Esclava (resubido)

Primero, todas las entregas de los mejores post


http://www.poringa.net/posts/imagenes/4084661/Mi-amada-esposa---parte-1-de-3-.html

http://www.poringa.net/posts/imagenes/4389002/Mi-amada-esposa---parte-2-de-3-.html

http://www.poringa.net/posts/imagenes/4436535/Mi-amada-esposa---parte-3-de-3.html

http://www.poringa.net/posts/imagenes/4802856/Mi-amada-esposa-parte-4.html

http://www.poringa.net/posts/imagenes/4802863/Mi-amada-esposa---parte-5.html

http://www.poringa.net/posts/imagenes/4868469/Mi-amada-esposa---parte-6.html

http://www.poringa.net/posts/imagenes/4896522/Mi-amada-esposa---parte-7.html

http://www.poringa.net/posts/imagenes/4905961/Mi-amada-esposa---parte-8.html

http://www.poringa.net/posts/imagenes/4915721/Mi-amada-esposa---parte-9.html

http://www.poringa.net/posts/imagenes/4956318/Mi-amada-esposa---parte-10.html

http://www.poringa.net/posts/imagenes/4965835/Mi-amada-esposa---parte-11.html

http://www.poringa.net/posts/imagenes/4974651/Mi-amada-esposa---parte-12.html

http://www.poringa.net/posts/imagenes/4985411/Mi-amada-esposa---parte-13.html

http://www.poringa.net/posts/imagenes/4991203/Mi-amada-esposa---parte-14.html

http://www.poringa.net/posts/imagenes/5001091/Mi-amada-esposa---parte-15.html

Como siempre, podes escribirnos a dulces.placeres@live.com, te leemos


Solo narraré esta historia aprovechando la intimidad que me da el hecho de que esto sea solo un escrito, no soportaría la vergüenza de ser identificada y que pudieran asociar a mi persona con lo que leerán a continuación.
Mi nombre es Vanessa y tengo veinticinco años, soltera, de pequeña contextura, no llego al metro sesenta de estatura, delgada, bastante delgada, de muy pequeños pechos y huesudas caderas, cola chata, cabello negro de corte desprolijo apenas a mis hombros, grandes ojos miel de mirada inquieta, pequeña nariz aguileña y un boca bastante prominente, como verán no soy una sex symbol ni mucho menos.
Tengo un carácter introvertido, me cuesta mucho relacionarme con la gente y en especial con los hombres, uso pequeños lentes de aumento que de alguna manera me ayudan a proteger mi persona, rayes de una nomas. Tengo una voz suave y pausada, no opino donde no me llaman y trato de no entrar en discusiones inútiles.
Los hombres me atemorizan, al punto que cuando uno se me acerca con dobles intenciones no puedo evitar sonrojarme y avergonzarme. No me considero buena amante, no sé, no me he animado a entregar mi colita y no me gusta que me acaben en la boca, soy de esas de sexo vaginal clásico, y con la luz apagada, por supuesto.

Lo que más me avergüenza es mi perfil de mujer, tranquilamente podría ser la maestra de tu hijo, esa con la que hablas todas las mañanas y ves con guardapolvo escolar, ó podría ser esa amiga que tanto crees conocer, esa con la que sales día por medio a correr por la plaza y escucha todos tus problemas, ó tal vez esa compañera de oficina, que ahora mismo está a un metro de donde tú estás, que parece encerrada en su mundo mientras tu tratas de adivinar en que está pensando.
Como verás, soy más común de lo que crees, es por eso por lo que me aterra seguir escribiendo, porque entiendo que no está bien, que mi mente está enferma, pero es más fuerte que yo y no puedo evitarlo. Acá empieza lo interesante…

Siempre sentí una oscura atracción hacia todas esas cosas de sometimiento, esclavitud, la experiencia de sentirse imposibilitada a reaccionar, a estar a merced de terceros, tal vez por mi extrema vergüenza que me pedía participar en una forma extremadamente pasiva, casi sin voluntad, poniendo en otros la responsabilidad de tomar decisiones de hacer cosas que tal vez muy íntimamente quería hacer, pero eran censuradas por mi consiente.
Así siempre buscaba mucha información escrita en internet y de vez en cuando terminaba viendo algunos de esos videos que abundan en la red e irremediablemente me masturbaba luego imaginándome en miles de situaciones.
Al tiempo, por una página descubrí un club virtual que compartía estas cosas y me uní prontamente al mismo, lo positivo era que usábamos nombres falsos y rápidamente me convencí de que había más gente de la que imaginaba con los mismos sentimientos que los míos, me sentí acompañada y participé activamente en los foros, era un mundo apasionante, enfermo, dispuesto a todo.

