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Como siempre, podes escribirnos a dulces.placeres@live.com, te leemos
Gracias por los puntos y comentarios
PARA ELLA, Y PARA VOS...
En esos días empezaba a trabajar por cuenta propia con un pequeño reparto de alimentos, leche, yogures, quesos y fiambres, sabía del oficio puesto que hacía siete años que ya hacía ese trabajo, pero bajo relación de dependencia de una conocida firma, pero había llegado el momento de ser mi propio jefe y trabajar solo para mí.
Ya me había comprado un vehículo acorde y ya tenía una cartera de futuros clientes lo suficientemente grande como para dar mis primeros pasos y saber que todo estaría bien
Andaba dando vueltas con temas de papeleos legales y habilitaciones municipales para poder cerrar el círculo y deambulaba de oficina en oficina, y en una de esas oficinas conocería a Macarena
Maca atendía al público en una delegación paralela a la policía provincial, solo que en este caso era de menor rango, era municipal, con funciones similares pero diferentes, ellos no estaban autorizados a portar armas ni podían detener personas, ni intervenir en conflictos, ellos solo podían hacer intermediarios entre la comunidad y los que realmente tenían el poder de policía
Sin embargo, en apariencia, daban esa imagen de control urbano, con importantes uniformes y medios de comunicación, aunque en el consiente del común de la gente, era solo una delegación de parásitos y acomodados por el gobierno municipal de turno, para darle trabajo a la gente y mejorar sus índices paupérrimos de desocupación laboral
Como fuera, ese simple cruce casual por un papeleo, me llevaría a una cita, a tener sexo, a enamorarme y formar una familia
Ella era muy perra en la cama, muy mente abierta, tenía algunos juguetes íntimos de sus días de soltería y sin inconvenientes los incorporamos al juego, era parte de lo que me enamoraba de ella, todo parecía normal, nada le molestaba y no juzgaba nadie por lo que hiciera entre cuatro paredes y era parte del motivo por el cual me había enamorado de ella, pero también era muy compañera como esposa, le gustaba dialogar, disfrutar una cena romántica y, por cierto, genial en la cocina
Todo iba perfecto, ella en su empleo rutinario con horarios fijos y por mi parte con el reparto, que me daba un poco mas de libertad, y esas oportunidades horarias empezarían algunos cambios
Verán, siempre me enamoraron las mujeres, pero todo el mundo femenino me generaba una intriga particular, puesto que, como hombre, podía imaginar el placer femenino, pero jamás, jamás podría experimentarlo
En algunas de esos ratos libres del reparto, solía pasar por casa, siempre había algo que hacer, y en una oportunidad, por casualidad su cajón de ropa interior estaba abierto
Solo fui de fisgón, y empecé a excitarme con sus cosas, me encontré con la pija dura, solo tomé una de sus tangas que olía a perfume y me masturbé con ella llenándola de semen, seria mi primer secreto
Repetiría el juego, solo que en esta oportunidad no sería casual, lo había planificado y me había hecho el tiempo adrede, así que solo me desnudé y me puse por primera vez unas medias de red negras con ligas y una tanga que hacía juego, me miré al espejo y de no ser por mi verga dura me veía muy femenina por así decirlo, pude notar que tenia una muy linda cola, tal vez mejor cola que la misma Macarena, volví a masturbarme sintiéndome mujer y vaya, acabé como un animal, noté que me gustaba demasiado el mundo paralelo que empezaba a descubrir
Aclaro que yo no tenía intenciones 'de cambiarme de equipo', solo me gustaba, me parecía sexi y ya, podía convivir con el doble juego.
Y de casualidad, una vez di con uno de sus dildos y probé que se sentía por detrás, Macarena se ponía muy loquita cuando se la metía por el culo y me excitaba demasiado dejárselo todo abierto, y ahora era yo quien sentía el placer que ella sentía, era todo loco, cada vez más loco
Incluso alguna vez me encorvé de tal manera sobre la cama, como para dejar mi verga por sobre mi rostro, fue incómodo, pero la excitación de masturbarme con los ojos cerrados y la boca abierta, esperando mis propios jugos fue demasiado caliente, demasiado tentadora
Y no sería el orgasmo en sí, sino recibir esa leche caliente en mi boca, pegajosa, y dejarla correr por mi garganta, diablos! eso era lo que Maca sentía?
Todo iba bien por mi lado, pero las cosas cambiaban en el entorno de mi pareja
En el horizonte lejano aparecían las fechas de reelecciones nacionales, provinciales y municipales, y al inútil del intendente de turno no había un número de su gestión que le cerrara, tenía una pésima intención de voto y una imagen negativa que tocaba las nubes, y empezó a dar típicos manotazos de ahogado
La institución que el mismo había creado era el centro de críticas de toda la población, era un juntadero de vagos y solo eso, había demasiados rateritos por las calles por lo que decidió sacar a toda esa gente a patrullar la ciudad, en colaboración con la policía, pero como siempre, en rol secundario y solo debían estar con los ojos abiertos
Formó parejitas de vigilancias, por cierto, un hombre y una mujer, la cuestión de igualdad de géneros no podía quedar de lado y era algo que políticamente también podía llevar agua para su corral
Así, mi esposa empezó a andar por las calles, en horarios rotativos, con Felipe, su nuevo compañero
No le hacía mucha gracia, puesto que lo suyo siempre había sido estar detrás de un escritorio, pero al menos tenía el consuelo de que a aquellos de mejores desempeños le habían dado alguno de los móviles disponibles y mientras que al resto solo le tocaba hacer eternas caminatas, y ella, siempre había sido una empleada ejemplar.
