No dejes de pasar por mi mejor post
http://www.poringa.net/posts/imagenes/4084661/Mi-amada-esposa.html
No te vas a arrepentir!
50 AÑOS - PARTE 1
Imaginen la situación, podría decir que toda mi vida estuve unido a Laura, mi única y amada mujer.
Nos conocimos en el colegio, en el jardín de infantes, fue mi compañerita de banco, con sus ojazos verdes y sus largos cabellos rubios que su madre trenzaba día a día con paciencia, me da risa recordar que solía andar con los mocos colgando.
Siempre me sentía a gusto con ella, y ella conmigo, nos hicimos ‘amiguitos’ como solía decir mi mamá y en verdad todo empezó como una relación de amistad, no entendíamos mucho más a esa edad.
Ya con diez años las cosas cambiaron, seguía siendo un tonto nene, pero ella ya se empezaba a desarrollar, al menos en su cabecita, le llevo seis meses de diferencia de edad, pero en ese momento ella había pegado el primer estirón y estaba bastante más alta que yo.
Mi mundo eran los autitos de juguete, la bici y la pelota de fútbol, pero ella le decía a quien quisiera escucharlo que yo era su novio, cosa que me avergonzaba.
Una mañana de invierno, antes de entrar a clases, en un lugar un tanto apartado, me empujó contra una columna de cemento y a la fuerza me dio el primer beso, fue un beso tonto y simple, apenas labios contra labios, pero lo suficientemente efusivo para sorprenderme y aterrorizarme, ella reía con picardía por su atrevimiento y me sentí rojo como un tomate.
Algunos años después las cosas habían cambiado un poco, ahora había sido mi turno de crecer y la había superado en altura y empecé a ser yo quien llevaba el control, ahora entendía lo que ella ya sentía, el juego de niños empezaba a cambiar por la atracción de los sexos, en Laura empezaban a asomar dos pequeñas protuberancias en sus pechos, sus caderas se ensanchaban con premura y sus piernas se estilizaban, su rubio cabello de la infancia se había oscurecido a un castaño claro con el correr de los años, y antes de cumplir los quince teníamos nuestro primer e improvisado encuentro íntimo, con más dudas que certezas, con más premura que paciencia, con un amor adolescente que crecía en nuestro interior.
Y fuimos locos novios, fue mi primera y única mujer, fui su primer y único hombre, mientras mis amigos y sus amigas solo querían fiestas y más fiestas, Laura y yo solo queríamos vivir el uno para el otro, no había nadie más en el mundo…
Terminamos los estudios secundarios y empezamos la facultad, nuestros caminos se distanciaron un poco porque yo seguí ingeniería y ella abogacía, pero en los pocos momentos libres que teníamos nos amábamos con locura.
A los veinte ella quedó embarazada, no lo habíamos programado y nos tomó por sorpresa, fue el momento cuando terminaron nuestros estudios y la peleamos codo a codo para salir adelante, alquilamos un departamento y empezamos a convivir, mi padre, a través de unos amigos me consiguió mi primer trabajo y ella se dedicó entonces al hogar y hacer en sus tiempos libres algunas cosas de tejidos que luego vendía a sus amigas y conocidas.
Y los años pasaron, poco a poco, casi sin darnos cuentas, como giran las agujas de un reloj de pared, en silencio, pero implacables, imparables.
A nuestra primera hija cinco años después le llegó la hermanita, y casi sin darnos tiempo, sobre el filo mismo, el tercero, el malcriado varoncito.
Y esa es mi familia, siempre fui todo para ella y ella fue todo para mí, la conozco mejor que mí mismo, sé que le encantan los atardeceres de primavera, sé que odia levantarse temprano, sé qué daría la vida por sus hijos, sé que la atormenta la soledad, sé cuándo está de mal humor con solo ver su rostro, sé que llora con una película de amor, sé de su canción favorita, sé… solo sé…
Y conozco cada pliegue de su cuerpo, puedo contar de memoria el mapa de lunares de su espalda como un astrólogo conoce la posición de cada estrella, conozco el ruido de su rodilla, después de la lesión de vóley de la adolescencia, conozco su manía por comerse las uñas, conozco su obsesión por la limpieza y lo mal que maneja el coche al que siempre adorna con un rayón, todo lo bueno, y todo lo malo…
I know how good she is in bed, her tastes, her pleasures, the things she does for my pleasure, beyond her own, how slutty she can be in intimacy, which in my case is synonymous with women, with a woman.
