Geração 1970 - Noémi

Los post que no podes dejar de ver!

http://www.poringa.net/posts/imagenes/4084661/Mi-amada-esposa---parte-1-de-3-.html

http://www.poringa.net/posts/imagenes/4389002/Mi-amada-esposa---parte-2-de-3-.html

http://www.poringa.net/posts/imagenes/4436535/Mi-amada-esposa---parte-3-de-3.html


GENERACION 1970 - NOEMI

VIENE DE 'GENERACION 1970 - LA REUNION'


Noemí resaltaba como siempre lo había hecho, era como la líder natural del grupo, la que siempre estaba segura de sí misma y parecía tener su vida muy en claro. Ella siempre había sobresalido por su personalidad, por su belleza, y siempre era la que se llevaba los mejores chicos a la cama, era así, no le importaba.
Nunca había dudado en hacer lo que fuera necesario hacer para conseguir sus objetivos, el fin justifica los medios era su lema de cabecera.
Noemí no le incomodaba vivir encerrada en un gimnasio para mantener su cuerpo perfecto, tampoco había dudado en ponerse generosos implantes mamarios para dejar su estampa en la más absoluta perfección, tampoco en hacerse unos retoques faciales, típicos de personas que ven un enemigo en la vejez
Ella era la que salía desnuda en todas las fotos, no le importaba, por el contrario, mostrarse como puta la hacía sentir inalcanzable, centro del universo, deseada por hombres, odiada por mujeres.
Para tener todo eso con gusto pagaba el precio, vivir casi sola, con sus perros, llena de billetes, vacía de amor, porque su esposo era solo eso, un fantasma multimillonario que siempre estaba en cualquier cama en cualquier hotel, menos en la suya


Noemí había armado su vida paso por paso, como una inteligente araña había ido tejiendo su tela. No le fue fácil, tuvo qua acostarse con muchos y no le valió de nada, sabía que en este jugo tenía que saber perder para poder ganar.
Al final, ella tendría su recompensa, Noemí sabía al dedillo de noches de fiestas, chicas jóvenes con excelentes cuerpos para viejos panzones forrados en dinero.
Y entre vueltas y vueltas sería Flavio quien mordería el anzuelo, un empresario de origen italiano que hacía años vivía en Argentina, un tipo que sabía dónde estaban las oportunidades y que negociaba entre bancas privadas y gubernamentales por igual, aprovechándose de la corruptela del poder de turno
Flavio hablaba un castellano muy cruzado con italiano, la clase de personas que le gustan las mujeres, que visten bien, que huelen bien y tratan de mostrarse eternamente jóvenes.

Cuando los presentaron esa noche en la fiesta, Noemí tuvo la impresión de que había encandilado al caballero que la doblaba en edad, y ella vio la oportunidad que tanto buscaba.
Supo ser condescendiente, obediente y antes que saliera el sol lo estaba matando en la cama, desde esa noche ya no se separarían.
Fueron al altar, ella al fin tenía al pez en la red y su primer objetivo de vida estaba cumplido, sería millonaria de por vida y solo tendría que satisfacer a su viejo esposo cada tanto, y no mucho más, mostrarse a su lado, de su brazo, asistir a fiestas, y permitir que Flavio la exhibiera como su más preciada joya

Ella ya había obtenido su primer logro, tener un burro que la mantenga, ahora iba por otro, conseguir un tigre en la cama.
Ese tigre se llamaría Alfio, su amante, un tipo de su edad, un musculoso que había conocido en un sitio de strippers, y que forma parte de otra historia, pero lo cierto es que a ella le encantaba ese hombre, como lucía, como era, como vestía, como olía y sobre todo, como la cogía
Es que Flavio estaba demasiado ocupado con su vida de empresario y ella conocía su rol en el juego, además, sabía que su esposo no se había hecho millonario por tonto, y tenía en claro que él se revolcaría con cada putita que se cruzara en su camino, por eso, tenía siempre ese comodín bajo la manga, un tipo fuerte con una verga hermosa que la cogería hasta dejarla plena y satisfecha.

Y ella hacía cualquier cosa que él le pidiera, no tenía ningún 'no' para ese hombre, ni en la cama ni fuera de ella, le encantaban sus locas perversiones, y se excitaba mucho regalándole fotos prohibidas y permitiéndole que la filmara cuando hacían el amor.