Las cosas cambian tan rápido que uno no suele darse cuentas, y entre esos cambios, me descuidé en la situación que ahora Maca ya no tenía horarios fijos y nuestra casa ya no sería mi bunker secreto
Era cerca del mediodía, yo estaba entre reparto y reparto, había mirado algunos videos de bisexuales y esas cosas y estaba que hervía, me colé unos de los juguetes de mi esposa por detrás y solo lo dejé vibrar esperando eyacular sin tocarme, mientras los gemidos de los videos que seguía observando me llevaban al clímax
Eso fue lo que encontraría Maca de casualidad, ese cuadro, esa pintura, se suponía que no debía pasar por casa en ese momento, pero lo había hecho, y yo estaba tan metido en mi historia que jamás pude advertir su llegada hasta que fue demasiado tarde, su cara bajo el umbral de la puerta del dormitorio no decía nada, o lo decía todo, con una confusión inesperada solo atinó a decir
Tengo que procesar todo esto...
Solo volvió tras sus pasos y presentí el final de mi matrimonio
Nos reencontraríamos por la noche, al caer el sol, después que yo terminara mi reparto vespertino y ella su jornada, no nos dijimos demasiado y ella mostró un silencio llamativo, me dijo que estaba cansada y necesitaba tomar una ducha.
Me quedé acomodando un poco las cosas de casa y preparando algo de lo que sería nuestra cena, luego fue mi turno de ducharme mientras observé con reservas las hermosas curvas desnudas de mi esposa, tragando saliva, asumiendo que ya no habría retorno
Sin embargo, al salir, ella me esperaba sobre nuestra cama, con lencería de ocasión, medias y unos infaltables zapatos de tacos, con varios de sus juguetes desparramados, entonces me dijo
Quiero que sepas que te amo como eres, y que no me molestó lo que vi, por el contrario, me supo tan caliente que en ese momento no supe cómo manejarlo
Solo fui sobre ella e hicimos el amor como nunca lo habíamos hecho, diferente, abierto, sin secretos, donde sus juguetes fueron nuestros juguetes y esa noche emprendimos un camino sin retorno
Macarena, en unos meses le daría una vuelta a nuestra pareja y empezó a portarse muy loca conmigo, en la misma forma en que yo solía rasurarla a ella, ahora ella lo hacía conmigo, me depilaba toda la cola, suavecita como una niña me decía y me daba una nalgada, y me hacía poner en cuatro para darme terribles chupadas de culo que me hacían poner la verga dura como piedra
A veces nos poníamos conjuntos de medias, de ligas, o bombachitas diminutas y nos tomábamos fotos muy sexis, ambos, muy de putitas, y a veces ella bromeaba sobre que tenía mejor culo que ella, cosa que era cierta, pero como hombre no podía decírselo para no herir su lado femenino
A forma como Macarena e eu nos comunicávamos na cama mudava muito rápido, e ambos gostávamos dos nossos novos papéis, o meu um pouco mais feminino, o dela um pouco mais masculino. Por fora da parceria, seu trabalho parecia melhorar dia a dia, estava mais contente, levara-se dado ao gosto de estar em um veículo toda a jornada e Felipe parecia ser um bom tipo, ela me falava bem dele, e cada tanto trazia histórias de horas de trabalho, que Felipe isso, que Felipe aquilo, que Felipe fez tal coisa, e não sei mais o que com Felipe. Como homem, não pude, ou não soube, ou simplesmente não quis ver que minha esposa era atraente, jovem, e naturalmente passava mais horas no dia com seu companheiro de trabalho do que comigo, e que a situação em que ambos tivessem família não impediria uma infidelidade, não seria descabellado. Recordo essa tarde, ela chegou da sua jornada, como de costume, já havia anochecido, não disse muito, apenas me levou um tanto à força para a habitação, parecia desencajada, me disse que queria que eu a cogesse, meio ao animal, e em um abrir e fechar os olhos estávamos desnudos sobre a cama, estava entre suas pernas tentando meter-me-lhe, mas o inesperado da situação me mantinha sem poder conseguir uma ereção completa para poder penetrá-la. Tomo um de seus brinquedos, apenas o lubrifiquei e me o meti todo pelo cu, e o puse a vibrar. Ela conseguiu seu objetivo, eu me pus duro como pedra e comecei a cogê-la com forças, ao mesmo tempo que ela fazia o mesmo comigo, com seu dildo. Me dizia no ouvido em pleno ato... Te gustaría mi love? te gustaría tener una de verdad en el culo? me darías el gusto? Y em meio a todas suas palavras, eu ejaculei como um animal em seu interior. Macarena então me fez para o lado, como se despeça a um preservativo, apenas se sentou na cama apoiando-se no espaldar, agarrou sua carteira, sacou um pacote de cigarros, acendeu um, deixando o mesmo e o encendedor sobre a mesa de luz. Ela estava... Nerviosa, evitava se mirar, e parece fazer ouvidos sordos aos meus apelos, sabia que detestava que fumasse, nem sequer sabia que estava fazendo isso novamente, após quatro anos de não a ver com um cigarro na boca, e evidentemente não era o único que não sabia sobre minha amada mulher.
