Mi prima, Mara Capítulo 6 (Reedición 2023)

Buenas...

Traigo un nuevo capítulo de la reedición 2023 de "Mi prima, Mara".

Esta vez, el sexto, para todos aquellos que no conocen la historia o que desean volver a leerla.

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PASATE!!!


CAPÍTULO VI: Día de sol

¿Realmente estaba viendo eso?
La tanga estaba impregnada con los fluidos de Mara, pegajosa. Increíble. ¿Se había mojado toda?
Me daban unas ganas de terribles de pasármela por la verga, pero no lo hice. Solo la observé unos momentos, imaginando cómo había hecho para dejarla así. ¡Tremendo!
Luego, la acomodé en la misma posición en que estaba y me metí en la ducha. De lo dura que la tenía, pequeñas gotas iban chorreándome por el tronco. Estaba listo...
Tomé mi miembro con la mano derecha y estaba preparado para terminar el trabajo que había comenzado ese día, temprano. Ya no aguantaba más la calentura y hace mucho tiempo que no me veía la verga tan gruesa. Me impresionaba.
Fue cuando recordé, que prácticamente, Mara me había pedido que lo hiciera. "Andá a solucionar tu problema" me había dicho hacía rato. Por lo que podía hacerme una buena paja sin sentir culpa alguna.
Pero en ese momento, y con mis casi 18 cmts de cabezona verga tomados con la mano, sentí que entraba ella. Me quedé duro.
-¡Perdón! ¡No miro!.- Exclamó ingresando al baño.
No pude reaccionar. Aunque la mampara de la ducha estaba toda empañada, pensé que podría verme.
-¡Dejé la ropa sucia tirada!
-¡Ah, dale!.- Le dije, todavía con el miembro en la mano. Estaba en bolas, a centímetros de mi prima.
No se veía mucho, pero si pude notar que ella miraba en dirección a la ducha. Y yo estaba parado de perfil. ¿Y si me estaba viendo la verga? De seguro la silueta se veía, al menos.
-¿Todo bien con tu problema? Jeje.- Dijo para tremenda sorpresa mía. Sentí una punzada en el tronco. Como si un fuerte cauce de líquido estuviera a punto de salir.
-Jajaja.- Solo atiné a decir y me solté la verga, que hizo un movimiento de resorte, como rebotando. No entendía cómo me hablaba de mi erección, estando en bolas casi delante de ella.
No aguanté más el morbo. Un chorro de leche se me escapó y dio contra el azulejo. Luego, en un movimiento algo torpe de mi parte, otro salió hacia la mampara.
-¡La puta madre!.- Pensé. Pero afortunadamente, creo que no lo vio.
-¡Te cambio la toalla, está media húmeda esa!.- Expresó y salió del baño.
¡Qué cerca estuvo, pensé! Limpié el desastre que había hecho y terminé de bañarme. No había salido todo el semen, pero estaba satisfecho. Era mucha la adrenalina que había sentido.
Esa noche pasó lo más normal. Mientras comíamos unas milanesas, hablábamos boludeces de la facu y demás.
Yo no podía evitar pensar, de a ratos, en esa tanga toda manchada y la miraba como diciendo "no te tenía así de calentona". Mi miembro arrancaba. Se había puesto una calza negra que le quedaba "dibujada" al cuerpo y una remera blanca, con un escote pronunciado en V, que finalizaban en unos botoncitos. Pobres de ellos, la fuerza que debían estar haciendo ante la terrible presión que debían ejercer esos globos...
Ninguno hablaba del tema. Seguramente, porque habíamos hecho algo “poco normal” para dos primos.
Después, vimos una película de terror tirados en el sillón. Insidious. ¡¡Para qué!!
El cagazo que se había pegado era tremendo.
-Vamos a dejar las puertas abiertas de las piezas.- Dijo algo asustada, con una sonrisa de nerviosismo.
-Jajajaaja.- Me reí muy tentado.
-¡No te rías, malo!
-Te cagaste en las patas...
-Sí, mirá si me aparece el bicho ese y me mata...
-Jajaja ¡bueno, está bien!.- Le dije y emprendimos el viaje hacia los dormitorios.
No se veía de una habitación a la otra, pero le daba seguridad y decidí complacerla. Eso sí, si se me ocurría hacer algo chancho, no lo iba a poder hacer. Pero qué más da...
Antes de apagar todo, al darnos un beso de buenas noches, ella se ofuscó mirando su celular. Me resultó extraño.
