No início - 2 de 2

Primero, todas las entregas de los mejores post


http://www.poringa.net/posts/imagenes/4084661/Mi-amada-esposa---parte-1-de-3-.html

http://www.poringa.net/posts/imagenes/4389002/Mi-amada-esposa---parte-2-de-3-.html

http://www.poringa.net/posts/imagenes/4436535/Mi-amada-esposa---parte-3-de-3.html

http://www.poringa.net/posts/imagenes/4802856/Mi-amada-esposa-parte-4.html

http://www.poringa.net/posts/imagenes/4802863/Mi-amada-esposa---parte-5.html

http://www.poringa.net/posts/imagenes/4868469/Mi-amada-esposa---parte-6.html

http://www.poringa.net/posts/imagenes/4896522/Mi-amada-esposa---parte-7.html

http://www.poringa.net/posts/imagenes/4905961/Mi-amada-esposa---parte-8.html

http://www.poringa.net/posts/imagenes/4915721/Mi-amada-esposa---parte-9.html

http://www.poringa.net/posts/imagenes/4956318/Mi-amada-esposa---parte-10.html

http://www.poringa.net/posts/imagenes/4965835/Mi-amada-esposa---parte-11.html

http://www.poringa.net/posts/imagenes/4974651/Mi-amada-esposa---parte-12.html

http://www.poringa.net/posts/imagenes/4985411/Mi-amada-esposa---parte-13.html

http://www.poringa.net/posts/imagenes/4991203/Mi-amada-esposa---parte-14.html

http://www.poringa.net/posts/imagenes/5001091/Mi-amada-esposa---parte-15.html

http://www.poringa.net/posts/imagenes/5030636/Mi-amada-esposa---parte-16.html

Como siempre, podes escribirnos a dulces.placeres@live.com, te leemos


EN EL PRINCIPIO - PARTE 2 DE 2




Cuando terminamos nos reímos cómplices, mis piernas, el piso, el mantel, su pantalón, las sillas, había leche por todos lados y yo me lamía los dedos para limpiar mi mano, una locura total.

Discretamente nos aseamos con el mantel, sacó su billetera, dejó dinero de sobra sobre la mesa y casi nos escapamos riendo como tontos adolescentes, para nunca más volver, sin mirar atrás.

Fuimos hasta el coche, nuevamente me propuso llevarme a su departamento, pero nuevamente me negaría, como mujer con más corazón que cerebro, luchaba con mis ángeles y mis demonios porque no podía sacarme de la cabeza lo que le hacía a mi amiga del alma, a la pobre Laura, y él siendo hombre, con más cerebro que corazón, parecía no molestarle el hecho de jugar a dos puntas y podía conciliar el sueño sin remordimientos.





Se daría una situación que no estaba en mis planes, Laura y yo estábamos un tanto distanciadas, ella ya no me contaba de sus intimidades con Marco, se mostraba molesta e irritable conmigo, como si su sexto sentido la tuviera en alerta, como si sospechara algo, como si intuyera que le estaba jugando sucio a sus espaldas, y esa situación que podía haberme acobardado, solo sacó lo peor de mí. Tampoco la relación iba bien entre ellos, no era por mi culpa, pero era evidente a los ojos de todo el mundo que esa pareja era incompatible, no terminarían en nada y yo me sentí con alas como para clavarme como cuña en medio de ambos, así que cuando Marco me invitó nuevamente a su departamento me hice rogar un poco, pero le dije que sí



Fui a su lugar un sábado al mediodía, el mismo preparaba el almuerzo cuando llegué y un aroma que abría el apetito se respiraba en cada rincón. Me dijo que me pusiera cómoda y mientras él estaba atento en la cocina, yo me perdí recorriendo su amplio y lujoso lugar, observando los finos detalles, los adornos, las terminaciones, y lo envidié un poco, ese muchacho estaba varios escalones más arriba en la escala social y económica, alguien que nunca había sufrido ni necesitado nada, todo lo que deseaba todo lo tenía.

A veces la vida es un tanto injusta, como Marco no iba a ser egocéntrico y engreído? tenía facha de sobra, tenía dinero de sobra, autos, propiedades, una verga impresionante, que le faltaba? podía cogerse a quien quisiera cogerse y ahí estaba yo, esperando por mi primera vez.



Almorzamos, el maldito también era buen cocinero, debí asumirlo y por más que intentara disimularlo, los nervios me mantenían en alerta, no podía evitarlo.