Notei que ela tinha os mesmos nervos que eu aquele dia em que me descobri usando suas roupas íntimas, lhe trouxe um vaso com água, tirei delicadamente o cigarro e a convidou a falar.
Ela daria alguns rodeios, tentando evadir-me, era óbvio que carregava uma culpa demasiado grande sobre seus ombros, mas pouco a pouco largaria suas palavras.
Então me enterrei de que seu colega Felipe estava ao tanto de toda nossa intimidade, das fotos que nos tomávamos e muitas coisas que havíamos feito eram apenas porque ele as havia pedido, que ela se excitava demais com tudo o que estava vivendo porque Felipe não só queria fazer sexo com ela também me queria fazer sexo comigo!!! Porque coisas da vida, disse-lhe: Que belo cu tem seu marido.
E já não podia mais carregar toda essa carga emocional e o que havia acontecido horas antes a havia posto sobre as cordas.
Confessou que haviam tido uma tarde chata, sem ação, e que ela lhe havia estado falando muito sobre coisas que não devia falar e se sentia até culpada por ter originado a situação, apenas Felipe procurou um lugar apartado, parou o carro e mostrou seu cock, estava dura e se via enorme.
Em resumo, ela não havia podido evitar e lhe havia dado a chupada do cock de sua vida, e após engolir todos os seus líquidos sentiu o arrependimento por mim.
Então comprei seu estado de loucura, o motivo pelo qual havia agido como havia agido e disse-me que apenas se não quisesse mais estar com ela poderia entender, mas o que ela não podia entender é que longe de estar irritado, estava excitado por imaginar como lhe havia chupado o cock do seu colega de trabalho.
As coisas seguiram seu curso, era raro, porque eu sabia que me havia sido infiel. E que poderia voltar a ser isso, mas o nódo do problema não era esse, porque eu sabia que era o que ela estava procurando. Uns seis meses após, ela me havia levado por caminhos que eu me deixei levar, era ela quem havia tomado o controle, quem me depilava por completo, quem me comprava lingerie sexy, quem me havia presenteado com belas botas de tacos altos brilhantes como a noite, quem me fazia o cu a seu antojo e quem me havia presenteado com uma bela jaula de castidade em um plateado aço que eu sabia sexy, e o pior, o que mais gostava, que me fizesse fotos para mostrar a Felipe, quem por sinal se havia tornado um tanto cúmplice de tudo e ele já sabia que eu sabia que ele se apegava a ela.
Aclaro nesse ponto, que portas afuera, seguia sendo Pablo, o repartidor que todos conheciam e por nada do mundo deixava de lado meu mundo masculino, porque eu queria isso, nada diferente.
Meu aniversário trinta e dois estava virando a esquina, e Maca me disse que teria um presente que nunca esqueceria, essa tarde tinha franco e me pediu que organizasse minhas coisas para ter tempo livre. Assim o fiz, ela me pediu que a depilara por completo, e em seguida fez o mesmo comigo, era algo que sempre fazíamos, então me colocou minha jaulita de castidade, me deu meias de red negras e uma pollerita tableada, tipo escocesa, e me pediu que me pusesse minhas botas brilhantes, casualmente, ela tinha um conjunto igual ao meu e ficamos vestidas como irmãs gêmeas.
Sacou seu móvel e tomou fotos, e notei que as enviava e escrevia no mesmo tempo, muito concentrada, perguntei se eram para Felipe e assentiu com a cabeça, sem desviar o olhar da tela.
Meu cock tentava endurecer-se sem sucesso, por culpa da jaula que me aprisionava, e ela me falava sobre temas sexuais, entendendo que adrede buscava fazer tempo. Quando bateram na porta de casa, e ela abriu, a imagem de Felipe se faria presente pela primeira vez, então titubeando perguntei...