A medida que pasaba el tiempo me sentía más y más atraída, era como tener dos personalidades, nadie sabía de esto, ni mi psicólogo al que yo le contaba todo.
Había muchas personas que participaban activamente y no solo por el foro como yo lo hacía, así fue que, tras rechazar varias invitaciones, finalmente no pude aguantar más y terminé entregándome…

Esa tarde tomé un taxi y fui a la dirección donde me habían citado, lucía con vestimenta normal como siempre, pero el nerviosismo me invadía, llegué y me anuncié por un intercomunicador, una voz femenina respondió ‘bienvenida, adelante’ al tiempo que sonaba la chicharra que me permitiría flanquear la puerta de entrada. El lugar me pareció bastante sombrío, apenas había un par de sillones y unos viejos ventanales que daban a un patio interno. No habían pasado más de cinco minutos cuando sentí pasos al otro lado de la puerta interna que había, la misma se abrió y fue entonces cuando dos mujeres completamente desnudas me recibieron, solo tenían una máscara de cuero en las cabezas por donde solo veía sus ojos y sus bocas, la reserva de identidad era una regla impuesta que yo había aceptado, nunca sabría quienes eran. El impacto visual fue muy fuerte, me guiaron por un corredor, una a cada lado, no hablaban mucho.

Llegamos entonces a otra habitación, de unos cuatro metros de lado y un techo alto y antiguo, al medio había esos sillones camas que parecen de tortura, como tantos que había visto en los videos, aun estaba recorriendo el cuarto con mis ojos cuando comenzaron a desnudarme, sacaron mis zapatos, mis medias, mi pollera, mi camisa, mi sostén y mi tanga, yo también estaba desnuda, me pusieron entonces un grillete con largas cadenas en cada muñeca, el terror se apoderó de mi y comencé a resistirme


* No! no! no quiero… no!, déjenme….
*Vamos… si llegaste hasta acá por algo es…

Trataba de no avanzar, pero ellas eran mucho más grandes y fuertes que yo, casi a la rastra me llevaron hasta acomodarme sobre el sillón, me ajustaron a el por la cintura con unos cintos de cuero y engancharon las cadenas en unas roldanas, las giraron hasta que mis brazos quedaron extendidos y tirantes, luego pasaron unas sogas por mis piernas, me ataron bien fuerte y me las abrieron por completo, mi cabeza no tenía respaldo, me colgaba hacia atrás, veía todo patas para arriba, estaba totalmente indefensa, la tortura había comenzado y yo era parte del juego…

Ahora me sentía raramente excitada, con ansiedad por lo que vendría, pero tranquila por imaginar que estaba en manos de profesionales.
Sentí como una de las dos estaba entre mis piernas y comenzaba a afeitarme la concha, con paciencia, la otra ponía unas pinzas en mis pezones y adhería unos parchecitos a lo largo de mis muslos y mi vientre, no se imaginan la sensación indescriptible que sentía cuando por ellos pasaron pequeñas descargas eléctricas, mis pezones nunca habían sido estimulados de esa manera y la otra mujer luego de enjuagar mi concha ahora lampiña se dedicaba a pegarme suavemente con un latiguillo en mi pubis y en mis nalgas, comencé a gritar, no podía evitarlo el sonido del chasquido contra mi carne y el suave dolor que me producía me enloquecía, sentía mi clítoris hinchado de placer, de loco placer.

La electricidad seguía pasando por mi cuerpo y me contraía involuntariamente por la misma, de repente cesaron los latigazos y sentí que me lamían la concha, con esfuerzo levanté la cabeza y vi a una de las mujeres entre mis piernas comiéndome el clítoris, por Dios! Pensé… una mujer!...
Los minutos pasaban y mi excitación crecía, estaba entregada sin la mínima posibilidad de resistirme a nada, me dolían las muñecas por la tensión de las cadenas y las cuerdas sujetaban tan firmemente mis piernas que parecían cortarme la circulación. Sentía mi clítoris hinchado y caliente producto de la lamida que me estaba pegando esa desconocida, pero cuando parecía llegar a un orgasmo ella solo dejó de comérmelo, entendiendo lo que estaba pasando y dejándome sumamente caliente.

