Doble vida

No dejes de pasar por mi mejor post

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No te vas a arrepentir!



DOBLE VIDA





La vida es un complejo rompe cabezas donde las piezas suelen no encajar en forma perfecta, y esa es mi historia con Andrea.

Hacía más de seis años que trabajaba en esa agencia de coches cuando la conocí. Me desempeñaba en todo el papeleo de gestoría que iba de la mano con la compra y venta de unidades mientras que ella ingresaba en la parte de facturación de la empresa y si bien nuestras tareas eran distintas, nuestros escritorios estaban a metros de distancia.



Andrea tenía casi mi edad, me pareció muy bonita y encantadora, de cara ovalada, tez morena y ojos negros, con una pequeña naricita aguileña, muy femenina, muy mujer. De contextura normal, pequeña de hombros, no muy alta, solía vestir con algún conjunto de pantalón y trajecito, con camisa, ella siempre trataba de disimular su pecho plano, se hacía evidente un complejo por casi no tener busto, pero tenía un trasero digno de envidia, perfecto de cualquier ángulo que se mirase, recuerdo con gracia que usaba unos calzones más grandes que los que usaba mi abuela.

Tenía una manía con el cabello, al conocerla lo usaba largo, castaño y enrulado, un día nos sorprendió con un corte a los hombros, lacio y rubio, para más adelante cortarlo más aun pasando a un negro azabache, como fuera, a mi lo único que me importaba es que haga lo que haga todo le quedaba bien.



Así nos fuimos conociendo, su vida, mi vida, sus gustos, mis gustos, sus problemas, mis problemas, todo era perfecto entre nosotros, y yo fui honesto con ella, le dije que estaba casado, que tenía un niño de tres años y que mi esposa estaba embarazada esperando nuestro segundo hijo, que en realidad era una niña.

Pero no más que eso, no me gustaba mezclar las cosas del trabajo con las cosas personales, y así ella, sin proponérselo me fue seduciendo, me encantaba la paz de su voz, con un tono tan bajo y dulce que debía esforzarme por escucharla, con ella se respiraba armonía.

Cuando me casé con Sheila pensé que estaba enamorado, pero con Andrea comenzaba a saber que significaba ese sentimiento, lástima que no hubiera llegado antes a mi vida…

Y yo era un caballero, estaba dispuesto a respetar a mi esposa, más en sus meses de embarazo, pero la realidad era que compartía más tiempo con Andrea en el trabajo que con Sheila en casa, igual, yo iba a morir de pie, me mordía los labios para no confesarle a Andrea lo que sentía por ella y una vez haciendo el amor con Sheila, mientras la penetraba y acariciaba su gorda panza casi se me escapa su nombre, ‘Andrea’.



Pero, el diablo mete la cola…

Ella tenía un hermano mayor, de unos treinta años, al que siempre se mostraba muy apegada y era su ángel protector, se llenaba la boca hablando de él, pero en un abrir y cerrar de ojos se quedó sin él, era policía y murió en una persecución, en defensa de la justicia.

A partir de ese día el mundo de Andrea se vino abajo, como un castillo de naipes, como una torre de arena en el mar, no tenía consuelo, y pasaba los días llorando a escondidas, con su alma herida, no sabía que hablar, que decir, como ayudarla, una y otra vez se abrazaba a mi solo para dejar sus lágrimas en mi traje, comenzó a quedarse más tarde, cuando todos se había ido, solo para distraerse y no tener que afrontar la realidad en la soledad de su departamento.

Esto hizo que yo comenzara a quedarme con ella, solo para acompañarla, metiendo excusas en casa y descuidando mi propia familia, día tras día.



Hace un tiempo pasó lo que tenía que pasar, eran cerca de las veinte, no quedaba nadie, solo ella y yo, era un día muy especial porque era el día del cumpleaños de su hermano, así que había llorado más de lo habitual, y a esa hora rompió en llantos, acudí a su lado como de costumbre, la abracé muy fuerte y ella buscó protección en mí, acaricié sus cabellos y perdí el control de la situación, tuve una erección lo que la apartó de mi por instinto, mirándome confundida, no sabía que decir, pero ella volvió a mi encuentro y me dio el beso más dulce y sabroso que me dieran en mi vida, su lengua se cruzó con la mía, sus prendas se pegaron a las mías, su respiración se cortaba con la mía, su saliva se mezclaba con la mía, sus brazos de fundían con los míos, y ya no pude controlarme, al fin la tenía a Andrea como mujer…



Y recorrí sus cabellos, besé su nariz, besé su cuello, besé sus ojos, sus manos recorrían mi cuerpo y yo respondía de la misma forma, centrándome en esos glúteos espectaculares.

El calor se sentía en el lugar y de a poco el grifo de sus lagrimales se fue cerrando, abriendo la caldera que estaba escondida en su interior, fuimos trastabillando lentamente, le hice recular hasta llegar a mi escritorio, sin dejar de besarla pasé una mano sobre el arrastrando lo que estaba a su paso con la idea de sentarla sobre él, pero no hizo falta ya que ella misma lo hizo.