Vos... vos... Sos... Si, Felipe, o companheiro da tua mulher, e por acaso, tenho um cock para ela, e para você... Passamos ao quarto sem falar muito, ele me deu uma nalgada e disse que eu tinha um cu hermoso, Maca beijou-me na boca, e ficamos fazendo isso de lado enquanto ele se despirava, e minha esposa não mentia, ela tinha um cock intimidante. Ela me deixou de lado e foi direto chupá-la, e então voltou ao meu lado para dar-me um beijo doce, para voltar a chupá-la e voltar a beijar-me, então pediu que eu também o fizesse. Fui ao seu lado, me arrodillei e a excitação me dominava, antes os meus olhos tinham a enormous cock do amante da minha esposa, ela tomou-me pelos cabelos, parecia que a situação a excitava demais, e isso me excitava também, apenas fechei os olhos e comecei a fazer o meu melhor trabalho, era grande, por acaso, mas me senti engolosinado, apertava mais e mais, embora as lágrimas caíssem sobre os meus olhos, comecei a atragantar-la fazendo-a passar pela minha garganta tão grossa como era. Felipe não conseguiu conter o riso e disse algo como que parecia desesperado, parece que eu gostava mais da cock do que Maca e então pediu que se sentasse em quatro sobre a cama e disse-me para observar o que fazia à minha mulherita. Ela foi obediente, sua pussy depilada ficou ao seu alcance, mas ele foi por trás, fez-a gritar um pouco, mas em alguns segundos havia clavado o cock por trás, não esperava essa situação e enquanto ela gemia descontroladamente ele disse: Aposto que sempre te disse que não fazia isso por trás, ela me conta tudo, sabias? Maldita Macarena, era verdade, nunca se havia entregue porque seu cu era 'virgem' e a ela parecia sujo e asqueroso, mas não duvidava em fazer-me com seus brinquedos ou entregá-lo com prazer ao seu amante de turno. Felipe me sacou dos meus pensamentos e disse: Veni papi - palmeando na cama à direita onde ela estava - agora é sua vez, quero essa tiny ass... Mierda, fui para a par... Maca, em quatro, como ela estava e meu coração parecia saltar do meu peito, mistura de excitação e dúvidas, Felipe se acomodou por detrás e senti seu dedo roçar meu ânus, tinha algum lubrificante, e me meteu facilmente, em seguida senti que já meteria dois dedos e após aprestou a fazer isso
Golpeou com o seu pau duro sobre minhas nádegas um par de vezes e num golpe zas! tudo dentro, Felipe se movia com forças em meu interior, me tomava pelas cadeiras, meu pau prisioneiro queria explodir e meu Deus! só comecei a gritar perdido no prazer, enquanto Maca desfrutava de uma situação que muitas vezes havia imaginado
Me deu um bom tempo, voltou a dar-lhe por trás e em seguida para mim, até que minha esposa decidiu sair do jogo, só se foi para um lado, sentou-se sobre a cadeira, com uma perna sobre sua mesa de luz e a outra sobre a cama, bem abertas, começou a acariciar os peitos e a refregear o seu uso a palavra: pussy. Felipe me havia recostado sobre o colchão, boca para cima, havia levantado minhas pernas e me metia uma e outra vez agrandando mais e mais meu ânus que se enchia de prazer
Minha mulher mirava extasiada, crei que era algo que sempre havia querido ver, posto que se estava masturbando com loucura e a forma de agir fazia parecer que o libreto havia sido planejado com muita antecipação
Estava entregue, Felipe veio do lado da minha cabeça, do contrário de Maca, para que ela pudesse ver, comecei a chupá-la como podia fazer, lambendo seu glândula inchada de sangue, duro como pedra, que diablos...
Um sabor diferente chegava à minha boca, lembrava os dias em que bebia meu próprio semen e me perci sobre o que estava por passar, ele me meteu mais profundo e só começou a ejacular com força inusitada, fazia como um maldito cavalo, diablos, cuanta cum! tinha um sabor delicioso, engolosinado, tudo o que podia, mas era mais rápido que eu e não pude evitar um rebalse por meus lábios enquanto minha mulher se retorcia como uma serpente em um orgasmo eterno
Ela não... esperou, veio beijar-me como possuída, para poder compartilhar as últimas gotas do nosso amante de ocasião, para voltar a compartilhar seus lábios com os meus e com o pênis de Felipe, que ainda chorria sêmen
Seguimos fazendo isso por algumas horas, experimentando coisas novas, mas o clímax da reunião havia passado nesse momento
Como segue a história? não sei...
Não sei se minha mulher encontrou o que queria, se é feliz ao lado de um homem que gosta ser mulher, ou apenas se lhe passará o fetiche e buscará um homem íntegro, como Felipe
Talvez um dia eles me abandonem
Não sei o que busca Felipe em tudo isso, uma aventura paralela para afastar-se da sua vida matrimonial aborrecida, ou se se enamorou de minha mulher, o suficiente para atender todos os seus caprichos, inclusive, fazer-lhe o cu a seu próprio marido
E não sei o que há de mim, estranho o homem que fui, ainda gosto das mulheres e ainda gosto do meu reparto de produtos, mas também ainda gosto usar lingerie feminina, usar minha jaula de castidade e me portar como uma puta
Se você gostou da história pode escrever-me com título PARA ELLA, E PARA VOS... a dulces.placeres@live.com
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PARA ELLA, Y PARA VOS...
