Madura Deseosa de se../cap2

Madura Deseosa de se../cap2
 CAPÍTULO  2 











- Cómo te atreves?, te tenía por una persona seria y educada, Él sin cortarse nada y con toda su cara me dice






- Yo no soy como tú, yo si veo algo que me gusta lo digo, y tus grandes tetas me gustan, son tan enormes y hermosas que no me canso de verlas......!





A mí al oír esto me sube un calor por todo mi cuerpo que hace que mi cara se ruborice a tope, me lo acaba de decir sin decírmelo, sabe que le miraba su sexo y que me excita, no soy capaz de articular palabra y él continua diciéndome:







- Isa, me gustaría  cogértelas, mamártelas, comérmelas todas, son las mas preciosas.







Yo  al oírles y ver su interés hacia mis gigantes pechos me excito aún más y comienzo a desear que haga lo que me acaba de decir, pero el sentimiento de culpa me hace decirle:







- No puede ser Obi, soy una mujer casada...







Él riéndose me contesta:







- Ja,ja,ja,ja,ja, esas me gustan mas.....! ja.ja.ja….





Yo sorprendida de su respuesta le digo:







- Qué dices? Cómo que mejor?







Me contesta, con toda la tranquilidad del mundo diciéndome:







- Si la mujeres casadas y sobre todo las que ya sois maduritas sois muy fogosas, pues la mayoría de vosotras estáis un poco abandonadas en el terreno sexual por vuestros maridos que solo van a su goce y a vosotras os dejan a medias y estáis necesitando sexo a voces.







Yo entonces le pregunto:







- Y cómo sabes tú eso, es que lo llevamos escrito en la cara?







Me dice.





- No, no lo lleváis escrito en la cara, pero yo he estado ya con varias y hablo por las experiencia que he vivido con ellas. Y tú eres una de esas maduritas un poco olvidadas por su marido, como ha confirmado la forma con que has mirado mi paquete y esas miradas tuyas han sido las que me han decido a lanzarme....









Yo haciéndome la enfada, pero reconociendo lo que dice y con más ganas de él que antes, le doy una palmada en su muslo y dejo sobre él mi mano le digo:







- Eres un sinvergüenza, niño descarado...!







Él dándose cuenta de mi estado, aunque quiera aparentar lo contrario, y mirando primero mi mano sobre su muslo y después alzando su mirada hacía mis ojos, me dice:







- No he sido yo el primero que he mirado no empezado.







Yo defendiéndome le digo:







- Yo, yo no he mirado, ni he hecho nada pero……..







Él insiste  y confirma:







- Miraste, lo admitas o no, miraste.







Yo deseando que se acabe de lanzar le digo asumiendo lo que dice:







- Vale, de acuerdo, pero solo miré lo que tú descaradamente querías que viera por eso lo pusiste tan visible que era imposible poder apartar la vista de ello.







Él valentonándose con mis palabras me dice:







- Te gustaría ver …..(duda si decir lo siguiente y se queda un momento callado, pero al final continua) más …..








Yo le contesto:







- No he querido decir eso







Obi Wan continúa machacando mi voluntad diciéndome:







- No lo has querido decir, pero lo has pensado. Te gustaría tocarlo?







Yo rápidamente le contesto:







- No!







Y él sigue insistiendo:







- Ya veo que es que sí.







Y cuando acaba de decir esto me coge una de mis manos y me la lleva hasta su paquete colocándome la encima de su pantalón. Yo  no digo nada y permanezco con ella quieta como él me la ha puesto sin moverla, sintiendo en calor que desprende su miembro bajo el pantalón.







Él viendo que no retiro la mano me anima diciéndome:







- Tranquila señora Isa, no te pongas nerviosa, ves no es para tanto, ya ha pasado y has conseguido lo más difícil y era dar este paso. La notas?, es de verdad, notas su calor, su tamaño?







Yo como autómata sin darme cuenta me sale solo sin pensarlo un:







- Si!!!







Era verdad si lo notaba, toda la paquete que había allí debajo dejaba entrever un miembro bastante aceptable, mi mano ahora ya no estaba quieta, apretaba y abarcaba un pene nada despreciable y para mí en ese momento muy apetecible. Él al verme ya más animado, cachonda y empezando a colaborar me dice:









- Estoy seguro Isabel, que no has probado muchas como la mía, si es que además de la de tú marido has probado alguna otra.







Yo sin querer le contesto:







- Sí, sí que he probado.