Abrió sus piernas dejándome al medio, con prisa, torpeza y dificultades levantamos su pollera hasta su cintura, tomé la silla y me senté al medio para sacarle ese bombachón de vieja que traía, por primera vez contemplé su sexo desnudo, la traje lo más al borde posible y como si fuera un helado pasé mi lengua por el de punta a punta…



Andrea se estremeció ante el suave contacto, me dejó hacer, se entregó a mí, empecé a lamer su esfínter, en círculos, acariciando con mi lengua la piel amarronada y rugosa de su entrada, ella respiraba excitada, cerraba los ojos, me gustaba hacerla desear, empujaba con la punta de la lengua y su anillo cedía lentamente ante mi insistencia, sentía contraerse a medida que la invadía, fui a sus piernas, seguí con besos calientes en sus muslos, era hermosa…

Volví a su vulva, al siguiente paso, a su otro agujero, para enterrar mi lengua en su zanja caliente, llena de flujos, de incomparable sabor, busqué lamer lo más profundo posible, perderme en ella, al mismo tiempo que acariciaba en círculos con la yema de mi pulgar su esfínter, lo suficiente fuerte como para que supiera que estaba allí, lo suficiente débil como para que supiera que no iba a penetrarla, seguí por sus labios, por su pubis, por sus bellos íntimos…



Al fin llegué a su clítoris, estaba tan grande e hinchado que no me dio trabajo comerlo entre mis labios, ahora enterraba dos dedos en su argolla, buceando en su mar de miel, tan profundo como podía, buscando la entrada a su útero…

Andrea empezó a contraerse, gemía y más lo hacía más ritmo le daba al juego, al final apretando los labios y tragando sus gritos se acabó en mi boca, sus espasmos fueron violentos, unos tras otros hasta ya no soportarlo y cerrar las piernas con violencia para arrancarme del medio.



Me paré, y con su ayuda solté el cinto para liberar mi pija, la saqué y se la metí por completo hasta el fondo, la cogí como nunca había cogido a nadie, transpiraba, la deseaba, enloquecía, ella se prendía de mi cuello desacomodando mi peinado, contorsionándose al compás de los movimientos, me besaba y la sentía gemir en mis oídos, no aguanté demasiado, como hacerlo?

Saqué mi verga cuando no pude más y ella terminó masturbándome apuntando el cañón donde más quería, sobre su clítoris y los bellos que lo rodeaban, pronto descargué todo lo que tenía sobre ella quien disfrutaba con cada chorro de semen caliente que llegaba a su intimidad. Al final se la volví a meter para fundirnos en un último beso…


Doble vidaIt was late, so I took her to her residence, she begged me to keep her company for just a little while, she was too alone. I couldn't leave her, I took out my cell phone, called Sheila and lied, saying I had to finish some paperwork, she was telling me on the other end that she loved me, that she would take care of me and not work so much, it broke my heart...

We went up two floors by stairs where I couldn't get the image of my pregnant wife and son out of my head, once upstairs she looked at me fixedly and said:

You know... I've always had a recurring fantasy about you, in fact, I've masturbated many times imagining it, and well, today I'd like to make it real, I always loved you in silence, but never mustered the courage to confess...

I knew that only good things could come out of this woman, so I let myself be carried away, she took me to the room and asked me to undress while she got comfortable.

I didn't waste any time, quickly taking off my clothes and waiting anxiously for her to appear, but it took longer than expected, finally she emerged with a smile on her lips, a smile that had been lost for some time...

Her almost bare torso, almost without breasts, more like a girl's than a woman's, which awakened a certain morbidness in me, but below she wore lace stockings with black garters and a tiny thong that got lost between her buttocks, it was simply the most beautiful and perfect ass that could exist, no matter where you looked...

Andrea came up to me with a large handkerchief in her hands and as she rolled it up she passed it over the bed rails to finally tie it around my wrists, gently, but only for play since I wouldn't have had any trouble freeing myself.

Then came the best part, which I would never have imagined, she put oil on my cock, passed a leg across like to ride me, her buttocks were right in front of my eyes, two terrible pieces of flesh, and then... thong, I took my member, supported her sphincter on it and let myself fall slowly. My flesh opened up in hers without too much resistance, until the bottom.

He started moving with cadence, up and down, again and again, feeling his brown ring compressing my sex and the excitement was maddening, I had desires to squeeze her ass with force, but I was tied, I wanted to ram into her like an animal, but she was setting the pace.

I barely saw the profile of her face trying to see mine to ask:

Do you like it? Do you like it? You don't know how good it is to make my dream a reality...

And he continued, with that slow rhythm, as slow as his delicate voice, I didn't see her hand, but felt it every now and then caressing my balls and distinguished it caressing her clitoris, I felt cumming, Andrea jumped suddenly to put her face inches from my cock, took it with force, denuding my glans, almost not moving, couldn't bear it, had my orgasm there, until only began to flow, holding me still while my contractions released more and more semen, her eyes remained immobile, hard, looking at her target.

I looked at the clock, it was inexcusably late, a madness, besides Andrea tried to hold me back, wanted me to stay with her...

I wouldn't have any excuses with Sheila, Andrea seemed not to understand my situation, I was between a rock and a hard place, she begged on the verge of tears not to leave, not to leave her alone, I felt like crap, but slowly tried to make her understand.

And so went my days, that first time gave rise to a second and a third, and day after day, we transformed into clandestine lovers...

Today I find myself tangled in a spider's web from which I cannot escape, on one hand my family, my distant wife who loves me unconditionally, with whom I hide my double life, carrying the cross of my shame, on the other the woman I love, Andrea, knowing she is number two, who puts herself every the more demanding, the more exacting, everything because I don't know how to stop things on time... If you liked this story, you can write me with title 'DOUBLE LIFE' at DULCES.PLACERES@LIVE.COM

2 comentários - Doble vida

Que problemon bro, se prendió el rancho, buen relato, saludos gente!!
Como dice la canción de Los Palmeras "....hoy doble vida, estoy con una extraño a la otra..."