En esos días empezaba a trabajar por cuenta propia con un pequeño reparto de alimentos, leche, yogures, quesos y fiambres, sabía del oficio puesto que hacía siete años que ya hacía ese trabajo, pero bajo relación de dependencia de una conocida firma, pero había llegado el momento de ser mi propio jefe y trabajar solo para mí.
Ya me había comprado un vehículo acorde y ya tenía una cartera de futuros clientes lo suficientemente grande como para dar mis primeros pasos y saber que todo estaría bien
Andaba dando vueltas con temas de papeleos legales y habilitaciones municipales para poder cerrar el círculo y deambulaba de oficina en oficina, y en una de esas oficinas conocería a Macarena
Maca atendía al público en una delegación paralela a la policía provincial, solo que en este caso era de menor rango, era municipal, con funciones similares pero diferentes, ellos no estaban autorizados a portar armas ni podían detener personas, ni intervenir en conflictos, ellos solo podían hacer intermediarios entre la comunidad y los que realmente tenían el poder de policía
Sin embargo, en apariencia, daban esa imagen de control urbano, con importantes uniformes y medios de comunicación, aunque en el consiente del común de la gente, era solo una delegación de parásitos y acomodados por el gobierno municipal de turno, para darle trabajo a la gente y mejorar sus índices paupérrimos de desocupación laboral
Como fuera, ese simple cruce casual por un papeleo, me llevaría a una cita, a tener sexo, a enamorarme y formar una familia
Ella era muy perra en la cama, muy mente abierta, tenía algunos juguetes íntimos de sus días de soltería y sin inconvenientes los incorporamos al juego, era parte de lo que me enamoraba de ella, todo parecía normal, nada le molestaba y no juzgaba nadie por lo que hiciera entre cuatro paredes y era parte del motivo por el cual me había enamorado de ella, pero también era muy compañera como esposa, le gustaba dialogar, disfrutar una cena romántica y, por cierto, genial en la cocina
Todo iba perfecto, ella en su empleo rutinario con horarios fijos y por mi parte con el reparto, que me daba un poco mas de libertad, y esas oportunidades horarias empezarían algunos cambios
Verán, siempre me enamoraron las mujeres, pero todo el mundo femenino me generaba una intriga particular, puesto que, como hombre, podía imaginar el placer femenino, pero jamás, jamás podría experimentarlo
En algunas de esos ratos libres del reparto, solía pasar por casa, siempre había algo que hacer, y en una oportunidad, por casualidad su cajón de ropa interior estaba abierto
Solo fui de fisgón, y empecé a excitarme con sus cosas, me encontré con la pija dura, solo tomé una de sus tangas que olía a perfume y me masturbé con ella llenándola de semen, seria mi primer secreto
Repetiría el juego, solo que en esta oportunidad no sería casual, lo había planificado y me había hecho el tiempo adrede, así que solo me desnudé y me puse por primera vez unas medias de red negras con ligas y una tanga que hacía juego, me miré al espejo y de no ser por mi verga dura me veía muy femenina por así decirlo, pude notar que tenia una muy linda cola, tal vez mejor cola que la misma Macarena, volví a masturbarme sintiéndome mujer y vaya, acabé como un animal, noté que me gustaba demasiado el mundo paralelo que empezaba a descubrir
Aclaro que yo no tenía intenciones 'de cambiarme de equipo', solo me gustaba, me parecía sexi y ya, podía convivir con el doble juego.
Y de casualidad, una vez di con uno de sus dildos y probé que se sentía por detrás, Macarena se ponía muy loquita cuando se la metía por el culo y me excitaba demasiado dejárselo todo abierto, y ahora era yo quien sentía el placer que ella sentía, era todo loco, cada vez más loco
Incluso alguna vez me encorvé de tal manera sobre la cama, como para dejar mi verga por sobre mi rostro, fue incómodo, pero la excitación de masturbarme con los ojos cerrados y la boca abierta, esperando mis propios jugos fue demasiado caliente, demasiado tentadora
Y no sería el orgasmo en sí, sino recibir esa leche caliente en mi boca, pegajosa, y dejarla correr por mi garganta, diablos! eso era lo que Maca sentía?
Todo iba bien por mi lado, pero las cosas cambiaban en el entorno de mi pareja
En el horizonte lejano aparecían las fechas de reelecciones nacionales, provinciales y municipales, y al inútil del intendente de turno no había un número de su gestión que le cerrara, tenía una pésima intención de voto y una imagen negativa que tocaba las nubes, y empezó a dar típicos manotazos de ahogado
La institución que el mismo había creado era el centro de críticas de toda la población, era un juntadero de vagos y solo eso, había demasiados rateritos por las calles por lo que decidió sacar a toda esa gente a patrullar la ciudad, en colaboración con la policía, pero como siempre, en rol secundario y solo debían estar con los ojos abiertos
Formó parejitas de vigilancias, por cierto, un hombre y una mujer, la cuestión de igualdad de géneros no podía quedar de lado y era algo que políticamente también podía llevar agua para su corral
Así, mi esposa empezó a andar por las calles, en horarios rotativos, con Felipe, su nuevo compañero
No le hacía mucha gracia, puesto que lo suyo siempre había sido estar detrás de un escritorio, pero al menos tenía el consuelo de que a aquellos de mejores desempeños le habían dado alguno de los móviles disponibles y mientras que al resto solo le tocaba hacer eternas caminatas, y ella, siempre había sido una empleada ejemplar.
