Mujer deliciosa/Cap2

Mujer deliciosa/Cap2
 CAPÍTULO 2 





Respondió David imperturbable. Candela había situado el aceite bronceador delante de ellas,  así que lo cogió y se lo dio a David que se coloco de rodillas entre ellas. Haciendo fuerza para mantener el rictus impasible de la cara y fijando la mirada en el cuerpo de su esposa, aunque el aroma del cuerpo de hembraza de Laura que estaba a centímetros de él, lo embriagaba. 






David extendía el aceite bronceador por la espalda de Candela, masajeándola como sabía que a ella le gustaba, haciendo el ejercicio de fijar su mirada en el horizonte, para no lanzar ni una sola mirada sospechosa al escultural cuerpo de Laura.







-           Huuuuuummm, eres fantástico cari, por favor masajéame los muslos y las piernas también por favor!







Le pidió Candela a David, el cual procedió a extender el aceite por la parte inferior de su cuerpo, masajeándolos a su vez.







-          Cuando David haya acabado contigo podrías ponerme tú a mi aceite bronceador, por favor Candela?







Le pidió inocentemente Laura con su voz sexy y femenina a Candela.







-          Huuuuuummm, nena esto me deja tan relajada y tan bien, que no tengo ningunas ganas de moverme en un rato largo. Pero seguro que a David no le importa ponerte el aceite bronceador y masajearte.







Un rayo se cruzo en la mente de David. Que estaba pasando, que estaba pasando? Seria aquello una trampa? Debía permanecer frio como el acero y aunque se moría de ganas para abalanzarse sobre aquel cuerpo y masajearlo brutalmente, él no podía dar el primer paso.







-          David, huuum! Por favor, te importaría?







Pregunto Laura como disculpándose con aquella voz tan sexy e inocente. David no movió ni un músculo de la cara.







-          Si claro, no hay problema.







Respondió girándose hacia el cuerpo divino  de Laura, y dejando caer un chorro de aceite bronceador a la altura de los homoplatos de aquel cuerpo de diosa zorra del porno.







David empezó a extender y masajear el aceite bronceador, sintiendo profundamente el tacto de aquella piel, suave, brillante preciosa, como cálida porcelana. Su corazón bombeaba sangre a su polla de forma brutal.







-          Huuuum! Si que lo hace bien David, muy bien, Candela!




Gemía satisfecha Laura. Tal gemido era fuego en el polvorín de excitación de David. Sin dejar de disfrutar de aquel cuerpo, David concentro su mente en otra cosa, la última película que había visto, el último partido de fútbol, como se hace cuando a tu mujer le cuesta correrse y tú quieres aguantar lo más posible para que ella alcance el orgasmo.







-          Huuuuuummmm, que bueno, es magnifico, por favor los muslos y los gemelos también.







Seguía gimiendo, disfrutando y pidiendo Laura, ronroneando femeninamente como una gatita. David trago saliva varias veces en silencio, manteniendo los labios juntos, extendió un chorro de aceite bronceador en cada una de las piernas de Laura y dirigió sus manos extasiadas a sus piernas. Que muslos de granito y seda, que piernas largas y suaves, al final del tobillo izquierdo llevaba una pulsera y en ambos pies anillos de plata, que zorra más sexy, como le costaba a David controlar sus dedos que llegaban hasta el final de los muslos y deseaban asaltar aquel turgente y perfecto culo, aquellas nalgas divinas, la polla de David era nuevamente un enorme mástil erecto. Una sensación de mareo lo embargo, si no se contenía ahora podían peligrar todos sus planes.







-          Bien ya esta espero que las señoras estén bien servidas, voy un momento a dentro he de hacer una llamada.







Dijo David, levantándose y tambaleándose mientras se dirigía al interior.







-          Gracias cariño, eres un amor.





Respondió Candela!





-          Si gracias David, ha sido estupendo.







Respondió Laura con un gemidito sexy en la voz.





No podía ducharse se le notaria y a lo mejor Candela le preguntaba y no podía pajearse otra vez, a lo mejor eso afectaba a sus planes nocturnos, así que David entro en el baño se tranquilizo un poco, respiro hondo durante un par de minutos se bajo los bermudas y metió el pollón erecto y los huevos en la pila del baño poniéndolos bajo el agua fría, durante más de cinco minutos. Aun tardo otros diez minutos en volver a patio.







