Todo empieza a cambiar

Todo comenzó a cambiar desde ese finde. Yo ya sabía todo, incluso me enteré más cosas de las que ya sabía y hasta incluso ví un vídeo de lu garchando con otro 3 meses después de ponernos de novios.
Yo ya me había sacado ese peso de saber un montón de cosas de ella y no decirlas para no quedar como un novio celoso, controlador, que revisaba sus cosas, que la seguía. Ahora ya habia visto todo adelante de ella y ella me confirmó algunas cosas y otras al no poder negar las, las di como confirmadas también.
Empecé a hablar y preguntar a Lu sobre todo lo que había hecho. Tratar de entender el por qué. Que buscaba en ellos que yo no pudiera darles. Y si no buscaba nada, ni le gustaban los pibes, como ella decía, porque seguía el juego de msj, besos o hasta cojer?
Trataba de entender y demostrarle a ella que ya algo peor de lo que sabía no podía enterarme. Que ahora lo peor sería que siga mintiendo. Yo ya sabía todo lo que tenía que saber y que podía llegar a olvidarme del pasado (internamente sabía que no). Que ya había visto todo (que podía ser peor). Que lo único que quería a partir de ahora para poder seguir, era sinceridad y honestidad. Que cada uno mostrará sus cartas sobre las mesas y pusiéramos reglas claras de juego para que no haya derecho a reclamar nada.
Así empezamos a hablar y empecé a sacarle algunas cosas.
A todo esto yo seguía revisando el celu. Lu borro todos los mensajes de todos lados y las fotos y videos. Obviamente empecé a ponerme mal nuevamente ya que sabía que otra vez mentía, negaba y ocultaba cosas. Y yo otra vez quería decir todo pero no quería quedar como el novio controlador y admitir que hacía años ya le revisaba casi cotidianamente todos los findes el celu.
Así que otra vez empezaron los reproche y los cuestionamientos y la negaciones de ella. Y el no entender mis cambios de humor. Pasaba de darle besos a decirle puta, después de ver su celu y notar que borraba cosas.
Era imposible que de hablar con mucha gente no tuviera msj de nadie. Era obvio que borraba. De repente solo tenía conversaciones con amigas y familias y todos los pibes con lo que histeriqueaba nada.
En su cumple y en la fiesta del gym no se despegó de mi lado. Para colmo ese año cayó sábado su cumple y lo festejo en el boliche con las amigas como venían haciendo en los últimos 2 cumples anteriores (19 y 20 años)
Paso su cumple, paso la joda del gym, pasaron las vacaciones y arranco el 2018. Y aunque yo sabía que borraba cosas y podía imaginar el por qué, ahora no tenía ninguna prueba que corroborara nada. Y lu o bien se cuidaba muchísimo de no dejar ninguna sospecha de nada o verdaderamente se estaba portando bien.
Cuando se iba a la casa empezaban mis miedos, cuando nos veíamos y hablábamos y pasábamos tiempo juntos, me tranquilizaba sus actitudes. No parecía esconder nada, hablaba con naturalidad y cuando yo preguntaba sobre algo o alguien me respondía segura y convincente. Yo la conocía y sabía cuando hablaba de verdad y cuando ocultaba, negaba o mentía. Y la realidad es que no parecía negar, ocultar, ni mentir. Le creía lo que decía y ahí volvía mi tranquilidad, pero cuando se iba, los fantasmas se me venían.
Así fue transcurriendo el 2018, que fue un año rarisimo. Porque fue de los mejores y sin embargo fue el peor.
Durante todo el año me iban pasando cosas lindas. Me sentía bien, me juntaba dos veces por semana con mis amigos, con lu parecía ir mejor y mas firme que nunca (cuando estábamos juntos, cuando se iba, se me explotaba la cabeza pensando que podía estar haciendo). En el trabajo estaba diez puntos. La familia ( con algunos temas de salud) pero en convivencia y unión diez puntos. Y lo más importante de todo boquita ganaba y la ilusión de la séptima se acrecentaba. La cancha jamás faltaba y cada paso que se avanzaba la ilusión crecía.
Llegó el 30 de octubre (cumple del Diego y semifinal river vs gremio) y paso river y ahora había que ganar si o si. Esa noche no dormí y así como estába salimos para la cancha (obviamente estaba en Brasil. Iba a los amistoso contra Atlanta, Villareal, etc no iba a faltar a la semi de copa). Ganó boca el 31 y ya no volví a dormir. Hasta el siguiente año.
No había otra cosa en mi cabeza que no fuera la final contra las gallinas. No me importaba absolutamente nada. Ni el cumple de lu, ni la joda del gym, nada. Se me venía a mi cabeza mi abuelo, los viajes, las alegrías, el viejo puteando a los policías en todas las canchas.
Llegó el sábado 10 de noviembre, vamos a la cancha, lluvia torrencial y a casa y a volver al otro día. Desde el 30 de octubre hasta ese día dormía de a ratos, comía lo mínimo para sobrevivir, no me entraba nada en el cuerpo. Lu me hablaba y yo estaba en piloto automático, mi mamá me hablaba y piloto automático, no entendía ni sabía nada, solo que jugaba boca. El cumple de lu (22 años) cayó domingo y lo festejo nuevamente en boliche el sábado a la noche. Festejo en casa con mi familia y su familia a las 12 cantamos el cumple y al boliche. Yo ni fui no podía con mi vida. El sábado siguiente era el partido y yo llevaba una semana casi sin dormir o durmiendo mal y comiendo mal.
Paso el sábado y la lluvia y el domingo y el empate. Y quedaban 15 días más para la final. Mi familia preocupada porque veían que la estaba pasando mal. Que la fecha se acercaba y cada vez dormía menos y comía menos y estaba ansioso, nervioso, necesitaba que se jugará ya y festejar o llorar pero ya.
Llegó el 24, las piedras, el 25 la suspención y Madrid y las gana que el avión se cayera en medio del Atlántico y a la mierda con todo.
La peor navidad de la historia y a los quince días llorar a mi abuela que nos dejaba. Y la historia con lu que se iba de las manos y no entendía nada pero empezaba a entender todo. Casi sin quererlo o quizás siempre estuvo y no quería aceptarlo o no era conciente pero la cosa empezaba a cambiar se empezaba a descontrolar mal todo y yo ya no sabía que quería, que no quería, si estaba bien si estaba mal. Dos veces pensé seriamente en matarme. La primera fui hasta la estación del tren y llorando no me animé veces. Se me acerco una señora y me dijo un montón de cosas lindas. Nose quien mierda era si la envío dios o quien pero, si bien no me salvo ella, porque no lo hice por cagón y no porque me haya parado, pero me sirvio sus palabras. Y la segunda, fui a la casa de un amigo a pedirle el fierro, lo busco, lo cargo y se lo llevo a la cabeza y me dijo "nos vemos arriba", lo pare y me metió una piña y me dijo que nunca más vuelva a pedirle un fierro si quería seguir siendo su amigo.