Las cosas cambian tan rápido que uno no suele darse cuentas, y entre esos cambios, me descuidé en la situación que ahora Maca ya no tenía horarios fijos y nuestra casa ya no sería mi bunker secreto
Era cerca del mediodía, yo estaba entre reparto y reparto, había mirado algunos videos de bisexuales y esas cosas y estaba que hervía, me colé unos de los juguetes de mi esposa por detrás y solo lo dejé vibrar esperando eyacular sin tocarme, mientras los gemidos de los videos que seguía observando me llevaban al clímax
Eso fue lo que encontraría Maca de casualidad, ese cuadro, esa pintura, se suponía que no debía pasar por casa en ese momento, pero lo había hecho, y yo estaba tan metido en mi historia que jamás pude advertir su llegada hasta que fue demasiado tarde, su cara bajo el umbral de la puerta del dormitorio no decía nada, o lo decía todo, con una confusión inesperada solo atinó a decir
Tengo que procesar todo esto...
Solo volvió tras sus pasos y presentí el final de mi matrimonio
Nos reencontraríamos por la noche, al caer el sol, después que yo terminara mi reparto vespertino y ella su jornada, no nos dijimos demasiado y ella mostró un silencio llamativo, me dijo que estaba cansada y necesitaba tomar una ducha.
Me quedé acomodando un poco las cosas de casa y preparando algo de lo que sería nuestra cena, luego fue mi turno de ducharme mientras observé con reservas las hermosas curvas desnudas de mi esposa, tragando saliva, asumiendo que ya no habría retorno
Sin embargo, al salir, ella me esperaba sobre nuestra cama, con lencería de ocasión, medias y unos infaltables zapatos de tacos, con varios de sus juguetes desparramados, entonces me dijo
Quiero que sepas que te amo como eres, y que no me molestó lo que vi, por el contrario, me supo tan caliente que en ese momento no supe cómo manejarlo
Solo fui sobre ella e hicimos el amor como nunca lo habíamos hecho, diferente, abierto, sin secretos, donde sus juguetes fueron nuestros juguetes y esa noche emprendimos un camino sin retorno
Macarena, en unos meses le daría una vuelta a nuestra pareja y empezó a portarse muy loca conmigo, en la misma forma en que yo solía rasurarla a ella, ahora ella lo hacía conmigo, me depilaba toda la cola, suavecita como una niña me decía y me daba una nalgada, y me hacía poner en cuatro para darme terribles chupadas de culo que me hacían poner la verga dura como piedra
A veces nos poníamos conjuntos de medias, de ligas, o bombachitas diminutas y nos tomábamos fotos muy sexis, ambos, muy de putitas, y a veces ella bromeaba sobre que tenía mejor culo que ella, cosa que era cierta, pero como hombre no podía decírselo para no herir su lado femenino
A forma como Macarena e eu nos comunicávamos na cama mudava muito rápido, e ambos gostávamos dos nossos novos papéis, o meu um pouco mais feminino, o dela um pouco mais masculino. Por fora da parceria, seu trabalho parecia melhorar dia a dia, estava mais contente, levara-se dado ao gosto de estar em um veículo toda a jornada e Felipe parecia ser um bom tipo, ela me falava bem dele, e cada tanto trazia histórias de horas de trabalho, que Felipe isso, que Felipe aquilo, que Felipe fez tal coisa, e não sei mais o que com Felipe. Como homem, não pude, ou não soube, ou simplesmente não quis ver que minha esposa era atraente, jovem, e naturalmente passava mais horas no dia com seu companheiro de trabalho do que comigo, e que a situação em que ambos tivessem família não impediria uma infidelidade, não seria descabellado. Recordo essa tarde, ela chegou da sua jornada, como de costume, já havia anochecido, não disse muito, apenas me levou um tanto à força para a habitação, parecia desencajada, me disse que queria que eu a cogesse, meio ao animal, e em um abrir e fechar os olhos estávamos desnudos sobre a cama, estava entre suas pernas tentando meter-me-lhe, mas o inesperado da situação me mantinha sem poder conseguir uma ereção completa para poder penetrá-la. Tomo um de seus brinquedos, apenas o lubrifiquei e me o meti todo pelo cu, e o puse a vibrar. Ela conseguiu seu objetivo, eu me pus duro como pedra e comecei a cogê-la com forças, ao mesmo tempo que ela fazia o mesmo comigo, com seu dildo. Me dizia no ouvido em pleno ato... Te gustaría mi love? te gustaría tener una de verdad en el culo? me darías el gusto? Y em meio a todas suas palavras, eu ejaculei como um animal em seu interior. Macarena então me fez para o lado, como se despeça a um preservativo, apenas se sentou na cama apoiando-se no espaldar, agarrou sua carteira, sacou um pacote de cigarros, acendeu um, deixando o mesmo e o encendedor sobre a mesa de luz. Ela estava... Nerviosa, evitava se mirar, e parece fazer ouvidos sordos aos meus apelos, sabia que detestava que fumasse, nem sequer sabia que estava fazendo isso novamente, após quatro anos de não a ver com um cigarro na boca, e evidentemente não era o único que não sabia sobre minha amada mulher.