Después del postre, él vino directo hacia mí, era obvio que iba a cogerme, pero yo volví a rechazarlo, no podía, aun el pensamiento de que fuera el novio de mi mejor amiga y que yo tuviera miedo por mi virginidad solo me bloqueaban.

Y Marco pareció perder la paciencia con mis histeriqueos y tuvimos nuestra primera discusión, fue directo, por mis vueltas, por mis evasivas, me dijo que ya tenía veintidós años cumplidos, que dejara de actuar como una monja de convento y que no estábamos en la edad media, y si bien eran ciertas esas y otras palabras que me dijo, lo real fue que me dolieron sus golpes tan duros como realistas.



Luego de descargar su ira, las cosas se tranquilizaron, la calma luego de la tormenta, me pidió disculpas, le dije que no, que yo era quien tenía que pedir disculpas y todo se había complicado entre nosotros, me dijo de llevarme a mi casa nuevamente, si no estaba cómoda, pero yo le dije que no, sabía que si cerraba esa puerta en ese momento probablemente jamás se abriría nuevamente para mí.

Respiramos, me propuso un juego para distendernos, claro si es que me gustaban los juegos.

Le pregunté de que se trataba y respondió



Fácil, te cubro los ojos y dejo caer un alimento en tu boca, tú tienes que adivinar de que se trata, si aciertas cinco veces, tienes derecho a pedirme algo, y si erras cinco veces, seré yo quien tenga el derecho de pedirte algo como prenda



Pareció tan tonto como inocente, y realmente me sacó del pensamiento de discusión que habíamos tenido recientemente, sonreí, intrigada, y tomé la apuesta muy en serio

Me dijo que no tardaba, fue hasta su cuarto y trajo una máscara negra de esas para dormir, me dijo que tenía varias y las usaba asiduamente en sus vuelos, que eran muy buenas, me sentó convenientemente en una silla al lado de la mesa y me pidió que cerrara los ojos, luego puso la máscara cubriendo los mismos y se aseguró que no viera nada, de todas formas, no pensaba jugarle sucio

Marco me dijo que no me impacientara, tenía que preparar el menú de alternativas para tener todo a mano sobre la mesa

Pasaron unos minutos, en los cuales mi agudeza auditiva me dejaba adivinar que caminaba de un lado a otro, abría y cerraba el refrigerador, cortaba cosas sobre una tabla de madera y la intriga me podía.



Al fin, arrimó más la mesa a mi lado y me dijo que empezaríamos a jugar



Abrí la boca, más, más



Pidió



Sacá la lengua, levanta un poco la cabeza, así, así, la lengua más afuera por favor, ahí va la primera muestra...



Primero recibí un líquido un tanto espeso sobre mi lengua, no pude evitar que escurriera por mi pera, pero fue un regalo, el sabor a chocolate es inconfundible y muy agrandada de mi parte le enrostré que estaba adelante

Abrí la boca nuevamente para recibir y saqué la lengua todo lo que pude, esta vez el maldito dejó caer mayonesa y si bien adiviné y saqué más ventaja, a él no le molestó, por el contrario, empezó a reírse por mi cara de disgusto y la forma que escupía puesto que aún tenía el dulzor en la boca de chocolate.



Me acomodé, entonces dejó caer algún condimento picante, no podía distinguir ningún tipo de esos condimentos aceitosos y solo empecé a patalear como una chiquilla, gritando



Pica! pica! pica!



Pero mis gritos se cruzaban con sus risotonas que retumbaban en la habitación



Le dije que así no podía seguir, me ardía toda la boca y no podía distinguir una cosa de otra, me arrimó un vaso de agua para que bebiera un poco mientras aún se escuchaban sus risas de fondo, maldito, solo jugaba conmigo, entonces me dijo



Para que veas mi buena fe, ahora te haré un regalo, abrí la boca y saca la lengua



Empezó a jugar con algo sólido que evidentemente estaba en algún líquido, un almíbar dulzón y empalagoso me llegó a la garganta y cuando me permitió morder, el sabor inconfundible de una sabrosa frutilla me llenó de placer, él fue bueno conmigo puesto que me dejó comer dos o tres como para aliviar mi paladar.

Así las cosas, fue hora de seguir el juego, y lo loco era que solo pensaba en lo que estábamos haciendo, en ganar un desafío, lejos de un juego sexual.