Entonces él sorprendido por mi respuesta (confundida por la situación, respondí eso sin pensarlo), me dice:







- Joder Isabel, que sorpresa, de modo que has probado muchas como la mía....!







Yo queriéndolo arreglar nerviosamente y deprisa le contesto:







- No, no por favor no digas eso, no quería decir eso, me ha salido sin pensar lo que decía, como quieres que sea así estoy casada.







El sigue diciéndome:







- Entonces tu marido debe de tener una buena polla, es tan grande como la que estas tocando?







Yo le digo, para bajarle los humos:







- Sí es parecida!







Entonces él me dice:







- No lo creo, si así fuera no mirarías mi pija como la has mirado antes, pues las que la han probado quedan satisfechas y tú no pareces estarlo de la de tu marido, y eso por algo será.







Yo nerviosa le digo:







- No, no es verdad, mi marido si me tiene contenta y me gusta mucho cuando lo hacemos, pero eso es algo que a ti no te importa.







Él se abre la bragueta y me hace entrar mi mano dentro de ella y toco por primera su polla caliente, ya un poco endurecida, y a la vez me dice:







- Me es muy difícil cree lo que estás diciendo y que mires con tanto deseo y me la agarres como lo haces ahora, teniendo una similar o igual, nadie mira con el deseo que tú has mirado algo que ya tiene. Y esto me hace pensar que es mentira lo que dices y tu marido no la tiene tan grande como la mía. Te está pasando lo que a mí con tus tetotas, que las deseo porque no las tengo y me gustaría tenerla entre mis manos y en mi boca.......!







No le contesto, él entonces se envalentona y me dice:







- De verdad son todas tuyas, son así de grande o llevas relleno para que parezcan más voluptuosas, la verdad??







Yo ahora enfadad por sus dudas sobre mis pechos le contesto enfadada de verdad:







- No llevo relleno, todo lo que se ve es mío y natural!







Él entonces aprovechándose de la situación me pregunta:







- Puedo?







Y acercando su mano agarra uno de mis pechos, sin esperar mi respuesta y comienza a manosearlo con fuerza a sopesarlos y a jugar con sus dedos en mis pezones y aureolas por encima de mi blusa y sujetador, haciendo que me caliente a tope. Sin darme cuenta siento su boca sobre la mía y me fundo en un beso apasionado con él, el cual cuando acaba me dice sonriéndose:







- Si señora, todo natural, que hermosos y a pesar de su gran tamaño que duros y tersos están.......







Yo mientras nos besábamos no he tenido mi mano tampoco quieta y he sacado su hermosa polla fuera de su pantalón y he comenzado a movérsela con pasión. Él se acerca a mi oído y me dices:







- Te gusta, Isabel, te gusta mi polla, verdad, señora cachonda !







Yo hipnotizada, no me importa que me llame puta, caliente, cachonda o lo que me haya dicho que sin saber lo que le contesto le digo







- Sí me gusta, me encanta es hermosa, y que grande es.....!







Él entonces lleva su mano a mi entrepierna elevándome mi falda hasta la cintura y comienza a tocarme mi sexo por encima de mis bragas, aparta un lado de ellas por mis ingle y mete sus dedos tocando mi clítoris y mi chochito que tengo ya completamente mojados y empieza a jugar con ellos, haciéndome vibrar de placer. Cuando mejor estamos, suena el teléfono y tengo que dejar todo e ir hasta mi cuarto que es el teléfono más cercano que tengo a cogerlo. Era mi marido, para decirme que estuviera preparada que teníamos que ir a comprar una cosa que necesitaba para su trabajo al día siguiente y que quería que fuera con él , que dentro de 15 o 20 minutos me recogía.







Se lo digo a Obi y entonces él me dice:







- De acuerdo Isa, guárdame la cama, mañana te llamo cuando vaya a venir para cerrar el trato, no se la vendas a nadie, estoy interesado en ella, pero tenemos que limar algunas cosas del trato. A eso sí mañana cuando venga si quieres que sigamos con lo que estábamos haciendo, y viendo como estabas creo que necesitas un buen tratamiento, pero si quieres tenerlo, mañana cuando venga no quiero que lleves ropa interior y menos esa tan antigua y poco sexi que tienes hoy puesta.







Él salió dejándome allí súper excitada y con muchas ganas de gozar de él. Mentalmente maldije lo inoportuno que había sido la llamada de mi marido.