Notei que ela tinha os mesmos nervos que eu aquele dia em que me descobri usando suas roupas íntimas, lhe trouxe um vaso com água, tirei delicadamente o cigarro e a convidou a falar.
Ela daria alguns rodeios, tentando evadir-me, era óbvio que carregava uma culpa demasiado grande sobre seus ombros, mas pouco a pouco largaria suas palavras.
Então me enterrei de que seu colega Felipe estava ao tanto de toda nossa intimidade, das fotos que nos tomávamos e muitas coisas que havíamos feito eram apenas porque ele as havia pedido, que ela se excitava demais com tudo o que estava vivendo porque Felipe não só queria fazer sexo com ela também me queria fazer sexo comigo!!! Porque coisas da vida, disse-lhe: Que belo cu tem seu marido.
E já não podia mais carregar toda essa carga emocional e o que havia acontecido horas antes a havia posto sobre as cordas.
Confessou que haviam tido uma tarde chata, sem ação, e que ela lhe havia estado falando muito sobre coisas que não devia falar e se sentia até culpada por ter originado a situação, apenas Felipe procurou um lugar apartado, parou o carro e mostrou seu cock, estava dura e se via enorme.
Em resumo, ela não havia podido evitar e lhe havia dado a chupada do cock de sua vida, e após engolir todos os seus líquidos sentiu o arrependimento por mim.
Então comprei seu estado de loucura, o motivo pelo qual havia agido como havia agido e disse-me que apenas se não quisesse mais estar com ela poderia entender, mas o que ela não podia entender é que longe de estar irritado, estava excitado por imaginar como lhe havia chupado o cock do seu colega de trabalho.
As coisas seguiram seu curso, era raro, porque eu sabia que me havia sido infiel. E que poderia voltar a ser isso, mas o nódo do problema não era esse, porque eu sabia que era o que ela estava procurando. Uns seis meses após, ela me havia levado por caminhos que eu me deixei levar, era ela quem havia tomado o controle, quem me depilava por completo, quem me comprava lingerie sexy, quem me havia presenteado com belas botas de tacos altos brilhantes como a noite, quem me fazia o cu a seu antojo e quem me havia presenteado com uma bela jaula de castidade em um plateado aço que eu sabia sexy, e o pior, o que mais gostava, que me fizesse fotos para mostrar a Felipe, quem por sinal se havia tornado um tanto cúmplice de tudo e ele já sabia que eu sabia que ele se apegava a ela.
Aclaro nesse ponto, que portas afuera, seguia sendo Pablo, o repartidor que todos conheciam e por nada do mundo deixava de lado meu mundo masculino, porque eu queria isso, nada diferente.
Meu aniversário trinta e dois estava virando a esquina, e Maca me disse que teria um presente que nunca esqueceria, essa tarde tinha franco e me pediu que organizasse minhas coisas para ter tempo livre. Assim o fiz, ela me pediu que a depilara por completo, e em seguida fez o mesmo comigo, era algo que sempre fazíamos, então me colocou minha jaulita de castidade, me deu meias de red negras e uma pollerita tableada, tipo escocesa, e me pediu que me pusesse minhas botas brilhantes, casualmente, ela tinha um conjunto igual ao meu e ficamos vestidas como irmãs gêmeas.
Sacou seu móvel e tomou fotos, e notei que as enviava e escrevia no mesmo tempo, muito concentrada, perguntei se eram para Felipe e assentiu com a cabeça, sem desviar o olhar da tela.
Meu cock tentava endurecer-se sem sucesso, por culpa da jaula que me aprisionava, e ela me falava sobre temas sexuais, entendendo que adrede buscava fazer tempo. Quando bateram na porta de casa, e ela abriu, a imagem de Felipe se faria presente pela primeira vez, então titubeando perguntei...