By the year 2015, I would have been fifty years old, and somehow it would have been something special, half a century of life!
And at that time I started joking with her about a special gift, something sexual, something crazy, something we had never done before, taking some fantasy to bed that every marriage has but never dares to practice, but it was just that, just innocent jokes from a couple who loves and knows each other too well.
Laura was always a very beautiful woman, tall, slender, with small breasts and a tiny ass, well-formed, and she always took care of her figure, and the years seemed not to affect her sculpted body, as a young girl who attracted attention, and now it's a woman who attracts attention.
And nothing was free, years and years of uninterrupted diet and gym, gym and diet, being able to see how she looks in those tight pants makes me irresistible, even today, after all we've lived through.
This, by the way, had been some time since Rocío had appeared, part of our daily routine, like so many people from the neighborhood, she's a woman who's around thirty-five, a brunette with black curly hair, demonic eyes, plump lips, a petite woman with breasts that are more than inviting, those who usually say 'listen, my eyes are up here', friendly and even chatty, to put it mildly.
Rocío has a small business that she runs for a living and is often the topic of conversation at home, partly because she's so beautiful, partly because of her private life, the neighborhood knew her two relationships and periods of loneliness, but it was known that she also had... women and the gang always said I played for both sides. And in intimacy with Laura, we used to joke about it, I would give her jealousy by flirting with her and she would respond with the classic she likes women, and we would enter into a never-ending series of provocative and playful conversations, implicit seduction that never went anywhere, just playing with fantasies of things that would never happen. And it's because nothing was accidental, we were clients of Rocío's business and the confidence of time had led us to a suggestive treatment, with words in double meaning and she showed herself too exultant when speaking with me, but also when speaking with Laura, as if leaving too many obvious things... But Laura wouldn't allow something like that, her man being with another woman, the games would always be just games, at least that's what I had always believed... I never imagined that on my 50th birthday last year, Laura would give me the gift she gave me.... CONTINUARA If you liked this story and are over 18, you can write to me with title '50 YEARS' at dulces.placeres@live.com
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No te vas a arrepentir!
50 AÑOS - PARTE 1
Imaginen la situación, podría decir que toda mi vida estuve unido a Laura, mi única y amada mujer.
Nos conocimos en el colegio, en el jardín de infantes, fue mi compañerita de banco, con sus ojazos verdes y sus largos cabellos rubios que su madre trenzaba día a día con paciencia, me da risa recordar que solía andar con los mocos colgando.
Siempre me sentía a gusto con ella, y ella conmigo, nos hicimos ‘amiguitos’ como solía decir mi mamá y en verdad todo empezó como una relación de amistad, no entendíamos mucho más a esa edad.
Ya con diez años las cosas cambiaron, seguía siendo un tonto nene, pero ella ya se empezaba a desarrollar, al menos en su cabecita, le llevo seis meses de diferencia de edad, pero en ese momento ella había pegado el primer estirón y estaba bastante más alta que yo.
Mi mundo eran los autitos de juguete, la bici y la pelota de fútbol, pero ella le decía a quien quisiera escucharlo que yo era su novio, cosa que me avergonzaba.
Una mañana de invierno, antes de entrar a clases, en un lugar un tanto apartado, me empujó contra una columna de cemento y a la fuerza me dio el primer beso, fue un beso tonto y simple, apenas labios contra labios, pero lo suficientemente efusivo para sorprenderme y aterrorizarme, ella reía con picardía por su atrevimiento y me sentí rojo como un tomate.
Algunos años después las cosas habían cambiado un poco, ahora había sido mi turno de crecer y la había superado en altura y empecé a ser yo quien llevaba el control, ahora entendía lo que ella ya sentía, el juego de niños empezaba a cambiar por la atracción de los sexos, en Laura empezaban a asomar dos pequeñas protuberancias en sus pechos, sus caderas se ensanchaban con premura y sus piernas se estilizaban, su rubio cabello de la infancia se había oscurecido a un castaño claro con el correr de los años, y antes de cumplir los quince teníamos nuestro primer e improvisado encuentro íntimo, con más dudas que certezas, con más premura que paciencia, con un amor adolescente que crecía en nuestro interior.