Pero mi cuerpo me estaba pidiendo gozar y la llamada me lo había impedido, tenía mi sexo ardiendo como hacía tiempo que no lo estaba, no recuerdo estar en ese estado desde mí ya lejana juventud. Aquel joven podria ser mi hijo, me había hecho, me estaba haciendo caer en la tentación de desearle, yo una mujer casada y respetada en el pueblo, había sucumbido como una colegiala y una golfa a los enredos y buen hacer de este joven. Pero aunque me sentía culpable de lo que había hecho y de lo que había estado a punto de hacer: entregarme a los placeres del cuerpo con un desconocido un niño!, estaba tan excitada que no quería pensar en mi infidelidad, solo deseaba desahogarme.







Por eso no pude por menos que bajarme las bragas, quitármelas, subir la falda hasta mi cintura y comenzar a masturbarme, hasta que me corrí con la llegada de  un orgasmo brutal, llenándome toda la mano y muslos con la gran cantidad de líquidos que salieron por mi coño.









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Al terminar recogí mis bragas, me dirigí al cuarto de baño  me entré en la ducha, abrí el grifo, cerré mis ojos pensando en lo que había vivido hacía unos momentos, lleve mi mano a mi chocho acariciando mi clítoris a la vez que dirigía el chorro del agua sobre mi cuerpo hasta que fui llevando y dirigiéndolo hacía mi sexo que ya palpitaba de nuevo por las caricias que sobre él me estaba realizando. Al acabar fui a mi habitación y comencé a vestirme para esperar a mi marido e ir con él a comprar lo que necesitaba.







Todo el tiempo que estuvimos por ahí no se me iba de la cabeza lo que había pasado esa tarde en mi casa con el joven obi Wan, y esos pensamientos hacían que me calentara y deseara tener sexo como una perra en calor, por eso esa noche me puse mimosa para que mi marido me follara, pero todo fue en vano, pues me volvió a repetir lo que ya en los últimos tiempos era una costumbre







- Déjalo Isa, es tarde y tengo que madrugar para ir a trabajar, el sábado lo hacemos, te lo prometo.







Y me dejó con las ganas, teniendo de nuevo que calmarme masturbándome una vez más metiendome los dedos la mano......







A la mañana siguiente me levante rápido pues no podía aguantar más tiempo en la cama, deseaba que pasara pronto el tiempo pues esperaba con impaciencia la llamada de mi niño joven amante diciéndome que vendría para acabar el trato de la cama y sobre todo lo que habíamos dejado a media la tarde anterior.







Al levantarme y tras desayunar, me fui al baño, para ducharme, quería estar limpia para entregarme a él, había decidido ser infiel a mi marido, que desde hacía algún tiempo me tenía completamente abandonada.







Dada esa situación,  hacía ya cerca de un año que había dejado de tomar la píldora y de poner medios para evitar embarazos, pues al hacerlo tan de tarde en tarde cuando lo hacíamos mi marido se ponía preservativo.







Haciendo memoria en un año para atrás había contado solo haber follado con mi esposo en cuatro ocasiones, al hacerlo pensé para mí misma que mi coño debería tener hasta telarañas de no usarlo y que ese día alguien que no era mi marido me las iba a limpiar.







Al estar en el cuarto de baño me quite el camisón que llevaba y me quedé solo con mis bragas, me miré al espejo y aprecie reflejado en él que ni cuerpo ya me habían crecido (aunque siempre los había tenido más bien grande/voluptuoso) llegando tras mis tres partos a alcanzar la talla 150 que actualmente tengo, pero aunque muy poco caídos por su tamaño y peso aun conservaban su dureza y muy hermosas y se podían mantener tiesos y turgentes sin caer demasiado sin tener puesto el sujetador.









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Los embarazos también habían hecho crecer mis caderas y mi culo, también había crecido, mas mis anchas caderas, se veian desde una esquina antes,pero el controlarme en mis comidas y hacer ejercicio habían conseguido que me conservara bastante bien y aún apetecible a los ojos de todos los hombres menos de mi marido, como me había demostrado el joven Obi Wan.







Después me duche y me coloque simplemente una bata de estar en casa por encima, no quería vestirme con las ropas que tenía pensado recibir a mi niño Obi, para no mancharlas o arrugarlas haciendo mis labores de casa mientras él llegaba.







Serían las 10 de la mañana cuando me llamó para decirme que vendría sobre las 12 de la mañana. Estaba completamente deseosa del niño, iba a disfrutar todo lo que perdí en los años anteriores sin sexo o muy poco. Estaba completamente dispuesta a hacerlo mío no me importaba que fuera mas joven que yo inclusio podría ser mi hijo por la edad! Aun así lo HARÉ MIÓ............!







CONTINÚA 


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