Palabras de Noemí

No puedo quejarme de mi vida aburrida vida de esposa, puesto esto es lo que yo elegí.
Al principio me era grato acompañar a Flavio a sus reuniones europeas, pero el siempre iba por negocios y nunca tenía tiempo para mi, así que después de un tiempo, todo empezó a hacerse desabrido, y cuando quise darme cuenta, me la pasaba encerrada en un lujoso hotel, bebiendo y bebiendo tragos solo por puro aburrimiento y si no ponía un alto terminaría volviéndome una alcohólica perdida.

Así que solo empecé a dejar en pausa esos viajes y a concentrarme en cosas que realmente llenaran mi tiempo, mi vida, porque me daba cuenta que ni el dinero, ni las ropas, ni los viajes, ni mi obsesión por el físico valían la pena si mi alma estaba vacía.
Y volví poco a poco mi vieja pasión, algo que creí que no necesitaría después de Flavio, pero me di cuenta que me gustaban demasiado los hombres y el sexo como para solo sacarlo de mi vida.
Recordé viejos amigos, viejos amantes y con el que era y es mi esposo, trazamos sin querer vidas paralelas, y nunca tuvimos inconvenientes con las infidelidades, y a jugar que no lo sabíamos, la única condición era que nada se hiciera público

Y fue así, de casualidad, como apareció Alfio en mi vida, lo conocí en un bar nocturno donde trabajaba y se prostituía con las mujeres de turno, y en verdad yo pagué en esos días para que compartiera mi cama, y ese hombre representó lo que siempre había deseado, demasiado viril, demasiado potente, demasiado animal, y solo me cogía y me cogía como un toro, nunca se cansaba, nunca paraba, y sus jornadas de sexo eran maratónicas, y solo me llevaba al límite de lo posible, al abismo, y solo tenía que rogarle que se detuviera, que ya basta, me dejaba inundada en leche, con todos los agujeros dilatados, me hacía su puta y amaba eso.
Había estado con muchos, pero como él, ninguno, es que era venenoso, tan venenoso, y me había clavado su aguijón bien profundo, y solo me tenía bajo control

Él se me hizo tan indispensable como comer, como beber, como respirar, Flavio colmaba mis carteras importadas con joyas y dinero, pero Alfio apagaba el fuego que vivía entre mis piernas como nadie podía hacerlo, y en cada viaje del primero, tenía la oportunidad de coger con el segundo.
Era un tanto loco, porque mucho del dinero de Flavio iba a parar a los bolsillos de Alfio, y como un hombre me mantenía a mi, pues yo mantenía a otro, tenía casi la completa atención de ese pijudo musculoso y perdí la cuenta cuantos billetes puse sobre la mesa solo para que me cogiera

Y él me hizo cosas locas, él me hacía sentir viva, teníamos sexo en cualquier lugar, en algún callejón pestilente, en los baños sucios de la estación de subte, me ataba, me azotaba, en el balcón de un hotel, en una piscina, mezclaba dolor con placer, Alfio tenía la habilidad de llevarme por los caminos eróticos que muchas mujeres sueñan pero pocas se animan a caminar, y en algún punto, casi sin darme cuenta, concluí que yo estaba dispuesta a hacer cualquier cosa que él me pidiera

Así fue como se dio, Flavio estaba de viaje, andaba por Europa, por los países bajos, haciendo negocios y revolcándose con locas, y yo estaba sola en el país y para mi puta desgracia, Alfio estaba con una gripe terrible, con temperatura, haciendo reposo y medicamentado, yo solo quería coger y no me alcanzaban mis dedos para apagar el calor que tenía entre las piernas.
Lo llamé un par de veces, pero me dijo que era imposible, y yo le dije que quería verga, que estaba aburrida, entonces me hizo una propuesta, él tenía varios amigos del club de strippers, todos con vergas grandes como a mí me gustaban y que siempre había tenido la fantasía de ver como cogía con varios tipos a la vez.


Geração 1970 - NoémiEm primeira instância eu o tomei como uma brincadeira, mas em pouco tempo descobri que ele não brincava, me perguntou se três eram suficientes e a ideia logo se me pegou e fiz minha própria, falamos muito pelo celular, com detalhes, do que pretendia fazer e quando quis dar-me conta estava tão molhada que morria de desejo.

Ele me mandou algumas fotos dos seus amigos para que eu escolhesse os mais potáveis, demos as mãos ao trabalho e aluguei uma casinha de fim de semana fora da cidade, onde receberia meus três garotos por algumas horas.

Tomé o carro e fui cedo, precisava me assegurar de ter a privacidade requerida para me sentir confortável, acomodei minhas coisas no armário e dei um banho de espuma, me assegurei estar bem depilada, em seguida pus medias vermelhas com grandes rombos e elásticos negros ajustando em meus joelhos, tacos altos nos sapatos brilhantes, uma thong muito sexy que se acomodava muito alto nas minhas nádegas e muito dentro das minhas nádegas, um top de vermelho também negro, mangas longas, com o detalhe de um escote deliberado que deixava minhas tetas completamente nuas.