David volvió a sentarse en su tumbona y a leer su revista, observando el cuerpo de Laura a través de sus gafas de sol.




-          Huuum! Voy a darme la vuelta para que ahora se me broncee el cuerpo y las tetas por delante.




Dijo Candela deshaciéndose de la parte de arriba del bikini y dándose la vuelta.




-          A mi también me gustaría!




Dijo Laura dulcemente mirándola de soslayo.





-          Pues hazlo! Yo aquí me pongo siempre en topless.




Respondió Candela.




Laura lanzo una mirada a David y volvió a mirar a Candela que comprendió enseguida.




-          Va! Por David no te preocupes, el no tiene problemas con que las mujeres hagan toppless, está muy acostumbrado y no hay problemas, verdad cariño?




Pregunto Candela a David.




La mente de David volvía a pensar a velocidad de rayo. Era aquello otra trampa?




-          Hacer lo que os parezca bien, yo estoy enfrascado en mi revista.




Respondió con su cara de palo, al tiempo que cruzaba sus piernas, para evitar una erección incomoda y delatora.




-          Jajajajaja, fantástico!




Dijo Laura riendo, con aquella voz sexy y dándose la vuelta en la hamaca, con la parte de arriba del bikini negro con grandes lunares blancos colgando, se lo saco rápidamente por el cuello y lo dejo en el suelo junto a la tumbona.




Menos mal que llevaba las gafas de sol! Los ojos se le iban a salir de la cara, no había adjetivos para definir lo que tenía ante el, aquellos enormes y turgentes pechotes, en forma de gota de lluvia que se desbordaba del cuerpo de Laura, erectos y firmes. Y que areolas, que areolas! Para aullar a la luna, los más grandes que había visto nunca David, grandes y proporcionados, magníficos, rodeados de preciosas venas  y acabados en aquellos apetitosos y gloriosos pezones, perfectos.





Las dos mujeres seguían actuando como si el no estuviera, bromeando mientras se pasaban el aceite bronceador y lo extendían por su la parte frontal de su cuerpo. Y David no paraba de tragar saliva cerrando sus piernas sobre su patente erección y fijando sus ojos por primera vez en el mayor objeto de deseo de aquel cuerpo.  Allí ante él estirada y con la piel reluciente por el aceite, estaba la mujer más sexy y grandiosa que conocía, a menos de dos metros de él y él no solo debía reprimir los impulsos para saltar sobre ella, sino trasmitir indiferencia.




Aunque lo intentaba, no podía, era muy superior a sus fuerzas.  Así que luchando contra su deseo fijo su mirada en la revista, aunque no tardaba ni cinco segundos en volver a mirar aquellos globos magníficos. El sol no tardo en perder fuerza y con él, la tortura deliciosa de David.




-          Que os parece si voy al pueblo y compro algo de comida china para cenar?




Pregunto David.




-          Bien cariño, así mientras Laura y yo nos duchamos y ojeamos algo que podamos ver esta noche.




Respondió Candela.




David necesitaba salir, alejarse de allí antes de que las chicas se levantasen o no podría ocultar su erección.




En la ciudad aprovecho para darse un largo paseo y concienciarse que debía esperar, si su plan tenía éxito, Laura seria suya.




Apareció sobre las nueve con historias de atascos por el puente y mucha gente en el chino. Ambas mujeres iban por la casa en sandalias con la parte de abajo del bikini y una camiseta de tirantes, donde las tetazas de Laura se balanceaban desafiando a la gravedad.




Cenaron en el salón viendo las noticias. David quería controlar su libido pero una cosa era estar con los babosos de Manuel y Juan y todo el grupo, y así poder confundirse con el paisaje y otra muy diferente era estar a centímetros de aquella diosa en bikini y con las tetas a la vista por cualquier lado y lograr disimular desinterés.





Después de cenar se sentaron a ver una peli, un rollo de pasteleo que habían escogido las mujeres, David se sentó junto a su mujer y al otro lado se puso Laura. A las once acabo la película, Laura la acabo bostezando, y cuando apagaron la tele todos decidieron ir a la cama. Ahí empezaba el segundo acto.