-¿Todo bien?.- Le pregunté
-Sí, sí, no hay problema, olvídate.- Me contestó rápidamente.
Yo noté cierta preocupación, pero no quería insistir. Me manejaba así con élla. Si me quería contar algo, lo iba a hacer.
Cada uno se acostó en su cama y a dormir.
Esa noche, dormí como un rey. Les mentiría si les dijese que no soñé con Mara clavándose el hilo dental hasta arriba. ¡Fue zarpado! Con el calor del verano solo dormía con una sábana. Era algo jugado, ya que siempre estaba con la verga erecta y era factible que ella lo viera, sobre todo ahora, que estábamos durmiendo con las puertas abiertas. Pero quizá el problema no era tal, a esta altura. Solo le daba un poquito más de morbo.
Ya por la mañana, yo me levante primero. Al pasar por la pieza de ella, vi que estaba profundamente dormida aún y tenía el celular al lado.
Decidí prepararle el desayuno. Después de todo, estaba quedándome de invitado en su casa. Unas tostadas,un jugo y se lo llevé hasta la mesa de luz.
Después, me fui a limpiar la pileta, tal y como le había prometido. Había un solcito copado, por lo que trabajé en bermuda y en cuero, ya que no tenía más ropa.
Le puse el decantador y procedí a sacar las hojas con el sacabicho. Era una pileta grande y los días y pedían a gritos usarla.
Luego le tiré el cloro y encendí el sistema de recirculación. Estaba quedando jamón...
Ahí fue cuando Mara vino al fondo.
Tenía puesto un pareo cortito, con la parte del corpiño de la malla roja. “Que cacho de gomas” pensaba mientras la miraba. Llevaba puestos unos Ray-ban de sol y una capelina. ¡Dios! No podía ser más diosa. Por donde se la mirara...
-¡Buen día!.- Expresó con muy buena onda.
-¡Buen día!.- Le dije, haciéndome el laborioso.
-¡Gracias por el desayuno, estaba muy rico!.- Dijo mientras me saludaba con un beso.
-¡No, de nada!.- Contesté a la vez que observaba como caminaba hasta la reposera y la sombrilla.
No se veía exacto, pero la parte de abajo de la malla, me calentó muchísimo. Era una tanga tipo string roja. Me babeaba.
-Ese torso necesita sol.- Me dijo mirándome
-Más o menos.- Le dije posando un poco.
-Jajaja ganso. ¡Igual buenos abdominales, eh!.- Exclamó mirando como marcaba la tabla de lavar.
-¿Te gustan?.- Le dije canchero
-¡Puede ser!.- Replicó algo tímida. Me encantó que me mirara.
Éramos la princesa y el lacayo.
-Bueno, esto lo dejas trabajando así media hora más o menos y después lo apagas de acá.- Le advertí, señalando los comandos.
-¡Oka! Gracias primito, está terrible el agua...
-¡No de nada, a la tarde nos vemos! Me voy a cambiar que me voy..
-Bueno dale, pero ¿te puedo pedir un favor antes, porfa, porfa?.- Haciéndome ojitos
-¡Sí, decime!.- Me preguntaba qué me iba a pedir.
-¿Me ponés un poco de bronceador en la espalda?
Era mi oportunidad.
-¡Si obvio, dame!.- Contesté encantado, agarrando el pote.
-Es solo en la espalda, igual, no te ilusiones jeje
-¿Ilusionarme, por qué?.- Con cara de logi, le respondí. Amaba estos ida y vuelta.
-No, nada jaja
-¡Decime!
-¡No me vas a ver entangada otra vez!
-Jaja ¿te pensas que estoy pensando todo el tiempo en eso?.- Le dije superado, pero claramente era así...
-Y... no sé.- Haciéndose importante expresó.- ¡Encima la tanga que tengo ahora es peor que la de ayer! jeje
-¿Peor?.- Contesto con cara de asombro. ¡Menos mal que no usaba ese tipo de prendas para la pileta! Aunque bueno, seguramente se refería a cuando estaba con gente.
-¡Siiii, me queda re enterrada en la cola, por eso tengo pareo!.- Dijo con voz de que "me gusta calentarte".
Cada palabra, era una bombeada de sangre a la verga. Para colmo la bermuda de jean, me hacía doler. Le pasé el bronceador en la espalda y hombros. Su fina y delicada piel blanca, era muy apetecible.
-Jaja para que me contas entonces, si no la voy a ver....- Le digo como diciendo "al pepe".