Entonces sentí algo frío y viscoso con lo que untaban toda mi vagina y mi ano, supuse que era algún lubricante preparándome para lo que seguía, y no me equivoqué, pasados unos instantes un dedo se colaba en mi vagina, luego dos, tres, la dilatación era tanta que no podía contener los gritos de placer, entiendo que intentaban meterme el puño y yo lo deseaba, los embates me hacían estremecer, el placer me desbordaba, quería masturbarme, pero el estar atada provocaba en mi una limitación que me atormentaba, y solo conseguía volverme loca.
Cuando mi argolla estaba tan llena de dedos, al punto de perder la noción de cuantos eran, sentí como otro se metía en mi ano para repetir el procedimiento, recuerden que yo no quería saber nada con sexo anal, pero como resistirme a la voluntad de esas mujeres? En realidad, quería hacerlo?
Y al poco tiempo mi culo estaba tan agrandado como mi concha, mis quejidos retumbaban en el cuarto, mis dos agujeros eran invadidos al mismo tiempo y mis pezones ardidos seguían siendo electrocutados…


Esclava (resubido)A todo isso, senti a porta abrir-se, o pescoço doía bastante por a incômoda postura em que estava sostenendo o peso da minha cabeça, alcancei a contar dez homens que ingressavam ao local, com látex negro aderido ao seu corpo, mesmo suas cabeças, apenas seus cocks estavam ao descoberto, com a minha vista invertida as vi colgando, seriam todas passas por mim! Um veio pelo lado da minha cara, colocou seu membro a centímetros de minha boca, me tomou com força dos meus cabelos, me apertou os cachetes passando seus dedos entre minhas muelas e apenas separei os lábios me meteu seu cock na boca empurrando tão fundo que me fez lembrar e arrancar um grito de reproche, recebi como resposta uma bofetada que me fez recordar que eu era a escrava.

Só me limitei a aceitar seus desejos, me tomou com força da minha cabeça e pude recuperar a respiração, afrouxaram um tanto as cadeias e as sogas, começava a relaxar-me, entendia que a festa havia terminado.

Mas me equivoquei, um dos males colocou algo em minha boca, passando tiras e fixando-o na nuca, me senti rara, como um cavalo levando um jinete, não podia fechar a boca, o aparelho de ferro me impedia, apenas podia tragar e mover a língua.

Trajaram um bol transparente e todos eles se masturbaron nele, eu mirava e queria creer que não fariam o que pensava que fariam... mas fizeram...

Quando todos acabaram se juntou uma mistura considerável de sêmen, então uma mulher tomou o recipiente enquanto a outra colocava um embudo em minha boca, me sujeitaram forte a cabeça e vertiram lentamente o brebaje pelo interior.

Odiava o sêmen, mas o amava nesse momento, o líquido viscoso foi preenchendo minha boca, minha língua recebia o sabor amargo daquela mistura branca e pegajosa, só pude tragar e tragar, como uma feia medicina tragou todo até a última gota...

A suave brisa que entrava pela janela moveu a cortina fazendo que acariciasse meu rosto sacando-me do letargo em que estava, sozinha, nas penumbras, não entendia nada, toquei meus lábios e estavam limpos, embora parecesse sentir o sabor a cum, descobri minha intimidade sumamente molhada, terrivelmente cheia de jugos, como deixava prova na foto adjunta, tive que mudar-me, de a pouco voltei à realidade, não havia sido mais que um sonho, mas que sonho! Estava agitada, quente, me masturbei em minha solidão revivendo o que para mim foi tão real...

Rápidamente volvi a colocar meu coração, introvertida, vergonzosa, escondi-me atrás minhas gafas, essas que me protegem, mas o sonho foi suficiente para empurrar-me a escrever meus desejos no foro, já estão preparando algo, e recordem... poderei ser a mestra do seu filho, essa com a qual fala todas as manhãs e vê com guardapolvo escolar, ó poderia ser essa amiga que tanto creis conhecer, essa com a qual sales dia por meio a correr pela praça e escuta todos os seus problemas, ó talvez essa companheira de oficina, que agora mesmo está a um metro do onde você está...

Se você for maior de idade gostaria saber minha opinião sobre esse relato, escreva-me com título 'ESCLAVA' para dulces.placeres@live.com.