Candela iba bostezando y farfullando algo irrelevante cuando tras cerrar la puerta, David le tapo la boca y la agarro con fuerza atrayéndola hacía él violentamente. Candela dio un respingo de sorpresa antes de que su marido le arrancase el tanga del bikini, y bajándose a continuación el bermudas, la empalase con su enorme y excitadísima erección, ella lanzo un grito contra la mano de David, mientras este subiéndola a la cama la penetraban desde atrás brutalmente, bombeando frenéticamente, atrás y adelante, adelante y atrás. En un momento dado se aferro con sus manos a las caderas de Candela y aumento el bombeo más fuertemente.





-          Más despacio cariño, ah, ah, más despacio, que me vas a hacer relinchar de placer y ahí enfrente esta Laura, la pobre, ah, ah, ah, ah!





Dijo Candela entre gemidos apagados intentando reprimir sus expresiones de placer.





Eso incentivo aún más a David que aun empujo más rápida y fuertemente tomando a Candela por los hombros.





-          No puedo, no puedo, no puedoooooo máaaaaas! Ahhhhhhh, aaaahhhh, ooooooohhhh, sigue cariño sigue, sigueeeeeee!




Empezó a gritar como una loca Candela, llenado la casa con sus gritos de placer durante largos minutos, gritos que hacían retumbar las paredes.





-          Me corrooooo, me corroooo, aaaaaaaaahhhhh me corrrroooooooo!





Acabo Candela vociferando mientras David la inundaba con su leche, y saliendo de ella se tumbaba a su lado.





-          Joder Cari, ha sido magnifico, magnifico!




Dijo Candela arrastrándose hasta la cómoda cercana a buscar toallitas húmedas con las que limpiarse la ingente corrida de David.





Mientras David cerraba los ojos y dejaba volcar en su memoria los recuerdos de aquella tarde, el cuerpo y el tacto espectacular del cuerpo de Laura, de forma que, como si tuviera veinte años recupero completamente su erección.  Se incorporo y sin dejar a Candela darse cuenta la volvió a coger del pelo girándola y lanzándole un morreo apasionado al que ella respondió instintivamente, al tiempo que David la cogía en volandas y la empotraba contra la pared contigua al cuarto de Laura y la volvía a ensartar.





-          Aaaaaahhhh Cariño que te pasaaaahh, aaaahhhh como estaaaaaasss




David empezó a bombear violentamente, arremetiendo contra la pared apropósito.





-          Aaaaahhhh, follaaaaameeee, follaaaaaaameeee, aaaaaaaaahhhhh, folllaaaaameeee, aaaaaaahhh.




Gritaba desencajada abrazándose a David, aullando y aullando sin cesar durante minutos.




-          Me corro, me corro, me corro, me corroooooooooohhhh, ooooohhh!




Estallo de nuevo en un orgasmo Candela.




Candela estaba completamente entregada, enroscada por las piernas al cuerpo David, el cual la deposito en la cama saliendo de ella, esta segunda vez, el no se había corrido, pero el coñito de Candela no paraba de verter fluidos.




-          Huuummm déjame jugar con tu clítoris!




Le susurro lascivamente David mientras dirigía su mano derecha a jugar con sus labios y su clítoris, sin dejar de besarla y recibir sus caricias en el pecho. Como  siempre David cerraba los ojos y pensaba que era el cuerpo de Laura el que estaba poseyendo, Laura, Laura, esa magnifica hembra.




-          Ooohhh, oooohhh, que te pasa hoy, ooohhh, me encanta, me encanta, sigue….aahhhh, pobre Lauraaaahhh.





La sola mención de Laura hizo que David se excitase más y aumentase el masaje en el clítoris a un ritmo trepidante.




-          Ohhhhh, ooooohhhh, oooohhhhh!




Empezó a gritar Candela tensando todo el cuerpo, al tiempo que David introducía los dedos corazón y anular en la raja de Candela y empezaba a frotar fuertemente, mientras Candela aumentaba aún más sus chillidos abriendo mucho los ojos como si se le fueran a salir de la cara. Llevaba así algunos minutos cuando David tomándola por las caderas, se situó detrás de ella tumbándose sobre la cama y con ella sobre él con las piernas abierta la empalo de nuevo, bombeándole fuertemente el punto G con su nervuda estaca.





-          Aaaahhhh, aahhhh, no puedo maaaaas, no puedo maaaas, esto es demasiadooooo buenooo, oooohhhhm me corrooooooooo!