Alfio e eu falamos pelo celular, ele me pediu algumas fotos para ver como eu estava, e eu tomei várias para ele, e me senti muito sexy, muito mulher, pois meus peitos realmente pareciam naturais e meu ventre marcava os esforços das minhas rotinas de ginástica, acho que ainda tenho as fotos por aqui.

Noemí pegou seu celular e começou a procurar, após alguns minutos encontrou o que queria e deu o telefone para Gabriela, sem pudor, para que apenas passassem de mão em mão e pudessem ver como eu estava aquele dia, então continuou falando.

Eles chegaram quase à hora pactada e os recebi assim, como lhes mostrei, quase nua, sem problemas, então iniciei uma chamada vídeo com Alfio, para que do outro lado pudesse se deleitar com sua puta.

Fomos ao dormitório onde uma cama enorme nos esperava aos quatro, então beijei um, outro e outro, e rotei entre os três enquanto eles iam se desvistando, enquanto um celular indiscreto. Era testemunha do que acontecia entre essas paredes, de repente eles se haviam recostado lado a lado, com seus cocks enormes apontando para o céu, esperando por mim, para que eu fizesse o que quisesse fazer. Me arrodilhei, fui como uma gata pelo primeiro, seu cock era reta como uma barra, belo, e o aprisionei entre minhas tetas e o movi entre elas, até fazê-lo desaparecer ao meio, muito delicioso, sentia seu glande quente perder-se entre meus peitos enquanto eu mirava o celular, porque eu estava gozando, mas também estava agindo para Alfio.

Fui pelo segundo, essa vez para chupá-la, um enorme sable negro que se inclinava para a direita, e só não entrava na minha boca, metia-me tão fundo quanto podia, até ter arcadas por golodice, ou apenas lambia as bolas enquanto o masturbava, ou talvez passasse a língua desde abaixo até a ponta, uma e outra vez, e agora havia me esquecido do celular, é que me encantava chupar essa cock riquíssima que tinha entre suas pernas.

E fui pelo terceiro, mas essa vez não me concentrava na tela do móvel, nem na cock que me estava chupando, não, essa vez apenas me ensalivava os dedos indicador, maior e anular para ir dilatando meu esfíncter para o próximo que vinha.

Então volvi à da metade, à curva, a que era mais grossa, pus meus pés sobre os muslos do garoto, dando-lhe as costas, e com sua ajuda sentei-me lentamente sobre ela, era gorda e me fazia doer, mas queria que me filmassem com essa cock no cu e com toda minha use the word: pussy aberta, gemindo como uma puta, apenas para complacer a Alfio.

Depois de um tempo, já tinha meu cu amoldado e bem dilatado para comer-me tudo o que viesse. Me fizeram girar, para que agora eu cavalcasse frente a frente, com essa cock curva na use the word: pussy, enquanto me filmavam desde atrás, eu abria minhas nádegas com minhas mãos para que se visse meu esfíncter aberto e isso me enlouquecia.

Outro veio por trás e começaram a jogar uma dupla penetração, era tudo muito Delicioso! Las cinco amigas olhavam com os olhos grandes, incrédulas, boca aberta, pois o relato de Noemí era demasiado vívido, muito quente e não davam crédito ao que se mostrava, até desconhecida. Mientras um me dava por frente e outro por trás, o terceiro acomodou o celular para um lado, de maneira que se visse em primeiro plano essa dupla penetração pornográfica para que Alfio desfrutasse enquanto escutava meus gemidos. O tipo este veio ao meu lado e só começou a me pegar bem por boca, até dar-me arcadas, em seguida, tomou-me pelos cabelos com força e apertou-me pela garganta, fez girar minha cabeça para que ao mesmo tempo olhasse diretamente para a tela do móvel. Me disse que Alfio merecia ver meu rosto de puta ao mesmo tempo que me enchiam de carne por ambos os buracos. Depois, houve um jogo de penetración anal louca, sabem como são os homens, apenas me puseram em quatro e foram se turnando um a um, um me rompia o cu, outro me filmava e outro descansava, e assim iam rotando, eu me abria toda e sentia meu esfíncter dilatado, e me excitava com isso posto que imaginava que Alfio se estava masturbando com o que via. E é que me tratavam como uma puta, me nalgueavam, me acariciavam as tetas e todo o corpo, e eu só me embriagava em prazer, fizeram de tudo, tudo o que imaginem. No final, se haviam saciado, tocou-me ir ao piso, entre seus belos cocks e um celular tomando o primeiro plano do meu rosto, chupava a um, a outro e a outro, abria bem minha boca e mostrava minha língua, juro que me sentia a rainha do lugar e de repente alguns dos meninos vieram sobre o meu rosto, senti arder seu sêmen sobre a minha frente, meus olhos, meu nariz, meus pómulos, meus lábios, minha boca, foi o meu clímax de prazer, comecei a rir, não podia controlar, é que era tudo muito quente, e sentia essa pegatina que como lava quente de um vulcão se desloca lentamente por efeito da gravidade. Chegou o segundo, fazendo exatamente o mesmo. mesmo, merda, estavam-me plastificando o rosto! Mas tudo valia a pena por agradar meu amante, embora mais que curar, com certeza ele estaria subindo a temperatura.

