se bajó el pijama mostrándome las nalgas, tuve quecontener la saliva, mientras ella en 4 volteaba a verme burlonamente. Luego, yapara no tentar la suerte, se subió el pijama, pero se empezó a cepillar de perfilhacia mí, quebrando la espalda, en 4, avanzando y retrocediendo… como si meestuviera culeandome cuando le daba por atrás.
 
-        Mierd… se me escapo, mientras mi vergaquería endurecer.
 
-        Si mi amor… es una mierd… esa gente queno colabora, es nuestro trabajo… decía Vale, ya ni sabia de que me hablaba,pero creía que le estaba siguiendo la ilación de su conversación.
 
Por último, CieloRiveros dejo caer la blanca espuma de la crema dental de sus labios…refrescando la imagen de mi semen en sus labios, parecía que no lo olvidaba, ole había fascinado, ya que insistía en repetirme aquella imagen.
 
Vale se diocuenta que estaba distraído por lo que sucedía en el baño… volteo rápidamente yCielo Riveros casi se ahoga con la espuma de la crema dental.
 
-        Ya Cielo Riveros, deja de payasear… nodejas conversar a los adultos… ve a dormir…
 
-        Está bien… respondió ella y se fueregañada.
 
-        Ay amorrr… esa niña a veces me hacerenegar… me decía Vale.
 
-        Es una niña, quiere atención… solo legusta hacer muecas y ya… dije calmándola.
 
Tras eso se fue adormir. Yo me acomodé en la sala plácidamente, al menos no soñé nada, a pesarde todo, ningún remordimiento… me estaba volviendo tan cínico… seguía creyendoque no era enteramente mi culpa, que solo me estaba dejando llevar, sabiendo queesto era solo temporal… una fantasía más por cumplir… y hablando de eso…
 
-        Pero… ¿Qué haces?... desperté perplejo.
 
No sabía si eraun sueño, lo cierto que vi unos cabellos en mi entrepierna, subiendo y bajando…afuera ya estaba claro, quizás Vale quiso congraciarse conmigo por el tiemposin tener relaciones… pero un momento… a ella no le gustaba hacer estas cosas.
 
-        Ya se fue mi hermana… dijo jadeante lavoz infantil de Cielo Riveros.
 
Desde mi posiciónsolo lograba ver como mi verga desaparecía en su boca mientras sus dedos mepajeaban cada vez más armoniosamente. Todo mi pene humedecido y estimulado porsu joven lengua. Cielo Riveros estaba fascinada con aquella nueva maniobraaprendida, que no dudo en aplicarla nuevamente ni bien tuvo oportunidad.
 
-        ¿Estas loca?… le recrimine.
 
En principioquise alejar su cabeza con mis manos, pero sus caricias ya hacían efecto en misemi dormido cuerpo, que al final terminé por acariciarle los cabellos.
 
-        Ves que te gusta cuñadito… dijoahogadamente sin dejar de succionar.
 
-        Ay caraj… lo haces genial… dijeempujando su cabeza.
 
El torrente deleche era inminente, no quería manchar el mueble o las sabanas… solo me quedomantener la cabeza de la niña en su posición. Cielo Riveros quiso alejarseporque sentía que se ahogaba, mientras yo le clavaba mi verga en la garganta…ella quiso esto, ahora que se aguante…
 
-        Ohhh… uggg… resoplaba ella entreborbotones de leche.
 
-        Eso… trágatela toda… le decía yo.
 
-        Aufff… ohhh…. Es mucho… ufff… se quejóella.
 
-        Buena chica… la calmaba viendo quehabía engullido todo.
 
-        Ves que aprendo rápido… me decíaorgullosa aun con los labios melosos por mi semen.
 
-        Siii… eres una experta ahora… le dije…pero déjame dormir otro poco.
 
Lengüeteo miverga para limpiarla y la devolvió donde la encontró, y se fue satisfechasonriendo, orgullosa de su nueva proeza… quien era yo para reprocharle… solo medormí un rato más.
 