Tuve que abrir la boca, volví a sacar la lengua, entonces apoyó una banana, lo distinguí de inmediato, y también supe que a él en esta oportunidad no le molestaba desperdiciar una oportunidad, solo jugaba con ella en mi boca, deslizándola hasta mi garganta, metiendo, sacando, con el juego lógico de una pija y solo me tenté a reírme, pero dadas las circunstancias, en mi cabeza sume chocolate, mayonesa, frutilla y ahora banana, estaba a punto de ganar el juego



Cuando Marco se cansó, me pidió que nuevamente me acomodara, abriera los labios y sacara la lengua, entonces dejó caer un jugo ácido que lo sentí chorrear por mi pera y más abajo también, obviamente se trataba de limón y así se lo hice saber, pero el riendo me respondió



Perdiste! es pomelo!!!!



Seguí saboreando, tratando de comprobar, tal vez el solo jugaba conmigo, tal vez si yo hubiera dicho pomelo, él hubiera dicho que era limón, pero también era cierto que tenía una mezcla de sabores en mi boca que ya no podía distinguir nada de nada, y todo empezaba a repugnarme, él dijo entonces



Seguimos? estamos cuatro a dos, y tengo muchas ideas aun! pienso ganarte la partida



Y yo nunca fui buena perdedora, me gustaban los desafíos así que volví a abrir la boca y sacar la lengua, entonces Marco sacaría su as de la manga



Llegaría la próxima sorpresa para degustar, y un certero chorro de semen llenó mi boca, y otro y otro, el líquido espeso se depositó sobre mi lengua, y solo empecé a tragar, y más y más, como esa noche en el coche, maldito perverso, me desarmó con esa jugada, empecé a sonreír saboreando ese manjar y me limité a decir



Semen, es tu semen



El ya me había arrimado su pija a la boca para que se la chupara un rato y mientras yo me llenaba de placer, me dijo



Bien Berenice, llegaste a cinco, ganaste el juego, que quieres pedir?



A lo que yo respondí



Quiero que me cojas todo el día, quiero que me hagas de todo, que no me tengas piedad, quiero que sea una primera vez inolvidable y quiero cumplir cada una de las fantasías que tengo marcadas contigo



Marco entonces pasó sus fuertes antebrazos bajos mis piernas, llevando sus manos a mis nalgas, me levantó y me sentó de un golpe sobre la mesa y él se sentó en la silla que yo ocupaba, me recostó hacia atrás, levantó mis piernas y la falda naturalmente ya se había subido, estaba toda mojada, entonces él empezó a besarme el frente de la tanga, buscando saciar su sed con mi humedad, recorriendo los elásticos con la punta de la lengua, presionando con ella donde se ocultaba mi clítoris, sus manos inquietas ya habían buceado bajo mis ropas, mi sostén y de divertían jugando sobre mis pechos, acariciando mis duros pezones, aún tenía mis ojos ocultos y me sabía sexi, estaba al borde del mismo abismo


Arrancame la tanga! - le dije un poco implorando, un poco ordenando



El fue a un lado de mi cadera, tomó el elástico entre sus manos y lo hizo crujir hasta romperlo, Dios!, solo la dejó ahí, a mitad camino, pero fue suficiente para que llegara desde ese lado hasta mi sexo y sentí por primera vez el contacto directo de los labios de un hombre sobre mi intimidad, tuve uno de los orgasmos más hermosos que recordara, al menos hasta ese momento



Cogeme, cogeme toda! te deseo!



Marco entonces, mientras me sacaba los restos de tanga, me preguntó acerca de cuidarnos, le dije que no importaba, no estaba en mis días fértiles y soy un reloj suizo con esos días femeninos.

El me abrió nuevamente las piernas sobre la mesa, ya podía ver nuevamente y tomé su verga entre mis manos, Dios! estaba enorme, me asusté y cuando avanzó para penetrarme puse mi mano en su bajo vientre para impedirlo, le dije



Despacio, es mi primera vez! y con eso me vas a romper toda



El agradeció el halago hacia su mayúscula hombría y respondió



Tranquila, iré despacio, se tratar a una mujer y no te haré doler



Entonces lo sentí entrar lentamente, fue tocar el cielo con las manos y solo empezó a moverse muy rico en mi interior, que rico sabía! adentro afuera, más y más