O terceiro parou bem à frente e disparou como um projétil que passou entre meus dentes e minha língua para bater direto na minha garganta, e outro disparo que engoli com pressa, e então, já com menos força começou a preencher minha boca e eu o terminei chupando muito gostoso, até roubar as últimas gotas.

Fiquei brincando com meus dedos, limpando meu rosto, levando a mistura quente de sêmen para minha boca, isso lhe agradava a Alfio e bem, não muito mais que contar.

Toda essa jogada potencializaria minha relação de amantes com esse tigre, me incitaria a fazer coisas novas, coisas loucas, e sexualmente foi tudo muito quente durante o tempo que durou.

A partir daí me levou por novos caminhos, novas experiências, orgias, sexo lésbico, coger com estranhos, até mesmo eu olhar como ele cogia com outras, e até ser parte de seu harém privado, sim, eu havia me tornado sua puta.

Mas bem, nada é para sempre, e em algum ponto da história nossos caminhos começaram a se separar, ele queria avançar em nossa relação, ver como sacar proveito, não se conformava mais com seu papel de terceiro pago, muito bem pago, não, ele se metera como cunha e aproveitou seu domínio sobre mim para me pôr contra meu esposo, a ideia era, nós dois gastar a fortuna de Flavio.

Mas eu não sou burra e foi óbvio que estava usando como um ponteiro para chegar aos bilhetes, e para mim as coisas estavam muito claras na minha cabeça, Alfio era um excelente amante, mas me havia custado muito armar minha vida junto a Flavio, e por isso não perderia os que havia conquistado com a cabeça.

E não foi fácil cortar, porque seu segredo, pelas fotos, pelas filmagens, me supôs uma mala carregada de dinheiro e no fundo isso foi o de menos, porque esse jovem se havia cravado em mim, nas minhas entranhas, nas minhas Huesos, em meu ADN, e apenas arrancá-lo da minha vida resultou demasiado doloroso. Noemí deu por terminada sua parte, ante o silêncio da noite e o crepitar dos lenhos no fogo, serviu-se outra copa de vinho e esboçou uma sonrisa, olhou uma a uma para suas amigas que ainda pareciam não sair do assombro. Ela era astuta em temas sexuais, sabia que havia deixado a vara demasiado elevada, que qualquer história que as outras contassem seria pouco ao lado da sua, e com isso todas se animariam a contar algo, mesmo a puritana de Lara.

Gabriela estava sentada justamente à frente de Noemí, fogão mediante, como todas as demais terminava de escutar as palavras da sua amiga em uma história que soava demasiado pornográfica e até pouco creível, mas da puta de Noemí tudo era possível, mesmo dava fé de que lhe mostrasse em seu celular uma selfie muito de puta, com seus seios operados ao nu, sem o menor pudor.

Ela se sentiu úmida entre suas pernas por isso que Noemí acabara de narrar, como fosse, se levantou e se acomodou o jeans que lhe ficava demasiado flaco em suas magras ancas, logo fez o mesmo com o marco de seus óculos de aumento que descansava sobre sua nariz, caiu no seu típico tic nervioso de piscar compulsivamente, respirou fundo, olhou o papel com o número dois e deixando-o ao alcance das chamas, se refregou as mãos e disparou.

É meu turno...

Gabriela tinha seu segredo, sua história, essa que ninguém sabia, e havia chegado o momento de compartilhá-la.

CONTINUARÁ EM 'GERAÇÃO 1970 - GABRIELA'

Se você gostou dessa história pode escrever-me com título 'GERAÇÃO 1970 - A REUNIÃO' para dulces.placeres@live.com