Candela estallo en una inmensa corrida  como un surtidor, manchando la cama y el suelo.




-          Oooooohhh!




Acabo David, corriéndose de nuevo.




Candela aún estaba recuperándose jadeando levemente de placer y revolviéndose en la cama, cuando David salió de la habitación se dirigió al baño con la escusa de coger papel para limpiar el suelo y pego la oreja a puerta de la habitación donde dormía Laura.




-          Oooooh, oooohhh, oooohhh, si, si, si…




Unos leves gemidos se oían a través de la puerta, la tan cansada Laura, no había podido evitar excitarse ante los lascivos y lujuriosos sonidos de su amiga que retumbaban por toda la casa y se masturbaba soñando con un hombre que la montase como a una perra en celo.





A la mañana siguiente David se quedo en la cama haciéndose el dormido, dejando salir primero a Candela con una extraordinaria sonrisa de satisfacción, cuando esta había juntado la puerta, se acerco sigilosamente a la junta para observar que sucedía cuando se encontraran las dos mujeres.





Laura ocupaba el baño y salió al poco esplendida, en bikini con una ancha camiseta de tirantes blanca, con su magnifica y perfecta sonrisa de marfil, se dirigió picarona a Candela.





-          Vaya marcha ayer por la noche, no?




Pregunto a Candela.




-          Perdona nena, de verdad perdona, no quería ponerte los dientes largos, e intente contenerme para que no nos oyeras, pero David estaba fogoso como un león en celo y me follo magníficamente, de verdad lo siento!




Respondió Candela un poco compungida.




-          No, mujer no te disculpes, soy yo quien me he metido en vuestro fin de semana a solas. Aunque vamos debiste quedarte en la gloria, jajajaja, no?




Pregunto risueña y alegre.




-          David tiene un pollón nervudo y potente de buen tamaño y ayer estaba duro como una barra de acero, y me lo hizo tres veces seguidas, tres! No veas que pasada nena, que placer más increíble nena!




Respondió Candela sonriendo  y alardeando con complicidad.




-          Vaya suerte que tienen algunas, hay que ver, jajaja. Te espero en el salón.





Dijo riendo risueña Laura con aquella voz tan femenina, acomodándose su sedosa melena hacia atrás con sus delicadas y preciosas manos  y dejando el baño libre a Candela. Aún no estaba en el salón  al final del pasillo cuando se giro y lanzo una mirada extraña entornando levemente los ojos y mirando hacia la puerta por cuya junta observaba David, al tiempo que se llevaba la yema del índice de su mano derecha a la boca y se lo mordisqueaba leve y de forma muy sexy, mientras con la mano izquierda se frotaba la entrepierna por encima de su bikini. El pez a mordido el anzuelo pensó David esbozando una expresión de éxito.





Durante el desayuno David seguía con su pantomima de indiferencia ante Laura, pero era ella quien le miraba de otra manera. Seguían las bromas y las chanzas con  Candela, pero de vez en cuando David la descubría mirándole de forma interesada, casi admirativa, allí junto a ella tenía un macho que había demostrado probadamente su valía la pasada noche. Y ella estaba ansiosa por disfrutar del sexo. Ahora David necesitaba una oportunidad adecuada y el círculo de su plan se cerraría.




Aquella mañana se dirigieron a la playa. Las dos mujeres por delante, riendo y haciendo bromas, Laura llevaba un pareo rosado como la parte de debajo de su bikini-tanga, y arriba una camiseta de tirantes blanca de punto, con un escote en forma de pico bordeado con unas tiras decorativas con dibujos como arabescos, la raya de las cejas, rímel, y un leve sombreado oscuro en los parpados, un pintalabios rojo pasión. Pulseritas en ambas manos y en el tobillo derecho, aunque se había quitado los anillos de los pies, si que tenia alguno de plata en las manos y una cadenita de oro preciosa alrededor del cuello, todo ello decorando aquel cuerpo hecho para los peores pecados de la carne.





Atravesaron un bosquezuelo de pinos bajos,  dunas y matojos antes de aparecer en la playa en una cala abierta, donde el bosquezuelo y las  dunas entraban y salían creando recodos en la playa.






