Me gusta esa combinación de colores, rojo y negro. Me excita, además…
Ella me mira a los ojos, pero yo decido seguir observando sus piernas.
Van enfundadas en nylon oscuro y sus zapatos de taco las realzan mucho más. El vestido rojo es muy breve; apenas cubre su pubis.
Lo imagino delicadamente depilado y con cierta humedad.
Pero ella mantiene sus ojos en los míos; no me da ninguna ventaja.
Muy despacio, como para que no pueda notarlo, avanzo hacia ella.
Retrocede con calma, sin dejar de observarme. Es muy, muy perra.
Adivino que ahora debe estar excitada, con su sonrisa vertical humedecida.
Pero ella sigue igual, seduciéndome con sus hermosos ojos glaucos.
Finalmente, logro mi objetivo, arrinconarla contra la pared.
Allí no tiene escapatoria. Ella mira a ambos lados, pero nadie lo percibe.
Así es la gente que asiste a un vernissage cultural, a la exposición de cuadros de un artista ignoto, a quien nadie le interesa conocer… A nadie le preocupa la suerte de una hermosa mujer arrinconada por otra.
Ahora mi cuerpo casi roza el suyo y puedo sentir su aliento en mi cara.
Ella sigue mirándome, pero ahora su mirada es distinta…
Ella me mira a los ojos, pero yo decido seguir observando sus piernas.
Van enfundadas en nylon oscuro y sus zapatos de taco las realzan mucho más. El vestido rojo es muy breve; apenas cubre su pubis.
Lo imagino delicadamente depilado y con cierta humedad.
Pero ella mantiene sus ojos en los míos; no me da ninguna ventaja.
Muy despacio, como para que no pueda notarlo, avanzo hacia ella.
Retrocede con calma, sin dejar de observarme. Es muy, muy perra.
Adivino que ahora debe estar excitada, con su sonrisa vertical humedecida.
Pero ella sigue igual, seduciéndome con sus hermosos ojos glaucos.
Finalmente, logro mi objetivo, arrinconarla contra la pared.
Allí no tiene escapatoria. Ella mira a ambos lados, pero nadie lo percibe.
Así es la gente que asiste a un vernissage cultural, a la exposición de cuadros de un artista ignoto, a quien nadie le interesa conocer… A nadie le preocupa la suerte de una hermosa mujer arrinconada por otra.
Ahora mi cuerpo casi roza el suyo y puedo sentir su aliento en mi cara.
Ella sigue mirándome, pero ahora su mirada es distinta…
0 comentários - Me gusta esa combinación de colores