Vos... vos... Sos... Si, Felipe, o companheiro da tua mulher, e por acaso, tenho um cock para ela, e para você... Passamos ao quarto sem falar muito, ele me deu uma nalgada e disse que eu tinha um cu hermoso, Maca beijou-me na boca, e ficamos fazendo isso de lado enquanto ele se despirava, e minha esposa não mentia, ela tinha um cock intimidante. Ela me deixou de lado e foi direto chupá-la, e então voltou ao meu lado para dar-me um beijo doce, para voltar a chupá-la e voltar a beijar-me, então pediu que eu também o fizesse. Fui ao seu lado, me arrodillei e a excitação me dominava, antes os meus olhos tinham a enormous cock do amante da minha esposa, ela tomou-me pelos cabelos, parecia que a situação a excitava demais, e isso me excitava também, apenas fechei os olhos e comecei a fazer o meu melhor trabalho, era grande, por acaso, mas me senti engolosinado, apertava mais e mais, embora as lágrimas caíssem sobre os meus olhos, comecei a atragantar-la fazendo-a passar pela minha garganta tão grossa como era. Felipe não conseguiu conter o riso e disse algo como que parecia desesperado, parece que eu gostava mais da cock do que Maca e então pediu que se sentasse em quatro sobre a cama e disse-me para observar o que fazia à minha mulherita. Ela foi obediente, sua pussy depilada ficou ao seu alcance, mas ele foi por trás, fez-a gritar um pouco, mas em alguns segundos havia clavado o cock por trás, não esperava essa situação e enquanto ela gemia descontroladamente ele disse: Aposto que sempre te disse que não fazia isso por trás, ela me conta tudo, sabias? Maldita Macarena, era verdade, nunca se havia entregue porque seu cu era 'virgem' e a ela parecia sujo e asqueroso, mas não duvidava em fazer-me com seus brinquedos ou entregá-lo com prazer ao seu amante de turno. Felipe me sacou dos meus pensamentos e disse: Veni papi - palmeando na cama à direita onde ela estava - agora é sua vez, quero essa tiny ass... Mierda, fui para a par... Maca, em quatro, como ela estava e meu coração parecia saltar do meu peito, mistura de excitação e dúvidas, Felipe se acomodou por detrás e senti seu dedo roçar meu ânus, tinha algum lubrificante, e me meteu facilmente, em seguida senti que já meteria dois dedos e após aprestou a fazer isso
Golpeou com o seu pau duro sobre minhas nádegas um par de vezes e num golpe zas! tudo dentro, Felipe se movia com forças em meu interior, me tomava pelas cadeiras, meu pau prisioneiro queria explodir e meu Deus! só comecei a gritar perdido no prazer, enquanto Maca desfrutava de uma situação que muitas vezes havia imaginado
Me deu um bom tempo, voltou a dar-lhe por trás e em seguida para mim, até que minha esposa decidiu sair do jogo, só se foi para um lado, sentou-se sobre a cadeira, com uma perna sobre sua mesa de luz e a outra sobre a cama, bem abertas, começou a acariciar os peitos e a refregear o seu uso a palavra: pussy. Felipe me havia recostado sobre o colchão, boca para cima, havia levantado minhas pernas e me metia uma e outra vez agrandando mais e mais meu ânus que se enchia de prazer
Minha mulher mirava extasiada, crei que era algo que sempre havia querido ver, posto que se estava masturbando com loucura e a forma de agir fazia parecer que o libreto havia sido planejado com muita antecipação
Estava entregue, Felipe veio do lado da minha cabeça, do contrário de Maca, para que ela pudesse ver, comecei a chupá-la como podia fazer, lambendo seu glândula inchada de sangue, duro como pedra, que diablos...
Um sabor diferente chegava à minha boca, lembrava os dias em que bebia meu próprio semen e me perci sobre o que estava por passar, ele me meteu mais profundo e só começou a ejacular com força inusitada, fazia como um maldito cavalo, diablos, cuanta cum! tinha um sabor delicioso, engolosinado, tudo o que podia, mas era mais rápido que eu e não pude evitar um rebalse por meus lábios enquanto minha mulher se retorcia como uma serpente em um orgasmo eterno
Ela não... esperou, veio beijar-me como possuída, para poder compartilhar as últimas gotas do nosso amante de ocasião, para voltar a compartilhar seus lábios com os meus e com o pênis de Felipe, que ainda chorria sêmen
Seguimos fazendo isso por algumas horas, experimentando coisas novas, mas o clímax da reunião havia passado nesse momento
Como segue a história? não sei...
Não sei se minha mulher encontrou o que queria, se é feliz ao lado de um homem que gosta ser mulher, ou apenas se lhe passará o fetiche e buscará um homem íntegro, como Felipe
Talvez um dia eles me abandonem
Não sei o que busca Felipe em tudo isso, uma aventura paralela para afastar-se da sua vida matrimonial aborrecida, ou se se enamorou de minha mulher, o suficiente para atender todos os seus caprichos, inclusive, fazer-lhe o cu a seu próprio marido
E não sei o que há de mim, estranho o homem que fui, ainda gosto das mulheres e ainda gosto do meu reparto de produtos, mas também ainda gosto usar lingerie feminina, usar minha jaula de castidade e me portar como uma puta
Se você gostou da história pode escrever-me com título PARA ELLA, E PARA VOS... a dulces.placeres@live.com
2 comentários - Para ela e para você...