Las mujeres habían decidido ya en el desayuno hacer topless y  ni siquiera habían llevado en su bolsa playera la parte de arriba del bikini, al llegar extendieron sus toallas en la arena y se preparaban a sacarse la parte de arriba de su ropa, cuando David mirando fijamente al horizonte del mar, se bajo el bermuda dejando a la vista un bañador de slip ajustado, donde podría verse su bien dotada tranca marcando paquetazo.  Candela apenas se fijo, pero David pillo por el rabillo del ojo a Laura que lo observaba con la boca abierta en expresión de asombro. El momento de recoger el anzuelo estaba cerca pensó David, solo necesitaba una ocasión de estar a solas con Laura.







Laura se saco su camiseta de tirantes de punto sin apartar la vista del bulto de David, dejando sus enormes y magníficos melones en forma de gotaza de lluvia y de copa G de wonderbra ante el resplandor del sol y el relucir del azul mar. David conservaba sus gafas de sol y la observaba a través de ellas manteniendo su rictus impertérrito, mientras notaba como su culebra empezaba a palpitar amenazando con delatarle.






Laura embadurno de aceite bronceador a Candela, mientras David devolvía la vista al mar.






-          Me parece que voy a darme el primer baño de la mañana.




Dijo en voz alta David lanzando una mirada de soslayo a las mujeres que estaban sobre las doradas arenas.





-          Yo también me voy a dar un baño, antes de empezar a tomar el sol, para estar fresquita antes que achicharrada, jajajaja.




Dijo riendo Laura con su femenina y sexy voz. La ocasión era única pensó David




-          Bueno aquí os espero!




Respondió Candela estirándose sobre su toalla.




-          Espera David que voy contigo.




Le pidió Laura a David, el cual se deshizo de sus gafas de sol, giro la cabeza y le lanzo una sonrisa enigmática y contenida al tiempo que afirmaba con la cabeza.





Allí, adentrándose en el agua junto aquella mujer escultural, aquella sirena de enormes y duras mamazas, un escalofrió recorría la columna de David y su polla no paraba de palpitar creciendo, por lo que entro rápidamente en el agua, para que Laura no pudiera darse cuenta. Se adentraron saltando ante la llegada de las olas, aquella diosa del porno, saltando con su melena al viento y sus tetazas agitándose arriba y abajo ante sus saltitos, arrojando risas divertidas y de impresión ante la temperatura del agua.





Encontraron una posición cómoda donde el agua les llegaba por los hombros  a unos cuarenta metros de la orilla. Y se quedaron quietos uno frente al otro, era ahora o nunca pensó David.




-          Te lo estas pasando bien, Laura?




Empezó preguntando David para guiar la conversación.




-          Si, muchas gracias, es estupendo estar aquí con vosotros.




Contesto Laura sin dejar de sonreír con sus dientes de nácar.




-          Espe
ro que anoche no te molestásemos mucho, ya sabes… ya sabes cuando nos fuimos a dormir.







Dijo David sonriendo picaronamente.




-          Jajajaa, bueno algo os oí! Parece que estas en plena forma, no, jajajaja?




Respondió entre risas estruendosas y sexys Laura.




-          Si estoy muy en forma, no como Pedro. Candela me conto que nunca ha dado la talla suficientemente y ahora ni la talla ni la hora.




Le espeto David de forma muy poco delicada.




-          Como? Pero si Candela me dijo que no te había dicho nada, la cabrona!




Respondió boquiabierta Laura.  




-          Jajajaja, Candela me lo cuenta todo, todo, todo. Tiene completa confianza en su maridito. Por eso sé que estas a dos velas desde ni se sabe, y que incluso estas pensando en buscarte un amante, porque no puedes divorciarte de Pedro, porque te quedas en la calle.




Dijo David acercándose a Laura hasta que sus cuerpos se rozaron, al tiempo que tomaba su mano derecha de forma sorpresiva y la ponía sobre su paquete que no dejaba de palpitar.





-          También sé que te encanta dirigir en el sexo, y tengo algo que proponerte. Déjame ser tu amante, tu diriges y tu pones las condiciones a todo, solo será sexo, puro y duro, controlando las situaciones para que no se entere Pedro y a cambio podrás tener mi polla y mi vitalidad, como y  siempre que quieras. Yo solo quiero disfrutar de tu cuerpazo de diosa de playboy.........







CONTINÚA


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