-Sí, tenés razón, perdón jeje
Yo, desde atrás, trataba de mirarle el terrible ojete y de divisar algo de esa tanguita. Apenas se veía el relieve. Se veía poco, pero rico.
-¡Bueno, creo que ya está!
-¡¡Gracias!!.- Y me dio un beso en el cachete para saludarme. Casi cerca del labio fue. Pareciera que se estaban por transformar en "picos" esos saludos.
Lo mejor fue ver esas gomas tocándome el pecho. Nunca había pasado así. Era una bikini pequeña. Por lo que se veía mucha piel del tamaño de dos melones. Que hermosa sensación. De alguna forma le había "tocado las gomas".
-¡Eu, acordate antes de venir!
-¿Qué cosa?.- Le dije haciéndome el sota, pero sabiendo exactamente que me iba a decir. Me gustaba mucho que dijera cosas guarras y poco habituales
-¡De avisarme que estás llegando!
-¿Para?
-¡¡Voy a tomar sol, primo!!.- Soltó haciendo énfasis en la palabra “sol”.
-¡Ah sí, cierto, dale!
-Ya veo que llegabas y me encontrabas con las tetas y el culo al aire jeje.
Era una perra élla, y también su forma de hablarme. Tan solo con que se refiriera a la situación, era muy caliente.
-¡Sí, sería toda una tragedia griega!.- Le dije aminorando la situación.
-Sí, para vos no sería nada. Me doy cuenta. Jumm. Pero a mí me daría mucha vergüenza. ¡Me muerooo!
-¡Yo creo que también me moriría! jaja.-
-¿Si te viera yo a vos?
-No. Si yo te viera a vos...- Le dije corajudo
-¿Ah sí?.- Dijo como interesante.
-Sí, me da un infarto, seguro jeje.-
-¡Siempre diciéndome cosas lindas, vos!
-¡Obvio!. Pero tené cuidado que no te vea algún vecino.
-Naa. ¡No me va a ver nadie!
-Esperemos jaja
-¿Te molestaría que me vieran desnudita?.- Dios, que zorrita, pensaba. Por qué hablaba así. A cada momento, parecía perder un poco más la vergüenza respecto a algunas cosas.
-Y... Sería injusto que te viera un extraño y no yo..- Contesto medio bajando la cabeza
Ella me miraba colorada y no creo que fuera por el sol. Que lindos le quedaban esos lentes. El pelo le caía sobre los pechos y con una mano se tomaba las puntas.
-¡¡Que pendejo depravado!! ¡¡Por dios!! Mejor andá a hacer lo que tenés que hacer jajaja.- Decía mientras reía tomándose la cara. No era algo común que le dijera algo como eso.
-Jajaja sí, ¡mejor me voy! ¡Nos vemos más tarde! Ella se quedó como incrédula, pero entre risas.
Me fui sabiendo que ni bien cerrara la puerta de calle, lo más probable era que Mara se desprendiera de todo lo que traía puesto. Tomaría sol al estilo Coca Sarli y se metería al agua. Qué lindo sería poder ser esa agua y meterme entre sus pechos.
¿Y si volvía, con carpa, y la espiaba? No era tan enfermito para hacer algo como eso. Pero ganas de hacerlo, me sobraban. Me moría por verla desnuda.
Me fui con un amigo a ver un auto que se quería comprar. Estuvimos dando unas vueltas por ahí, nada raro. Cada tanto pensaba si Mara estaba en bolas, al acecho de algún vecino pajero.
Mi amigo me preguntaba si me pasaba algo, que estaba tan pensativo.
-¿En qué estás pensando, chabón?.- Sorprendido de que no hablara una palabra.
-Nada ¿por?.- Cómo con total normalidad le dije.
-Estás callado, no decís ni A.
-Jajaja nada que ver...
-Como si no te conociera hijo de mil. Estás pensando en alguna mina, seguro jeje
-¡No ni a palos, Maty!.- Pero no estaba tan errado
-Bue, supongo que si andas con una minita, me contarías...
-¡Pero más vale que sí, boludo! jaja
-Y más, si está re buena jajaja
-Olvidate…- Le contestaba por inercia, sin mirarlo, imaginando lo que sucedía en ese fondo, en ese momento.
Me di cuenta que se me estaba volviendo rutinario, imaginar o recordar cosas tipo playboy de Mara. Después de todo, nadie en su sano juicio podría vivir normalmente. Era un bombón ella.
En ese momento me llega un whatsapp.