Al despertar, enla mesita había un café, unas tostadas, algo de yogurt y cereal… vaya encima meatiende como rey. Parece que amaestrarla en las artes sexuales, me erarecompensado por ella… yo que ya me sentía afortunado por haberle desfloradotodos sus agujeros…
 
Luego vi pasar a CieloRiveros, con un cesto de mi ropa, llevándola a lavar… cabe aclarar que era laúnica ropa que llevaba encima… la lolita esta, andaba desnuda… sonriéndomesatisfecha por la impresión que me causo… se me cayo la tostada, la quijada yla baba…
 
-        ¿y tu ropa?... apenas si pude decir.
 
-        La estoy lavando…
 
-        No tienes más… repuse, no es que meencantara verla así, era que luego de la visita intempestiva de Vale ayer,quería evitar sorpresas.
 
-        Si perooo…. hace calorrr… dijo coqueta.
 
-        Ok… ok… pero solo un rato… si tuhermana regresa y te pilla así… se acaba todo… le advertí.
 
Me hizo un gestode que le daba igual, esta niña estaba jugando al borde… por suerte ya quedabanpocos días para que retorne a su ciudad. Estaba bien aprovechar su ingenuidad,fogosa entrega… pero ya estábamos al límite.
 
Así un pocopreocupado, tras ver pasar nuevamente a Cielo Riveros, ahora de espaldas y contodas las gordas y bronceadas nalgas al aire, decidí ponerme a trabajar mitesis, no se redactaría sola, debía aprovechar en avanzar en estas minivacaciones… pero…
 
-        La put… madr… laptop sin batería… ¿y elcargador?...
 
Recordé que CieloRiveros estuvo ordenando la mesa la noche anterior. La llame, pero nada, norespondía… esta niña se habrá quedado dormida, pensé y subí a buscarla. Oí algode ruido, parecía que Cielo Riveros había subido a ordenar la ropa seca.
 
-        ¿Cielo Riveros? ¿Dónde está micargador?… pregunte desde la escalera sin obtener respuesta.
 
Al entrar a midormitorio… solo vi un par de redondas nalgas saliendo del closet. CieloRiveros tenía todo el cuerpo metido en el mueble acomodando camisas en elcolgador… y claro, con audífonos oyendo su música, por eso no me escuchaba.
 
La veía menear sujugoso rabo inconscientemente, como parte de su labor… mierd… como sedesarrollo mi cuñadita… o es que el despertar sexual que ha tenido le haengordado las nalgas, el continuo martilleo que le daba a su joven trasero,había surtido efecto.
 
Me debatía enesas apreciaciones, cuando mi verga, para variar… cobro vida propia… uno quequiere ser cuerdo y la verga que no ayuda… piensa de otra manera… ay caraj…¿Qué hacer?... que diablos… una raya mas al tigre… igual ya no volverá virgen…me dije.
 
Desenvaine miherramienta, que salió tiesa y disparada… me acomode detrás de ella sin hacermayor ruido, hice puntería… cuando creí que estaba bien perfilado… zummm…
 
-        ¿Qué?... ohhh… ouuu… se quejó CieloRiveros al recibirme.
 
Se contrajobruscamente, en realidad no estaba lubricada ni preparada para recibirme, solole quedo asirse a los bordes del closet para soportar mi incursión y no caerdentro del mueble.
 
-        Ayyy… cuñaditooo… ayyyy… resoplaba CieloRiveros saliendo de su asombro.
 
Cielo Riveros yano podía hacer nada, la tenia asida de la cintura para evitar que desfallezca,mientras golpeaba sus núbiles nalgas y notaba como su vagina comenzaba ahumedecerse rápidamente, lubricando el ingreso y salida de verga.
 
Sus piernas queantes parecían trastabillar por falta de equilibrio, ahora comenzaban aretorcerse de placer. Cielo Riveros, ya se había acomodado en el interior delmueble, ahora comenzaba a oír sus gemidos que hacían eco en el closet...
 