Sentí un dulce dolor punzante en lo profundo, realmente la tenía grande, muy grande, habían pasado los primeros minutos de tensión y solo me entregué al gozo, naufragué en sus embestidas, él me miraba, me decía que era muy bonita, me pedía que me acariciara los pechos, yo le pedía que me los besara, que besara mis labios, que me comiera a besos y que me le metiera más, más, más adentro, que la quería más adentro! toda adentro! que no dejara de moverse tan rico como se estaba moviendo y mientras me acariciaba los pezones y el clítoris solo lo sentí venir



Marco sacó su verga y empezó a escupirme, su semen caliente saltó por mi vientre llegando a mis pechos, una vez, dos, tres, dejó sus jugos por mi pubis, incluso refregó su glande aun chorreando en mi clítoris, mierda, eso era lo que se sentía? y volvió a metérmela, mientras mis dedos jugaban con su leche solo volvió a cogerme con fuerzas, como una locomotora, y en menos de treinta segundos volvía a hacerlo, ahora sí, todo dentro, todo en lo profundo, grité como una cerda, y supe que era un camino de ida



El se retiró extenuado, tratando de recuperar la respiración, empezó a reírse



De que te ries? - pregunté con inocencia



Berenice, Berenice, al principio tenías miedo de que te lastimara, y al final, tenías más de veinticinco centímetros dentro y solo querías más? vaya mujer!



Me dio un poco de pudor, me sentí puta, su verga era tan grande y rica que ni cuenta me había dado del tamaño de mi conchita excitada

Me tomó de la mano, fuimos por una ducha, donde volvimos a hacerlo, y así seguimos durante toda la tarde, probando todas las posiciones, él fue mi guía, y me gustó cabalgarlo, que me lo hiciera en cuatro, de parados, de sentados, sobre la mesa, en el baño, en la cama, todo, todo era perfecto



Al anochecer, solo paramos para cenar algunas cosas improvisadas, Marco estaba casi desnudo, apenas un slip negro le daba un toque muy masculino, con su porte atrapante a contraluz, con esos ojos verdes que me hipnotizaban y esa sonrisa compradora que me deshacía

Por mi parte, solo le había robado una camisa blanca de las tantas que tenía, solo eso, es que ya no tenía tanga, pero no me incomodaba en ese momento, su ropa me daba un toque sexi y me encantaba mostrarme semidesnuda para él



Le pregunté si le había gustado, si había estado bien, es más, cuantos puntos me ponía comparándome con las otras chicas con la que él se había acostado, incluso Laura, mi amiga.

Me dijo que él estaba feliz por mí, porque era mi primera vez, y si yo estaba bien, pues él estaba bien.

Y que yo estuviera bien podía sonar ambivalente, porque esteba plena, pero después de sus ocho orgasmos a lo largo de la tarde, lo cierto es que me dolía demasiado toda mi sexualidad, y a dura penas podía mantenerme sentada.

Pero yo iba decidida a jugarme el todo por el todo, y Marco ya parecía satisfecho, entonces, como de postre a la cena le dijo



Marco, sabés que quiero? que me la des por el culo!