-Mmmm ¿qué decía yo?.- Dijo mi amigo, esperando que lo abra.
-Callate boludo, nada que ver.- Era un mensaje de Mara, pero de imagen...
"Acá en la pile" decía el pie de foto. El pene se me paró al instante. Ni me acordé de Maty que estaba ahí. Estaba recostada en el atérmico. La foto estaba sacada desde arriba, haciendo trompita y tenía los lentes Ray-Ban puestos. Se le veía la cara completa y un poco más por debajo de los hombros, donde cortaba la foto. Lo bueno es que se podía ver muy bien un poco de los pechos aplastados por los brazos, formando dos bolas. ¡Dios! Esa imagen es indescriptible, pensé.
Bien redondos parecían, aunque obvio, solo se veía un poco. Lo raro de la foto era que no parecían verse las tiras del corpiño de la malla.
Fué ahí que pensé ¡Está en bolas! Enseguida, me puse a mil.
Sí, era probable.
Se había sacado una foto en bolas y me la había mandado. Claro que no se veía nada, pero lo que indicaba, era eso. Estaba desnuda. Que actitud más trolita, pensé. La pija parecía que me daba golpes.
-¿Quién es esa pendeja, hijo de puta?.- Dijo mi amigo, viendo de costado. Creo que alcanzó a divisar algo.
-Jajaja nadie...
-¡Mostrá, no seas puto!.- Insistía
-Na, boludo, es mi prima, no te zarpes. ¡Posta!
-¿Tu prima, Mara?.- Dijo con cara de que no entendía.
-Sí, ¿qué tiene?.- Le contesté como si nada.
-¿Es lo que estoy pensando?.- Expresó en modo deducción.-
-Estas en pedo. No digas boludeces.- Le dije con molestia
-Bueno, está bien. No te calentes, mandé cualquiera, perdón...
-¡No, no pasa nada!.- Notó mi incomodidad a la primera.
-¡Vos sí que tenés suerte!.- Me dijo y cambió de tema. Pero yo sabía que no había terminado todo ahí.
Ya estábamos en la puerta de mi casa.
-¡Bueno, che, dejame en acá y seguí tranquilo!.- Bajé del auto y subí a la vereda.
-¡Ey!.- Me dijo con mirada de "te estaré vigilando, Fornica".-
Me cagué de risa. Fue muy gracioso jeje.
Maty siguió su camino. Las cosas que estaría pensando, seguramente. Pero no podía contarle lo que sucedía con mi prima. O al menos, lo que me sucedía...
Durante un rato le escribí a Mara y ella me contestaba.
-Vos sí que la pasas bien jeje.-
-Vení a la pile antes que se vaya el sol J
-Ahora veo. Te quemaste mucho?
-Un poco, no se ve en la foto? 🤔
Esta es la mía pensé
-No, mucho. Sacate otra más completa!- Expresé como tirando una moneda al aire.
-No puedo 😶
-Por?.- Ya sabía la respuesta. Me mordí el labio inmediatamente.
-No tengo puesta la malla 😱
Uff… Efectivamente estaba en bolas. ¡Por dios! Mi verga sufría.
-😳😳😳
-Jajaja tontoo.
Qué lindo era todo. Era el hombre con más suerte del mundo. Que Mara me cachondeara de esa manera, no era algo que pasara seguido.
-Bueno, ya voy corriendo entonces jeje
-Bastaaaa. 😳😳😳😳😳😳😳
-Jajaja lindaaa.- Cambiate que en 5 estoy!
-Oka nene ❤
Subí al auto y salí para allá. Qué momento más caliente. Por más que no se viera, estaba desnuda mandándome fotos y hablando conmigo. Era pervertidísimo eso. Me volaba la cabeza ese jueguito divino que hacíamos.
Es así que llegué. Estaba ansioso por seguir “jugando” con ella. Ojalá que siguieramos en esa línea. Además, la pasabamos genial los dos. Porque yo sentía que de su parte había feedback constante.
Entro, me dirijo al patio y escucho un tremendo estruendo en la pileta. Como si alguien hubiera caído pesadamente dentro de ella. Me preocupé. Me pareció raro.
¿Qué pudo pasar?
Salgo rápido, prácticamente sin pensar en nada. Llego hasta la punta de la pileta y la veo a Mara, sola, dentro. Me miraba con preocupación.
-¿Qué pasó?.- Le dije muy serio. No entendía nada.
Entonces, giré un poco la cabeza y vi que estaba su bikini completa, apoyada sobre el atérmico de la pileta.