-        No cuñadito… no… comenzó a negarse CieloRiveros, moviendo la cabeza y alejándose.
 
Parecía que habíarecobrado sus cabales, en estricto, estaba violando a Cielo Riveros, quizás loque le gusto al inicio, comenzó a disgustarle… no era lo mismo algunas de misex, que les gustaba ser cogidas como perras… que esta niña que podía sercambiante… quizás la espanté…
 
Volteo a mirarmesudorosa, jadeante… casi sin aire… me aleje un poco para darle su espacio…hasta que pudo hablar…
 
-        Por ahí no cuñadito… por aquí… mesusurro, señalando su arrugado anillo.
 
Me quedeperplejo, pero recordé que me dijo que solo a ella le haga esas perversiones,que solo a ella quería que la enganche analmente… aun sin reaccionar, fue CieloRiveros la que tomo la iniciativa, agarro mi verga casi jaloneándola hacia suesfínter.
 
Mierd… si esoquiere… a darle… me dije despertando de mi abstracción… si mi cuñadita se creíadueña de mi verga para sus placeres anales, que la diferenciaban de su hermana,entonces quien era yo para negarme….
 
-        Ouuuu… nuuu… ayyy…. Uhmmm… se quejo CieloRiveros al recibir mi brusca clavada.
 
Nuevamente seretorció de dolor. Sin embargo, en poco tiempo ya se estaba acomodando mejor yresistiendo mis embates, comenzó a quebrar su cintura para recibirme mejor.Morboseado por sus caderas que veía cada vez mas anchas y sus nalgas cada vezmas gordas (en mi ego era gracias a mi), agarré sus voluminosos cachetes y losabrí más.
 
-        Uhmmmm siii… asiii cuñaditooo… uhmmm….exclamo ella aprobando mi obrar.
 
Creo quealimentaba mas mi fantasía el acento de su región, su voz infantil y el hechoque me llamara cuñadito, daba unos tintes incestuosos que me ponían a mil.Aquella fruta prohibida que me reprimí años de tomar, ahora la saboreaba sinlimitaciones.
 
-        No grites tan fuerte… le susurre, susgemidos más sonoros hacían eco en el closet.
 
-        Siii… sii… pero no pares… que estaricooo… me decía suplicante.
 
Temía que losvecinos nos oyeran y le fueran con el chisme a Vale. Este leve pensamientodetuvo un poco mi accionar. Pero Cielo Riveros no me dejaría hasta que medejara seco, ante mi bajón de revoluciones, esta lolita empezó a culearme confuerza para recobrar el ritmo.
 
Para demostrarlequien mandaba, le di un palmazo en sus enormes nalgas y ella se estremeció,volteo a verme excitada y sorprendida a la vez, mientras yo le castigaba el anocada vez con mas fuerza… hasta que Cielo Riveros empezó a retorcerse…
 
-        Ayyy… nooo… uhmmm…. Ohhhh…. Soltó unquejido, mordiéndose los labios para no hacer más ruido.
 
-        Ohhhh…. Uffff… que ricooo… exclamesatisfecho.
 
Aquellostemblorcillos fueron el aliciente que necesitaba para llegar finalmente, miverga comenzó a escupir semen en sus intestinos. Recordaba que Vale con susgordas y blancas nalgas me hacían llegar como caballo… pero esta niña cada vezmás, me hacían recordar esa sensación… mierd… se estaba convirtiendo en unaexperta.
 
Cielo Riveros sedejo caer entre la ropa, mientras mi verga ya deshinchada salía de su agujero…solo escuchaba sus leves quejidos, casi al borde del calambre. Entre su marañade cabellos la veía saborear su orgasmo y sonreír como una niña traviesa.
 
Y en realidad esatravesura nos iba a salir caro… oi el ruido de la puerta abriéndose… caraj… ¿unladron?
 
-        Danny… ya llegué…
 
A la put… madr…era la voz de Vale.
 

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