No início - 2 de 2 He looked at me so incredulous and excited, he had been surprised by the way I asked him, with a language that is not very feminine but drives men crazy, then I said... It's just that I've always had a very marked fantasy about that, and all afternoon, when you caressed me with your fingers...Ahhhh! Marco wouldn't be begged, he took me to the bedroom, got me into four and started licking and kissing me very tasty, putting his tongue in, only liked it and wanted more, kept salivating, put a finger in, then two, and I started doubting if I had asked for the right thing, it hurt a little Then he brought artificial lubricant to grease all his enormous cock to try to penetrate me, oh! this really hurt, he did it once, then again, and I asked him to stop a bit, took a breath and let him continue. After a few minutes of struggling, Marco was deflowering me from behind, entering and leaving again and again, and I felt such a big pain as exciting. I moaned, screamed, hurt, liked it, bit my lips, insulted him, until he just pulled out his cock and like a firehose started filling everything with cum, my buttocks, my pussy, my back, my hair, he put it in again and we fell exhausted from our own weight, while he was still caressing my sore clitoris, on that day I had given myself more orgasms than I had ever had in my life About anal sex, I would have the same feeling as I had with my first oral in the car, it wasn't what I imagined, but without a doubt, I would have a long learning path ahead of me, besides, seeing Marco's eyes full of pleasure, observing how he left my entire sphincter dilated, well, that was priceless for a woman who wanted to satisfy her man It was night, I wanted to stay with him, but he told me that at home they would be worried about me, I said I was already an adult woman, and he said he should get up early for... trabalhar, me soou como pretextos, mas não quis forçar a situação. A partir daquela noite começaria a transitar meu caminho de espinhas, meu verdadeiro calvário, porque me ceguei e me enamorei desse homem como de ninguém, o pus em um pedestal e foi uma merda porque sempre me sentia pouco para ele, por sua beleza, por seu status, por seu dinheiro, porque tudo fazia bem, e só não podia conformar-me com uma parte dele. Buscava-o para pegar onde fosse, e fazia o que ele queria que eu fizesse, lhe dizia que o amava, apenas me respondia com sorriso, me dizia que precisava de tempo, que não o sufocasse, que não esquecesse sua relação com Laura. E sim, estava minha amiga, a quem já não podia mais olhar nos olhos, e só me sentia uma merda com ela, porque estava roubando seu chico, e cada vez que eu sabia que eles estavam juntos apenas chorava e os odiava a ambos, não podia tolerar, só não podia. Mas o tempo vai acomodando as coisas no seu lugar, e a mesma Laura cortou com ele, me surpreendeu saber por seus lábios que já sabia de nossa relação secreta atrás dele, e que não me importava. Laura disse-me que Marco era um bastardo, uma pessoa má, jamais amaria alguém e para ele as mulheres eram parte da sua coleção, que tarde ou cedo me defraudaria, e que tanto ela como eu, éramos parte do jogo, porque se não havia notado ainda, havia mais mulheres na sua órbita. Fui uma tola, não acreditei, preferi ignorar, mesmo me enemistando com ela nesse momento, supus que era inveja, supus que Marco me havia escolhido e falava por despeito, mas no fundo do meu ser sabia que dizia a verdade. Tomou-me as mãos e me deu Podes ficar com isso, é tudo teu, mas lembra o meu conselho de amiga, estás tomando veneno. Corria o mês de maio, o dia três no calendário, com cara de preocupação e a intimidade necessária lhe disse a uma notícia não esperada, saí a prova de gravidez e lhe deixei notar o positivo bem marcado, he furado o rosto e me clavou uma punhalada com suas palavras Guau! E quem é o pai? Sentiu morrer, isso era tudo o que eu tinha para dizer? Quem era o pai? Se sabia que apenas me acasava com ele, ele era meu único homem e estava tão apaixonada, tão perdida que fazia qualquer coisa por ele, mas estava claro que para Marco eu só era um dos tantos buracos disponíveis para saciar sua masculinidade, para marcar sua hombridade, uma de sua coleção, e com lágrimas nos olhos engoli as minhas palavras e não quis mais falar. Marco me buscaria no dia seguinte, após o enojo marcado que eu tinha, mas seria apenas para complicar as coisas. Tudo começaria bem, ele disse que me desculpas, que havia sido um tolo e não havia medido as consequências de suas palavras, mas não demoraria em arruinar novamente, quando disse que iríamos a um bom médico, não era a primeira vez e não seria a última, obviamente os gastos correriam por sua conta Não entendia, não entendia que abortar não era uma opção, não o havíamos procurado mas o estado de gravidez para mim era o resultado do amor que eu lhe tinha, mas apenas ali abri os olhos para a realidade para notar que meu amor não era correspondido Gastei todas as lágrimas da minha vida, tinha o alma despedaçada e meu mundo estava de cabeça, mas precisava levantar a fronte e seguir em frente, Marco foi passado, e minha amiga Laura foi presente, precisávamos falar, falar de tantas coisas, liguei para ela, nos encontramos num parque e caminhamos sem rumo fixo, chegamos a um bar, chamava-se 'A esquina de Luca', nome bonito, por sinal, e eu estava procurando um nome para o bebê que estava em caminho. Conheceria Mirko tempo após, um prego para tirar outro prego, e me enamorei dele, um homem que vale a pena e não um bastardo sem coração. Sou muito feliz, por sinal, meu marido, meu filho, não tenho nada pelo que reclamar, embora em alguma noite de solidão, quando falo com minha consciência, tenha que engolir saliva para não estranhar as preciosas coitadas que ele me dava, embora me destroçasse, ainda me mordo os lábios recordando seu péssimo pau FIM Se gostaste da história pode escrever-me com título EM INÍCIO a dulces.placeres@live.com

0 comentários - No início - 2 de 2