Y fuimos locos novios, fue mi primera y única mujer, fui su primer y único hombre, mientras mis amigos y sus amigas solo querían fiestas y más fiestas, Laura y yo solo queríamos vivir el uno para el otro, no había nadie más en el mundo…
Terminamos los estudios secundarios y empezamos la facultad, nuestros caminos se distanciaron un poco porque yo seguí ingeniería y ella abogacía, pero en los pocos momentos libres que teníamos nos amábamos con locura.
A los veinte ella quedó embarazada, no lo habíamos programado y nos tomó por sorpresa, fue el momento cuando terminaron nuestros estudios y la peleamos codo a codo para salir adelante, alquilamos un departamento y empezamos a convivir, mi padre, a través de unos amigos me consiguió mi primer trabajo y ella se dedicó entonces al hogar y hacer en sus tiempos libres algunas cosas de tejidos que luego vendía a sus amigas y conocidas.
Y los años pasaron, poco a poco, casi sin darnos cuentas, como giran las agujas de un reloj de pared, en silencio, pero implacables, imparables.
A nuestra primera hija cinco años después le llegó la hermanita, y casi sin darnos tiempo, sobre el filo mismo, el tercero, el malcriado varoncito.
Y esa es mi familia, siempre fui todo para ella y ella fue todo para mí, la conozco mejor que mí mismo, sé que le encantan los atardeceres de primavera, sé que odia levantarse temprano, sé qué daría la vida por sus hijos, sé que la atormenta la soledad, sé cuándo está de mal humor con solo ver su rostro, sé que llora con una película de amor, sé de su canción favorita, sé… solo sé…
Y conozco cada pliegue de su cuerpo, puedo contar de memoria el mapa de lunares de su espalda como un astrólogo conoce la posición de cada estrella, conozco el ruido de su rodilla, después de la lesión de vóley de la adolescencia, conozco su manía por comerse las uñas, conozco su obsesión por la limpieza y lo mal que maneja el coche al que siempre adorna con un rayón, todo lo bueno, y todo lo malo…
I know how good she is in bed, her tastes, her pleasures, the things she does for my pleasure, beyond her own, how slutty she can be in intimacy, which in my case is synonymous with women, with a woman.
By the year 2015, I would have been fifty years old, and somehow it would have been something special, half a century of life!
And at that time I started joking with her about a special gift, something sexual, something crazy, something we had never done before, taking some fantasy to bed that every marriage has but never dares to practice, but it was just that, just innocent jokes from a couple who loves and knows each other too well.
Laura was always a very beautiful woman, tall, slender, with small breasts and a tiny ass, well-formed, and she always took care of her figure, and the years seemed not to affect her sculpted body, as a young girl who attracted attention, and now it's a woman who attracts attention.
And nothing was free, years and years of uninterrupted diet and gym, gym and diet, being able to see how she looks in those tight pants makes me irresistible, even today, after all we've lived through.
This, by the way, had been some time since Rocío had appeared, part of our daily routine, like so many people from the neighborhood, she's a woman who's around thirty-five, a brunette with black curly hair, demonic eyes, plump lips, a petite woman with breasts that are more than inviting, those who usually say 'listen, my eyes are up here', friendly and even chatty, to put it mildly.
Rocío has a small business that she runs for a living and is often the topic of conversation at home, partly because she's so beautiful, partly because of her private life, the neighborhood knew her two relationships and periods of loneliness, but it was known that she also had... women and the gang always said I played for both sides. And in intimacy with Laura, we used to joke about it, I would give her jealousy by flirting with her and she would respond with the classic she likes women, and we would enter into a never-ending series of provocative and playful conversations, implicit seduction that never went anywhere, just playing with fantasies of things that would never happen. And it's because nothing was accidental, we were clients of Rocío's business and the confidence of time had led us to a suggestive treatment, with words in double meaning and she showed herself too exultant when speaking with me, but also when speaking with Laura, as if leaving too many obvious things... But Laura wouldn't allow something like that, her man being with another woman, the games would always be just games, at least that's what I had always believed... I never imagined that on my 50th birthday last year, Laura would give me the gift she gave me.... CONTINUARA If you liked this story and are over 18, you can write to me with title '50 YEARS' at dulces.placeres@live.com
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